Es algo curioso que el destino me haya traído hasta aquí. No sé si fue el destino, la vida misma o la fuerza de voluntad, pero puedo decir que he revivido de entre los muertos para llegar hasta acá y colgar el capítulo. Verán: un día se me ocurrió la idea de ir a trabajar hasta el maldito aerpuerto de mi ciudad, porque ya saben que me gusta conocer gente nueva, extranjeros, fingir sonrisas hipócritas a los pasajeros y demás cosas. Como sea, ese trabajo temporal se iba a cruzar con mis primeras dos semanas de inicio de universidad. Así que a las cinco de la mañana tenía que levantarme de la cama para a las siete tomar mis clases de francés, matemáticas y demás materias; en la tarde, a las tres ya tenía que ir al otro lado del puto mundo para trabajar, aunque lo único bueno del día era ver los aviones en el aeropuerto. Como sea, saliendo de trabajar llegaba casi a medai noche a mi casa pero todavía no podía dormir. ¡No señor! Tenía que hacer la puta tarea y demás cosas pendientes que la familia, los deberes y cosas de adultos me obligan a hacer. Las mejores cuatro horas de mi día eran cuando dormía, y así se repetía el maldito ciclo toda la semana (excepto mi día de descanso). Estas últimas tres semanas han sido mortales para mí, y supongo que para cualquiera en su sano juicio. Afortunadamente ya no trabajo en el aeropuerto, porque era un trabajo vacacional. Ah, lo peor también fue que le confesé mi amor a una chica que trabajaba conmigo y lo único que conseguí fue enterarme que ella le gustaba el wey con el que más me llevaba del trabajo, pero mi corazón roto es otra historia que no les importa en lo absoluto. Además, esta semana, a pesar de que tengo cosas de la escuela, también trabajo en otro lugar, una . ?docid=48794769ria para ser específicos. Algo que no tiene nada que ver con mi maldita carrera, pero es que estas épocas universitarias y económicas me hacen suplicar por dinero para poder irme de borracho, gastar en comida y en idioteces. Como sea, el tiempo ahora es mi peor enemigo, aunque lo único bueno de todo esto es que comencé a usar lentes y es algo bueno para mi vista y para releer mis capítulos.
Sé que todo esto que acabo de escribir no les importa en lo absoluto. Sin embargo, es una buena explicación de por qué he desaparecido de aquí por un tiempo. De verdad estos últimos días mi segundo nombre se ha convertido a "zombie". Las ojeras en mis ojos ahuyentaron esas hermosas ocho horas de sueño que alguna vez tuve. El único consejo que puedo darles a todos los que van en la secundaria, bachillerato o lo que sea es que duermen como un puto oso en hibernación. En serio duerman, todo lo que puedan. Luego no tendrán tiempo nada más que para trabajar, estudiar, leer o hacer cosas de adultos aburridas. Como sea, sin más, responderé reviews.
blackhawk91:¿Será que Paul tenga intenciones? Ya se verá. Y sí, me cuesta mucho trabajo escoger la música para determinadas escenas xD Gracias y saludos. Lamento la tardanza; sé que sufriste estas semanas por no tener capitulo, lo lamento u.u
Poker Knight: Gold tiene un arco dorado. Y Brendan sigue siendo el Arquero Estratega. Con respecto a mis 10 personajes juro que en el siguiente review te los doy, sólo recuérdamelo xD.
Ryderz: Dohko de Libra xDDDD Gracias por el review. Pronto se sabrá el pasado de Serena. Y cuando digo pronto, tal vez sea tarde, o pronto. Depende de tu perspectiva.
jorgelatina148: Ahora sí te respondí xD. Ash está muerto. Kalm no. Lo lamento u.u
Kuroi to Tamashi: "No aguanto hasta mañana" xD Perdón, pero fueron 3 semanas de aguante. Como sea, gracias por el review, viejo. Espero qeu hikari no se vuelva loca con todos esos shippings que le puse.
No tengo cuenta: Aquí estoy xD
Drax 21: Gracias, todo bien y a la vez no. xD
Guest: Aquí ando jajaja xD
Usrein: No me extrañes u.u
Bueno, este capítulo hace homenaje a las batallas del Torneo Esmeralda. La verdad es que me trae recuerdos de cuando describí mis primeras batallas, cuando era un neófito en la escritura xD. Espero lo disfruten mucho y pongan los soundtrack que sin duda hace más emocionantes las batallas. Ese Brendan es un puto amo, la verdad es que ese wey siempre es un badass en todas sus batallas. Como sea, sin más spoilers los dejo con un capítulo que han estado esperando mucho tiempo ):
Capítulo 91
Padre, Bella y Rey.
Todo era alegría en el instituto. Los alumnos estaban enteramente emocionados por los acontecimientos que iban a suceder; algunos gritaban; otros iban de un pasillo a otro alardeando que el equipo de basketball iba a ganar esa noche. Pronto, la hora había llegado. El gimnasio estaba abarrotado de personas; las porristas, entre ellas la líder del grupo, Hikari, lideraba a sus chicas con un baile predeterminado. Drew gritaba de emoción seguido de sus amigos, mientras la mascota botarga animaba a todos los presentes ahí. El partido ya había dado inicio; los jugadores del Instituto Luminalia habían comenzado anotando puntos a diestra y siniestra. Era increíble. El ambiente ahí era lo máximo. Todos estaban atentos y los gritos de emoción rompían los tímpanos de cada persona cada vez que alguien anotaba una cesta de tres puntos.
Sin embargo, no todos estaban atentos al partido que se presenciaba. Había sólo una muchacha, que a pesar de estar en las gradas, leía un libro con toda la concentración posible. Su mente estaba tan apartada, que no notó siquiera cuando su mejor amigo le había mencionado algo.
—… ¿no lo crees?
May Balance había volteado después de que Brendan le tocó el hombro desesperadamente. La chica le miró a través de los lentes de lectura, confundida por no haber puesto atención.
— Vamos, May. Ni siquiera sabes lo que dije —el muchacho se ajustó la gorra albina que traía puesta.
— Lo siento; debo estudiar para el siguiente examen y…
— Relájate. El examen es en una semana. ¡Disfruta del partido!
Brendan tomó un sorbo de la soda que tenía colgado en dicho gorro albino, y se atragantó de palomitas de maíz/pochoclos hasta que no cupo ni una más en su boca. Al anotar otra cesta, la gente se levantó eufórica de alegría, y así lo hizo también Brendan. May simplemente siguió concentrada en su libro.
No tuvo la noción de cuánto tiempo había pasado, pero de un momento a otro, una soda cayó inesperadamente sobre su libro, empapando las hojas y corriendo la tinta impregnada en ellas. Aquello le molestó, y en un principio pensó que había sido su amigo, pero no fue así. Serena, la chica más popular del colegio, había pasado por ahí y "accidentalmente" había tirado la soda sobre ella.
— ¡¿Qué diablos te sucede?!
— Oh, lo lamento —mencionó mientras sus amigas que formaban su grupo se reían al bajar las escaleras de las gradas— No me di cuenta.
— ¡Por supuesto que no!
— Agh, qué amargada. Te hice un favor ¿sabes? Deberías estar viendo el partido. Venga, chicas. Vámonos.
Brendan quiso consolarle, pero May salió corriendo del gimnasio, tirando el libro al suelo. La chica abrió de golpe las puertas del gimnasio y sus piernas corrieron por los pasillos vacíos del instituto. Tenía la cabeza gacha, y por esa misma razón no se dio cuenta cuando chocó contra alguien que le hizo caer de bruces sobre el suelo. Al levantar la mirada, se sorprendió al ver que era él.
[VIDEO 1: 46 – One Piece Movie 5 – Ost – A Human´s Heart]
— ¿Papá? —May se quiso limpiar las lágrimas de las mejillas, pero era demasiado tarde.
— ¡Hija ¿te encuentres bien?! Dime, qué pasa. ¿Por qué lloras?
— No es nada. No estaba llorando.
— Claro que lo estabas.
— ¿Qué haces aquí?
— Vengo a ver el partido, ¿qué no lo recuerdas? Tu madre y tu hermano deben ya estar ahí dentro. ¿Los viste?
— No. Estaba estudiando. Pero… pero esa niña estúpida mojó mis libros con su soda a propósito. Lo hizo a propósito, maldita bruja.
— Tranquila. Ven aquí.
Norman rodeó a May con sus brazos, mientras la chica intentaba no estallar de rabia.
— Ahora no tengo cómo estudiar. Además, todos quieren que vea el partido. Yo sólo… yo sólo quiero estudiar, y salir bien en la escuela, y… —pero de pronto, se paró a pensar en lo que había dicho—… ¿Crees que soy rara? Soy rara. Soy la única que estudia mientras los demás disfrutan.
— No lo eres —Norman dejó de abrazarla por completo, sujetándole los brazos— Escucha: para mí eres única.
May se sonrojó.
— ¿Lo crees?
— ¡Por supuesto! Eres alguien especial, May. ¿Sabes? No importa lo que los demás digan. ¿Qué si te gusta estudiar en un partido de basketball? ¿Qué si te gusta estudiar diario? No cualquiera lo hace, y por esa misma razón eres única.
— Pero… pero…
— Pero nada. Deberías ver las cosas buenas de ti, hija.
— … mi libro.
— Ya te compraré otro. Hay más libros de esos. ¿Sabes qué? ¿A quién demonios le interesa el partido? ¿Te gustaría ir a la biblioteca central de la ciudad? He escuchado que hay un millar de libros que mucha gente no ha leído.
— ¿De… de verdad?
— Los libros más interesantes que jamás habrías imaginado.
Y así, ambos salieron del instituto, como padre e hija. Ambos se querían mucho, y ambos siempre habían prometido que se apoyarían uno al otro. A pesar de que a veces tenían peleas, el amor de Norman por su pequeña hija estudiosa era incondicional. Quién iba a pensar que le iba a amar de esa manera; quién iba a pensar que May querría mucho a su padre; quién iba a pensar que padre e hija iban a enfrentarse en un juego virtual; quién iba a pensar que él, Norman, estaría todo este tiempo en Pokemon Battle Online.
— ¡…Norman, "El Padre de los Beta"!
Al mencionar el nombre, las cuatro capas coloridas saltaron del palco, llegando al campo de batalla. Las capas ondearon al compás del viento, y la gente alabó su entrada magnífica. Norman aterrizó con estilo, pero siguió mirando a May con curiosidad. La muchacha de cabellos castaños le volteó e a ver, aun incrédula por pensar que su padre había estado todo este tiempo en el juego.
— Muy bien, los demás participantes por favor trasládense a la plataforma que está al lado de nuestros palcos.
Una abertura en la cascada se abrió para dar lugar a unas gradas un tanto espaciosas. Dicho aquello, caminaron por todo el centro de batalla, dedicándoles miradas de misterio a Norman. Hikari intentó animar a May.
— May…
Pero ella lo sabía. Sabía que estaba en una encrucijada. Sabía que no podía luchar así como así contra su padre.
— Participantes, por favor… —insistió Sabrina a Hikari, que no tuvo más remedio que irse de ahí. Cuando todos estuvieron cerca de la cortina de agua, una plataforma los alzó automáticamente para trasladarse a las gradas que se habían abierto para ellos. Serena fue la primera que se sentó y observó atentamente la pelea que iba a comenzar.
— ¡Bien, así entonces… dará comienza a la primera batalla de cinco!
Los dos hologramas colocados en cada costado del campo circular de piedra dieron a mostrar a los espectadores la cuenta regresiva.
"10, 9, 8…"
Norman estaba envuelto en su capa colorida. No podía verse más de él que un rostro duro, hundido y con unos ojos llenos de determinación.
¿En verdad era él? Era lo que se preguntaba una y otra vez May en su cabeza. No podía ser él; no podía ser el padre que alguna vez le amó con todas sus fuerzas. Ese debía ser otro hombre; de otra manera, no estaría ahí dispuesto a luchar a muerte contra ella.
"7, 6, 5…"
Los tres integrantes a sus espaldas sonrieron con curiosidad. Brendan notó su ansiedad por luchar, y entonces sujetó el arco rubí que tenía en la espalda.
De los tres integrantes restantes, Brendan miró a los dos pequeños niños que le llamaban la atención. Ambos chicos eran prácticamente iguales, pero uno era chica y la otra niña. Brendan supuso que eran gemelos, porque ambos tenían el cabello cobalto recogido en un moño. Era difícil diferenciar el niño de la niña, pero esta última se dejaba los mechones más largos caer por las orejas. Inclusive ambos tenían el mismo moño blanco que sujetaba su cabello, y cuando ambos se descubrieron la capa colorida, portaban el mismo uniforme ridículo de color azul que sólo alguien usaría en un internado samurái. Ruby analizó los dos tipos de jugador, pero no encontró algún arma que le caracterizara tanto al niño como a la niña; por el momento, quedaba esperar a que hicieran el primer movimiento.
El último integrante del escuadrón Hoenn era un hombre de aspecto especial: tenía un mechón blanco entre aquella cabellera negruzca; un delgado bigote apenas notorio le hacía parecer más misterioso y extraño de lo que ya era. A pesar de tener su capa colorida, también portaba un saco azul que le cubría todo el cuerpo con un collarín alargado y un mono blanco adornándole el pecho, acompañado de una cota de malla en el interior y unas botas negras alargadas. Lo interesante para Brendan fue que en la mano sujetaba una bizarra espada. Parecía la coraza de un cangrejo, pero el arquero no estaba seguro si se trataba de una espada o algo más.
— Vito, Leti, Galano… estén listos.
"4, 3, 2…"
— ¡May! ¡Por favor levántate!
Los gritos de Brendan no hicieron que la muchacha saliera de su trance.
— ¡Pelea! ¡Sé que es tu padre, pero debes de ser fuerte!
"1…"
— ¡Comienza! —Avisó Sabrina.
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Ruby soltó maldiciones, y así entonces comenzó a correr alrededor del mapo extenso y circular de batalla. La brisa invadió el rostro de Ruby, pero él ya estaba listo con una flecha que fue primeramente lanzada hacia el líder del escuadrón Hoenn.
Norman ni siquiera se movió. En cambio, Galano, el viejo del mostacho ridículo, ya estaba frente a Norman para hacer frente a la flecha de rubí. Alzó la coraza de cangrejo alargada y la pinza atrapó la flecha. La fuerza con la que el rubí iba fue tal, que Galano tuvo que retroceder un par de pasos.
Brendan sonrió cuando la flecha explotó en pedazos de rubí. Galano no se esperó aquello, y recibió el impacto. Sin embargo, algo le sorprendió por completo: una flecha extraña iba hacia él. Jamás había visto tal brillo en una flecha. Brendan, mientras corría, saltó con varios giros por el aire para evitar que la flecha diera de lleno con él. ¿Quién diablos era el arquero? Al reincorporarse, notó al chico gemelo haber lanzado una flecha, pero lo extraño es que él no tenía arco. Cuando miró de nuevo, Vito lanzaba otra flecha con un arco apareciendo mágicamente sobre sus manos; la flecha también lo hacía de igual manera, y cuando destensó dicha arma, el arco desapareció de nuevo de sus manos.
— Usa su aura… —se dijo para sí mismo Ruby. El arquero estratega esquivó la segunda flecha, pero Galano ya se había reincorporado y corrió hasta Brendan de tal manera que clavó la tenaza de cangrejo sobre el suelo, se apoyó en ella y se lanzó hacia el muchacho para darle un golpe de lleno sobre el rostro. El golpe fue tan duro; Brendan sintió los nudillos del viejo, que habían estado cubierto de la misma piel dura que la de un cangrejo. El dolor que sintió fue tal, que por un momento no supo lo que sucedía. El Arquero Estratega salió disparado, fuera del campo de batalla. Comenzó a caer por el vacío; la gente lanzó gritos de euforia al ver que el jugador iba a caer hacia una muerte inminente. Brendan intentó reincorporarse sacudiendo su cabeza debido al aturdimiento, y entonces sujetó su arco con fuerza y disparó una flecha hacia la cortina de agua que producían las cataratas. El rubí pasó por la cortina y se clavó en el muro de roca del barranco; pronto, la piedra escarlata comenzó a extenderse como una llama viva y desesperada. El rubí se extendió por el vacío, produciendo una saliente irregular donde Brendan pudo sujetarse para no seguir cayendo. Sus manos apenas pudieron aferrarse a tal saliente de piedra preciosa, pero el peso y la inercia no iban a soportar la estabilidad del rubí. No obstante, a Brendan sólo le bastó el aferrarse a la saliente por un tiempo, para girar pronunciadamente sobre dicha pica y volver con más velocidad de vuelta hacia el campo de batalla, impulsado por sí mismo. Galano había estado de espaldas, deduciendo que Brendan había muerto.
— ¡Gracias, gracias publico querido!
— ¡Galano, detrás de ti! —dijo Vito.
— Oh, cállate, niño molesto. En verdad me molestan los niños como tú. No tienen la elegancia ni la cortesía de ser vitoreados por su públ…
[VIDEO 3: Legion by Adn Compositions]
Pero al voltear, el puño limpio de Ruby hundió el rostro viejo del sujeto. Galano salió disparado de tal manera que ni siquiera bajó por el vacío. En cambio, lo primero que se encontró en su camino fue agua y un muro de roca en el cual se oyó un estruendo que sólo el agua fue capaz de esconder.
Los gemelos no tuvieron tiempo para sorprenderse. Brendan había lanzado una flecha sorpresivamente al suelo, cerca de la posición de ambos chicos. Vito comenzó a reír burlándose de la puntería de Ruby.
— ¿Ves hermana? Nadie es mejor que yo. Ni siquiera sabe apuntar.
Pero le explotó en pedazos. Las astillas rubíes hicieron que Vito y Leti se cubrieran con los brazos, mientras éstas se clavaban en sus antebrazos. Cuando se reincorporaron, Ruby ya estaba frente a Vito, con una flecha apuntando justo sobre su sien, a centímetros de él.
— Se acabó, mocoso.
Ruby tensó la flecha. Vito tuvo una milésima de segundo para moverse, lo cual le bastó para que la flecha rubí sólo diera de lleno sobre la parte lateral de su parietal. Aun así, Vito salió disparado hacia las gradas, donde algunos soldados sufrieron los daños de su impacto, mas no murieron en el acto. Ruby le dedicó una mirada a la hermana gemela. Al reaccionar de manera temerosa, Brendan sabía que se trataba de una sanadora. De otra manera, ya hubiese hecho algún ataque. Así entonces, Ruby tensó otra flecha a una velocidad increíble, pero antes de tensarla, Norman intervino.
— Alto.
El sujeto estaba a metros de distancia. Ruby no comprendía por qué decía eso, si de cualquier manera iba a soltar la flecha.
— No lo hagas —dijo con voz determinante— No puedes hacerlo.
— ¿Qué? —El arquero frunció el ceño.
— No estás en posición de hacerlo.
La respiración cálida que sintió Brendan sobre de él fue suficiente para que los ojos del arquero se salieran de su órbita. Un Slaking que triplicaba la altura de Brendan estaba respirando furiosamente con deseos de asesinar. Ruby volteó con el arco apuntando hacia el Pokemon gorila, pero los brazos inmensos y torpes del Pokemon bofetearon la figura del jugador. Brendan desapareció de ahí para rodar por todo el campo de batalla. La inercia le impidió detenerse, golpeándose por todas partes contra el suelo de piedra. El chico se arrastró y se arrastró hasta que comenzó a caer por el vacío, pero su mano fue capaz de sujetarse de las orillas del escenario, quedando colgado de ahí.
— ¡No!
Varias flechas de su carcaj se cayeron debido a la posición incómoda en la que estaba. De igual manera, su dio cuenta que su arco lo había soltado instintivamente cuando el Slaking le soltó una bofetada. Sus dedos comenzaron a resbalar; el golpe lo había aturdido de tal manera, que no era capaz de poder mantenerse ahí por mucho tiempo. Si no tenía su arco, no podría hacer de nuevo la saliente rubí que lo mantendría de vuelta en el campo. Esta vez iba a caer, y cuando sus dedos se soltaron del campo, sabía que iba a morir.
Una mano le sujetó el antebrazo. Brendan se alegró cuando la Maga Esmeralda le sonrió.
— ¡Sujétate!
May le levantó con todas sus fuerzas, y cuando estuvo de vuelta en el escenario, Brendan le agradeció.
— Sé que es mi padre, pero me he dado cuenta que es un beta. De cualquier manera, no podemos matarlo. No podemos matar a nadie de ellos en realidad. Lo único que nos queda es luchar.
El chico sonrió al ver la determinación de May. Norman también lo hizo, pero entonces Slaking caminó hasta su lado y pronto los puños de Norman se envolvieron en un aura verdosa. Sorpresivamente, Leti, que había salido ilesa, se envolvió en un aura rojiza. El aura rojiza hizo sincronía con Vito, que había estado hundido en los escombros de las gradas. Vito flotó en el aire y volvió al campo de batalla. Galano había vuelto de un salto al campo de batalla, pero ésta vez su espada estaba incrustada en su brazo derecho; la espada ahora formaba parte de él.
— Es una sanadora, pero sólo cura a su hermano —mencionó Brendan sorpresivamente refiriéndose a los gemelos— Debemos vencer primero a la chica si queremos matar al otro.
— ¿Matarme? —el gemelo carcajeó— ¿Escuchaste, Leti? Piensa que va a matarme.
— Pues debería. Eres muy molesto.
— Vaya, hasta que Leti está de acuerdo conmigo —opinó Galano.
— ¡Oh, soy más fuerte que ustedes dos, par de imbéciles!
— Basta ya —dijo Norman— Hay que mostrarles nuestro poder.
Galano fue el primero en atacar. Brendan divisó su propio arco a lo lejos, por lo que cuando Galano atacó, Brendan sostuvo su pinza con ambas manos. La velocidad a la que el viejo llegó hasta él fue impresionante, pero parecía no importarle al arquero, que comenzó a forcejear con él. Ambos comenzaron a moverse, hasta que Brendan forcejeó con el de tal manera que ahora estaba a espaldas a donde su arco se encontraba. Vito lanzó una flecha a May, pero ésta la desintegró con un hechizo de luz que sacó de sus manos.
— ¡Oh, una manga de luz! Interesante.
May corrió con velocidad hacia el par de gemelos, pero el Pokemon gorila de Norman intervino. May no mostró señales de temor, y se deslizó por entre las piernas del voluminoso Pokemon. Al reincorporarse, siguió corriendo y saltó para generar una espada de luz que iba directo hacia Leti.
— ¡No, puede que ella sea una idiota, pero es mi hermana! ¡No le harás daño!
Vito saltó y generó una flecha de aura que chocó con la espada de luz. Pronto, Vito realizó algo que ningún arquero había hecho al momento, o por lo menos, no había visto May nunca: el brazo derecho de Vito se vio rodeado de un aura en forma de flecha, y fue utilizado como espada para contrarrestar el ataque de luz de May, que iba hacia Leti. El forcejeo entre ambos fue duradero, pero el brazo de Vito estaba libre, donde podía generar otra flecha alrededor de su brazo.
Galano lanzó a Brendan ganando en el forcejeo. No obstante, eso es justo lo que Brendan quería. El impulso con el que fue lanzado fue tal, que viajó por todo el campo de batalla hasta toparse con el arco rubí que yacía solitario sobre el suelo. Lo recogió aun viajando por el aire, y en medio de un viaje rápido, tensó una flecha rubí que fue directo hacia Leti. La gemela no tuvo tiempo para reaccionar, y recibió la flecha justo en el estómago.
Vito iba a atacar con su brazo izquierdo, pero la impresión que tuvo por ver a su hermana herida fue lo que salvó a May.
— ¡Leti!
Fue el momento para que May rodeara sus pies de esferas luminosas. Dio una voltereta en el aire al tiempo que forcejeaba con el gemelo, y sus dos pies golpearon la espalda del chico. Éste salió disparado hacia el suelo, quebrando la piedra en grietas. El rostro de Vito se hundió sobre la piedra, con los pies de May apretando con fuerza su espalda.
— ¡Vito!
Brendan siguió viajando por el aire, pero clavó una de sus escasas flechas sobre el suelo para detener la velocidad a la que había salido disparado por Galano. El suelo se desquebrajó, dejando piedras rubíes impregnadas en las orillas de dichas grietas. Entonces, desprendió la flecha y la volvió a tensar en el arco. Ésta vez, cerró los ojos y pronto comenzó a pensar en las flechas de aura del chico gemelo.
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"Concéntrate" —se decía Brendan a sí mismo— "Tú y la flecha son uno mismo" "Tú y el arco son uno" "El aura es parte de ti, así como la flecha es sólo una extensión de tu ser".
Hikari notó lo que Brendan intentaba hacer; León se paró de su asiento, impresionado por lo que Brendan estaba realizando.
— Hikari… —nombró León.
— Lo sé.
Y en ese momento, el tiempo se detuvo. Brendan sintió la fuerza del hilo sobre su arco, pero también notó cómo su brazo ahora era el propio arco. El aura que contenía su interior se extendió por todo el arco hasta la punta filosa del rubí de la flecha. Al abrir esos orbes carmesíes llenos de misterio, Brendan estaba rodeado en un aura de los colores de su piedra. El rubí estaba hambriento de poder, y al destensar la flecha, Norman abrió los ojos como platos.
Leti notó una flecha rodeada de aura rojiza. Galano se interpuso para evitar el golpe mortal contra Leti, poniendo su tenaza de cangrejo al frente.
La flecha iba avanzando; sin embargo, también iba creciendo el rubí en la punta de dicha flecha. El aura pronto se convirtió en algo filoso y mortal, y cuando dio de lleno con la espada del jugador, hubo una onda expansiva del aura propia de Ruby. La tenaza se rompió en el impacto, atravesando al jugador e inclusive a la gemela sanadora. Ambos sujetos fueron atravesados por lo que ahora era una lanza de rubí de unos tres metros de largo. Los dos jugadores fueron lanzados fuera del campo de batalla, junto con la onda expansiva de aura rojiza. Cayeron en el vacío, y pronto explotaron en pixeles.
El gentío en la grada quedó en un sepulcral silencio, sorprendidos por el gran poder que había desatado el arquero.
Vito intentó reincorporarse; May retrocedió, con los haces de luz rodeando sus pies y la espada mágica aferrándose a sus manos.
— ¡No! ¡¿Qué has hecho?! —el mocoso estaba invadido por la rabia, con un hilo de sangre corriendo por su frente. Pronto, el arco de aura apareció sobre sus manos y tensó una flecha luminosa de color cobalto. Sin embargo, el suelo comenzó a temblar. De un momento a otro, Ruby sonrió, y May conocía perfectamente esa estrategia.
Ruby había introducido su pokébola en las grietas de rubí que había ocasionado él segundos antes, cuando había calvado su flecha para detener su recorrido. La pokébola se había colado por las grietas, y Flygon había salido de ahí, abriendo el campo de batalla con hiperrayo que salió de la piedra y rodeó a Vito. El niño salió disparado hacia el aire, con la vida apenas a la mitad. No obstante, cuando intentaba ver qué diablos había pasado, Flygon voló hasta él a una velocidad incapaz de poder seguir. El Pokemon le abrazó con sus alas y lo llevó de vuelta al suelo, donde le estrelló la cabeza contra el campo de batalla. Vito explotó y murió. La gente siguió en silencio; Jessie, James y Meowth fueron los únicos que gritaban de alegría.
Norman entonces frunció el ceño. Estaba enojado, pero también sorprendido por lo que había pasado.
— Lo lamento, pero tendré que luchar ahora en serio. ¡Slaking!
El Pokemon gruñó y asintió. Norman corrió en espiral cruzando varias veces junto con su Pokemon. Los dos corrían rápido, y los dos estaban rodeados de un aura verdosa. Flygon apenas se estaba reincorporando después de asesinar a Vito, reaccionando demasiado tarde. La sincronía con la que los dos le atacaron fue impresionante: Slaking lo levantó con sus puños perezosa pero rabiosamente. Flygon salió disparado hacia el aire; Norman lo esperaba ahí con un puño que lo mando de vuelta en el suelo. Increíblemente, Slaking se había dormido esperando impaciente en el campo de batalla, pero despertó cuando Flygon iba hacia él. El Pokemon dragón fue recibido con dos puños que lo mandaron verticalmente hacia la cortina de las cataratas. Norman estaba ahí, volando gracias al poder de su aura. El luchador detuvo el vuelo de Flygon y lo ahorcó hasta que Flygon suplicó por aire, pero fue suficiente para que los pixeles envolvieran la mano del líder del escuadrón.
— No por nada es el líder —dijo Serena, con preocupación.
Brendan maldijo, y apuntó hacia Norman. May alzó la espada para hacerle frente a Slaking, que gemía de rabia al tiempo que iba hacia ella con furia. Slaking, súbitamente saltó varios palmos; Norman viajó hasta su propio Pokemon, y éste lanzó una bofetada hacia Norman. El jugador apoyó sus propios pies en dicho golpe y Norman viajó más rápido de lo esperado. May lanzó un hechizo de luz, pero la velocidad de Norman era tanta, que el hechizo se desintegró en la travesía del jugador. Ruby reaccionó increíblemente a tiempo, lanzado una flecha que desvió la dirección hacia la que iba Norman; el líder del escuadrón se estrelló a centímetros de su objetivo, ocasionando que el campo finalmente se partiera en varios pedazos que cayeron hacia el vacío. Los tres siguieron en la parte estable del campo de batalla; Norman se reincorporó, pero le sonrió a Brendan al ver que no podía hacer nada cuando Slaking increíblemente rodeó sus puños de aura verde, como si el Pokemon fuera un jugador.
— ¿Qué demonios? —Lectro se salió fuera de sus casillas.
— ¿Él también puede ser luchador? —Zoey también estaba impresionada.
Slaking se impulsó en el aura verde que le rodeaba, y golpeó la espada de luz que sujetaba May. La espada se desintegró, y entonces el puño hizo contacto con el rostro de May; la chica salió disparada hasta los límites del campo roto de batalla, donde milagrosamente se detuvo. Intentó reincorporarse, pero Norman ya estaba ahí, con un puño preparado para acabar con su vida.
— Lo lamento, hija.
El puño fue directo hacia ella. No iba a detenerse; Norman ni siquiera titubeó. Ese amor que había tenido por su hija parecía haber sido reemplazado por el deseo de asesinar a una maga novata e inocente.
— ¡Haruka, no! —Gritó Kasumi con preocupación, intentando salir del palco; sin embargo, había un campo de fuerza que los había encerrado para que ciertamente no interfirieran en las batallas de otros.
— ¡No, May! — Hikari no podía hacer nada ya.
El puño impactó. La onda expansiva fue incluso más fuerte de la que Brendan había ocasionado anteriormente. El aura verdosa viajó por todo el ambiente, rompiendo por algunos segundos toda la cortina de agua que se extendía a lo largo de las cataratas. La gente se cubrió del gran poder, y algunos lanzaron gritos ahogados, pero lo sorpresivo era que Norman había quedado impactado. El sujeto lanzó un gruñido interno, y miró a Brendan frente a frente.
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El Arquero Estratega estaba a centímetros de él, deteniendo el golpe con su propio vientre. No obstante, él estaba aún de pie, y el muchacho gemía de rabia al sentir el dolor increíble que se expandía por todo su estómago y extremidades. Norman incrustó más su puño sobre el agujero ensangrentado que él había ocasionado. Pero la mirada de Brendan era incluso más rojiza que la sangre que emanaba de su propio vientre. Rabia, ira, poder. Era lo que Norman interpretaba en esa mirada.
— No la lastimarás —los gruñidos del sujeto intimidaron a Norman— No permitiré que le pongas un dedo encima a May… aun así… aun así seas su propio padre.
Norman frunció el ceño con confusión. En verdad él y todos ahí estaban sorprendidos.
Las rodillas de Brendan temblaron; no podía aguantar mucho tiempo de pie. May estaba con sus pupilas fuera de órbita, viendo que había sido salvada por su amigo.
— No sé si tienes un casco capaz de matarme como lo hicieron con Citron, pero no me importa. No me importa siquiera quedar fuera de los Mega, ni el haber perdido esta batalla. Pero a ella… a ella le permitirás la entrada a esta fortaleza. Ella necesita de tu ayuda, imbécil.
Norman se guardó lo que iba a decir. Brendan tosió sangre, y su vida comenzó a bajar drásticamente hasta quedar en un simple brillo rojizo. Las manos del arquero sujetaron el brazo verdoso de Norman, y se sacó el puño de su vientre, lo que le ocasionó que tosiera más sangre.
— ¡Brendan!
El chico gritó de rabia, y entonces tensó una flecha sobre el arco que había mantenido en su espalda. La flecha sintió el tensar de la cuerda. Norman estaba tan sorprendido, que no podía moverse. La gente estaba atenta y Hikari estaba sorprendida porque todavía él podía moverse.
Y cuando todos pensaban que la flecha iba a dar directo en la sien de Norman, Brendan no pudo lanzar el ataque. Sus fuerzas se agotaron por completo y finalmente cayó de rodillas en el suelo. Su mirada quedó perdida y el brillo en sus ojos se perdió por completo. El chico soltó el arco y la flecha cayó en un golpe seco sobre el suelo.
— No… No la lastimarás. No… la…
Brendan estrelló su cara sobre el pecho de Norman, que aun yacía sorprendido. Poco después, los pixeles inundaron tanto a May como a su padre.
La gente estaba estupefacta. Sabrina no sabía si anunciar al ganador o no, porque aún quedaba May viva.
Norman miró a su hija aun con el consterno que Brendan había ocasionado, y entonces el sujeto se arrodilló ante el suelo, y gritó dos palabras que fueron suficientes para anunciar al ganador:
— Me rindo.
Jessie, James y Meowth celebraron y sus gritos fueron los únicos que invadieron un escenario lleno de más de quinientas personas. Sabrina estaba tan impresionada que no sabía si anunciar al ganador, pero finalmente lo hizo.
— ¡Haruka y el Arquero Estratega han ganado la contienda! ¡Ellos dos quedan libres de traición! ¡Como recompensa, elegirán a cuatro aliados más que podrán salvarse!
May miró a su padre, que seguía impresionado. Sin embargo, él se alejó y dejó sola a la muchacha. May no tuvo más remedio que irse de ahí, donde un suelo le alzó hasta estar en el palco, que desactivó el campo de fuerza.
— ¡Por favor, por favor, elígenos a nosotros! ¡No queremos morir! —dijeron el trío Rocket al unísono.
— S-sí… como sea —mencionó May, mirando desde el otro lado a su padre, que tiró la capa colorida a su asiento del palco; después miró a Roxanne con una leve sonrisa preocupada— Roxanne, te elijo a ti también.
— ¡Bien, ya tenemos a seis miembros más en nuestra gran familia! —mencionó Sabrina, pero no había tiempo para descansar— ¡Ahora, el holograma decidirá la siguiente contienda!
Cuatro palabras aparecieron continua y rápidamente sobre las pantallas: Kanto, Johto, Sinnoh y Unova. De un momento a otro, el holograma mostró el escuadrón; la gente pronto dejó de estar en dicho trance consternado en el cual habían estado y vitorearon por el comienzo de la segunda batalla. Sabrina sonrió.
"Kanto"
Ella no necesitó que sus tres integrantes saltaran del palco para aterrizar en lo que ahora ya era un campo reconstruido automáticamente. El campo circular de batalla nuevo y regenerado holográficamente recibió con un temblor a Sabrina, Erika, Surge y Blaine.
— ¡La segunda contienda comenzará! —Sabrina extendió los brazos hacia el público. Varios hombres mandaron besos y silbaron hacia la muchacha de curvas lujuriosas, mientras las chicas se les iluminaba el rostro al ver la gran figura del Coronel Surge.
Sabrina alzó la mirada hacia el palco de los prisioneros. Súbitamente, sonrió y eligió a dos sujetos:
— Elijo a la Novata Dragón, Kasumi —Misty frunció el ceño. Sabía que le había elegido por haberle confrontado, aunque fuese por unos segundos en aquella prisión psíquica— Y…
— ¡Y yo! ¡Yo quiero tu amor, bella dama!
— ¿Brock? ¿Qué diablos haces? —Misty se enojó ante la actitud de su amigo.
— Lo siento Kasumi. No hago esto por ti; me he enamorado completamente de esa mujer. Es tan bella…
— ¿Bromeas? ¡Eres así con todas! ¡Ya basta! Vuelve a tu asiento.
— ¡De acuerdo! Ya que insistes… —Sabrina emitió una pequeña risa divertida y misteriosa que derritió el corazón del moreno— ¡Sólo ellos dos! ¡Kasumi y Takeshi, contra los integrantes del escuadrón Kanto y su líder: Sabrina, "La Bella Navegante"! —Sabrina sonrió ante la emoción del público— Dejaré al líder que se encargue de la Novata Índigo… —aquello último lo dijo en un susurro.
Brock y Misty aterrizaron en el campo de batalla. Ambos estaban en posición de ataque, y a pesar de que eran novatos no le tenían miedo a la muerte.
— Oh, vaya que sí es bella —tonteó Brock.
— ¡Comienza!
[VIDEO 6: OST – Fullmetal Alchemist Brotherhood – The Intrepid Remix (Extended)]
Sabrina dejó que ellos dieran el primer ataque. De esta manera, Brock sacó a su Onix y le ordenó que diera un coletazo al primer enemigo que tuviese más cerca. Blaine saltó, mientras Surge corría por los límites del campo con su Raichu ya en su hombro. El sujeto sacó un arco de su espalda, pero no poseía ningún carcaj, lo cual extrañó tanto a Misty como a Brock.
— ¡Impactrueno!
Raichu se alzó por los aires y un trueno llegó hasta la criatura, pero el rayo se desvió hacia el arco de Surge, que se materializó en una flecha y salió a la velocidad de la luz hacia Brock. El muchacho recibió el impacto, y quedó aturdido, envuelto en una nube de polvo y escombros.
— ¡Brock! —Kasumi no tenía tiempo para preocuparse por su amigo. Sabrina iba hacia ella con la espada desenvainada y lanzó un tajo de donde varios psicocortes esmeraldas llegaron como ondas. Kasumi esquivó la primera saltando en un eje horizontal, y la segunda lo hizo apoyándose sobre una mano en el suelo y girando su cadera hacia atrás. Sin perder tiempo, al pelirroja activó sus puños aurales de color anaranjado y corrió hacia Sabrina. Sin embargo, Kasumi se deslizó sobre un costado de ella, evitándola a ella y su espada. La muchacha siguió deslizándose y lanzó una patada aural a Blaine, el cual recibió el poder aural y salió arrastrándose por el suelo de piedra.
— ¡Blaine! ¡Oh, mi Arceus! ¿Estás bien? —Erika fue hacia su socorro.
Misty llegó hasta la muchacha sanadora, pero Surge ya tenía preparado otro estruendo de su Raichu que se desvió hacia su arco. Misty volteó a ver el destello eléctrico de luz, pero Onix intervino recibiendo el disparo, sin efecto alguno que le bajara la vida. Surge carraspeó los dientes debido a que los tipo roca eran su debilidad.
— No deberías distraerte —Takeshi apareció a su lado incrustándole un golpe en el hueso de la mejilla. Surge volteó, como si aquel golpe no fuese más que la caricia de un bebe; sus lentes de sol se resquebrajaron, pero a él no le importó. El golpe aural de Brock fue recibido por Surge, pero éste se mantuvo de pie a pesar de que el impacto y la nube de polvo se alzaron por el ambiente.
— Esa es toda tu fuerza. ¡Por favor…!
Surge torció la muñeca de Brock y éste gimió de dolor. Poco después, el rubio lanzó a Brock fuera de la nube de polvo, yendo directo hacia Blaine, que no había atacado.
— Un poco más…. Un poco más… Diablos, qué frío hace —Blaine parecía esperar los rayos del sol que se alzaban por el horizonte. Sin embargo, vio cómo Brock iba disparado hacia su dirección, y lo único que hizo fue recibirlo con una patada en la que se colgó la silueta del moreno. Brock tosió sangre al sentir la pierna del viejo, que a pesar de su edad parecía ser bastante fuerte.
— Kasumi…
La voz de Brock alertó a Blaine y volteó hacia atrás. La chica finalmente tenía un golpe preparado para él. El rostro del viejo se hundió en el puño de la pelirroja y de nuevo salió arrastrado por el campo. Surge comenzó a correr, pero el Onix intervino sujetándole el cuerpo exitosamente y apretándolo cual serpiente.
— Vamos, no puede ser toda tu fuerza. Eso no es tan electrizante como pensé.
Y en ese momento, las extremidades de Surge se extendieron con tal fuerza, que Onix lo soltó en el acto. El fortachón lo sujetó de la cola y lo azotó contra el suelo varias veces, causando un temblor inminente. Raichu preparó una cola de hierro, pero antes de dar en el cráneo del Pokemon tipo roca, Kasumi intervino deteniendo el coletazo con su antebrazo. La chica gimió de rabia y dolor, pero sostuvo el golpe, agarró la cola del Pokemon y lo lanzó hacia su dueño. Surge recibió a Raichu atrapándolo entre sus brazos, sano y salvo. Sin embargo, no tuvo tiempo para darse cuenta de que Kasumi también iba hacia él con dos puños listos para incrustarse en su rostro.
— Anda, golpéame. No me moverás de aquí.
Ambos golpes fueron resistidos por Surge, pero la rabia de Kasumi y sus gritos activaron más su aura anaranjada. La fuerza y la velocidad eran vitales en la luchadora, y Surge tuvo una milésima de segundo en la que se impresionó. Su grito ahogado se escuchó después de que fuese lanzado por todo el campo gracias a la fuerza bruta de la muchacha.
Sabrina chasqueó los dientes. Ella simplemente se dedicaba a observar.
Erika se tapó la boca debido a la preocupación por sus dos compañeros.
— ¡Oh, no! ¡¿Chicos, están bien?! Tengo que hacer algo al respecto.
En ese momento, la sanadora se envolvió en un aura azulada, pero más que sanar a sus compañeros, sacó de su inventario un par de frasquitos de colores arcoíris tales como sus capas. Brock intentó golpear a la chica azabache, pero no pudo debido a que también estaba enamorado de ella.
— Oh dioses. ¿Qué clase de milagro te bajó del cielo, sanadora?
Los frascos fueron lanzados a Blaine y Surge, que yacían tirados y aturdidos en el suelo. De un momento a otro, no sólo su vida, energía y magia se regeneraron, sino que aumentaron de tamaño y masa muscular. Si el viejo parecía un hombre elegante y refinado de proporciones flácidas, ahora parecía el hombre más sabio y temeroso del mundo; Surge, por su parte, ya tenía los músculos más grandes de todo el juego, pero con aquello esos músculos incrementaron más hasta que las venas se marcaban sobre su propia piel hasta el punto en que iban a reventar. Raichu también aumentó de masa muscular, y una pequeña parte del cielo se inundó de nubes grisáceas debido al imán eléctrico que generaba dicho Pokemon.
— Ella es más poderosa de lo que pensamos —mencionó Kasumi a la sanadora que parecía preocupada— No sólo los curó completamente, sino que aumentó su fuerza con un par de pociones.
— ¡Oh, lo que mis ojos han visto no tiene nombre! —Brock, enamorado, llegó hasta Erika para abrazarle, pero ésta se sonrojó y gritó de ayuda.
Blaine esperó ahí.
— Un poco más… vamos. Qué frío hace —el viejo esperaba a los rayos solares enteros, que se iban alzando por el horizonte del océano.
— ¡No la toques con tus sucias manos! —Surge comenzó a correr, quebrando el suelo con sus zancadas. Raichu lanzó un impactrueno hacia el cielo, pero en recompensa consiguió tres rayos que fueron directo hacia un Surge que iba a la carrera hacia Brock. El rubio se rodeó de electricidad pura, y su arco se agrandó al sentir la energía eléctrica. Sorpresivamente, lanzó tres truenos al mismo tiempo, que resonaron al tiempo de ser destensados de la cuerda. Los tres rayos fueron directo hacia Brock, pero Misty intentó intervenir. Desvió dos rayos con dos golpes aurales, más el último dio de lleno con la luchadora, que gritó de dolor y recibió quemaduras en el vientre.
— ¡Misty!
Brock le ordenó a su Pokemon roca que atacara a Surge. Sin embargo, Blaine había esbozado una sonrisa.
— Oh… qué calor hace. Qué caliente me siento. Gracias, sol.
Y en ese momento, el mago liberó de sus manos una gran llamarada de calor invisible, pero que distorsionaba el ambiente. Onix recibió tal poder, saliendo disparado al mismo tiempo que varias llamas se prendían por todo su cuerpo. El Pokemon desapareció en pixeles.
— Lo lamento. Es tiempo del acto final —Sabrina sonrió.
Ella haría el último ataque. Su espada llenó los huecos finos y curvados que tenía de rayos luminosos y esmeraldas. Sabrina comenzó a correr, mientras sus cabellos violetas se movían al compás del viento. La muchacha dio un sorpresivo giro de 360 grados sobre el aire, expulsando el pisco-corte que su espada produjo. Una gran circunferencia de rayos luminosos y esmeraldas se extendió para rodear el campo completo. No había manera de esquivarlos. Erika se aventó al vacío para evitar el pisco-corte. Blaine le agarró el antebrazo para que no cayera hacia las cataratas, pero el viejo recibió dicho corte y gimió de dolor. Surge y Raichu lo hicieron de igual manera, pero resistieron.
— Gracias —Erika sonrió inocentemente; sacó de nuevo dos frascos coloridos y se los entregó a sus dos compañeros, que de vuelta fueron regenerados totalmente, como si nada hubiese pasado.
En cambio, la gente quedó en silencio. Hikari y compañía estaban sorprendidos por el estado de sus dos amigos.
Misty y Brock estaban totalmente heridos, con psico-cortes por todos lados, y con quemaduras que desprendían un humo con olor a derrota. La sangre de los dos jugadores recorría las grietas del campo de batalla. Estaban totalmente derrotados gracias al ataque sorpresivo de Sabrina.
Sabrina disfrutó de los gritos de la gente emocionada. Su nombre se alzó por el aire, y comenzó a caminar con pasos lentos hacia ambos jugadores novatos. Sus pasos resonaron; Hikari gritaba y golpeaba el campo de fuerza para intentar intervenir, pero ya no había nada que hacer. Sabrina paró, vio el estado lamentable de ambos y entonces sonrió.
Su sonrisa era satisfactoria. No había mujer en los Mega que fuese más fuerte que ella. No había mujer que tuviera el poder y la espada que ella tenía. No había mujer que sonriera de una manera tan atractiva pero tan intimidante a la vez.
Y sin embargo, su sonrisa se borró del rostro al ver que Brock abrió las rendijas de su rostro para mirarla con recelo.
— E…E…
Sabrina frunció el ceño. Brock intentaba decir algo, pero apenas y podía hablar; su vida estaba a punto de terminarse.
— E…Eres muy linda.
Sabrina no comprendió por qué lo decía. De cualquier manera, Brock sacó de sus bolsillos dos frasquitos coloridos los estrujo antes de que Sabrina abriera los ojos de la impresión. Misty se envolvió en aquellos gases coloridos. El luchador moreno sintió que su vida se regeneraba por completo al ver que la poción que había robado de los atuendos de Erika al haberla abrazado habían funcionado. Tal vez Brock era enamoradizo, pero no idiota.
Misty sintió el poder fluir por sus venas; Brock sintió la masa muscular aumentar. La vena palpitante de Sabrina sobre su frente le hicieron notar la ira.
— Ahora, Togepi.
La orden de Misty fue clara, rápida y concisa. Ambos jugadores novatos corrieron fuera del campo de batalla, cayendo en el vacío.
Sabrina volteó a ver lo que había detrás de ella. Un Pokemon pequeño e insignificante estaba a punto de usar Metrónomo. Lo último que se vio de ella, fue la sorpresa por saber que iba a perder.
La explosión abarcó todo el campo de batalla e incluso un poco más allá, donde los jugadores tuvieron que protegerse de los daños colaterales de dicha explosión majestuosa. Togepi había muerto, pero también el escuadrón de Kanto entero.
Kasumi había tomado de la mano a Brock y se dirigieron por el aire hacia la cortina de agua, la cual atravesaron para poner sus pies aurales sobre el muro de roca y detenerse en una caída que parecía no tener fin. A pesar de que ellos estaban fuera del campo de batalla, habían ganado.
La gente de nuevo quedó en silencio. No podían creer lo que sucedía. No podían creer que un simple Pokemon fuese a matar a el escuadrón entero. Sin embargo, cualquiera sabía que si el ataque de Togepi era exitoso, cualquiera que estuviese dentro de su rango, por más poderoso que fuese, moriría en el acto.
Norman recobró la voz después de la impresión; como ya no tenían un anunciante el cual avisara a los aficionados sobre la batalla, esperó a que hubiese algún sobreviviente.
Kasumi y Takeshi escalaron por la cortina, con sumo esfuerzo. Entonces, el campo de batalla destrozado comenzó a caer, y fue el momento perfecto para que ambos escalaran por las grandes porciones de roca hasta ascender por los aires y aterrizar en la saliente que se había mantenido en pie. Al aparecer ahí, la nube de polvo se disipó minutos después y todos vieron sus dos figuras.
— Los ganadores son Kasumi y Takeshi.
La gente por un momento no sabía qué hacer, pero la estrategia había sido tan genial, que la muchedumbre finalmente rindió euforia hacia los sujetos.
Norman sonrió, y fue cuando supo que Serena había traído a personas más fuertes de lo que todos creían.
— Pueden elegir a cuatro salvadores más.
Brock y Kasumi fueron elevados por la plataforma hacia el palco de prisioneros, mientras el campo de batalla estaba siendo regenerado para la siguiente contienda.
— Oh, hermosas damas, ¿aceptarían mi salvación a cambio de un beso? —preguntó Brock a Yellow y Blue, que se sonrojaron y rieron.
— Eureka, creo que deberías ser salvada —Kasumi le sonrió a la pequeña, que había estado aterrada del miedo— Y… ¿quién más? ¿Iris?
— No, Kasumi. No puedo aceptar —mencionó la morena de cabellos púrpuras.
— ¡Oh, elígelo a él! ¡No quiero que muera! —dijo Blue ignorando los piropos de Brock.
— ¿Qué? ¡No! —Green intentó evitarlo, pero Kasumi le sonrió a Blue, asintiendo— Maldita seas, Kasumi.
— Qué alivio —la chica tomó el brazo de Green y éste se sonrojó.
— Yo quería luchar.
— ¡Bien! Tenemos ya a los salvadores. La siguiente batalla será decidida por la pantalla.
Todos miraron las pantallas con suma atención. Los segundos pasaron, y los escuadrones Johto, Sinnoh y Unova estaban impacientes.
Ni siquiera la pantalla había elegido al escuadrón cuando una capa colorida aterrizó en el campo ya regenerado. Tres sujetos más con las mismas capas le siguieron, aterrizando con estilo sobre el escenario. Sus capuchas les cubrían de los rayos, por lo que no podía verse su identidad.
— ¿Quién se cree ese estúpido? —fanfarroneó Gold cuando vio al sujeto aterrizar— Ni siquiera sabemos quién va a…
La pantalla se detuvo:
"Johto".
— Oh, Magcargos hervidos. ¿Cómo lo supo? —el rostro de Gold lo decía todo.
— ¡Denle la bienvenida a los integrantes del escuadrón Johto!
Las capuchas se deslizaron de sus rostros y se apartaron las capas de su frente. EL primero de ellos era el líder, que tenía el cabello largo color cobalto y le cubría una parte del rostro. El sujeto portaba un saco pequeño con una cota de malla discreta, y pantalones holgados que llegaban hasta sus rodillas, porque las mallas blancas le cubrían de esa parte para abajo.
— Pff, sandalias con mallas. Qué ridículo ¿no lo crees, Crystal? Ese chico es un idiota —comentó Gold.
El segundo de ellos, atrás del líder, era una muchacha con una sonrisa alegre y tez pálida como la leche. Su cabello rosado recogido en dos coletas quebradizas hacía juego con esos ojos llenos de alegría. La muchacha llevaba un jubón femenino de seda blanquecino que hacía juego con sus pantalones cortos; unas mallas rayadas de negro y azul cubrían de la rodilla para abajo.
— ¿A quién escogerás, Pegaso? Estoy ansiosa por batallar.
— Oh, vamos Whitney. Apuesto a que llorarás con el mínimo contacto de nuestro enemigo, como siempre sueles hacerlo. Tan predecible y aburrida como siempre —mencionó el cuarto integrante. Era un chico rubio de cabellos largos que tenía una banda púrpura en la cabeza; su rostro tenía unos párpados gruesos que siempre lo hacían ver aburrido y desinteresado. Portaba una bufanda de los mismos colores siniestros, así como un suéter negro que si de por sí parecía aburrido, esos colores apagados lo hacían parecer más.
— Morty, Whitney. No peleen… Pegaso… emmm… decidirá a quién elegir —la última chica era tímida y de estatura pequeña. Sin embargo, la gran melena sedosa color miel y dos coletas en la zona de la coronilla la hacían ver más hermosa de lo que ya era. Su personalidad eran tan simplista y un tanto tímida, que sólo portaba un vestido hasta las rodillas color azul cristalino con un moño carmesí en su pecho; sus sandalias tenían perlas preciosas que brillaban al compás de sus orbes almendra.
— Ya, ya, Jasmine —mencionó Pegaso, mirando hacia el palco de los traidores. El cabello le tapaba su ojo derecho, pero con el izquierdo podía ver perfectamente a su oponente.
El silencio fue abrumador, mientras Norman esperaba la respuesta de Pegaso. El sujeto sonrió, decidiendo quién sería el afortunado.
— Ese chico; el que me llamó idiota por usar mallas con sandalias.
Gold lanzó un grito ahogado.
— ¿Qué? ¡¿Cómo me escuchó?! —Gold llegó hasta el trío Rocket— De seguro ustedes me traicionaron ¿verdad? Trío de idiotas, se las verán conmigo y…
— ¡Ya, ya, Gold! Ve a batallar —dijo Silver.
— Oh, por supuesto. "Ve a batallar". Lo dices como si fuese tan fácil. Mi honor está en juego; claro que mi vida no lo está, pero mi honor y mi dignidad están en riesgo si es que pierdo. Algo que tú no tienes.
— ¿Qué dices?
— Chicos, por favor —Crystal estaba sonrojándose por la escena. Pegaso suspiró en el campo de batalla.
— ¡Bien, si es que piensas así, yo también pelearé! —enfureció Silver y fue el primero en ir al campo de batalla.
— Un momento, no te escogí a ti —Pegaso suspiró por segunda vez— Oh qué problemático.
— No me importa. Lucharás conmigo.
— Según las reglas… —avisó Norman.
— ¡Alto, alto! ¡Esta chica es linda! Batallaré con ella —Whitney le sacó la lengua.
— Soy hombre.
— Oh, qué problemático —Pegaso suspiró por enésima vez.
Gold aterrizó, reclamándole a su compañero.
— ¿Quién te crees para aterrizar primero que yo? ¡Yo fui el elegido!¡Yo soy el que luchará!
— Cállate.
— Qué aburrido y predecible es esto. ¿No hay otros enemigos más interesantes, Pegaso? —Morty volteó lentamente hacia su compañero y éste suspiró.
— Ya chicos. No… no… no discutan. Estos chicos… emm… lindos… van a batallar con nosotros —Jasmine se ruborizó y movió los pies en el suelo inquieta y tímidamente.
— ¿Nos dijo lindos? —Gold inesperadamente se sonrojó— Oh, vaya. No soy lindo. ¿Qué pensará Crystal? ¿Estará celosa?
— Estás pensando en voz alta, Gold —le avisó Silver.
— ¡Bueno, la tercer contienda comenzará! ¡Gold y Silver contra el escuadrón Johto y su líder: Pegaso, "Rey de los Cielos"!
La gente alardeó de emoción.
Crystal juntó las manos debido a los nervios, pero Hikari le calmó sabiendo que ellos no tendrían problema alguno.
— ¡Y comienza!
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Gold sujetó el arco de oro y las flechas de su carcaj, lanzado el primer ataque. Pegaso simplemente meneó la cabeza. La flecha fue hacia el palco principal, donde Norman detuvo la flecha con su mano como si fuese un simple mosquito.
— Este tipo… ¿quién se cree?
— Lo haces mal. Observa —Silver se tronó los dedos. Desenvainó su espada de plata y comenzó a correr hacia los enemigos.
— Oh, mira Jasmine. Una espada de plata. Qué predecible es esto —susurró Morty.
— ¡Acero! ¡Genial! —Jasmine por primera vez sonrió de alegría.
Silver llegó hasta la pequeña chica de melena miel. Sin embargo, la niña sacó una espada de las mismas características: dicha arma era de acero puro e inoxidable. Silver esbozó una sonrisa, porque supo al instante que se trataba de una espada de primera generación.
— ¿En serio? ¿Primera generación? Patético. Te sobreestimé, niña.
— Em… bueno… —Jasmine chocó su espada contra la de Silver. El cantar del acero se hizo presente, y Silver absorbió su impacto— Como digas… em… no sé cómo decirlo, pero saldrás volando. Em… sí.
Silver no entendió. No obstante, el impacto absorbido por Silver comenzó a ser más y más. Más, más, más. ¿Qué tan poderosa era la espada de la niña? Y por primera vez, la espada de Silver no pudo absorber tanto poder; la espada salió disparada hacia el lado contrario, chocando contra su propio dueño y arrastrándose por todo el campo de combate.
— ¿Qué demonios? Sólo es una espada común y corriente —dijo Gold impresionado.
Silver se reincorporó. El impacto absorbido había desaparecido pero el pelirrojo volvió al ataque, ésta vez yendo hacia Morty.
— Lanzarás un tajo hacia la izquierda.
El ataque fue adivinado por el enemigo.
— Ahora un corte horizontal en el cual retrocederé.
Silver se impresionó porque adivinaba sus movimientos como si fuese tan fácil.
— Y ahora, mi Gengar aparecerá detrás de ti y te mandará a volar.
El Pokemon lamió la espalda de Silver, y éste fue paralizado, para que después fuera lanzado hacia adelante y Jasmine le recibiera con un espadazo certero en el brazo. Silver gimió de dolor al ver que había perdido su brazo izquierdo, donde había sujetado su espada.
— Diablos… —mencionó Gold.
El chico de gorra apuntó hacia Whitney, que parecía estar sonriendo. La flecha fue lanzada, y la chica reaccionó rápido para esquivarla, aunque recibió un pequeño corte en su mejilla debido a la velocidad de la flecha.
— Oh… no… no… me ha lastimado… ¡No! —Whitney comenzó a llorar; su Miltank salió de la pokébola y le brindó un vaso de leche mientras calmaba sus lloriqueos. Whitney aceptó el vaso con gusto y el corte desapareció como por arte de magia.
— ¡Ya basta! ¡Dejen de subestimarme!
Gold estalló de rabia. En ese momento, lanzó una flecha de oro hacia el cielo. El destello parecía una estrella en el firmamento azul. Todos comenzaron a observar dicha flecha, que bajó a una velocidad impresionante, rodeada de fuego debido a que la atmósfera calentaba la punta de la flecha. Al bajar, Gold comenzó a correr hasta lanzar un golpe certero en el aire; el golpe atinó en el momento que se cruzó con su propia flecha, desviándola hacia Pegaso, que suspiró.
— Oh, qué problema…
Pegaso no tuvo más remedio que recibir el impacto y salir disparado hacia el vacío de la catarata.
— ¿Ves lo que has ocasionado, Whitney? —Morty estaba molesto— Aunque fue predecible, tus lloriqueos distrajeron a Pegaso.
— Pero… pero es que me habían lastimado. Me dolió mucho —la de cabellos rosados se limpió las lágrimas.
— Chicos, no peleen. Sean… emm… duros como… como el acero.
— Cállate, niña —Morty mencionó— Sé que ustedes dos no sirven para nada.
— ¿Cómo te atreves a decir eso? ¡Yo puedo curarte, ¿o se te olvida?! ¡Yo tengo la mejor receta de leche del juego! —Miltank apoyó a su entrenadora.
— Leche… leche… quieres decir… —Morty se imaginó una escena pervertida, donde Whitney comenzó a llorar sabiendo que había malpensado todo.
— Chicos, no peleen. El acero es su amigo más fuerte… emm… no sé cómo decirlo más claro.
Gold simplemente se quedó observando la batalla. Más que una batalla, parecía una discusión de personas inexpertas, inmaduras y niños pequeños. Silver se había reincorporado, pero su espada estaba en los límites del campo circular.
— ¿Qué demonios estoy viendo? No lo están tomando en serio —Gold se enojó ante aquello.
— ¡No los subestimen! —Serena gritó, pero fue en vano. En cambio, Hikari le hizo caso a la Fénix Dorada.
— Parece que no se llevan muy bien.
— Así parece, Hikari; sin embargo, es el equipo que tiene la mejor conexión.
Al decir aquello, fue muy tarde para la Novata Índigo y para Crystal el advertirles a sus compañeros. Pegaso apareció en lomos del Swellow más voluminoso que habían visto jamás. Triplicaba la silueta de Gold y Silver juntos, y el sujeto suspiró por enésima vez.
— Basta ya. ¡Ataque grupal, ahora!
Morty, Whitney y Jasmine dirigieron su vista hacia sus enemigos, interrumpiendo las discusiones que tenían. De un momento a otro, todo pasó muy rápido.
Whitney rodeó de un aura amarillenta a su Pokemon, y éste lanzó leche desde sus cuatro urbes. Cada disparo llegó hasta la boca de los cuatro integrantes, que de un momento a otro, sintieron el efecto del líquido lácteo. Así entonces, la energía de cada uno de ellos aumentó, y Morty corrió hacia Silver, flotando por el aire. El mago ilusionista predijo que Silver iba a saltar para esquivarlo, por lo que Gengar llegó hasta él y le mandó un lengüetazo que lo paralizó en el aire. Morty saltó, y le dio una patada que lo mandó hacia Jasmine.
— ¡No lo permitiré!
Gold tensó una flecha, que fue lanzada hacia la niña. El aleteo del Swellow fue suficiente para que la flecha fuese desviada hacia las cataratas. Silver llegó hacia Jasmine y la espada se calvó sobre su vientre y salió por su espalda.
— ¡No!
Whitney lloraba por la muerte de su enemigo, pero lo hacía a un costado de Gold. Éste se sorprendió por la sorprendente posición de Whitney y Miltank cerca de él; la chica en vez de hacer algo, esperó a que Miltank embistiera al muchacho. Morty percibió que su silueta iba a estrellarse contra él, por lo que dio un bostezo y dio dos pasos hacia la derecha para esquivar a un Gold aturdido. Jasmine alzó una pierna y recibió a Gold con una patada en la columna vertebral. Morty estaba ya ahí, y embarró su lengua sobre su mejilla. El de ojos dorados casi vomita al sentir la lengua del jugador, pero lo único que hizo fue paralizarse. Gengar y Morty rieron, y también lamieron a Silver, que a pesar de que ya casi estaba muerto, también fue paralizado. Jasmine desenterró la espada de su enemigo, y se colocó en formación con su equipo.
— Ataque final —susurró Pegaso.
Miltank invadió de leche las bocas de los tres jugadores, mientras Whitney traspasaba su aura energética hacia los tres mediante el líquido de su Pokemon. Morty, Jasmine y Pegaso estaban más activos que nunca, y pronto el Swellow aleteó rápidamente sus alas para causar un torbellino que alzó a Gold y Silver.
El torbellino los rodeó; el ataque simultaneo de los espadazos potentes de Jasmine, los hechizos de Morty, los ataques de Gengar, y los truenos del Ampharos de Jasmine fueron suficientes para que los dos chicos estuvieran aturdidos. El torbellino desapareció y ambos fueron lanzados por los aires, con la piel chamuscada y varios cortes de espadazos en sus cuerpos.
— Oh, qué problemático.
Swellow y el gran arquero Pegaso los esperaban en las alturas. El campo de batalla apenas era un punto negro en el majestuoso cielo perteneciente a Pegaso.
— Pegaso… es conocido por su gran trabajo en equipo. Además… —Serena mencionó preocupada—, él es la razón por la que nadie podría atacar por aire la Fortaleza Catarata. No por nada es el "Rey de los Cielos".
Pegaso tensó una flecha desde una distancia lejana, ahí donde Gold y Silver caían cuando el torbellino majestuoso se había deshecho.
— Matar a dos pájaros de un tiro —Pegaso sonrió— Cómo adoro esa frase problemática.
Gold y Silver explotaron en pixeles cuando la flecha de acero de Pegaso lanzada a un kilómetro de distancia había acertado en la sien de ambos como línea recta. Gold y Silver habían perdido, y lo peor de todo:
— ¡El escuadrón Johto ha ganado! ¡Ahora, así como se han elegido a seis jugadores para ser salvados, el perder incluye el elegir a seis jugadores para considerarse muertos! ¡Ustedes eligen!
La gente vitoreó de alegría. Serena sintió un retortijón en el estómago. Crystal apretó la mandíbula y se paró, determinada a sacrificarse para ser expulsada.
— Yo lo haré.
— ¡Bien, ya tenemos a tres expulsados!
El silencio abrumó el palco de prisioneros.
— Yo me ofrezco —León se levantó de su asiento.
— ¡No! ¡León, no puedes…! —Hikari intentó hacerle entrar en razón.
— Hikari, soy un beta. Lo peor que pueden hacer es no permitirme la entrada. Estaré bien.
— ¿Dos voluntarios más?
El silencio incomodó a todos, pero finalmente hubo dos personas que tuvieron el coraje de decirlo:
— Nosotros lo haremos —Chili y Cress intercambiaron miradas de determinación. Cilan los miró con tristeza, pero ya había sido demasiado tarde para hacerles cambiar de opinión.
Serena apretó los puños. Ella iba a ofrecerse, pero los dos hermanos de Cilan habían sido más rápidos que ella.
Lo peor de todo, es que tanto Chili como Cress serían los primeros novatos en ser sacrificados y morir por su culpa. Si Serena no hubiese escapado; si Serena no hubiese actuado de manera irresponsable; si al menos no hubiese traicionado al gremio al menos dos veces seguidas, tal vez sus amigos no estarían en problemas.
Próximo capítulo: Megapiedras
Ok, como saben el tiempo es mi peor enemigo ahora. Antes d eirme debo confesar que debo hacer mucha tarea y me voy a tener que desvelar si no fuese por haber releído este capítulo y colgarlo en Fanfiction. A pesar de que tengo mucha tarea incluso sábados y domingos, si este capítulo tiene más de 15 reviews de diferentes personas, a la mierda con mi tarea y actualizo el viernes en vez de la siguiente semana. ¿Ok? Nos leemos. c:
