Capítulo 2.
Tenía ojeras, largas ojeras que marcaban su rostro, aquella no había sido una noche buena para el, Observo a la chica que caminaba a una distancia prudente a su lado, de la manera más literal posible ella era la causa de su desvelo, de forma que no pensó expresar nunca cuando la veía.
Lo hizo convertido en varón, cabía aclarar.
Nabiki tendo iba tranquila pese a todo, sin importarle la mirada de Ranma que tenía sus cosas sobre el mismo, se había despertado temprano o de plano no había podido dormir, y ella seguía actuando como si nada nunca hubiera pasado.
Si regresaramos el tiempo un par de horas antes, ambos se acababan de levantar, se toparon en el pasillo pero Nabiki paso de el como si el no existiera, camino con tranquilidad a la cocina donde su hermana servía el desayuno para ella, y para la sorpresa de Kasumi también entro Ranma al comedor, eso hizo que ella alzará una ceja inmediatamente—¿Porque tan temprano Ranma?.
Pregunto con verdadera curiosidad, Kasumi siguió sirviendo pese a ello—Yo...—
—El perdió una apuesta conmigo, esta obligado a llevar todas mis cosas por esta semana—Kasumi comprendio al instante y perdió el interés en ello. Mejor se apuro a servirle a ambos.
—Por esta ocasión me alegra que perdieras Ranma, te hará bien comenzar a levantarte temprano—Kasumi hablo sin malicia, y Ranma suspiro derrotado, le seguiría el juego a Nabiki, aunque era algo raro en si que ella no estuviera presumiendo su victoria por todo lo alto.
Era porque no tenía necesidad de hacerlo dedujo—Si, supongo aunque es molesta esa apuesta, no debí apostar con alguien tan embustera—Ranma hablo sin pensar como el 80% de las veces, Nabiki no le puso atención y siguió degustando su desayuno.
—Oye Kasumi, ¿Sabes que eres muy linda?, Quisiera tomarte fotos—Aquello no había sido para ella. Ranma apretó los puños con fuerza, pero fue sabio y se centro en su desayuno.
—Gracias Nabiki, lo tomare en cuenta pero tengo que organizar todo para nuestro viaje a las terminales—Kasumi hablo sin captar nada, aunque no había nada que captar, a sus ojos y a los de cualquiera de la familia Ranma estaba enojado por perder, y Nabiki tranquila como siempre.
Aprovechándose se Ranma pero estaba tranquila.
—¿Aún no pondrán el agua? Ranma ya termino las reparaciones de ayer—Kasumi negó, volvió la mirada al calendario un momento.
—Debido a la fuga tiene que llenar las cisternas antes de que tengas agua para la ducha, y el agua llegará en 3 días desde hoy.
–Que empresa tan descuidada—Se quejo Nabiki susurrando más para ella que para nadie más lo que seguía—No pagó tanto por ese tonto servicio para que no atiendan las llamadas.
—De todas formas, yo me quedaré entrenando esta tarde Kasumi, tomare una ducha de agua fría aquí—Kasumi no le vio nada de raro y continuo con lo suyo.
La mañana siguo y nos llevó a lo actual, seguramente Akane estaría despertándose ahora mismo.
—¿Sabes que si no vas a las terminales te seguiré pidiendo favores sin parar?—Nabiki hablo curiosa por la decisión de Ranma, pero no detuvo sus pasos un solo momento.
—Mejor para mi, así cancelare la tonta deuda de una vez por todas—Ranma alzo los hombros y miró a otro lado que no fuera a los ojos de Nabiki, la cual tampoco hizo un ademán para detener sus pasos, continuo caminando complacida con la respuesta, sin saber las intenciones reales tras la decisión de Ranma.
Venganza.
Era la hora del almuerzo en la escuela Furikan, y si alguien buscaba al joven Saotome no le encontrarían nunca, cada quien estaba en lo suyo, Akane con sus amigas disfrutando de la paz, Kumo buscando a Ranma pero por alguna razón no lo encontraba.
Y la razón era simple el estaba en el último sitio donde un ser pensante lo buscaría, el club de estudio, los integrantes de este club eran apenas 3, dos chicos, y una chica, que siempre pasaban inadvertidos, pero para la sorpresa de ellos, Ranma el joven más fuerte de su escuela estaba allí, en una esquina apartada de la mini biblioteca de ellos que el gobierno de Japón les había dado.
La chica que parecía ser la más sociable se acerco, los otros dos chicos siguieron con lo suyo.
—Este ¿Disculpe jovenazo?—Ranma salió de su mundo para mirar a la chica de cabello alborotado que le había hablado, hasta el momento había estado en esa esquina mirando los libros que había al frente—¿Le puedo ayudar en algo? Quizás busque algún libro en especifico—El no respondió de inmediato, pareció pensar en que buscaba exactamente. La chica aprovecho para seguir con su interacción—Tengo libros de Astronomía muy hermosos, o también una enciclopedia gigante que mi padre me compró y done a nuestro club es algo de...
—¿Tienes algo para aprender a seducir?—La chica pareció descolocarse por completo, sus mejillas se tiñeron de un rojo tierno pero se recompuso y comenzó a pensar—Lo siento, es algo raro lo que le estoy preguntando—Ranma se rasco una mejilla algo avergonzado por pedirle eso a alguien que parecía menor que el.
—Ñe, No es nada del otro mundo, los jóvenes les atraen esos temas mucho hoy en día—La chica se ajusto los lentes y comenzó a revisar la estantería, buscando algún libro que le vino a la mente—Siempre me han dicho que soy curiosa, y aunque la respuesta es obvia ¿Para que quiere aprender algo así?.
—Venganza por una humillación—La chica por la sorpresa de su respuesta hundió su mano en la estantería causando que varios libros cayeran sobre su cabeza. Rápidamente volteo a ver al chico un poco conmocionada.
—¡V-vaya, que gustos tan raros tiene Jovenazo!—Se agacho para recoger los libros, Ranma no entendió a que se refería o el porque de la reacción de la chica la cual parecía buscar una manera no incomoda de cambiar la conversación.
—¡Tome!—Entre los libros del suelo, finalmente encontró un libro y se lo extendió a él—Este es un libro que funciona.
—¿Lo ha probado?—La simple pregunta de Ranma causó de nuevo otra conmoción en la chica, la cual comenzó a mirar a los lados para disimular lo rojo de su rostro.
—¡Por supuesto que no, solo es lo que he escuchado!—Ranma miro la portada, se llama "Técnicas de seducción del Galante Jiraiya" le servía francamente, busco alguna silla donde sentarse para leer todo lo que pudiera—Y de todas formas ¿Que clase de chica intenta conquistar?—
—(¿Conquistar?)—Pensó para el mismo, su intención no era esa ni de chiste, estaba realmente enojado, indignado y algo humillado por lo que había pasado la noche anterior, quería venganza, amorosamente no le interesaba Nabiki solo quería provocar la misma vergüenza que le hizo pasar, de esa forma su honor sería restaurado, volvió a la realidad al notar que la chica seguía esperando pacientemente su respuesta—¿Del tipo frío?—No sabía exactamente cual sería la descripción exacta para la mediana de las Tendo, pero fría era lo más cercano que podía decir a lo que era la mayor parte del tiempo, codiciosa, orgullosa, egocéntrica, amante del dinero, no sabía si podía decir todo eso a esa chica realmente.
—¡Perfecto! Los tipos fríos son mi especialidad, siempre los termino atrayendo por alguna razón que desconozco la verdad—Intento pensar un poco en sus razones, para luego volver a mirar al chico notando que tenía su atención.
—¿Y que sugieres?—Pregunto ojeando un poco por arriba el libro, mientras ella comenzaba a pensar, fuera de que paso alrededor de 20 minutos hablando con aquella chica en la esquina de la biblioteca sobre el estigma de personas "Frias" y escuchando más de alguna anécdota de ella, también pasó 10 minutos más leyendo el libro intentando entender que hacer.
Ya se daba una idea de como avergonzar a Nabiki—Gracias por la ayuda—Cuando iba de salida Ranma alzo una mano, saludando a la chica que tenía un libro de animales en la mano, los otros dos chicos presentes pasaron de el.
—Ñee, no es nada cuando guste, el club de lectura siempre está abierto a nuevos integrantes, cerramos a las 4—Ranma asintió y salió del sitio, dejando tras de sí a la curiosa chica y la biblioteca, ya casi terminaba el almuerzo y aun no había comido.
Decicio caminar un poco mientras guardaba el libro lejos de las vistas, hasta que vio a Nabiki desde el segundo nivel de la academia, ella estaba tranquila con sus amigas, comiendo su bento.
—Hola Ranma, no te vi en todo el receso ¿Donde estuviste?—Ranma miro sobre su hombro a su prometida que se acerco a el, parecía estar de buen humor.
—Sali a dar un paseo por allí, Necesito alejarme un poco del odioso de Kuno—Akane asintió dándole la razón al chico, poniéndose junto a él para mirar el patio, esa era otra sensación rara, el nunca pasaba tiempo con Akane de manera pacífica al menos, las amigas de ella no estaban, sus amigos no estaban, y no había muchos estudiantes que pudieran interrumpir el cómodo silencio que se formó entre ambos.
—Perdón por hacerte enojar ayer—Dijo Ranma, ganándose una mirada de sorpresa de Akane, aunque rápidamente sólo negó.
—No, la que debe pedir disculpas soy yo, casi te mando a otro continente por ese golpe—Ranma sonrió, no veía tan imposible volver fuera de Japón un día de esos por los golpes de Akane.
—Tienes muy buena derecha, eso mis huesos te lo pueden asegurar Akane—Ambos se rieron un poco, y luego se quedaron de nuevo en ese silencio cómodo pero con sonrisas tranquilas hasta que...
—¡Saotome, te reto por el honor de Akane!—El dio un suspiro, al igual que Akane viendo al Rayo azul de Furikan correr hacia ellos.
De vuelta a la Rutina, o eso pensó hasta que Nabiki se puso frente a él—¿Donde estabas?.
La pregunta seca de ella detuvo incluso a Kuno un momento—Nabiki apártate o...
—Kuno, este no es tu asunto, deja tu competencia más tarde o hablaré de "Eso"—Nabiki nisiquiera había volteado la mirada, pero ante la mirada de todos Kuno, simplemente se dio la vuelta y comenzó a caminar.
Con una cara de nerviosismo—¿Donde estabas? Tenía favores que tienes que cumplir y no lo hiciste—Akane pensó si sería sensato meterse, Kasumi le había contado de la apuesta de ambos, y siendo sincera Nabiki tenía secretos suyos también, así que sabiamente se fue del sitio antes de ser vista.
—Fui a almorzar Nabiki—El Joven Saotome se sintió incómodo con la manera de hablar de ella, pero Nabiki si lo noto simplemente no le importo, o le importo muy poco.
—Antes del receso ve a mi clase, si tengo que pedirte algún favor te lo diré al inicio del receso.
—Me parece justo—No tenía ánimos de formar una pelea, o sinceramente si tenía ganas pero una frase de la chica de la biblioteca le vino a la mente "A veces la mejor forma de ganar una discusión es el silencio, si te molestas y contestas le estarás dando la razón a la persona"
—Vaya te lo tomaste con más calma de lo que pensé—Nabiki subió una ceja, pero rápidamente alzo los hombros y se dio la vuelta, dirigiéndose a su clase.
—Tengo que quemar esas malditas fotos antes de que ella me haga darle masajes en los pies en pleno patio—El suspiro y se dio la vuelta también, esperaba que Kuno apareciera para darle el golpe de su vida y así pudiera desahogarse un poco.
Al final por tener una pelea con Kuno que alargo un poco por mero entretenimiento se le olvido comer, paso la mañana con el estómago vacío, y al final termino corriendo de Shapoo para que esta no le causará problemas con Akane (O Nabiki).
Era raro que ahora mencionara ese nombre en esos pensamientos. Tras perder a su otra prometida finalmente cayó sobre el techo de la casa Tendo, entrando por el patio para no arriesgarse a nada.
Y tal como había pasado la última vez, allí estaba únicamente Nabiki—Te tardaste, si sigues siendo tan mala con mi pobre hermana—Hizo un ademán con su mano, apuntándose a sí misma con el de forma dramática—Mi persona no tendrá más opciones que hablar.
Ranma le dirigió una mirada enojada, y luego dio un enorme suspiro—Los golpes de Akane me mandan demasiado lejos dame un respiro Nabiki—Ella alzo los hombros y comenzó a caminar—¿Que quieres que haga hoy?—Pregunto intentando mantener su tranquilidad aunque Nabiki lo notaba algo ansioso, algo que ella malinterpreto e hizo que soltara una risa bastante molesta a los ojos de Ranma.
—Tranquilo Abusador de chicas, si quieres más clases de seducción solo tienes que pedirlas pero también cobraré por ellas.
—Jódete Nabiki—Respondió Ranma cruzando sus brazos sobre su pecho, no le daría el gusto de molestarlo.
—Bueno, que enojado, en fin haz todo el aseo, y luego ven a mi cuarto con un buen almuerzo hecho—Ranma Suspiro cansado al escuchar lo que ella le pidió, estaba aburrido y no quería discutir, además la palabra cuarto le llamo demasiado la atención así que en ves de montar una escena, simplemente se apresuró mientras Nabiki subió a su cuarto.
Pasada una hora ya tenía todo el aseo hecho, y cuando se dirigió a la cocina se dio cuenta que contrario al día de ayer Kasumi había dejado algo hecho para ellos, con cierto gusto en ello solo sirvió algo de agua para el y Nabiki y comenzó a subir las escaleras.
—Oye Tendo, tengo las manos ocupadas ¿Me puedes abrir la puerta?—Nabiki no respondió, pero escucho como se levanto de donde estuviera para abrir.
—Pasa adelante—¿Era su idea o estaba algo seria? Bueno, no le importaba, Llevo los platos a la mesa, y se dispuso a tomar asiento pero sus fantasías parecían lejos de cumplirse—Ranma, estoy ocupada leyendo—Nabiki estaba en el suelo, viendo unas revistas de ¿Acciones? No sabía que era eso, pero le pareció que era de negocios—Danme de comer en la boca.
—T-Tu...—Ranma le lanzó una mirada molesta, demasiado molesta, tuvo el impulso de arrogar a su cara toda la comida, pero recordó el hecho de que era su esclavo debido a la deuda y no le quedó otra más que sentarse y tomar los palillos, Observo el plato de arroz, verduras y carne sin saber que darle de primero.
Nabiki se dio cuenta de eso—Me gusta comer el arroz primero, luego la carne y luego las verduras, recuerda eso—Aquello insinuaba algo que le dio coraje.
Planeaba hacer que el hiciera esto más veces.
Un Crack se escucho, Ranma había roto los palillos, y tenía una sonrisa bastante torcida. Nabiki cubrio su boca con su mano Pera ocultar la risa que amenazó amenazó escapar de sus labios.
Molestar al Saotome se volvería con facilidad su actividad favorita—I-Ire por mis palillos—Nabiki asintió, sin despegar la vista de la revista que tenía.
Había acertado en todas sus predicciones en las acciones de cada compañía, eso la tenía de muy buen humor, cuando se graduara las empresas matarían por contratarla—Nabiki—Ella volteo su rostro para ver a Ranma, el cual acerco los palillos a su boca—Di aaaaa—Ranma tenía una sonrisa muy burlesca, pero a ella no le importo y abrió la boca para recibir el arroz en perfecta cocción y sabor de su hermana—¿Quieres más pequeña bebe?—Pregunto Ranma buscando atacarla de algun forma.
Pero sin importar que hiciera, sentía que estaba luchando con un general con una armadura de diamante impenetrable, y su respuesta consiguió descolocarlo—¿Era una bebe ayer cuando estaba en tus piernas?—Pregunto con calma, dejando la revista en el suelo y tomando otra, una de moda.
Ranma guardo silencio, sin saber que responder prefirió seguir dándole de comer a Nabiki, esta mientras seguía ojeando su revista.
Cuando su plato estaba casi vacío ella lo detuvo—¿Me pasas el agua?—Ranma asintió y le estiro el vaso, haciendo para atrás el propio, sintiendo en sus dedos lo caliente que este estaba. Había hecho te especialmente para la ocasión.
Nabiki tomó parte del agua, y la otra mitad, se la tiro a la cara sin aviso.
—¡Maldita sea podrías avisar cuando hagas eso!—Ranma se puso de pie molesto, tirando el plato hacia la mesa enfrentando a Nabibi, la cual se puso de pie.
Estando en su modo femenino ella era más pequeña que Nabiki—La vida son negocios Ranma, no existe tiempo para otras cosas que no sea hacer dinero—Ranma tuvo que tomar respiraciones agitadas, mientras Nabiki fue a su armario para sacar la misma cámara con la que le tomaba fotos—Así que generemos algo de dinero, ese rostro rosa por furia puede servir.
Ranma le dio una mirada molesta, pero prontamente la calma se adueñó de el y luego una pizca de maldad se asomo en sus ojos. Comenzó a desabotonar su ropa, mientras Nabiki le tomaba fotos, era la misma situación de ayer, pero había algo diferente esta vez.
Tenía un plan.
Y no, el plan no era usar la absurda velocidad de Ranko para robar las fotos y cámaras usando el momento, Ranma nunca pensó en que la solución era tan simple.
Una vez estaba sin camisa y ella le tomaba fotos a sus pechos, Ranma recordó todo lo que había sufrido ayer y sonrió.
—Sigues sin tener la gracia de una chica, tus poses dan asco Ranma—Nabiki paro un momento al ver la poca motivación que tenia el chico.
—No, no soy una chica Nabiki, soy un chico, un chico muy enojado contigo.
—Solo jala tu trenza entonces Ranma—Nabiki miro las fotos mientras Ranma se acerco a la mesa. Las fotos bien podría venderlas a Kuno, se había dado cuenta hace poco que los estudiantes estaban revendiendo las fotos a el por el doble de precio, una jugada astuta así que pensaba hacer que algún chico se las reevendiera directamente a Kuno, dejándolo una ganancia pequeña podría duplicar el...
-SPLASH-
Precio de su producto—¿Que fue eso?—Nabiki alzo la mirada, viendo algo de Agua en el suelo y luego que Ranko no era tan baja como recordaba.
Cuando su vista subió al torso, sintió un vacío en el estomago por la sorpresa, Ranma estaba en su forma de varón, sin camisa, apoyándose contra la silla, con una mano sosteniendo el vaso y con una mirada que le causó escalofríos.
—¿Saotome?—Sin querer apretó el gatillo de la cámara, y lo mantuvo presionado sin saber que hacer.
La cámara se apaga.
¿De pronto había mucho calor? No lo sabía, estaba sola en una habitación con un chico musculoso sin camisa y con agua corriendo por sus músculos causando que el reflejo de la luz reflectara en el, sintió un cosquilleo en su cuerpo y pronto se dio cuenta que Ranma ¿Estaba intentando seducirla?.
Se apresuró a recomponerse forzando a toda su mente a trabajar 10 veces más rápido, antes de que Ranma intentara algo, pero Ranma avanzo decidido hacia ella.
Se sintió perdida, no se espero ese contra ataque de Ranma tan repentino, tan absurdo en alguien que nunca haría algo así, Ranma con cada paso realizaba algo de fuerza para que sus músculos vibraran un poco, de lado a lado los pectorales se movían, lentamente se acercaba el intenso color azul en los ojos de Ranma hacia ella.
Termino tropezando en su cama, y se hizo para atrás con el corazón a mil por hora hasta que la pared le hizo imposible poder avanzar más.
—(¡Mierda que estas haciendo Ranma!)—Nabiki estaba roja, pero más roja que nunca en su vida, los movimientos de su cuñado eran precisos como solo los movimientos de un artista marcial podían ser, al llegar el al borde de la cama sonrió, y comenzó a gatear sobre la cáma con lentitud, una lentitud tortuosa pero que Nabiki comenzó a disfrutar, los ojos de Ranma se acercaban, su cerebro estaba dejando de funcionar.
Pensó en amenazarlo con la cámara pero cuando empezó a buscarla no la encontró, estaba al borde de la cama y estaba apagada ¿La había apagado? Podía decir que tenia más cámaras, ¡Eso funcionaria! Subió su mirada pero vio una mano acercarse con velocidad, no la golpeó, pero cayó con un golpe seco a un lado de cabeza, Ranma tenía una sonrisa algo nerviosa pero Nabiki no lo noto, su vista estaba puesta sobre los pectorales de el, se le olvido como hablar.
Sintió una mano en su muslo, la cual fue subiendo con lentitud, ¿Ranma la estaba tocando? Oh Dios, si no podía defenderse de esta le haría pagar caro después.
Cuando llego a la punta de su Pantalón, continuo ahora con su brazo y pronto su mano alcanzó su barbilla, obligando a alzar su mirada de donde estuviera perdida para verlo a él a los ojos, no sabía que hacer sin duda, estaba perdida ¿Como se respiraba? ¿Estaba dejando que Alguien como RANMA la seduciera?
La mirada de Ranma se fue acercando más y más, incluso llegó a ladear un poco la cabeza, Nabiki sin darse cuenta también la ladeo levemente, no sabía si #a0000aera buena o mala idea, o no sabía si estaba pensando correctamente pero ahora creía que no importaba la racionalidad en sus pensamientos, Ranma estaba tan cerca que podía sentir el aliento de el, mezclarse con el propio. Sin embargo.
Cuando el momento de la verdad había llegado, Ranma no se movió, Nabiki miro sus ojos por unos segundos largos hasta que se dio cuenta de algo. Se estaban llenando de pánico.
Ranma había planeado cada parte de su plan hasta ese jodido punto pero realmente no sabía que hacer después, espero alguna clase de señal divina, Nabiki estaba expectante. Tenía el rostro un poco ladeado y no sabía que hacer tampoco, estaba aún lo suficientemente conmocionada para no hacer nada en realidad.
Ranma finalmente se alejo de ella poco a poco y se puso de pie, Todo bajo la mirada de la reina de Hielo de Furikan, vio como Ranma tomó su camisa y salió sin apenas dirigirle la mirada, Observo como la puerta se abrió y el salió.
...
...
Finalmente sus pulmones soltaron el aire que estaba guardando en su interior. Esto se estaba poniendo demasiado peligroso. Cubrio su rostro con sus manos y se quedó mirando la puerta.
Tras esta estaba Ranma respirando de forma agitada—(Mierda, mierda, mierda, ¡Mierda!)—Coloco sus manos sobre su rostro intentando recuperar la compostura, eso había sido incluso más intenso que ayer.
Nabiki había ladeado un poco su rostro. ¿Que significaba eso? No lo sabía. Pero se estaba dejando llevar por eso, tuvo suerte que sus pocas neuronas conectarán y recordará que era Nabiki la chica que estuvo por besar.
Esta comprometido con su hermana, no solo eso si no con Kodachi, por suerte no tenía más prometidas aparte de ellas.
Pero, Akane no le había hecho palpitar de una forma tan fuerte el pecho, mucho menos Kodachi, Kodachi le ponía nervioso en extremo y con Akane había una barrera de rivalidad/enojo. Necesitaba pensar, necesitaba aclarar un poco su cabeza. Y más importante alejarse de Nabiki lo más posible durante un par de horas.
...
Tok tok...
—Voy—Una voz femenina hablo, mientras se escuchaban pasos llegar a una puerta para ser abierta de inmediato—Oh, vaya es usted—Ranma miro la sala llena de libros, con la chica linda en la puerta que estaba tranquila pero con esa curiosidad brillando en sus ojos y con aquel deje de emoción que al parecer la caracterizaba.
—¿Podemos hablar un rato?—Pregunto Ranma, la chica asintió al momento.
—Por supuesto, para eso estamos—La chica sonrió y se dio la vuelta para entrar a la habitación—¿Como te llamas?.
—Ranma Saotome.
—Chieko Noozomi.
...
Miro su mano un largo tiempo, más específicamente los dos dedos que estaban cubiertos de un líquido semitransparente.
Busco algo de papel con que limpiezarse y luego fue a lavarse las manos, recomponiendo sus pantalones antes. Mientras se lavaba las manos, ella Observo el agua correr entre sus palmas y su mente le trajo de nueva cuenta los recuerdos que habían ocurrido hacia poco.
Subió su propia mirada viendo sus propios ojos, lo que sea que había hecho Ranma o mejor dicho, donde sea que hubiera aprendido a hacerlo, había sido un maestro terrible.
¿Porque se detuvo? ¿Que la llevo a ella a iniciar eso el día de ayer?.
Estaba aburrida de llevar las riendas de la familia, tenía eso en mente, el estrés que tenia a diario quizás había sido un factor a tomar en cuenta, vaya, notaba hasta ahora lo poco que aparentemente se conocía. Salió del baño y tras tomar una revista en su habitación, bajo a la sala de estar donde se sentó a leer la revista de negocios, no sabía que tanto iba a avanzar ese juego entre ambos, pero sentía que si no le ponía un alto podría ocurrir algo que sin duda afectaría la paz de su familia.
Sabía porque se había detenido, ella no era Akane, Akane era su prometida, tenía eso en mente y sabía que no quería lastimar a su hermana, lo sabía pero aún así, el cuerpo de Ranma pasó por su mente nuevamente, sus pectorales marcados, sus hombros fornido, su estómago plano, su mirada acercándose acercándose lentitud a ella.
—Necesito una ducha.
—Hubieras ido con nosotros Nabiki—Su padre le habló pasando por el pasillo, no se había dado cuenta si quiera que su familia había vuelto, pero no le importaba ahora mismo.
—Nabiki ¿Has visto a Ranma?—Akane preguntó al ver la ausencia de su prometido en el hogar, Nabiki apenas levantó la mirada para verla un momento con frialdad, era una experta en eso.
—No, quizás se fue con la loca de paseo, la verdad no es mi asunto—Vio el fuego en la mirada de su hermana cuando hablo, aquella posibilidad le había molestado y bastante—¿Te gusta Ranma?—Pregunto Nabiki volviendo la vista a su revista.
No quería ver a su hermana, pero a su vez quería sacar eso de su mente—Por supuesto que le gusta Nabiki, hace falta ver sus mejillas para darse cuenta de ello—Kasumi había entrado al sitio y habló con tranquilidad, serenidad, no sabía si su hermana tenía las mejillas rojas, no quería verla sonrojarse.
Se sentiría peor.
¿Porque? Ella estaba sobornando a Ranma, estaba cobrando por su silencio en un acto en el que se vio involucrada.
Y aunque realmente no quería nada la primera vez que ocurrió ¿Podría decir lo mismo de esta vez? ¿Porque había ladeado su cabeza?.
No quería saberlo, no quería ver a Ranma en todo el resto del día.
Apenas pudo se fue a encerrar a su habitación, tenía algunas tareas pero tenía la zona de sus clases más que perfecta, no necesitaba eso.
Procuro dormirse temprano, eran las 8 de la noche apenas cuando logro conciliar el sueño, aunque tuvo que forzarse demasiado a ello.
Finalmente cayó dormida, y realmente sus sueños siempre se trataban sobre su vida universitaria o empresarial.
Fue una noche corta al menos en ese sentido.
En una parte de su sueño, recordaba que soñó abrazar un peluche grande y cómodo, esa noche no sólo soñó con negocios y era importante resaltar eso.
Su mente necesitaba una explicación cuando abrió los ojos por la luz del alba y lo primero que vio fue el rostro de Ranma frente al suyo, el estaba en un profundo sueño.
No quiso molestarlo en un inicio, se dio la vuelta como pudo entre el abrazo de Ranma para ver a la pared.
Por el movimiento repentino Ranma la abrazo y eso la ayudo a conciliar el sueño mejor.
...
...
—¿Estoy soñando?—Nabiki abrió los ojos de golpe preguntándose eso, rápidamente llevó sus manos a las de Ranma y efectivamente, esto no era un sueño...
Sin esperar un momento se soltó del agarre y volteo a ver a Ranma a los ojos. Tardo varios segundos en entender su situación, antes de ponerse sería, espero un momento a que Ranma se despertara, el movimiento repentino que hizo para darse la vuelta altero el sueño de Ranma, tardo unos minutos, que ella si entender porque prefirió esperar antes de romper el sueño de Ranma.
Poco a poco fue abriendo sus ojos, y cuando lo hizo miró figamente a Nabiki, hasta que cerró los ojos.
—Será mejor que no lo intentes Saotome, tienes 30 segundos para explicarme esto o gritaré fuerte, y estoy seguro que a nadie aquí le gustará ver la posición en la que estamos.
Tenían las piernas entrelazadas, y el agarre de Ranma no había bajado del todo, aunque no se detuvo a preguntarse porque lo dejó así, o porque Ranma no usaba su velocidad para salir de allí antes de que pasara algo.
Finalmente Ranma abrió los ojos, mirando a Nabiki a los ojos y luego dio un suspiro.
—Verás...
