Sin miedo y sin esperanza.
Ya saben, lo de la disgrafia, disculpas por los teclazos y horrores del auto corrector.
Y recuerden, Naruto y sus personajes son propiedad de Kishimoto sensei
Review
Oswaldo Enrique.
Bendiciones para tí también.
País de las Olas, noche. Puerto de Saitama.
Desde detrás del callejón en el que está parado y observando, un hombre vestido con una gabardina, vio al grupo de cinco hombres salir de una carreta destartalada y entrar en una tienda simial a las tiendas de conveniencia, con pasamontañas. Alcanzó a ver un par de katanas y una maza. Un martillo de herrería de mierda comprado barato en la calle mejor dicho.
Se dirigió al contenedor de basura dónde había escondido sus cosas.
Necesitaba actuar rápidamente.
Pistolas automáticas tipo Colt .45. Un cuchillo tipo Kukri y una 9mm..
Salió del callejón y fue hacia la puerta de la tienda. Sin hacer disparos. Todavía. No podía correr el riesgo de que se volvieran locos y matarán a los posibles rehenes en un arranque de mezquindad o de pánico. Sólo por estar en el camino. Como su propia familia, hace una vida en la plaza de la ciudad. Por ser más fáciles de atrapar que él, cuando se escondió tras su fallida revuelta contra Gato quien tenía asolado a su país adoptivo, su esposa Tsunami y su hijo Inari.
Poco importaba que Inari fuera hijo de una relación anterior de ella, lo amaba como si fuera suyo y por mezquindad Gato se los había arrebatado.
Entró en la tienda de conveniencia, Colt 45 en sus manos. Uno de los matones se giró hacia él, blandiendo una Katana de segunda .
Un tiro en la cabeza le arrancó la mitad del cráneo al ladrón, salpicando sangre y materia encefálica sobre los estantes y el mostrador.
El vigilante se hizo una imagen mental rápida:
A la derecha: Un tipo estaba vaciando el dinero detrás del mostrador, DELANTE DEL MOSTRADOR uno tenía un kunai presionando en la cabeza del empleado o propietario (hombre de mediana edad, ojos extraños y tranquilos), IZQUIERDA: los otros dos estaban robar cajas de refrescos.
Era hora de "Castigarlos".
Le disparó con la Colt al que sostenía al dueño/empleado a punta de kunai. Una bala destrozó la muñeca del criminal y la otra entró en la nuez de Adán y salió por la nuca, cortando la médula espinal. Cayó como una marioneta sin huesos.
El dueño/empleado se agachó antes de que el que vaciaba el efectivo pudiera reaccionar. Demasiado tarde. Dos tiros en la cabeza lo derribaron.
Los restantes tiraron sus cajas de refrescos y buscaron armas en sus cinturones.
Un certero disparo dirigido a cada uno. Dos golpes al corazón para cada uno de ellos los mandaron directamente al otro mundo.
Y terminó en 14 segundos. Con cinco muertos.
-¡Señor! ¡Señor!- llamó el vigilante al dueño/empleado.
-Estoy bien. Gracias- le dió su gratitud el hombre. Tenía acento extranjero. País de la Lluvia seguro. No podría ser más preciso. De nuevo ojos extraños, tristes, tranquilos. -Escucho ruidos. Vete antes de que te atrapen.
El hombre asintió y se fue.
A LA MAÑANA SIGUIENTE
El vigilante volvió a revisar la tienda. En caso de que los matones de Gato quieran tomar represalias o que simplemente quisieran vengarse. El mismo hombre estaba allí. Barriendo. El vigilante vestía un disfraz: camisa de franela y gorra de pescador con gafas.
El hombre lo miró.
-Sabía que volvería, Sr. Umi- el hombre dijo con seguridad.
El señor Umi estuvo desprevenido por una fracción de segundo, durante el cual el hombre dijo.
-Ven. Vivo arriba. Te serviré un poco de té.
La casa del hombre era pequeña, humilde, pero bien cuidada. Había marcos de fotos por todas partes. Tiempos felices. Momentos con su familia.
-Quítate ese ridículo disfraz- le comentó el tipo- Todo mundo en este país, al menos los que son personas decentes sabemos quién eres Kaiza Umi, así que por favor siéntete como en casa. Siéntate, por favor.
El hombre trajo a Kaiza un poco de té.
-Gracias- dijo simplemente el hombre.
-De nada- le restó importancia el anfitrión- Mi nombre es Taketo Hamada. Llámame Take.
-Supongo sabes quién soy- comentó Kaiza a lo que el tipo asintió.
El invitado tomó un sorbo de su té.
El hombre lo miró y sonrió.
-Debes estar desconcertado, ¿eh?- comentó casualmente Taketo.
-Sí. Lo estoy- admitió el aludido- Usualmente…..
-Inspiras miedo u odio…- lo interrumpió el hombre- A veces gratitud, pero nadie te invitaría a tomar el té, ¿no?
-Algo hay de eso."
-He oído hablar de ti. Y... lo que haces- le contó el hombre- Lo creas o no, tan pronto como me enteré de cómo llegaste a ser, me dije a mí mismo: "Ojalá pudiera hablar con este hombre" . Esto puede parecerte surrealista, pero es algo que sentí que tenía que hacer.
Kaiza permaneció en silencio. Y escuchó.
-Soy de la Aldea de la Lluvia. Emigré aquí después de la Gran Guerra que reclamó a 1 000 000 de mis compatriotas. Como tú, he visto la guerra. Como tú, soy el último sobreviviente de mi familia. Como tú, he perdido todo lo que amo gracias a la locura al azar o bueno, la locura de otros que nos usaron de patio trasero. Escuché de ti, de tu guerra. Te miré a los ojos cuando mataste a esos hombres anoche. No sentí miedo, disgusto, sino tristeza. La mirada que vi en tus ojos, la que vi en los ojos de mis compatriotas en ese entonces. Fuiste un padre y esposo amoroso, una vez. Y ahora, te has convertido en un asesino de asesinos
-Take….
-Déjame terminar- le interrumpió el hombre- He visto a los ojos a la verdadera locura, un hermano matando a otro hermano, al esposo matando a la esposa e hijos. Violencia, venganza... arrasó con cientos de miles de personas... ¿para qué?.
-Lo que hago, lo hago por gente como tú- le respondió Kaiza, aunque parecía que se quería convencer a si mismo- Para que puedas vivir en paz. Vengare a mi familia. Mi guerra es más que solo venganza. Nadie debería pasar por lo que yo pasé
-¿Y tú? ¿Alguna vez conocerás la paz?- le pregunto el anfitrión
-Dejé eso hace mucho tiempo.
-¿Y crees que estás haciendo una diferencia?- le pregunto con sincera curiosidad Taketo.
-Hago lo que puedo
-Regresaste, debido a la posibilidad de represalias por lo de anoche, ¿verdad?- quiso saber Take
-Sí.
-Regresan, los matas. Luego comienza de nuevo, nunca termina. Como tu guerra. Me salvaste la vida, pero ¿crees que resolviste algo? ¿A la larga?
-Vivo a corto plazo. Me ocuparé del largo plazo más adelante- trato de defenderse, sin saber porque Kaiza.
-¿Cómo se dice?... El panorama general. ¿No lo ves, verdad? Matas las malas hierbas, pero no quitas las raíces. El problema seguirá creciendo de nuevo- comentó Taketo- sin que Gato Caiga, esto no va a mejorar nada.
-Soy un soldado- comentó Kaiza-. Sé que si elimino a los asesinos, esos asesinos ya no matarán. Si elimino suficientes asesinos, salvaré suficientes vidas.
-Kaiza... todo lo que digo es que tal vez deberías mirar las RAZONES por las que hay asesinos.
-Avaricia. Odio- comenzó a enumerar Kaiza
-¿Venganza?- pregunto Taketo.
-Sí, tal vez- concedió el vigilante- Mira, Take, tuve este tipo de discusión antes con otros. Soy lo que soy. Hago lo que hago. No puedo cambiar eso.
-¿No Puedes o no quieres?- dijo seriamente el nacido en Ame- Ese tipo de razonamiento llevó a mi país más allá del borde de la locura. Si de alguna manera no rompemos el ciclo, seguiremos repitiendo los mismos errores. Habrá más guerras. Más genocidios. . Más muerte.
Taketo le trajo una foto a Kaiza.
-Tengo dos hijos nacidos aquí. Enjiro y Kira- le comentó el hombre señalando a cada persona- Esta es mi esposa, Fuyumi. Empecé de nuevo, aquí. Yo tampoco lo creí posible. Pero lo es. La única cura para el odio, es el amor. La única cura para la codicia, es dar, la única cura para la desesperación. es la esperanza. La única cura para la muerte, es la vida.
Kaiza tomó el marco. Taketo parecía feliz con su segunda familia. Su segunda oportunidad. ¿Acaso él desperdició esa segunda oportunidad cuando se convirtió en "Esto", o simplemente respondió a un llamado más poderoso?
-Take, estoy condenado, más allá de la esperanza, más allá de la redención. Es mi elección. Tal vez incluso sea mi naturaleza matar. Es todo lo que ahora sé. Pero, escuchándote, sé que estoy haciendo lo correcto. Para mí, estás historias son sin lugar a dudas la razón por la que hago esto. Maestros, pensadores, curanderos... las personas que se esfuerzan por hacer de un mundo un lugar mejor y que merecen poder hacerlo sin temor a que les roben o los maten. Tú haces lo tuyo. Yo haré el mío. Tal vez, algún día... los tipos como yo no serán necesarios.
-Ten cuidado, Kaiza- dijo con humor el hombre-. Eso sonaba peligrosamente a la esperanza.
Kaiza casi sonrió. Su anfitrión se puso de pie y extendió su mano. Él la estrechó.
-Cuida de mi amigo- le pidió el tendero.
Kaiza asintió y se fue.
En algún lugar, más personas necesitaban ayuda. Y más escoria necesitaba ser Castigada.
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En otra parte, al mismo tiempo.
El 77% de la población tenía miedo de hablar en público.
Aoi Megumi estaba en el otro 23%.
Aquí fue donde Megumi se destacó. Ponla frente a un jurado, ponla frente a una multitud en una plaza o una sala repleta de personas, y ella estaba tan cómoda allí como si estuviera saltando desde un techo. Hablar y hablar, narrando historias o declamando por horas le resultó tan natural como los golpes y las patadad que ella daba durante las noches.
Después de todo, sin la ayuda de Kaiza, luego de su fallido intento por sacar a Gato de estas tierras, ella era la única que podía hacer la diferencia en ese sentido.
Esta noche, Aoi Oni estaría un paso más cerca de hace eso realidad.
Se agazapó en las sombras, escuchando el zumbido de las luces de neón y el sonido de las palomitas de maíz al estallar en el cine al otro lado de la calle. Estar aquí en el puerto, justo en medio de la temporada de pesca, estaba un poco fuera de su zona de confort. Los pescadores de Gato comenzarían pronto a trabajar Muy pronto. Con suerte, en ese momento, todas las personas en la calle de abajo estarían haciendo el ruido suficiente para que los matones del magnate no sepan que pasó hasta que sea demasiado tarde.
- Bueno, cuanto más grande sea la audiencia, mejor- murmuró Megumi dándose ánimos a si misma.
En este momento, Megumivestía un conjunto shinobi hecho con partes de otros trajes diferentes, similar al de Yuki onna, diferenciando su conjunto, al usar una máscara de Oni en color azul, de ahí que le llamarán Aoi Oni.
Bajo con precaución y amagó a uno de los vigilantes y se puso a trabajar, forzando la bodega donde estas escorias guardaban todos los víveres que los cargueros de Gato traían para vender a precios exorbitantes.
Una vez que entro, comenzó a buscar las llaves del archivo, para así saber los horarios de los barcos de Gato que estaban por llegar. Eso sería clave para lograr su objetivo.
Ella había corrido muchos riesgos para enviar un mensaje a un contacto en Konoha que ella aprendió, era una espía de Sherezada, la gobernante en La luna llena, pidiendo ayuda a ella para poder poner fin al embargo comercial.
Con esa lista, su poderosa armada podría poner en aprietos a Gato, alguien con quién la propia Sherezada tenía historia al hacer el amagó de intentar en su momento en su nación lo que estaba logrando en esta.
Seguramente, que Nobunaga se le adelantará y su destino le hizo cambiar su objetivo en una nación más fácil.
De ahí que La luna llena no fuera del agrado de muchas personas.
"Las relaciones publicas no son mi especialidad" se sacudió la cabeza para despejar su mente "Ayudar a sus fuerzas con esto primero, que sea lo que Kami diga después"
-¡Hey! ¿Que haces aquí?- dijo un tipo que entró a la bodega.
Megumi sabía que estaba ahí, no le tomó por sorpresa, el matón fue el sorprendido, ya que ella usando una suerte de bastón, lo engancho del piel y lo lanzó con fuerzas contra un tonel de metal, dejándolo fuera de combate.
La vigilante escucho, aguzando el oído sin detectar alguien más lo suficientemente cerca como para oír la conmoción.
Pero ella sabía que aún cuando tuvo suerte, los compañeros de este gusano lo estarían buscando cuando sintieran que había pasado demasiado tiempo aquí.
Tenía que apresurarse rápido.
Tomo las cosas que necesitaba, salió de ahí sin mayor contratiempo y desaprecio enmedio de la noche.
Una noche que era incapaz de ver, pues Ella era ciega.
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Con Asami, a la mañana siguiente.
Ya era medio día cuando la pelirroja regresó a la casa. En parte porque quería asegurarse de que la casa estuviera segura y, sobre todo, porque quería tener una idea de la tarea que tenía entre manos. Cada vez que se mencionaba el nombre de Gato, sentía un hormigueo en el fondo de su mente. Sabía lo que significaba.
Era lo que su mamá solía llamar el sentido Uzumaki de la justicia, no es que supiera si existía o no.
Con todo y eso, ella buscó cualquier información que pudiera rastrear sobre el hombre codicioso. Desafortunadamente para la hermana de Naruto, no pudo obtener ninguna pista sólida sobre dónde se escondía el hombre. Aunque se enteró de que Gato tenía una pequeña fuerza militar de bandidos que sumaba cerca de trescientos. Sin mencionar que siempre tenía samuráis rebeldes a su alrededor en todo momento actuando como guardaespaldas.
Tan silenciosamente como pudo, abrió la puerta de la cocina para entrar a la casa. Estaba medio esperando que Kakashi estuviera sentado esperándolo, o tal vez Sakura y en menor medida, Sasuke. Sin embargo, no esperaba que la esposa de su cliente se sentará a la mesa con dos tazas de té preparadas.
-Bienvenida de nuevo, Asami- le sonrió la muchacha mientras le ofrecía una de las tazas, la cual Asami recibió gustosamente, sentándose a la mesa con ella. -¿Fue productiva tu salida?
-Diria que sí- admitió Asami- Pude tener una mejor idea de a lo que nos enfrentamos- dijo con sinceridad, mientras la miraba. Sus ojos luego vagaron hasta su brazo donde el vendaje todavía estaba firmemente envuelto alrededor de su antebrazo.
-¿Tu brazo está bien?- Preguntó Asami- Si lo necesitas, conozco una cantidad moderada de ninjutsu médico que puede acelerar el proceso de curación.
-Si no te importa- la joven sonrió mientras deshacía el vendaje, dejando al descubierto un corte casi curado. Aunque por lo que Asami pudo ver, parecía haber sido un corte bastante profundo.
Colocando su mano sobre el corte, su mano libre sujetando suavemente la de ella, un tenue brillo verde comenzó a emitirse desde su mano. Cubriendo la herida mientras lo hacía. Lentamente, lo que quedaba de la herida comenzó a cerrarse y sanar más rápido hasta que no quedó nada excepto piel suave.
-Si no te importa que pregunte, ¿cómo recibiste tal corte? - habría preguntado ella
-Digamos que fue un sacrificio para recibir un oráculo- contestó la seguidora de Jashin- en cierto modo, fue el precio a pagar
-Los matones de Gato te lo hicieron camino al templo- supuso la pelirroja.
-¿Algo interesante sobre Aoi Oni o sobre "El castigador"?- evadió la pregunta Kagami.
Asami lo dejo pasar, creyendo que era un tema sensible para su anfitriona.
-Se que antaño se veía al señor Kaiza como un héroe- comentó Asami- pero hoy en día le ve más la gente como un alborotador que solo está agitando un avispero.
Si bien sus acciones permiten que los negocios en su área de influencia puedan permitirse seguir funcionando y con ello, ser el soporte vital de sus alrededores, sus acciones poco o nada pueden hacer por mejorar la situación.
A diferencia de Aoi Oni que al menos le está dando golpes certeros a Gato que han hecho que su agarre sobre la nación afloje un poco.
Pero también eso ha hecho que se vea en la necesidad de contratar a uno de los espadachines de Kiri que es actualmente un shinobi Renegado, Zabuza Momochi.
Sinceramente, creo que ambos deberían dejarle a cualquiera capacitado la labor de sacar a Gato de aquí.
-¿Como quién?
-No sé- dijo Asami- cualquier nación shinobi.
-Sinceramente no me sorprende esa respuesta- negó con decepción la mujer- ¿Sabías que el día que este país cayó, había shinobi de Konoha involucrados?
-Escoria desertora- comentó con desdén la pelirroja
-No creo que sea esa clase de ninja- le respondió su anfitriona- si lo vemos fríamente, a Konoha le conviene o mejor dicho, a tu país le convendría que no estemos aliados a Sherezada y que Gato nos este asediando. Así obtienen ganancias y evitan que un puerto estratégico está en manos de Sherezada.
-¿Crees eso?- pregunto con cierto enojo Asami.
-Eres una shinobi después de todo- comentó con cierto desdén Kagami- tengo entendido que la única nación shinobi que actuaba más como una suerte de héroes de alquiler eran los que venían de Uzu, los demás ninjas del mundo básicamente son mercenarios que venden sus servicios al mejor postor, la única diferencia real entre los ninja y los ninja renegados es que el cien por cierto de lo que ellos cobran va directo a sus bolsillos, a diferencia tuya que solo te queda con una parte.
-Mi mamá me dijo algo parecido a eso- admitió Asami.
-Entonces debes recordar las palabras de la Habanera sangrienta- comentó Kagami- y hacer lo que dice y no lo que hace. La historia de que sucedió en tu aldea con tu hermano es muy conocida en varios lugares.
La conversación fue interrumpida por Sasuke, Sakura y Kakashi que venían junto a Tadano, luego de que él les pidiera un estimado de cuánto costaría una misión para que Konoha rompa el cerco comercial del Magnate.
El esposo de Kagami creció en Kusa y aunque era un civil, creía ciegamente que la solución para esta dificultad era tener un palo más grande que Gato.
El hombre no quería hacer tratos con aldeas ninja, por ello tenía únicamente matones de poca monta. Zabuza Momochi era uno de ellos, aunque el más destacado.
Mientras Tadano subía a cambiarse de ropa, el Uchiha había decidido retomar una conversación con su sensei.
-Entonces, ¿qué estamos aprendiendo en realidad?- preguntó Sasuke, su mirada aún fija en su cliente mientras subía las escaleras .. caminando al lado de una Haruno que parloteaba emocionada.
-Además de cómo lidiar con interferencias inesperadas en las misiones, aprenderás a trepar árboles- respondió Kakashi con humor .
Los ojos de Sasuke se entrecerraron, aunque el Uchiha no presionó más el tema.
Asami rodó los ojos en blanco, un gesto que significaba que ella ya conocía, si no es que dominaba el ejercicio.
Y Sakura, bueno…. Al menos todavía tiene salud.
Solo esperaba que sus lindos y pequeños genin sobrevivieran a esta misión de reconocimiento.
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Seis horas después
Eran alrededor de las 8:00 p. m. cuando Asami y Sakura regresaron a la casa. La pelirrosa se veía un poco peor de lo normal, ya que había decidido entrenar con la pelirroja para obtener un mejor control de algunos de sus nuevos jutsu.
Si bien Sakura era hija de dos ninja retirados, ellos le habían dado instrucciones sobre unos cuantos Jutsu que le podrían ser de utilidad.
Y aunque ella priorizaba sus coquetos con el Uchiha, su madre fue muy elocuente sobre lo que ella le haría si no domino al menos la mitad de los Jutsu que venían en ese pergamino genin que le había dado.
Mebuki Haruno era conocida por ser casi tan temperamental como Kushina Uzumaki, de ahí la simpatía de Asami por la situación de la pelirrosada.
Una vez que terminaron su entrenamiento, la Uzumaki le había dado a su compañera de equipo de cabello rosado una píldora de soldado para reponer rápidamente su chakra y fuerza. Y esta fue la única razón por la que pudo sostenerse por sí misma cuando las dos entraron a la casa, despidiendo casualmente Asami a sus dos clones de sombra, recibiendo los recuerdos de cada clon que puso a estudiar diferentes pergaminos de fuinjutsu.
Todo lo cual sucedió mientras Kakashi sensei le daba consejos a Sasuke sobre cómo usar su Sharingan.
-Bienvenidas de nuevo- sonrió Kagami mientras saludaba a las dos kunoichi- Acabo de terminar de hacer la cena.
-Gracias, Kagami san, huele maravilloso- le saludo la pelirroja mientras la mujer nuevamente sonreía mientras comenzaba a servir la cena
-¿Lograste aprender los Jutsu que tu madre te pidió que practicaras Sakuta?- Llegó una voz detrás de las dos.
-Con ayuda de Asami fue más fácil- admitió Sakura.
-Si soy sincera, lo habrías logrado sola- dijo humildemente Asami- con tú control de chakra, aprenderás rápido cualquier Jutsu que te pongan enfrente. Siempre que tus reservas de chakra den para eso
-Estaba pensando en lo mismo- estuvo de acuerdo Kakashi que obvio el progreso de la pelirroja.
Asami era una prodigio por derecho propio, aunque no al nivel de su hermano, ella tenía la ventaja de ser instruida por un sanin y sus famosos padres. Realmente era poco lo que podía hacer por ella en ese departamento.
Pero en la parte del temperamento, al menos se veía que en el caso de ella, estaba haciendo notables avances.
-Ya que hemos progresado en eso- comentó Kakashi casualmente- mañana el entrenamiento se va a enfocar en el trabajo en equipo. Deben aprender a usar sus habilidades en conjunto, ya que son una unidad. Créanme, esa clase de interacción entre ustedes les puede salvar un día la vida.
-De acuerdo Kakashi sensei- dijeron sus tres estudiantes a coro.
Sakura, Sasuke y Asami ayudaron a Kagami a poner la mesa, lo que le dió tiempo al peliplata de redactar un informe para que Pakkun, su invocación personal lleve de regreso a Konoha.
En el tendría que plasmar la existencia de Aoi Oni y del "Castigador", así como de dos nativos de Kiri que estaban rondando por los alrededores y que habían puesto freno también a dos barcos involucrados en el asedio naval que azotaba esta tierra.
Eso y los avistamientos de Hechicera y una compañera que usaba un antifaz y un distorsionador de voz y un uniforme similar al de los Anbu.
Sin duda que la misión para demostrar que Konoha aún era un faro de esperanza, sacando otro equipo más adelante, a Gato, sería de suma importancia.
Gato jamás contrataba ninjas de aldea alguna, lo que lo hacía presencidible y por eso no se sorprendió Kakashi de que la misión fuera aceptada.
"Estamos dándole la razón a Sherezada" se masajeo las sienes Kakashi "Y ahora es una carrera para ver si ella o nosotros somos quienes liberamos el País"
Estaban a nada de librar una suerte de guerra, para ver si Konoha o la Luna llena libran a este país del yugo que los oprime
Omake.
Hace mil años.
Kaguya nunca esperó que esto pasara, pero lo había hecho, se había enamorado otra vez, desafortunadamente, la persona que robó su corazón era alguien que moriría pronto.
La habitante de un mundo lejano podía sentir a su amo fortaleciéndose cada día más, lo que quería decir que muy pronto despertará y comenzaría a asimilar este mundo.
Quizás podría rogarle a Shinju, luego de tantos milenios de leal servicio, que perdone a Tenji y que le dejé conservarlo. Después de todo, su amado también tenía sentido de la aventura y curiosidad.
"Aunque algo me dice que él no aceptará mi sugerencia, al saber que implica para su mundo" pensó con profunda tristeza Kaguya "Estúpido, tenías que complicarlo todo"
La extraterrestre suspiró y salió al balcón de su habitación, viendo el pasaje que en cuestión de tiempo desapareciera.
Le recordó mucho a la noche de su mundo natal, con su cielo estrellado y las dos lunas que brillaban con una luz un poco más azul que la solitaria luna de este mundo.
La adaptabilidad de la mente a situación traumáticas es asombrosa, por lo que Kaguya no se sorprendía al notar que lo único que recordaba de su mundo natal fueran detalles, como se veía, sus estaciones y ciertos paisajes. Pero fuera de eso, no tenía recuerdos de su vida pasada.
Lo único que podía recordar, fue hacer el trato con Shinju para ser su heralda y ayudarlo a buscar mundos para consumir, si dejaba en paz el suyo.
Tenía la sensación de vacío al recordar ese día, un vacío similar al que sentía ahora que pensaba en Tenji, por lo que la albina sabía que amó alguna vez. Pero quién era esa persona fallecida hace varías eras, escapaba a su memoria.
Al igual que su amistad con Aino. Cierto, debía rogar también por ella. Ella era la primera amiga que había hecho desde que tenía memoria.
"¿Que más puedo hacer?" Pensó con tristeza "No es como si pudiera desafiar a mi amo. Se muy bien de que es capaz. No hay forma de derrotalo….. a menos que …."
Kaguya nunca espero enamorarse.
Y también jamás creyó poder desafiar a Shinju.
Pero al convivir tanto tiempo con él, innadvertidamente, había visto su punto débil. Quizás y solo quizás había una posibilidad de detenerlo.
Ojalá que Tenji y Aino no la odien cuando ella les cuente la verdad.
Y corte.
Y con los actores principales ya presentados, ya podemos dar inicio a la acción.
Los veo pronto.
Ya saben, dejenme su review, así no solo me animan a escribir, habrá retro alimentación entre nosotros.
