Hey, qué tal. Después de una semana vengo con la continuación. Lamento no haber podido actualizar el viernes, pero es que salí de la ciudad prácticamente de vacaciones de fin de semana, y pues olvidé llevar mi laptop para colgar el capítulo lol. Por cierto, habrá capítulos en donde cambiaré la narración a tercera persona, porque así será más fácil narrar en algunas ocasiones, como este capítulo.
boomingmaster: Bueno, bienvenido a PBO, donde las expectativas de los lectores suelen no ser las esperadas.
prietar: n.n Oh, ok, me alegro.
Alejakaiser: Oh, qué curioso. No me había dado cuenta que al revés era otro jugador. Bueno, a ver qué sucede en la carrera.
Andreu320: Bueno tengo dos puntos también: me gusta mucho Game of Thrones, así que los personajes principales podrían morir :P Y segundo, la espada eléctrica, si recuerdas, la volvió a tener cuando se fue a entrenar al mundo virtual de Ciprés, así que pudo regresar con la espada y en una batalla pudo morir contra Lysson mientras éste se la arrebataba. O bien, puede que Lysson haya falsificado la espada, o la encontró al azar o pueden haber muchas teorías. Uno nunca sabe.
blackhawk95: Bueno, Sun Gold sinceramente es un nombre al azar que pasó por mi mente; el capítulo lo había escrito antes de que mencionaran los juegos de Sun&Moon, así que no creo que tenga que ver algo relacionado con ello xDDD. Qué bien que escuches el Soundtrack por fin; pensé que nadie lo escuchaba LOL. Os recomiendo en este capítulo escucharlo para que la carrera te sea emocionante.
Ryd3r: Soy un experto en la piratería jaja :P ve la película en Repelis . com jajaja ahí está en HD. Ruby o Ash? Bueno, veremos si estás en lo correcto.
Kuroi to Tamashi: Es und elito no jugar Rubi y Zafiro xD, al menos juégalo en el emulador de tu ordenador en la versión vieja. O si quieres saber más de Tristana pues compra el juego nuevo para la 3ds. Bobber es un personaje inventando por mí LOL No tiene nada que ver con Pokemon jaja. Y se me ha olvidado decirlo, pero en PBO todos los Pokemon mega evolucionan ¡Sorprendente, ¿no?!
Lucario master: Gracias :) Felicidades por graduarte xD
Guest: XDDD
Bueno, usualmente no obligo a que escuchen el soundtrack que posteo aquí abajo, pero este capítulo es la excepción. Si quieren que la carrera sea emocionante, deben escuchar el soundtrack sí o sí. Si están en sus móviles leyendo el capítulo, descarguen alguna maldita aplicación para escuchar youtube mientras leen, o vayan a sus ordenadores para abrir los soundtrack con más facilidad; si no tienen computadoras vayan a un café internet o qué se yo xD ¡Escuchen el maldito OST! Valdá la pena porque lo elegí específicamente para cada escena, sobre todo el video 4. Bueno, nos leemos.
edit: Gracias Kuroi por hacer notar los errores ortográficos y estructurales en este cap. Disfruten.
[VIDEO 1: John Williams – The Falcon (Audio Only)]
[VIDEO 2: 09 The Forest River – The Hobbit 2 (Soundtrack) – Howard Shore]
[VIDEO 3: Prince of Persia: Dastan and Tamina Escape – Soundtrack#5]
[VIDEO 4: SPECTRE Soundtrack – 06. Backfire]
Capítulo 87
La Carrera Sandslash
La muchacha daba respiros prolongados; se encontraba nerviosa, de eso no había duda. De hecho, ésta era la primera vez que participaba en una carrera de tal magnitud. Y no cualquier carrera, ni cualquier premio insignificante. Su libertad estaba en juego; no recordaba siquiera el precio que estaba en juego, pero qué importaba. De todas maneras podría saldar su deuda, pagar a su amo y librarse de esa esclavitud que tanto la aprisionaba.
Lo más impresionante de todo, era que se mantenía positiva. Zinnia, siendo apenas una chica nadie —según la mayoría de personas que despreciaban a los esclavos—, había mantenido la calma, pensando en que ella sería la primera en cruzar la meta. Así se había mantenido desde que regresó a la posada Diglett's aquella noche, había encontrado a Bobber y a los dos soldados aún inconscientes pero con la memoria a corto plazo borrada, y se había ido a dormir. Incluso ahora, donde todos los doce jugadores estaban reunidos en un túnel al lado de sus Pokemon concursantes y sus increíbles Sandship.
Al final del túnel de arena, la luz cegaba a cualquiera que estuviese dentro. No podía verse con certeza lo que había fuera de este misterioso túnel, pero sí se llegaban a escuchar los silbidos, alaridos y la gran euforia de todo el público que iba a presenciar la aparición pronta de los jugadores. No sabía por qué, pero a Zinnia le resultaba familiar esto; tal vez porque ella misma presenció junto con miles de personas más el Torneo Esmeralda en el coliseo. Tal vez el que varios jugadores estuviesen presentes en un evento parecido le hacía recordar cómo el Destello Eléctrico había intervenido audazmente. Sin embargo, el Destello y más de novecientos betas estaban asesinados o desaparecidos. Ningún beta podría intervenir ahora, excepto Lirio; uno de los de Alto Mando del Gremio Alma de Piedra, que era el favorito para ganar la carrera.
Y Zinnia lo vio al inicio, liderando la fila de concursantes. Él estaba mirando hacia la luz del exterior, escuchando con atención los alaridos que producían el eco de su nombre. "Lirio, Lirio, Lirio". Su Sandship, más grande que la de Zinnia, triplicando su tamaño; hecha de hueso puro, como la máscara que portaba sobre su rostro; tan blancos y resistentes como el cabello áspero de su nuca. Los remos salían de entre estribor y babor; tal vez unos cinco o seis remos, no estaba segura. De lo que sí estaba consciente, es que esos remos habían formado parte alguna vez de las alas voluminosas de algún Pokemon dragón. En realidad, la Sandship de Lirio fue alguna vez el esqueleto o esqueletos de varios Pokemon dragones. Zinnia incluso sintió un escalofrío en la espina dorsal, cuando vio que el mástil de dicho transporte era la columna vertebral de algún Dragonite, Dratini, Aerodactyl. No estaba segura. Ese mástil principal era acompañado por dos más, en proa y popa respectivamente. Las velas, doradas como los ojos del asesino dragón y la arena de Ciudad Desierto. El mascarón de aquella nave era un Haxorus vivo, que bajaba hasta la zona frontal del barco para jalar de un sinfín de riendas que sujetaba con sus dientes puntiagudos; él y tres Sandslash más que doblaban la altura de los tres Pokemon de Zinnia.
Flygon curveó su cuello para estar a la altura de la chica; la empujó con su hocico para que le acariciara. Eso era una señal de que el Pokemon estaba confiado y quería calmar a la esclava, pero la mirada de Zinnia aún seguía puesta en Lirio. ¿Cómo es que podía competir contra él? ¿Cómo es que podría siquiera darle batalla con el pedazo de tablón que ella tenía? Sin duda alguna, debía usar su magia a escondidas, o no podría competir mínimo entre los tres primeros lugares.
Al tiempo en que la muchacha estaba pensando en ello, una luz dorada le molestó los ojos carmesíes. En un principio, pensó que había sido la luz exterior del túnel, pero increíblemente eran los ojos del actual e invencible campeón, que la había mirado fijamente por primera vez. Zinnia pudo notar que Lirio esbozaba una sonrisa, a pesar de tener la máscara de hueso cubriéndole la mitad del rostro para abajo. El hombre fornido y esbelto, se acercó con sus atuendos elegantes y sus tirantes púrpuras sujetados a esas hombreras puntiagudas.
Sus pasos resonaban por el túnel. Los demás concursante estaban distraídos en revisar sus propios transportes y Pokemon, así como lidiando con los nervios. No obstante, no podían negar que sentían la imponente presencia del campeón beta de Alto Mando.
— Vaya, vaya —La máscara no podía ocultar la voz áspera y grave que tenía— Si es la esclava de la que tanto se habla. Espero que te hayas preparado bien. La carrera no está hecha para niñatos como tú.
— Tss —Zinnia chasqueó la boca con recelo. Su figura no la intimidaba en lo absoluto; nada lo hacía— Ya quiero ver qué dirás cuando gane la carrera.
— ¿Ganarla? ¿Tú? Admiro tu valentía.
— No te tengo miedo, si es lo que piensas.
— Hablaba de la valentía por soñar en grande —El sujeto se llevó las manos a la cintura.
— No la subestimes —Alguien apareció a sus espaldas. Era SunGold890, mejor conocido como M-Lak. El sujeto de cabellos anaranjados intervino, acercándose hacia Lirio mientras éste soltaba una risotada seca e irónica.
— ¿Y tú de dónde has salido? Jamás te había visto en mi vida. Eres otro de los miles de novatos que piensan que ganarán la carrera.
— ¿Yo? Por favor. Yo no pienso ganar nada —M-lak intercambió una mirada con Zinnia— Yo sé que la única ganadora aquí es Tristana. Tiene su as bajo la manga.
— Espero que con as bajo la manga te refieras a no quebrantar las reglas —Lirio se dio la media vuelta— Porque no veo otra forma con la que alguien pueda derrotarme. De hecho, ahora que lo recuerdo, sí hay alguien que puede darme pelea. ¿Quién? Esperen y verán. Oh, ¿qué es lo que estamos escuchando? ¿Un anuncio inesperado? No tenía ni idea…
La voz irónica de Lirio les hizo saber tanto a Zinnia como al doceavo jugador que él ya sabía sobre aquello. Los altavoces en el túnel se hicieron presentes con un prolongado sonido tintineante, indicando que alguien iba a hablar:
"Atención a todos los participantes: hay un inesperado cambio de papeles. El octavo jugador Hershau acaba de abandonar la carrera. En su lugar, hay un nuevo participante: Lysson. La carrera iniciará en diez minutos."
La mirada de ambos llegó hasta un sujeto incluso más alto que Lirio, con una melena llamativa y espesa, y atuendos rojos como los ojos de Tristana. El sujeto miró a Lirio, sonriendo de una forma extraña. Pronto, se acercó a Lirio y compañía, donde M-lak por alguna extraña razón estaba sorprendido, aunque intentó disimularlo con un chasquido en sus labios y el ceño fruncido.
— Nadie nos avisó que habría un nuevo concursante —M-lak cerraba los puños de la tensión; algo lo estaba inquietando, y Zinnia deseaba en ese momento preguntarle qué era.
— Lo lamento, chico. Hubo un cambio de planes… El jugador al que reemplacé, bueno, digamos que fue forzado a abandonar la carrera.
— ¿Qué? ¿Por qué? —la expresión de Zinnia divirtió a Lirio, que a decir por su inexpresivo rostro, él sabía todo.
— Los rumores dicen que se ha visto a un beta rondando por este nivel. De hecho… —Lysson suspiró, como si aquello fuese una mala noticia—hay gente que dice que ha visto a aquel beta rondando por esta ciudad.
La expresión de Zinnia advirtió a Lysson; ésta se echó hacia atrás, aunque se detuvo cuando dio un paso en retroceso.
¿Será que los ojos de Zinnia no la habían engañado? ¿Será que en verdad había visto a un beta a lo lejos en Pueblo Arena? No podía ser. ¡Ellos estaban extintos! Ya no había nadie. ¡Nadie! ¿Entonces, por qué razón Lysson estaba ahí? No podría ser otra más que esa.
— Pero ya no hay ningún beta en PBO que intente rebelarse —M-lak, siempre intentando leer los pensamientos de Zinnia, fue el que transformó esas ideas en palabras.
— Bueno, uno nunca sabe cuándo están realmente desaparecidos esas pestes —Lysson incluso tenía una voz más escalofriante que la de Lirio. Zinnia sintió que se le erizaba la piel cuando los ojos profundos y salvajes de el del Cuarteto Asesino se encontraron con los de ella—. Además, sé que aún hay algunos que siguen escondidos por ahí.
— El Destello… —Zinnia nombró, pero pronto vio la espada de Lysson colgada en su espalda. Una empuñadura se asomaba por su cuello; una empuñadura que ella no habría podido olvidar ni nadie desde el Torneo Esmeralda.
Lysson no mencionó nada; su silencio fue más que suficiente para dejar impresionada a Zinnia. No cabía decir que él ya estaba muerto, y específicamente asesinado por aquel nuevo concursante y el más destacado del Cuarteto Asesino. Sin embargo, si el Destello Eléctrico estaba muerto, Zinnia no tenía ni idea de a quién se refería. ¿Qué beta podría rondar por aquí? ¿Será que Satoshi en verdad está vivo y fue a él a quien vio desde lejos hace dos días? ¿O si en verdad estaba muerto, a quién había visto? Estaba confundida, pero también aterrada por pensar que Lysson podría descubrir que ella está involucrada de cierta manera. Lo mejor sería olvidarlo y concentrarse en la carrera.
— ¿Y qué tiene que ver la carrera con el beta? ¿Por qué participas? —M-lak estaba más interesado de la cuenta.
— ¿Qué no puedo divertirme un rato? No lo sé… tal vez el beta podría estar entre nosotros ¿Quién sabe? No pierdo nada con intentarlo, ¿no es así, chica?
Zinnia estaba con la mirada perdida hacia la luz al final del túnel; Lysson le tocó el hombro en señal de confianza, y la muchacha no tuvo más remedio que fingir una risa que Lysson pudo notar falsa. Si él tenía sospechas de que Zinnia era un beta, estaba equivocado. Ella tenía sospechas de que los demás tenían sospechas en ella. Sí, había usado magia que supuestamente tenía prohibido usar, pero no era ninguna clase de beta, ni cheater, ni tramposa. Ella sólo era una esclava y nada más. No tenía que temer porque Lysson tuviese ligeras sospechas en ella. Sin embargo, ella no podía evitar el sentirse preocupada por todo este lío causado antes de la carrera.
Para Zinnia, los diez minutos transcurrieron como si fuese diez segundos. De un momento a otro, todos ya estaba en sus posiciones, y Zinnia se había subido a su Sandship, con las riendas principales sujetadas por Flygon, y las demás por los tres Sandslash que afortunadamente habían descansado bien anoche. Pronto, el sendero de arena comenzó a moverse lentamente hacia adelante para que de manera automática los participantes salieran a la luz del sol desértico. Así entonces, los altavoces hicieron su aparición:
"Damas y caballeros, la carrera Sandslash está a punto de empezar. ¡Por favor, recibamos con un cálido aplauso a todos los participantes!" —decía la anunciante de la carrera.
Zinnia sintió los aplausos cada vez más cerca, y cuando ella fue la última en salir, el recibimiento por parte de la gente fue maravilloso. Sobre de ella, había un holograma con su rostro, sus estadísticas y el apodo con el que había ingresado a la carrera.
"Por último, pero no menos importante, la chica maga proveniente de Pueblo Arena; la chica que sorpresivamente ha clasificado y se espera una buena participación de su parte: ¡Tristana!"
Los aplausos entre las personas fueron inmensurables. Tal vez no apoyaron tanto como lo hicieron con Lirio y Lysson, pero ella esbozó una sonrisa cuando vio a un sinfín de personas extendidas sobre largas gradas de piedra caliza. A su alrededor, detrás de las grandes gradas de aproximadamente doce filas, las cúpulas anchas, largas, cortas y pequeñas se alzaban acompañadas de palmeras que hacían menos seco el ambiente. Pronto, Zinnia se dio cuenta de que estaba en la centro de la metrópoli, donde usualmente había estado antes la gran cúpula de cristal. Ahora, lo único que había era la gran explanada donde los doce concursantes ya estaban formados conforme a su tiempo de clasificación a la gran carrera; las gradas rodeaban el río y la explanada, y a todo el largo del gran sendero que era el Camino Real de Ciudad Desierto. Los puestos ambulantes, las carrozas y toda la gente que había transitado alguna vez por ahí ahora estaba vacío para que ellos corrieran con toda la velocidad posible.
Zinnia chasqueó sus dedos, miró a su Flygon con el ala roto y éste asintió, indicando que iba a hacer su mayor esfuerzo.
— ¡Venga, Zinnia! ¡Esa es mi esclava! ¡Hey, ¿sabías que ella es mi esclava?! Va a ganar. Estoy seguro de ello —Bobber estaba situado muy lejos de donde se encontraba Zinnia, exactamente casi a medio camino del lugar céntrico donde los concursantes se encontraban. Varios hologramas cubrían las cúpulas detrás de las gradas, por lo que la gente podía ver sin problemas lo que estaba por ocurrir dentro y fuera de la ciudad.
— Ya viejo, cállese de una vez por todas.
Bobber no pudo escuchar a un chico de cabellos rubios cubierto por una capucha; el amo de Zinnia había estado tan ebrio y olvidadizo de la noche anterior que lo único que hacía era seguir bebiendo del pellejo de vino y alentar a las nulas pero hipócritas esperanzas que depositaba en su esclava.
— ¡Cállate, ¿quieres?! Que él sea su amo no quiere decir que puedas hablarle. Recuerda que no podemos hablarle a nadie aquí.
— Shhh, tu voz me molesta. No sabía que eras tan mandona.
— Pues ahora lo sabes. Si alguien nos descubre…
— Nadie nos va a descubrir —decía el de los cabellos rubios, cubierto por turbantes que cubrían su rostro entero. Lo único que salía de entre esos turbantes y la capucha era un brillo resplandeciente entre su ceja—, somos muchas personas. Nadie se fijará en nosotros ahora; todos están interesados en la carrera.
— Lo sé. Lo importante es saber si él se aparecerá —mencionaba una mujer que doblaba la altura del chico rubio, igualmente cubierta por turbantes púrpuras que sólo dejaban entrever sus ojos oscuros.
— ¿Por qué crees que está tan interesado en Trist…?
— Cállate, idiota. ¿no quieres hablar más fuerte para que nos escuchen?
— ¿ana…? —finalizó el chico de cabellos rubios, tirado en el suelo de las gradas, con un pie de la mujer sobre su cabeza.
"Atención, competidores. La octava Carrera Sandslash, organizada en Ciudad Desierto, está por empezar. Todos a sus puestos".
Zinnia respiró hondo. Notó que todos estaban ya aferrados a sus riendas, sus Pokemon estaban en posición de salida y las velas estaban extendidas en sus mástiles. M-lak le echó una última mirada a Zinnia, y ella notó que había algo extraño en él. Sin darle mucha importancia, Zinnia se colocó los googles que la protegían de la arena, así como su turbante maltratado color ocre claro.
[VIDEO 1: John Williams – The Falcon (Audio Only)]
"En sus marcas…"
Zinnia respiró hondo una vez más.
"… ¿Listos?"
La bocina hizo un prolongado silencio. Las inmensas gradas de público también guardaron sigilo, y lo único que se escuchó fue el exhalar de la respiración profunda de la maga de arena.
"¡Arranquen!"
El súbito arranque de la Sandship de Zinnia fue perfecto. Hubo polvo y arena que se alzaron por la repentina aceleración de los doce participantes. La euforia en los participantes fue inexplicable, y pronto Zinnia comenzó a alejarse de la explanada central. Los tres Sandslash corrían a los costados de Flygon, sumergiéndose y alzándose imponentes como si se tratara de un concurso de natación. Flygon, en cambio, se dejaba impulsar por su ala derecha con la ayuda de sus diminutos pies, y con la cola extendida para darle un mayor aerodinamismo a la Sandship. Zinnia alzó su vela, y condujo con el timón para desplazarse a la derecha, tratando de rebasar así a la onceava participante, pisándole los talones. El público en las gradas era apenas visible para Zinnia y compañía, y las cúpulas pronto se convirtieron en manchas doradas instantáneas. La velocidad que llegaron a alcanzar los doce participantes fue impresionante, y pronto la arena empezó a lastimar los antebrazos desnudos de Zinnia.
"Oh, ¡aquí vienen las curvas!"
La anunciante advirtió, pero Zinnia ya lo tenía previsto. Se colocó en la parte izquierda del tablón, y jaló lo más que pudo de la palanca que tenía añadida el mástil; pronto, la Sandship se inclinó abruptamente hacia su lado, y la nave viajó al compás de la curva, desprendiendo arena del lado derecho y empapando de granos dorados a las gradas.
La curva no había terminado, y repentinamente serpenteó para ahora trazar una curva hacia la derecha. Zinnia se percató de ello, y corrió hacia el otro lado de la Sandship, manteniendo el equilibrio y jalando del timón para que el transporte fuera a la par de la curva. Flygon le ayudó con su ala sana a dar más vuelo y trazo a la nave. La curva que hicieron fue casi tan perfecta, que dejaron atrás al onceavo participante.
"¡Y Tristana abandona el último lugar, damas y caballeros!"
— ¡Así se hace, esclava de mierda! —Bobber tiró parte del vino en la fila de abajo, donde los dos sujetos misteriosos se encontraban.
— ¡Já! —rio el chico de turbantes verdes y mechón rubio al ver a su acompañante mujer ser empapada por la estupidez que cometió el gordo.
— Ese gordo es un imbécil. ¿Me sostienes un momento mis mazorcas de maíz? Voy a rebanarlo en pedazos.
— ¡Hey, ¿ahora sí podemos interactuar con la gente?! —el chico rio, y aquello hizo mantener en su lugar a la muchacha de turbantes púrpura—, ¡Mira, ahí vienen!
Pronto, las doce Sandship pasaron cual vil zumbidos por su posición. En primer lugar estaba nada más y nada menos que Lirio, con su Sandship yendo a través de las corrientes arenosas, con los remos dando empuje, los Pokemon corriendo y la forma aerodinámica de su transporte aumentando la velocidad. En segundo lugar, iba Lysson, que tenía una Sandship un tanto más pequeña que la de Lirio, y menos llamativa. Lo impresionante de ella era el voluminoso Pokemon que tiraba de las cuerdas; no había Sandslash de por medio siquiera… sólo un único y capaz Pokemon era el que soportaba el peso de la nave: Pyroar. Su tamaño doblaba a la Sandship, y su melena era tan espesa y caliente, que incluso la gente se apartaba por el calor que sentía cuando pasaba frente a ellos durante un par de segundos.
"¡El final de Ciudad Desierto se acerca!"
Pronto Zinnia atravesó el muro de la ciudad, para estar de nuevo en los grandes pliegues ondulados del desierto del nivel sesenta. Ahí, Zinnia podría decirse que era una experta. Conocía esas formas onduladas, esas explanadas traicioneras y esos vientos favorables.
— ¡Aster!
Su Whismur salió de la pokébola, y fue la criatura quien se encargó del timón. Zinnia se irguió sobre su Sandship, manteniendo el equilibrio a como diera lugar. Así entonces, comenzó a escalar el mástil de su transporte, y cuando estuvo en lo más alto de éste, cerró los ojos y se llevó un dedo a la lengua para sacarlo y sentir el aire que se avecinaba.
"¡La chica esclava está haciendo algo inusual!"
Zinnia chasqueó la boca, sabiendo que la tormenta que ella había previsto desde hace dos días estaba a la vuelta de la esquina. Sin embargo, al haber izado la vela, y haber aterrizado de nuevo en el tablón, lo hizo tan abruptamente, que la Sandship se alzó; al estar en el aire la nave, Zinnia le quitó el mando a Aster y empujó el timón hacia adelante, por lo que la Sandship realizó una pendiente abrupta y hacia adentro. La Sadnship comenzó a inclinarse de tal manera, y cuando todos pensaban que iba a estrellarse de bruces contra la arena, ella había divisado una ondulación más honda y pronunciada que los demás montes pequeños extendidos en el desierto. La Sandship aterrizó levemente en aquel monte, armonizando la pendiente del barco con la del barranco, y de esta manera superficie recibió de buena manera a la Sadship, causando un profundo y mayor deslizamiento del tranposrte que triplicó su velocidad. El aire atrevesó el turbante de Zinnia, penetrando en sus mejillas ruborizadas por el calor. La velocidad con la que la esclava descendió fue tal, que pronto la nave y los Pokemon se convirtieron en un proyectil unificado. Flygon se dejó llevar con el viento, extendiendo tanto su ala sana como la herida. Los Sandslash, por su parte, se dejaban llevar entre la corriente de la arena, sujetados a orillas de la Sandship debido a que ésta iba más rápido que cualquier Pokemon. Entonces, cuando Zinnia divisó el final del barranco inclinado, escaló con sólo la ayuda de sus pies el mástil, y jaló de la cuerda que tenía amarrada la vela que ella misma había izado. Pronto, la vela se destensó debido a las cuerdas aflojadas, se arrió con la inercia del viento, y la Sandship recibió el golpe del viento sobre la vela, causando un levantamiento abrupto que la alejó del final del barranco donde ciertamente se podría haber estrellado por el cambio brusco de las curvas de nivel. El transporte de nuevo viajó por los aires, pero esta vez aterrizó sobre la superficie plana de arena y siguió su recorrido ahora con ayuda de sus cuatro Pokemon.
"¡Increíble! ¡Zinnia tomó un atajo y ha rebasado a cinco participantes más!"
— ¡ASÍ SE HACE, TRISTANA! —mencionaba el chico de turbante esmeralda.
— ¡No grites, ¿quieres?! —la del turbante púrpura intentaba secarse el vino derramado sobre ella, al tiempo en que volvía a poner un pie sobre la cabeza y el cuerpo rendido del chico. Bobber, por su parte, seguía tomando vino y estaba impresionado por la habilidad de su esclava.
— ¡Ella es mi esclava, ella es mi esclava! —repetía una y otra vez.
Zinnia esbozó una sonrisa audaz. Detrás de ella, estaba M-lak, que se sorprendió por su repentina aparición.
Pronto, cuando estuvieron lidiando con explanadas y montes inclinados de arena, el camino limitado comenzó a estrecharse. Zinnia divisó a lo lejos el final del camino estrecho, y entre el océano de arena, pronto sumergió una gran cantidad de huesos que la esclava jamás había visto en su vida. Huesos enormes y gigantes de un Aurorus muerto, por lo que debían pasar todos los concursantes.
[VIDEO 2: 09 The Forest River – The Hobbit 2 (Soundtrack) – Howard Shore]
Lirio fue el primero en entrar al esqueleto hueco del Aurorus. Era el Aurorus más grande que se había visto, midiendo más de un kilómetro; Lirio y compañía debían esquivar las espinas inesperadas que ascendían entre el camino hueco que asemejaba la ruta trazada. Zinnia pronto se introdujo a tal esqueleto, donde las sombras aparecían y desaparecían como destellos que fueron molestas para su vista. Súbitamente, una espina que había formado parte del Aurorus, intervino en su camino. Zinnia no había tenido tiempo para reaccionar, pero Flygon hizo su mayor esfuerzo y alzó el transporte con la ayuda de sus alas. La espina apenas hirió la parte trasera de la Sandship, desprendiendo astillas y un par de tablones que formaban parte de su transporte. Flygon chilló de agradecimiento cuando Zinnia suspiró de alivio, pero aun no acababa el peligro: una gran espina ondulada de más de cien metros de ancho reemplazó el sendero de arena, por lo que debían pasar por ahí sí o sí. El quinto concursante que iba adelante suyo se adelantó para viajar por ahí, pero su transporte no fue capaz de soportal la espiral enorme de la espina, y cayó de bruces contra la arena que había debajo; su mástil se rompió y el sujeto se golpeó en la cabeza contra las orillas de la espiral huesuda. Zinnia tragó saliva, pero se aventuró a intentarlo.
"¡Oh, no! ¡Roger no ha podido lograrlo y queda fuera de la carrera!"
Zinnia pronto sintió que el tablón rechinaba, ya que la arena era reemplazada por la fricción del gran hueso contra la madera de la Sandship. La espiral comenzó a ascender, y la velocidad de la nave fue inversa al ascenso. Zinnia notó esto. Intentó aguardar más tiempo sobre el camino, pero sabía que iba a terminar como aquel tal Roger si no hacía algo al respecto. Cuando estuvo de cabeza, la Sandship empezó a descender y a despegarse del camino ondulado. Zinnia no tenía tiempo para pensar, pero sí para actuar: su instinto le dijo que cayera junto con la Sandship. Zinnia y Aster caían libremente para aterrizar en la arena, mientras su transporte también lo hacía para próximamente partirse en dos en un gran choque.
"¡Oh, no! ¡Tristana también quedará fuera del torneo!"
— ¡No, Tristana! —decía el chico del turbante esmeralda.
Zinnia pronto se irguió como aguja para descender más rápido por el aire. Flygon intentaba volar en vano, mientras los Sandslash no tenían opción más que caer. Aster imitó a su dueña, y ambos aterrizaron con un giro sobre la arena.
— ¡Ahora, Aster!
Zinnia enterró sus pies sobre la arena, y con ayuda secreta de un poco de su magia, ejerció presión sobre sus pies para que no se hundiera. Aster se colocó sobre su cabeza, y el Pokemon alzó sus orejas con todas sus fuerzas. Cuando la Sandship aterrizó sobre sus orejas, el Pokemon gritó de rabia y mando la Sandship hacia adelante, donde tanto Flygon como los tres Sandslash todavía habían estado cayendo cuando pronto volvieron a ascender gracias a la ayuda de Aster y sus pequeñas pero grandiosas orejas púrpuras. La Sandship aterrizó de manera brusca sobre la espiral ya terminada del esqueleto; Zinnia entonces alzó los pies y se colocó en las orejas de su compañera, que repitió el mismo procedimiento que con la Sandship. Zinnia fue disparada hacia la dirección de su nave, no sin antes guardar a su Whismur en la pokebola para que no se quedara atrás. Tristana aterrizó donde la Sandship, y sus Pokemon no aguardaron para volverse a poner en marcha, donde cruzaron más espinas, esquivaron más de esos inesperados huesos y tuvieron que pasar por un largo y zigzagueante camino lleno de huesos erosionados y fósiles.
"¡De alguna manera Tristana ha podido pasar el esqueleto del Aurorus, quedando en cuarto lugar!"
— ¡Esa es mi chica! —gritaba Bobber, tirando más del vino.
— No me reiré. Prometo no reírme ante tu desafortunado pero predecible accidente —dijo el acompañante de la empapada mujer de turbantes violetas, que había vuelto a sentir el vino de Bobber.
— Juro que lo mataré.
Zinnia sonrió y suspiró al haber pasado ese kilómetro mortal, pero algo le hizo desaparecer ese semblante de alivio. El viento rugió sobre sus mejillas de manera brusca, y mientras veía Lysson, Lirio y dos sujetos más navegando por las arenas del desierto, a lo lejos podía divisarse una gran y extensa mancha de colores marrones.
— Oh, no.
Aster se agarró a su pierna flexionada.
"¡Oh no! ¡Una gran tormenta de arena se acerca al Cañón Trapinch!"
El cañón Trapinch era su siguiente destino; el camino pronto fue reemplazado por roca arcillosa con grietas que poco a poco iban haciéndose más abundantes y gruesas. A su alrededor, pronto grandes montañas majestuosas erosionadas y con varios pliegues de arcilla comenzaban a inundar el camino con sus sombras misteriosas. El sol pronto se escondió detrás de ellas, y el camino comenzó a descender hasta que se encontraron en una ruta solitaria, fría y rodeada de las paredes enormes que formaban parte de las grandes montañas. El chirrido de las Sandship contra el suelo era notorio, pero los Pokemon aquí hacían su labor jalando del transporte con su misma fuerza y sus pies. Las grietas del suelo pronto iban haciéndose más notorias, y ecos misteriosos resonaban en el fondo del cañón, donde los participantes iban corriendo yendo por curvas, pendientes descendientes y esquivando rocas solitarias que interferían en el camino. Zinnia se dio cuenta de que ella y los demás corredores se encontraban en el fondo de la grieta más enorme que había visto jamás. Lo bueno de todo esto, es que no iba a notar que la gran tormenta de arena se acercaba por encima del cañón y las montañas, pero al mismo tiempo era algo malo ya que iba a caer sobre ellos inesperadamente como balde frío de agua, aunque la tormenta, de agua no tenía nada.
Sollozos y sonidos de Pokemon viajaban sonoramente por la fisura del cañón. Zinnia sintió escalofríos al pensar en esos Trapinch, que aquí indudablemente era el hogar donde dormían y comían a sus presas tranquilamente. Recordó la vez que atacaron la carroza en la entrada hacia Ciudad Desierto; si una docena podría causar tanto alboroto, no quería ni imaginar lo que podría causar una manada entera de ellos. No por nada le habían nombrado Cañón Trapinch.
Zinnia notaba al cuarto lugar desprendiendo polvo de arcilla debido al choque estrepitoso de su Sandship contra el suelo. Sus Pokemon jalaban del transporte y el concursante dirigía el timón y los remos que tenían en una nave más sofisticada que la de Zinnia. Las sombras bailaban al compás de las paredes y la nave, y el sujeto esquivaba las grietas traicioneras que aparecían por el camino. Los espeluznantes gemidos de Trapinch sonaron de nuevo; el concursante miró hacia todos lados, pero notó que en las paredes no había ningún Trapinch salvaje que interfirieran en su camino. Sin embargo, Zinnia sabía que ellos no iban a aparecer en los lados…
"¡OH, RAYOS!" —La anunciante y todo el público viendo los hologramas se impresionaron cuando algo extraño sucedió.
Las voces de varios Trapinch salieron de entre las grietas que había en el camino. Su gran cabeza dura y maciza anaranjada rompió el suelo de arcilla, y salieron violentamente del subterráneo, invadiendo el ambiente de sus gritos enfurecidos y su deseo por comer presas. Dos de ellos mordieron aferradamente las orillas de la Sandship del cuarto participante, y un Trapinch rasgó la vela de su nave, disminuyendo su velocidad. Pronto, tres de ellos atacaron a los Pokemon que jalaban de las riendas, venciéndolos en el camino. Como si una manda hambrienta hubiese visto un jugoso pedazo de carne, varios Trapinch se lanzaron contra la Sandship al momento en que se desmoronó sobre el suelo y el sujeto salió rodando por el suelo frío arcilloso.
— ¡Aghh! ¡Diablos, no! ¡No me coman! ¡NOOO!
El ejército de Trapinch de unos diez de ellos se abalanzaron contra el sujeto, y lo único que pudo ver Zinnia fue la mano levantada de la persona, retorciéndose y pidiendo ayuda a gritos. Pronto, éste estalló en pixeles, pero no sus Pokemon, que saciaron el hambre de aquellos Pokemon salvajes. Zinnia siguió su camino, obteniendo el cuarto lugar pero también una gran preocupación por sufrir el mismo destino que aquel sujeto.
"¡Ha muerto uno de ellos!"
— Vaya, ¿cómo saldrán de esta? —decía la mujer de turbante púrpura.
— Pero aún, la tormenta de arena se infiltrará sobre el cañón —avisó su compañero.
Zinnia, mientras tanto, siguió dirigiendo el timón, y alentando al Flygon y sus tres Sandslash. Divisó al tercer lugar, no muy lejos de su posición. A sus espaldas, M-lak aun participando en la carrera, le pisaba los talones.
— ¡Cuidado! —mencionó el chico de cabellos anaranjados. Un Trapinch salió de entre el suelo; Zinnia jaló el timón hacia la derecha, ocasionando que la nave perdiera un tanto el equilibrio, pero a final de cuentas esquivó la gran cabeza del Pokemon que salió desesperado por tumbar su transporte. El Pokemon se mantuvo en el aire, y Flygon giró sobre su propio eje para darle un golpe ala con su extremidad voladora sana. Zinnia miró hacia atrás y le asintió al sujeto en señal de agradecimiento, pero aun esto no terminaba.
[VIDEO 3: Prince of Persia: Dastan and Tamina Escape – Soundtrack#5]
Más Trapinch salieron de entre el suelo. Zinnia intentaba esquivar cuantos podía, pero sabía que iba a ser imposible. Tanto Aster, saliendo de su pokébola, así como Flygon y los Sandslash, hacían todo lo posible para retrasar la invasión de los Trapinch y al mismo tiempo jalar con todas sus fuerzas de las riendas.
— Tendré que usarlo… —susurró Zinnia. Los hologramas aun la tenían con la mirada puesta en ella y los demás concursantes. Sin embargo, la tormenta de arena haría imposible el que el público mirara lo que pasaba dentro de la carrera; sería la excusa y momento perfecto donde Zinnia podrá usar su magia y algo más…
"¡La Tormenta de Arena se acerca!"
Los Trapinch pronto localizaron su objetivo. Dos de ellos se aferraron al tablón de su Sandship, disminuyendo la velocidad de su nave. El viento se adentró a la fisura del cañón, avisando que la tormenta de arena ya había entrado de igual manera.
Otro Trapinch salió, intentando romper el mástil, pero Zinnia sacrificó su hombro y sintió la mandíbula filosa y la sangre cálida corriendo por su clavícula. La chica esclava soltó un rugido de dolor. Más Trapinch comenzaban a salir de las grietas. Zinnia debía resistir; la tormenta de arena iba llegando hacia ella. Debía resistir. Diez segundos más. El dolor era insoportable; los Trapinch se abalanzaban contra su Sandship.
"¡No puede ser! ¡Tristana está en problemas!"
— ¡Rayos! —exclamó el del turbante esmeralda.
— ¡Venga, no puedes morir esclava! —Bobber se paró sobre su asiento, tirando del vino que tenía en la mano hacia un lugar ya común.
— ¡De acuerdo, ésta vez si te voy a matar hijo de…!
— ¡Espera! —su compañero retuvo a la mujer— ¡La tormenta de arena!
Y cuando Zinnia sintió que iba a terminar con la Sandship destruida y los Trapinch iban a invadir todo su cuerpo, la tormenta de arena les golpeó bruscamente. Zinnia, a pesar de que tenía sus googles para cubrirse de la arena, no podía ver nada, siquiera dos metros a lo lejos divisaba lo que tenía en frente, mas sabía afortunadamente que el camino se mantenía derecho hasta la salida del cañón.
Era el momento. Zinnia sentía el dolor punzante sobre el hombro, donde el Trapinch seguía mordiendo saboreando la sangre. En ese instante, Zinnia utilizó su magia: la arena que rodeaba a la maga se transformaron en agujas pequeñas que traspasaron al Pokemon, y éste chilló de dolor, soltando su hombro y revolcándose sobre el suelo para ser dejado atrás. Pronto, Zinnia comenzó a mover sus manos con rareza, pero la arena pronto se colocó sobre su Sandship, así como un campo de fuerza de aire limpio y puro rodeando la nave. La arena debajo de la superficie de la Sandship hacía más veloz la nave, y el haber alejado la arena de su posición hacía que pudiese ver el mástil, la vela y a sus tres Pokemon.
— ¡Flygon! ¿Listo?
Zinnia sacó de sus ropajes el Mega-aro, colocándose en torno a la muñeca. Flygon asintió, y al momento en que Zinnia estrujo la Megapiedra sobre sus manos, el Pokemon comenzó a brillar de manera impresionante.
"¡¿Qué es ese brillo?! ¡No se puede ver nada!"
— ¡Oh no! ¿Crees que ella…?
— Sin duda alguna —mencionó la mujer del turbante violeta.
El Flygon pronto cambió de apariencia. Su volumen aumentó, así como el de sus alas, y su cola creció más de un metro. Pronto, el Mega-Flygon también había adquirido tonos rojizos y blancos que lo hacían ver más intimidante. Su ala izquierda, a pesar de estar herida, podía volar a duras penas; al notar aquello, Mega-Flygon rugió y comenzó a volar, a milímetros del suelo. Sus ojos carmesíes podían ver a través de la tormenta, divisando a Trapinch que salían a diestra y siniestra. Mega-Flygon los esquivaba, golpeaba y los tumbaba, al mismo tiempo que aumentaba la velocidadde la Sandship y Zinnia dirigía el timón nulamente, ya que el control total le pertenecía al Pokemon mega evolucionado.
Pronto, notó un estallido: el tercer lugar había chocado contra varios Trapinch y una roca gigante en el camino, sucumbiendo de igual manera ante la hambruna de los Pokemon. El grito de horror por parte del tercer puesto erizó la piel de Zinnia, pero ésta siguió como si nada, rebasando y obteniendo dicho tercer lugar.
"¡Vaya, no podemos ver nada, pero el marcador nos dice que Zinnia se ha puesto en tercer lugar!".
La gente vitoreó de alegría. Zinnia, por su parte, mantuvo la concentración, manteniendo los granos de arena alejados de ella y el soporte de arena debajo de su nave para evitar la fricción y el maltrato de la misma. Sin embargo, sabía que debía acercarse más a los únicos participantes que quedaba por rebasar: Lysson y Lirio. De esta manera, alzó sus manos, las bajó y cerró los puños. Se volteó de espaldas, y la arena se contuvo en sus manos, siendo expulsada bruscamente. Aquel inesperado impulso de arena hizo que la Sandship fuera a una mayor velocidad; Zinnia no se detuvo, siguiendo expulsando arena a diestra y siniestra. Unos, dos, tres, cuatro impulsos. La vela de la Sandship no soportó tal velocidad, y se desprendió del mástil para perderse entre la tormenta de arena. Zinnia se dio cuenta de ello, pero no le importó en lo absoluto.
En un abrir y cerrar de ojos, Zinnia había salido de la gran fisura del cañón; lo sabía debido a que el sol de nuevo se coló por entre la nube de arena. Sin embargo, a dos metros a un costado de ella estaba sorpresivamente un Pokemon que le causó pavor: Pyroar rugió de tal manera y Lysson volteó a ver a la esclava. Ambos iban a una velocidad impresionante, mas la sorpresa para Lysson no era que la esclava fuese en tercer lugar, sino el Pokemon que jalaba de las riendas.
Zinnia supo entonces que esa mirada de rabia y angustia por parte de Lysson la ponía en problemas. No necesitaba pensar mucho para saber que Lysson ahora sospechaba enteramente de ella acerca de que era una beta por haber usado una Megapiedra; de cualquier manera, hubiese sido o no una beta, ella tenía prohibido utilizar las megapiedras, por lo que estaba en problemas fuese verdad o mentira las sospechas de Lysson.
— ¡RING, RING! ¡TENEMOS UNA GANADORA! —Lysson sonrió macabramente a través de la tormenta de arena—. ¡MORIRÁS AQUÍ, ESCLAVA!
Zinnia deshizo el campo de fuerza, donde la arena pronto invadió de nuevo todo su ambiente y la alejó de la vista visible de Lysson. No obstante, Zinnia intentó lanzar proyectiles de arena hacia su posición, pero Pyroar había deshecho aquello con llamaradas certeras.
Así bien, la tormenta de arena, densa y agitada pronto dejó de soplar durante unos breves instantes, donde Zinnia pudo ver que no había nada más allá adelante excepto la tormenta. ¿Qué demonios? ¿Acaso el camino había acabado?
[VIDEO 5: SPECTRE Soundtrack – 06. Backfire]
Y entonces, cuando Zinnia comenzó a pensar en todas las posibilidades, su Sandship realizó una abrupta inclinación hacia abajo. Zinnia se aferró al mástil, así como Aster a su pierna. Flygon comenzó a volar hacia abajo con destreza, y entonces Zinnia pudo ver que se trataba de grandes picas de arcilla de más de veinte metros de largo y de ancho, interpuestas de manera anticlinal una sobre la otra, causando que el camino se volviera serpenteante y peor aún: en picada. Zinnia caía junto con la Sandship sobre la pendiente brusca, pero debía hacerlo de una manera zigzagueante o chocaría contra alguna de aquellas picas salidas e inclinadas en la arena.
— ¡SORPRESA!
Lysson había atravesado la tormenta de arena, aterrizando en la Sandship de Zinnia. Ella lanzó un grito ahogado, y poco después Lysson rio desenvainando la espada que generó chispas eléctricas.
Sin duda alguna era la espada del Destello Eléctrico, quien había sido asesinado por Lysson. No había manera de que Zinnia hubiese visto a Satoshi hace dos días. No había manera siquiera de poder escapar de aquello. Pero… si él no había sido el beta que pensaba haber visto en su pueblo ¿quién podría haber sido?
Lysson gritó y carcajeó, con su melena ondeando con el viento. La espada realizó un arco y pronto hizo un giro repentino, donde Zinnia pudo agacharse para esquivarlo. La espada dio de bruces contra el mástil, rompiéndolo por completo y generando una onda eléctrica que causó que la tormenta de arena se alejara de su alrededor durante un par de segundos. Lysson alzó de nuevo la espada, y Zinnia cayó de espaldas apoyándose sobre el resto del mástil roto. No había manera de que esquivara aquello. No había manera.
Y cuando Lysson comenzó a descender la trayectoria de la espada, un cuchillo diminuto resonó contra la espada eléctrica. Un cuchillo pequeño, pero resistente; sujetado a manos de aquel chico de cabellos anaranjados. M-lak estaba resistiendo toda la fuerza de Lysson, y en un momento inesperado, M-lak lanzó una patada en las piernas apoyadas del pelirrojo, haciendo que cayera de espaldas en la Sandship. Sin embargo, Pyroar ahora fue el que se abalanzó contra M-lak; el Pokemon había estado corriendo a un costado de la Sandship de Zinnia, se había soltado de las riendas que jalaban a su propio transporte; la Sandship de Lysson pronto se dejó llevar por la inercia y chocó estrepitosamente sobre una de las picas.
Pyroar tumbó a M-lak, causando que éste gimiera un tanto de dolor. Al momento se levantó, y le ordenó a Zinnia que dirigiera la barca con ayuda de su magia, o terminarían como la Sandship de Lysson. Zinnia asintió, Lysson se reincorporó y Pyroar volvió a atacar, pero M-lak lo detuvo chocando su navaja contra su hocico.
La Sandship iba curveando difícilmente, como culebra habilidosa rosando las grandes picas de arcilla que pronto comenzaban a agrietarse sin explicación alguna; Zinnia podía notarlo. Pyroar forcejeó contra M-lak, y Lysson rio agarrando de nuevo su espada eléctrica.
— ¡Adiós, idiota!
M-lak no tuvo otra opción más que envolverse en pixeles. Zinnia creyó por un momento que el chico había muerto, pero en realidad no eran pixeles mortales. La muerte no rodeaba a M-lak; todos estaban equivocados, incluso Lysson. M-lak no había muerto, mas estaba envuelto en brillos cegadores que despejaban cualquier tormenta de arena e iluminaban el serpenteante camino por el cual el Mega-Flygon intentaba mantenerse. No… No eran pixeles de muerte; no era siquiera M-lak. Eran píxeles de esperanza; de cambio de apariencia; poder inesperado; pixeles de lo que Zinnia nunca creyó; pixeles que daban a mostrar a un jugador diferente. M-lak había cambiado su rostro, su cabello, y su nombre corriente "SunGold890". Sus cabellos azabaches, ojos grisáceos y la "X" que rondaba alrededor de sus estadísticas beta sorprendieron tanto a Zinnia como a Lysson. Un beta finalmente había aparecido, de una manera épica y extraña a la vez.
X detuvo el corte eléctrico con su cuchilla de metal oscuro.
— ¡TÚ, TÚ ERES EL BETA!
— Yo… —X sonrió, con el pelo negruzco pegándole sobre el rostro y aquella cuchilla aferrándose en su mano enguantada.
Sin embargo, el silbido del Pyroar llamó la atención de Lirio. La Sandship a base de huesos apareció cerca de ellos, con Lirio sobre la popa y mirando de una manera intensa y dorada a X. Pyroar embistió a X, mandándolo hacia la Sandship próxima de Lirio, chocando contra el mástil de hueso y aterrizando bruscamente en su cubierta. Cuando X intentaba reincorporarse, Lirio le pisó la cuchilla que tenía en la mano, soltándola instintivamente.
Zinnia sintió las grietas más pronunciadas de las picas; no sabía el porqué de aquello.
— Así que eres un beta —a través de la máscara de Lirio podía notarse el esbozar de su sonrisa. X, por su parte, miraba con recelo a Lirio. El de Alto Mando le apretó más la mano y X gritó de dolor.
Zinnia volteó hacia los lados. Las grietas sobre las picas empezaban a formarse con mayor notoriedad. La esclava sintió vibraciones en la tierra. Algo no andaba bien.
— ¿Quién eres? ¿Eres el chico que rondaba por este nivel?
— Sí —X rio.
— No, no puedes ser él —Lirio frunció el ceño con confusión.
— ¿Por qué lo dices? Yo era ese beta.
— No… Estabas disfrazado. Los rumores decían que vieron a un beta sin siquiera intentar ocultar su identidad.
— Yo era el beta; yo…
— Mientes.
— Idiota…
— ¿Quién era él?
Zinnia lanzó un grito ahogado. Las grietas comenzaban a ser preocupantes. Lysson la tumbó de nuevo en el suelo, atacándola por la espalda. A pesar de ello, Zinnia no podía perder la concentración de su magia, o la Sandship perdería el control y podría estrellarse.
— Dos betas en una competición —Lysson estaba más que feliz— Vaya suerte.
— ¡Yo no soy beta…! —dijo Zinnia en vano, pero Lysson lo único que hizo fue alzar de nuevo la espada que alguna vez perteneció al Destello.
Zinnia volteó a los lados; las grietas en las voluminosas picas eran más notorias. Algo iba a pasar; estaba seguro de ello. Las vibraciones en su espalda y en la Sandship eran preocupantes. Algo había debajo de ellos.
— ¡Ahora, muere!
Zinnia sacó instintivamente la flecha rubí de sus ropajes, y cuando la puso como defensa propia, la flecha chocó contra la espada. Dicha flecha rubí resistió el golpe de la espada, y comenzó a brillar al tiempo en que el rubí impregnado en la flecha viajó por la espada eléctrica hasta invadir las manos de Lysson. El sujeto se extrañó por aquello, e intentó sacudirse la piedra desesperadamente, pero lo único que hacía era que el rubí creciera más por sus manos hasta llegar a sus antebrazos.
— ¡¿Qué diablos has hecho?! ¡¿Qué tipo de flecha es esa?! —Lysson no esperó a que le respondiera. En cambio, volvió a sujetar la espada para matarla.
No obstante, las grietas en las picas y las vibraciones en la arena ahora fueron notorias para todos. Lirio, X y Lysson se percataron de ello.
Súbitamente, una manada de unos cien Trapinch salieron de todos lados, descontrolando la arena y quebrando las grandes picas; pero eso no fue todo: un resplandor carmesí viajo a la velocidad de la luz, estrellándose en Lysson y mandándolo hacia el mástil de la Sandship de Lirio, donde explotó en pedazos filosos de rubí y crearon una capa de humo.
Cuando Zinnia alzó de nuevo la vista, había una persona comandando la manada de Trapinch con un sinfín de riendas, mientras sus pies permanecían firmes en dos de las grandes cabezas de los Pokemon.
"¿QUÉ DIABLOS? ¡NO PODEMOS VER MUY BIEN, PERO PARECE QUE HA SURGIDO UN NUEVO CORREDOR! ¡UN TERCEAVO PARTICIPANTE!"
— Es él —mencionó la mujer del turbante púrpura.
— ¿Lo ves? Te dije que iba a aparecer tarde o temprano —mencionó su compañero rubio.
Zinnia abrió los ojos como platos. Era ese beta…
El Arquero Estratega: Ruby.
Próximo capítulo: Acertijo
