La ceremonia de la adultez.
Ya saben, lo de la disgrafia, disculpas por los teclazos y horrores del auto corrector.
Y recuerden, Naruto y sus personajes son propiedad de Kishimoto sensei
País de la miel.
La vida tiene sus altas y sus bajas. Uno no debería jamás tratar mal a nadie por ese solo hecho, pues uno jamás sabe cuándo alguien a quien trataste mal estará en posición de hacerte mucho, pero en serio mucho daño por retribución.
Y eso el clan Hyuga de Konoha lo aprendió a la mala.
En estos momentos, en el baño real del castillo que pertenecía a la familia real del país, se estaba bañando en él la princesa y heredera legítima del trono del país.
Acostumbrada como estaba servir y no a qué le sirvan, la princesa había ordenado tajantemente a sus nuevas siervas que la debían dejar sola mientras se bañanaba.
Aunque la gran mayoría de los nobles del país y Daimyo habían sido verdaderos hijos de puta, por alguna razón desconocida pero agradecida por la población en general, los tres hijos del anterior Daimyo no habían salido a sus padres. Donde el anterior Daimyo era un hombre que veía a los demás como inferiores, la fallecida princesa Kanade, el padre de la actual Princesa, Kentaro y Rushana, la Daimyo actual, se habían preocupado genuinamente por su pueblo y trataban a los demás con respeto y dignidad.
De ahí que el día que fue declarado legalmente muerto el príncipe heredero, el pueblo lloró amargamente la pérdida de un hombre que pudo ser el mejor Daimyo que alguna vez vería esta tierra.
Esa era la razón por la que había una gran indignación de los habitantes del país hace dos meses al saber que la escoria de Konoha tenía como vulgar sirvienta a su princesa.
Natsu salió de bañarse y se vistió sola antes de salir al comedor real donde su tía ya la estaba esperando.
Konoha hace dos meses.
-Hokage Sama, le traigo noticias importantes- llegó Tigre, el sub capitán de el escuadrón ANBU de Yugao entrando corriendo a la oficina del Sandaime- un gran contingente se acerca a la aldea.
-¿Un ejército enemigo?- preguntó extrañando el kage.
-No se trata de eso señor, no exactamente- intento explicar el ANBU- Morisato Sama se dirige a la aldea con un batallón samurai y también viene la Daimyo del País de la miel con él, si el estandarte de su comitiva es una indicación.
Eso era extraño. Podría ser que el Daimyo intenta lucirse con su par que está de visita pero eso sería raro . Él le habría notificado de ser esa la intención para que pudiera arreglar la aldea para verse mucho mejor. Algo raro estaba pasando y le estaba dando mala espina el asunto.
La comitiva con los dos palanquines que traía a los Daimyo llegó al centro de la aldea y de esta bajo el feudal y estaba sumamente enojado, si su semblante era una indicación.
-Morisato Sama ¿A qué debo el placer de su visita?- intento indagar eso el hokage.
-Llama al líder del clan Hyuga y vamos a Tu oficina, tenemos algo que discutir- le replicó furioso el feudal.
-Ya oyeron- hablo Hiruzen a sus ANBU- díganle a Hiashi que debe ir a la oficina de inmediato.
El grupo llegó a la oficina de Hiruzen, casi al mismo tiempo que Hiashi, que no tenía la menor idea de porque solicitaron de esa manera su presencia.
Al llegar a la oficina del Sandaime, saludo cortésmente al feudal de este país y pudo notar con bastante facilidad la hostilidad de parte de Rushana Kahō.
-Es bueno ver qué los shinobi de mi aldea acuden inmediatamente a mi presencia cuando mando llamarlos- expreso el feudal a modo de saludo- y dado lo que he aprendido, sería incluso una molestia menor el que no lo hagan. Dime Hiashi San ¿Le suena el nombre de Hideo Asano?
Hiashi recordaba ese nombre, era el nombre del hombre que el consejo había asesinado a sus espaldas hace más de veinte años, cuando apenas acababa de tomar el cargo como líder del clan Hyuga, debido a que el hombre se había casado en secreto con Hitomi Hyuga.
La pregunta era ¿Porque eso era relevante?
-Si, es el nombre de la única persona que se ha casado sin ser parte del clan Hyuga, con uno de sus miembros- respondió Hiashi y agrego- lamentablemente, en un asalto a una caravana comercial donde él y su esposa estaban fue asaltada y ellos fallecieron víctimas de los bandidos dejando a su hija en la orfandad.
-Diras, que alguien pagado por tu clan o ellos mismos los asesinaron- le replicó el feudal- puedo parecerlo, pero no soy un tonto Hiashi. Lo que tú estúpida familia hizo fue muy grave, todo por "preservar" el honor y la pureza de la familia Hyuga. Hideo Asano era en realidad Hideo Kahō, príncipe heredero del País de la miel, había decidido vivir una "aventura" antes de tomar posesión del trono de su país y estuvo viajando para conocer el mundo. Así que, lo que hicieron básicamente fue un regicidio en toda regla. Algo que se paga con la muerte.
-Yo era el líder recién ascendido del clan- se defendió el Hyuga, ya que al hacerlo a sus espaldas, siempre le guardo rencor a su consejo. No les tenía mucha lealtad- la desicion de cometer ese acto fue tomada por el consejo de ancianos. No tuve nada que ver.
-Al menos admites la verdad- interrumpió Rushana- se llaman a si mismos un clan noble de esta aldea y sin embargo, tienen la barbarica costumbre de marcar como reses y forzar a la esclavitud prácticamente a una buena parte de su familia. Vaya familia noble que resultaron ser.
-Si, Rushana Dono tiene razón- admitió el feudal del País del Fuego- no se si es posible y la verdad no me importa, van a retirar el Sello del pájaro enjaulado a todos los miembros del clan Hyuga que lo tengan, empezando con Natsu Hyuga. Hiruzen, también deberás arrestar a cada involucrado en este abominable asunto y los ejecutarás públicamente por Alta traición y regicidio. Tienen una hora para cumplir esta orden. ¿Les quedó claro a ambos?
-Así lo haremos Morisato sama- dijeron Hiashi y Hiruzen a Coro.
-Ahora, si me hacen el favor de traer a mi sobrina para que la conozca- cometo con desdén Rushana…….
Tiempo presente.
Desde ahí la vida cambio para Natsu que se enteró por su tía, había sido todo obra de Shiro Yoku, uno de los tres miembros de Jakenpon.
Aparentemente el monje la había reconocido, debido a su evidente parecido con su tía, y le envío una carta con una fotografía adjunta explicando la situación.
De ahí que Rushana se moviera en secreto para no alertar a los viejos de mierda del consejo Hyuga pues Shiro, ella y Rushana intuian, harían lo necesario para intentar barrer bajo la alfombra la situación.
Irónicamente, las tradiciones de las que se decían, eran la razón por la que el poderoso clan Hyuga era tan noble e importante, lo pusieron en una situación en la que perdió todo su prestigio, dignidad y honor.
Y aunque el monje se hizo de una buena parte de los Hyuga como enemigos, Shiro solo se rió de la situación, ya que le dijo a Tatsumi Hyuga, el líder de ese consejo, que el también era de sangre noble y aunque era repudiado por su familia, era el príncipe del País de los Pantanos. ¿Quien les garantiza que su familia por lavarse la cara, no haría algo contra ellos si le pasaba algo a él?
Eso vaya que bastó para poner las cosas en perspectiva para los Hyuga que estaban atravesando una suerte de revolución, pues debían de cambiar sus ancestrales tradiciones o morir defendiendolas. Qué sería lo que iba a ocurrir si seguían tercos en ellas.
Esto, para alegría de Natsu, abría la posibilidad de que en vez de la niña engreída, llevará a Hiashi a darle el liderazgo de su clan a Hinata. Las acciones de Shiro vaya que habían logrado hacer lo que el Yondaime prometió y no tuvo tiempo de lograr. Cambiar para mejor al clan Hyuga.
Antiguo refugio.
-Esta noche, todos ustedes son oficialmente shinobi de Konoha- declaró Anko con una voz muy formal a todos los estudiantes graduados de la Academia Ninja.- Y en unos minutos, caminarás tus últimos pasos de la niñez y los primeros de la edad adulta.
"¡Sasuke es todo mío ahora!" pensó con júbilo Sakura, sin siquiera prestar atención al discurso. "¡Ya puedo sentir su pene varonil penetrándome!" Su rostro se volvió tan rosado como su cabello mientras se imaginaba los eventos que según ella iban a suceder "¡De ninguna manera Ino puerca será la que se quedó con él! ¡CHAA!"
Y es que nadie que iba a participar en el ritual sabría hasta el momento de la verdad, quien fue la pareja asignada para perder su virginidad.
Pobre de Sakura, la vida iba a darle su primer gran decepción
"Si Sakura cree que puede llegar a Sasuke antes que yo, está lamentablemente equivocada." Ino sonrió, mirando a la fantaseante Sakura.
"Oh, Dios. ¡Vamos! ¡Vamos a follar ya!" refunfuñó Kiba, su deseo sexual erosionó su paciencia. Uno pensaría que casi ser violado por si hermana unas seis veces haría que tuviera erotofobia. Aparentemente no era su caso.
" Todo esto es simplemente estúpido". suspiró Sasuke que no veía nada práctico al hacer esto… más o menos, en su opinión, si le tocaba Ino no sería tan malo.
-... Y recuerda, no importa la edad que tengas, no importa el camino que elijas a partir de este día- terminaba Anko su discurso- Recuerda llevar siempre contigo la Voluntad de Fuego.
Tras dar el discurso Anko le pidió a las chicas que tomaran una pelota de una urna y luego la abrieran en el siguiente piso.
Estaban usando un antiguo refugio que se utilizaría en caso de invasión, ya que era el único lugar con suficiente espacio para esto.
Las chicas tomaron la esfera, la abrieron y se dirigieron a la habitación que enumeraba.
Tras ello, Anko vio cuáles eran las habitaciones de Hinata, Ino y Sakura, asignó las otras habitaciones a las Oiran que Kushina prestó para la ocasión y llamo uno por uno a los chicos y les indicó en que habitación debían entrar.
-¿Hinata? ¿Está todo bien?- Preguntó Naruto que se sentía el más afortunado del mundo al perder su virginidad con su enamorada. Había tenido sospechas de que Hinata deseaba dar marcha atrás en toda esta ceremonia, especialmente hoy, donde le había dado la espalda, probablemente sin querer, varias veces, y rara vez había hablado en todo el día.
-Estoy bien- respondió ella- ¿Por qué preguntas?.
Ella se sentía igual que Naruto, pero su timidez le estaba jugando en contra, eso y su inseguridad.
-Parecias muy incómoda estos últimos días- explicó Naruto. Si Hinata tenía algo en mente, Naruto necesitaba saber qué era. Pensó que estaban en un punto en el que no habría ningún entre ellos, por lo que el hecho de que Hinata estuviera ocultando algo tan claramente le resultaba frustrante. Pareciera ser que los esfuerzos de Riki y su mamá para que ambos se sintiera cómodos no habían resultado. Y aunque podía entender que ella no quisiera participar, creía que tendría la confianza suficiente para decirle.
-Estoy ... realmente nerviosa por esto- murmuró Hinata, juntando las manos con fuerza.
No, Naruto había visto a Hinata nerviosa y no se parecía en nada a esto. Nunca la había visto agarrar sus manos con tanta fuerza que sus nudillos estaban tan blancos como la tiza, y nunca la había visto alejarse completamente de alguien cuando tenía un problema.
-Hinata, sé honesta conmigo- le pidió Naruto con firmeza- te quiero mucho y si tienes un problema con esto, ¡dímelo! Me estás asustando ahora mismo, Hinata. Nunca te había visto así.
-Naruto kun ... lo ... lo siento ..." gimió Hinata -Yo solamente estoy asustada.
-¿Por qué?- Insistió Naruto.
-Por…-Hinata tragó saliva, sin saber cómo explicarlo- Porque no sé si podemos consumar como se supone que debemos ...
"¿Por que no?- preguntó el Uzumaki, pero le vino a la mente su conversación con Banui la primera vez en la casa de citas de su madre, sobre el hecho de que algunas mujeres de clase noble tenían ciertas prácticas para "salvaguardar en parte su honor. Cómo eran los Hyuga, era casi seguro que Hinata había tenido una de esas experiencias- Déjame preguntar algo Hinata ¿Tienes miedo de que pensaré de ti porque tienes el himen perforado?
La ojiperla inventó un nuevo tono de rojo con su rubor, mientras asentía torpemente, para después preguntar: -P-pero ¿cómo lo supiste?.
-Una de las Oiran de la casa de mi mamá alguna vez me habló de Ciertas prácticas que muchas familias nobles realizan en las mujeres- explicó el Uzumaki- algunas son más deplorables que otras, como la ablación, supuse que los Hyuga harían la perforación del himen para desinsentivar en buena parte el intento de secuestro de las mujeres de tu clan. Una esclava sexual del clan Hyuga, aún siendo de la rama secundaria alcanza un alto valor en el mercado negro, sin ser vírgen, su precio siéndolo estaría hasta la estratósfera.
-Lo es .. asintió de acuerdo Hinata ya que Natsu se lo había dicho una vez, para tratar de consolarla en una ocasión que Neji fue muy cruel con ella.- Natsu también me habló de eso una vez. Y Anko sensei dijo en una de sus clases que antiguamente también se había llevado esa práctica en las Kunoichi de Konoha.
No quería que me creyeras una cualquiera al no ser virgen técnicamente.
-Para mí siempre serás la mujer más pura de la creación- le dijo Naruto seriamente- Por mucho que no creas que lo eres, eres una mujer maravillosa y fuerte. Necesitaría ser un completo imbécil para no creer eso de ti. Estoy seguro que eres el avatar de una diosa, ya que no encuentro otra explicación para el hecho de que eres una mujer tan perfecta.
-Naruto kun… murmuró Hinata, sin saber qué más hacer o decir, así que ella simplemente besó a Naruto en los labios.- Gracias.
Naruto parpadeó, un poco rojo por lo repentino del beso, aunque apenas le disgustó. Después de una sonrisa que derretiría el acero , Hinata lo besó más profundamente, usando su lengua mientras caían de rodillas y se preparaban para pasar a la siguiente etapa; pero, antes de que Naruto pudiera alcanzar la faja de la túnica que estaba usando, ella rompió su dulce abrazo y se puso de pie.
-Lo siento, primero necesito tener un momento a solas- se disculpo la ojiperla al ganarle nuevamente su timidez.
-No hay problema- entendiendo la situación, Naruto la disculpó con una sonrisa mientras Hinata se metía al baño con el que contaba esa habitación
Durante sus exploraciones de la cueva, Hinata sintió necesidad de limpiar su mente y cuerpo para estar lo más pura posible para Naruto, al menos en su mente.
" No estaba segura antes", pensó Hinata mientras se quitaba la bata y dejaba que el agua la bañara. "Pero ahora, lo estoy. Estoy lista para cortar todas las mis inseguridades a favor de Naruto. Dejaré que me mire sin vergüenza, mi cuerpo y mi alma, al descubierto; ya que estoy totalmente segura que estaban destinados a ser vistos por él"
Cuando Naruto menciono que sentía que ella era el avatar de una deidad, algo dentro de ella se llenó de calidez, como si una parte de la ojiperla superis que era verdad, se sintió bien en cierta parte de su mente que su amado la reconociera. Y de hecho, fugazmente Hinata pensó en su amado rubio de ojos azules, con otro nombre, aunque con su mismo rostro. Un nombre que también tenía que ver con una deidad. Con el Dios del fuego Kagutsuchi.
Cuando Hinata terminó de lavarse, salió la regadera, dejándose secar por un momento, luego se puso la bata y regresó a donde Naruto la esperaba.
Su corazón martilleaba casi dolorosamente dentro de su pecho, pero volvió a caminar sin disminuir la velocidad ni contenerse.
-Lo siento si te hice esperar demasiado.- se disculpó la ojiperla mientras caminaba hacia Naruto.
Naruto negó con la cabeza, mientras se giraba y la veía. El agua restante se había filtrado a través de la túnica, haciéndola más adherida a su forma y un poco transparente en algunos lugares; Su corazón ahora latía con fuerza mientras ella se acercaba.
Él jadeó suavemente cuando ella se acercó, su cuerpo iluminado bajo la luz de la habitación, en opinión de Naruto la hacia ver sumamente hermosa.
-Estoy lista para que me hagas tuya, Naruto kun- expreso con determinación la ojiperla- Quiero que tomes mi primera vez.
-¿Está segura?- Preguntó el Uzumaki, quería estar seguro que lo hiciera por voluntad propia y no por presión social
-Estoy totalmente segura- asintió la peliazul sin duda, mientras se acercaba a él. Cuando estuvo nuevamente junto a Naruto, Hinata le dio un beso mientras continuaban donde lo dejaron hace unos momentos, Hinata se recostó de espaldas en la cama una vez que rompieron el beso por falta de aire.
Naruto se movió hacia ella y abrazo a Hinata mientras continuaba con el beso, la ojiperla se agachó y desabrochó su faja, revelando sus abdominales fortalecidos. Rompiendo el beso momentáneamente para admirar a una totalmente desnuda Hinata, Naruto se convenció a si mismo que su suposición sobre Hinata era verdad.
Ella sonrió y se sonrojó, agradecida de que la encontrara tan excitante, pero era difícil imaginar algo tan grande entrando en su cuerpo, especialmente en una parte que estaba tan apretada ahora.
Naruto desató la faja de Hinata, su bata se abrió, su cuerpo muy maduro para su edad, brillaba sensualmente, haciéndolo sentir como si estuviera mirando a una diosa de la pasión.
-¿Puedo ... t-tocarlos?- Preguntó Naruto, su voz temblaba por los nervios; mientras una de sus manos hacia el amago de posarse sobre uno de sus pechos.
-No tienes que preguntar- sonrió enternecida la Hyuga- Mi cuerpo es tuyo, está noche te pertenezco.
Ella se recosto al fin en la cama, los ojos cerrados y los brazos abiertos mostrando que no estaba asustada y que estaba abierta a todos sus caprichos.
Naruto asintió, no muy cómodo con la idea de 'poseer' a Hinata, pero admirando su espíritu abierto. Llevó una mano temblorosa a uno de sus pechos y lo masajeó lenta y suavemente hacia atrás primero, Hinata gimió suavemente a pesar de que le había tocado un poco el pezón.
Naruto inclinó la cabeza y chupó el pezón de su otro pecho, como si un niño estuviera mamando del pezón de su madre.
-N-Naruto kun…- Susurró ella a través de gemidos bajos, su cuerpo se calentó con anhelo. Cuando Naruto terminó, ella le quitó la bata del cuerpo, dejándolo desnudo. -A partir de esta noche, sin importar que pase, siempre seré tuya si no en cuerpo, si en alma- le juro la ojiperla. No podía jurar ser totalmente suya, no con su clan pasando por tanta agitación, pero al menos podría jurar que aunque la llegasen a casar con alguien más, su corazón siempre sería de él. No es que Kushina y Riki fueran a permitir eso.
Naruto la miró y parpadeó antes de darle una cálida sonrisa y se inclinó, besándola de nuevo, mientras le quitaba la bata por los hombros; Hinata no se permitió expresar ninguna vergüenza mientras permitía que su cuerpo fuera descubierto por Naruto.
-Y a partir de esta noche, nunca nos avergoncemos de nosotros mismos- juród Naruto, rompiendo el beso de nuevo. Hinata asintió.
-Es la hora- Ella susurró muy exitada.
Naruto respiró hondo mientras se preparaba cerrando los ojos para el momento que habían sabido que iban a vivir todo el año, algo que de alguna manera sabía que viviría con su mejor amiga.
Su polla más erecta que nunca, se presionó fácilmente contra los pliegues de Hinata, sintiendo la humedad que venía de su interior, así como el agua restante de su 'baño'.
Hinata se mordió el labio con anticipación cuando sintió que él se deslizaba lentamente hacia ella, pero también sucedió algo más; se estremecio por la ola de placer que recorrió desde la punta de los dedos de sus pies hasta su cabeza.
Él abrió los ojos y la miró, viendo los nervios en su rostro. Se veía tan vulnerable, ella también estaba nerviosa, desesperada por detenerse y continuar en el mismo instante.
Pero, al verlo siendo tan caballeroso con ella, Hinata fortaleció su determinación. Ella se acercó y tomó su mejilla en su mano, haciéndolo mirarla.
-Está bien- Ella sonrió dulcemente- realmente quiero esto- le aseguró una vez más.
Naruto se sonrojó y sonrió también, mientras empujaba más, pronto presionando sus paredes interiores, haciéndola gemir.
-¡Nhg! ¡Na-Naruto kun!- jadeó la ojiperla cuando él comenzó a estocarla tras dejarlos acostumbrarse a la sensación, sus brazos se dispararon hacia arriba e instantáneamente envolvieron a Naruto, agarrándolo con fuerza.
Ella trató en vano de reprimir sus gritos mientras él la empujaba cada vez más fuerte, ya que agarró las caderas de Hinata y la atrajo con fuerza a su cuerpo, empujando sus entrañas con fuerza sobre su polla; cada embestida en su coño enviaba inmensas pulsaciones de éxtasis a través de todo el cuerpo de Hinata, la duda y la inseguridad que había sentido hace unos momentos, ahora se reemplazaba lentamente por completo con felicidad sexual.
Mientras Naruto continuaba empujando, finalmente comenzó a moverse más rápido, mientras los gemidos de Hinata lo impulsaban, diciéndole que debía divertirse; y así lo hizo, empujando cada vez más rápido, haciéndola gemir en voz alta hasta que la besó profundamente, haciéndola gemir en su boca. Le pareció divertido que la "tímida" de Hinata fuera una gritona en la cama.
Ella realmente creyó por un momento salvaje cuando Naruto empujó toda su longitud dentro de ella, y su semen cálido y espeso se liberó en su cuerpo, que había muerto y se había ido al cielo.
Y mientras ella se corría, una ola de frío alivio se apoderó de su ser mientras caía inerte al lecho, sus brazos y piernas ya no sujetaban a Naruto, mientras él yacía encima de ella, jadeando.
-¿Naruto kun... me permites ...?- murmuró la ojiperla, dándole una mirada tímida, pero excitantemente linda.
Naruto, pronto comprendiendo, que quería ella, así que poniéndose en la orilla de la cama se acomodo para recibir a Hinata que se sentó a horcajadas sobre Naruto, y después de colocarse en posición guío a la polla de su amado hasta su feminidad y se dejó caer lentamente sobre su ella, antes de comenzar a montarlo a un ritmo constante, sus pechos rebotaban al compás de sus acciones mientras rebotaba en su polla, disfrutando aún más de lo que había creído.
Los genitales de ambos amantes ya eran increíblemente sensibles desde la primera vez, por lo que su segunda ronda de relaciones sexuales fue notablemente más corta que la primera, antes de que Naruto arrojara más de su semen dentro de ella y Hinata alcanzara su propio orgasmo al mismo tiempo que él, gritando cada uno de ellos, el nombre de su amante.
La princesa Hyuga cayó muerta de placer y cansancio encima de él, sus pechos presionaron tentadoramente contra su torso, casi sin aliento.
-Ahora te pertenezco- comentó brillando de sudor la ojiperla.
-Y yo te pertenezco a ti- afirmó Naruto.
-Estoy tan feliz- expresó una temblorosa ojiperla, abrazando a Naruto con cariño, sus ojos se inundaron de lágrimas de alegría- Yo estoy tan tan feliz Hashirama kun- murmuró quedándose dormida.
-Yo también … mi querida Mito hime- dijo Naruto, plantando un beso en sus labios, abrazándola tan amorosamente como lo haría un recién casado. Ambos cayeron en un sueño exhausto en los brazos del otro, sin notar siquiera que se habían llamado por otro nombre y lo habían asimilado como propio.
Dos días después, academia Shinobi.
-Equipo siete, Naruto Uzumaki, Hinata Hyuga y Kiba Inuzuka- dió la lista de los equipos que se habían asignado Genma Shiranui- tu sensei es Aya Natsume, equipo ocho, Sasuke Uchiha, Sakura Haruno y Shino Aburame, tu sensei a cargo será Kakashi Hatake. Equipo díez, Ino Yamanaka, Shikamaru Nara y Chouji Akimichi, tu sensei a cargo será Asuma Sarutobi.
A Genma le dió algo de pena ajena la expresión que Kurenai y Kakashi tenían cuando los equipos se habían asignado. Por un lado, la ama del genjutsu no obtuvo un solo equipo, por el otro, Kakashi solo tenía a uno de sus alumnos que había solicitado. Aunque Genma sabía porque Kakashi quería a Naruto con él, debía admitir que el Hokage tenía razón en no ponerlos juntos. Uzumaki, Uchiha y Haruno eran una combinación explosiva que los haría matar por su patente incompatibilidad.
Y aunque tenía pena por Kurenai, al menos ella podría ser de ayuda a las nuevas generaciones como ella quería, si bien no prepararía un equipo de rastrero, ella seguirá dando las bases para los futuros shinobi. En opinión del jounin de eterno senbon en la boca, ese era un gran honor y una enorme responsabilidad.
El ritual salió como debia salir, más o menos. Genma, Anko y Kurenai sabían que Sakura Haruno no llevaría el ritual al ver su pareja, así que no había sorpresa ahi, ver al Uchiha y a la heredera Yamanaka llegar al aula tomados de la mano, si que fue una grata sorpresa para los ahí presentes. Parecía ser que Ino estaba comenzando a sanar las cicatrices de Sasuke y les daba gusto.
Cómo también les dió gusto y no fue una sorpresa, ver a Naruto tratando a Hinata como si fueran una pareja de novios. Que en realidad, si lo eran. Habían formalizado su relación tras el ritual, lo que ahora no sería tan mal visto.
Con Jakenpon y los Kadō respaldando a Naruto y Natsu a Hinata, no tenían posibilidades los aldeanos y los Hyuga de romper esa relación.
Kiba en opinión de Anko, al menos no era un fanfarrón, con algo de experiencia sería un gran amante, Chouji se había llevado una sorpresa al ver a una Oiran del país de la cascada que cumplia sus dos principales cualidades físicas en una mujer, pues era una mujer pelirroja de ojos ámbar.
El Nara había cumplido el gusto de Ran Mouri de tirarse a un genio de su clan, sin saber el vago de la relación entre ella y su padre.
Y Shino….. Kumiko Karamisu aún tenía corazones en las pupilas y la mirada perdida cada que le preguntaba alguien, cómo le fue con él.
En resumen, se había instaurado nuevamente y con éxito, la tradición.
Ahora que eran a todas luces adultos, venía una gran responsabilidad y varios retos por delante, pero en el caso de Kiba, Hinata y Naruto, su primer reto estaría en manos de Koharu disfrazada de Aya Natsume.
Y corte.
Al fin.
Las cosas se irán poniendo intensas, solo diré eso.
Ya saben, dejenme su review, así no solo me animan a escribir, habrá retro alimentación entre nosotros.
