Cosechas lo que siembras.

Ya saben, lo de la disgrafia, disculpas por los teclazos y horrores del auto corrector.

Y recuerden, Naruto y sus personajes son propiedad de Kishimoto sensei

Review

Emperor92

Pues todavía pueden caer más bajo.

Y eso efectivamente se irá resolviendo.

Mago rojo

No te preocupes y que bueno que el cambio de foco te gusta.

Konoha, dos días después del aniversario de la guerra Nieve/ Luna.

Asami y Kiba caminaron por las calles de la aldea, rumbo a la zona de clanes dónde ambos vivían. Era una caminata algo difícil para ambos, por las duras miradas que ambos recibían.

Asami por defender a Kiba y el Inuzuka por serlo y por ser hermano de Hana.

Las personas de la aldea, en opinión de Asami, no eran como sus padres y su padrino le contaban.

No era gente buena y amable, eran matones que esperaban cualquier cosa y oportunidad para sacar sus más bajos deseos y en masa, dar rienda suelta a ellos.

El hermano que no conocía fue el anterior blanco de la ira de la aldea, ahora lo era su amigo Kiba.

Lo peor para los Inuzuka, era que tenían que pasar este trance en una etapa de transición nada oportuna o agradable, ya que los perros les "voltearon bandera" y se negaron a seguir siendo compañeros de ellos.

Eso quería decir que todos en clan sin excepción debían afrontar la situación en una de dos formas, o acostumbrarse a no usar una pareja canina o a entrenar lobos o algún otro animal para seguir siendo un tándem hombre/ bestia.

Y ambos métodos tenían una dolorosa curva de aprendizaje que está costando mucho a su estabilidad social y prestigio.

Más aún, porque los animales no canidos estaban fuera de la ecuación, al no tener experiencia con ellos, lo mismo que las dos primeras generaciones de lobos, ya que necesitaban unas cuantas generaciones para atemperar su fiero carácter. Con eso en pausa, Kiba y la mayoría, su madre incluida, debían voltear a los Jutsu elementales y al Taijutsu que los que perdían a su compañero y se negaban a tener otro debían usar.

Todo por hacer caso a una persona que se suponía no iba a traicionar así su confianza.

Llegaron al complejo Inuzuka y se despidieron, siendo la niña lo más correcta que se podía con Tsume, quien no le agradaba nada.

Sus padres estaban en planes de divorcio y por lo que alcanzó a oír, esa perra era una de las causas de ello, así como un tal "Lobo negro" un legendario ANBU, al que obviamente no podía localizar tan fácil.

Konoha supuestamente era un faro de luz y orden y para la niña solo era la causa del deterioro de su familia.

Aquí era donde vivían los rompehogares y dónde los tontos maltrataron tanto a su hermano, que este huyó de aquí.

Debía admitir la niña que Naruto era un prodigio si era capaz de eludir ya por seis años a los ANBU y a la red de información de su padrino y estaba oculto en alguna parte del mundo, esperaba ella, viviendo cómodamente.

Asami regreso a casa y subió a su habitación sin siquiera atender a la llamada de su madre preguntando cómo le fue en el día. No tenía caso responder.

Su único consuelo era su deber, uno que ella no quería, pero que debía afrontar, todo sea por el bien de su familia.

Si ella se convertía en la salvadora del mundo shinobi, sus padres podrían volver a estar juntos, su hermano podría regresar a la aldea al saber que ya no tendría nada que temer, ya que ella sería lo suficientemente importante como para disuadir a los demás de seguir el maltrato. Mismo caso que el de los Inuzuka.

Por ello es que subió a su habitación, para seguir estudiando Fuinjutsu y la historia de su Clan.

La historia que más le llamaba la atención era la que giraba alrededor de las armas guardianas, Uramasa y Masamune. Según su madre, nadie en el clan al momento del ataque a Uzu era digno de portar cualquiera de ellas y que eso en parte ayudó a su caída. Tras la muerte de Ashana Uzumaki y de Kanami Uzumaki, los dos últimos portadores de las armas, nadie fue capaz de controlar su poder.

Lo más cercano a ello fue elegir a los dos más poderosos Uzumaki (que no era poco) Arashi y Tena Uzumaki, sus abuelos, como Daimyo y Uzukage respectivamente y enviarla a ella a Konoha para mantenerla a salvo.

Ella fue, que se sepa la única que pudo llegar ahí, junto a su guardián que moriría meses después al caer de un barranco en la segunda guerra mundial shinobi, un sujeto llamado Kenshin Uzumaki, el mejor espadachín de Uzu.

Dejo de repasar la historia de Uzu y se concentró en meditar un poco antes de iniciar con su práctica de fuinjutsu, para así poderse concentrar.

A su mente llegaron pensamientos que estaba teniendo los últimos días, como esa improductiva obsesión de Ino y otras niñas por llamar la atención del engreído de Sasuke, o la tristeza de Kiba por la forma en la que uno de sus compañeros de clases lo insultó porque Hana atacó la caravana comercial donde sus padres estaban y los había matado, por el simple hecho de hacerlo. Un acto que por lo que ella oyó, fue muy costoso a la aldea, no solo por la perdida económica y de valiosos shinobi, sino porque cimento más el poderío de la Alianza que amenazaba su estilo de vida. El líder del puerto más importante en el País del Té, un viejo conocido de Tsunade, le debía un favor y por ello estaba enviando mercancía por el País del fuego usando a Konoha como medio, pero Hana se contentaba con arrasar cualquier caravana con shinobi de Konoha, cuando estaba en el País, lo que se volvía una perdida para la aldea cuando atacaba las de su socio comercial. Para el País del té era más tardado, pero más seguro, enviar por el Golfo de Hanguri la carga hasta el puerto de Laje y de ahí, moverla carga por el Corredor Cielo-Río hasta Ame y de ahí a Taki o cualquier otro destino como Suna o Iwa.

Los soldados armados con armas de Fuego, jenizaros, Magudai, Chuko Nu y un largo etcétera de como cada país le iba poniendo nombre a sus respectivos artilleros estaban mostrando que robar cargamentos ya no era tarea de los típicos bandidos clase D a Clase B, ya era asunto s clase A y superior. Los empresarios menos honestos en su mayoría, debido a cierto patrón de ruindad, estaban en contra de pagar tarifas a shinobi o renegados de ese nivel para poder tener los secretos tecnológicos del País de la nieve o de La luna llena. Y no solo eso, países como Los vegetales, Pájaros y Osos, de influencia fuertemente agrícola, minera y ganadera, en vez de contratar shinobi para la pizca y demás actividades, usaban máquinas monstruosas para arar campos o recoger el trigo, cebada y demás cereales, así como de máquinas para la ordeña o la extracción de metales de las minas. En resumen, acabar con las misiones clase D y C, que eran la base de la pirámide de ingresos de las aldeas ninja. Esas misiones daban experiencia, sin esa experiencia, debían de afrontar misiones todavía más peligrosas y eso podría resultar mortal para los genin. Por lo que el mundo ninja se tambaleaba.

Por primera vez desde la creación del sistema shinobi, había un sistema que le hacía competencia seria, el sistema técnico. Lo que el chakra hacía, Chusai y otros científicos, ingenieros, técnicos e investigadores estaban empeñados en hacerlo sin chakra y mejor. Tetsujin era el ejemplo de un supersoldado casi no dependiente del chakra y esas monstruosas máquinas voladoras eran la prueba de que era posible defenderse de los ninja sin chakra.

Un bombardeo de máquinas así y ni el hirashin, Senjutsu o alguna convocatoria como Gamabunta o Katsuyu podrían hacerles frente. Y eso era por aire.

Había rumores de algo llamado acorazado, una suerte de fortaleza naval creada por ingenieros de Sherezade que básicamente convertían un barco, en una fortaleza marítima que ni la flota naval de Kiri podría enfrentar.

Y enmedio de eso, los cinco kages habían tenido que hacer lo que fuera necesario para seguir al día con respecto a la competencia. Lo que se traducía en que su padre pasará más tiempo en la oficina y su madre tuviera que regresar a los ANBU, para dirigir operaciones especiales.

Básicamente, sus padres estaban siendo separados por algo que no podía controlar y por algo que ellos mismos habían creado.

Llegó a casa y subió a su habitación, sin prestar atención a la ama de llaves que habían contratado para ella mientras no estaban, al entrar, cerró la puerta y comenzó a llorar, recargando su cara contra su almohada. Añoraba los tiempos felices de su infancia, se recordaba que los hizo posible, se sentía un asco de persona y volvía a llorar por ello, luego, volvía a poner en su mente aquellos años dónde era el mundo de sus padres y el ciclo iniciaba de nuevo.

Ciclos, algo que tenía que ver con su familia en más de un sentido, así como con el mundo shinobi. Ya que de esto se trataba en parte el asunto. Romper los ciclos negativos y fortalecer los virtuosos. Pero ¿Cómo te aseguras de saber cuál es cuál? He ahí, el problema que el mundo ninja no había resuelto y que inadvertidamente, Sherezade estaba obligando a las naciones elementales a plantearse a si mismas.

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País de los pantanos, seis meses antes, con Fū.

Fū, Kagome y el bebé llegaron a una posada cerca de la ciudad agrícola de Panthalassa, al sureste de la capital.

La jinchuriki estaba posada en el hombro de la mujer, encogida al tamaño de un escarabajo tigre, mientras acunaba al niño lo mejor que podía sin llamar la atención.

Kagome pidió comida para dos personas adultas y leche diluida en agua hirviendo con miel (1) casi dos años que no usaba una nota final correctamente. Y para la pelimenta no paso desapercibido que más que sorpresa por la cantidad de comida, se sorprendió por pedir alimento para bebé.

Una vez que llegó la comida, usando discretamente sus lanzadores de partículas de encogimiento (aún no les ponía nombre) saco una de las ventajas de tener dentro suyo a un "Pokémon" insecto y usando un par de alas que podía convocar al ser la anfitriona del siete colas, se posó en la mesa y sentada a la indio, abrió la compuerta de la boca y se dispuso a comer rápidamente.

Apenas se acabó el bocado, cuando al menos cuatro guardias rodearon a la morena y a la pelimenta y uno de ellos les hablo de forma muy altanera y cortante.

-¡papeles¡

-¿disculpe?- preguntó la mujer, disimulando muy bien su pánico, para impresión de la inventora- ¿Qué papeles?

-Los papeles que acrediten que ese bebé es suyo- respondió el guardia que había hecho de portavoz- desde el domingo en adelante, cualquier mujer que tenga un hijo de aproximadamente medio año de vida, deberá acreditarse como la madre del pequeño, en caso contrario, nos lo llevaremos.

-!Eso es un abuso¡- reclamo uno de los parroquianos.

-Es la ley y punto- corto a esa persona el guardia- si no le parece, puede irse de aquí, todo niño de seis meses debe acreditar que tiene madre, de lo contrario, deberá ser llevado a la capital.

-¡No tengo esos papeles conmigo¡- reclamó la mujer- no supondría que debía cargar algo así para visitar con mi hijo a unos parientes en el próximo pueblo.

-Lastima- trato de tomar al bebé el hombre- acredita que eres su madre, lleva estos papeles a la capital y no tendrás problemas.

-Problemas es lo que tienen ustedes- oyeron venir de la mesa la voz distorsionada del famoso Escarabajo carmesí- larguense de aquí o van a salir en camilla todos ustedes.

-Sabia que eres un picapleitos- saco su katana el portavoz y trato de apuñalar a la ojinaranja apuntando a la dirección de dónde venía la voz.

-Tan estúpido simplemente negó la niña.

Y usando la partícula de crecimiento, le conectó un uppercut a la barbilla al tipo, dejándolo inconsciente de inmediato.

Esto fue visto por una mujer rubia claro de ojos color morado que traía en la mano una bandeja de servicio. Cuando otro guardia paso cerca de ella, le golpeó con fuerza con la bandeja, convirtiendola en chatarra y dejando inconsciente al guardia.

Fū estaba ajena a eso, ya que activo los "aguijones" de chakra y comenzó a disparar a los guaridas que en vano evitaron recibir los tiros, aunque estaba lanzado disparos que no matarían, vaya que dolían mucho y eso, sumado al hecho de que tenían un efecto entumecedor, estaba sacando rápidamente a los tipos de balance.

Mientras tanto, Kagome que se había escondido bajo una mesa, pudo ver qué el dueño del local le gritó a uno de los guardias que además de la recompensa exigiría una compensación por el daño a si local, enfureciendo a la madrina del bebé que ya pensaba en al menos diez formas de hacerlo pedazos.

Mientras eso pasaba, la pelimenta volvió a encogerse de tamaño y agarrando por el cuello de su uniforme a un guardia, lo lanzó con fuerza contra la chimenea encendida, quemando al tipo que se paró de ahí y trato de apagar el fuego y siendo ayudado por sus camaradas. Cuando iba por otro de ellos, Kagome gritó pidiendo su ayuda, pues un guardia y ella forcejeaban, intentando cada uno de ellos hacerse con la custodia del bebé. Eso hasta que la cámarera, para sorpresa de Fū, agrando su brazo hasta que esté era tan grande como para que su mano tomará al tipo por la cabeza y lo arrojará con fuerza contra el suelo, dejandolo fuera de combate.

Al verse superados, los guardias huyeron del lugar, no sin amenzar a los ahí presentes, de que volverían con refuerzos.

La mesera y Kagome, tras verificar que el niño estaba a salvó y luego de que Fū puso una pequeña barricada para evitar que alguien entre, agarraron al dueño del lugar y lo arrojaron con fuerza contra una mesa.

-¡Así que tenemos a un tipo listo¡- siseo sumamente furiosa Kagome- si no es porque tenemos que irnos, te arrancaría las pelotas y haría que te las comas.

-Considera esto mi renuncia anuncio la rubia.

-Gracias por su ayuda…..

-Takeyama Yū- se presentó la jóven- antes Akimichi Yū.

-¿Cómo el clan de Konoha que se especializa en el Jutsu de agrandamiento corporal?- Preguntó la ojinaranja.

-Me da pena decirlo, pero sí.

-Supongo que hay una interesante historia detrás- afirmó la jinchuriki científica- pero no tenemos tiempo. Puedes venir con nosotras y en un lugar seguro nos dices que es lo que pasó.

-¿Podemos confiar en ella?- la miro inquisitiva la madrina del niño- podría ser una trampa.

Chomei ya había leído las intenciones de Yū y no eran hostiles hacia ellas, por lo tanto, la pelimenta confiaba en ella.

-Digamos que tengo los medios de saber si fuera el caso- se encogió de hombros la niña. Disparando un disco de encogimiento, desapareció la barricada y salió con sus acompañantes, justo a tiempo para ver llegar a tres veces más guardias de los que había enfrentado.

Lanzando dos discos, dos escarabajos crecieron hasta alcanzar el tamaño de un rinoceronte y siguiendo el ejemplo de la heroína, las mujeres subieron a ellos y partieron a un lugar seguro.

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Un años y medio antes.

Palacio de Sherezada.

Yakumo se había llevado una gran sorpresa al ser conducida a la sala del trono dónde le aguardaba la hermosa gobernante de estas tierras.

Bajo su potente genjutsu que ocultaba su verdadera edad.

Su hermana Caldine y Naruto se habían ido a pelear en un guerra que un loco sediento de poder les había traído, para demostrar su superioridad. Lo que había tratado de ser capitalizado por las naciones shinobi que olvidaron que aún tenía bastantes recursos tecnológicos y humanos estacionados en el país. Y gracias al Supremo Creador, a la segunda miembro de ese equipo. O eso esperaba ella.

Le había dado la oferta a la mujer que usando alguna clase de poder que parecía ser mágico, le daba la habilidad de moldear a su antojo hasta cierto punto, la realidad misma.

-Seria un honor poder unirme a su equipo su majestad- se inclino cortésmente Yakumo ante Sherezada- como puede ver, no tengo un equipo, es decir, algún vistoso trajes para mí identidad, no es que lo necesite, pero debe saber que tengo enemigos que podrían asaltar este país en busca de mis habilidades.

- ¿Acaso tus poderes vienen de uno de los famosos proyectos del súper soldado, de los que tanto he oído hablar, y según mi departamento de inteligencia, todas las aldeas shinobi tienen o tenían?- interrogó la sultana.

-Posiblemente- admitió la aún Kurama- mis padres son shinobi y hay una suerte de Kekkei genkai en mi familia que brindaba una ventaja en una de las artes shinobi, pero mis poderes van más allá de ellas. Si dice que Konoha hacía esas cosas, creo que se quién más podría ser una persona que se vio afectada, posiblemente por voluntad propia de esos experimentos.

-¿Quién sería esa persona?

-Abominacion- soltó solemnemente Yakumo.

Hana había adoptado el nombre de Abominación como su nueva identidad, al ser llamada así de forma constante por muchos de los tipos a los que mutilo o asesinó. Una creación que nadie esperaba, pero que en cierto modo querían. El soldado perfecto, letal, poderoso y sin remordimiento para hacer lo necesario.

Pero como ese enorme poder estaba contra ellos, era llamada monstruo o abominación. Jodidos hipócritas. Si fuera un soldado fiel, aún con su apariencia, habría Sido llamada heroína y llenada de honores. Algo que Hana claramente no quería. Quería ser el monstruo que deseaban que fuera, PERO uno que arremeterá contra los que la crearon.

-Asi que eres de Konoha- asimiló la información Sherezada. Ella ya sabía que era poco probable que el Senjutsu fuera el responsable. Después de todo, había estudiado algunos textos antiguos que hablaban de algo llamado Ninshu, lo que dió origen al Ninjutsu, básicamente era una suerte de Senjutsu más refinado, destinado más a estar en armonía con el cosmos que a matar personas. El Senjutsu era algo más cercano al Ninshu que al Ninjutsu y de ahí que creía la sultana que algo más había pasado. Jodidos aldea hipócrita, decían no hacer algo, pero eran los que cometían las peores tropelías en aquello que decían no hacer y que censuraban a otros.

Si la hechicera era un experimento así, debía con más razón, protegerla a toda costa.

-Eso hace que mi convicción para protegerte sea mayor- le expresó muy convencida la monarca- esa clase de experimentos son un grave pecado a los ojos del creador. Sentirse Dios y tratar de manipular así a la vida, si es verdad que te hicieron algo, creo que debemos dejar que nuestra mejor investigadora médica te haga una revisión. Desafortunadamente, ella y Chusai están encerrados en Toledo, ayudando a Tetsujin desde aquí, en todo lo que necesita.

Yakumo asintió conforme, al igual que Ido. Conocer al artífice de la tecnología y a la mejor médico del país podía esperar.

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Un mes después, la castaña fue llevada al Parque industrial que a estás alturas tenía más pinta de una enorme fábrica que de un instituto tecnológico. No se engañen por ello. La sultana no era una especie de amante del socialismo o del comunismo, era más capitalista que varios de sus socios comerciales, de hecho, Uzutech aunque era una empresa muy importante del país, Chusai y Naruto eran los dueños. Pero tenían fábricas dentro y fuera del país, muy separadas estás del lugar donde verdaderamente ocurria la magia, ósea, el laboratorio.

Al llegar ahí, fue recibida por Yuriko que estaba acompañada de Karin que era su asistente, ya que la niña tenía una buena comprensión de su campo de investigación, quien la hizo pasar a su área de trabajo, la cuál era la investigación aplicada de la bioingeniería y la biomecánica.

Una vez dentro, la asistente de Yuriko que venía del Gran Este, una rubia de ojos grises llamada Winry Rockbell comenzó a sacar varias piezas de instrumental médico para poder hacerle una revisión minuciosa a su invitada.

Y de repente.

"Siento una presencia similar a nosotros, pero diferente" comentó Ido, alertando a Yakumo.

"¿Ninjas de la aldea?" Preguntó la niña.

"No, es familiar pero a la vez, no" expresó su otro yo sin saber ella misma que estaba diciendo "Es una presencia con una firma de chakra ligeramente parecida a la de nosotras, pero más potente, mucho más potente"

-¿Quien esté en el cuarto de a lado ?- Preguntó Yakumo con algo de suspicacia.

-En el laboratorio de junto, están Chusai y otro de nuestros más brillantes desarrolladores- respondió Yuriko sin inmutarse- ellos y su asistente. Del desarrollado.

-Ya veo- musitó la niña que todavía creía que estaba ocupando algo. Y eso se respaldo cuando Karin le susurro algo al oído a Yuriko, por lo que ella de dirigió al intercomunicador y llamo al laboratorio de junto.

Aunque Karin se quedó con ella para calmarla, tanto Yakumo como Ido estaban poniendose nerviosas.

Cuando estaba a nada de usar uno de sus clásicos Genjutsu, el de Teke Teke, entro al laboratorio un adolescente de catorce años, rubio, de ojos azules y marcas de bigotes en las mejillas….. que irradiaba la misma firma de chakra que ella había sentido.

-Creo que estabas sintiendo a mi socio Kurama- sonrió divertido Naruto y añadió- creo que vamos a tener una larga, larga charla.

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Con Fū.

Larga charla fue la que Yū tuvo con ellas.

Fū, Kagome y Yū se escondían en una pequeña cueva a unas cuantas millas del pueblo, usando una luz química que no llamaría tanto la atención y comenzaron a oír la historia de vida de su Nueva aliada.

Resulta que la rubia era hija ilegítima de Choza Akimichi y la había tenido cuando el líder del clan Akimichi aún no se casaba con su esposa, en una misión que tuvo con el llamado Trío InoShikaCho.

Ella era de aquí y el tipo había conocido a su mamá en la estancia encubierta para poder sabotear el intento de la madre de la Daimyo actual de poner un gran ingenio azucarero. Un cliente le había pagado al grupo para evitarlo y como los shinobi eran mercenarios…. Tuvieron que sabotear todos los intentos de ponerlo, por lo que fue una labor de un año encubierta.

Ella se enamoró del futuro líder de los Akimichi, le dió su primera vez…. Y una vez que la misión se cumplió, se fue sin decir nada.

Yū supo de su parentesco, ya hace 15 años (decía tener 26) cuando vio a un shinobi de Konoha que se parecía al tipo de la foto que su madre decía que era su papá. Ella sabiendo ahora de dónde era el tipo, se arriesgo a ir a Konoha y las cosas no salieron bien.

Choza la reconoció como miembro del clan, no como su hija, para tapar su error a ojo público y lo peor es que la esposa del hombre la trataba como una ciudadana de segunda. Tampoco ayudó que la querían obligar a subir de peso, para poder aprender los Jutsu del clan, algo que ella no deseaba. Quería tener a su padre en su vida, que al menos se viera que le importaba. Pero no fue así. Si no es por la ayuda de Riki Sendaryu y Ryoku Asai, ella no habría podido irse de la aldea, y afortunadamente parecía ser que no les importaba nada ella, porque no la habían seguido.

Lo que Yū quería era que Fū le diera el tipo de poder que ella tenía, para usarlo en beneficio de su país. Ser su compañera en ayudar a los demás. Era algo ególatra, pero tenía buen corazón, eso lo pudieron ver Kagome y ella al ver que la rubia era vanidosa, pero tenía un corazón noble.

Podía usar relativamente fácil los Jutsu básicos de los Akimichi, pero los más avanzados eran algo que estaba fuera de su liga. Por qué no pudo aprenderlos y porque no tenía nada con que hacerlos, hablo por supuesto de los requisitos necesarios, en cuanto a chakra y tipo de cuerpo.

"Podrías usar la ayuda" le ofreció el Escarabajo de siete colas "sería al revés pero sabemos que tú benefactor primero creo a Mazinger para un piloto y después el comenzó a usar los modelos Máquina de guerra, aquí sería al revés. Además, solo te está pidiendo el truco de aumentar de tamaño, no de encoger. Podrías considerar al menos su idea"

" Y la de alguien que quiera hacerse solo pequeño" rodo los ojos la ojinaranja " Me siento muy protectora de mi descubrimiento, no es como si fuera algo a usar por todos, como un arma de fuego o un escáner"

La escarabajo iba a hacer una réplica, cuando sintió una presencia rara en el ambiente, una conocida, pero más atenuada. Y abriendo los todos sus ojos como platos, entendió porque era eso.

"Mierda, deben salir de aquí, ¡ahora!"

"¿Porque?" Preguntó la pelimenta.

La respuesta le llegó cuando dos objetos parecidos a botellas entraron al lugar, objetos que Fū ya conocía, bombas creadas en Kumo, similares en función a las granadas que Chusai había creado.

-!A cubierto, ahora!- gritó la niña mientras ajustaba su casco y se colocaba detrás de una pared rocosa.

La explosión simbro la cueva, pero no lastimo a ningúna de sus ocupantes onsl bebé que traía tapones en los oídos que Fū le puso para que no se despierte con la charla de ellas. Que bueno que lo hizo porque el ruido lo habría despertado y habría puesto en alerta a quien arrojó esas cosas adentro.

Pronto entro una mujer, era una joven en sus veinte y tantos con el cabello castaño largo, tenía una máscara blanca con el diseño de un copo de nieve en azul, una katana en su espada y el uniforme ANBU sin marcas, compuesto por piezas de diferentes versiones de esta unidad que tenían todas las aldeas shinobi. El pantalón típico de Kumo, el calzado de Suna, el chaleco de Konoha y el bolso de herramientas de Kiri, además de no usar una bandana que delatará de dónde era esa mujer. Aún así, Fū y Chomei que tenían una copia del libro Bingo que Chusai les había dado, sabían quién era la persona que estaba ahí. Y para la mala suerte de Fū, era una persona a la que sabia que en esta circunstancia no debía enfrentar. Era Yuki Onna, la más infame mercenaria en los Países Elementales. La tal Suki Aitana si que había ido muy lejos para poder tener a quien se supone la sucedería, en sus manos.

"!Oh mierda¡" Pensó Fū, sabiendo que sería muy difícil salir de ahí usando solo la fuerza. Y aunque tenía mucha, también tenía inteligencia y urdio un plan para salir de ahí con las demás en una sola pieza.

Omake.

Uzu, dos años después de la guerra Nieve/ Luna llena.

Arashi camino como poseído apenas tocó el grupo la playa. Yugito, Shiori, Natsu, Ryoku y Shiro estaban muy preocupados al ver al joven caminar así, más aún, no entendían porque Riki estaba tan tranquila.

-Es una de las armas guardianas- explicó la miko- Esta llamando a mi hijo. No me siento asustada, me siento orgullosa.

Efectivamente, caminaron un buen rato hasta que llegaron a una necrópolis, una gran cámara mortuoria que Riki había oído que se había sellado para que en caso de caer Uzu, los restos de los Uzumaki ahí presentes tuvieran un lugar de descanso eterno.

Arashi y los demás entraron ahí, hasta llegar a una tumba sobre la que descansaba el famoso Jun dao Uramasa.

Era una arma magnífica, el pomo de marfil y oro blanco con una esmeralda en la base del pomo, una funda de jade y diamante y según la historia, la hoja de un acero indiscutible de color verde.

Al llegar a la tumba, Arashi tomó el arma y dió un grito de guerra antes de que un relámpago le cayera encima.

-!Hermano¡- grito Shiori preocupada por su hermano, pero la preocupación dió paso al asombró al despejarse el humo que acompaño al rayo.

Ahora el mayor de los Uzumaki parecía que envejeció un par de años y que hizo mucho ejercicio. Musculos que se veían marcados en su haori rojo con el símbolo Uzumaki y el del dios del Rayo, sandalias de metal y un par de Brazaletes de bronce completaban el atuendo del ahora adulto.

-!Ya tengo el poder¡- exclamó eufórico el nuevo Daimyo de Uzu, eso hasta que….

Riki lo comenzó a agarrar a chanclazos.

-! Que poder ni que ocho cuartos jovencito¡- le daba con sus mejores técnicas de chanclajutsu- nada de que se le suba a la cabeza el poder , tienes muchas responsabilidades como nuevo Daimyo de Uzu.

-Es un papucho- decia suspirando Natsu al ver el nuevo cuerpo del Uzumaki.

-Su cara parece tallada por los mismos Kami- asintió de acuerdo Yugito, para celos de Shiro y Ryoku.

"Lo que daría por tener los gatitos de ese Alfa" ronroneo sensualmente Matatabi.

-! Atrás zorras¡- les reclamo Shiori- Arashi es mío- al ver la cara de todos al oirla, intento componer la situación- que diga, está muy joven para ustedes.

En eso sonó un acordeón y un sombrero norteño apareció en la cabeza de Shiori, pero mientras eso sucedia, Riki lloraba en silencio, con una mezcla de orgullo y melancólia.

"Cariño, tu fé fue recompensada, Arashi es el Daimyo de Uzu por derecho divino y algo me dice que Shiori tiene un destino igual de grande"

Lo que Riki no sabía, es que aunque tenía razón, el destino de su hija tenía que ver con ella, más de lo que ella alguna vez creería.

Y corte.

El segundo símil de Thor ha aparecido y no negaran que di bastantes pistas de ello.

También Yuki onna hace su aparición y no hace falta decir de quién es símil.

Ya veremos cómo le hace Fū para sacarse el apuro y si veremos a una versión alternativa de Mt. Lady en el Fic.

Ya saben, dejenme su review, así no solo me animan a escribir, habrá retro alimentación entre nosotros.