Para Serena y Anto, con agradecimiento y cariño para ambas.
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Acotaciones:
-Parlamento-
Descripción de la situación, según el personaje
/Pensamientos del personaje/
(N. A.: Aclaraciones)
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CAPITULO TERCERO
Cuando la miro…me siento muy absurdo.
Ya hace mucho ella me lo había advertido…Y yo no escuché, como siempre.
Pero ahora que ya no sé como ver las cosas…es la persona que más necesito a mi lado.
Sin importar cuantas veces le diga que prometo escucharle siempre y desde ahora, sé que en algún momento de mi vida, quizá por alguna razón idiota, no lo haré.
Lo lamentaré en aquel momento como lo estoy lamentando ahora.
Finalmente, ella ha sido quien lo ha comprendido todo mucho antes que yo. Termina de entenderme antes de que yo siquiera logre analizarme.
Me conoce y me valora más de lo que yo mismo me valoro…
De pronto, simple y sencillamente me dio a entender que estaba enterada del juego. No supe desde cuando y no supe, hasta ahora, el como.
Lo descubrió por las miradas, las caricias, los leves roces accidentales y otros tantos gestos poco comunes que manteníamos él y yo.
Lo sabía por mis sonrojos, mis sonrisas y mis esquivas ante las preguntas simples.
Yo jamás quise entenderlo…
Al principio, el juego se me antojaba maravilloso, me mantenía de buen humor y los encuentros a escondidas parecían sacarme la cordura poco a poco, como drogándome.
Tengo que reconocer que no pensé en lo profundo que sería el golpe…
Me abraza…y, por lo menos ella, entiende que la parte de mi que lo creía perfectamente necesario está destrozada. Comprende que, si no se me hubiesen acabado ya, mi rostro estaría bañado en lágrimas.
Él está mirando…
Hace más de tres días que no hablamos. Peter y James insisten en saber lo que nos pasa, pero ambos mentimos. Simplemente, en nuestro interior, estamos de acuerdo para que ellos no se enteren.
Nuestras vidas avanzan igual que antes de empezar este embrollo.
Él tiene sus citas y yo simpatizo con todo aquel que lo deseé (N. A.: No es que les dé alas, desde un principio les ofrece sólo amistad, nada más).
Como siempre ha sido, él mira a todo aquel que se me acerque, advirtiéndoles en silencio que mantengan su distancia si quieren asegurar su integridad física.
¿Y a mí? Me mira diferente, de eso no cabe duda…
Su mirada es pesada, y la siento sobre mí la mayoría del tiempo.
Lily le reclama con frases dobles, mientras yo los escucho discutir sin prestar mucha atención, sin entender realmente el significado de las palabras y, en sí, de la discusión.
Nuevamente, me veo en los brazos de mi mejor amiga, con la mirada perdida, (Según ella) oscurecida y triste. Ella intenta sanar un poco del dolor.
No sabe, ni sabrá nunca, lo mucho que se lo agradezco.
No sé porqué, pero ÉL me mira con coraje, parece molesto…
Sus ojos me reprochan por la noche, en encuentros que ya antes han sido vividos, encuentros de demasiado tiempo atrás.
Ahora no hay besos, ni caricias más allá del rostro. Sólo sus ojos reclamándome algo que yo no puedo entender, y su cuerpo sobre el mío sin movimiento alguno, únicamente allí, facilitándole el mirarme sin ninguna defensa.
-Hey, Lunático…No quiero que le hagas caso a Evans-
Me ha pedido que me aleje de él.
-No quiero que pase. Tú y yo no podemos…separarnos…por lo menos…-
Me ha pedido que no lo deje mirarme como me mira.
-Como amigos…-
Y no sé si yo lo pueda cumplir con alguno de los dos.
-Te quiero, Lunático- Murmura recargándose contra mí, con su oído muy cerca de mi corazón. Ya no hay exaltación…he aprendido a controlarme…he aprendido a considerar normal la posición.
Nos escondemos detrás de sobrenombres, de identidades que los demás conocen y que no son las reales, para hacer que las palabras no sean tan profundas, para cubrir un significado que nos encadena a una relación tonta y efímera.
-Yo a ti, Canuto-
Por mucho que intentemos olvidarlo, somos parte de la otra persona. Parte de su historia.
Es mi amigo, mi compañero, ya no mi amado, pero sigue siendo algo mío, algo que está allí, en mi corazón.
Intentaré no quererle…ella me lo pidió.
Intentaré no alejarlo…él me lo pidió.
Yo soy la razón de un grupo sin cordura…y ella es la conciencia de un tipo que busca romper ataduras.
Mi conciencia, a veces optimista, no deja de decirme que hay alguien mejor en este enorme mundo del cual yo no puedo ser parte.
Me permito dudarlo. Un poco, o quizá mucho.
Sin embargo, sé lo que soy para él y lo que él es para mí.
/Yo soy su juguete/
Uno que puede tomar hasta que se canse, cuando se le antoje, un juguete que le mira con resentimiento desde el lugar donde guarda a todos los demás (El olvido).
/Él es mi pasión/
Una pasión tóxica y orgullosa que me lastima mientras aumenta, sin darme oportunidad de existir en algo más que no sea su recuerdo.
Una pasión que sigue allí, en algún lugar de mí, esperando el momento para hacerme recordar que lo extraño, que le amo, esperando asfixiarme entre tantas emociones que sólo él provoca, emociones sólo suyas.
Al mismo tiempo, en mi mente, me reprimo y me avergüenzo de todo lo que dejé pasar por enfrente de mi cara sin valorarlo ni disfrutarlo. Cada consejo, cada palabra, cada reclamo…cada amistad plasmada en cada mirada llena de dulzura.
Me he tomado la libertad de maldecir a todo aquello que me lastima, he insultado hasta agotarme, pero nunca he agradecido por aquellas personas que sanaron los golpes y que, al mismo tiempo, estaban destinadas a hacer otras heridas, tal vez más profundas; personas que desearía siguieran siendo una gran cura, un rostro continuamente en mi mente…una sonrisa inolvidable…algo eterno…
Sin embargo, sé que eso no puede ser. Me siento culpable, después de todo han dado mucho por mí y yo no me he tomado el tiempo necesario para agradecerles como se lo merecen.
No he encontrado tiempo para disculparme por todo lo que les he causado.
-Remus, ¿Seguirás con esto? Te está lastimado. ÉL te está lastimando….y tú te estás dejando…Detente ya.-
No he tenido tiempo para decirles que la eternidad no me serviría para decirles las veces necesarias lo mucho que se los agradezco, que mi vida no sería suficiente sacrificio por EL, por ELLOS…
Y luego las palabras, del que les advirtió, se escucha en su cabeza diciéndoles lo irrazonable que fue su actuar…
-Detente ya.-
Cuando los demás se dan cuenta de que te acabas, que te encargas de matarte, poco a poco…
-No me gusta verte así-
Te sientes aún más…estúpido…
-¡No sabes lo mucho que vales!-
Porque había personas cerca que nunca notaste.
-¿Crees, realmente, que te mereces esto?-
-…-
-No, Lupin, si alguien te traiciona…simplemente no te merece. Y aunque aún no me has dicho quien es…-
/Tú ya lo sabes, no necesitas preguntarme/
Personas que estaban allí desde antes de que te convirtieras en tu propio destructor.
-Sé que se arrepentirá de tratarte como te trata cuando te pierda-
Nunca sabrás cuanto te aman esas personas…
-Te apuesto que yo te quiero más que ÉL-
/También duele considerar eso. Aunque eso también significa mucho para mi/
Hasta que les pongas atención.
-Te quiero más de lo que imaginas-
/…/
-Hey, Lily- Murmuré ya unos días después, en la biblioteca, con ella a mi lado.
-¿Dime?-
- No sabes lo mucho que lamento ser tan estúpido por no hacerte caso-
-¿Ves? Para la próxima ya sabes que Lilian Evans nunca se equivoca- Contesta con esa sonrisa, tan normal y tranquila, propia sólo de ella.
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Saludo de nuevo.
Esta vez me siento bastante optimista, he pasado un momento duro y las personas de la dedicatoria de este capítulo me han ayudado más de lo que, probablemente, piensan.
Les debo mucho y a la vez sé que no puedo deberles nada. ¿La causa? Porque jamás podré recompensarlas de la manera en la que deseo hacerlo.
Por eso, y con todo, un agradecimiento del tamaño de la eternidad.
Atte:
Luna Falsa (FalseMoon / Hally362)
