UNA NUEVA VIDA PARA MARIAM

Estos personajes no me pertenecen solo se hace esto como diversión sin ningun tipo de fines de lucro.

-Kai... –contesto Max con una sonrisa después se volteo hacia Mariam –Mariam ¿podríamos hablar un momento?

-En este momento estoy... –contesto ella con rapidez

-No tardare mucho –Mariam vio a Kai y luego a su amigo, suspiró un poquito y dijo:

-... esta bien –la mujer se levanto y camino a su lado mientras que Kai no dejaba de verle sabía que los cosas no irian por buen camino pero el ya no podía hacer nada

-Mariam...

-¿Si?

-Yo quería disculparme

-¿Porque?

-Por lo de anoche, creo que no fue lo mejor que yo me retirara

-No entiendo

-Bien tu sabes era tu fiesta de bienvenida y yo... me fui y la verdad lo siento yo no quería...

-No es necesario que lo hagas, entiendo, que tendrías algo que hacer...

-Debí de haber cancelado

-Pero no lo hiciste...debió de haber sido algo muy importante

-Algo –dijo el con las mejillas coloradas, Mariam se encogió en hombros

-Supongo que fue lo mejor

-Si

-Bien si es todo lo que tenías que decirme quisiera regresar con mi grupo

-No espera Mariam

-¿Ahora que pasa?

-Me estaba preguntando si...

-¿Si?

-Si no tienes planes para esta noche –los ojos de la chica brillaron y sus mejillas se encendieron, Max se coloco una mano detrás de la cabeza –podríamos salir o algo así

-Ah –respondió ella sintiéndose un poco apenada, un pequeña ráfaga de viento le alboroto su cabello haciendo que se interpusiera entre ella y el joven, con una mano lo tomo y trato inútilmente de calmarlo, Max, sonrió al verle y le dijo acercándose un poco más

-¿Qué dices?

-No se...

-¿Acaso tienes otros planes?

-No pero...

-¿Entonces porque no?

-Es que...

-Por favor Mariam

-Max...

-Es más tómalo como una disculpa

-¿Por qué una disculpa?

-Si, es mi forma de disculparme por haberme ido ayer

-Max –la joven no pudo evitar reprimir una sonrisa, sus ojos brillaron mas que nunca –no es necesario que hagas eso

-Pero quiero hacerlo, si me permites

-...esta bien –contesto ella con su sonrisa en la cara

-Bien, esta noche

-Si, supongo

-¿Estas en casa de Hil y Mariah?

-Así es

-Bien hasta esta noche

-Nos veremos –dijo Mariam haciendo una seña con la mano, Max, sonrió y se acerco un poco más a ella le dio un beso en la mejilla y contesto con una sonrisa

-Adiós

-Adiós Max –contesto Mariam con su sonrisa en el rostro, la joven vio como el muchacho se alejaba de espaldas para no dejar de verle, Mariam rió por su comportamiento absurdo y siguió observándole hasta que el llego con su grupo al cual debía de entrenar, la joven se dirigió entonces hacia su propio grupo y no pudo evitar notar al otro maestro de la escuela, Kai, parecía más molesto que de costumbre lo cual extraño a la joven, Mariam le dedico una sonrisa al joven esperando de este modo recibir un gesto del mismo tipo, más este opto por hacer un gesto que ella interpreto como de desagrado para posteriormente darle le espalda, Mariam frunció el entrecejo pero prefirió no hacer ya nada, más que entrenar a su grupo.

El resto de la horas de entrenamiento fueron mucho más duras que las primeras, a razón de Mariam ya debían de haber recuperado fuerzas con el delicioso almuerzo de la joven Hilary así que no fue demasiado condescendiente con sus alumnos haciendo que algunos parecieran sumamente agotados.

-Maestra Mariam

-No me digas maestra suena muy raro

-Es que eso eres ahora

-A veces lo olvido ¿Qué pasa Hil?

-Vengo a ver a tus alumnos

-Vaya me debo sentir alagada...¡Kathy, tu bey se esta empezando a detener concéntrate más! -dijo Mariam con voz potente a una pequeña niña la cual solo accedió con la cabeza y pareció presentar una mayor atención es sus compañeros de plato, la joven de pelo castaño le miro de forma reprochante y le dijo

-¿No crees que estas siendo muy exigente con los chicos?

-No, yo he tenido entrenamientos más duros

-Pero toma en cuenta que el mayor de ellos tiene siete años - dijo entonces la joven de pelo castaño

-Ya... niños, su esfuerzo ha sido sobresaliente me han sorprendido gratamente, y creo que es momento de decir que es todo por hoy

-¡Si maestra Mariam!

-¡Pero vengan preparados para mañana que el entrenamiento va a ser mas duro que el de hoy!

-¡SI MAESTRA MARIAM!

-Así me gusta, ahora despídanse

-Si –contestaron unos niños con una sonrisa mientras que otros se despedían con una sonrisa en la cara

-Hasta mañana, señorita Hilary y maestra Mariam

-Hasta mañana niños –dijeron las jóvenes al unísono, despidiéndose la joven del pelo castaño con una mano en alto, Mariam en cambio permanecía de pie viendo como los niños se alejaban los niños y luego desaparecían detrás de la puerta de entrada,

-Son unos niños tan lindos –mascullo Hilary con una sonrisa en la cara

-Mucho –contesto Mariam abotonando su chamarra, empezaba a refrescar pues pronto empezaría la noche –creo que te gusta mucho los niños

-Mucho¿a ti no? –contesto Hilary, Mariam volteo un poco la cabeza para poder desenredar su pelo con los dedos y de igual manera voltear a ver discretamente al muchacho rubio que no le había quitado la mirada de encima en toda la tarde, una sonrisa ilumino su cara

-También pero quizás no tanto como a ti

-Ya me imagino

-¿Qué te imaginas?

-Bueno.. me imagino...cuando tengamos nuestros propios hijos–Mariam se puso toda roja y rió bobamente

-¿QUE?

-Si tu sabes, un niño, hijo tuyo y claro de el hombre que amas

-Ah...

-No me digas que no lo habías pensado

-Pues no la verdad nunca lo había pensado

-Toda mujer ha pensado alguna vez en ello

-Pues yo no

-No te creo

-Es en serio, por cierto... puedo preguntar el porque andas tan ensoñada con eso de los niños

-yo...

-No me digas que...Tyson y tu

-¡Claro que no!

-¿En serio?

-Si en serio

-Aja

-En es serio, además Tyson y yo solo somos amigos

-Si claro Hil –La joven se puso toda de color rojo –no se que ganan diciendo que no hay nada entre ustedes, son tan obvios que ya ni deberían de gastar saliva

-¡Como eres Mariam, ya no te vuelvo a decir nada! –dijo Hilary alejándose ligeramente molesta, Mariam metio sus manos dentro de las bolsas de su chamarra y le dijo con una sonrisa en la cara

-¡Eso dices siempre!

-Esta vez va en serio –dijo Hilary entrando a el edificio, Mariam movio un poquito su cabeza y rió suavemente, conocía a Hilary desde hace ya varios años, había sido su amiga y confidente, pero no entendía porque ella se empeñaba en guardar el secreto de su noviazgo con Tyson, la joven siguió mirando atentamente la puerta por la cual su amiga había desaparecido y dijo:

-Sus razones habrán de tener –la joven volteo hacia abajo la cinta de su zapato estaba desamarrada su inclino un poco pero al instante se detuvo al ver una gran sombra que estaba detrás de ella, no había escuchado a nadie tras de ella así que se volteo rápidamente

-Kai...

-...

-No te había escuchado

-Lo se

-Me asustaste

-Lo note –dijo este con un tono de voz molesto y monótono, Mariam frunció el entrecejo se cruzo de brazos y le dijo levemente molesta

-Veo que no se te ha pasado el mal humor

-No estoy enojado

-Eres pésimo para mentir ¿sabes?

-No estoy mintiendo

-Y lo vuelves a hacer –dijo Mariam con una sonrisa burlona, obligando al joven a sonreír un poco

-Quiero hablar contigo

-¿Qué no lo estamos haciendo?

-Si pero... de algo más importante –la voz de Kai bajo un poco tanto que la joven no entendio muy bien lo que dijo aún así sus palabras quedaron ahogadas por el llamado de su otro amigo

-Mariam –llamo Max dando la vuelta por una esquina

-Max –llamo la joven haciendo que este se acercara a ellos

-Ah... ¿estas ocupada? –dijo Max al ver la cara que le dedicaba Kai de pocos amigos, Mariam volteo a ver a los dos y dijo

-Si un poco, Kai quería decirme algo

-¿En serio? –dijo Max volteándole a ver Kai en cambio se apresuro a decir con un tono de voz de aburrición

-No importa

-Pero Kai dijiste que era algo importante

-De verdad no importa Mariam, luego hablamos

-Kai

-Adiós

-Si bueno adiós –dijo Mariam un poco abatida por el cambio de animo tan notorio de su amigo, Max en cambio vio pasar a su compañero y dijo

-Hasta mañana

-Si -contesto Kai con un poco de molestia en su voz, la pareja vio como el joven se alejaba

-Kai –mascullo Max viendo como el joven salía por la puerta

-¿Crees que este bien?

-Eh... si... por...

-Es que me preocupa... creo que esta un poco molesto

-No... no tienes que preocuparte, Kai siempre es así

-Pero...

-De verdad Mariam, mañana de seguro que va a estar bien

-Si tu lo dices... ah por cierto para que me buscabas

-Para darte esto –dijo Max con una sonrisota dándole una hermosa rosa blanca, Mariam sonrió

-Que hermosa...gracias Max

-Es solo el comienzo de mi disculpa

-Gracias

-Paso por ti

-Por supuesto

Unas horas más tardes la joven se encontraba lista para salir, había llegado a su nueva casa con toda la rapidez que le fue posible, tomo una ducha, un vestido rojo que le sentaba perfectamente y para finalizar una cola alta que ato con un listón del mismo color que el vestido, apenas acababa de arreglarse la joven chica gata entro a la habitación

-Mariam, tienes mi blusa roja, hoy Rey y yo... vamos... ah Mariam...

-¿Si?

-Te ves preciosa

-Gracias

-¿Vas a salir?

-Claro

-¿Y quien es el afortunado?

-El osito de peluche–dijo Mariam con una sonrisa viéndose en un espejo de cuerpo completo dándose vueltas para poder verse de todos los ángulos que le eran posibles

-¿Max?

Mariam como respuesta rió un poco mientras tomaba un pequeño espejo y un labial de color rosa suave

-¿Pero, cuando paso... cuando te dijo

DING DONG

-Debe de ser el –dijo Mariam dándose un ultimo vistazo en el espejo y tras recibir los mejores deseos de su amiga pelirrosa salió de la habitación con el joven, sintiéndose que por fin se le estaba realizando el sueño que había tenido desde niña.

-Hola Max –dijo Mariam abriendo la puerta de la entrada, el joven le recibió con una enorme sonrisa y dijo

-Te ves preciosa

-Gracias –contesto ella

-Ya estas lista

-Casi, solo tomo mi saco

-Bien –dijo el viendo como la joven se regresaba y buscaba un elegante saco negro que le hizo juego con su vestido, Mariam volteo triunfante y salió del departamento con el

-¡Lista!

-Bien ahora vamos

-¿A donde vamos a ir?

-A cenar

-¿Ya lo se pero a donde?

-A mi departamento

-¿A tu departamento?

-Sip –dijo Max saliendo del edificio señalándole cual era su carro, con galantería abrió la puerta del lado del copiloto indicándole que entrara, el joven paso por enfrente del coche abrió la puerta de su lado y se sentó para después proceder a encenderlo

-¿Pero a tu departamento? –pregunto Mariam levantando sus cejas, Max volteo a verle y dijo de forma un tanto infantil

-¿Hay algo de malo con ello?

-No pero...

-Pero...-la joven se ruborizo un poquito –no, no es nada –Max rió un poquito y dijo

-Vamos Mariam es solo una cena, nada más

-Si lo se, pero me pareció algo raro que sea en tu depa –admitió la muchacha sintiéndose como una boba, en cambio el parecía de lo más divertido y procedió a explicarle

-Había pensado en un restaurante primero, pero luego una cena hogareña me pareció lo más adecuado

-¿Como?

-Bueno tu sabes, en un restaurante siempre hay mucha gente y no podremos platicar con la misma libertad

-Si claro

-Además no es por ser presumido pero soy un excelente cocinero

-¿De verdad?

-De los mejores, ya casi llegamos

-Esta muy cerca

-Si, no esta muy lejos de el de las chicas –dijo el deteniéndose en un enorme edificio de departamentos, por la zona parecía ser muy costoso vivir ahí, Max para pronto abrió la puerta y le ayudo a salir del coche

-¿Llegamos? –pregunto Mariam viendo el enorme edificio que se levantaba ante ellos

-Llegamos –reafirmo caminando al lado de la muchacha para indicarle el camino a casa

-No sabía que vivieras por aquí

-¿Sabias donde vivía?

-Bien... si las chicas alguna vez me contaron sobre... ti y...bueno yo creí que vivías con tus padres

-Si vivía con ellos –dijo Max abriendo la puerta para que la joven pasara luego –pero...

-¿Pero? –pregunto Mariam viendo como el oprimía el botón del ascensor

-Pero ahora ya no

-¿Puedo pregunta porque?

-Se mudaron a Estados Unidos

-¿Tan lejos?

-Si, veras el trabajo de mama esa ahí, y ya tenían algo de tiempo distanciados, papa permanecía en Japón para cuidarme, pero creo que se dieron cuenta de que podría subsistir solo

-Independencia que bien

-Ni tanto... en este piso es –dijo el saliendo del ascensor junto a la peliazul entro junto con ella a la puerta que estaba frente de ellos y la cerró una vez entraron, el departamento no era demasiado grande pero lo suficientemente espacioso, tenia un estilo algo conservador y buen gusto

-Tienes buen gusto

-Gracias, ponte cómoda

-Si –la joven se deshizo de su abrigo y se sentó en un cómodo sillón al tiempo que veía que su amigo

desaparecía tras una puerta que supuso era de el comedor le pregunto

-¿Quieres que te ayude en algo?

-No gracias, ya tengo casi todo listo

-Seguro

-Segurisimo... y ya estalisto –contesto el saliendo por la puerta llamando a la joven la cual se acerco

-¿Listo? si que eres rapido

-Solo en lo que me importa... señorita Mariam, la cena esta servida –contesto el abriendo la puerta, Mariam sonrió ampliamente, al parecer ya tenía todo planeado desde antes que fuera por ella, la mesa, adornada con dos velas, un par de copas, y una hermosa vajilla de porcelana, la joven levanto las cejasestaba sorprendida ya que nunca había visto una mesa tan hermosamente arreglada y menos aún para ella

-¿Te gusta?

-Mucho, te debes de haber esforzado bastante

-Solo un poco, pero no te preocupes por eso, ahora, señorita, me permite escotarla a su asiento

-Gracias -dijo Mariam levemente apenada, al ver como el joven tomaba su brazo y lo colocaba alrededor del suyo

-Esta noche, te prometo que será la mejor de tu vida

-De eso estoy segura

La joven esta encantada, casi podría jurar que sería la mejor noche de su vida, habían empezado bien, una cena en la casa hecha a manos de el chico de sus sueños, que más podría pedir, el joven le sirvio a los pocos minutos que había tomado asiento y tal como había dicho, era un experto en la comida, en especial la italiana, aunque le llamaba la atención que le pusiera mostaza a los fideos, recordo que alguna vez había comido con el cuando niños y el tenía esa rara costumbre, entorno los ojos y suspito suavemente

-¿Mariam?

-¿Dime?

-Estas muy callada¿estas bien?

-Ah, si, solo estaba pensando

-¿En serio en que?

-Solo.. en tonterías, no importa

-Claro que importa, en que estabas pensando... digo si puedo saber...

-En el pasado...

-¿En el pasado?

-Si...

-¿Por qué?

-Porque me acorde de aquella vez en que cuando niños comimos tu y yo juntos -dijo ella delineando el cristal de su copa con la punta de sus dedos, una sonrisa se dibujo en el rostro de el joven rubio

-... cierto, cierto, si mal no recuerdo esa vez también comimos spaghetti

-Si y desde entonces tenias esa costumbre de ponerle esa cosa a todo –dijo ella señalando el frasco con un dedo

-Si tambiénesa ocasión te pareció raro –dijo Max riendo un poco, al tiempo que Mariam tomo un largo sorbo de su copa

-Sabes ha pasado tanto tiempo...desde la ultima vez que nos vimos

-Cerca de 10 años... creo...

-Diez años... y míranos ahora comiendo juntos como cuando éramos unos chiquillos... te soy sincera cuando te digo que nunca pensé que lo íbamos a volver a hacer –la joven sonrió melancólica ante la mirada del joven que le pregunto extrañado

-¿Por qué?

-¿Por que, que?

-¿Porque pensaste eso que nunca podríamos volver a comer juntos?

-Bueno que no es obvio, tu aquí, y yo muy lejos sin una ubicación concreta, la vida nos dio dos caminos, uno muy lejos del otro

-Pero nos volvió a juntar

-Muchos años después

-Pero juntos al fin –dijo Max tomando la mano de la joven, Mariam le vio atentamente a sus ojos azules, vio como el joven entrecerraba los ojos, sabía perfectamente lo que seguía después, sintió que se estaba ruborizando, entonces soltó su mano y se levanto de la mesa, hacia un librero que se encontraba cerca de la mesa en donde habían llevado a cabo su cena, se cruzo en brazos para ocultar su nerviosismo y se aclaro la garganta

-Tienes muchas fotos –dijo ella al ver varios portarretratos se acerco un poco más para ver claramente a los de las fotos, en primer lugar, estaba su equipo de amigos y el por supuesto, por lo visto acababa de ser resiente pues todos tenían el mismo look que el de la fotografía, siguió viendo las fotos, al parecer estaban colocadas en orden cronológico, reconoció a varios de los retratados a muchos no, sonrió un tanto melancólica

-¿Te gustan?

-Si, pero al verlas no logro, evitar sentirme un poco triste

-¿Por qué?

-Porque todo el tiempo que ha pasado

-¿Y?

-Y eventos y personas importantes en tu vida

-¿Y?

-Y... –la joven miro hacia otro lado se sentía muy tonta por decirlo pero aún así lo dijo –y... yo no estuve en ninguna

-Si lo estuviste, créeme –dijo el suavemente, Mariam sonrió, al sentir que el joven le rodeaba por la cintura esta vez ella ya no huyo, esta vez coloco sus largos y finos brazos alrededor del cuello del joven para poder hacer aquello que había deseado por tanto tiempo, besar a su querido osito de peluche...

-Me gustas Max –mascullo Mariam suspirando entre beso y beso de su amigo, el muchacho como respuesta levanto suavemente a la chica, haciendo que los pies de esta quedaran a unos centímetros del suelo, con suavidad, el joven retrocedió un par de pasos hasta que su espalda dio con la pared de la habitación, la rió al ver que hacia una mueca de dolor tomo su cara entre sus manos y siguió besando profundamente a su amigo, sintió como las manos tibias de su compañero se deslizaban desde su cintura hasta su espalda, y luego nuevamente bajaban hasta su espalda baja, donde se detuvieron unos segundos para luego seguir con su exploración un poco mas abajo, fue entonces cuando la joven, corto su beso y le separo unos pocos centímetros

-Max...

-¿Qué?

-¿Qué haces? –pregunto ella con una sonrisa tímida en la cara

-Yo... –dijo el sin saber que decir generalmente eran las mujeres las que se lanzaban sobre este

-No quiero –dijo ella levemente apenada, moviendo suavemente la cabeza Max entendió perfectamente

-Lo siento Mariam, no creí que...te molestaría

-No me molesta... pero... no me siento... lista

-Ya...

-Max...

-¿Si?

-Quiero irme a casa

-Si... si entiendo


Hola

Lamento la tardanza, es que tuve tanta tarea, que apenas me estoy poniendo al corriente, y ahora a las aclaraciones, se que algunas chicas no les va a gustar este capitulo, y tambien se que Max no es muy apreciado que digamos, pero vamos hay que darle un giro inesperado,espero que les guste y tambien espero ya tener terminado este fic lo más pronto posible.

Nos vemos en el siguiente capitulo.

Atte: Midory