Miko.

Ya saben, lo de la disgrafia, disculpas por los teclazos y horrores del auto corrector.

Y recuerden, Naruto y sus personajes son propiedad de Kishimoto sensei

Sangre, enojo y mucha culpa, eran las imágenes predominantes en la pesadilla de un pequeño niño ojiazul, que se movía de lado a lado en la cama en la que estaba durmiendo ya que aún era atormentado por las imágenes que vio ese día. Genio o no, Naruto Uzumaki no dejaba de ser un niño sin la menor enseñanza para lidiar con la muerte o con la barbarie que vio ese día en particular. La sangre derramada de la pobrecita niña que no pudo ayudar , el enojo que sintió consigo mismo al no poder ser de ayuda, al ser impotente en el sufrimiento de la ojiperla y por haber dudado de sí mismo en el momento en que no debió titubear. Y culpa….. Ya que la dejo a su suerte, una vez que logro en un arranque de ira, matar con un certero y afortunado tiro en la cabeza al último de los tres captores de Hinata. Solo de pensar en las posibilidades, de como puso morir por shock hemorrágico o ahogándose con su propia sangre, si tuvo la mala suerte de que las esquirlas del cañón le perforen los pulmones. Naruto simplemente no podía hacer nada. No era médico y no sabía ningún jutsu de ese tipo y del calibre necesario para siquiera estabilizarla. A eso sumen que de haberlo hecho, su vida habría Sido un verdadero infierno porque lo hubieran llevado a rastras a la aldea para su "Reeducación adecuada" y el no quería a un Uchiha o Yamanaka en su cabeza.

Se sentía la peor basura del mundo, pero nada podía hacer y no iba a hundirse más con ella. Al menos, como el zorro le hizo ver, la salvó de ser violada para darle a Kumo, Hyuga para usar a su conveniencia. En cierto modo, habría cumplido su meta de salvarla de su destino y usando una de las herramientas que había creado. Pero la culpa del niño le hizo jurar que la próxima vez que algo así le pasará, estaría mejor preparado.

Un grito al que la cuidadora de esa ala del orfanato acudió, le dijo a la matrona del lugar que aún no superaba el pequeño ojiazul, lo que sea que haya sucedido.

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Doce días después, en un deshuesadero cercano al orfanato.

¡Oye chico, creo que esto es lo que estabas buscando¡- gritó el viejo señor Yamamoto a un joven castaño que no era otro que Naruto en un henge que lo hacía ver en sus veinte años.

Aunque llegó a vivir al orfanato, no planeaba quedarse ahí. Por un lado, el País de los Ríos está demasiado cerca del País del Fuego para su gusto y por otro, su plan era irse a vivir a una nación relativamente lejana a Naciones con aldeas ninja. Pero para ello, eran necesarios recursos, por lo que decidió meterse de lleno a la faena de hacerse de capital. Así que, con los sellos que disfrazaban su chakra, unos cuantos Henge y clones, Naruto estaba haciéndose de una pequeña fortuna para poder moverse.

El plan era sencillo pero no carecía de ingenio. Haz diez clones, consíguelos trabajo y cobra lo más íntegro posible sus salarios. De acuerdo, debía fingir que estos comían, bebían y emulaban las funciones corporales normales, pero eso le dejan una buena parte del salario diario equivalente a 8 misiones clase D, apenas suficiente para que una persona medio pudiera vivir. Que bueno que era un niño pequeño que podría estafar al estado con un techo, comida caliente y vestido en lo que terminaban los seis meses de plazo que se fijó para irse de ahí.

De los cuales llevaba cuatro. Ahora volviendo al asunto….

-De esto estaba hablando, señor Serizawa- sonrió contento el Uzumaki al ver las placas de cobre y los tanques de vidrio que el viejo le mostró tras hacer un pequeño recorrido por el lugar. En este sitio en específico, Naruto había estado trabajando, clasificando y recolectando los metales y el vidrio para su reutilización, ya fuera en las fundidoras o con trabajadores artesanales que pudieran pagar paga usar los materiales. El viejo Serizawa no podía pagar mucho, así que Naruto se contentaba con el pequeño pago que el viejo le daba de forma monetaria, pero le cobraba con componentes para sus diseños y una pequeña habitación que usaba a manera de taller.

-Y ¿Para qué quieres esos materiales?- quiso saciar su curiosidad el viejo.

Naruto tomo lápiz y papel y comenzó a garabatear un esquema que, tras acabar de dibujarlo, comenzó a explicarle a su jefe.

-Pienso aprovechar el efecto fotoeléctrico que se caracteriza por la producción de una corriente eléctrica entre dos piezas de material diferente que están en contacto y expuestas a la luz o, en general, a una radiación electromagnética.

Estos tanques estarán llenos de un ácido que actuará como ánodo, mientras que la placa de cobre será el cátodo. Si mis cálculos son los correctos, cada tanque debe de producir unos 30 voltios por segundo. Seis tanques en serie, son unos ciento ochenta voltios por segundo y con las baterías de litio de ese ascensor viejo, debería de poder darle energía eléctrica a su casa de forma gratuita.

Serizawa realmente veía con asombro al joven que trabajaba con él, el chico vaya que tenía talento para la mecánica, una actividad poco explotada en este mundo y también para la ingeniería. Esto era una muestra de ello. Sin duda que con la preparación adecuada y los medios necesarios el chico habría amasado una gran fortuna y poder. Aún estaba joven y podría tal vez lograrlo. Pero no aquí y no con él, ciertamente. Algo que sabía Naruto que también sabía. Ignorante de la verdad, Naruto quería dejarle la independencia energética a su patrón como regalo de despedida ya que su tiempo en el País se estaba agotando rápidamente.

No solo ya había reunido el dinero suficiente para su viaje hasta el que creía sería su destino de residencia final, sino que también creía que había una buena posibilidad de que Konoha lo alcanzará si se quedaba más tiempo. Así que tras conseguir los materiales para proveer al orfanato también con su propia fuente de energía solar y luego de dejarla con el viejo, se iría de ahí, llevándose con él nuevamente todos sus inventos, en especial su mosquete mejorado, uno con el cual seguramente sí habría salvado a la niña…..

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En un pequeño templo en el País de los demonios. Esa misma madrugada

Senryaku Riki despertó sobresaltada tras tener ese ominoso sueño de nuevo, sueño que llevaba tres años teniendo de forma intermitente.

Riki soñaba con un príncipe de ojos azules que vestía una armadura blanco con negro, arrasando todo a su paso, no importaba quien se pusiera frente a él, nadie era capaz de detenerlo. Ningún kage de las grandes aldeas shinobi podía aspirar a vencerlo, ninguno de los jinchuriki tenía las habilidad para enfrentarse al poder avasallador del príncipe y no había un solo shinobi en cualquier rincón del mundo capaz de detenerlo. Porque la única persona capaz de hacerlo, ya no estaba ahí para cumplir con su destino. El príncipe que era hijo del rayo y la tormenta había perdido a su ancla moral y marchando firmemente por el mundo, había logrado su objetivo de someter con puño de hierro a las demás naciones.

Entonces Riki, la principal sacerdotisas del templo a Inari en el País, despertó sobresaltada, para tener el sueño, tras volver a quedarse dormida, que normalmente acompañaba al que le había despertado.

Ahora la Miko soñó con la llegada a un país de un hombre bajado de las estrellas de ojos azul zafiro y de piel pálida como la porcelana, quien sin ningúna restricción, se llevó a la princesa de los ojos pálidos con él. Poco tiempo después, la muerte descendía al mundo, desatada por el hombre, siendo él y la bella princesa, los únicos sobrevivientes para repoblar la tierra, todo porque el principe de tierras lejanas, jamás había conocido a la princesa de ojos pálidos.

Entonces, Riki despertó nuevamente, está vez, con la respuesta clara a sus sueños premonitorios, Esas dos profecías habían Sido tergiversadas y debido a ello, el mundo estaba condenado a la destrucción.

-No en mi guardia, hijos de puta- murmuró la Miko de cabello castaño mientras pensaba en el curso de acción que debía de tomar.

Esa misma mañana, castillo feudal del País.

-Ya veo- dijo pensativa una mujer madura de cabello largo negro y ojos color cyan- así que crees que las profecías han Sido tergiversadas y con ello, nuestro mundo está condenado.

-Estoy totalmente segura de ellos- asintió solamente Riki- finalmente entiendo el significado de ambos sueños, el príncipe tiene el poder de enfrentar al mal que está detrás de las tinieblas que nuestra orden ha presagiado que vendrá en esta era y también al príncipe que bajara de las estrellas. Pero si los enfrenta solo, se volverá un tirano que sumergirá al mundo en una era de dolor y sufrimiento.

Y sin embargo, si solo está la princesa, cualquiera de ambos males no tendrá oposición alguna y bueno…. Use su imaginación Rei sama.

-¿Crees poder arreglar el daño?- quiso saber Rei.

-No sabré qué tanto pueda arreglar hasta que me tope al elegido- contestó con sinceridad Riki- sé que me lo voy a encontrar en la tierra ancestral que es suya por derecho, pero no a cuándo será eso. Podría ser en un mes o en diez años, lo que sé, es que con mi guía, debo de al menos ser capaz de contrarrestar el daño que está hecho. No es mi lugar o el de nadie, tratar de que elija esa persona qué hacer con el mundo más que él. Después de todo, esa es la voluntad de los dioses.

Rei Hino, tutora de la Daimyo actual, asintió totalmente de acuerdo con ella, las profecías eran avisos de los dioses de los eventos que iban a suceder por su voluntad, estás se llegaban a revelar para que unos cuantos supieran que esperar y esa era la palabra clave, esperar.

Cualquier sacerdote o sacerdotisa medianamente competente sabía que algo que jamás debías hacer, era tratar de influir en ellas por muy ominosas o afortunadas que sonaran. A menudo, cuando una persona quería interrumpir una profecía para que no se cumpla, solo lograba que lo hiciera con el resultado más catastrófico.

Estaba de ejemplo la historia del viejo feudal en el País de los campos de cultivo a quien le vaticinaron que moriría cornado. El hombre mandó sacrificar a todas las reses del país y volvió alta traición punible con la muerte el poseer una. Y cuando tenía que viajar a un reino, jamás lo hacía por los campos, por miedo a qué una res o un semental lo matará. Viviendo con miedo, al final no vió lo que realmente debía de hacer. Por ello fue una ironía que lo encontrarán muerto una mañana, cornado por el trofeo que había ganado en su juventud al abatir con una flecha a un enorme cebú salvaje, el clavo que sujeta el trofeo cedió al final, dándole una muerte como había sido vaticinada, aunque no en la forma que el hombre temía. Viviendo cuarenta años se su vida con miedo y todo por nada.

Y también ocurría el caso contrario, cuando alguien trataba de influir en una profecía para que está lo beneficiara mucho antes o mejor de lo que debería, jamás llegaba a cumplirse.

Siendo el ejemplo de esos dos alfareros el mejor ejemplo.

Se les vaticino que su hijo mayor los sacaría de la pobreza y los artesanos vieron a bien, darle una educación que no podían pagar viendo esto como una inversión. Al final el hijo creció engreído y logró establecer un consultorio médico pero jamás vio por sus padres. Endurecidos, ellos fueron con el sacerdote del templo y este les explicó que su hijo los habría ayudado si no se hubiera sentido merecedor de todo lo que le dieron y que por otro lado, como debió haber Sido era en la guerra que estaba por venir, siendo su hijo héroe de esta y gracias al agradecimiento del Daimyo que los iba a sacar de esa condición.

Así que, Rei y Riki de común acuerdo tácito, pensaron que si la Miko iba a cumplir ambas profecías, realmente tendría que irse con pies de plomo para ello.

-Sería una gran ayuda si te llevas contigo al capitán Aisa para que te proteja a ti y a tus hijos- le ofreció la pelinegra a su amiga.

-¿Cree que sea una buena idea llevarme a Ryoku San conmigo?- pregunto la miko- ¿No cree que hace más falta aquí?.

-Este país no es un objetivo de algún tipo- desdeñó las preocupaciones de la castaña- y aunque se que eres perfectamente capaz de defenderte por tu cuenta, Arashi y Shiori son un caso completamente diferente. Pese a su juventud, Aisa San es alguien con reputación en las naciones elementales, lo que lo hará un gran disuasor de muchos de los potenciales peligros que podrias toparte en tu búsqueda.

-Eso y no quiere tentaciones cerca de usted- sonrió de forma pícara la Miko que rio por lo bajo al ver el sonrojo de la mujer madura. Después de todo, Rei era partidaria de ciertas costumbres casi en desuso entre ellas la de iniciar a los jóvenes samurai en las artes amatorias. Ya que el fetiche de la mujer eran los vírgenes y jóvenes y Ryoku se la había ido vivo al venir del País del hierro por la gran amistad entre el general Mifune y el general Zaraki.

Y para Riki era un secreto a voces que la mujer que hizo un voto de compromiso, no quería a la tentación de tener a ese portento de samurái soltero y sin compromiso para alborotarla.

-Ejem… - carraspeó la mujer- como sea, eres libre de ir en tu búsqueda. No dudes en pedir cualquier apoyo necesario en cualquier situación y momento que necesites.

Con eso dicho, Riki se retiró a su hogar no sin antes pedirle a uno de los sirvientes del castillo que enviará al joven a su domicilio, ya que ella en persona iba a notificarle sobre la nueva misión que ambos emprenderían.

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País de los Ríos, mediodía.

Naruto se sentó a comer solo en el orfanato, nuevamente. No es que los demás niños no lo quisieran o fueran particularmente crueles con él, todo lo contrario, el personal del orfanato y los niños que vivían ahí hacían todo lo posible para que tratará de sentirse más cómodo. Y eso era precisamente lo que lo hacía aislarse de todos en general. No quería apegarse a nadie para que al momento de irse, no fuera más difícil de lo que ya sería. Lo que para su fortuna no era difícil de ocultar. Sus pesadillas iban muy acorde con su historia de portada, lo que hacía para las monjas encargadas del lugar, lógico que el niño se estuviera aislando.

Naruto había contado que sus padres y él viajaban rumbo a la capital cuando vieron a sujetos con máscaras blancas atacando a un convoy y al ver que ellos eran testigos, los atacaron para no dejar cabos sueltos. Fue la fortuna y el sacrificio de ambos padres lo que le había salvado la vida.

Agrega a la fórmula el hecho de que no tenía más parientes y teníamos un motivo válido para que Naruto no conviviera con otros niños o en los días en los que venían parejas a adoptar niños, en vez de estar expectante, fuera a dormir a su habitación (que era cuando dispersaba los clones para obtener sus recuerdos, al menos de los que mantiene trabajando en sus proyectos).

"¿Sigues pensando en eso?" Preguntó el zorro al ver a su contenedor picando su comida "Estás dándole muchas vueltas al asunto"

"Necesito algo para defenderme en caso de un ataque" pensó el Uzumaki su respuesta "puede que haya perfeccionado un poco más mi mosquete y haya creado una arma más portátil que es similar, pero aún así, me hace falta algo para defenderme que pueda hacerle frente a shinobi de cualquier nivel"

"Y por eso estás haciendo los planos de esa marioneta de combate que haría que los shinobi de Suna tuvieran un orgasmo al verla" se mofo el Kyubi "yá te lo dije, con mi conocimiento y lejos de Konoha, puedo convertirte en una máquina de matar bien aceitada en un lapso sorprendentemente corto de tiempo. Es tu necedad de no aprender más que fuinjutsu y Taijutsu básico lo que va a matarnos más pronto que tarde"

"Mazinger sólo necesita mucho trabajo y ajustes" hizo un mohín el Uzumaki "si perfeccionó el mosquete, le agrego sopletes y los cristales que encontramos el otro día en el pecho y en las palmas de las manos, estoy seguro que tendría un arma competente para defenderme"

"Siempre que te dejen meterte en ese cacharro" objeto el Biju.

"Para eso serían los sellos localizados en mi cuerpo" respondió Naruto "Mazinger puede ser una marioneta de combate que requiere ser operada desde dentro, pero también es un medio para ocultar mi identidad en caso de ser necesario" si uso un sello de almacenamiento en cada parte de mi cuerpo y le grabó a cada parte de Mazinger ese sello de ensamblado, al liberarlos al mismo tiempo, debería ser completamente funcional al salir de sus sellos"

"Debería no es algo que tenga que inspirar confianza, ¿Lo sabes?" Quiso hacerle ver un punto el Zorro.

"Cierto, demasiada teoría sin nada de práctica significa que hay muchas variantes que podrían surgir y hacer que salga mal todo" aceptó Naruto "Es por eso que voy a ir haciendo las pruebas de algunos de los conceptos que quiero desarrollar una vez que lleguemos al país de la Luna llena. Una vez que nos asentamos ahí, planeo iniciar la construcción de Mazinger en caso de necesitarlo"

"Pareces muy convencido de que la red de espías de Konoha no va a alcanzarte" apuntó el Biju "conozco la reputación del maestro espía de Konoha, de estarte buscando y lo está, no va a darse por vencido hasta encontrarte"

"No va encontrarme tan fácil" aseguró el ojiazul "está buscando a un niño que no debería saber nada de manipulación de chakra o clones de sombra o ninguna de mis habilidades en general. Busca a un niño ingenuo que se les escapó el día del secuestro de una niña y que estaba harto del maltrato que sufría. No alguien que tenía un plan de respaldo"

"Parece que cuentas con la tendencia de ese tonto" pensó en voz alta el zorro "Y es cierto, posiblemente está buscando por un lado diferente al lado por el que hemos huido. Con algo de suerte, deberíamos ser capaces de llegar a nuestro destino sanos y salvos"

El niño terminó de comer , recogió sus trastos y los llevo a dónde debían ponerlos para que los lavaran en la cocina, archivando la información que le saco al biju. Por como el zorro hablaba, antes de que le borrarán la memoria, parecía que Naruto conocía al maestro espía de la aldea. Lo que Dada la identidad de sus padres, no era algo tan descabellado. Tendría que consultar en otro momento al zorro para ver qué podría decirle de su vida pasada, así como los eventos que los llevaron a ambos a estar juntos en esto, por el momento, debía mejor de concentrarse en el plan de escape que llevaría a acabo en una semana exactamente, ya que era el momento ideal para irse del lugar.

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Cuatro días después, deshuesadero.

-Pues debo de admitir que tú invento funciona de las mil maravillas- observó el viejo Serizawa como su refrigerador, su lavadora y la televisión están al mismo tiempo encendidas al igual que todas las luces de su casa, sin que haya el más insignificante bajón de luz. Algo que su trabajador estrella le había aseguradora que no sucedería de día, aunque en la noche sería mejor que no tuviera todo eso funcionando al mismo tiempo. No es que el viejo fuera la lavar la ropa, ver ya tele y tener todas las luces encendidas en la noche. Podría hacerlo, pero la energía utilizada para ello, agotaría rápidamente las baterías de litio y no durarían toda la noche. Algo que se hecho aún no debía hacer, según los cálculos de Naruto, a las baterías les tomaría unos dos días consecutivos cargarse al cien por ciento y a total capacidad, le rendiría unas nueve horas al día de uso constante de la batería. Así que tras enseñarle a operar esa caja de interruptores para usar la red eléctrica, la carga de las baterías o la energía del Sol, le mostró cómo su invento operaba de manera óptima.

-Se lo dije- sonrió Naruto con algo de arrogancia, sabía que iba a funcionar.

-Lo que hace una lástima y un gusto la decisión que tomaste- dijo con sentimientos encontrados el hombre- pero está será una bonita forma de recordarte.

Naruto ya le había dicho al hombre que pensaba viajar al país de la Luna llena, país que estaba en un gran auge minero y naval y quería ir a trabajar ahí. No es que tuviera estudios que respaldaran un cambio de carrera, pero sin duda que alguien con su talento nato para aprender e inventar, ganaría rápidamente un trabajo y un prestigio, como veía las cosas el viejo chatarrero, tendría una mejor oportunidad de hacer futuro en el País ahora que este estaba en boga que quedándose con él. Entendía eso y aunque algo distante, sin duda que iba a extrañar al joven que trabajaba con Él.

-Le agradezco de todo corazón lo que hizo por mi señor Serizawa- agradeció el Uzumaki haciendo una reverencia.

-Kosuke- corrigió el hombre- llámame Kosuke, Naruto San- pidió el viejo- te has ganado el derecho a llamarme así.

Naruto sintió un nudo al oír al hombre, Kosuke Serizawa le había dicho cuando se conocieron solo su apellido, aludiendo qué su nombre solo lo conocían sus familiares y amigos. Dado que no era lo primero, le conmovió profundamente que al fin le revelase el nombre, sería un hombre que jamás olvidaría.

Por ello, vio que al menos , tomo buena decisión el usar un apellido falso junto a su nombre real, así que aunque el viejo Serizawa recordaría con cariño el nombre de Naruto, sería Naruto Rokubungi el apellido asociado a ese nombre.

-Bueno, dejemos el sentimentalismo de lado- se limpio animado Kosuke una lágrima furtiva- es hora de volver al trabajo.

El Uzumaki asintió encantado y puso manos a la obra en su último día de trabajo, en dos días más se fugaria del orfanato y por ello, pensaba gozar algo más de tiempo trabajando y quizás encontrando componentes para sus proyectos.

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Cuatro días atrás, País de los demonios, cerca al templo a Inari.

-¡Kya, un pervertido¡- gritó dando la voz de alarma una de las novicias del templo dentro de las aguas termales.

Un grito se oye una carrera por salvarse de una paliza dió inicio mientras las sacerdotisas y varias novicias iniciaban la persecución del hombre que había osado manchar su pureza echando un vistazo rápido mientras ellas se daban un baño purificador.

No pasó mucho para que vieran al pie de la escalinata a un joven de cabello castaño opaco con ropas de monje, fregando el piso de las escaleras con un cepillo dental.

-Maldito viejo- murmuró él jóven mientras fregaba con dedicación las escaleras - uno no puede….- detuvo su diatraba al sentir una gran intención asesina frente a él, no pasó mucho tiempo y estaba rodeado por las mujeres en bata o toalla que de poder, lo harían cenizas solo con la mirada.

-¿Que puedo hacer por ustedes, chiquitas?- pregunto de forma coqueta el monje- lo que sea que necesiten del gran Yosu Shiro….

-!Idiota!- recibió un potente golpe que casi le arranca la cabeza- ¡¿Quien te crees para andarnos espiando en las aguas termales!?

-!Yo he estado aquí toda la mañana fregando desde arriba los 259 peldaños de esta puta escalera!- se defendió el joven.

-¡No te hagas Shiro¡- recibió ahora una cubeta en la cabeza- eres el único en varias millas a la redonda que sería capaz de algo así.

-De acuerdo, admito que soy un poquito pervertido- aceptó el hombre- soy un Cerdo ,pero decente. Jamás las espiaria sabiendo que en ese ritual están las niñas de diez años que recién entran al servicio del templo. Seré mucha cosas, pero pederasta no es una de ellas.

-!No te creo nada!- dijo enfurecida la líder de la turba mientras mandaba a volar al monje por los aires e iba a aterrizar quién sabe dónde.

Mientras, en un arbusto, un hombre obsrvando todo, suspiró aliviado al salir impune de ese lugar.

-Mejor que seas tu que Yo , mocoso- dijo con algo de jactancia el hombre- siéntete honrado, con tu sacrificio el gran Jiraiya obtuvo la inspiración necesaria para poder escribir una nueva entrega de mi obra. Ahora, si mi contacto en este país pudiera darme una buena noticia o si mis mensajeros me dicen que la red localizó al fin a ese mocoso rebelde entonces….

De repente llegó un sapo con un mensaje urgente que leyó el Sanin, pero lo que sea que viniera ahí….

-¡¿Que hizo que….!?- grito poniendose de pie, mala idea.

-! Oigan, esa es la voz del hombre que reía mientras nos espiaba¡- reconoció la que dió la alarma la voz del peliblanco.

Pues no… si las miradas eran un indicador, Jiraiya había cavado más honda su tumba de lo que lo había hecho al principio….

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Medio día, residencia Senryaku

Aisa Ryoku, conocido en las naciones elementales como "El samurái elemental" acababa de escuchar la petición de Riki. Mentiría el joven de 20 años si dijera que no estaba honrado y halagado de que tanto Rei como la propia Riki considerarán su ayuda en una tarea de esa magnitud. Aunque joven, Ryoku tenía bastante madurez emocional y mental además de un tremendo poder para respaldarlo en caso de una necesidad. Algo que todavía podía incrementar bastante, pero que valía lo suficiente como para que una buena parte de los picapleitos que seguramente saldrán en su camino, se hagan a un lado.

-Me siento muy honrado Senryaku sama- inicio el joven samurái- pero ¿Que va a ser de sus hijos?

Riki relajó un poco su postura a la sola mención de sus hijos, ya que ella sabía perfectamente bien que los estaba arriesgando a ambos. Fue hasta cierto punto egoísta de su parte emprender esa titánica labor, pero era más egoísta aún al arrastrar a ambos niños con ella.

Arashi de ocho años y Shiori de seis eran los nombres de los hijos de la miko, aunque poco común que una Miko se casará y menos común que lo haga dos veces, la mujer consideraba a ambos pequeños su más grande alegría y tesoro, era simplemente inconcebible para ella separarse de uno solo de ellos, ya no digamos ambos. Por ello, en vez de dejarlos en el templo donde sin duda alguna estarían más seguros, pensaba llevarlos con ella en ese azaroso viaje y así se lo hizo saber al samurái.

-Ambos van a venir con nosotros- dijo tajantemente la castaña- no pienso separarme de ellos por ningún motivo, ni siquiera este y si piensas decirme que los dejé aquí, pierdes tu tiempo, prefiero que el mundo arda porque me quede aquí a cuidar a mis niños que salvar al mundo a costa de su desprecio por ello.

-Si no viera su color de cabello- sonrió Ryoku con orgullo- juraría que estaba oyendo hablar a un miembro del fallecido clan Uzumaki.

Riki se sonrojo un poco por las palabras del samurai, antes de carraspear para retomar la compostura y hacer una observación.

-Casi extinto- le corrigió Riki- dudo que esos cobardes pudieran matar a todos los Uzumaki y estás dejando de lado al cretino o cretina que vive en Konoha, mejor dicho, cretina.

-¿Cómo sabe que hay una Uzumaki en esa aldea?- quiso saber Ryoku.

-Por el Kyubi- dijo con total seguridad Riki- olvidas que poseo el contrato de invocación de los Kitsune, los más leales servidores de Inari Sama, Kuzohana y Anhri Sama me dijeron por separado que Kyubi desaparecio hace más de setenta años y dados los rumores de la aparición de jinchuriki y la desaparición del Ichibi, Niibi, Sanbi, Yonbi, rokubi, Nanabi y con la del Kyubi, suponen que el idiota de Hashirama Senju capturó y repartió a todos los biju en contenedores. Y dado el inmenso chakra del Kyubi y su matrimonio con Mito Uzumaki, no dudo que uno de sus hijos o una fangirl suya sea quien actualmente este conteniendo al zorro dentro suyo.

Ryoku notó el terrible desdén y odio de Riki con la mención de fangirl, algo que archivo en su mente para más adelante, iba a preguntar algo más sobre su papel en ese viaje cuando en un muy rápido y ágil movimiento, la Miko se quitó su sandalia izquierda y la arrojó con fuerza hacia afuera, oyendose casi al instante un grito de terror, sospechosamente agudo.

-Veamos quien es el gusano que se atreve a espiar esta conversación- dijo con enojo la mujer mientras se ponía otra sandalia que era exactamente igual a la que arrojó.

Los dos adultos salieron al patio en la dirección exacta donde Riki había lanzado su sandalia, haciendo que el estómago de Ryoku se anudara al ver lo que encontraron.

Un aterrado Shiro estaba firmemente clavado a un árbol siendo la sandalia la responsable de esa labor, la pieza de calzado le había cortado ligeramente su mejilla derecha y se había clavado en su hábito de monje en el árbol a una considerable profundidad, ya que estaba hundida firmemente hasta el empeine de la misma.

-¿Que rayos haces espiando mi conversación?- pregunto Echando chispas por los ojos la mujer.

-En primera llegué a media conversación- inicio el monje- segundo llegué por algo fortuito luego de que Makoto San me mandará a volar aquí de nuevo.

-Estabas espiando las aguas termales- entrecerró peligrosamente los ojos Riki.

-Un momento Riki sama- se puso en medio de los dos el samurai- Shiro San podrá ser muchas cosas: pervertido, vago, respondón, irrespetuoso, majadero…

-No me defiendas compadre- se cruzó de brazos molesto el monje.

-Como decia- le resto importancia el samurai - y dejan mucho que desear sus modales en la mesa, pero no sé atrevería a espiar si hay niña presentes, debió ser un malentendido.

-Asi que lo conoces- enarco una ceja la castaña curiosa.

-Si, recién había empezado a instruir a los novatos en defensa personal con un boken- inició el samurai- y he tenido que tratarlo un poco, le puedo asegurar que si bien tiene todos los defectos antes mencionados, también es un joven leal, valiente y noble…. E inusualmente hábil y fuerte. Creo que tenerlo de respaldo sería de mucha ayuda.

-¡No lo quiero cerca de mi hijo¡- dijo muy a la defensiva la joven madre¡.

- Yo solo no voy a poder defenderlos a todos- empezó a explicarle su idea- y como le dije, Shiro es muy fuerte, casi está a mi nivel. Según entiendo, su padre lo envío aquí para ver si podían meterle algo de disciplina, pero el hombre en sí es el capitán de la guardia del señor feudal del País del Colmillo.

-No me esperaba que dijeras que había sangre noble en él- dijo sorprendida la mujer.

-Bueno, no es algo que me guste presumir- dijo encogiéndose de hombros Shiro- pero si, vengo de una larga tradición de samurái del País del Colmillo. Mi padre creyó que me iba a enderezar aquí, lo que sea que eso significa.

-Y no dio frutos al parecer- pensó en voz alta la Miko- de acuerdo, se que me voy a arrepentir de esto, pero debemos tener un grupo compacto para mejor seguridad.

-!Yei¡- celebro el monje

-Pero te advierto una cosa, a la primera mañita tuya que vea en mi hijo- inició la mujer su amenaza transformando su rostro en uno que haría mearse de miedo al mismo Shinigami- ¡Te castro con un cortaúñas sin filo y oxidado!.

-!No Yei¡- asintió frenéticamente el monje.

Y así , al día siguiente tres adultos y dos niños partieron a Uzu para esperar al elegido, sin saber que es esperaba en el futuro…..

Y corte.

Juro que iba a publicar antes pero diferentes motivos (entre ellos un no como los de All might ) porque se sincronizaron mal varios archivos de Google Docs y perdí mucho trabajo que debo de reponer a marcha forzadas, siendo fic como Soul of Ninja y El destructor los más afectados por la situación. En cualquier caso, ya estoy trabajando en ello y espero que ese bache no se repita, aunque ya tomé medidas para evitarme ese trago amargo.

Ahora, sobre el capítulo, si Hinata está viva o no….. bueno, no es la única Hyuga o mujer de ojos pálidos, por si iban por ahí y del porque no puse que ocurrió, hay un razón, una que aún falta para que la vean.

Cinco nuevos personajes, que tendrán su relevancia en la trama y que estoy seguro que son conocidos de más de uno de ustedes, por lo que agradezco a sus creadores por prestarme a sus personajes.

Nos vemos en el siguiente capítulo.

Ya saben, dejenme su review, así no solo me animan a escribir, habrá retro alimentación entre nosotros.