Capítulo 1.
Aquel día era como cualquier otro, que pudiera ser normal en la vida de Ranma Saotome. Todo empezaba con una mañana la cual desde el inicio lucia agitada, un momento de paz momentáneo cuando se quedaba solo con Kasumi para el desayuno seguido de locura completa cuando el resto de familiares llegaba al comedor.
Después de ello una carrera demostrando todo su poder olímpico para llegar a tiempo a Furikan junto a su prometida y una vez terminado las clases que seguían el mismo patrón aburrido volvían a casa para EL terminal mal parado por alguna de su otra prometida la cual buscaba a como diera lugar una oportunidad con el.
Algo que si le subía el Ego para que negarlo, luego de ello, terminaba chocando en algún sitio por el mortal golpe de Akane, y finalmente terminaba volviendo a casa para su entrenamiento.
Aunque siendo sinceros esa extraña rutina que había tenido desde hacía semanas, le cansaba demasiado, esperando pacíficamente a que algún enemigo digno de su tiempo y fuerza aparecieran para alegrar su día a día un poco más.
Y no importaba realmente si terminaba en una isla lejos de la civilización, realmente quería aunque fuera un poco de paz, hermosa y duradera paz.
—Diablos...—Se quejo un poco sobre la marcha, el calor no estaba ayudando mucho, pero faltaba poco para llegar a casa y la verdad, amaba esas caminatas a toda hora, fuera del miedo que tenía de volverse mujer en cualquier momento, eran realmente un suspiro para el, normalmente acompañaba las caminatas reproduciendo música en su mente, que vagamente recordaba, también se perdía en su imaginación, creando cosas que posiblemente nunca llegarian a ocurrir, una de sus fantasías más grandes era que sus prometidas se llevarán bien y pudiera tener un Harem, algo tonto sin duda pero que atosigaba su cabeza de vez en cuando como si ello fuera la cura de todos los males.
Y es que si se llevaban bien, podría estar en paz, si ellas se llevarán bien no habría tantas peleas o tendría que tener la guardia alta esperando que una loca le llegara por la espalda o intentara matarlo si se diera el caso que le encontraría convertido en Ranko. Claro, la vida real era realmente una perra Rabiosa que nunca te daría lo que esperabas, la realidad era dura y sabia que solo podía quedarse con 1, y entre la rosa negra y Akane, prefería a Akane, nunca había tenido la intención contraria fuera de su fantasía, pero si por el fuera con toda la sinceridad del mundo, se necesitaría más que eso para hacerlo cambiar de opinión.
Prefería por mucho estar solo.
Centrarse en su vida, en sus cosas, y luego podría podría fin poder tener un descanso digno, una vez fuera el mejor de todos y claro, otra de sus fantasías era esa, ser el mejor de todos aceptando lo que ello constaba, esperaba que allí afuera hubiera alguien que lo superará por mucho, alguien que se volviera el antagonista de su vida y que no después de unos días se volviera su aliado, quería alguien que hiciera despertar su determinación y que sin importar que tanto se esforzara siempre fuera superado hasta que llegara el día donde ambos pudiéran luchar a muerte y el se alzará con la victoria.
Eso sonaba mejor a tener una prometida de mal humor.
Y no es que no la quería, Akane era linda, era genial, fuerte y decidida, tenía muchas grandes características que le enloquecian pero si volvía a la base realmente el prefería estar solo, no quería una prometida.
—Discupe anciano, ¿Me Daría una Dr.Peper porfavor?—Sin querer pensar más se detuvo en una tienda para comprar una bebida, el anciano se la dio rápidamente y el siguió su camino a casa, perdiéndose en la fantasía de que el anciano resultará algún entrenador de artes marciales milenario o que le diera el secreto para cambiar su vida.
En el fondo el sabía que si no hacia algo por el mismo para cambiar esa normalidad, nada cambiaría. Dando un trago profundo a su bebida sonrió un poco más alegre al pensar eso, sin contar que el sabor a caramelo era exquisito para el.
Si quería cambiar algo tenia que hacerlo el mismo, con eso en mente se propuso algo simple, sin importar que ocurriera la siguiente locura que se le viniera a la cabeza la haría sin dudar un solo segundo, sería más impulsivo que ninguna otra persona en el mundo al menos por un momento. Ya después se arrepentiría pero al menos eso cambiaría su rutina.
Ahora se preguntaba ¿Que pasaría antes? Besar a Akane? Sonaba ciertamente tentador, pero no importaba nada. Fuera lo que fuera que la vida le pensara arrojar que lo hiciera sin misericordia alguna, el, El gran Ranma Saotome se encargaría de todo.
Y su yo futuro enfrentaría las consecuencias.
Algo irracional, tonto y que a todas luces iba a terminar mal. Pero que menos sería algo en lo que el tendría el control.
Dio un suspiro de alivio y felicidad mientras observaba el cielo antes de llegar a la casa Tendo. Lo que fuera que el destino le arrojará esperaba que tuviera las pelotas de enfrentarlo de frente.
—¡Estoy de vuelta!—Sin embargo, en ves de encontrar el ajetreo habitual encontró solo silencio, un silencio que fue interrumpido por unos pasos lentos, los cuales terminaron asomándose por la puerta que daba a su comedor.
Nabiki se le quedó viendo de manera despectiva, típico en ella, mientras en su boca tenía un pan tostado y en la mano tenía una revista de moda, tras dar una mordida al pan que dejó caer unas migajas al suelo, subió su mirada hasta cruzar sus miradas—Si no hubieras hecho enojar a Akane, ella no te hubiera mandado a volar, y la tubería no se hubiera roto de nuevo, así que si quieres tomar una ducha tendrás que ir a las termales—Nabiki se dio la vuelta y con su característico egocentrismo entró al comedor para seguir comiendo su desayuno... en hora de almuerzo.
Ranma la siguió, hasta quedar en el marco de la puerta observándola—¿Tu no fuiste? ¿O no planeas bañarte?—Pregunto sin buscar ofenderla, con esa mentalidad de tiburón que había desarrollado apenas media hora antes se sentía listo para todo, Nabiki alzo los hombros.
—Fui la primera en ir a tomar un baño, eso en la mañana, tu deberías ir a tomar un baño a menos que quieras bañarte con agua helada de la pileta—Por un instante Ranma percibió algo de codicia en la mirada de la chica, ya sabía por dónde iba el asunto.
—No gracias Nabiki, no dejaré que me tomes fotos convertida en chica desnuda. Otra vez, el maldito de Kuno no deja de comprarlas y eso me enferma—Observo como Nabiki suspiro derrotada. Pero sonrió al final.
—A bueno, igual aun tengo fotos tuyas y de Akane de reserva—Una mano se extendió frente a su rostro al instante, subió la mirada tranquila para ver a los ojos de su cuñado—¿Que quieres?
—Todas las fotos, ahora mismo Tendo—Era un poco raro para ella escuchar su propio apellido de Ranma, al parecer su Jugarreta lo había molestado, y ya conocía bien la psiquis del chico, así que sonrio levemente y se puso de pie. Quedando a la altura del chico al menos.
—Bueno, son 6k de Yenes ambos conjuntos de 5—Ranma no se inmutó o aparto la mano, solo afilo su mirada más—Vamos es una oferta especial, normalmente valdría 7k cada paquete.
—Nabiki, ahora mismo no tengo dinero, además nunca te he cobrado nada por los "favores" que Ranko te hace, así que mejor dame las fotos—Nabiki alzo una ceja ante la respuesta de Ranma, pero no disminuyo su sonrisa o algo así.
Su sonrisa aumento un poco más.
—OK, si las quieres o es el dinero, o tendrás que hacer algo que se que nunca harías—Nabiki sonrió aún más al ver la mirada de su cuñado, ya lo conocía de arriba a abajo, sabía que el contaba con el dinero y sabía bien que al verse acorralado lo daría.
—¿Y eso que seria Nabiki?—Pregunto Ranma, sin saber que su sola respuesta para la conocedora de Nabiki había bastado y sobrado para saber que el haría lo que fuera por esas fotos.
Lo que fuera menos algo que estaba fuera de sus límites.
Adoptando una pose coqueta, y una sonrisa tranquila, se inclinó para que Ranma mirara un poco del escote que tenía atraves de su blusa azul, Ranma miro un solo segundo sin notar que Nabiki había apretado un gatillo que escondía en su pantalón—Besame—La cara de Ranma fue un enigma por un momento, pero ya tenía otra cosa más que usar a su favor, Ranma se le quedó viendo un largo rato. Y ella nunca desvio su mirada hasta que noto que los ojos de Ranma tenían derrota.
—Bueno, en efectivo Por favor Cuñadi...—Y antes de que pudiera terminar la oración, su mente entró en blanco por un momento, tanto que apretó el gatillo y lo dejó presionado.
Ranma había tomado sus mejillas y haciendo fuerza para que ella no escapara le había dado un beso, en la boca.
Algo que no había hecho ni con Akane aun, sus ojos se abrieron con cierta fuerza y Ranma cerró los suyos, pareciendo disfrutar del momento que causó que Nabiki no supiera que hacer o decir, aquello la había tomado desprevenida.
El beso duro 10 segundos, calculo ella antes de que Ranma se separara de ella, sus labios estaban húmedos y Ranma lucia tranquilo. Pero luego poco a poco pareció entrar en razón de lo que había hecho y noto una cara de pánico que oculto tras vergüenza—Ahora si, dame las fotos Nabiki—
Ella no respondió, en cambio su mente aún quería procesar parte de esa información obtenida. Ella miró a los ojos del chico y luego se puso, maldita mente seria, tanto que el corazón de Ranma se agito solo con sentir la seriedad de la chica
Siempre ten cuidado con lo que deseas, parecía que las consecuencias llegarian más pronto de lo esperaba—¿Que Acabas de hacer Saotome?—Nabiki terminó de recomponerse y Cruzo sus brazos, intentando de alguna manera lucir más aterradora o imponente ante alguien que podría mandarla a volar con un golpe—¿Que diablos acabas de hacer?.
Dando pasos hacia adelante con fuerza, hizo que el propio Ranma Retrocediera, a Ranma se le había olvidado que sus fantasías no eran la realidad y ahora lo pagaría—R-Recuperar las fotos de Akane, no tenía el dinero y su D-dignidad importaba más—Intento responder pero entre los nervios era incapaz de decir o hacer algo, había besado a Nabiki Tendo, la chica más orgullosa que había conocido y...
La más codiciosa...
El brillo en los ojos de la chica llegó al mismo tiempo que Ranma tuvo ese pensamiento y tuvo que tragar con fuerza ¿Así se sentía venderle tu alma al diablo?—Tome fotos de esto Ranma...
—(¡Mierda!)—Debió pensarlo desde el inicio, bueno debió pensarlo todo 10 veces antes de hacer esa locura, había colgado las votas con eso, apretó los puños y acepto su destino con la frente en alto. Esa frase tonta era mejor que no la dijera de nuevo—¿Cuanto costara?.
—3 millónes de Yenes—Sintió que su alma se iba de su cuerpo. En definitiva estaba más que jodido—O, ser mi esclavo hasta que logre cubrir el pago, o tus servicios sean cancelados a través del esfuerzo físico—En definitiva y más que seguro, que odiaba a Nabiki, incluso si había sido el, el que se puso en ese aprieto.
—¿Que tanto tendré que trabajar en tiempo para pagar el trato?—Pregunto ya Resignado con eso, si Akane o sus padres se enteraban era hombre más que muerto.
—2 años, si creo que eso bastará pero puedes cubrir la deuda de forma monetaria también acortando así el tiempo—Nabiki sonrió un poco más tranquila, anotandose a ella misma el tener que hablar seriamente con su propio ser para pensar bien en qué posición la dejaba eso.
—Acepto...—¡Maldecía al Ranma del pasado!, bueno, el se lo busco y dijo que cargaría con las consecuencias y si encontraba algún lado positivo a todo, había besado a la Reina de Hielo de Furikan, algo que seguro muchos deseaban y casi ninguno podía conseguir.
—Bueno, con tu permiso, tengo que ir a mi cuarto Saotome, espero no se te ocurra hacerme algo más—Nabiki le dio una mirada fría en la último, claramente era una amenaza nada discreta hacia su persona, no pensaba hacer nada más ahora mismo se había jodido así mismo de maneras demasiado estrepitosas.
—Como si alguien quisiera hacerte algo—Dijo de muy mala gana, haciendo que Nabiki alzará una ceja.
—¿Lo dice quien acaba de besarme?—Pregunto con curiosidad y un poco de enojo en sus palabras.
—Lo hice Por las fotos de Akane.
—Claro, besar a una chica por el bien de tu prometida, es tu idea más brillante a la fecha.
Ranma apretó los puños molesto, dándole ahora una mirada algo furiosa a la chica que mantuvo su postura firme ante el.
—Si no fuera esa razón, no habría razón para que lo volviera a hacer Nabiki Tendo—Ella solo sonrió ante esa respuesta, y acercó su rostro en un duelo de miradas nada amistoso, hasta que Ranma pudo sentir el aliento de ella sobre su propia boca.
Estuvieron así, sin moverse un centímetro cerca de dos minutos, hasta que accidentalmente o quizás por el recuerdo del momento, bajo su mirada a los labios de la codiciosa chica un momento, cosa que basto para que la mirada de la chica fuera más burlesca.
—Jajajajajaja, como digas Ranma, como digas, ven a mi cuarto apenas puedas respirar más—La chica finalmente salio del cuarto, dejándolo a el con un sentimiento de impotencia, ¿Una de esas fantasías prohibidas se le cumpliría? ¿Nabiki quería repetir el beso?. Con algo de ansias sin darse cuenta en si mismo de lo raro que debería resultarle estar teniendo esos pensamientos, se encaminó a la habitación de la chica con algo de prisa, más de la que quería realmente disimular.
Pero al entrar por la puerta solo le espero una cubeta de agua fría, de forma literal.
—¡Nabiki que diablos!—Le toco quejarse mientras escurría agua de su cuerpo, dándole a Nabiki una mirada de puro resentimiento, ella estaba allí parada, aunque se inclinó un poco para dejar el balde de agua a un lado, sin despegar la mirada de ella, la vio sacar una cámara.
Estuvo verdaderamente tentado a lanzarse sobre la cámara y Nabiki supo eso al instante—Ni Se te ocurra, esta cámara vale demasiado y no creo que quieras sumar más a tu deuda, y de todas formas aquí no están las fotos, tengo más de una cámara "cuñada"—Ya sabía que lo pasaría, ya antes lo había hecho pero nunca obligado, y por alguna razón ahora si esto lo llenaba de furia.
Procedió a quitarse su ropa, escuchando varios Cliks de fondo, se preguntaba que tanto le pagaría esto su deuda de silencio.
Solo sabía que había empezado a odiar a Nabiki autenticamente y a sí mismo por cometer algo así de tonto.
—Deberías intentar posar algo, como chica quizás seas hermosa pero sigues teniendo el espíritu de un chico—Se quejo Nabiki en voz alta, causando que Ranma le diera una mala mirada, intento copiar más de alguna pose que se le ocurría, ahora que estaba solo con boxer—Ponte esto—Nabiki le lanzó un par de bragas que el atrapó en el aire, se puso algo sonrojado y dio un suspiro ahogando en si las malas expresiones que el tenía en mente—Y no hagas nada raro con ellas, no son mías mías de Kasumi.
—¡Tragame tierra!—Con un suspiro y una exclamacion de enojo se bajo su bóxer y se coloco su nueva prenda empezando a hacer poses y escuchando más cliks de por medio.
Estuvieron así un rato, hasta que Nabiki le dijo que era suficiente y pudo cambiarse al fin, salió de la habitación mientras Nabiki tenía una calculadora y una mirada de seriedad en un cuaderno.
Necesitaba un baño y le daba miedo tan siquiera intentar tomar esa ducha en el mismo barrio que ella.
Justamente había gastado gran parte del día al lado de ella pero no como sus fantasías decian menos como realmente el lo esperaba, y cuando pensaba que la tortura momentánea había terminado—Oye cuñado, ¿podrías hacerme el almuerzo? Y espero sepa bien—Ranma le dio una mirada claramente mortal, pero no dijo nada, no podría de todas formas no tenía nada para defenderse, Resignado simplemente camino a la cocina.
Su vida había cambiado posiblemente para mal debido a todo esto, hasta que el resto de la familia había vuelto ella lo había tenido haciendo trabajos toda la tarde, Ranma haz esto, Ranma haz lo otro, Limpia, Barre, lava los platos, limpia el patio.
Al menos cuando volviera Kasumi podría descansar más a gusto. Y de hecho así fue, tras eso Nabiki salió con Kumo y no volvió en un rato
—¡Malditaaaa!—Eran cerca de las 6 de la tarde y estaba en el dojo, sin querer había soltado esa palabrota, estaba irritado por toda la tarde en la que había sufrido su orgullo golpes bajos, de Artista marcial a ser un simple mozo de una chica orgullosa, egocéntrica y codiciosa.
Había estado evitando a Akane por la culpa y gracias a Dios lo había logrado, hasta el momento donde ella entró por la puerta del dojo—¿Todo bien Ranma?—Sin duda había sido atraída por la exclamacion que soltó, y eso le molestaba bastante de igual manera, por un momento olvido que tenía que mantener siempre la calma de sus emociones.
—Si todo bien, solo no me sale una Kata—Respondió evitando mirarla, cosa que aunque para el era normal Akane sabía que algo había pasado, incluso cuando peleaban y discutían siempre tenían esa costumbre de verse a los ojos, era raro que para algo como esto no pudiera hacerlo, Akane entró en alerta momentánea con eso. Y se acerco lentamente a Ranma para exigirle una respuesta.
—No te creo Ranma, dime ¿Que ocurrió?—Pregunto de nuevo intentando ser amable, pero Ranma no estaba de ánimos para algo así.
—No es nada Akane, nada que tenga que ver contigo—Claro que mentía, y la voz con la que lo dijo no ayudaba en nada a intentar disimular algo que no podía ser disimulado, pero provocó provocó menos la ira de la chica.
—¡Ay lo siento!—Hablo de forma irónica, claramente no recibió la respuesta que esperaba como pago por su amabilidad—Solo intentaba ser Amable, me da igual—Salió cerrando con fuerza la puerta, dejando a Ranma suspirando con desgana, cansancio y molestia en el.
—Bueno, al menos voy a poder cumplir mis entrenamientos—Alzo su mano listo para seguir su practica, pero de inmediato la puerta se volvió a abrir, dejando a Nabiki entrar al sitio—Hola cuñadito, parece que mi hermana está hecha una furia, me pregunto si podría avivar más eso.
—¿Que quieres Nabiki? Ahora estoy entrenando, ¿Podrías dejar lo que sea que quieres hacer para que tarde?—Pregunto con un tono de suplica en su voz, que fue ignorado por la codicia encarnada de Nerima.
—Quiero que instales este tubo, se rompieron unos cuantos en la parte de enfrente, hazlo rápido o si no—Metió la mano entre su blusa, directo en sus pechos y de su escote sacó una foto, una foto donde se mostraba a ella sorprendida mientras Ranma le besaba sus labios.
Ranma apretó aún más los puños y le tocó aceptar, antes de que pudiera ver un segundo más la foto Nabiki la guardo de nuevo en su escote y se dio la vuelta dejando la bolsa con el tubo y otros materiales frente al Dojo.
De un golpe seco que resonó en todo el becindario, el saco de boxeo que habían comprado golpeó la pared—Tengo que quemar esas fotos y romper esa maldita cámara—Pensó enojado, pero de igual forma encaminandose a la salida del lugar, de nuevo tenía que dejar su orgullo de lado y comenzar a reparar esa estúpida tubería.
Tomo la bolsa y de un salto llego a la entrada, no era algo que tuviera que hacer pero no tenía los ánimos para ver a nadie más, y para su desgracia...
—¡Ranma!—Como si se materializará del aire Kodachi apareció dándole un golpe fuerte con su abrazo apenas tocó el suelo.
... Y así empezó otro problema más.
Narrarlo esultaba inecesario, incluso para el todo ocurrió como estaba acostumbrado, con el volando por el aire y chocando en un lote baldío.
—Parece que alguien está teniendo un mal día, pero como si eso me importara—Ranma Subió la mirada para encontrarse a Ryoga. Lo que le faltaba—¡Ranma, te reto a un du...!—No le dio tiempo a terminar antes de que su puño impactara con tanta fuerza su rostro que lo mando a volar atravesando una pared de concreto al otro lado.
Suspiro un poco más animado, y se dio la vuelta con seriedad, una seriedad que podría matar con el filo de su mirada—Voy a Quemar esas fotos junto a esa Camara—Con la luna observando sus pasos, Ranma avanzo con tranquilidad. Estaba decidido a todo.
En el camino a casa paso comprando algo de beber, una dr-Peper de Caramelo, y luego se encaminó a la casa Tendo para poder encontrarse con la reparación sin terminar.
—Te tardaste en volver—Nabiki lo estaba esperando aparentemente, con la bolsa con los utensilios y el tubo—¿Vas a cenar Ranma? Le puedo decir a Kasumi que te guarde algo—Ranma no le dirigió la palabra, tomo la bolsa y se dispuso a reparar ese maldito golpe.
—Supongo que eso es un no—Mientras la Reina de Hielo alzo los hombros y comenzó a caminar adentro de la casa, dejando a Ranma con sus planes siniestros.
Y sus fantasías ahora dirigidas únicamente a una cámara quemándose, simplemente no soportaba la idea de tener que aguantar más días eso, todo todo tiempo que podía ocupar para sus tareas lo termino ocupando para Nabiki... Bueno Dramatizaba realmente lo utilizaría para entrenar.
12:30 de la noche.
Con el estómago vacío, cansado, irritado y con muchas ganas de gritar, Ranma estaba sobre el techo de la casa, esperando pacientemente a que Nabiki se durmiera, apenas hace 10 minutos había apagado la luz, quizás estaba haciendo tareas o algo.
No importaba, con sus instintos de Artista marcial había estado esperando a sentir cuando la respiración, el pulso y el chi de la chica bajara por completo indicando que se Había ido a dormir, una vez se aseguró de ello y espero unos 5 minutos más se dispuso a entrar, bajando como un gato hacia la ventana de la chica, la termino de abrir puesto que sabía que ella la dejaba un poco abierta, tampoco es que hubiera nadie tan estúpido para intentar robar la propiedad donde el vivía.
Una vez estaba abierta, comenzó a entrar, primero una pierna y luego otra, cuando tocó el suelo de la habitación suspiro y entró por completo, la habitación estaba a oscuras, y entre las penumbras comenzó a caminar por el sitio.
O esa era su intención, no había de terminado de dar un paso cuando se tropezó con algo que lo mando al suelo de espaldas.
Estaba confundido, pero logro mantener su exclamacion de alerta adentro de sus pulmones. De pronto una luz tenue iluminó la habitación, Nabiki estaba sentada tranquila en su escritorio leyendo unos papeles que dejo de lado—¿Entrar a la habitación de una señorita en Pijamas un día jueves en la noche? Cuando pensé que no podías caer más bajo.
Exclamó ella con calma y voz baja, casi susurrando, Ranma estaba confundido. ¿Lo habían pillado?—¿Como...?
—Te conozco cuñado, era obvio que intentarías robar mi cámara o quitarme las fotos, además se miraba que estabas arriba de mi ventana en el reflejo del ventanal del vecino—Ranma se puso de pie, notando que habían hilos en sus pies que habían terminado enredando sus piernas junto a una simple cáscara de banano. Volteo a ver la ventana del vecino corrobando que era cierto.
Apretó sus puños enojado—Eres detestable.
—Gracias, ahora ¿Acaso vienes a acosarme sexualmente?—Pregunto divertida por la situación, Ranma mientras tanto estaba confundido, ¿Como había aparentando que dormia? El té humeante en la mesa le daba la respuesta, ademas de codiciosa ella era realmente ingeniosa al parecer.
—¡Como si alguien quisiera tocarte!—Exclamo quitandose los hilos de sus piernas, claro había hablado lo suficientemente bajo para que solo Nabiki le escuchara pero el enojo en su voz no podía disimularse.
—Lo repetiré de nuevo, ¿Lo dice quien me beso?—Aunque se le olvidaba que no estaba lideando con Akane, dudaba que esos comentarios le hicieran algo a Nabiki—Ademas, de nosotros dos tu fuiste quien entró a mi habitación a media noche—Nabiki volvió a su lectura con tranquilidad, eso hizo que Ranma de ser posible se molestara aún más.
Avanzo decidido hasta llegar a la mesa de ella, ignorando que pudiera estar arriba de esta dio un golpe, no fuerte pero al menos consiguió que Nabiki lo viera, con aburrimiento.
—Ni yo se porque te bese, pero tus labios saben horrible igual que tu—Ranma realmente no sabía a qué estaba jugando. De hecho, quizás lo hacía, cualquiera de esas palabras habrían provocado la ira de Akane pero para la chica frente a sus ojos, todo resultaba simplemente divertido.
—¿Ya me probaste por completo o solo insinúas querer hacerlo?—Aquello provocó que Ranma sonriera, buscando alterar a la inquebrantable chica en un concurso de orgullos que tenía perdido francamente.
Y aun así atacó.
—Por favor, no tienes nada que no he visto, además incluso mi versión femenina es mucho más hermosa que tu—Con sus manos hizo ademanes sugerentes en su pecho.
Esperaba con eso poder ganar ese concurso de miradas pero...—Se que tienes pechos muy grandes, ¿Sera que tu versión femenina compensa el tamaño que le falta a la masculina?.
...
...
—Bruja.
Ranma podía responder, pero no supo porque no lo hizo, no se espera de forma alguna Esa respuesta. Sentía herido su orgullo de varón.
—Gracias Ranma, ahora creo que será mejor que te vayas, no se si ya lo notaste pero estoy en pijama—No, Ranma realmente había olvidado ese detalle, estaba en la habitación de su cuñada, a media noche y ella estaba con ropa muy ligera, sin querer había terminado viendo su atuendo sugerente, bueno, no lo era a propósito al menos, el top se ajustaba correctamente a sus curvas y la pantaloneta azul que usaba dejaba sus muslos al iré.
—¿Y luego dices que no te tengo que acusar de abuso sexual? Me siento violada—Exclamo con burla la chica, dejando sus papeles de lado y viendo a Ranma a los ojos, divertida por estar jugando con el, Observo con burla como el color del rostro de Ranma cambio a rojo.
—N-No se de que hablas Nabiki—Queriendo jugar más con el Saotome, la chica se puso de pie para quedar a la altura de el, y con mucha lentitud se acerco a su persona, Ranma estaba confundido y con las defensas más que bajas, solo alcanzo a dar pasos atrás, casi tropezandose sobre sus pies de nuevo hasta que quedó cerca de la cama de Nabiki.
—¿Recuerdas lo que te dije al medio día?—No, Ranma estaba intentando cargar y procesar correctamente la situación en la que estaba, no sabía de qué diablos hablaba francamente—Tienes el cuerpo de una chica sexy, pero no tienes la sensualidad de una Cuñado—No se dio cuenta en que momento se había dejado llevar por Nabiki, ahora estaba sentado en la cama y ella con calma se subió a sus piernas, poniendo sus manos en los hombros de el—Una chica Sexy atrae miradas, una chica Sensual nunca deja que se despeguen de ella.
Con cada palabra Ranma sentía que su respiración se entrecortaba más, había sido entrenado para todo pero no para esto, esto estaba fuera de sus límites. Tenía la garganta reseca, y había empezado a sudar sin saber si mirar los ojos de su cuñada o sus labios, o incluso los pechos de ella que cada vez estaban más cerca—La diferencia entre lo sexy y lo sensual es la misma que entre lo vulgar y lo sensual, lo sexy se mira fácil, lo vulgar se obtiene fácil, lo sensual causa deseo, mientras es imposible obtenerlo—Cada vez más cerca
Cada vez más cerca
Cada vez más cerca.
Ranma estaba congelado, había olvidado todos sus años de entrenamiento al enfrentarse a algo que nunca se había topado y enfrentado directamente, la seducción, sus alientos se comenzaron a entrelazar, no podía despegar la mirada de sus ojos, y comenzó a sentir el busto de Nabiki apoyado en su pecho. Inconscientemente al ver los ojos de ella entrando a su espacio vital, cerró los propios.
Entonces ocurrió...
—Y hasta que no entiendas algo tan básico, no podrás derrotarme—Con sus labios a escasos milímetros, Nabiki se aparto de golpe dejando a Ranma tendido en la cama. Sin saber que hacer, decir o pensar.
Nabiki había vuelto a su asiento, tomado sus papeles, ignorando de manera olímpica a Ranma, mientras este había quedado con cara de desorientación.
—¿Que?.
—Desde mañana vas a cargar mi mochila todos los días, de ida y de vuelta así que ve a dormir, no quiero tener que despertarte.
Nabiki había hablado, como si nada de todo lo anterior hubiera pasado en la realidad e incluso por un momento pensó que había estado soñando despierto, pero eso no explicaba precisamente la dureza en sus pantalones.
Solo se puso de pie y salió de allí tan rápido como pudo, olvidándose incluso que pudo haber salido por la puerta sin problemas.
Incluso si dormia como Ranko necesitaba una ducha fría lo más rápido posible.
Mientras tanto Nabiki continuo con su lectura con una tranquilidad perpetua, hasta que se aseguró que Ranma se había ido y tiro los papeles sobre la mesa, dejando que sus mejillas pudieran tener la libertad de hacer lo que tuvieron que hacer pero reprimió.
Un leve color rojo cubrio sus mejillas, Llevo su mano a la frente y se seco el poco sudor que tenia por la situación—Que diablos estas haciendo Nabiki—Se pregunto ella misma, llevando su dedo pulgar a la boca para darle una mordida, apretó sus piernas entre ellas creando fricción mientras cerraba los ojos, ella también necesitab una ducha.
Las reglas de la Reina de Hielo de Furikan, sus reglas eran simples.
Aprovecharse de todos a su favor.
El dinero era más sagrado que nada.
Los sentimientos eran simples formas de control.
Los hombres eran sus alcancías y con la manipulación correcta era fácil obtener lo que fuera de ellos.
Todo mundo estaba por debajo de ella.
Su futuro, su dinero, su vida estaba sobre todo.
Ella siempre apostaba a Ganar.
Ella siempre ganaría sin importar los métodos.
Ella Era Nabiki Tendo.
Ranma estaba consciente de algunas de esas reglas, por algo nunca la había elegido como prometida, de hecho sabia que por experiencia era mejor alejarse de ella, pero realmente nunca había sentido ese momento de adrenalina pura, fue sencillamente nuevo para su percepción, la situación causó que se le alteraran los sentidos.
Tuvo que estirar sus músculos un poco para que el agua fría no le ardiera tanto por la hora, Observo su cuerpo cambiar por la maldición y no le afecto, por alguna razón sus pechos ya no le hacían sentir orgullo, solo curiosidad por algo ¿Serían igual los de Nabiki? En tamaño quizás no, pero ¿En suavidad, en forma? No lo sabía. No sabía porque estaba jugando con los suyos intentando adivinar como sería el tacto de su mano con las de Nabiki.
Aquella noche, dos jóvenes tuvieron que lidiar con lo que el otro causó de forma indirecta.
