Disclaimer: ninguno de los personajes me pertenece, todos son de rowling, se sabe no?
Tarde mucho en renovar, cierto no, no creo que nadie haya seguido la historia del principio, pero la verdad lo deje porque no me gustaba nada lo que había echo, pero como las cosas no se dejan a medias, voy a intentar darle a este fic un final digno o por lo menos un final.
A Noriña que me anima a escribir aunque sólo sean idioteces
5.Nunca digas nunca
Hermione sintió como un rayo de luz le iluminaba la cara, abrió lentamente los ojos y sonrió cuando su primera visión fue un muchacho de ojos verdes de muy buen ver.
Decidió dejarlo dormir, parecia un chico inocente y todo...Se desperezó se puso su ropa, y se encaminó hacia la puerta de la habitación no sin antes echarle una mirada a Harry.
Salió de la sala de los menesteres con una lista de tareas metida en la cabeza, lo primero que tenía que hacer era hablar con Draco, porque si, con los días se había convertido en Draco, después debería conversar con Ron y por último, tenía que ayudar a Snape...estaba segura de saber la causa de su problema
Antes de nada se dirigió a la sala comun a cambiarse de ropa y a ducharse, como era domingo, podia vestirse como le apeteciera, y por una vez sin que sirviera de precedente, decidió que como debía hablar con Malfoy y no quería quedar como la mala tenía que volver a ser la Hermione de antes.
Se metió en la ducha y se lavó el pelo, pero a diferecia de lo acostumbrado, no se echó suavizante, al salir de la ducha, se puso un jersey de cuello vuelto color marron y unos pantalones negros (no encontró nada que combinara menos) que le hacian una figura particularmente fea.
Intentando que no la viera nadie, salió de la sala comun y fue a buscar al rubio.
- Draco! mi amor! estoy aquí! -le dijo mientras lo veía avanzar por el pasillo comportandose como si fuera Ginny Weasley
- Granger, que dices? que mosca te ha picado, que haces con esas pintas?
- ¿me acompañas a la biblioteca?- le dijo con cara de interesante- y luego si quieres podemos darnos besos
- ¿QUE, antes de besar a aguien así beso a Ron Weasley,¿se puede saber que clase de hechizo te has echado?- preguntó el rubio molesto.
- ¿Pero que pasa Drakin? ¿ya no me quieres?- puso cara de niña triste
- NO VUELVAS A ACERCARTE A MI SANGRE SUCIA!
- Tu lo has querido, superficial de mierda!- y despues de esbozar una sonrisa, subió a la sala comun a quitarse su disfraz de sabelotodo, aun le quedaba mucho por hacer
Volvio a meterse en la ducha y se arregló bien el pelo, pero no se arregló demasiado sobrecargada se puso unos vaqueros con unos tenis y una camiseta y se recogio el pelo en una coleta. Ahora era el turno de Snape. Con un plan trazado fue hacia las mazmorras en busca del profesor de pociones.
Lo encontro en su aula concentradisimo removiendo una poción que humeaba dentro de un caldero.
- Profesor Snape, ¿puedo hablar un momento con usted?- le pregunto con cara inocente
- Por supuesto Granger, digame - no sabía porque pero cada vez le caia mejor aquella chica
- Se cual es su problema, aparte de... bueno su irregularidad... ya sabe
- ¿A que problema se refiere señorita?- disimuló el profesor poniendose colorado
- Venga Sev, lo sabe todo el colegio -dijo la chica con confianza
- ¿ Sev ? - puso cara de extrañado- ¿ todo el colegio?
- Perdona las confianzas pero va siendo hora de que alguien te ayude y para eso tendra que confiar en mi, venga llameme Hermione
- Está bien ¨Hermione¨ y que vas a hacer tu para ayudarme
- Pues escuche...- y comenzó a contarle su plan
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Mientras tanto, en la sala comun, Ron miraba fijamente al fuego, preguntándose que hacer de su vida, ultimamente estaba sintiendo algo muy especial hacia una persona, y no sabía como mostrárselo sin quedar en ridículo, cosa que siempre hacia.
Pensó que haría Harry en esa situación, enviar flores, escribir una carta de amor... haria eso actuaria como harry, al morocho parecía irle muy bien en cuestión de amores.
Lo más asequible en ese momento, era escribir la carta, así que se puso manos a la obra.
Querida profesora sprout:
Le parecera raro, o no ya que con lo hermosa que es, le habra pasado esto mas de una vez pero tengo que confesarle, que me he enamorado de usted.
No podría decirle cuando comenzó esto exactamente pero se que es fruto (n.d.a nunca mejor dicho) de una profunda reflexión y de muchas horas de clase.
Lo que mas me gustó de usted, es el cariño con el que trata las plantas a todas y cada una de ellas, ya sea un tomate, una lechuga o... una zanahoria, de ahi se me levantó un instinto loco que hace que cada vez que toca una hortaliza, me muera de ganas de acerle el amor sobre su huerto, si mi amor no es correspondido olvidará que ha recibido esta carta, ya que es un invento de mis hermanos que hace que si al destinatario no le gusta lo olvide.
atentamente. Ronald Weasley.
Depués de redactar varias veces la carta, hasta quedar contento con el resultado llamó a su lechuza y le ató el mensaje en la pata, cuando le dijo el destinatario, la lechuza se puso muy nerviosa y salió volando rapidamente por la ventana
El pelirrojo miró su reloj mágico, que le indicaba que era hora de comer y decidió bajar al gran comedor. Allí se encontró con Harry que a diferencia del día anterior no tenía ojeras e irradiaba felicidad
- Que bien se te ve hoy Harry se nota que ayer hubo meneito con Hermione!- dijo a grito pelado Ron
- !¿¿¿QUE! - ese fue el grito de Ginny, el resto de el gran comedor se quedó mirando alucinados hacia los dos chicos y en la mesa de Slytherin un muchacho rubio de ojos grises se levantó dispuesto a vengarse de cierta sangre sucia.
En ese justo momento Hermione hizo su entrada en el comedor, con una sonrisa triunfal, al ver que todo el mundo estaba callado mirando para ella con la boca abierta miró hacia la mesa de Gryffindor, y menos mal que lo hizo porque lo siguiente que vió fue una melena pelirroja que se abalanzaba hacia ella.
- PLAF!- la bofetada resonó por toda la sala- COMO TE ATREVES SO CERDA A BENEFICIARTE A MI HOMBRE
- ¿Ginny de que estás hablando?- le contestó la castaña asustada
- Si ahora hazte la tonta, te voy a romper los dientes y así Harry no te va a querer más y se abalanzó sobre ella
La chica abrió los ojos y vió que sentado al lado de su cama estaba un chico de ojos verdes con cara de preocupación.
- Harry...- dijo con voz somnolienta
- psss descansa, la señora Pomfrey te recomendo reposo- la tranquilizó
- Harry, que hago aquí?
- tuviste un pequeño altercado con Ginny, pero ahora lo que tienes que hac...
- Me duele la cara- la castaña se tocaba el rostro- y... la boca...
- tranquila Herms descansa y te pondr...
- HARRY DAME UN ESPEJO!- exigió ella nerviosa
- La señora Pomfrey dijo que era mejor que no te...
- ¡¡¡¡me importa verdaderamente poco lo que opine la señora Pomfrey , dame un espejo ya!
- no creo que sea conven...- intentaba hablar el morocho
- Harry James Potter como no me des un espejo te haré un hechizo de almorranas permanentes.
- Está bien- accedió el chico- aquí tienes- y le entregó su pequeño espejo de bolsillo.
- AHH!- grito la prefecta al verse reflejada y comenzó a llorar.
- Vamos Herms no es para tanto, con unas pociones que te dieron mañana estarás igual
- Harry tengo un ojo morado! y me faltan dos dientes! espero que lo que dices sea verdad, porque sino no saldré jamás de esta enfermeria
- Tranquila tu intenta dormir, ya verás como mañana estás perfecta
- Te quedarás aquí conmigo?¿
- Claro, sabes que si -se acercó para darle un beso en la mejilla pero ella ya roncaba con la boca abierta
Ron por su parte llevaba un día bastante malo, después de lo sucedido en el comedor tuvo que interceder para que su hermana no fuera expusada alegando que estaba bajo los efectos de un filtro de amor potentisimo creado por Fred y George.
Luego estuvo un rato con Harry en la enfermeria viendo como este le limpiaba la babilla a Hermione, al final de la tarde, no pudo más y subió a su habitación en busca de un poco de tranquilidad.
Se tumbó en la cama y suspiró, miró al techo unos minutos, de pronto oyó unos golpes en la ventana, al ver que era su lechuza fue a abrir y como tanta es su gracia natural se pilló los dedos con la ventana al cerrarla. (n.d.a. esque parece que a los magos no les pasan esas cosas)
- CARACOLES! -estubo dolorido unos minutos pero no le dolió mucho ya que encontró murtlap en el baul de Harry.
Ya más tranquilo se acercó a Pig y le arrancó la carta manchada de tierra que llevaba atada en la pata. Emocionado comenzó a leer:
Zanahoria mia:
Me atraes más de lo que me ha atraido nadie en mucho tiempo, cada vez que te veo me dan ganas de cuidarte como si fueras una de mis hortalizas, espero que seas tan fogoso como me imagino, te espero en el invernadero 3 mañana a las doce de la noche.
te quiere tu meloncito
Ron estaba que estallaba de la alegría, había conseguido una cita con la mujer de sus sueños, y sin preocuparle lo mas mínimo todos los problemas que les había causado a sus amigos ese día se echó a dormir completamente feliz.
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Harry se despertó al día siguiente en la enfermería, lo primero que hizo fue mirar a su novia y se llevó una gran alegría al ver que había recuperado su aspecto habitual.
- Hermione! Hermione!- la sacudía- Despierta o llegaremos tarde a clase!
- Harry... - se irguió y se desperezó
- Venga mujer espabila que aun nos tenemos que poner el uniforme y vamos a llegar tarde a pociones
- Pociones...- la chica comenzaba a despertar- dame un espejo!
- sabía que sería lo primero que me pedirías, toma y se lo alcanzó sonriente
Hermione se miró y se remiró pero como se vió tan fantástica como debía se limitó a sonreir y devolverle el espejo a su chico
- no te preocupes, no creo que importe que lleguemos tarde a pociones
Subieron a la sala comun se cambiaron y corrieron al aula. Cuando llegaron la puerta estaba cerrada, y Harry que si creia que llegar tarde a pociones era un problema, se escondió detrás de Hermione. Llamó a la puerta despacio y lentamente la abrió.
- Buenos dias , profesor, sentimos llegar tarde pero esque ayer tuve un pequeño incidente y estubimos en la enfermeria
- Ah no te preocupes Hermione sientate no pasa nada! y tu tambien Harry, un retraso lo tiene cualquiera
Hermione fue a su sitio, pero Harry se había quedado mirando al profesor con la boca abierta, al igual que todos los alumnos de Gryffindor y Slytherin que alli había congregados. La causa de tanto asombro a parte del nuevo buen humor del profesor era que...SNAPE LLEVABA EL PELO LIMPIO!
- Venga Harry cierra la boca y sientate hombre- le dijo amablemente el narigudo del profesor
- si... señor...
Fue a su asiento junto a Hermione y le preguntó:
- ¿como lo habrá logrado?
- ¿ el que lo de ser regular o lo del pelo? - le respondió la chica sonriendo.
- ¿regular, lo del pelo...
- Digamos que le aconseje sutilmente un nuevo champú.
- un nuevo champú?¿
- si, te acuerdas que crookhans siempre se me escapaba por los jardines y volvia con el pelo echo un asco?
- si, es verdad
- Pues este verano, en la tienda de animales del Callejón Diagón encontré un champú que me vino al pelo, y al ver lo desesperado que estaba Sev, decidí ayudarle
- ¿Sev?- el ojiverdi la miraba con ojos desorbitados- mira casi que prefiero no saber más
El resto de la clase siguió su rutina normal con la excepción de que Snape repartió puntos a diestro y a siniestro, incluso Neville salió con diez puntos más para su casa.
Al terminar Hermione salió corriendo murmurando algo de unas runas, oportunidad que Malfoy aprobechó para acercarse a Potter.
- ey! payaso!- de dijo con una sonrisa muy sospechosa
- ¿que quieres huroncito?- le preguntó el moreno con cansancio
- sabes que tu adorada novia, no te es tan fiel como crees?
- sorprendeme Malfoy.
- hasta ace una semana teniamos encuentros fortuitos- le contó con cara de malisimo de la muerte- y no eran precisamente para hacer manitas.
- Tu mismo lo has dicho, hasta hace una semana, y si ahora tuvieras la amabilidad de dejarme pasar
Lo apartó de un empujón y siguió caminando poco sorprendido por la información
- Potter, eres un cornudo!como tu padre!
- MAlfoy todo el colegio sabe que llevas mechas, procura matizarlas se notan demasiado
Después de decir esto, el morocho abandonó el aula y dejó al rubió maldiciendolo.
Mientras,Hermione no había perdido el tiempo, y lo que estaba haciendo no tenía nada que ver con runas sinó con vengarse de la Weasley.
Subió hasta el segundo piso, donde sabía que la pelirroja tenía Transformaciones y se escondió tras una columna, cuando vió que esta se acercaba salió y la encaró de golpe, dejándola arrinconada contra una pared.
- Hola mosquita muerta, te alegrará saber que por tu culpa casi pierdo dos dientes.
- jjajajajajajja, claro que me alegra, aunque solo verte a ti me da pena.
- tanta pena que hoy vas a llorar
- si? que me vas a hacer
- esto!- la castaña apuntó con su varita a la pelirroja y exclamó- pelus totalus!
La pelirroja esperó a que sucediera algo, pero al ver que todo seguía igual se empezó a burlar de la prefecta
- uy Granger, parece que tu epoca de sabelotodo no recuerdas ni como se hace un hechizo
- jajajajaj, Weasley yo no intentaria depilarme las piernas nunca más, porque no te valdrá de nada
- ¿COMO?- y se miró hacia sus piernas, de donde comenzaba a brotar un fuerte vello pelirrojo. Su primer instinto fue quere matar a la castaña, pero dado que si lo hacía la expulsarian del colegio, lo único que pudo hacer, fue escaparse llorando.
La noche llegó al castillo, y tanto Hermione como Harry notaron que Ron no había bajado a cenar, lo cual era sumamente preocupante, lo que ellos no se podían imaginar era que el pelirrojo, se estaba preparando para su esperada cita.
Cuando consideró que estaba suficientemente arreglado, se dirigió hacia el invernadero 3, cuando llegó llamó a la puerta y preguntó:
- Meloncito¿? estas ahi¿?
FIN DEL CAPÍTULO.
Lo siento por la cantidad de tonterias y desvarios que puse, mandad review aunque solo sea para criticar PORFAaa, este es el penultimo capítulo de lo cual se deduce que el próximo será el último, pero aun quedan muchas sorpresas...
Gracias por leer perdón por las faltas pero no tengo corrector.