Wenassss! Somos Cristine y Mery. Hemos escrito nuestra versión a partir del quinto curso de los personajes de Harry Potter. Los personajes que pertenecen a la saga de la escritora JK Rowling, no son nuestros, pero todos los demás sí son de nuestra invención :D. Y no se crean que es igual que el quinto, que esto tiene mucha emoción y transcendental! Porfas, lean y manden reviews! Aquí les dejamos con el primer capítulo:

1- REGRESO A HOGWARTS

Como situación fuera de lo normal, era un día nublado en Privet drive en pleno Agosto.

Hacía dos días que habían puesto una cabina telefónica en la esquina del número cuatro donde vivían los Drusley y Harry Potter, famoso por derrotar al mago más tenebroso de todos los tiempos. Para Harry aquella cabina era una papeleta más para poder llegar a llamar a sus amigos alguna vez en su vida, al menos a Hermione quien era hija de muggles, pero a su tía Petunia no le resultaba beneficiosa ya que con ella, no podía observar bien lo que hacían sus vecinos y no soportaba no enterarse de todo. A Harry se le había pasado por la cabeza pedirles dinero a sus tíos, incluso la opción de "tomar prestado" algo de dinero de Dudley pero se contuvo. Así que en una de las ocasiones en que se había quedado con Arabella Figg, la mujer pensó que como los únicos gastos que tenía eran los de sus gatos, le podría dar algo de dinero a Harry.

Antes de comer, tía Petunia mandó a Harry a que comprase el pan. Harry se vistió y fue a la tienda, y a la vuelta de la panadería se acercó a la cabina.

Marcó el número de teléfono que la chica le había dado en una ocasión y espero a que alguien lo cogiese. Fue la propia Hermione la que contestó.

-Hola-saludó la chica.

-No te lo vas a creer.-dijo Harry emocionado de estar hablando con su amiga-

¡Han puesto una cabina telefónica justo delante de la casa de los Dursley y el dinero me lo dio Arabbella Fig!

-Mucho mejor así-dijo Hermione muy contenta- Al menos podemos hablar ¿como te van las vacaciones?-le preguntó ella.

-Como siempre ¿y tú? ¿Has recibido alguna carta de Ron?

-Sí, le contesté diciéndole que estaba muy aburrida en mi casa, pero lo cierto es que no he estado en casa porque he ido a la casa de Krum.

-¿Has estado en casa de Krum?-dijo Harry sin darse cuenta de lo bruscamente l lo había dicho.

Hermione permaneció unos momentos callada al otro lado del teléfono.

-Sí, sus padres son muy simpáticos.

Harry intentó disculparse.

-Bueno ¿y que tal?

-Bien, aunque solo estuve dos días.

-Entonces ¿no se lo vas a decir a Ron?-preguntó Harry pensando en como se pondría el joven pelirrojo si lo supiese.

-No, yo no al menos y por favor no se lo digas tú-dijo Hermione poniéndose muy nerviosa.-

-Tranquila, esto... ¿te ha invitado Ron a su casa?

-Sí, me lo dijo la semana pasada.

-¿Vas a ir?-dijo Harry.

-Sí, supongo que sí. Tu también ¿no?

-Si no ocurre nada con los Dursley, sí.

Los dos rieron, ambos sabían como eran los tíos de Harry.

-Bueno Hermione te tengo que dejar que se me está acabando el dinero.

-No te preocupes, adiós

Los dos dejaron el teléfono.

Por la tarde Harry se decidió a preguntarle a su tío si podía irse a casa de su amigo.

Tío Vernon dijo que podía hacer lo que quisiera pero que no trajera más a su casa a los raros de sus amigos y sus familiares.

Harry se preguntaba como llegaría a casa de los Weasley, pero sus dudas quedaron disipadas cuando Ron le dijo que su padre había vuelto a conectar su chimenea con la de ellos para una semana después a las diez de la mañana.

Justamente, era lo que su tío no quería, pero Harry sabía que ese día los tres irían a Lodres y que la chimenea no la habían cegado desde la vez anterior, así que se relajó.

No era tan difícil esta vez podía ir él directamente a la madriguera sin k fuesen los otros a buscarlo.

Mientras desayunaban al día siguiente tío Vernon mandó a Harry a por el correo.

Sin embargo Harry que empezaba a ponerse más firme ,para poder seguir aguantando los veranos en Privet Drive, argumentó que todavía no había terminado su trozo de bacon.

Harry vio como el bigote de su tío se erizaba, símbolo de la irritación de la persona que lo llevaba.

-Vas a ir, porque lo digo yo…-dijo Vernon, pero no parecía seguro y Harry sabía porque por lo que no desaprovechó la ocasión.

Se levantó de su silla y dijo dirigiéndose a coger el correo:

-Le diré a mi padrino que no consigo tener un desayuno completamente tranquilo.

Y riéndose cogió el correo.

-Había una para su tío y otra para él de Ron.

Harry subió a su dormitorio y la leyó. En ella Ron le daba ánimos diciendo que ya quedaba poco para no estar con los Dursley y le felicitaba por su cumpleaños. Harry abrió el paquete que también llevaba Hedwing y encontró los polvos flu y el regalo de su amigo: una pequeña maqueta de Harry jugando al quidditch. A Harry le gustó mucho el regalo más incluso que la radio muggle que Hermione le había regalado y por fin podría enterarse de las noticias, ya que sus tíos no le dejaban recibir el profeta.

Cuando llegó el día de regresar a la madriguera Harry aguardó impaciente a que los Dursley se fueran. Cuando por fin se fueron Harry cogi´su baúl y la jaula de haedwing y los introdujo en la chimenea, aunque con gran esfuerzo. Cogió los polvos flu que Ron le había enviado y se introdujo él también detró.

-A la madriguera.-dijo claramente.

Harry apareció en la chimenea de los Weasley.

Como pudo cogió el baúl y la jaula y los sacó de la chimenea.

Allí sentado en la mesa desayunando se encotraba Percy.

-Hola Harry.-dijo el pelirrojo.-Me alegro de verte.

Harry se limpió el hollín y le estrechó la mano.

-Los demás bajarán a desayunar dentro de unos instantes.

-Está bien.-dijo Harry.-Esperaré aquí.-dijo un poco incomodo ya que Percy ni se había levantado de su silla.

Oyó un alboroto, y unas risas. Ron y George se reían y se apoyaban en la escalera para aguantar la risa.

-¡Harry!-dijo Ron al verlo.-Que pronto has venido-dijo sonriendo y se acercó a él para saludarlo.

Había crecido mucho desde la última vez que lo había visto, pero seguía igual de blanco y pecoso.

Fred con unas orejas que llegaban hasta el suelo, bajó con la cabeza bien alta para saludar a Harry. Lo que provocó más risas por parte de los otros dos.

-Fred, estaba provando un nuevo invento, pero parece ser que funciona al cotrario.-explicó Ron.

Harry rió, pero Percy parecía que trataba de aislar sus pensamientos de los de sus hermanos.

-Harry cariño, ¿qué tal el viaje?-se oyó la voz de la madre de Ron.

Después de desayunar, los tres Weasleys y Harry salieron al jardín y se tumbaron en el césped.

-¿Cuándo va venir Hermione?-preguntó Harry.

-Ya tendría que haber llegado-dijo Ron mirando el reloj.

En ese momento se oyó un ruido en la chimenea de la cocina y los cuatro se incorporaron rápidamente y se dirigieron a la cocina.

Allí se encontraba Hermione, con todas sus cosas.

-Hola, siento el retraso.-dijo ella tosiendo por el humo.

-Creo que mi chimenea está estropeándose-dijo Ron sonriendo.

Hermione les sonrió también a todos.

Los gemelos se acercaron a Hermione.

-Llevaremos tus cosas.-dijo George.

Y entre él y Fred cogieron el baúl de Hermione y desaparecieron con un "plin".

-¿Han aprobado los exámenes de aparición?-preguntó Hermione emocionada.

-Sí, y no paran de aparecerse todo el rato.-dijo Percy de mal humor.

-Ya me gustaría a mí tener la edad.-dijo Harry.

En esos momentos Molly bajaba las escaleras y vio a Hermione.

-¡Qué alegría verte Hermione! Ron tenía muchísimas ganas de que vinieras.-dijo abrazándola.-Estaba desesperado.

Harry y Hermione se rieron, pero Ron miraba perplejo a su madre.

En ese momento oyeron un estallido proveniente de arriba.

-¡Fred, George! ¿Se puede saber que hacéis?-gritó la señora Weasley con un tono irritado.

-Nosotros nada.-dijo George que se encontraba junto a Fred detrás de Harry.

-Nada.-corroboró Fred.-Llevamos aquí veinte segundos.-dijo sonriendo.

-Si me permites mamá, me atrevería a decir que son Bill y Charlie que han vuelto del caldero chorreante.-dijo Percy levantándose.

-¿Bill y Charlie están aquí?-preguntó Harry.

-Sï, Charlie le está haciendo un favor al equipo de Inglaterra, haciendo una sustitución como buscador. Pero luego regresará a Rumanía y seguirá con los dragones.-explicó Ron.-Y Bill, bueno no sé muy bien lo qué hace aquí.

-Gracias Ron.-dijo Bill entrando en la cocina con la chaqueta chamuscada y sonriendo.-Buenos días Harry y para ti también Hermione.

-¿Qué habéis hecho?-dijo Fred emocionado mirando la quemadura de la chaqueta de Bill.

-Nada, que a Charlie a veces le gustan los jueguecitos de varita.-dijo Bill sonriendo a Charlie que acababa de entrar.

Charlie aparentemente estaba intacto pero no paraba de reir. Harry reconoció el hechizo que Bill le debía de haber hecho para que el otro no parara de reírse, lo había utilizado en segundo curso con Draco Malfoy, su enemigo en Hogwarts.

Aún riéndose Harry, Ron y Hermione subieron al dormitorio de ellos. Harry y Ron se sentaron en sus camas.

-¿Sabéis por qué me he retrasado un poco?-les dijo Hermione pillándolos por sorpresa.

Ambos se encogieron de hombros.

-Mis padres me tuvo que dar una buena noticia inesperada. Voy a tener un hermano o una hermana.-dijo deteniéndose para mirar la reacción de los otros.

Los dos sonrieron.

-Pobrecillo.-dijo Ron riendo.-Si a mi me cuesta superar a mis hermanos ¿qué va a hacer él teniendo por hermana a la más lista del curso?

Harry y Hermione sonrieron, pero Hermione se ruborizó un poco.

-¿Has tenido noticias de Sirius, Harry?-preguntó Ron haciéndole sitio a Hermione para que se sentara, ya que las cosas de Harry estaban aún esparcidas por ambas camas.

Harry negó con la cabeza.

-Ahora que va ha regresado quien-vosotros-ya-sabéis.-dijo Hermione con cautela.-Ahora que Snape sabe lo de Sirius, tu madre también Ron y…

Oyeron abrirse la puerta. Los tres se sobresaltaron. Era Molly.

-Le prometí a Dumbledore que os diría algo.-dijo ella. Tenía una expresión como de resignación a lo que estaba diciendo.

-¿Contarnos qué?-inquirió Ron.

-¿He oído contar algo?-dijo Fred desde la puerta, junto a Ginny y George.

-Lárgate Fred.-dijo Ron bruscamente.-Tiene que decirnos algo.

-Lo cierto es…, que ellos también deben saberlo.-dijo Molly.

Hermione tenía el entrecejo fruncido pero Harry temblaba un poco. ¿Qué quería decirles la madre de Ron de Sirius? ¿Acaso lo habían capturado?

Los gemelos se sentaron a ambos lados de Harry. Y Ginny se quedó de pie junto a su madre.

-Veréis.-Molly pareció de repente fijarse en Harry.-Sirius está bien.-dijo mirando a Harry.

Harry intentó aparentar que no había pensado lo contrario pero sintió un gran alivio en su interior.

-Snape ha intentado persuadir a Dumbledore de que Sirius es culpable durante mucho tiempo.- Ron y Harry tenían una mirada desafiadora.-Pero finalmente vuestro director ha conseguido que Snape entre en razón. Somos muchas las personas que estamos en el bando de Dumbledore y que ya sabemos que Sirius es inocente. Por eso Dumbledore me ha pedido que os diga que alguna vez se presentará en el colegio.-dijo eso como si pensase que era una falta de protección para todos, incluso para Sirius.

Todos sonrieron inmediatamente.

-Pero.-dijo Molly.-El ministerio aún quiere pruebas de que quien-vosotros-ya-sabéis haya regresado de verdad.

-¿Qué?-dijo Hermione bruscamente.- ¿Fudge no ha creído ni a Harry ni a Dumbledore?

-Eso es.-dijo Molly.-Pero no tardará mucho en creerlo, porque todos los padres de vuestros compañeros creen a Dumbledore. O por lo menos la mayoría. Así que como el misterio no cree todavía ni en eso ni en la inocencia de Black, tenéis que seguir comportándoos como si no lo conocieseis. ¿De acuerdo?

Ron miró a su madre.

-Entonces seguimos igual pero con la diferencia de que lo podremos ver más a menudo y quizás con menos miedo de que lo atrapen.

Molly asintió.

Los demás se fueron de la habitación dejando a los otros tres.

-Bueno, ¿es una mejoría no?-dijo Hermione mirando con cierto miedo a Harry.

Pero Harry asintió y sonrió.

Harry y Ron también compartían la habitación con los gemelos. Por la mañana tres de ellos se encontraban durmiendo tranquilamente, pero uno de ellos no. Fred que había desaparecido un rato de la habitación, entró sigilosamente en ella y… ¡PUM, PUM, PUM! Fred había golpeado una sartén al lado de ellos con un rodillo de cocina y gritó:

-¡Buenos días a todos!

Harry se incorporó bruscamente y con los ojos desmesuradamente abiertos por el susto intentó ver lo que había pasado.

George se había caído de su litera encima de Ron, que había intentado levantarse tan deprisa que se cayó al suelo.

La puerta de la habitación se abrió de golpe y entraron Ginny y Hermione bastante asustadas. Ninguna preguntó nada. Ambas vieron a Fred y a Harry sonriendo que eran los únicos que no se habían caído y a los otros dos en el suelo y lo comprendieron todo.

Ginny soltando algunas risitas ayudó a sus hermanos a levantarse.

En ese momento llegó Molly, que al parecer no había oído nada del ruido.

-Mamá, un poco de intimidad.-dijo George.

Molly rió pero miró a Fred.

-¿Se puede saber qué haces con la sartén y el rodillo?-dijo recelosa.

Fred sonrió tímidamente bajo la mirada amenazadora de su madre.

-Vaya, no sabéis lo persuasivos que pueden llegar a ser los utensilios de cocina.-dijo soltándolos sobre su cama como si aquellos quemasen.

Todos rieron incluida la señora Weasley, que les entregó las cartas de Hogwarts.

-Me pregunto quién será el nuevo profesor de defensa contra las artes oscuras.- dijo George.

Bajaron a desayunar todos menos Harry y Ron que se quedaron para vestirse y Hermione que miraba fijamente al suelo.

-¿Qué pasa?-le dijo Ron a la chica.

Hermione pareció volver de su ensimismamiento.

-Nada, nada.-dijo ella.

Ron miró a Harry con el entrecejo fruncido.

Pero Hermione dijo en voz alta de repente:

-¿Cómo Dumbledore no nos ha elegido a ninguno de nosotros como prefectos?

Harry y Ron asustados por la reacción de la chica, acababan de recordar que los prefectos se elegían en quinto curso.

-A lo mejor se han retrasado las cartas-apuntó Ron con una risita.-No es normal que no te hayan elegido a ti. Eres igual que Percy.

Hermione le dirigió una severa mirada y Ron optó por doblar sus calcetines.

Hermione más calmada se sentó en la cama de Fred.

-¿A quien creéis que le habrán dado el cargo? No hay ningún chico que se lo merezca más que Harry.

Ron dejó sus calcetines para mirar a Hermione.

-Gracias, por confiar en mí.-le dijo bruscamente.-Sé que Harry es el que más se lo merece pero, ¡tanta confianza en mí no por favor!

Hermione miró a Ron como evaluándolo y finalmente dijo:

-Ron, si a ti tampoco te han elegido.

-¡Ya! Pero no es motivo para que no quisiese serlo.

Harry y Hermione miraron a Ron como creyendo que habían cambiado a su amigo.

Ron enrojeció.

-Es una tontería, da igual. Solo quería al menos igualar a mis hermanos.

Harry y Hermione lo miraron sin saber que hacer para animarlo, pero para eso ya llegaron los gemelos que se pusieron a cantar a voz en grito la canción de Hogwarts.

Llegaron a la estación de King Cross sobre las once menos diez. Todo un récord porque normalmente les sobraba menos tiempo.

Estuvieron observando a los nuevos alumnos y recordaron su primer año. Harry no sabía nada sobre ese mundo ese año, y ahora estaba mucho más satisfecho porque tenía amigos y conocía algo más sobre sus padres, aunque también era verdad que había tenido que enfrentarse varias veces con el mismísimo lord Voldemort.

Subieron al tren y se asomaron por la ventanilla.

-Adiós chicos, llevad cuidado-dijo la señora Weasley.-por cierto Hermione dale la enhorabuena a tu madre, Charlie me lo ha contado.

Acto seguido Charlie se puso más colorado que un tomate y miró para otro lado como si no lo hubiera oído.

-Buscaron un compartimiento libre y se instalaron los tres junto con Ginny, ya que los gemelos se habían ido con su amigo Lee Jordan.

-No hemos visto a Malfoy.-dijo Hermione.

-¡Mira que si se le ha olvidado venir!-dijo Ron esperanzado.

Los otros rieron.

-Hermione, ¿Qué has hecho con Rita?-le preguntó Harry.

-Ya la solté

-¿Dónde?-preguntó Ron

-Lejos de mi casa…-dijo ella sin mucha convicción.

Estuvieron un rato callados, observando el paisaje que pasaba rápidamente a través de las ventanas del expreso de Hogwarts.

Harry vio que Ginny saludaba con la mano hacia los pasillos y dirigió la mirada hacia allí. Eran Neville y Parvati.

-¿Qué hacen estos dos juntos?-dijo Ron.

Y miró a Harry que se encogía de hombros y a Hermione que diferente de Harry estaba perpleja.

Parvati y Neville entraron.

-Hola.-dijo ella tímidamente.- ¿Va todo bien por aquí?

-¿Qué?-se extrañó Ron.

Pero Harry también se dio cuenta como Hermione de que Parvati y Neville llevaban insignias de prefectos en sus túnicas.

-¿Os han hecho prefectos?-preguntó Ginny sonriendo a Neville.

Ellos asintieron. Ron también puso la misma cara que Hermione. Pero a Harry sin embargo le parecía bien que fuese Neville. Al fin y al cabo era honrado.

Neville se sentó junto a Ginny.

-Mi abuela no se lo creía. Pensaba que Dumbledore se había equivocado.

Los demás se rieron, incluida Hermione.

-Me alegro por los dos.-dijo Hermione.

Ron miró perplejo a Hermione.

-Bueno, vamos Neville. Tenemos que pasar por todos los compartimientos.-le dijo Parvati.-Nos vemos en el banquete.

Y se marcharon los dos.

-¡Neville prefecto!-dijo Ron cuando los dos se hubieron alejado.

-¡Quién lo imaginaba!-dijo Harry aunque contento.

-Y tú Hermione…-le insinuó Ron.- ¿De verdad no has fingido?

Hermione se ofendió.

-¡Pues claro que no Ron. Parvati es una buena amiga y… y ¡Neville, se merece que algo le salga bien!

Ron no volvió a sacar el tema, pero cuando Hermione estaba más tranquila se tiró un buen rato picándola.

Llegaron a Hogwarts. Hacía una noche de menos calor y se estaba bastante mejor. Como todos los años se sentaron en la mesa de Griffindor en el gran comedor para escuchar la selección de los nuevos alumnos y empezar el primer banquete de la temporada o como para Harry la primera comida buena de toda la temporada. Harry pensó en que Ginny, estaba muy cambiada. Tanto de aspecto como de personalidad. Se le veía un poco más tranquila, hablaba más con sus amigas. Como en casa de los Weasley no le había dado tiempo a fijarse en ella se dio cuenta de que había crecido bastante y ya no parecía la niña que lloraba porque ella no podía ir con sus hermanos. Estuvo observando a los demás Griffindor aunque por desgracia también vio en la mesa de Slytherin a su peor enemigo Draco Malfoy que como él mismo pudo observar ya no era tan poca cosa. Fred y George seguían con sus bromas aunque se avergonzaban menos al estar con Angelina, Alicia y Kathy, tres chicas de su mismo curso que jugaban como cazadoras en el equipo de quidditch en Griffindor.

Después miró a la mesa de Ravenclaw y vio a Cho Chang muy guapa como siempre que hablaba con Cedric. Y sintió otra vez desde que vio a Ron y Hermione una sensación muy diferente a cuando veía a Dudley por ejemplo.

Después de pensar todo esto se dio cuenta de que ya algunos niños empezaban a ser seleccionados. Durante ella vio a cinco nuevos alumnos Griffindor. Y a los de Slytherin que según le pareció a él a simple vista no parecían tan malas personas como Malfoy. Estaba seguro de que Malfoy había sido más arrogante incluso el primer día. Pronto empezaría el banquete. Dumbledore como siempre avisó a los de primer año que el bosque estaba totalmente prohibido para todos. Y miró a los gemelos Weasley y a Harry y Ron.

La cena era muy buena como todos los años, y Hermione parecía haberse olvidado un poco de los derechos de los elfos domésticos. Pero Ron no pudo evitar recalcárselo:

-Oye Hermione. Ya no te preocupan tanto los elfos ¿eh? Has pensado que vale más la pena una buena cena. No te lo reprocho.-dijo comiendo pollo.

Hermione lo miró, levantó una ceja y dijo:

-No lo hago por mí. Lo hago porque Dumbledore me lo pidió. Me dijo que los estaba asustando un poco y que…-Hermione miró a Dumbledore que estaba sentado en la mesa de los profesores.-Y que si no estaban con nosotros estarían con quien-vosotros-ya-sabéis.

Harry se atragantó con el agua que estaba bebiendo.

-¿Elfos domésticos con Voldemort?-dijo.

-Dumbledore dice que si no sirven a nadie podrían ayudarle a él, ya que lo único que quieren es trabajar.-dejó su tenedor en el plato.-Bobadas, no harían mal a nadie por tener un salario digno.

Cuando terminó el banquete se dirigieron a sus dormitorios. Y Ron le murmuró a Harry:

-Sigue enfadada por lo de Neville.

Harry no era de la misma opinión pero se limitó a sonreír.

A Harry le resultaba muy agradable estar de nuevo allí. Contemplando las vistas de su dormitorio, apoyado en el alféizar de su ventana a media noche.

-Ya te encuentras a gusto ¿eh?-le dijo Ron mientras se metía en la cama, contemplando la cara de felicidad de su amigo.

Harry sonrió.

Ron se quedó pensativo.

-Hermione me ha dicho que desde que Voldemort había regresado, te ha echado mucho de menos este verano.

Harry se giró hacia a su amigo:

-¿Por qué desde ese momento?

-Bueno, ya sabes Hermione se pone muy nerviosa ¡y cuando estuviste en la enfermería no pensaba ni en los estudios!

Harry miró al exterior y sonrió de estar con Ron y Hermione otra vez.

Por la mañana llegó el correo y Harry le pidió el periódico "El Profeta" a Hermione. En el decía:

EXTRAÑOS SUCESOS

El ministerio de magia está investigando en extraños casos que están ocurriendo últimamente en un prado solitario que pertenece al señor Agapito Montesco. Asegura que le desaparecen ovejas constantemente y que algunas veces oye hablar a gente y cuando sale de su pequeña cabaña no hay nadie. Asegura también que su juicio está en perfecto estado y que como no se den prisa en tomar medidas pondrá una denuncia porque su terreno está siendo dañado. El ministerio afirma que todo lo que dice el seor Montesco es verdad, pero que no están seguros de quienes pueden ser los que están acabando con esas ovejas.

Ayer mismo se reunieron el ministro de magia y el señor Agapito para decidir que medidas tomar. El señor Cornelius Fudge, persona que está encargada de este asombroso caso piensa que hay dos posibilidades:

1ª. Es que se trata de una banda juvenil que se dedica a este tipo de cosas.

2ª. Se trata de el que no debe ser nombrado. Puede que esté recuperando sus fuerzas y se oculte en lugares como ese.

Aunque no hay pruebas de que sea realmente la segunda opción y el ministro no desea alarmar innecesariamente, de momento se van a poner los dementores en la cabaña del señor Agapito, para averiguar de quien se trata, dándole un alojamiento en otro lugar a este señor y sus ovejas.

Hay personas que tienen bastante influencia normalmente, que no están de acuerdo en usar a los dementores, porque piensan que podrían volver a serles fiel a su antiguo amo, pero su opinión no se ha tomado en cuenta.

Les ha informado: Tom Stewar.

-¿Qué significa esto?-dijo Harry después de haberlo leído en voz alta.

-Está claro ¿no?-dijo Ron sin darle demasiada importancia-Debe de ser una gamberrada.

-O puede que haya sido Vol…, quien vosotros ya sabéis.-contestó una Hermione afligida.

-¿Crees que Voldemort va a perder el tiempo en esas tonterías?-dijo Ron.

-No, supongo que no, pero aún así...

-Hola Dean-saludó Harry, y con la llegada del chico dejaron la conversación de lado.

Las primeras clases fueron más o menos normales porque solo dieron historia de la magia y herbología.

Por la tarde Ron pidió a Hermione su libro de historia de la magia para hacer los deberes porque había olvidado el suyo en su casa y sus padres aún no se lo habían mandado. Ella se lo dio y se fue a la biblioteca.

-Hermione ¿ya vas a ir a la biblioteca?-le gritó Ron.

-Tengo que confirmar una cosa-dijo ella

-¡Pero si aún no nos hemos metido en problemas!

Hermione no le hizo caso.

Al abrir el libro, Ron encontró una carta y se dispuso a guardarla pero vio el nombre de Víctor Krum escrito en ella. La abrió rápidamente.

Al terminar de leerla se quedó con la boca abierta.

-Conque unas vacaciones tranquilas-pensó en voz alta-A saber lo que hicieron esos dos en...-

Llegó Harry.

-¿Que haces?-le dijo el último.

-¿Tu sabías lo de Hermione?-peguntó Ron enfadado enseñándole la carta y levantándose de golpe.

-Yo no debería decírtelo, mejor que hables tú con ella.-dijo Harry que prefería no ser él quien se lo dijese.

Ron salió hecho un torbellino del comedor hacia la biblioteca, con la carta en la mano.

Hermione que estaba buscando en una de las estanterías lo miró y él tiro la carta encima de la mesa:

-¿Porque me has mentido?-le gritó a ella.

Ella dejó el libro que llevaba en la mano bruscamente, y se acercó hacia la carta que Ron había dejado encima de la mesa.

-Ron, ¿se puede saber por qué lees las cartas que no son tuyas?

-Lo he encontrado en tu libro de casualidad, y ¡te he hecho una pregunta!-le dijo Ron desde el otro lado de la mesa.

-Vale te mentí, porque sabía perfectamente que te pondrías así. ¿Y a ti que más te da?

-Pues... ¡Nada! -y Ron se marchó tropezando con una silla, pero antes de llegar a la puerta, se volvió y le preguntó:

-Vas a ir estas navidades a la fiesta ¿no?-

Hermione suspiró.

-Y si fuese así ¿qué?

Llegó Harry a la biblioteca y harto ya del escándalo que estaban dando les gritó:

-¿Queréis parar ya de discutir? Dejad claro lo que pasa entre vosotros.

-¿Por qué no le hablas sinceramente tú a Cho?- gritó Ron, sin darse cuenta de que Cho se encontraba en esos momentos ahí.

La chica se quedó parada para más enfado de Harry que supo que si que se había dado cuenta y se fue con vergüenza y enfadado con Ron.

Holaaaaaaaa! Qué les ha parecido? Les ha gustado? Pues dentro de poco más con el siguiente capítulo, cada vez más interesante:P