Harry Potter Nueva luz

Descargos de responsabilidad: No soy dueño de Harry Potter y de los personajes. Además, esta historia es una ficción, por lo tanto, está destinada a personas respetables. Entonces, si este tipo de historias ofenden o no es acto para personas sensibles, deja de leer ahora. Gracias

Capítulo 22 resolución y planes futuros.

Durante las vacaciones de Semana Santa, los de segundo tuvieron algo nuevo en que pensar. Había llegado el momento de elegir optativas para el curso siguiente, decisión que al menos Harry se tomó muy en serio.

Podría afectar a todo nuestro futuro, dijo a Hermione y lavender, mientras repasaban minuciosamente la lista de las nuevas materias, señalándolas, Hermione conocía ya todas las materias y a diferencia de su otra vida, no iba a tomar su tonta acción de tomar todas, además de que si quisiese un gira tiempo, Harry tenía varios, así que tenía que usar bien su tiempo, por lo que tenía que ser minuciosa.

El caso de lavender era distinto, ella solo quería estar con su mejor amiga Hermione, por lo que espero sus opciones, además lo que escogiera su amiga sería la mejor opción.

Lo único que quiero es no tener Pociones, dijo Harry.

Imposible, dijo Parváti con tristeza. Seguiremos con todas las materias que tenemos ahora. Si no, yo me libraría de Defensa Contra las Artes Oscuras.

¡Pero si ésa es muy importante! —dijo Susan, sorprendida.

No tal como la imparte Lockhart, repuso Hermione. Lo único que me ha enseñado es que no hay que dejar sueltos a los duendecillos.

Si eso fue una idiotez de su parte, pero no estoy bromeado con dejar pociones, me es innecesaria y mi tercer año solo tengo el ojo en unas cuantas, Aritmancia, runas antiguas y creaturas mágicas.

Harry, es imposible, dijo Susan.

Harry tiene razón, yo también la dejaría, dijo Hermione, además Harry ya tiene un plan, verdad, Harry asintió.

Neville Longbottom había recibido carta de todos los magos y brujas de su familia, y cada uno le aconsejaba materias distintas. Confundido y preocupado, se sentó a leer la lista de las materias y les preguntaba a todos si pensaban que Aritmancia era más difícil que Adivinación Antigua, pero después de hablar con Harry, opto por Aritmancia, runas y creaturas mágicas, esta última para aumentar sus habilidades en pociones, ya que era bueno en herbolaria, solo le faltaba los animales.

Desde el año pasado tanto Susan, Hana y Neville se habían vuelto bastante buenos en pociones, no para ser excelentes, pero lo suficiente para no tener problemas.

Harry sonrió tristemente al imaginar lo que habrían dicho tío Vernon y tía Petunia si les consultara

sobre su futuro de mago.

Al final tanto Hermione, lavender y por consecuencia, Parváti, también optaron por Aritmancia, runes y creaturas mágicas, Parváti quería adivinación y estudios muggles, pero tanto Hermione y Harry le contaron, que adivinación solo era para videntes y estudios muggles estaba descontinuada, por lo que era más fácil aprender de Harry.

A Gryffindor le tocaba jugar el siguiente partido de quidditch contra Hufflepuff. Wood los machacaba con entrenamientos en equipo cada noche después de cenar, de forma que Harry no tenía tiempo para nada más que para el quidditch y para hacer los deberes. Sin embargo, los entrenamientos iban mejor, y la noche anterior al partido del sábado se fue a la cama pensando que Gryffindor nunca había tenido más posibilidades de ganar la copa.

Pero su alegría no duró mucho. Al final de las escaleras que conducían al dormitorio se encontró con Daphne, su razón era para tener su reunión ya esperada.

Hola Daphne hablo.

Harry por favor perdóname.

Suspiro, sígueme Harry dijo, optado por ir a su habitación.

Pero antes de dejarla entrar le entrego una vestimenta.

Tiempo después.

Harry estaba sentado en la cama, sin mostrar el menor signo de agotamiento. Sólo otra pista de lo mucho que había jodido cuando había elegido su objetivo. Sintió un hormigueo en la piel cuando él examinó su cuerpo. Ni su bata ni su ropa interior escondían su cuerpo de su mirada hambrienta. Sus instintos le rogaron que llevara su brazo a su pecho, pero los mantuvo a los costados, no queriendo molestarlo. Ya había corrido suficiente riesgo con su retraso y no quería tentar a su suerte. Así que se quedó de pie, con los ojos en el suelo, esperando que él dijera algo.

"Hola, Daphne", dijo. "Qué linda sorpresa." Ella no dijo nada, manteniendo los ojos en el suelo. "¿Por qué no caminas más cerca?", agregó. "No queremos que te agotes de pie, ¿verdad?"

Quería escupir una respuesta rebelde, pero su coraje vaciló. Sabía la diferencia entre ellos, y tenía miedo de presionarlo, miedo de las consecuencias si había logrado enojarlo de verdad. Caminó hacia él, sus piernas temblaban mucho con cada paso. Pero logró llegar a la cama sin caerse y se sentó. Ella se estiró para quitarse los zapatos, pero se detuvo a mitad de camino cuando él negó con la cabeza, indicándole que se los dejara puestos.

"Acércate", dijo, y ella se arrastró sobre la cama hacia él, muy consciente de la vista que generaba. Pero no tenía mucho sentido resistirse. "Buena chica", gritó mientras palmeaba el área a su lado, y Daphne se acercó, lo suficiente para que sus cuerpos se frotaran. Ella esperó, su cuerpo temblando bajo una mezcla de miedo y anticipación, pero él decidió no actuar. "¿Cómo estuvo tu día, Daphne?", Preguntó.

"Estuvo bien", respondió ella recatadamente. Ella no estaba sorprendida por su pregunta aparentemente casual. Era una estrategia que había usado con éxito en el pasado, obligando a sus inferiores a actuar casualmente, lo que subrayaba perfectamente su superioridad. No era tan divertido estar del otro lado. Pero rebelarse no era una opción, no cuando carecía de la más mínima esperanza de llegar a la cima.

Ella continuó respondiendo a sus preguntas sin sentido lo mejor que pudo. Tartamudeos ocasionales interrumpieron su flujo cuando sus labios presionaron su cuello, dejando atrás una sensación de ardor, una que amenazaba con expandirse e invadir todo su cuerpo, dejándole un hormigueo en los dedos de los pies. Era increíble lo mucho que su cuerpo reaccionaba a su toque.

La sensación no fue nada comparada con su siguiente acción. Él la agarró del cabello sin previo aviso. Ella se sobresaltó, pero no pudo alejarse con su cabello en su agarre. No estaba sorprendida por el cambio repentino. Después del trato que había sufrido la última vez, esperaba que su toque se endureciera, incluso si su repentino la había sorprendido. Un gemido de dolor escapó de su boca cuando su beso se convirtió en un mordisco, uno que fue lo suficientemente fuerte como para dejar una ligera marca y una sensación de calor.

No fue el único gemido que salió de su boca mientras sus labios continuaban explorando intensamente su cuello. Pero su gemido no fue el único después del primero, el placer aumentó su parte cada vez que un gemido se forzaba a salir de sus labios. Su orgullo disminuyó aún más a medida que aumentaba su placer, odiándose a sí misma por disfrutar la situación. Aceptar pasivamente el tratamiento era algo, pero disfrutarlo era otra cosa.

"¿Quién te pidió que detuvieras tu explicación?", le preguntó después de terminar su exploración de su cuello. Ella lo miró a los ojos, con la esperanza de encontrar un poco de misericordia, pero solo encontró un disfrute ilimitado.

Ella respiró hondo, tratando de reprimir sus reacciones lo suficiente como para continuar con su explicación sobre los desarrollos recientes en Ravenclaw, una tarea que se había vuelto más difícil cuando él deslizó su bata hacia un lado, dejando su hombro libre para un montón de besos humeantes. , rota por pequeños mordiscos ocasionales.

Tenía la sensación de que la sesión de esta noche no iba a ser corta. Y para empeorar las cosas, no sabía si la hacía sentir peor o mejor…

Había una cierta cantidad de placer en tener a la princesa de sangre pura más prominente de la escuela bajo su mando, lista para seguir cada una de sus órdenes, notó Harry incluso mientras mordía suavemente su hombro, dejando una suave marca atrás antes de retroceder, disfrutando de la vista. , especialmente la forma en que la hizo vestir. Una túnica dorada suelta habría cubierto completamente su cuerpo con modestia si no fuera por su defecto fatal de transparencia total. Y haciendo las cosas aún más difíciles para ella, necesitaba desesperadamente esa cubierta con el resto de su ropa que consistía solo en un sostén de estante y una tanga nominalmente más cubierta. Y, para colmo de males, eran de color dorado y escarlata.

Pero su ropa no era la parte importante, pensó, sin importar cuán divertidamente humillante fuera hacer que uno de los miembros más prominentes de la Casa de Slytherin se vistiera con una versión de stripper del uniforme de Gryffindor. No, ese honor recayó en la suavidad de su piel, añadió, su mano se deslizó bajo la cubierta sedosa de su bata, trazando sensualmente los contornos de su cuerpo. Eso, y su aceptación obediente de su toque, con implicaciones de largo alcance que no se limitaban a las oportunidades sexuales que le brindaba.

Era divertido, pensó mientras bajaba aún más la mano, dando vueltas alrededor del borde de sus pechos, sintiendo la forma en que ella se estremecía cada vez que su mano hacía un movimiento aventurero.

Para ser justos, las actividades finales estaban perdiendo importancia en cada segundo que pasaba, acelerado por la suave sensación que disfrutaba mientras arrastraba su mano hacia abajo. Y también había una bonificación en la situación. Con las otras chicas, todavía necesitaba actuar. Con Daphne, podía simplemente disfrutar de su cuerpo al contenido de su corazón. Sin máscara, sin actuación...

"¿Y luego qué pasó?" agregó Harry, obligándola a hablar sobre otro evento trivial que sucedió en la sala común de Ravenclaw. Mientras ella hablaba, él volvió a centrar su atención en su cuello, besando suavemente las marcas de mordeduras que le habían dejado el tratamiento anterior.

Sabía que a Daphne le parecía que no estaba prestando atención a lo que decía, que la estaba obligando a hablar solo como una expresión de su poder, pero ella estaba equivocada. Estaba usando sus talentos de Oclumancia para memorizar las palabras de ella, y dado que ella estaba demasiado distraída para inventar una mentira, o tener cuidado con lo que hablaba y lo que no, le estaba dando excelente información sobre la estructura de poder interna de la casa Ravenclaw.

Mientras lo hacía, tampoco descuidó su cuerpo, su Oclumancia le permitió dividir su atención perfectamente. Entonces, mientras él diseccionaba sus palabras, sus manos se deslizaron hasta su trasero, encerrando su trasero en su agarre posesivo.

Ella dejó escapar un gemido ahogado de placer, pero eso se marchitó rápidamente después de su mirada.

"Entonces, Daphne", preguntó el con un tono casual. "¿Te estas divirtiendo con esto?"

Esa pregunta logró sorprender a Daphne a pesar de la situación en la que se encontraba. Se echó hacia atrás, con el conflicto claro en su rostro. Su disfrute era claro en su rostro, pero estaba acompañado por una negación espesa. El conflicto reinó en sus ojos por un momento, pero solo por un momento. —No —se las arregló para murmurar, lo que habría sido una mentira más creíble si no fuera por sus ojos, temblando de profunda excitación.

Harry llevó su mirada a la de ella mientras una de sus manos trepaba hacia su cuello. Él agarró suavemente su cuello, sintiendo su pulso fuera de control latiendo bajo sus dedos.

"¿Me estás mintiendo!, Daphne?", Dijo amenazadoramente. Abrió la boca, pero estaba demasiado ahogada por el pánico para responder.

Sin previo aviso, Harry la empujó hacia atrás, golpeándola contra la cama, lo suficientemente fuerte como para lastimarla si la superficie fuera algo que no fuera algodón y seda. Apretó su mano alrededor de su cuello, lo suficiente como para cortarle la respiración, pero no lo suficientemente fuerte como para hacerle daño o dejar una marca. "Vamos a intentarlo de nuevo", dijo con una alegría que contrastaba con el momento. "¿Estabas disfrutando el tratamiento que has estado recibiendo hace unos momentos?"

"S-Sí", susurró Daphne, logrando alargar una respuesta.

Desafortunadamente para ella, Harry apenas estaba comenzando. Había una cierta dimensión interesante en la forma en que ella reaccionó a su último movimiento, y quería comprobar sus límites, por curiosidad.

"Siguiente pregunta, mi princesa. ¿Estás disfrutando esto?" preguntó interesado por su respuesta, apretando un poco su garganta para quitar cualquier duda de lo que estaba hablando.

Sus ojos eran ventanas a un tornado de confusión y negación, pero ambos estaban vueltos hacia adentro. Su silencio se prolongó hasta que Harry apretó su garganta una vez más. "Sí," jadeó una vez más, su voz quebrada por el trato algo rudo.

"Lo estoy disfrutando!" dijo Daphne con un gemido

"Excelente," dijo Harry, pero no soltó su agarre. "Pasemos al siguiente. ¿Cuál disfrutaste más? El anterior, o mis dedos alrededor de tu garganta, cortando lentamente tu respiración".

Una vez más, le tomó un tiempo responder, no es que hubiera alguna duda sobre su respuesta. Su mirada afligida fue suficiente respuesta, para confirmar, ambas, curioso pensó.

Interesante, pensó Harry, pero no del todo inesperado. La forma en que se dobló durante su encuentro insinuó en gran medida sus tendencias sumisas, y una torcedura real hacia la esclavitud no era demasiado exagerada. "Ambas!", dijo ella, derrotada pero sincera.

"Oh, mi princesa", murmuró emocionado mientras le apretaba la garganta una vez más, mientras su otra mano comenzaba a explorar su cuerpo agresivamente. "Vamos a divertirnos mucho juntos". Entonces, sin previo aviso, su mano alrededor de su garganta se apartó y la levantó tirando de su cabello, un movimiento que la obligó a llorar dolorosamente, pero Harry no tuvo la suposición de saber que ella lo estaba disfrutando. Él lo leyó directamente de sus ojos.

Decidió convertir la intimidad en un arma como una herramienta para domarla y estrelló sus labios contra los de ella. Su lengua se deslizó dentro sin perder un segundo, comenzando a explorar su boca con pasión. Su lengua yacía pasiva en su boca, concediendo su superioridad sin luchar. Durante el beso, su mano todavía estaba alrededor de su cabello, manteniendo su agarre en su boca. E lugar de quejarse, estaba mostrando signos de disfrute.

Él soltó su cabello, deslizando ambas manos hacia su espalda, y antes de que ella pudiera reaccionar, estaba agarrando su bata. Su bata delgada y frágil. No tuvo oportunidad de resistirse cuando Harry tiró con fuerza, bajando a su cintura la bata. Ella se puso rígida con la escalada cuando las manos de él comenzaron a recorrer agresivamente su espalda desnuda, manteniendo sus labios conectados. Sus labios aún estaban pasivos, aceptando, pero de todos modos estaban bailando con los de él.

Era hora de calentar aún más las cosas y ver sus límites, decidió Harry. Su mano se deslizó hasta su trasero, acariciando su piel por un momento antes de retirarse. Volvieron a aterrizar un segundo después, y aterrizando una fuerte palma en su trasero. Ella se apartó del beso, con la boca abierta en un gemido de placer, pero él no la dejó llorar para terminar. Él agarró su cabeza, lo suficientemente rígido como para llamar su atención. "¿Quién te dijo que puedes retroceder?", dijo lentamente, disfrutando la forma de cada palabra en su boca mientras se iban.

"L-lo siento", tartamudeó Daphne mientras intentaba inclinarse hacia adelante, pero Harry presionó su dedo sobre sus labios, evitando que lo hiciera.

"¿Te dije que empezaras de nuevo?", dijo con el mismo tono engañosamente suave mientras se alejaba un poco, haciendo todo lo posible por no esbozar una sonrisa, pero era difícil cuando miraba a Daphne, que se parecía extrañamente a ella. un gatito perdido en un aguacero.

"Tráeme un poco de agua, tengo sed", ordenó, señalando hacia la pequeña mesa con una jarra de cristal.

Esperaba que ella alcanzara su varita para invocarla, sus dedos ansiaban castigarla, pero ella lo sorprendió poniéndose de pie en su lugar. Se encogió de hombros con desdén. Aparentemente, tuvo más éxito en entrenarla de lo que supuso al principio. Se inclinó hacia atrás para ver mejor mientras Daphne intentaba mantener su bata puesta, pero después de algunos pasos, ella se dio por vencida y la bata se deslizó por el suelo como un humo dorado, dejándola carmesí. ropa interior como la única prenda que tenía, por deficiente que fuera.

Y la vista solo mejoró después de que ella llenó el vaso para él y se dio la vuelta. Gracias al sostén que había comprado para ella, sus pezones estaban a la vista. Parecían tan rígidos como una roca, y Harry dudaba que el relativo frío de la habitación fuera la única razón. Sus pechos temblaban atractivamente con cada paso, haciendo que su brazo izquierdo, libre de estorbos, se contrajera con el deseo de cubrirse, pero era lo suficientemente inteligente como para saber que no ayudaría.

"Gracias, mi princesa", dijo mientras tomaba el vaso de sus manos y lo bebía lentamente, manteniendo los ojos en su cuerpo durante todo el tiempo. Con cada segundo que pasaba, su sonrojo se oscurecía, pero no dijo nada, ni trató de cubrir su cuerpo a pesar de su evidente incomodidad. ella estaba aprendiendo y ahora la tenía domesticada, como una linda gatita.

Bien Daphne, puedo perdonarte.

Pero ella no quería eso su mirada, lo decía todo.

Puedes hablar, presiento que quieres algo.

S-sí, puedes volver a besarme, em, de la misma forma que antes, pregunto sumisa Daphne, dejado completamente su actitud orgullosa.

Harry no la rechazo, la volvió a poner en su regazo, pero ahora de una forma menos agresiva, todavía jugo con sus tetas grandes en desarrollo, agarro de ese trasero grande de burbuja y acaricio su rostro hasta sus piernas, haciendo uso de su cuerpo.

En sus carisias y besos, solo escuchaba como ella decía que ella le pertenecía, y podía hacer lo que quisiese con su cuerpo, estuvo muy tentado de hacer caso de sus suplicas sumisas, pero decidió parar no porque no pudiese.

La verdadera razón era que deseaba tener uso más en el futuro, quería verla desarrollarse más, además sin importar que ahora ella era dócil hacia él, quería que fuera menos orgullosa ante los demás, principalmente a sus prometidas y novias.

Daphne debemos para, por hoy es suficiente, estoy cansado, pero no hay necesidad de irte, él se acostó en su cama y palmeo el otro lado, ella obedeció sin decir nada y luego el la atrajo a su regazo, la abrazo posesivamente de su cintura, y la atrajo a otro beso igualmente posesivo, y le susurro a su oído, ahora eres mía, me perteneces y me obedecerás absolutamente queda claro.

S-sí, yo nunca te hare enojar nunca más, te lo prometo, solo no me dejes.

Está bien, Daph, ella sonrió al oír eso, lo abrazo más y ella agarro su mano y se la puso en su trasero, el a consecuencia se acurruco y dio un apretón a su trasero sacado un gemido de su parte, luego se durmieron felizmente.

Después de perdona y dominar a Daphne, por fin ella se juntó con mis demás chicas, lo primero que hizo es pedir disculpas a todas por su actitud, lo que hizo que ahora fuera una de ellas.

Incluso ahora Marieta también fue aceptada, lo que me hizo pensar en mi reunión con Pansy y darle respuestas a Susan.

Días después.

Tres días antes del primer examen, durante el desayuno, la profesora McGonagall hizo otro anuncio a la clase.

Tengo buenas noticias, dijo, y el Gran Comedor, en lugar de quedar en silencio, estalló en alboroto.

¡Vuelve Dumbledore! —dijeron varios, entusiasmados.

¡Han atrapado al heredero de Slytherin! gritó una chica desde la mesa de Ravenclaw.

¡Vuelven los partidos de quidditch! rugió Wood emocionado. Cuando se calmó el alboroto, dijo la profesora McGonagall:

La profesora Sprout me ha informado de que las mandrágoras ya están listas para ser cortadas. Esta noche podremos revivir a las personas petrificadas. Creo que no hace falta recordaros que alguno de ellos quizá pueda decirnos quién, o qué, los atacó. Tengo la esperanza de que este horroroso curso acabe con la captura del culpable.

Hubo una explosión de alegría. Harry miró a la mesa de Slytherin y no le sorprendió ver que Draco Malfoy no participaba de ella. Ron, sin embargo, parecía más feliz que en ningún otro momento de los últimos días.

En aquel mismo instante, Millicent se acercó y se sentó junto a Harry. Parecía tensa y nerviosa, y Harry vio que se retorcía las manos en el regazo.

¿Qué pasa? —le preguntó Harry, de forma amable.

Millicent no dijo nada, pero miró la mesa de Slytherin del otro lado con una expresión asustada que a Harry le recordaba a alguien, aunque no sabía a quién.

Harry comprendió entonces a quién le recordaba Millicent. Se balanceaba ligeramente hacia atrás y hacia delante en la silla, exactamente igual que lo hacía Dobby cuando estaba a punto de revelar información prohibida.

Tengo algo que deciros, masculló Millicent, evitando mirar directamente a Harry.

¿Qué es? preguntó Harry.

Parecía como si Millicent no pudiera encontrar las palabras adecuadas.

¿Qué? Volvió a preguntar

Millicent abrió la boca, pero no salió de ella ningún sonido. Harry se inclinó hacia delante y habló en

voz baja, para que sólo le pudieran oír Millicent y Ginny.

¿Tiene que ver con la Cámara de los Secretos? ¿Has visto algo o a alguien haciendo cosas sospechosas?

Millicent cogió aire, y en aquel preciso momento apareció Percy Wesley, pálido y fatigado.

Si has acabado de comer, me sentaré en tu sitio, Ginny. Estoy muerto de hambre. Acabo de terminar la ronda.

Millicent saltó de la silla como si le hubiera dado la corriente, echó a Percy una mirada breve y aterrorizada, y salió corriendo. Percy se sentó y cogió una jarra del centro de la mesa.

¡Percy! dijo Ginny enfadada. ¡Estaba a punto de contarnos algo importante! Percy se atragantó en medio de un sorbo de té.

¿Qué era eso tan importante? preguntó, tosiendo.

Yo le acababa de preguntar si había visto algo raro, y ella se disponía a decir…

¡Ah, eso! No tiene nada que ver con la Cámara de los Secretos —dijo Percy.

¿Cómo lo sabes? dijo Ginny curiosa, arqueando las cejas.

Bueno, si es imprescindible que te lo diga… la señorita Bulstrode, esto…, me encontró el otro día cuando yo estaba… Bueno, no importa, el caso es que… ella me vio hacer algo y yo, hum, le pedí que no se lo dijera a nadie. Yo creía que mantendría su palabra. No es nada, de verdad, pero preferiría…

Harry nunca había visto a Percy pasando semejante apuro.

¿Qué hacías, Percy? preguntó Ginny, sonriendo. Vamos, dínoslo, no nos reiremos. Percy no devolvió la sonrisa.

Pásame esos bollos, Harry, me muero de hambre.

Harry sabía que todo el misterio podría resolverse al día siguiente, pero, si se presentaba, no dejaría escapar la oportunidad de hablar con ella. Y afortunadamente se presentó, a media mañana, cuando Gilderoy Lockhart les conducía al aula de Historia de la Magia.

Millicent estaba esperándome en un pasillo donde después de hablar por un buen rato, averigüe mucho, lo primero fue que Percy, había sido descubierto intentado chantajear a Penélope, la palabra intentado, ya que no pudo hacer nada, gracias a su estado y gracias a que ella los vio.

Lo segundo fue que le pidió disculpas por su pelea con Hermione, su razón fue que estaba enojada con la culminación o corte de su contrato con la casa Malfoy, por lo que supo era que querían tener un lugar guardado para presionar a la familia Greengrass, por eso el pago de la multa hacia su casa y familia, lo que puso a ella como heredera de cuarta al rechazo de una familia prominente.

Harry ya vena venir esto, de una forma, ese investir de Lucius Malfoy, no quedo conforme con su antigua y actual unión de familias, no, el arrogante, posiblemente hizo que Draco rechazara a Millicent, y ahora tenía los ojos en Daphne o Astoria seguramente en la última, ni loco dejaría a su linda Tori, su rayo de sol y ahora menos a su linda gatita Daphne, de pensar que ahora era muy dócil, pero todavía para los ojos de los demás era una chica dura y orgullosa.

Aunque antes de que me digiere más fue casi asustada por Percy, y por su mirada sospeche que ella era la actual poseída, pero no pude hacer nada por mi reunión con Pansy y Susan.

Minutos después estaba en una habitación genérica del tercer piso, para mi comodidad opté por transfigurar unos sofás y una mesita, también gracias a mi amigo y hermano Neville, conseguí te de alta calidad.

Con Pansy.

Pansy seguía a su pequeña amiga de ideas raras, pero con la suficiente amabilidad ella no la juzgo, al contrario, le caía bien, últimamente había estado hablado con ella, y había descubierto que era un genio tanto como las fuerzas de Hermione Granger y Daphne Greengrass, pero para su año e incluso más.

Su compañía sea había vuelto habitual, incluso lo mejor de su vida, con el aislamiento de Mili y con el poder de Alexandra y su pandilla, ella siempre estaba sola, pero luna de la nada llego a su mesa y le pidió ser su amiga.

Luego un día de la semana la llevó a su cuarto secreto, el cual estaba detrás de un cuadro de una bruja de pelo rubio, le la había pasado de lo mejor, ya que tenía libros, vestidos hermosos y lo que mas le gustaba, un lugar privado.

Luego se sorprendió cuando, otras chicas de su edad entraron, de las cuales una era Ginny Wesley la cual le dijo que no era tan unido a sus hermanos con excepción de su hermano Billy Wesley y un poco los gemelos, luego fue Catherine Malfoy ella dijo que odiaba a su familia por abandonarla como un Scip y que no le importaba su hermano, luego fue la sorpresa más grande Alexandra black, la cual se burló de ella por pensar que era mala y una purasangre arrogante, después de eso no le extraño ver a Susan Bones, lavender Brown o Penélope, pero lo habitual siempre era estar con luna y comer en su cuarto, lo que hizo mucho por ella en lo académico.

Luego un día luna le dijo de la nada si quería conocer a su prometido, lo que la sorprendió, pero accedió de inmediato.

Ahora iban a un salón al azar del tercer piso, junto a luna mi mejor amiga curioso, pero estaba emocionada solo esperado que fuera alguien digno, y guapo, tal vez Harry, no que pienso.

Entramos y luna inmediatamente corrió a los brazos de una persona, lo que no me dejo ver, luego luna se bajó y me dejo ver quien era mi prometido.

Hola Pansy, es bueno que estes aquí.

Para mi sorpresa era Harry Potter, mi prometido era Harry.

Pov normal.

Hola Pansy, es bueno que este aquí, dije, lo que dejo en shock a Pansy.

Me acerque y le pregunte a la chica en shock.

Estas bien Pansy, lo que no me espere fue un gran abrazo.

¡Si!, Si, tú eres mi prometido, dijo Pansy emocionada, como eres mi prometido.

Bueno es una larga historia, luna ven siéntate a mi lado.

Si Harry, dijo luna soñadoramente.

Luego puso a Pansy en su regazo para su vergüenza y empezó a narra lo de su herencia y la antigua alianza.

Harry entonces mi abuelo hizo valida el decreto de compromiso y tú eres lord de los cuatro fundadores, Peverett, Potter y primero en la fila para black, asintió.

Harry en verdad me quieres a tu lado como prometida, no soy una chica tan bonita como las demás, yo.

La interrumpí eres lo suficientemente linda y lo que te falte puedo resolverlo.

Si Harry aquí, tiene pócimas de desarrollo y de purificación, además él es causante de la apariencia de Millicent, dijo luna todavía acorrucada en un brazo de Harry.

Eso es verdad, pregunto Pansy.

Si, entonces quieres ser mi prometida.

Si quiero, sería un honor, dijo Pansy feliz.

Luego de esa reunión decidí buscar a Susan ya era hora de decirle todo, el próximo año saldría a la luz mi nuevo estatus.

Una hora después.

Harry fue a la sala de los menesteres para tener una plática con Susan.

Cuando llego encontró a Susan nerviosa, pero con un aire esperanzado.

Hola susi, dijo.

Hola Harry, dijo Susan.

Sabes por qué te cite aquí, verdad.

Si, algo, me vas a revelar los secretos entre tu y mi tía, algo que me corresponde, el asintió.

Primero esto que te diré es un secreto, pero viendo que el próximo año eso no importara ya que probablemente, tu tía te lo diga, puedo decírtelo, solo con una condición.

Cual es Harry, pregunto Susan.

Harry sonrió, luego atrajo a Susan a su regazo para su vergüenza, luego Harry la detuvo de decir algo, poniendo un dedo en sus labios, el motivo por que hable con tu tía es debido a un acuerdo entre la casa Potter y Bones, con un acuerdo de compromiso.

Eh, quieres decir que en el futuro podría ser tu esposa, pregunto emocionada Susan.

Si, estas, desacuerdo con este compromiso.

Claro, claro, luego Susan beso su mejilla, es lo que más quería en toda mi vida.

Me alegra, pero no he terminado, Harry le empezó a narrar, sobre su herencia, lo de ser un lord, las cuatro casas, las demás prometidas y lo de que Hermione era la matriarca.

Entonces Harry, quieres que guarde el secreto de todo lo que me has dicho, con excepción de las personas que lo saben, pregunto Susan.

Exactamente, en el tercer año revelare dos de mis herencias, Potter y Black, como lord Potter y como heredero de la casa black, la razón es para poder proteger a Daphne y Astoria, principalmente a Astoria, la cual vendrá el próximo año, junto a leonora, también será el año de renunciar a pociones y revelar mi maestría sobre ella.

Así que serias oficialmente una de mis prometidas.

Como te dije Susan, acepto, solo espero ser una buena prometida.

Tiempo después.

Harry se acercó a la pared. Tenía la garganta muy seca. No tuvo que hacer un gran esfuerzo para imaginarse que tanto Millicent y su preciosa Ginny estaban dentro, el anterior mensaje lo decía todo, y a diferencia de su anterior acción vino de inmediato.

Tenía que intuir lo que debía hacer. Se aclaró la garganta, y le pareció que los ojos de las serpientes parpadeaban.

¡Ábrete! —dijo Harry, con un silbido bajo, desmayado.

Las serpientes se separaron al abrirse el muro. Las dos mitades de éste se deslizaron a los lados hasta quedar ocultas, y Harry, cauteloso, entró.

El hallaba en el extremo de una sala muy grande, apenas iluminada. Altísimas columnas de piedra talladas con serpientes enlazadas se elevaban para sostener un techo que se perdía en la oscuridad,

proyectando largas sombras negras sobre la extraña penumbra verdosa que reinaba en la estancia.

Con el corazón latiéndole muy rápido, Harry escuchó aquel silencio de ultratumba. ¿Estaría el basilisco acechando en algún rincón oscuro, detrás de una columna? ¿Y dónde estaría Millicent y Ginny?

Sacó su varita y avanzó por entre las columnas decoradas con serpientes. Sus pasos resonaban en los muros sombríos. Iba con los ojos entornados, dispuesto a cerrarlos completamente al menor indicio de movimiento. Le parecía que las serpientes de piedra lo vigilaban desde las cuencas vacías de sus ojos. Más de una vez, el corazón le dio un vuelco al creer que alguna se movía.

Y entre los pies, boca abajo, vio una pequeña figura con túnica negra y el cabello de un rojo encendido, a su lado estaba una Millicent pálida y por su rostro había llorado.

¡Ginny! susurró Harry, corriendo hacia ella e hincándose de rodillas. ¡Ginny! ¡No estés muerta! ¡Por favor, no estés muerta! Dejó la varita a un lado, cogió a Ginny por los hombros y le dio la vuelta. Tenía la cara tan blanca y fría como el mármol, aunque los ojos estaban cerrados, así que no

estaba petrificada. Pero entonces tenía que estar…. Ginny, por favor, despierta susurró Harry sin esperanza, agitándola. La cabeza de Ginny se movió, inanimada, de un lado a otro.

No despertará dijo una voz suave. Harry se enderezó de un salto.

Un muchacho alto, de pelo negro, estaba apoyado contra la columna más cercana, mirándole. Tenía los contornos borrosos, como si Harry lo estuviera mirando a través de un cristal empañado. Pero no había dudas sobre quién era.

Tom… ¿Tom Riddle?

Riddle asintió con la cabeza, sin apartar los ojos del rostro de Harry.

¿Qué quieres decir? ¿Por qué no despertará? dijo Harry desesperado. ¿Ella no está… no está…?

Todavía está viva, contestó Ryddle, pero por muy poco tiempo.

Una sonrisa curvó las comisuras de la boca de Ryddle. Siguió mirando a Harry, jugando indolente con la varita.

Escucha dijo Harry con impaciencia. Las rodillas se le doblaban bajo el peso muerto de Ginny

He esperado este momento durante mucho tiempo, Harry Potter, dijo Ryddle. Quería verte. Y

hablarte.

Mira dijo Harry, tratando de sacar la verdad, me parece que no lo has entendido: estamos en la

Cámara de los Secretos. Ya tendremos tiempo de hablar luego.

Vamos a hablar ahora, dijo Ryddle, sin dejar de sonreír, y se guardó en el bolsillo la varita de

Harry, él no la necesitaba.

Harry lo miró.

¿Cómo ha llegado Ginny a este estado? preguntó, hablando despacio.

Bueno, ésa es una cuestión interesante dijo Ryddle, con agrado. Es una larga historia. Supongo que el verdadero motivo por el que Ginny está así es que le abrió el corazón y le reveló todos sus secretos a la persona equivocada.

¿De qué hablas? dijo Harry.

Del diario, respondió Ryddle o de la persona que lo tenía, la señorita Millicent. De mi diario. La señorita Millicent ha estado escribiendo en él durante unos meses, contándome todas sus penas y congojas: que todos se burlaban de ella, que tenía que venir al colegio con túnica y libros de segunda mano debido a su estatus actual, que… A Ryddle le brillaron los ojos… pensaba que el famoso, el bueno, el gran Harry Potter no llegaría nunca a quererla…

Mientras hablaba, Ryddle mantenía los ojos fijos en Harry. Había en ellos una mirada casi ávida.

Es una lata tener que oír las tonterías de una niña de trece años, siguió. Pero me armé de paciencia. Le contesté por escrito. Fui comprensivo, fui bondadoso. Millicent, simplemente, me adoraba: Nadie me ha comprendido nunca como tú, Tom… Estoy tan contenta de poder confiar en este diario… Es como tener un amigo que se puede llevar en el bolsillo…

Ryddle se río con una risa potente y fría que parecía ajena. A Harry tubo una ira casi ciega, a pesar de su mirada externa, volver a escuchar a este loco, y saber que Millicent tenía sentimiento por él.

Si es necesario que yo lo diga, Harry, la verdad es que siempre he fascinado a la gente que me ha convenido.

Así que esa tonta me abrió su alma, y era precisamente su alma lo que yo quería. Me hice cada vez más fuerte alimentándome de sus temores y de sus profundos secretos. Me hice más poderoso, mucho más que la pequeña señorita Bulstrode. Lo bastante poderoso para empezar a alimentar a la señorita Bulstrode con algunos de mis propios secretos, para empezar a darle un poco de mi alma…

¿Qué quieres decir? preguntó Harry, ahora confundido.

¿Todavía no lo adivinas, Harry Potter? dijo sin inmutarse Ryddle. Millicent Bulstrode abrió la Cámara de los Secretos. Ella retorció el pescuezo a los gallos del colegio y pintarrajeó pavorosos mensajes en las paredes. Ella echó la serpiente de Slytherin contra las cuatro sangres sucias y el gato del Squib.

¡No! susurró Harry.

Sí, dijo Ryddle con calma—. Por supuesto, al principio ella no sabía lo que hacía. Fue muy divertido. Me gustaría que hubieras podido ver las anotaciones que escribía en el diario… Se volvieron mucho más interesantes… Querido Tom, recitó, contemplando la horrorizada cara de Harry, creo que estoy perdiendo la memoria. He encontrado plumas de gallo en mi túnica y no sé por qué están ahí. Querido Tom, no recuerdo lo que hice la noche de Halloween, pero han atacado a un gato y yo tengo manchas de pintura en la túnica. Querido Tom, Pansy me sigue diciendo que estoy pálida y que no parezco yo. Creo que sospecha de mí… Hoy ha habido otro ataque y no sé dónde me encontraba en aquel momento. ¿Qué voy a hacer, Tom? Creo que me estoy volviendo loca. ¡Me parece que soy yo la que ataca a todo el mundo, Tom!

Harry tenía los puños apretados y se clavaba las uñas en las palmas.

Le llevó mucho tiempo a esa tonta dejar de confiar en su diario explicó Ryddle. Pero al final sospechó e intentó deshacerse de él. Y entonces aparécelo esa tonta de la familia Greengrass, le quito el diario lo único bueno fue que me dio mucha información de ti, luego la tonta de Bulstrode lo obtuvo de nuevo, fue cuando opte por secuestrar a otra chica que te obligaría a venir aquí.

Ginny respondió Harry.

Luego le empezó a narra cómo había creado su diario, información valiosa, ya que tanto Millicent y Ginny, tenían una conexión con ese diario, Millicent más que Ginny.

»Sólo el profesor de Transformaciones, Dumbledore, creía en la inocencia de Hagrid. Convenció a Dippet para que retuviera a Hagrid y le enseñara el oficio de guarda. Sí, creo que Dumbledore podría haberlo adivinado. A Dumbledore nunca le gusté tanto como a los otros profesores…

Me apuesto algo a que Dumbledore descubrió tus intenciones, dijo Harry, rechinando los dientes.

Bueno, es verdad que él me vigiló mucho más después de la expulsión de Hagrid, me fastidió bastante, dijo Ryddle sin darle importancia. Me di cuenta de que no sería prudente volver a abrir la cámara mientras siguiera estudiando en el colegio. Pero no iba a desperdiciar todos los años que había pasado buscándola. Decidí dejar un diario, conservándome en sus páginas con mis dieciséis años de entonces, para que algún día, con un poco de suerte, sirviese de guía para que otro siguiera mis pasos y completara la noble tarea de Salazar Slytherin.

Bueno, pues no la has completado, dijo Harry en tono triunfante. Nadie ha muerto esta vez, ni siquiera el gato. Dentro de unas pocas horas la pócima de mandrágora estará lista y todos los petrificados volverán a la normalidad.

¿No te he dicho todavía dijo Ryddle con suavidad, que ya no me preocupa matar a la sangre sucia? Desde hace meses mi nuevo objetivo has sido… tú. Harry lo miró. Imagina mi disgusto cuando alguien volvió a abrir mi diario, y ya no eras esa tonta me escribía, sino Ginny.

» Así que hice que Ginny escribiera en la pared su propia despedida y bajara a esperarte. Luchó y gritó y se puso muy pesada. Pero ya casi no le quedaba vida: había puesto demasiado en el diario, en mí. Lo suficiente para que yo pudiera salir al fin de las páginas. He estado esperándote desde que llegamos. Sabía que vendrías. Tengo muchas preguntas que hacerte, Harry Potter.

¿Como cuál? soltó Harry, con los puños aún apretados.

Bueno, dijo Ryddle, sonriendo, ¿cómo es que un bebé sin un talento mágico extraordinario derrota al mago más grande de todos los tiempos? ¿Cómo escapaste sin más daño que una cicatriz, mientras que lord Voldemort perdió sus poderes?

En aquel momento apareció un extraño brillo rojo en su mirada.

¿Por qué te preocupa cómo me libré? dijo Harry despacio, sabiendo que revelaría sus planes. Voldemort fue posterior a ti.

Voldemort, dijo Ryddle imperturbable, es mi pasado, mi presente y mi futuro, Harry Potter… Sacó del bolsillo la varita de Harry y escribió en el aire con ella tres resplandecientes palabras:

TOM SORVOLO RYDDLE

Luego volvió a agitar la varita, y las letras cambiaron de lugar:

SOY LORD VOLDEMORT

¿Ves? —susurró—. Es un nombre que yo ya usaba en Hogwarts, aunque sólo entre mis amigos más íntimos, claro. ¿Crees que iba a usar siempre mi sucio nombre muggle? ¿Yo, que soy descendiente del mismísimo Salazar Slytherin, por parte de madre? ¿Conservar yo el nombre de un vulgar muggle que me abandonó antes de que yo naciera, sólo porque se enteró de que su mujer era bruja? No, Harry. Me di un nuevo nombre, un nombre que sabía que un día temerían pronunciar todos los magos, ¡cuando yo llegara a ser el hechicero más grande del mundo!

Harry, notando que el miedo se le extendía por las entumecidas piernas, vio que Ryddle se detenía entre las altas columnas y dirigía la mirada al rostro de Slytherin, que se elevaba sobre él en la oscuridad. Ryddle abrió la boca y silbó… pero Harry comprendió lo que decía, y lo esperaba, ya tenía planes, para lidiar con esta creatura y la sombra de Voldemort, tenía un hechizo oscuro de la casa black, era un hechizo que succionaba el conocimiento de un objeto o artefacto mágico u oscuro desviado el alma, era un hechizo que copiaba ese conocimiento, una variante del hechizo de luz para copiar libros.

Al principio lo iba a usar para darle conocimiento a Ginny, pero ahora que lo pensaba, se lo debía también a Millicent, sabía que ya tenía muchas prometidas, novias o concubinas, pero luego llego las palabras que las chicas le dijeron, el cual era si las chicas eran sinceras y él podía no las rechazaran.

Háblame, Slytherin, el más grande de los Cuatro de Hogwarts.

Harry se volvió hacia la estatua y aprovecho, para lanzar su hechizo, Harry susurro memoriam trahat y luego susurro otro hechizo aptet binding scientia, y transfirió tales conocimientos a Mili y Ginny, luego tomo el diario.

El gigantesco rostro de piedra de la estatua de Slytherin se movió y Harry vio, expectante, que abría la boca, más y más, hasta convertirla en un gran agujero.

Algo se movía dentro de la boca de la estatua. Algo que salía de su interior.

Harry retrocedió hasta dar de espaldas contra la pared de la cámara y cerró fuertemente los ojos.

Una gran mole golpeó contra el suelo de piedra de la cámara, y Harry notó que toda la estancia temblaba. Sabía lo que estaba ocurriendo, podía sentirlo, podía ver sin abrir los ojos la gran serpiente desenroscándose de la boca de Slytherin. Entonces oyó una voz silbante.

Mátalo.

El basilisco se movía hacia Harry, éste podía oír su pesado cuerpo deslizándose lentamente por el polvoriento suelo. Con los ojos cerrados, Harry comenzó a moverse a ciegas hacia un lado. Ryddle reía…

De repente Harry lanzó un hechizo ya previo y activo las runas que ya había puesto antes de entrar a Hogwarts, luego se escucharon abrirse tres pequeñas habitaciones, y gritaron los gallos inmediatamente, asiendo chillar a el basilisco.

Rápidamente Harry lanzó el diario a la boca del basilisco, Tom empezó a gritar como loco, y luego se desvaneció, luego Harry invoco su espada y gracias a sus guantes, y que pudo usar los chillidos de la creatura la apuñalo usado su gran velocidad.

Harry se levantó temblando. La cabeza le daba vueltas, como si hubiera recorrido kilómetros con los polvos flu.

Le llegó un débil gemido del fondo de la cámara. Ginny se movía. Mientras Harry corría hacia ella, y la abrazaba, para tranquilizarla en ese momento mili también se despertó.

la muchacha se sentó, y sus ojos desconcertados pasaron del inmenso cuerpo del basilisco a Harry, con la túnica empapada de sangre, y luego al cuaderno que éste llevaba en la mano. Profirió un grito estremecido y se echó a llorar.

Harry…, ah, Harry, intenté decíroslo en el desayuno, pero delante de Percy no fui capaz. Era yo, Harry, pero te juro que no quería… Ryddle me obligaba a hacerlo, se apoderó de mí y… ¿cómo lo has matado? ¿Dónde está Ryddle? Lo último que recuerdo es que salió del diario y me obligó a noquear a Gini.

Ha terminado todo bien, dijo Harry, cogiendo el diario para enseñarle a Millicent el agujero hecho por el colmillo. Ryddle ya no existe. ¡Mira! Ni él ni el basilisco. Vamos, Ginny, Mili, salgamos…

¡Me van a expulsar! se lamentó Millicent, incorporándose torpemente con la ayuda de Harry. Ahora tendré que irme y… ¿qué pensarán mis padres?

No te preocupes por eso, nadien sabe quién fue, y por mi parte nadien lo sabrá, además Ginny no salió dañada, así que esta todo bien, en cuanto al basilisco me serviría mucho.

Eres tan amable, respondió Millicent, me salvaste la vida dos veces, te debo mucho, ella empezó a brillar.

Oh que pasa se dijo Harry.

Harry, respondió Ginny, es una deuda de vida, no solo es eso el brillo es rojo, una deuda de amor incondicional.

Por qué no lo vi venir, Mili sabes lo que significa esto, ella asintió, y estás de acuerdo, ella volvió a asentir frenéticamente, bueno, primero tendré que redactar un contrato entre tu casa y la mía, para guardar apariencias.

Mili eres pura verdad, Draco.

¡No!, no, ese tonto, a pesar de mi belleza es demasiado tonto, y además como sabes no soy una chica muy femenina, me gusta usar la fuerza, Dijo Millicent.

Bueno, realmente no me importa, pero así las cosas son más fáciles, por otro lado, tienes que reconciliarte con Hermione y estar más con Pansy.

Por qué, tendría que reconciliarme, pregunto Millicent.

Porque es la matriarca Potter.

Oh, está bien, dijo ella.

Bien ahora ya vámonos, ¡nova! Grito, y su fénix apareció, luego los llevo a su habitación para acordar más detalles y descansar.