Una inusual tortura.

Ya saben, lo de la disgrafia, disculpas por los teclazos y horrores del auto corrector.

Y recuerden, Naruto y sus personajes son propiedad de Kishimoto sensei

Review.

Virus pirata

Si caray, y vaya que me pegó con Naruverso. En fin.

Ciertamente no había más que los sanin como opción y se negó a ello por comodidad y por saber cómo son. Lo de la policía… me parece increíble que no hubiera una hasta que Naruto se hizo hokage, de ahí que los oblique a ello con algo así. Espero que esté capitulo sea de tu agrado.

Kurasano'o

No iré por ahí, al menos no aquí, pero algo voy a hacer con ellas.

Mago rojo

Jakenpon es más una suerte de comodín, para los Namikaze son un pretexto para algunas cosas, PERO también son mi comodín para otras, serán miembros esenciales de la aldea, PERO aún no diré porque.

Emperor92

Si que estará bueno lo del café y lo de natsu si soy sincero me lo saqué de otro Fic que había visto, no con ella especialmente, pero si esa idea. Y bueno, Danzō estés parado contra su voluntad, pero veamos más adelante como trata de sabotear eso.

Elchabon

Gracias y espero que esté capitulo sea de tu agrado.

Otakufire

No me paso por la cabeza…. Y si, eso se sabrá hoy.

Diegoossorio1

Gracias, tienes razón lo disfruto mucho.

Konoha, Oficina del Sandaime.

-No puede ser tan malo ¿Verdad?- pregunto muy temeroso una de las tres personas frente al Sandaime- digo, era maltratado, pero el niño quería demostrar que la gente de la aldea estaba equivocada.

-Quería, tiempo pasado- negó categóricamente el Sandaime y añadió- claro está, si te pasarás más por la aldea, en vez de enviar los informes de inteligencia con ayuda de tu convocatoria, sabrías de lo mal que el niño lo ha pasado.

-Y era su trabajo asegurar que Naruto Kun esté protegido y cuidado- rectifico airadamente otra persona- les falló a Kushina sensei y a su esposo y no ha hecho nada para enmendar sus errores.

-Eres una para hablar Yugao- miró con dureza a su capitana ANBU- he cometido errores y definitivamente he traicionado a Minato y a Kushina en formas en las que ningún hokage ha Sido traicionado, pero no he Sido el único ¿Que hay de ustedes dos? Has estado en misión encubierta por dos jodidos años y en ninguna de tus cartas has pedido información del niño.

Lo mismo aplica para ti Kakashi.

-Confiamos en que usted protegería al hijo de Minato Sensei.

-Tiene un nombre, ¿sabes?- le reviró el kage- me parece muy síntomatico como Jiraiya y tú jamás lo mencionan por su nombre, o Hana Inuzuka para el caso. No es que me sirva de algo que Hayate lo llama Naruto San, si no ha podido hacerse amigo del pequeño.

-Podria quitarles al niño- ofreció Jiraiya.

-¿Y arriesgarme a qué en un arranque de ira, suelte al Kyubi? - Preguntó el Sandaime- ¿Estás loco? No voy a hacer eso, lamentablemente, los Kadō tienen el derecho de ser sus tutores legales al ser de un clan vasallo del clan Uzumaki y no hay leyes que me permitan retirar esa custodia.

-¿Ni siquiera la forma de ganar dinero de la madre?- Preguntó incrédulo Kakashi.

-Lo ponen como asunto de clan y nos jodimos- negó nuevamente el Sandaime- también está la cuestión de que me tienen muy amenazado con soltar las cosas con Morisato Sama. Él apreciaba mucho a los padres biológicos de Naruto y no se que nos haría si se entera de la verdad.

-Basicamente, no puede hacer nada- se sentó nuevamente Yugao en su asiento- y Hana y Hayate no han podido conectar con él.

-Hanan sinceramente tiene otras cosas que pensar- suspiro el Sandaime- con lo que sea que está pasándole a su madre, ella tiene bastante presión en casa. El consejo de su clan ya amenaza con retirar a su hermano y a ella del liderazgo, de demostrarse que lo de Tsume es hereditario.

-Pero para eso necesitan al menos que ella tenga la edad de su madre- replicó Kakashi.

-Hana ya es la líder del clan y es una responsabilidad para la que no estaba preparada y se nota- explicó el kage- presión, edad, no se que pudo hacer enfermar así a su madre, pero su consejo fue muy claro, a la menor señal de que ella tenga la misma enfermedad, Kiba no heredará nunca la posición de liderazgo.

La decadencia mental de Tsume parecía apuntar a qué el deterioro era súbito y bastante exponencial y sin causa aparente. Es una "pena" que nadie supiera a bien de la razón de los problemas mentales de la ex matriarca Inuzuka.

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Hace casi un año, Luna Azul.

Chusai y Manui terminaron la labor de desnudar a sus sujetos de prueba para las máquinas que diseño y que Yuriko había creado, se trataba de dos de las ex sensei de la academia que tenían muy mala opinión de Naruto y que Arashi Kadō había traído inconscientes y casi sin daños fisicos, Ibara ex sensei de conocimientos generales y Suzume, ex sensei de clases de kunoichi. El nacido en Kumo había expresado de que necesitaba probar lo que le había encargado diseñar Shio, ya que la tecnología estaba a décadas de crear lo que pedía, por lo que era necesaria la intervención de su Nee chan, para ver la reacción en las personas, para así saber manejar cualquier eventualidad que pudiera suceder. Y ya que esas mujeres no eran del agrado de Shio, a Chusai le pareció apropiado usarlas como conejillos de indias.

El científico y su asistente improvisado arrastraron a las chicas hasta un par de extraños bancos y con suavidad colocaron a las mujeres boca abajo sobre ellos. Cada banco disponía de oquedades para acomodar el rostro, los senos y el coño de su ocupante. Eran muy cómodos y las drogadas jóvenes lanzaron un suspiro de placer cuando las colocaron en ellos. Ellas apenas se movieron cuando el jóven se dedicó a colocar serpenteantes y engrasados tubos en sus culos, gargantas y coños.

Ocultas paredes se desplegaron alrededor de los bancos con un zumbido formando un contenedor alrededor de cada chica que comenzó a llenarse con un fluido verde, espeso y caliente. Las chicas eran capaces de respirar cómodamente aún sumergidas en el fluido, pero, drogadas como estaban, esto no pareció extrañarles. La droga trabajaba lentamente en su sistema nervioso, aunque, sin embargo, de vez en cuando algún pensamiento tomaba forma en la melaza en que se habían convertido sus mentes. Suzume imaginaba que se encontraba en un Spa, tendida sobre una mesa de masajes recibiendo el masaje que tanto anhelaba. Sentía como docenas de fuertes y suaves manos amasaban sus músculos, frotaban su piel y le aliviaban la tensión. Varias partes de su cuerpo comenzaron a temblar: pechos, nalgas, coño, boca, cabeza… Era una extraña aunque agradable sensación. Las dos chicas lanzaron al unísono sendos suspiros y grandes burbujas serpentearon a través del verde fluido estallando al llegar a la superficie.

Transcurrido un tiempo, el fluido verde comenzó a drenar y Manui junto a Chusai ayudaron a las chicas a ponerse en pie y las acompañaron a una ducha. El agua caliente corrió sobre los cuerpos de las dos muchachas limpiándolas y despertando a sus perezosos cerebros. Mientras parpadeaban, librándose de los últimos restos del fluido verde, las dos amigas se miraron la una a la otra asombradas.

- ¡Dios mío, Suzume! ¡Tus tetas! ¡Son enormes!- exclamó en Shock Ibara.

Y así era, en efecto. Unas tetas enormes, en forma de melón, que sobresalían orgullosas del pecho de la antes no tan voluptuosa pelinegra.

- ¡Como las tuyas! – exclamó Suzume.

Los nuevos pechos de Ibara eran igual de grandes, pero de una apariencia más natural, caídas por efecto de su peso. El culo de Suzume había sido, además, ligeramente redondeado. El de Ibara, sin embargo, había crecido casi tanto como su pecho.

Ibara bajó su mirada hacia su nuevo pecho y extendió las manos para tocarlos. Sus ojos se abrieron de par en par.

- ¡Oh, Dios mío! ¡Son enormes! ¡Y tan… tan…!- apenas pudo decir, obnubilada de placer

- Sí. – asintió Suzume que también tenía la mirada puesta en sus nuevas tetas, apretando sus duros pezones entre sus dedos. A ella le costaba concentrarse, pensar, pero era una sensación diferente a la que le había embargado con la droga. El placer le adormecía la mente, la estimulaba. La abrumadora sensación que le produjo acariciarse los senos la obligaba a continuar acariciándoselos, creando un circuito de retroalimentación positiva de excitación y placer desenfrenado.

En un momento dado, una de las manos de Suzume abandonó el pecho para dirigirse hacia su sexo.

- ¡Oh, Dios mío! – exclamó. - ¡Oh, Ibara! ¡Prueba tu clítoris! ¡Es increíble!- exclamó muy chachonda la pelinegra.

La mano de Ibara comenzó a deslizarse por su cuerpo en dirección a su entrepierna, pero se detuvo de golpe. Alguien se había reído. La muchacha levantó la vista para ver como Manui y el nacido en Kumo disfrutaban del espectáculo que las dos amigas ofrecían en la ducha. Horrorizada, Ibara volvió en sí.

- ¡Suzume! ¡Para! ¡No te toques! ¡Es una trampa!- intento advertir la otra pelinegra a su compañera cautiva

- Pero es tan bue… buenooooo…. ¡Oh, Dios! ¡Sí! – gritó Suzume presa del mayor orgasmo de su vida.

- ¡Noooooo…! – gritó Ibara, sujetando de la mano a su amiga para evitar que continuase masturbándose. La muchacha, que aún no se había acostumbrado al tamaño de sus nuevos pechos, calculó mal las distancias y las tetas de ambas mujeres chocaron entre sí enviando olas de placer que contribuyeron a hacer perder de nuevo la concentración a Ibara. Para empeorar la situación, mientras sujetaba la mano de su amiga, Suzume trató de liberarse con la otra y se aferró a uno de sus hinchados pezones.

- ¡Ohhhh! – gritó Ibara. - ¡Para ya,! No podemos… no podemos… ¡Oh, Dios, que bueno…! pero…- ronroneo de forma sensual la ex sensei

- Pero nada. – dijo Nageru que llegó al lugar un par de minutos antes y que junto a Chusai y Manui veían a las ex sensei deleitarse. Sabía que Chusai no se sentía nada cómodo haciendo esto, de ahí que él llegará a guiar el proceso mental, así que mientras hablaba pasaba su mano alrededor del nuevo clítoris de Ibara. – Piensas demasiado, cariño. ¿Acaso no te gusta lo que sientes? Déjate llevar como tu amiga.

La consciencia de Ibara se disipaba a medida que las sensaciones provenientes de su sexo se apropiaban de su mente dejándose llevar por las caricias del hombre. En la ducha, el agua había dejado ya de manar y una cálida corriente de aire secaba sus cuerpos y esponjaba sus cabelleras. La de Suzume se había convertido en una larga y salvaje melena rubia platino, mientras que Ibara lucía unas espectaculares mechas rubias manteniendo las raíces oscuras.

La ex sensei vagamente tomó consciencia de cómo la mujer de piel morena tomaba a su amiga al mismo tiempo que el hombre la agarraba a ella. Pensó en que ambas deberían tratar de escapar, pero sus rodillas apenas la sostenían y su mente estaba confusa. Se tambaleó y tropezó varias veces mientras el hombre y la otra jóven las llevaban a unas sillas donde a ambas, a poca distancia una de la otra, las sentaron y sujetaron firmemente con unas correas.

Una vez atadas a las sillas, imposibilitadas de masturbarse, jadeando, Suzume e Ibara fueron capaces de nuevo de pensar con un poco más de claridad. En vano, trataron de liberarse de sus ataduras.

- ¡No pueden hacernos esto! – gritó Suzume. - ¡Es un secuestro! ¡Y agresión! ¡Y muchos más delitos graves! Soy una muy calificada Kunoichi. Cuando te…..

-Aja ¿Y luego?- interrumpió Nageru- si eso fuera verdad, no estarías en este atolladero.

-! Ya verás en cuanto…¡- intento agarrar a Nageru, pero a una señal, Manui comenzó a besar y chupar el coño de Ibara - ¡No! – gritó la ahora rubia teñiada cuando la morena mosdisqueo su sexo. - ¡No! ¡Para! ¡No….! ¡Par… aaaa…! ¡Nooo… Ohhhh…! ¡Ohhhhhh…..! ¡Ohhhhooooo…!

Ibara se retorcía sobre su silla, con los ojos en blanco y con la cabeza caída hacia atrás, estremeciéndose de placer mientras Manui lamía su coño con el ritmo de un turbocompresor.

- ¡No pares! – suplicó la ex sensei - ¡No pares!

Sin duda Ibara era consciente de todo lo que le sucedía, especialmente del cunnilingus que, entre sus rodillas, la Oiran le practicaba. Suzume miró con horror como la voluntad de su amiga se desvanecía en una espiral de lujuria. La sensación de horror se agravó al notar lo caliente que le ponía la escena. Su coño se contraía celoso de las atenciones que recibía el sexo de su compañera. Tan absorta estaba en lo que le sucedía a su amiga y en sus propias reacciones ante lo que veía que no se dio cuenta de que Chusai accionó un interruptor de su silla y un zumbido leve empezó a vibrar en la base de su cráneo. La escena que se sucedía ante ella pareció congelarse y su cerebro comenzó a zumbar al tiempo que sus pies se arqueaban. Cruzó sus largas piernas y cerró los ojos intentando evitar la vibración. No sirvió de nada, pero aún así mantuvo la postura.

- Ibara actúa como una puta, ¿verdad Suzume? – preguntó Nageru.

¿Qué era lo que le sucedía a Ibara? Sin duda ella no estaba bien.

- No. – objetó la mujer. – Ella no es ninguna puta. Le has hecho algo, nos han hecho alguna cosa…

- Sí, la verdad es que sí. Les han hecho un par de cosas. Pero aun así, es obvio que ella está disfrutando de la comida de coño que le está haciendo mi amiga y eso que apenas se conocen. ¿No crees que una chica que tiene sexo oral con alguien a quien acaba de conocer es una puta?- racionalizo Nageru- No es que la esté juzgando ni nada por el estilo. Es solo… es solo una cuestión de definiciones. De conceptos. De llamar a las cosas por su nombre. ¿No estás de acuerdo? ¿No te parece que una mujer que disfruta del sexo oral con una desconocida es, por definición, una puta?

Suzume no podía negarlo.

- Bueno, sí… - admitió Suzume al tiempo que en su cerebro estallaba una brillante explosión de estrellitas brillantes y arco iris.

- ¡Whoa…! – exclamó extasiada la mujer.

- Bien. Volvamos a Ibara. Acabas de admitir que ella es una puta, ¿no es cierto?- retomo la conversación Nageru a noto que su "interlocutora" dejo de ver estrellas.

- ¿Eh? Bueno, en realidad no… Quiero decir… ¿Qué significa eso?- trato de armar la ex sensei una respuesta.

- No mucho, la verdad- le restó importancia Nageru- Pero has admitido que Ibara ha hecho algo que solo hacen las putas, ¿no es cierto?

- Bueno, sí. Pe… - de nuevo el estallido arco iris interrumpió a Suzume.

- Así que Ibara es una puta.

- ¿Eh? Oh, sí- expresó tímidamente la mujer

De nuevo el arco iris y las brillantes estrellitas.

- Dilo para mí, ¿vale?- pidió Nageru- Ibara es una puta…

- ¡Ibara es una puta! – gritó Suzume y, de nuevo, un estallido de color, más intenso que en las ocasiones anteriores, inundó su cerebro haciéndola sentir llena de felicidad.

- ¡Oh, sí! ¡Oh, sí! ¡Oh, Dios, sí! – exclamó Ibara al correrse.

"Así que en realidad no la estoy difamando" pensó Suzume. "La misma Ibara lo acababa de admitir". Aunque tal vez su exclamación era resultado de las atenciones que la morenaza le dedicaba a sus pezones mientras seguía lamiendo su sexo.

- ¿Y tú, dulzura? ¿Qué hay de ti? – preguntó el barman. – Has permitido que Manui te acaricie y la has dejado que te ate desnuda a una silla. ¿No crees que tú también te comportas como una puta?

- ¿Yo? – replicó Suzume. – No, yo no soy… Yo solo…

- Tú solo miras como le comen el coño a tu amiga- reprendió Nageru a la rubia- A mi me parece que eres una puta. Y añadiría también que eres una pervertida.

Suzume estaba confundida.

- Yo… yo… yo…- no salieron argumentos, la ex sensei no podía pensar con claridad.

- Déjame ponerte un ejemplo. – inicio Nageru una conferencia. – Si te dijese ahora mismo que te voy a meter un gran consolador negro como este y que voy a hundirlo profundamente en tu coño, ¿te gustaría que lo hiciese?- le pregunto mostrando un gran y grueso consolador a la mujer.

- ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, mierda, sí! – exclamó Suzume al tiempo que el hombre cumplía su palabra, empujando la negra barra dentro del empapado coño de la muchacha.

- Te gusta lo que hago, ¿verdad? – preguntó el hombre mientras enterraba aun más el dildo en las entrañas de Suzume.

- ¡Sí! ¡Sí! ¡Oh, sí! – gritó la mujer y de nuevo las tililantes estrellas y el arco iris se unieron a las sensaciones que nacían de su coño.

- Y eso te hace una puta, ¿no es cierto? – continuó diciendo el barman con lógica aplastante, en la "opinión" de Suzume

- ¡Sí! – gritó la mujer y en su cabeza las estrellas se hicieron más brillantes y el arco iris aún más colorido.

- Dime "Suzu es una puta". – insistió el hombre.

- ¡Suzu es una puta! – gritó la mujer, haciendo carita de ahegao. - ¡Suzu es una puta y una zorra!

Tras estas palabras el cerebro de Suzume estalló en una fantasía de luz y color y se corrió como nunca antes lo había hecho.

Jadeante, "Suzu" parpadeó y sonrió. Miró al barman que le devolvió la sonrisa. Rió. Se sentía bien cuando le daba la razón al guapo hombre que estaba hablando con ella. Deseaba que él le dijese más cosas para poder darle de nuevo la razón.

- Eso es bueno, Suzu. – elogió el jóven. – Muy, muy bueno. Ahora eres una ninfómana feliz y cachonda, ¿no es cierto?

- ¡Sí! ¡Soy una ninfómana cachonda! – dijo y su cerebro la recompensó. ¿Por qué había tratado de resistirse a ese hombre? ¡Era tan inteligente! ¡La comprendía tan bien! Ella era una ninfómana cachonda

- Vas a disfrutar de tu nueva vida, ¿verdad Suzu?- pregunto Nageru- Antes estabas tan amargada, con tus pequeñas tetas y tantos problemas en tu cabeza… Ahora posees un bonito y sexy cuerpo y de lo único que tienes que preocuparte es en estar siempre sexy y ser una putita. Porque te encanta follar, ¿no es así, Suzu?

- ¡A Suzu le encanta ser una puta! – dijo Suzume mostrándose de acuerdo con el barman. - ¡Yo soy una puta!

- ¡Bien, Suzu! ¡Bien!- aplaudieron todos al oír la "epifanía" de la mujer.

Suzume se echó a reír con una risita nasal.

- Seguro que a partir de ahora harás cualquier cosa que te pida ¿verdad Suzu? – continuó hablando el hombre. – Después de todo, obedecer es un placer y a ti te encanta el placer. Y ser follada.

- Ajá… - asintió Suzume.

Nageru continuó adoctrinándola sobre un montón de cosas que Suzume desconocía sobre sí misma, pero se sentía feliz de aprenderlas. Los arco iris y las estrellitas de felicidad estaban siempre ahí y ella podía verlos cada vez que cerraba los ojos.

- Basta ya, Manui. Creo que Ibara ya ha tenido suficiente por ahora. – dijo el barman acariciando la cabeza de la mujer rubia.

Ibara jadeó y se estremeció cuando la morena dejó de torturarla con su lengua. Parpadeó tratando de concentrarse para finalmente reconocer al barman que la esperaba junto a su mejor amiga ahora libre de ataduras y con una enorme sonrisa dibujada en su cara.

- ¡Suzume! ¿Qué… qué ha pasado?- pregunto horrorizada Ibara.

- Que ella te comió tu bonito coño. – contestó Suzu. – Eres una puta.

- ¿Qué? Dios, Suzume, ¿cómo puedes decir eso?- preguntó escandalizada Ibara.

- Eso está bien. Yo también soy una puta- le restó importancia la rubia tonta- Él señor a mi lado me lo explicó. Después, si quieres, yo puedo comerte el coño.

- ¡Oh, Dios, Suzume! – exclamó Ibara. - ¿Qué te han hecho? ¡Te has convertido en una rubia tonta!

Suzu emitió una risita nasal.

- ¡Lo sé! ¿No es genial? ¡Mira que tetazas me han puesto!- río con alegría la antes mogigata Suzume.

Ibara no podía creerlo, antes, ella había censurado el modo de vestir de la Puta serpiente y ahora ella se expresaba más guarra que ella.

- ¡No!Te han hecho algo en el cerebro- grito con horror la rubia de raíces negras- ¡Esa no eres tú! ¡Tú eres una mujer inteligente, independiente y con clase!

Suzu rió ahora con más fuerza.

- No, tonta. Yo no soy así. El jóven me lo ha explicado. Solo soy una pequeña y caliente putita. Me encanta que me miren y que me follen. No quiero pensar en otras cosas, solo en aquellas que hagan que los chicos me deseen follar. ¡Me encanta follar!- resumió sus pensamientos y nuevas prioridades la antes recatada mujer.

- ¡Oh, Dios mío! – sollozó Ibara. - ¡Tienes que luchar contra lo que nos están haciendo!

- ¿Por qué? – preguntó Suzu con los ojos muy abiertos presa de la confusión que le provocaban las palabras de su amiga. – Siempre he querido ser una rubia tonta, una ninfómana. El amable joven me ha liberado. Creo que voy a follarmelo por haberme ayudado a soltar a mi verdadero Yo.

-Ya veremos eso más al rato- se sacó el problema Nageru, haría lo de el cambio de personalidad, pero no iba a aprovechar eso, tenía cierto límite que no quería traspasar - Yo me quedaré aquí para explicarle algunas cosas a Ibara. Parece que aun está un poco confundida. Acompaña a Manui para que te dé un cambio de ropa que se adapte mejor a tu nueva vida.

- Ok. – dijo Suzu antes de alejarse junto a Manui dejando a su atada amiga.

- ¡Suzume, no! – gimió Ibara. – No te vayas… no me dejes sola…

- Pero si no estarás sola, tonta. – contestó Suzu. – El jóven se queda contigo. Y es un hombre muy simpático, y muy listo y me dijo que más tarde a lo mejor me folla.

La rubia dijo esto último acompañado de una risita nasal, marchándose después y dejando a su amiga sola.

- Tu amiga se equivoca, por supuesto. – dijo el hombre una vez las dos mujeres se hubieron marchado y tras darle una señal a Chusai que había accionando al mismo tiempo un interruptor situado en la silla de Ibara. – Estás sola. Completamente sola e indefensa. Débil. Impotente.

Todo alrededor de Ibara pareció detenerse en un instante. Sabía que no podía rendirse ante las palabras de aquel hombre, no quería hacerlo. ¿Pero como resistirse? Estaba tan cansada después de sufrir el ataque de la lengua de esa zorra de Kumo. Cada vez le costaba más pensar con claridad.

- No… - fue la única protesta que la mujer pudo articular.

- Sí, Suzume. – Insistió el barman. – Lo acabas de admitir, Ibara. No quieres estar sola. Eres débil. No estarías aquí de no haber sido una kunoichi. ¿Quieres una nueva vida? Si no hubieras Sido shinobi jamás te hubieses encontrado en esta situación.

- ¡Y una mierda! – La sola mención del sistema shinobi había hecho aflorar de nuevo su rabia. - ¡La culpa es del Sandaime! ¡Todo esto es culpa suya!

- Claro que sí cariño- asintió de acuerdo Nageru- él jamás busco lo mejor para ti, para nosotros. Él sabía que eres débil. Todos lo sabemos. Tú eres la única que no quiere darse cuenta de ello. Te envío a una misión que no podías manejar por lo débil que eres.

- No… yo… soy… fuerte… - dijo con voz débil la mujer.

-Cariño, cariño, cariño- repitió el barman con aire compungido. – Tú no sabes aún lo que eres. Sin duda eres voluntariosa, pero no eres muy lista. Ni siquiera sabes lo que quieres. Necesitas a alguien que piense por ti. Para eso estás aquí… Para saber quién eres y lo que quieres.

- Pero… pero…- trato de protestar Ibara

- Sí. Veamos, voy a ponerte un ejemplo perfecto- saco unas notas Nageru de su bolsillo- Según consta en tu mis notas, tu piensas que es asqueroso el sexo anal, ¿no es cierto?

- No… Quiero decir que sí… - respondió dubitativa la rubia- quiero decir que no me gusta.

- No, solo piensas que no te gusta cuando es obvio para cualquiera que tenga dos dedos de frente que adoras que te den por culo- conferencia Nageru.

- ¡No… Ohhh! – gritó Ibara cuando Chusai tiró de una palanca y sintió algo duro, caliente y resbaladizo salir de su asiento y presionar contra su culo. La repulsión inicial inmediatamente fue sustituida por una oleada de placer similar al que sintió con las atenciones de Manui sobre su sexo.

- ¡Ahhh… ahhhh… ahhhh…! – exclamó cuando el objeto comenzó a palpitar y a introducirse en su interior.

- ¿Me equivoco al pensar que estás disfrutando de cómo la barra penetra en tu culo?- preguntó burlón Nageru

Ella lo miró asombrada, con los ojos bien abiertos, sin comprender del todo lo que el hombre le decía.

- Me gusta. – dijo ella. - ¡Me gusta!

- Claro que sí, preciosa- asintió Nageru- Ya lo ves, yo sé lo que te gusta. Sé lo que le gusta a esta adorable pechugona mejor que ella misma.

- Me gusta… Oh… Me gusta… - dijo la rubia de nuevo. Era cierto. A ella le gustaba. Le gustaba mucho. Él lo sabía y ella no. Él lo sabía todo.

- Sí, te gusta. De hecho te encanta decir "me gusta"- le dió un "refuerzo positivo" Nageru- Son tus palabras favoritas. Esas y "fóllame", por supuesto. Eres como una de esas pequeñas y estúpidas pueblerinas, ¿verdad que sí, Primor? Claro que sí. De hecho creo que deberías cambiarte el nombre. Deberías llamarte Iruru. Iruru la ninfómana. Iruru la puta.

- Iruru la puta. – repitió la mujer. – Me gusta… fóllame…

- ¡Sí, Iruru! ¡Sí! – la animó Nageru. - ¡Ahora sí que lo estás haciendo bien! Estás notando lo a gusto que te sientes cuando te liberas de la ilusión de que tú tienes el control, ya te has dado cuenta de lo que es mejor para ti. Ahora ya entiendes que necesitas de un guía. De alguien que te marque el camino. Y vas a conseguirlo, Iruru querida. Vas a conseguirlo gracias a mí y a todas las personas que trabajamos en este lugar. Estás muy agradecida, ¿no es así?

- ¡Sí! ¡Agradecida! ¡Me gusta… gracias! Lo veo todo tan claro ahora. – contestó Ibara.

Estaba agradecida. Muy agradecida. Se sentía tan bien abandonándose, cediendo, convirtiéndose en la ninfómana que todo el mundo quería que fuese . Decidió escuchar atentamente todo lo que aquel inteligente hombre le iba a descubrir sobre ella misma.

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Casi seis meses después de la primera inducción hipnótica que había hecho Nageru para accionar el cambio en el comportamiento de Tsume, la mujer fue llevada a tener más largos perdidos de comportamiento errático . Al principio, el disparador de los cambios habían sido sus hijos, cuando Hana la llamaba Madre, iniciaba su cambio de comportamiento y cesaba al llamarla madre su hijo Kiba. Haciendo uso de disparadores más comunes, Nageru se las ingenio, gracias a las constantes fugas de Tsume para saciar su lujuria, para hacer ver qué lo que fuera que la estuviera afectando iba progresando de forma segura. Y más o menos, a los seis meses por medio de una pequeña treta, la aún en ese entonces matriarca Inuzuka fue conducida a la silla donde le dieron un tratamiento similar al de Ibara y Suzume sin el cambio físico. Esa máquina en sí, en la teoría fue diseñada por Chusai como una suerte de cámara de regeneración de tejido, aunque también podría usarse para hacer algunos cambios estéticos en el cuerpo. Lastima en opinión de algunos que estaba a más décadas de ser realidad, comparada con la silla. Nageru simplemente volvió permanente los cambios en la Inuzuka al cambiar su química cerebral de forma permanente. Y al hacerlo así, tenían el científico y el hipnotista, certeza que solo ellos podrían revertir esos cambios. No es que Kushina quisiera revertir esto. Ella y Minato confiaron en Tsume y en todos sus amigos y les pagaron con hacerles mal. Tsume para afianzar su posición, llegó a participar en el "festival del zorro" dos veces, y aunque no fue parte de las palizas, ella localizó a Naruto para la turba vengativa. Y Hana no hizo nada al respecto. Ella más adelante, sería tratada igual. Arrebatarle el liderazgo a Tsume, luego a Hana y a Kiba al dejar precedente de una enfermedad mental que lo haría No apto para ser líder del clan. No ayudaron a que Naruto tenga un futuro brillante, ella les arrebataría el futuro a ellas y a Kiba. Y lo mejor, así como Naruto no sabía el porqué de las cosas, ellas jamás sabrían quién fue el responsable de quitarles todo por lo que habían trabajado.

Pero claro que el Sandaime y los demás no sabían de ello o ya la habrían detenido, de ahí que la junta con Jiraiya, Yugao y Kakashi tras la mención de la ex compañera de equipo de Yugao, se concentrara en otro asunto evidente.

-¿Y que hay de Tsunade Sama?- Preguntó Yugao que no vio a la sanin en la sala.

-Recien la hemos podido localizar y ha Sido necesario amenazarla con poner a Shizune en el libro bingo por deserción para obligarla a regresar aquí.

-Creo que si le hubiera dicho que Riki está de regreso habría Sido hasta más útil que esa amenaza- rió con humor el sanin, pero eso no le hizo la menor gracia al hokage- eso me deja una cosa que preguntar. ¿Que es lo que vamos hacer?.

-Naruto es necesario en la aldea- dijo con culpa el Sandaime- nos guste o no, debemos cumplir con aquello que debimos haber siempre, para evitar fallarle a sus padres. No es lo mejor que pudo ser, pro debe ser suficiente. Afortunadamente el niño tiene algunos amigos, pocos pero los tiene, aunque dudo que tenga una voluntad del fuego y todos los que estamos aquí y los aldeanos solo podemos culparnos a nosotros mismos por ello.

-¿Tan malo es?- Preguntó Kakashi.

-Hace un par de semanas, un aldeano le arrojo a Naruto una piedra y el no respondió a la agresión, siguió su camino, he de decir que estaba con la hija de Riki- todos se soprendieron de ello, pero el Sandaime continuo- sean maduros, ella tiene una hija ¿Y que?. El caso es que al arrojar una segunda piedra, está hirió a la niña y es ahí donde las cosas se pusieron mal.

-¿Uso el poder del zorro?- se preocupo el sanin.

-No- negó categorícamente Hiruzen- le puso un kunai entre el pulmón derecho y el diafragma. Cuando lo arrestaron los ANBU, Naruto, Shio y Riki alegaron que fue en defensa personal al atacar a ambos el tipo y que en todo caso, era a él y no a Naruto a quien debían arrestar. Que las leyes prohibieron categorícamente el maltrato infantil y que mi incapacidad de hacer cumplir la ley era prueba de que no merecía ser hokage.

-¿Cómo se atreven?- preguntó indignado el peliblanco- ¿Quienes se creen para decir eso?.

Justo iba a responder el Sandaime cuando Koharu entro a la junta sin avisar y le entregó un papel al Sandaime, este lo leyó de inmediato y se puso sumamente furioso. La mujer vio está reacción y se enfado aún más.

-¡No seas un jodido hipócrita Hiruzen, esto te lo has traído a ti mismo¡- le acuso muy enojada la antigua consejal- Te lo advertí varias veces y no me hiciste caso, incluso nos contaste que Riki te lo advirtió también, así que como ella dijo tan elocuente en esa oportunidad, Lidia con el resultado de tu estupidez y rápido.

El viejo no quiso reoliarla a ella, nada ganaba, sobretodo porque era verdad, así que, llamando a su secretaria le pidió que un batallón ANBU se dirigiera al complejo Kurama lo antes posible, pues tenía un asunto que resolver.

Y sin decir una palabra, salió de ahí dejando a los demás sin saber que pasaba.

-¿Que sucede, consejal Utatane?- Preguntó al fin Yugao.

-En el clan Kurama nació una niña con un gran potencial para sus habilidades, pero la niña era muy poderosa e inestable. Aunque Hiruzen le asignó como tutora provisional a Kurenai Yuhi, quien tuvo que dejar a la hermana de Genma el puesto de sensei de kunoichi, la joven no estaba teniendo avances en ayudar a la niña a controlar mejor su poder.

Lo que le acabo de avisar, es que varios miembros de su clan intentaron linchar a la niña y si no es por intervención de un par de ANBU, lo habrían logrado.

-¿Pero porque harían eso?- se horrorizo Kakashi.

-No se si sea cierto, pero parece que un demonio llamado Ido tiene poseída a la niña- explicó la mujer- dado el como han maltratado al chico, a los Kurama les debe parecer un juego muy justo hacerle lo mismo a la niña que por cierto tiene la edad del jinchuriki del Kyubi. Eso es lo que ha enfurecido a Hiruzen.

-Tiene motivos para estarlo- asintió Jiraiya.

Koharu no compro las palabras del sanin, lo que todos pudieron ver por lo que este agrego- ¿Que es lo que no le parece de mi declaración?

-Hiruzen provocó esto con su incompetencia- declaró fríamente la mujer- en realidad también soy culpable de ello. Debía al menos intentar maneter los ideales de mi sensei, si Hiruzen no lo hacía. Pero soy lo suficientemente consiente de ello y por eso es que mandé a esos ANBU a sacar a la niña y llevarla con Riki para atenderla, no es lo mejor, pero al menos es algo. Les haré una recomendación, ustedes sabrán que hacer con ella. Alejense del chico, ese barco ya zarpó.

-No podemos hacer eso- negó Kakashi- no es lo que Minato sensei hubiera querido.

-Pero es lo que han estado haciendo- les recriminó la mujer- estoy de acuerdo en que necesita quedarse en la aldea y defenderla, lo ideal sería de hecho que lo haga por la voluntad de Fuego. Pero no es por eso que quiere ser un ninja. ¿Al menos Hiruzen les ha dicho cuál es el actual objetivo del niño?

-No lo hizo - admitió Yugao.

-Y dudo que lo sepa- negó la consejal- el niño ya no desea ser hokage, porque ya no tiene la razón que lo empujaba a ello. No hay nada de malo ahí. Quiere ser un Poderoso ninja para así poder proteger a sus seres queridos. Esa es la sutil diferencia entre su sueño anterior y el actual. Ahora tiene algo que quiere proteger y hará lo necesario para ello. No es la voluntad del fuego, pero sirve.

-No es lo que Sensei habría querido- negó categorícamente Kakashi.

-Y que eso sucede es en parte culpa de ustedes- urgo más en la herida la anciana- miren, entiendo que el dolor y eso era difícil de manejar, yo perdí gente ese día, se que es lo que debieron estar pasando. Y repito, también soy culpable, pero su pecado es aún mayor que el mío. Quieren ayudar al chico, háganlo, pero no por lo que sus padres querían, o por culpa.

Lo más hipócrita que pueden hacer es intentar usarlo para lavar su propia culpa, si quieren acercarse con ese motivo a él, alejense, lo que va a provocar es que se aleje de ustedes en el mejor de los casos y terminarán matandolo en el peor.

-¡No lo haríamos¡- negaron los tres.

-Se de Akatsuki- se le quedó viendo a Jiraiya- un "amigo en común" me hablo de ellos en una carta, dime Jiraiya, si no te hubiera obligado Hiruzen a regresar ahora, ¿Cuando pensabas ayudar al entrenamiento del niño? ¿Cuando ellos ya estuvieran encima?

-No, claro que no- negó escandalizado- se que Kakashi iba a ser el sensei, con los fundamentos que le daría, estoy seguro que ….

-!por favor¡- gritó ofendida la mujer- Kakashi es un gran ninja, pero un pésimo Sensei. No necesito verlo para saber que lo seria. Tan absorto en el pasado, que sobre protegería al chico para que no muera rápido, lo último que seguro haría sería entrenarlo más allá de lo necesario. Y eso, ahora.

De haber seguido las cosas, el niño sería el peor de la clase, Kakashi se habría sentido decepcionado de ello, todos ustedes de hecho, sin investigación previa de porque y se habría concentrado en el Uchiha, al ser el último pariente de Obito que queda.

Kakashi se sintió mal, pero tenía que admitir que si sería sobreprotector con ambos de tenerlos en el mismo equipo, algo que todavía esperaba sucediera.

-Eso prueba mi punto- retomo la mujer- ninguno de ustedes está viendo más allá de lavar su culpa y eso será fatal para el niño. Si no pueden pasar página y tratar de hacer las cosas bien, lo mejor será que lo dejen en paz. A menos que quieran matarlo por no preparlo bien. No es que fuera a suceder. Riki y Ryoku están terminando de atajar la brecha que había en el niño a nivel educativo y no dudo que mantendrá su estatus como el mejor. Si tanto querían a sus padres como aseguran, lo único que les queda es sentirse bien, sabiendo que está creciendo feliz y amado. No gracias a ustedes he de agregar.

La mujer se retiró, dejando con un nudo en la garganta a los ahí presentes. Hiruzen intento salvar la relación de ellos con el niño, diciendo que era la mejor forma de que tuviera un lazo verdadero con la aldea. Koharu en cambio tenía una opinión diferente. Si pudieran resumir su plática a una sola frase sería: A veces cuando renuncias a algo, ya no puedes recuperarlo.

Y tenía razón, vaya que la tenía. Pero ellos aún querían recuperar lo que debía ser, no iban a claudicar tan fácil. Por ello se marcharon de ahí, pensando en como hacer que Naruto se acercará a ellos.

Y corte.

Casi todo se fue en cierta parte de la trama, pero dejé algo para la reflexión al final. Y en si es el eje de todo, saber renunciar y saber vivir con las consecuencias de nuestros actos.

Veamos cómo manejan o mal manejan los demás esto y la Pregunta que queda en el aire es. Un clan menos, faltan más ¿Que será lo siguiente que hagan los padres de Naruto para vengarse?

Ya saben, dejenme su review, así no solo me animan a escribir, habrá retro alimentación entre nosotros.