Necesidades.

Ya saben, lo de la disgrafia, disculpas por los teclazos y horrores del auto corrector.

Y recuerden, Naruto y sus personajes son propiedad de Kishimoto sensei

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FairyQueen72

Me salió del alma la parte de Kushina y efectivamente, pienso hacer un Sasuke más tridimensional. Uno que duela leer cuando se muere.

Pg.

Se puede decir que es SasuIno, aunque Ino no va a tener que hacer nada relacionado al emo. Ya sabrás en su momento porque.

Konoha, Academia shinobi.

Con once años recién cumplidos, Naruto esperaría que él y su clase de la academia pudiera graduarse el año que entra si todo salía bien. Eso con el antiguo sistema educativo. En el nuevo, además de que se les cargaba con más clases y horas, para atajar lo más posible el déficit que Shio había obligado a todos a investigar, se había añadido a su generación y a las posteriores, más tiempo en la escuela. Para la generación que ya se graduaba fue un dolor de culo tremendo, al tenerse que quedar un año más en clases, para el Hokage fue un dolor de cabeza por tener que llenar el hueco de genin que el año adicional a la academia había creado, para las reservas genin, Shio Kadō era la respuesta a sus plegarias por una oportunidad de entrar nuevamente en el servicio activo, ya sea a los genin que tenían potencial, pero que su equipo no paso el filtro de la academia, como de los que perdieron a su grupo o a los jounin que por diversas razones estaban en una suerte de limbo figurafivo al tener toda clase de situaciones que los estancaba.

Uno pensaría que los jounin entraban a hacer misiones a diestra y siniestra, pero en realidad tenían que esperar a que una que estuviera en sintonía con sus habilidades, fuera requerida, o que entrarán a uno de los diversos departamentos que había en la aldea donde podían ocuparse. O en sus negocios, ya fuera uno propio o del clan al que pudieran pertenecer.

Dado que había una lista limitada de esas actividades, como estar en el Departamento de Encriptado, Inteligencia y Tortura, Comunicación, ANBU o los varios negocios de los clanes. Era un alivio para algunos jounin poderse hacer con el trabajo de instructor genin para llevar sustento a sus hogares o a ellos mismos. Era eso o ser criminal. O trabajar para los tres ancianos, de los cuales, había solo rumores sobre lo mal que lo pasarías con el Halcón de guerra.

Aún así, esa generación creada por la reserva, resultó ser una gran generación de genin y hasta jounin sensei que dieron la sorpresa, de tener un gran potencial desperdiciado que debía ser atendido. Esos nueve genin y sus tres jounin habían probado ser un gran sustituto a la generación que tuvo que alargar un año más, su estancia en la academia.

Estaba por ejemplo, el equipo Rojo, compuesto por dos genin civiles y una genin Aburame, liderados por un jounin que tenía un desempeño "bajo" en el departamento donde estaba estacionado.

El equipo compuesto por Karai Aburame, Kenta Isogai y Jen Lee, cuyo líder de equipo y jounin sensei era Hayate Gecko, había probado ser un interesante grupo especializado en lo que se llama "equipo de respuesta" hacer un poco de todo, les daba la versatilidad de poder rastrear un objetivo, asegurar un área o recoger información con relativa facilidad, siendo un grupo muy unido, al ser dos de ellos el genin que sobrevivió a una misión que salió mal y otro tener hambre de mostrar su capacidad. Hayate había sido alumno de Kushina y era un muy hábil sensei, aunque esa tos… en serio, eso algún día sería su perdición, en opinión de la ex Uzumaki.

Con eso dicho, para los miembros de la clase de Naruto, era un fastidio tener que quedarse un año más en la escuela, todo por la flagrante falta de ética de los profesores al sabotear activamente a Naruto y favorecer a Sasuke para inflar más su ya de por sí, inflado ego.

Al menos los quince alumnos, estaban recibiendo una mejor educación y eso era algo. Los once niños y las cuatro niñas de hecho ya comenzaban a especular quienes podrían ser sus sensei a cago de su escuadrón, claro está, si pasaban el corte final.

Siendo el más interesado de ellos, el joven Inuzuka, incluso algunos dirían que tenía más prisa de graduarse que Sasuke, lo que era decir mucho.

Habían oído rumores y solo rumores, susurros que sus padres daban, para evitar que ellos puedan oír, pero había sucedido, además del comportamiento de Kiba y de varios aldeanos parecían corroborar dichos rumores.

Estos hablaban de que la mamá del Inuzuka y su hermana tenían una enfermedad mental que deterioró su salud, lentamente hasta volverlas "cualquiera" y "callejeras".

Aunque parecía ser que cada una tenía sus propios gustos sobre que saltar para saciar su lujuria, como las mujeres para Tsume o los adolescentes para su hermana Hana.

Incluso Hinata había oído que la hermana mayor de Kiba había atacado a su primo Neji y que lo habría violado si no es porque su papá la detuvo de hacerlo.

Y al estar enfermas ambas, Kiba en un abrir y cerrar de ojos fue desheredado del clan.

Claro, seguía siendo un Inuzuka, pero ahora no podía estar nadie en el clan seguros de que también él no heredará esa enfermedad que claramente era congénita y que se disparaba con el estrés.

Muchos asumieron que lo que empujó a la antigua Matriarca a la locura fue una combinación de factores que llegaron de varios frentes.

Para el Sandaime y sus consejeros, Tsume Inuzuka estaba al borde de la traición y si no es por los Kadō, ella habría secuestrado a Naruto un día y lo habría llevado lejos para volverlo a ver y eso no podían permitirlo. Hanamei también había sido tan vocal como Mikoto Uchiha sobre el asunto, adoptar al niño y darle una famila como su amiga querían, pero mientras que la Matriarca Hyuga encontró la forma de ayudar al niño sin romper la ley y la estipulación de adoptar a Naruto, Mikoto acepto resignada su resolución, Tsume solo pudo ver impotente todo, sintiendo que Kushina la mataría por no ayudar a Naruto, cuando ella y su esposo casi pierden algo muy importante por acudir a ella en su momento de necesidad y al demonio Konoha, era una amiga necesitada y eso bastaba para ir contra la ley por eso. No es que el padre de Hana y Kiba no lo mereciera.

Lugo sumen quien lo termino adoptando y las leyes de aranceles derogada que de pronto le quitaron el sesenta por ciento de sus ingresos y tenías el estrés que era necesario para llevarla a lo que era hoy.

¿Y Hana? Asumir sin estar preparada, las circunstancias, los problemas que la recibieron y su juventud fue más que suficiente.

Así que ahora el Inuzuka ya no era heredero, ya que perdió esa condición, siendo ahora su prima Akita, quien tenía la edad de la hermana de Hinata, la nueva heredera. Mientras, Shoto Aburame, el padrino de Akita sería el regente del clan en representación de su prima, hasta que ella pudiera hacerse cargo de la dirección. Había una ligera esperanza para él y eso era demostrar que él no tenía eso o que no afectaba a los hombres, lo que muchos creían dado el estrés que ahora pasaba por su situación, aún así, no sería restablecido a menos que lograra una gran hazaña y con ella como prueba de que era un Alfa, retará a su prima por el liderazgo del clan.

Kiba lo haría, nadie que lo conocía ponía en duda que ese era su sueño y meta a largo plazo. No por recuperar su condición perdida. Sería para demostrar que él era más que su madre y su hermana, para librarse del estigma que era ser él.

No odiaba a ambas por lo que tenían, aún cuando Hana lo sedujo y se acostó con él usando un vil truco. Lo que odiaba era que quizás jamás podría borrar ese trauma de su mente y la etiqueta que los demás ya le habían puesto por lo que ambas hacían si escapaban de su supervisión médica.

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Hace seis meses, complejo Inuzuka.

-Gracias a Dios que es el último de ellos. Lo juro, si tuviera que vacunar a un perro sabroso más, me volvería loca- murmuró para sí misma Hana, sin darle la menor importancia a como sus tres ninken la miraron muy ofendidos. Se dió la vuelta y se recostó en el sofá que tenía en su consultorio, mirando al techo.

"Necesito un trago, necesito algo ... húmedo que baje por mi garganta ...", Ptenso, mientras su mente comenzó a profundizar en sus fantasías ya no tan secretas y bastante pervertidas.

El cuerpo de Hana comenzó a excitarse, necesitando alivio después de su día lleno de estrés, su rostro se sonrojo, el sudor cubria su frente, un calor resonando en la parte inferior de su cuerpo. Cerró los ojos y pensó para sí misma.

"Necesito una polla en mí, una ... una ... una linda y pequeña polla, la de un dulce e inocente niño. Quiero escucharlo gemir mientras chupo su pequeña polla. Quiero sentir su primer semen en mi garganta. Quiero ver su cara mientras hago estallar su cereza y montarlo hasta ... "

-¿puedo pasar, hermana?

Jadea ante la voz repentina que acaba de entrar a su consultorio veterinario y se sienta jadeando antes de volverse en dirección a la puerta, para ver quién interrumpió sus fantasías. Para su sorpresa, era Kiba. Se paró junto al sofá, mientras traía a revisión a la madre del que sería su futuro compañero canino.

-Oh ... Hermano, ¿qué estás haciendo aquí?- Hana le preguntó, procesando apenas que tenía un muy cercano parentesco con él, viéndolo más bien como objeto de su deseo, parado justo frente a ella.

-Traje a Yumi a su revisión médica de rutina- explicó el Inuzuka y añadió - ¿Estás bien?, te ves…..cansada.

-Oh, estoy bien, solo tuve un día difícil, eso es todo- Explicó la Inuzuka mayor mientras trataba de mantener la calma.

Hana reviso al perro, pensando más en que le haría a Kiba y luchando, aunque no tanto con la idea, al cabo de unos minutos acaba la revisión y manda a qué alguien le tome las placas que necesita para el archivo médico de la ninken, viendo que eso iba a tomar algo de tiempo y como no quería aburrirse, Kiba iba a jugar con los compañeros canijos de Hana que por protocolo estaban esperando afuera, cuando su hermana tomó su mano.

-¡Hermano, espera!- le interrumpió Hana- ¿Vas a algún lado?.

-En realidad no- explicó el joven- solo quería pasar a saludar al trío antes de que traigan a Yumi, de aquí….. - estaba explicando sus planes, pero fue interrumpido cuando su hermana agarró su rostro y lo besó mientras sus ojos se abrían con sorpresa, un rubor se hizo notar en su rostro.

-¡Mmph! ¡Mmmmph!- Él gimió, sumamente asustado.

Su hermana lo subió un poco y obligó a su lengua a salir de sus labios y exploró cada parte de su boca, entrelazando su lengua con la de él. Kiba sintió un calor crecer en la parte inferior de su cuerpo, sus pantalones de repente se sintieron más apretados. Los Inuzuka eran precoces en su desarrollo, su cuerpo reacciono momentáneamente a la estimulación, pero la mente le dió un balde de agua fría cuando la Inuzuka de cabello castaño pronto rompió el beso y miró su hermano con lujuria en sus ojos.

-Escucha bien Kiba, he tenido el día más estresante de mi vida y necesito tu ayuda. Así que si eres un buen chico y me dejas usarte, te haré sentir bien. ¿Te gustaría eso?- le intento explicar que era lo que iba a hacerle, desde un punto de vista que haría sentir al Ayuwoki muy orgulloso.

-¡Esas cosas las hacen los adultos!- reclamo muy indignado y aterrado Kiba- además somos hermanos.

-Si me haces sentir bien, también te sentirás muuuyyy bien- intento salvar la situación Hana- además, prometo hacerte una carne asada, corte Kobe y todo el asunto.

-No, no quiero, eso está mal, eres mi hermana.

El grito que lanzó Kiba alertó a otro de los veterinarios y justo a tiempo, como era un incidente de clan y uno de los primeros arranques de Hana, los Inuzuka habían decidido barrer debajo de la alfombra el incidente, en especial la propia Hana que ya no hizo por estar cerca de su hermano, por la seguridad de Kiba, ella no podía volverlo a ver a él o a cualquier chico que fuera menor a 15 años.

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Y por eso era que Kiba tenía ganas de demostrar que no era como ellas, que era un shinobi poderoso y digno del apellido Inuzuka, a diferencia de ese par de putas emparentadas con él.

Cómo Sasuke que queria que su carrera shinobi inicie, pero a diferencia de él, que no veía nada malo en el retraso de la graduación, si eso significaba más poder, el ex heredero Inuzuka quería ya, labrarse una reputación exitosa para así poderse librar del estigma de ser hijo de Tsume y hermano de Hana.

Y mientras eso sucedía, Naruto veía con comprensión a Kiba, incluso con empatía por su situación, pero no intento hacerse amigo de él.

Cierto, era hipócrita hasta cierto punto, ambos parias por algo que no estaba en su control, ambos haciendo lo posible por cambiar la percepción que los demás tenían de ellos mismo. Pero no lo hacía por cuatro principales razones.

Por principio de cuentas, era hijo de una de las mejores amigas de su madre y hermano de su alumna y aún con ese vínculo, lo dejaron de lado.

La madre de Hinata hizo lo mejor que pudo para ayudarlo en las sombras, honrar a su amiga para que él tuviera una vida menos horrible. Era poco lo que ella podía hacer sóla, contra el odio y desprecio generalizado de la aldea.

Quizá y si dos de los clanes o al menos sus liderezas hubieran hecho algo, su vida habría Sido menos horrible, era una mezquindad de su parte, echarle la culpa a Tsume que activamente no lo daño, pero que tampoco hizo algo para evitar que sufra, pero estaba en su derecho. No sé regodeo, pero tampoco pudo sentir lastima por su situación.

Y lo mismo con Hana.

Ella pudo ser su profesora con Hayate y no fue hasta que el hokage seguramente les ordenó hacer el esfuerzo de conectar con él, que les importo el vínculo que pudieron haber tenido. Demasiado tarde, sobre todo cuando tenía amigos que eran más una suerte de onisan y oneechan de lo que esa bola de cobardes podría llegar a ser. Con Hana también no se sentía bien, al ver su suerte, pero sentía que lo merecía más que Tsume. Peor que la ignorancia en su opinión, era la conveniencia.

En tercera, Kiba era en su momento de los más vocales, en las burlas a su persona, sobre que era huérfano, sobre que era literalmente un hijo de puta, sobre su niño talento como shinobi. Y sorpresa, sorpresa.

Su madre dirigía una casa de citas con mujeres tan hermosas como cultas y refinadas y nunca se acostaba con nadie bajo ninguna circunstancia, a diferencia de la madre del Inuzuka que pagaba por estar con Manui, Banui y las otras Oiran de piel canela de la casa de citas de su madre. Y lo mismo aplicaba a la asalta cunas de la hermana. Era peor en su opinión una puta por voluntad que por necesidad.

Naruto no era Tonto, sabía mejor que nadie ahí que eso de que Konoha era un lugar donde hay todos los días sol y arcoiris sin lluvia era algo que solo era posible en la propaganda que se hacían.

La realidad es que la aldea estaba llena de bully, racistas y xenófobos, entre otras cosas igual o peores que las alimañas de esa ralea.

Un lugar como el que el Hokage solía decir que era Konoha no maltrataria a un niño por contener a un ser que los atacó. O haría las cosas tan difíciles para alguien no nacido ahí que fuera obligado por las circunstancias o por voluntad propia, cayendo en la trampa de que eran unos santos, a vivir de trabajos en el barrio rojo porque muchas de las labores que podían hacer, eran de ámbito shinobi o porque los civiles casi los esclavizaban por esas pésimas condiciones laborales.

Nuevamente, sus amigas del País del rayo eran un ejemplo de eso.

Y la cuarta razón era más simple. Kiba no era su amigo, así que no podría importarle menos.

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Oficina del Sandaime.

-¿Y de quién es la culpa?- le reviró enojada una mujer de cabello rubio y ojos color miel, que tenía un rombo en la frente- ciertamente tengo mucha culpa de que esto pasara, pero dígame, ¿Quien es el Hokage y quién debió hacer las cosas bien?

-¿Y quién es lo más cercano a una tía que tiene?- reviró el hokage- A diferencia de Minato, Kushina no se dejó cegar por el amor que te tenía y eso te volvió algo amarga con el niño. Te enojó mucho que mientras Minato convirtió a Jiraiya en su padrino, ella eligió a su mejor amiga para ser su madrina.

-Y ella cumplió con su deber lo mejor que pudo, dadas las circunstancias, hasta su muerte- admitió la mujer muy a su pesar- Kushina hizo bien, me costó trabajo admitirlo, pero no fue por amargura que lo deje aquí. Fue por miedo y por estúpida.

El hokage enarco una ceja curioso, lo que fue un gesto muy elocuente, por lo que la mujer continúo.

-Todas a quienes he amado, salvó Shizune, han muerto de manera trágica- elaboró su respuesta la rubia- tenía miedo de que mi maldición alcanzará al niño y me arrebaté a una persona más que amará con todo mi corazón. Y por otro lado tenía una ligera esperanza en que la aldea que mi familia tanto cuido no le haría eso al niño. O que el Hokage sería lo suficientemente inteligente como para hablarme en la primera paliza que recibiera.

-Para que te lo lleves- acuso el Sandaime.

-¿Y puede culparme por eso?- rebatió la mujer- vea lo que el manejo de la situación trajo. No crea que no se lo que esa pobre niña que se está enmancipando de su familia tuvo que pasar porque creyeron que podrían salirse con la suya al esgrimir el argumento de "Niña demonio".

Ante eso el Sandaime baja la mirada con culpa, lo que renueva el ánimo de la rubia para seguirlo acribillando.

-No me quedé porque este lugar me causa mucho dolor y lamentare hasta el día de mi muerte, no llevarme al niño. No es que usted me hubiera dejado. Necesita al arma de la aldea, en la aldea.

-¡No veo a Naruto como un arma!- reclamó enojado el Sandaime- ¡Eres muy valiente para darme ese sermón Tsunade. Te ahogas en tu dolor y te largas, dejando un niño atrás, pero te atreves a darme una conferencia sobre que veo a los demás como recursos!.

-Quiere hablar con la verdad, hablemos con la verdad- no se inmuta la sanin ante el tono de su sensei- desde hace años varios le habíamos advertido de las tropelías de Danzō que trata de usurpar el poder, además, yo le presente un programa revolucionario que habría salvado innumerables vidas en el campo de batalla si se hubiera implementado.

Y tuve que ver morir a mi prometido, porque llegue demasiado tarde para ayudarlo, ya que ese programa lo habría salvado o permitido que pudiera hacerlo yo. En una misión que a luces, se ve que el cara de momia saboteó para su beneficio. Y años después, la historia se repitió casi igual, pero sospecho que está vez el blanco de Danzō era Orochimaru. El amaba a Nawaki, como el hermano que no tenía, así que dudo que fuera el que le hizo eso a mí hermano. Y hablando de…..

Cuando debió detenerlo…. Lo dejo ir y Danzō hasta tiene su lugar en el consejo. Quiere sermonearme, hágalo cuando sea un hokage la mitad de competente que mi abuelo Tobirama.

-¿A dónde vas?- Preguntó el Sandaime al ver que ella se iba sin su permiso.

-Creo que es más que obvio- se detuvo ella en el borde de puerta, dió un puñetazo a ella y metió la mano, rompiéndose la puerta por el cuerpo de la secretaría del Sandaime que estaba sujeta por el puño de la Sanin- voy a intentar que me perdone el niño.

La mujer miró aterrada al hokage, mientras dos ANBU saltaron sobre ella para aprenderla.

Hiruzen solo bufó exasperado. El último año le estaba demostrando que ya no era apto para ser hokage y la única que posiblemente podría sucederlo, se negaría a hacerlo. Nuevamente estaba en un callejón sin salida, y no sabía cómo salir de él.

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Barrio rojo.

-¡Vaya!, mira nada más que es lo que ven mis ojos- oyó la Senju una voz femenina muy familiar- pero si es Tsunade " primero alcánzame y te pago".

Al girar en esa dirección, efectivamente, venía caminando en largas zancadas una mujer madura de pelo negro y largo, y ojos azules claros, con unos enormes pechos casi tan grandes como los de ella. Además ella tenía las pestañas inferiores más grandes y gruesas que las superiores, lo que parece ser un distintivo de su clan.

Otro rasgos distintivo de la mujer era que le falta su brazo derecho, luciendo un muñón vendado a través de su uniforme. Ya que la mujer parecía tener una suerte de uniforme, al igual que los otros dos miembros de su clan que rodearon a la Sanin y a su asistente que estaba con ella- dudo mucho que hayas venido aquí a pagarme el dinero que me debes. Así que quiero saber… ¿Piensas estafar nuevamente algún casino del barrio, al saber que Riki Sendaryu está aquí?

-¿Riki está aquí?- pregunto Tsunade con los ojitos brillando de algo parecido a la lujuria, una mirada que Shizune y Kukaku conocían muy bien, pero recordó a qué vino y carraspeando agregó- no, aunque suena tentador eso, vengo a buscar a alguien más.

-Dejame adivinar- intervino la morena- ojos azules, rubio, con marcas similares a bigotes en las mejillas- al ver la reacción de Tsunade, la matriarca del clan Shiba añadió- no te sorprendas tanto, supongo que te soborno con algo el viejo para que intentes inculcar en el niño cualquier estupidez que tenga en la cabeza. Típico, muestra algo diferente al masoquismo y servilismo y los poderes de la aldea tratan de recuperar a su arma.

-!No he venido por ello¡- grito muy indignada la Senju- he venido a conocerlo, pero no es por lo que mi sensei me haya pedido, sino porque quería hacerlo.

La mujer que era la capitán de policía en el barrio rojo estrecho los ojos enojada, entendiendo o suponiendo que era lo que ella quería. Y eso no le gustó nada.

-Ya veo, ya veo- asintió comprensiva Kukaku- quieres que el chico lave tu culpa. Quieres que no sepa que tenían un lazo, pero quieres calmar el cargo de conciencia. No lo estás usando para los interés de la aldea, sino para los tuyos. Eso en mi opinión es igual de asqueroso si no es que más, de lo que los otros estúpidos han estado intentando.

-¿Otros?- pregunto Shizune.

-El perrito faldero, la asaltacunas, aunque algo me dice que se lo quiere cenar más que lavar su conciencia. También el pervertido y los raritos están haciendo el intento de conectar con él, tener el vínculo que deberían haber tenido. Pero para lavar su conciencia y como una misión para tener al niño leal a la aldea. Dado lo inteligente que es, no me sorprende que haya visto a través de sus intenciones y los haya bateado olímpicamente.

-¿Sabe de sus padres?- supuso la Senju.

-Estoy seguro que de la carga sí- admitió la mujer- y como dije, es muy inteligente, no se necesita ser un Nara para saber quiénes eran sus padres, solo ver al chico, una foto del padre y recordar el apellido de su novia. Además de los protocolos shinobi. Eso y que los Kadō lo están criando adecuadamente. Por más que ese viejo senil y sus esbirros digan lo contrario.

-Sarutobi sensei se equivocó- admitió la ojimiel- pero no creo que él concientemente buscará dañar a Naruto, debió tener una razón para no decirle y esa pareja le reveló algo que no estaban en posición de revelar.

-No digo que buscará hacerlo así- también admitió la morena- pero ¿Ves esto?- asomó su muñón- esto me lo hizo Ibiki Morino, bajo las órdenes del Sandaime, he de agregar.

La conmoción en el rostro de Tsunade y el horror en el de Shizune fue todo lo que Kukaku necesito para explicarse mejor.

-El niño no iba a tener una mejor vida, no en esta aldea y como dije, era muy evidente quienes eran sus padres. Tenía unos amigos en el país del Té que me debían un favor e iba a ocultarlo ahí hasta que fuera mayor para regresar, ya debidamente entrenado y capacitado. Pero la noviecita de mi hermano Kaien que era una perrita del cara de momia le aviso a ese imbécil y yo y mi clan nos vimos formazados a pelear con miembros de Raíz que se ocultaban a plena vista como civiles de la aldea. Kaien murió ese día por cierto y yo que era muy unida a mi brazo tuve que dejarlo de lado porque una vieja borracha no podía regresar "porque la aldea le da anciedad"- expresó eso último con burla- Danzō claramente quiso usar eso a su favor para que el niño esté bajo su mando y de paso, él y lo clanes que eran aliados suyos y enemigos nuestros, usaron su posición para deshonrar a mi familia. No importa, nos enviaron a pudrinos al barrio rojo, tuve que hacerme del Inframundo del barrio para poder sobrevivir, pero también en la medida de lo posible, podía estar cerca del chico para que aquí no le pase nada malo, mientras estuviera en mi nuevo territorio.

Quieres hacer algo Tsunade, algo que sea de beneficio para Naruto, alejate de él, porque si no lo hace, voy a matarte. Y no me importa que seas un Sanin o mi mejor amiga, el día que te acercas a él para lavar tus culpas o para seguir las órdenes de Sarutobi. ¡Te mueres¡

Y se alejó de ahí, dejando la amenaza flotar en el aire y a una sanin que se preguntó dónde comenzó a irse al demonio la aldea. Está no era la voluntad del fuego que sus abuelos predicaban, al menos la que ella y los demás que no eran del barrio rojo decían seguir. La verdadera Voluntad del Fuego estaba ahí, ante sus ojos, viendo cómo un grupo de niños jugaban juntos en una suerte de guardería que una antigua dama de la vida alegre cuidada con esmero. O en el hecho de que los Shiba eran la policía de facto en el barrio. O que todos la miraron mal, porque ella era alguien que a sus ojos dañaría al principe del barrio. Aquello fue insoportable y tomando a Shizune de la mano, salió de ahí de prisa.

No soportaba ver la voluntad de Fuego en el área que uno menos esperaba, y eso la lleno de mucha ira, tristeza y pena, así no podía manejar conocer a Naruto y sus tutores. Y en su mente sabía que quizás jamás podría hacerlo.

Omake.

Una hermosa mujer de cabello castaño que peina en un rodete y usa un senbon para fijarlo, está desnuda en un hotel del amor, acurrucada con su amante.

Lo había recogido en un bar, un shinobi que venía de la rama principal del clan Hyuga que en su experiencia, era el que tenía a los mejores amantes de la aldea, eso hasta que los Senju desaparecieron. Pero no podía quedarse por eso. Si ella quisiera dormir con un Senju simplemente podía ir al mundo puro y acostarse con uno. Pero le daba una tremenda fatiga ir a ese lugar solo para ir a echar un polvo.

La mujer volteo para ver a su amante a la cara, al sentir una presencia conocida en la habitación.

-La mayoría de los padres estarían horrorizados de tener que ver a su hija follar con un desconocido- comento la mujer- pero tú no eres como la mayoría papá.

Shin, el dios que registra todo lo que ocurre en el mundo, solo asiente de acuerdo con ella. Le ha ofrecido antes tener otro comienzo, uno donde su Doppelganger murió de forma inesperada, pero ella lo ha rechazado siempre.

-Venia a advertirte- le reveló el Dios- últimamente Danzō te está comenzando a considerar una molestia por todo el apoyo que le das a los Kadō y no solo es él, también Hiruzen y el pervertido está pensando eso mismo.

-No es algo de que preocuparse- desdeñó la mujer- crecí con dos de ellos y se cómo piensan y sobre Jiraiya, no hay mucha diferencia entre su manera de hacer las cosas y la forma en que Hiruzen lo haría. Puedo salir de cualquier cosa que me arrojen y en caso de que me atrapen con la guardia baja, soy inmortal.

-Aun así Koharu- reprendió Shin- no está demás que te advierta las cosas. Tu habilidad de omnisciencia te impide ver qué te depara el futuro, así que en tu lugar, comenzaría a ver qué hacen esos tontos para atentar contra tu vida.

Y tras decir eso, el dios desapareció, haciendo sonreír a Koharu que regreso a su apartamento y usando el mismo genjustsu que Tsunade, ocultó su edad, volviendo a esa figura de anciana marchita. Ese era el modo de su padre de cuidarla después de todo.

Y corte.

¿A qué no vieron venir que Koharu en esta historia era hija de Shin?

Koharu no será tan clave para muchas cosas, pero necesito que sepamos de su condición por una situación que voy a plantear más adelante.

Los veo en el próximo año.

Ya saben, dejenme su review, así no solo me animan a escribir, habrá retro alimentación entre nosotros.