Capítulo 4

Eran cerca de las 9 de la noche, eso significaba algo, era hora de preparar las cosas para ir a descansar, Chieko, era una joven de 17 años, amaba los libros, el conocimiento y tenía muchas ambiciones en la vida, eso la llevaba a pasar hasta tarde haciendo tareas para mantener sus notas lo mejor posible.

—Que aburrido—Ella dejo de teclear un momento observando sus tareas estar a punto de terminarse.

—Tengo Hambre—Decidió tomar un descanso y salir de su cuarto, vio el cielo nocturno un momento desde la posición de su patio y comenzo a caminar hacia la entrada de la casa porque si, su cuarto estaba a un lado de la casa, todo rodeado tanto su cuarto como la casa por una valla difícil de saltar, aunque cuando vio a Un chico saltar la valla se quedó sin aliento.

El chico que por las penumbras no se miraba quien era comenzo a dar vueltas en su sitio, mientras ella aprovecho eso para buscar una de sus escobas y se acerco con sigilo agradeciendo no tener nada en sus pies, el chico fuera quien fuera parecía estar frustrado.

Espero pacientemente a que el se acercara para darle la oportunidad de acertar un golpe.

Vio como la silueta del chico se movió de sitio le pareció algo ¿Resignado? No importaba, una vez salió del sitio corrió hacia el soltando un golpe contundente y rápido con la escoba soltando un sonido de exclamacion al dar el golpe.

—¡Auch!—Se aseguró que el golpe fuera capaz de noquear a quin fuera pero la escoba se rompió en dos, y el chico cuya voz identifico solo se arrodillo para sujetar su cabeza.

—¿Ranma?.

—H-Hola chieko, ¿El golpe estaba de más sabes?—Sabiendo que era un conocido la chica procedió a prender la luz de su patio, observo al chico el cual tenía lágrimas en sus ojos mientras sostenía su cabeza.

—¡Lo siento!—La chica corrió, para intentar calmar el dolor del joven de la trenza acaricio su cabeza, aunque prontamente lo dejó de hacer—¡¿Como encontraste mi casa?!—La idea del chico corriendo de casa en casa hasta dar con ella era ciertamente absurda y algo… Perturbante si se lo preguntaban…

No imposible de alguien que podía vencer al superior Kuno y usarlo como si fuera un juguete de trapo.

—Fui a Furikan a ver los registros—Respondió el con una sonrisa nerviosa, esperaba que las cosas se dieran de forma distinta, era verdad pero al menos no lo habian hechado.

—¿Chieko?.

—¡V-Voy mamá! Un amigo me vino a visitar.

—¡¿A las 9 de la noche?!.

Al menos no aún.

Eran las 9:40 cuando Akane había llegado a su casa, encontrándose con que Nabiki había ido a dormir temprano, aquello la había sorprendido un poco pero prefirió no decir nada al respecto, sin nada de sigilo ignoro a su padre, cosa que hizo que llorara a mares y pasó del panda gigante que peleaba a muerte con Ryoga por alguna razón. Prefirió ir directamente con la persona que más le había querido, la única persona que últimamente recordaba cada vez que se trataba de una figura materna—¿Puedo hablar contigo Kasumi?—Cuando entro al cuarto de su hermana está se estaba cambiando, aquello no había sobresaltado a Kasumi, las únicas que entraban a su cuarto sin tocar eran sus hermanas.

—Por supuesto que si, solo alcanza la parte de arriba de mi Pijama porfavor—Akane tomo la blusa de su hermana y se la paso, después de cerrar la puerta y ponerle llave.

No quería que nadie se enterara de lo ocurrido pero Kasumi era la persona más pura que había conocido en su vida, si podía confiar en alguien era en ella.

—Bese a Ranma, o bueno, el me beso—Soltó la bomba sin esperar un momento más. Kasumi quién se estaba poniendo ahora los pantalones solo alcanzo a tropezarse para caer de cara al suelo—¡¿Estas bien?!.

—Quiero todo ¡Con detalles!—A una velocidad que el ojo humano no podía seguir, su hermana Mayor la tomó de los hombros.

A veces se le olvidaba algo simple, sus hermanas eran más talentosa que ella como artista marcial, pero solo ella quiso seguir el camino del estilo Tendo.

Quitando eso de su cabeza, no pudo evitar sonrojarse cuando los recuerdos le vinieron a la mente.

—E-es algo vergonzoso hablar de eso, además se que nuestros padres nos intentarían casar de inmediato si se llegarán a enterar—Kasumi en silencio le dio la razón en lo último, pero ver a su hermana sonrojada, y acariciando sus labios, hizo que inmediatamente sonriera. Lo que decía era verdad.

—No te preocupes, será un secreto entre ambas, pero autenticamente quiero todos los detalles ¿Puedes contármelos?—Akane asintió con timidez.

Y comenzó a narrar como fue que había dado su primer beso.

Aunque para ella dicho recuerdo fuera dulce y hasta perfecto, para Ranma era un poco contradictorio.

Después de ver la mirada que le era dada al otro lado de una mesa.

—¿No dirás nada?—Chieko, la chica que había conocido hacía unos días no había dejado de sonreír pero en su mirada se podía notar que percibir la decepción con facilidad, estaban sentados en el comedor de su casa, por suerte los habían dejado solos para hablar más o menos pero con la advertencia de: que no se pase de las 10.

—¿Que puedo decir? No es precisamente mi vida pero, si te soy sincera la verdad esperaba que mi sospecha fuera falsa—Respondió ella finalmente borrando su sonrisa.

—¿Sospecha?.

—Toda la escuela sabe que eres prometido de Akane, yo me acabo de enterar jaja y como te digo ya tenía la Sospecha—Comenzo ella jugando con el café en su taza utilizando una cuchara—Pensé que quizás no eran nada o que quizás era un compromiso falso, o uno hecho por sus padres pero esto—La chica le dio una mirada llena de seriedad—Cambia las cosas.

Ranma vio venir la mano de la chica a su cabeza, y pese a que claramente pudo reaccionar a tiempo no lo hizo, recibió un golpe pequeño en su frente que le dolió un poco pero no de forma física.

—Estoy decepcionada, Akane no merece ser plato de segunda mesa, tampoco Nabiki—La chica puso su mano en su mentón para mirar a otro lado—Eso me hace enojarme contigo.

—Entiendo…—Ranma se quedó pensativo sobre el asunto mirando a la chica esperando una solución a sus problemas, la realidad no sería tan dulce con el—¿Que puedo hacer?.

—¿Que quieres hacer? Existen dos finales para esta historia, te quedas con una o con otra, pero tienes que hacer todo rápido o terminaras haciendo daño—La chica seguía sin verlo, era obvio que estaba disgustada—Así que no te puedo decir que hacer, es algo que tienes que decidir, quizás antes del beso tuyo con Akane haya sido bueno que eligieras a Nabiki pero si besaste a Akane también significa que, o eres una basura de hombre—Ranma no pudo evitar fruncir su rostro ante eso ultimo— O también que estas confundido, y prefiero irme por eso.

—Perdón por molestarte con estas cosas, ahora ya no se que hacer el día de mañana en la competencia—Ranma termino apoyándose en la mesa mientras su amiga había cambiado su vista, lo Observo y suspiro.

Ranma sintió unas palmadas leves en su cabeza—Destroza a esos payasos, y luego elige quien quieres para ti, pero recuerda algo ¿Si?—Ranma le presto toda la atención a la chica.

—Nadie merece que le miren la cara, sin importar que tan bueno o malo sea.

Tras aquella charla con la chica, ahora estaba sobre un techo mirando el horizonte de Nerima, el cielo nocturno era bello y perfecto, la paz era increíble. Sin duda, le encantaría poder conservar aun más ello.

Su vida desde que la recordaba había sido lo mismo a decir "Tienes que hacer lo que diga quieras o no", no recordaba cuando fue la última vez que decidió algo por su propia cuenta si es que alguna vez lo hizo.

Desde siempre había tenido una única meta en mente, ser el guerrero más fuerte de todos pero incluso eso ¿Había sido su propia decisión? No, era el camino que su padre le inculcó, padre que lo había vendido por menos de 1 libra de arroz innumerables veces. Vaya que era duro ser el.

Gracias a su crianza no podía mostrarse débil bajo ninguna situación, tenía que permanecer firme ante cualquier cosa y esperar que Lo que fuera a pasar pasara, tenía la preocupación constante y latente de quedarse siendo medío mujer para siempre, que su madre lo encontrará aun más.

No sabía a donde estaba guiando sus pensamientos pero los freno ante el recuerdo de Akane y Nabiki.

—Que asco me doy—Termino admitiendo el mismo, Kodachi, Akane, Nabiki. Ellas eran fantásticas a su manera.

Y dejando por olvidado a la loca de Kodachi realmente, Akane y Nabiki no es que no pudiera decidirse por una, o que quisiera a las dos, ahora mismo sabía que tenía que escoger a una sin lastimar a Akane.

¿Que sentía Nabiki por el exactamente? No lo sabía y tenía que averiguarlo, ambos le daban dos formas diferentes de sensación Y con su pésima crianza paterna no encontró una forma de arreglar diferente a no averiguar que sentía Nabiki por el y en base a eso saber que hacer.

No pudo esperar un momento más, dejó de ver el cielo nocturno y con cuidado bajo a la habitación de ella.

Sin poder autodeducir si había sido a drene el que estuviera sobre la ventana de la bella chica, entró con rapidez a través de la ventana medio abierta, con elegancia paso sobre las cosas del suelo y llego frente a su cama.

La luz de la luna alumbraba de forma leve la habitación, lo suficiente para resaltar su piel, una piel delicada como porcelana recibieron sus ojos cuando se fijaron en ella, estaba destapada. Y cabía resaltar que parecía que no se había cambiado la ropa antes de ir a dormir.

Eso le molesto un poco, no sabía porque realmente pero sin duda le había molestado ver a Nabiki de esa forma.

"Que descuidada" pensó para el mismo, buscando una frazada entre su ropero, encontró uno de conejos que parecía ser caliente y la observo un momento más.

—¿Que sientes por mi Nabiki?—Se pregunto el mismo intentando obtener una respuesta de la chica.

Era muy pronto para saberlo realmente, habían pasado apenas 3 días de la jodida apuesta y los había sentido como la mayor eternidad de su vida. Suspiro algo desganado y procedió a colocar su manta encima.

Al tiempo un aire frío entró por la ventana de la chica, y antes de darse cuenta.

Tenía su rostro frente al de ella.

No supo como hizo Nabiki para abrazarlo con tal rapidez, no era la primera vez que las hijas de Soun habían mostrado que podían hacer eso y más. Pero jamás habían usando una velocidad semejante para darle un abrazo, la frazada había quedado a los pies de ambos, y la chica busco acomodarse lo mejor posible en su abrazo contra el "peluche" de su sueño.

Intento Balbucear algo coherente. Sentía el cuerpo de Nabiki pegado al suyo y más haya que eso, la respiración de ella cerca de su pecho.

Estaba congelado del miedo, si alguien entrará iba a ser doloroso y difícil de explicar esto, intento aflojar el agarre pero la chica no estaba dispuesta a aceptar un no por respuesta, cada vez que intentaba quitarse ella se acomodaba aun más para estar más a gusto con su fuente de calor.

Sin darse cuenta cada vez fue menos su lucha hasta que finalmente apenas y se movía, estaba atrapado entre los brazos de ella. Y aunque sabía que tenía la fuerza y velocidad para hacerlo.

No quería perturbar la paz angelical que ella tenia en su rostro, para cuando era la 1 am solo se dejó llevar por el rostro de ella y sin darse cuenta finalmente cayó dormido.

—… Y eso paso—Lo que Ranma le había terminado contado a Nabiki no fue la verdad del beso, de hecho no mencionó ello.

Le había dicho que tras su entrenamiento con Akane, había vuelto a la casa para encontrar las fotos después de que ella se durmiera, también completo su historia con la historia de la manta que seguía a los pies de ambos, Y por la cara de ella parecía que aquello la convenció perfectamente.

¿No era triste tener que mentirle? No lo sabía, al menos en ese momento le pareció la mejor opción para evitar el enojo de la chica. Mientras Akane no le dijera nada no pasaría nada a drede y esperaba averiguar que sentía Nabiki para poder tomar la decisión correcta.

Aunque ahora que lo dudaba estaba eligiendo entre dos chicas y las palabras "Ninguna merece ser plato de segunda mesa" seguían resonando en su cabeza, si elegía a una la otra pasaría en teoría a ser plato de segunda mesa.

Y eso era algo que no quería para nada, lo que menos quería era lastimar a las personas pese a que ellas insistían en decirle cosas que lo llenaban de inseguridades.

Si lo pensaba bien, el como era no era del todo su culpa.

—Ya hice copia de las fotos Saotome, te dije que no te librarias de esto tan facil—Nabiki hablaba con seriedad, una seriedad compartida pero por motivos diferentes.

El estaba contrariado y ella molesta.

Pero ninguno de los tenía la voluntad para soltar su abrazo.

—Lo se… La verdad quería preguntarte algo también—Ranma la miro unos segundos largos buscando las palabras concretas de "Que sientes por mi" pero aunque de verdad lo intento no pudieron salir palabras de su boca. Incluso cuando ella le indicó que continuará hablando siguió estando en silencio.

Un silencio algo abrumador para ambos ya que el buscaba decir algo y ella, ella esperaba expectante el que diría.

Cuando este no hablo Nabiki suspiro y para la propia sorpresa de él, lo abrazo para cerrar los ojos.

—¿Nabiki?.

—¿Si Ranma?—Ella no se movió de su lugar, Ranma no la quiso mover solo la dejo ser en su abrazo, necesitaba inventar algo.

—¿Que piensas de que sea medio mujer?—Pregunto el, la reacción de Nabiki fue un silencio que se extendió unos momentos, hasta que ella misma rompió un poco el abrazo.

Se acerco con lentitud a su rostro causando que Ranma se pusiera rojo y su mente dejara de pensar, pero no lo beso, se acerco a su oído.

—No soy lesbiana, o bisexual pero incluso en tu forma mujer consigues ponerme nerviosa—Admitió ella, para luego sin dejarle responder, le propinó un beso en su mejilla y un empujón que lo saco de la cama.

Estando en el suelo comenzo a titubear viendo a Nabiki sentarse sobre la cama.

Ella Observo a Ranma desde su posición con frialdad y análisis.

El momento comenzo a ser tenso para ambos pero antes de que pudiera pasar algo.

—¿Nabiki? Ya esta servido el desayuno—Kasumi abrió la puerta, observando a su hermana mirar el suelo como si fuera la cosa más interesante del mundo.

—Gracias Kasumi, solo estoy despertando bien—Las manos de la chica subieron sobre su cabeza, fingiendo estar somnolienta—Tengo que cambiarme para ir a la competición de Ranma y Akane.

—Se que les ira bien, Ranma esta junto a Akane después de todo—Kasumi sonrió con tranquilidad y camino al cuarto ahora de su hermana menor.

Dejando a Nabiki sola en su habitación, ella por el rabillo del ojo vio su ventana sabiendo que allí estaba Ranma y solo suspiro—No sueñes que me veras con ropa interior. Nos vemos cuñado.

Se termino levantando para cerrar la cortina de su cuarto.

Tenía mucho que pensar y tenía que llegar temprano al sitio.

La coordinación y la rapidez con la que ambas escuelas llegaron al sitio fue sorprendente para cualquiera, Ranma estaba serio mirando su atuendo en su vestidor—¿De donde sacamos presupuesto para esto si no tenemos para variar más la apariencia de los extras?—Hablo más para si mismo imaginando quien había tenido una vista tan aguda para saber sus tallas con tan solo verlo, fuera quien fuera era talentoso.

Estaba a punto de salir cuando alguien entró al cuarto que se le había asignado a el.

—¿Listo?—Era Akane, la cual cerró la puerta tras de sí y camino hacia el—Estuve preparándome mentalmente para lo que sea que se nos venga encima hoy.

—¿Te preocupas? Esos payasos no tendrán oportunidad contra nosotros Akane—Ranma recordó lo desagradable que era ese sujeto, y apretó sus puños. Su sola presencia le enfermaba y aunque había pasado un tiempo le seguía enfermando haberle dado un beso a un hombre.

Y no era por nada homofobico, respetaba los gustos, los colores de cada quien pero a el le gustaban las chicas, precisamente dos las cuales le habían alborotado la cabeza tanto de arriba como de abajo, así que si, prefería besar mil veces a un perro que a un hombre, Akane estaba en silencio viendo a su prometido, por alguna razón ahora se le hacia algo tierno verlo enojado.

No sabía como calmarlo, y no sabía realmente cómo tocar el tema de lo que había pasado la noche de ayer el solo pensar en hablar de ella hizo que sus mejillas se cubrieran de un rojo carmín, así que decidió continuar con el hilo de Ranma.

—Así es, vamos a acabar con ellos—Ranma sonrió ante la determinación de la chica.

Tras eso ambos se quedaron viendo al espejo—¿Los trajes no salieron un poco caros?—Pregunto Akane mirando su atuendo, se notaba que los acabados y las decoraciones tenían un increíble nivel de detalle.

—Eso me pregunto yo, le pusieron más presupuesto a esto que a todo nuestro anime cuando se refería a las peleas, carajo hasta Doraemon tenia mejor animación que nosotros—Se quejo Ranma.

—¿Espera que?.

—Nada, tenemos que concentrarnos en ganar la competencia.

—Y recuperar a P-chan—La heredera del dojo Tendo tiraba fuego por su mirada, Ranma la miro con algo de enojo por un momento, pero a su mente vino lo que había ocurrido ayer.

Ryoga ya había perdido ¿Cierto? Aunque Ryoga se transformaba en un lindo cerdito, el, por el contrario se transformaba en una chica, algo que odiaba—Oye Akane.

—¿Si Ranma?—Akane desvio la atención de su propio enojo para observar a su prometido.

—¿Que piensas de que sea medio mujer?—Pregunto el, viendo a los ojos de la chica que se puso algo contrariada por la repentina pregunta.

—¿A que viene la pregunta?—Akane no se le ocurrió otra cosa que decir, no es que le importara tanto como al chico de por sí, Akane era bondadosa con todas las letras que conformaban la palabra, pero si Ranma decía aquello por las veces que le fijo fenómeno no era realmente su culpa ¿A que chica le gustaría que le dijeran marimacha, fea, cosa o similares?

Aquellas discusiones que ambos tenían siempre le alteraban los nervios—Realmente nunca me ha importado eso, perdón si he dicho algo doloroso sobre ello Ranma—El propio Saotome no supo que decir, pero la verdad era que su orgullo siempre le hacía estar a la defensiva con ella y con todos, el solo pensamiento de tener esa maldición sobre si toda su vida, le hacia sentir un vacío en su estómago. Ella no era la única que debería pedir perdón.

—Yo también lo siento Akane…—Ranma observo a otro sitio en la habitación—La verdad todo lo que te he dicho no ha sido intencional, creo que la mayoría de cosas nunca las he pensado—Si alguien se preguntaba porque el mismo pedía disculpas era porque Akane lo había hecho primero, y porque los consejos de su amiga Chieko seguían resonando en su cabeza.

—¿C-Como cuales?—Akane se mostró interesada en sus palabras de inmediato, la menor de las Tendo había tenido un colorido de rojo en sus mejillas.

Ranma miro con cierta ternura a la chica.

Pero mientras más la veía más se le veía a la cabeza Nabiki, la culpa subio por su pecho pero decidió ser sincero—C-Como que eres fea—Comenzó a narrar, mirando a Akane un poco más de lo que debería, se acerco un poco a ella que lo miraba expectante—O que no eres atractiva.

Akane sonrió y Ranma vio esa curvatura en sus labios, antes de que ambos se dieran cuenta estaban abrazados compartiendo un beso leve, nada comparado a lo que habían pasado ya el día anterior, pero sus labios se juntaron de forma inexperta y dulce.

Ranma estaba constipado, estaba contrariado y sin duda se sentía un traidor pero, la dulzura de Akane lo lograba sobrepasar tanto que no podía pensar bien realmente. Cuando se separaron, se quedaron viendo con sus frentes pegadas.

—No dejaré que ese imbecil toque tus labios—Ranma lo decía enserió.

—¿P-Porque?…—Akane se terminó acercando más a el en su momento íntimo, dispuesta a darle otro beso.

—Porque tus labios son m…—

Pero antes de continuar tocaron La puerta.

—¡Ya es la hora de la presentación sempai!—Los dos quienes estaban perdidos en su atmósfera pegaron un salto por el susto tan repentino.

Ambos se quedaron viendo y sonrieron decididos y algo rojos—Continuemos después ¿Si?—Akane pidió con simpleza y Ranma asintió, tenían a dos payasos que humillar.

Asuza y Sanzenin no tenían oportunidad.

Nabiki estaba observando en silencio la pista de hielo—Jamás pensé que volvería al sitio donde viví mi mayor desgracia sentimental—Nabiki cerró sus ojos mientras el viento corría por su rostro moviendo su cabello—¡Como apostadora!—La mediana de las Tendo apunto a su casa de apuestas improvisada donde los chicos y chicas de ambas instituciones estaban dejando todo su dinero por sus favoritos.

—¿De que carajos hablas Nabiki? Tu no has tenido nunca un romance real—Kuno consultó un tanto confundido por todo, y con una gota de sudor corriendo por su frente al ver la casa de apuestas atendidas por compañeras suyas de clases.

—Querido Kuno bebe, quería darle algo de dramatismo a todo—Ella hablo con tranquilidad tomando asiendo junto a Kuno, esperando ver a su hermana y su cuñado entrar por el sitio.

—Antes a ti te encantaba patinar ¿No?—Kuno pregunto, pasandole algunos fajos de Yenes a Nabiki apostando su dinero por Ranma y Akane.

Su amada Akane dudaba que pudiera ser derrotada y Ranma era increíblemente fuerte, sentía lastima por quienes apostaran encontra de ellos.

—Eso fue hace mucho, no quiero recordar esos tiempos Kuno—Con sus ojos negros observo la entrada de ambas parejas las cuales de inmediato comenzaron a decirse cosas provocadoras una a la otra.

Observo también al pobre diablo de Ryoga amarrado a un trofeo en su forma de cerdo.

La situación era un tanto bizarra si se ponía a pensarlo.

Sacudió su cabeza. Y centro su atención en lo que sea que estuvieran hablando aquellos chicos.

—¡Posa un solo labio sobre ella y yo te mataré, Akane es mi prometida!.

—Que bastardo tan arrogante—Dijo Kuno molesto por las palabras de Ranma, volteo a ver a Nabiki para ver su reacción, la cual había sido poner una mirada de seriedad.

—¿Como van las apuestas chicas?—Sus compañeras de clase se encontraban contando los billetes.

—50% a Ranma y Akane, y 50% a Sanzenin y Azusa—Nabiki asintió tranquila y volvió la vista al combate que desde el inicio había empezado de manera intensa.

Ante sus ojos la chica había intentado besar a Ranma, ella entrelazo sus ojos y más porque vio al cerdo de Ryoga avanzar en silencio a algún sitio, se había armado un revoltijo en la pista, no sabía aún la razón de que le resolviera el estómago ver siempre aquello.

—Kuno ¿Que tan buena era patinando?—El superior Kuno, alzo una ceja expectante.

—Eras increíble ¿Por?.

Observo en silencio como Nabiki se puso de pie y avanzo abajo de las gradas—Así que ¿Vas a intervenir?.

Un Crack se escucho por el sitio cuando Ramma Impacto contra una pared por proteger a su prometida, termino quedando tendido en el suelo.

—…¿Ranma? ¡Ranma!—Akane se acerco con preocupación al cuerpo inerte de Ranma.

Aquello encendió más la ferocidad en los ojos de Nabiki, cuando vio a Ryoga salir de algun sitio entre cerró sus ojos.

Pero alzo sus hombros—Este mundo es mio, y el mundo siempre actuará a mi favor—Se dijo a si misma ignorando la escena medio melosa entre su hermana y Ranma.

No tenía ganas de decir nada al respecto sobre el asunto.

O tenía que decir algo, había besado a Ranma más beses de las que debería y aquello era algo nuevo para ella.

—¡Estaba preocupada por ti!—Escucho decir a su hermana pero también pasó de eso.

Ranma no sería eliminado por algo tan simple.

Aunque cuando se paro vio por el rabillo del ojo como se puso a llorar.

Ignoro la mirada que le fue dada mientras caminaba hacia donde suponía se dirigía Ryoga.

Chieko observo a la chica con algo de curiosidad, Se parecía a la prometida de su amiga tanto que no tardo más de 10 segundos saber que pasaba—Así que ella es Nabiki—Todos estaban centrados en la batalla, ella desvio la atención de todo para centrar su atención en la chica la cual continuo su camino, la analizo, de cuerpo completo, sus piernas, sus caderas, sus pechos, su rostro—No puedo culparte al sentirte confundido pero, si las lastimas te dejaré de hablar—Murmullo para ella misma.

Observando ahora a la arena donde su amigo de la trenza intentaba mantenerse firme—¡Oigan el cerdo se ha ido!.

—¡Charlotte!.

Para cuando Ryoga estaba cerca del sistema de electricidad tenía una cubeta en la mano—Es hora de que haga mi apari...

SPLASH.

Y de nuevo era un cerdo.

El pequeño P-chan observo a Nabiki con odio en su mirada, más cuando está lo tomo y pese a sus esfuerzos lo tiro por una ventana.

—Eso va a entretenerte un rato—Nabiki continuo con su camino.

Todo mientras en la pista todo estaba bastante raro, Ranma estaba haciendo un sobre esfuerzo por pararse bajo la mirada llena de preocupación de Akane—¡No puedes hacer esto en tu condición!.

Ranma estaba ahora mismo con una sola idea en mente—¡Cállate! Voy a golpear a ese maldito pervertido hasta cansarme—Observaba con sus ojos llenos de lagrimas por el dolor al presumido chico, aunque su compañera parecía mirar desesperada a todos lados.

—Mis pensamientos estaban precisamente en no dejarte ir—Sanzenin Tomo impulso para lanzarse sobre ambos—¡No hasta robar un beso de los labios de Akane!.

Pero no avanzo ni un centímetro, Asuza tomo sus piernas causando que se cayera de cara al suelo—¡Que haces chica estúpida!.

—¡Devuélveme a P-chan!.

Mientras la pareja contraria discutía sobre el cerdito que por cierto se encontraba tomando un bus sin saber como volver al interior del edificio o como volver a su forma humana.

Akane con un simple golpe hizo que Ranma cayera al suelo adolorido—¡Oye que haces Akane!

—¡No te presiones!—Ranma se quedo callado al ver el rostro lleno de preocupación de Ranma—Por favor...—Hubo un silencio prolongado hasta que las luces del recinto se apagaron.

—¡Y ahora que pasa!.

—¡¿Un apagón?!.

—¡Hubiera preferido ir a ver el Chanfle!.

Los estudiantes comenzaron a molestarse con todos los giros del evento, en menos de unos minutos el evento central de sus escuelas había dado la vuelta y ahora no sabian que se supone que estaban viendo.

El sonido de Hielo rasparse resonó en los oídos de ambos, acercándose hasta que estuvo cerca de ambos.

Y entonces un segundo Splash se escucho.

Kuno encendió las luces, observando con algo de reproche a una de las trabajadoras de Nabiki la cual sonrío de forma leve. Dio un suspiro y se acerco a la orilla de la pista.

—¿Porque esta mi diosa de la trenza Pelirroja junto a Nabiki?—Pregunto el viendo a la mayor causa de sus desvelos junto a la otra mayor causa de sus desvelos y Nabiki, pero prontamente solo negó con la cabeza sin querer los detalles del asunto.

Le emocionaba internamente ver a Nabiki vestida con su uniforme de Furikan parada junto a Akane y La Diosa Pelirroja.

—(¿Ranma sempai se puede volver mujer?)—Ojalá todos fueran tan perceptivos como lo era Chieko.

—¿Nabiki?—Akane miró confundida a su hermana pero esta no contestó.

Tiro el balde de agua a un lado mientras Ranma estaba apretando sus puños—¡Ya te dije que aunque sea me avises!—Nabiki solo sonrió con burla e ignoro a Ranma de forma olímpica—Aaaaa diablos ¿Para que hiciste esto al menos?

—Akane ¿Recuerdas cuando patinabamos juntas?—La chica abrió sus ojos con algo de sorpresa y luego tras pensarlo un momento.

Sonrió.

—Si, lo recuerdo bien—Las dos chicas avanzaron para cubrir a Ranma del tipo que se estaba acercando a ella.

—No sabía que te emocionaria tanto que tu primer beso fuera conmigo Hermosa Pelirroja. Tranquila he vuelto por ti—Sanzenin Estaba con la sonrisa más Galante que hubiera dado en su vida.

—¡Deja de decir Mentiras maldito pervertido!.

Sanzenin estaba por acercarse para decirle a la bella chica lo mucho que lo había extrañado pero el dedo de Nabiki frente a su rostro lo interrumpió.

—¿A donde crees que vas? Escucha bien imbecil, esa chica ya es de alguien, de la familia Tendo—Ignorando el hecho de ser tratado como un objeto ver a Nabiki dándole la cara por Ranma hizo que el mismo terminará sonriendo de forma algo forzada—¡Tendrás que pasar por sus dos herederas para tocarlo!.

—Nabiki agradezco que te preocupes pero yo…—Ranma se puso de pie, poniendo su mano en el hombro de las dos chicas llamando sus miradas un momento pero cuando iba a hablar fue interrumpido.

—Vaya—Asuza observo con cierta desdicha la escena. Llamando la atención de los presentes hacia ella—Pobre Charlotte, intentando ser robado por la mono histérica fea y ahora está pobre damisela intentando ser esclavizada por su hermana igual de fea—La chica estaba hablando más para si misma que para nadie más. El propio Sanzenin terminó asintiendo a sus palabras—Que crueldad puede tener el ser humano en su corazón, mayor castigo no puede existir a estar en las garras de esa familia de feas, me pregunto si toda su descendencia será igual o si eso solo viene de familia. Que desdichada debe ser su madre.

Sanzenin observo a las dos chicas esperando su reacción, intentando entender porque toda la escuela adyacente se había quedado callada ante las palabras de su compañera, la reacciones de las chicas fue de la manera más sincronizada posible mirar las manos que sostenían sus hombros.

Ranma no era un estúpido, idiota tal ves, machista un poco, orgulloso, cabezón y lo que fuera pero. Sabía cuando era mejor no meterse por su propia seguridad.

—Denle, yo no me meto—Quito sus manos rápidamente y las alzo dejando a las chicas mirando al frente, a sus competidores.

—¿Les dije algo que les dolió?.

—¡Te vamos a matar hija de perra!—