Una dura verdad.

Ya saben, lo de la disgrafia, disculpas por los teclazos y horrores del auto corrector.

Y recuerden, Naruto y sus personajes son propiedad de Kishimoto sensei

Review

Aún se los debo.

Comenzamos

-Tranquilo- dijo Riki sintiéndose más que un poco molesta con el monje.

-¿No podemos simplemente entrar allí y encargarnos de esto ahora mismo?- preguntó Shiro algo molesto.

Por el momento, los dos estaban cuidadosamente escondidos en un techo que daba a una vivienda de ladrillos anodinos en Inuyama. Estaba un poco descuidado con varios graffitis pintarrajeados por todo un lado. Dado el vecindario, se mezcló perfectamente la apariencia del lugar con la zona.

-No estamos aquí para hacer estallar algo esta vez- le dijo la pelirroja una vez más.- Esta es una misión de rescate. El hijo de un banquero rico fue secuestrado y está retenido para que sus captores puedan pedir un rescate. La información que Ryoku pudo obtener nos lleva a creer que está retenido allí, pero exactamente dónde, en qué estado, con cuántos guardias y si estos tienen apoyo, de eso no tenemos idea- aún así, Riki se encogió de hombros- Ni siquiera podemos estar seguros de que esté vivo realmente.

-Entonces, ¿por qué no vamos allí y lo averiguamos?- Preguntó con impaciencia el monje .

-Porque, aunque no son ninjas- explicaba Riki- algunos de ellos son famosos por matar a sus víctimas solo por joder. Si está vivo, lo matarán antes de que lleguemos a ellos. Si ya está muerto, seguramente van a querer mutilar el cuerpo por joder. Debemos traer al niño de regreso a sus padres a salvó o en caso contrario, al menos intacto.

-Solo preguntaba - se encogió de hombros Shiro - tengo algo de prisa porque de camino de regreso, mi tía Suki quiere que vaya a casa a verla de nuevo. Seguramente está relacionado a los exámenes chunin.

-¿Lo crees?- Preguntó la pelirroja

-Es lo que más tiene sentido - Asintió el monje- apuesto a que ella quiere preguntarme sobre la asistencia de un Daimyo ahí. Repito, soy de sangre noble.

-Sí, ya me has restregado que tú tia es una Daimyo y tú un príncipe - rodó los ojos Riki.

Los exámenes estarían interesantes en Io que a Jakenpon respecta. Naruto ganaría el torneo, pero eso no quitaba cierta sensación de peligro para ambos.

Habían pasado un par de augurios de mala suerte para ellos. Algo que les hacía pensar que algo pasaría en la final .

No sabían que era, pero Monje y Miko estarían preparados.

Neji Hyuga vs Kabuto Yakushin.

Anuncio el tablero.

PERO…..

-Luego de revisarme, no creo poder pelear - alzo la mano Kabuto antes de siquiera bajar las escaleras - por lo tanto, renunció.

Eso no le hizo la menor gracia a Neji, quería ganar, pero no así.

-Por abandono, Neji Hyuga gana la pelea- anuncio Hayate.

Así que , la pizarra nuevamente fue puesto a andar, teniendo dos nuevos contendientes.

Kiba Inuzuka vs Sabaku no Gaara.

-Síiiiiiiiiiiiiii- celebró el Inuzuka - ¡Vamos Akamaru, demostremos que somos capaces de hacer!

El fiel perrito ladró afirmativo y bajaron al escenario.

Pero antes de que Gaara pudiera hacerlo , su sensei le detuvo.

-Gaara- le susurró Baki. -Recuerda que solo necesitas ganar, no necesitas matar. Eso haría que todo lo demás fuera más difícil.

Gaara le dio a su sensei una mirada helada antes de responder

-No me digas qué hacer

En un torbellino de viento y arena, se teletransportó al suelo de la arena.

-No me hagas esperar- dijo con una voz que solo Kiba y Akamaru escuchaban.

Ambos se pusieron en posición y ante la señal de Hayate ambos prácticamente se convirtieron en un par de tornados que se lanzaron en dirección de Gaara.

El pelirrojo de Suna se negó a moverse y a siquiera movilizar un solo músculo. La arena de su calabaza formó un muro a su alrededor, bloqueando a la dupla canina sin importar de qué dirección vinieran. Sus ataques aunque veloces y contundentes fueron fácilmente repelidos. A medida que esto sucedía, Gaara se frustraba más y más. Quería una pelea seria.

-Basta de esto- hizo un movimiento con la mano y la arena que lo había estado protegiendo saltó, agarró a Kiba y lo cubrió por completo. Aunque trató de alejarse, lo sujeto la arena muy rápido.

Naruto tuvo una sensación de malestar en la boca del estómago, sabía de que era capaz Shukaku con la arena y con la inestabilidad mental de gaara, eso era una muy mala combinación.

-¡Kiba! ¡Renuncia al combate! - intentó advertir Naruto- ¡Renuncia ahora mismo!

Pero ya era demasiado tarde.

-Ahora hazme sentir vivo- dijo Gaara con una expresión maniaca y una sonrisa sádica-. ¡Sabaku SouSou no Jutsu!

El cuerpo de Kiba y el de Akamaru fueron aplastados mientras llovía sangre y arena.

Aya sacudió la cabeza perturbada y al ver la pantalla, anunciando los contendientes, tomó del hombro a Kiba (que estaba muy vivo en este momento) y negó con la cabeza.

-¿Confías en mí?- le preguntó la semidiosa a su pupilo con visible preocupación.

-¿Sensei?- Preguntó confundido el chico.

-¿Confías en mí?- repitió Aya, al asentir Kiba, ella puso su otra mano en su hombro para dar más peso a su palabra - debes renunciar- al ver los signos de protesta, ella le miró severamente antes de continuar - les he dicho que hay que aprender cuando pelear y cuándo huir. Este es uno de esos momentos. Gaara tiene una defensa absoluta y tus habilidades, tal y como están ahora, no podrán pasarla. Además has visto eso ¿No? Incluso sus hermanos le temen. Estoy segura que para él, está pelea es a muerte. Kiba, no podrás cumplir tu meta si estás muerto. Así que por favor, renuncia.

Eso fue un duro golpe al orgullo del Inuzuka.

Pero su sensei tenía su confianza. Si ella decía que no tenía una oportunidad ante Gaara, le creía. Había logrado crecer mucho bajo su guía, más de lo que pensaba. Le daría la razón

Podría hacerlo de nuevo el año que entra o quizás, ganar la promoción de campo.

-Renuncio- levantó la mano Kiba, para enojo de Gaara.

-Por abandono, el ganador es Gaara- anunció Hayate.

Hayate había oído el rumor de que Aya podía ver cuándo alguien iba a morir violentamente si era alguien cercano a ella. Yugao se había salvado dos veces de la muerte gracias a esa habilidad, si es que era verdad. Parecía ser que su pupilo también se había bendecido de ese don, si es que lo tenía.

Lo que por cierto, si lo tenía.

Los hijos de Shin pueden ver el futuro, el pasado y el presente y Koharu había visto lo que pasaría si Kiba peleaba contra Gaara. Se había encariñado con él, no permitiría que muera sin haber logrado su objetivo de desafiar a su prima por el liderazgo de los Inuzuka, tras saberse que no tenía la misma "enfermedad" que Tsume y Hana.

Pero Gaara estaba furioso, le habían negado su presa y sabía que no podría usar una treta para reclamarla.

Matar al Jounin sinodal no será muy bien visto y no tenía ganas de momento de discutir con Baki sobre porque no estaba bien matar a esas personas.

Ya habían avanzado el Uzumaki y la Hyuga. Podría esperar de momento, más tarde que temprano podría volverlos a enfrentar.

Tenten vs Karui.

-Esto va a ser fácil - se alegró Karui de que no iba a enfrentar a los dos Jinchuriki.

Una kunoichi abraza árboles básicamente era sacarse la lotería en este caso.

-Terminemos esto- sonrió la pelirroja de manera descarada - que quiero regresar a descansar un rato a mi habitación.

-O a la enfermería - comentó Tenten siendo algo engreída también.

-¡Comienzen!

Apenas dió la señal Hayate, Karui desenvainando su ninjato, se lanzó de frente contra Tenten que usó un kunai para bloquear a la pelirroja, antes de contraatacar usando una katana que su padre le había regalado.

Karui se sorprendió mucho al ver cómo Tenten podía contestar sus lances, ya que ella creía tener al mejor espadachín en la tierra como sensei, pero parecía ser que quien sea que le enseñó el arte de la espada podría darle a Bee Sensei una carrera por su dinero.

Lo que sólo Gai y Naruto sabían es que Ryoku le estaba enseñando a Tenten a usar la katana, por lo que la Genin tenía al igual que Karui, un nivel de Kenjutsu mayor al de un genin, pero mientras Karui era una Chunin en experiencia y habilidades, la castaña de rodetes era una Jounin en habilidades y chunin en experiencia.

Aunque desbalanceada, la habilidad superior de Tenten estaba haciendo que Karui tuviera serios problemas para no ser herida en un descuido suyo.

Y a cómo iba el duelo, sabía que no vería un descuido de su oponente en el futuro cercano.

Con Anko y Nageru.

-Ohhhh, dios, eres tan bueno en eso…-gimió el barman del Estruendo.

Su interlocutora no respondió, ya que estaba bastante ocupada chupando su miembro duro como una roca. Su cabeza se movía hacia arriba y hacia abajo, la punta de la virilidad de su amante golpeaba su garganta cada vez que bajaba completamente, cubriéndola con saliva. Con una mano, estaba acariciando sus testículos ; la otra estaba colocada en la base de su virilidad, sosteniéndola en su lugar con tres dedos. Su escote rozaba la parte inferior de sus muslos, justo por encima de las rodillas.

El joven estaba en el cielo. La boca caliente de Anko estaba haciendo maravillas en su verga; su lengua se arremolinó a su alrededor, haciéndolo estremecerse de placer. Sus pechos rozándose contra sus piernas tampoco lo desanimaron. A este ritmo, no pasaría tanto tiempo antes de que viniera.

-Ohhh... joder…- Gimió Nageru.

Sin embargo, se sintió decepcionado cuando, después de una de sus chupadas más placenteras hasta el momento, la antigua aprendiz de Orochimaru sacó su gran erección de su maravillosa boca, le dio una última y larga lamida, desde la punta hasta su base, donde le dio cada una de sus grandes bolas un beso profundo, antes de levantar la cabeza hacia atrás para mirarlo a los ojos.

Aparentemente, su frustración era visible, porque la mujer de cabello púrpura sonrió.

-Lo siento, mi semental- declaró, claramente sin remordimientos- pero no quiero que te corras todavía. Quiero divertirme.

-Oh, ¿es diversión lo que quieres?- gruñó el joven.

Rápido como un rayo, la agarró por los hombros, la levantó, la volteó y sujetó su cuerpo desnudo contra su musculoso pecho y cincelados abdominales antes de que ella tuviera tiempo de darse cuenta de lo que estaba pasando.

El sudor que los cubría a ambos hizo que el roce de sus pieles fuera aún más placentero, una sensación que se acentuó cuando la mano derecha de la kunoichi se dirigió a su imponente pecho y comenzó a masajearlo. Al mismo tiempo, el otro se aventuró por sus costados, rozando sus caderas bien formadas, antes de llegar a acariciar su muslo izquierdo, acercándose a su centro.

La kunoichi dejó escapar un gemido propio.

-Oh si…

-¿Qué fue eso, Anko-chan?- preguntó bromeando Nageru.- No estoy seguro de haberte escuchado bien. ¿Pensé que querías divertirte?

-Ohh…- su amante gimió de nuevo- "Ah… eres bueno en lo que haces, Sí, ese es el lugar…"

-Sé un par de cosas- respondió, sonriendo maliciosamente Nageru.

Sus dedos comenzaron a frotar la feminidad de la amante de las serpientes, que ya estaba bastante mojada. Ante su respuesta positiva ("¡Ahh...! ¡Sigue haciendo eso...! ¡Sí!"), también comenzó a amasar su pecho más rápido, pellizcando su pezón, lamiendo ocasionalmente el lado derecho de su cuello, su oreja y su hombro. La aceleración hizo que Anko dejara escapar ruidos aún más fuertes ("¡Oh, Dios!... ¡Sigue así!..."), arqueara la espalda, haciendo que su trasero rozara contra su entrepierna, y echara la cabeza hacia atrás, su mirada perdida y su cabello morado mezclándose con el rubio brillante.

Luego volvió su rostro hacia él, sus ojos marrones ardiendo con lujuria encontrándose con orbes verde jade igualmente llenos de deseo, haciéndolos a ambos estremecerse. Ella envolvió su brazo derecho alrededor de su musculoso cuello y estrelló sus labios contra los de él en un beso caliente y apasionado, sofocando sus gritos.

Muy pronto, la mujer sintió que se acercaba a su clímax. Los dedos del joven la estaban volviendo loca, y su lengua hacía maravillas; él estaba alternando entre sus manos, teniendo cuidado de no descuidar ninguno de los senos, pero nunca abandonando su feminidad . A cambio, su mano izquierda fue a su pene, bombeando la piel hacia arriba y hacia abajo, su ritmo se volvió errático cuando llegó a un punto sensible.

El calor se estaba acumulando en la parte inferior de su vientre, adquiriendo tanta intensidad que se preguntó si realmente se iba a incendiar. Pero justo cuando la espiral en sus regiones inferiores estaba a punto de estallar, el joven se alejó, dejando que las llamas se extinguieran.

Ella lo miró asesinamente, pero él solo sonrió, puso sus manos en sus caderas y la volteó una vez más.

-Esa fue mi venganza- susurró el joven al oído de su pareja, enviando agradables escalofríos por su columna. -Ojo por ojo, ¿verdad? Ahora comienza la verdadera diversión.

Agarró su delicioso trasero con ambas manos, la levantó, avanzó y la inmovilizó contra el borde de la enorme cama de su departamento, sorprendentemente suave. En su camino, pasó por encima de una camisa de armadura de malla desechada y bragas naranjas.

Su espalda sudorosa empujó contra el lecho, Anko jadeó cuando el tambien hipnotista lamió su cuello, su pene rozando contra su clítoris. El fuego en su vientre se reavivó, ella se presionó contra él, cruzando las piernas alrededor de su cintura, sus curvas perfectas se ajustaban armoniosamente a su tonificado cuerpo, provocando un gemido de su amante, que sofocó tirando de él en un profundo beso. Ambos se alejaron lo suficientemente pronto, por falta de aire.

-¡Ughh! ¿No estamos... ansiosos?- jadeó el apuesto joven, todavía jugando.

-Cállate... y usa esa... resistencia que tienes... para hacerme alcanzar... la nube nueve- siseó la letal mujer contra su oído, respirando con la misma dificultad.

-Su deseo... es mi orden... señora- obedeció, sonriendo Nageru.

Ajustó su posición un poco, enviando rayos candentes de placer por sus espinas.

-¡Muévete, semental!.

¡Listo!- Nageru aseguró, colocando su pene en su entrada.

Tan pronto como estuvo alineado, embistió contra ella como una bestia, golpeándola contra la cama, haciendo que está se meciera al ritmo de sus embestidas y haciendo que los ojos de Anko se salieran de sus órbitas y su boca se abriera de par en par.

-¡OHHHH MIERDA!- maldijo Anko presa de placer

Escuchar el gemido de su amante trajo una nueva sonrisa al rostro de Nageru y un bálsamo para su ego. Sabía que Anko era una amante difícil y ver esa expresión en su cara siempre lo llenaba de satisfacción

El barman comenzó a retirarse, su miembro brillaba con fluidos femeninos. Se tomó su tiempo, siendo deliberadamente agonizantemente lento, sabiendo cuánto torturaría eso a Anko. Él tenía razón, sus intentos de doblegarse contra él y sus largas súplicas como amenazas lo atestiguan:

-¡¿Qué diablos estás haciendo?! ¡Te juro que te mataré si no me atraviesas con esa gran espada tuya

Cuando él estaba casi completamente inconsciente, con sus afiladas uñas clavándose profundamente en su espalda con deseo y su voz gritándole que continuara, su impresionante busto subiendo y bajando con profundas respiraciones lascivas, el deseo tan fuerte en sus pálidos iris que casi era palpable, volvió a sumergirse, aunque con menos violencia que al principio, haciendo que los ojos de su amante ninja se pusieran en blanco.

A partir de ahí, un ritmo apasionado se estableció entre los cuerpos de los dos amantes, determinando el ritmo de sus embestidas (que era bastante alto) y los momentos en los que la entrepierna de la mujer de cabello púrpura se adelantaba para encontrarse con la del rubio.

-¡OH, MIERDA, SÍ! ¡GOLPEAME SIN SENTIDO, ESTUDIO! ¡HÁZME VER ESTRELLAS!

"¡MIERDA! ¡SIGUE HACIENDO ESO!

Los gritos de la Tokubetsu Jounin fueron acompañados por los gemidos de Nageru, ambos puntuados por la bofetada repetitiva de carne contra carne y fuertes jadeos. Las manos de Anko acariciaban la espalda musculosa del barman de arriba abajo, o recorrían su cabello, y a veces tomaba el lóbulo de su oreja con la boca, o lamía el costado de su cuello, mientras que este último la toqueteaba, tomaba las mejillas inferiores de Anko con firmeza, a veces bajando la boca a uno de sus grandes pechos y chupando un pezón, o lamiendo su clavícula.

Incluso antes de que estuvieran cerca de alcanzar su punto máximo, la amante de las serpientes aparentemente decidió que quería probar su actividad en más de una posición. Su cuerpo se movía más rápido de lo que su mente confundida por el placer podía calcular, el Joven se encontró acostado de espaldas, sabiendo que su amante, ahora luciendo su verdadera apariencia, sus alas extendidas en toda su envergadura, le recordaría quien era la persona dominante en esta relación.

La mujer de cabello púrpura estaba sentada a horcajadas sobre él, con las manos apoyadas en su paquete de seis, una sonrisa tortuosamente tentadora en su rostro. Ella se inclinó, sus pezones llegaron a rozar contra su torso, plantó un beso salvaje en sus labios, luego hizo que su propia boca rozara su mandíbula y cuello, su lengua a veces saliendo. El joven recordó su primer encuentro un par de años atrás , y cómo la en ese entonces para Nageru, amenaza tetona había lamido la sangre de la herida que ella le había infligido en la mejilla, solo por qué Nageru la había mirado fijamente. Tiempo después Anko le admitió que el hecho de que esa acción suya no lo intimido, le hizo ganar muchos puntos con ella.

Este recuerdo en realidad lo excitó aún más; él sonrió, colocó sus manos en sus costados y ella comenzó a cabalgarlo, gimiendo de placer, su espesa cola de caballo temblaba como un árbol asaltado por un viento violento.

-¡Me estás dando… un buen rodeo!- ella salió, saltando arriba y abajo de su polla.

-Soy el corcel más salvaje... que jamás montarás... ¡Mi diosa de ka muerte !- respondió él, haciendo que su cuerpo fuera aún más rápido y acompañándola con sus caderas.

-¡No es broma! ¡OH DIOS MÍO!- ella gritó cuando él tomó sus senos que se sacudían ,en sus manos fuertes, masajeándolos y amasándolos.

Luego levantó la cabeza hacia sus pezones y tomó uno en su boca, chupándolo; sus ojos rodaron hacia la parte posterior de su cabeza y su lengua salió. Ante esta vista, Nageru gruñó en su oído:

-Eres mi perra caliente. Esa afirmación la hizo estremecerse de emoción, y la empujó a lamerle la cara de nuevo, jadeando como un canino.

Cambiaron de posición nuevamente poco tiempo después. Esta vez, la kunoichi estaba de rodillas, con las manos y luego los codos en el suelo, mientras el hombre la embestía por detrás, tocándole los pechos, inclinándose para lamerle los hombros y la espalda, y de vez en cuando golpeando su trasero. Su impresionante hombría podía llegar mucho más lejos desde este ángulo, casi llegando a su vagina.

-¡Oh, Dios, estás tan APRETADA! - Gimió Nageru- ¡Me vas a arrancar la polla!

-¡Me vas a partir por la mitad!- replicó a su vez Abko- ¡Eres tan JODIDAMENTE GRANDE!

-Te encanta que te folle al estilo perrito, ¿no es así, perra caliente? - )3 hablo de manera ruda el joven- Esa es tu naturaleza, ¿verdad? Estar en el suelo y que penetre en tu coño como un animal, ¿eh?

-¡Oh, POR TODO EL MALDITO INFIERNO, sí!- aulló la pelipurpura.

Una vez más, sin ninguna idea de cómo habían llegado a estar en este arreglo, la pareja se encontró acostada de lado, Nageru sosteniendo la parte superior de la pierna de Anko por el muslo, logrando de alguna manera poner la parte inferior detrás de su trasero mientras él empujaba dentro de ella. como un loco, besando su cuello, chupándole la oreja y susurrándole groserías, mientras gruñía y jadeaba. Como resultado, su boca colgaba continuamente abierta, los ojos levantados hacia el séptimo cielo que estaba tan cerca de alcanzar, su garganta dejando sonar un gemido perpetuo.

Ríos de sudor cayeron en cascada por sus cuerpos , desde los esculturales abdominales del joven (que se contraían mientras embestía a su compañero) hasta el tenso trasero de la Ama de las serpiente (iluminado por las gotas de su pierna levantada), que fluían hacia el valle tembloroso entre los pechos abundantes de la mujer y los hombros, bíceps y tríceps musculosos tensos del primero, y todo se acumula en la parte de abajo, regando el lecho con su esfuerzo combinado.

Finalmente, terminaron en su posición inicial, con las piernas cruzadas debajo de su musculosa espalda. Gradualmente, el placer aumentó entre los dos amantes, ardiendo más y más intensamente, pasando por encima de las cumbres y llevándolos más allá del cielo, hasta que llegaron a su punto de ruptura.

Anko fue la primera en llegar a su liberación, inundando la virilidad de su pareja con sus jugos mientras dejaba escapar su grito más fuerte hasta el momento. Nageru la siguió poco después, emitiendo un poderoso gruñido cuando su esencia blanca salpicó sus entrañas. Sus músculos se endurecieron mientras montaban juntos su orgasmo.

Su visión, que previamente se había vuelto blanca, luego volvió a la normalidad. Lentamente comenzaron a relajarse, todavía jadeando bastante por su esfuerzo combinado. El sudor rodaba por el cuerpo cincelado del joven y las magníficas curvas de la kunoichi. Impresionantemente, el primero todavía estaba de pie, con las manos sosteniendo el trasero de la ojichocolate. La mujer había mantenido sus torneadas piernas cruzadas alrededor del abdomen del rubio, con la espalda y la cabeza apoyadas contra la cama . Ambos tenían los ojos cerrados, el cabello empapado y colgando alrededor de sus rostros, mientras recuperaban el aliento.

Las piernas de Nageru comenzaban a debilitarse un poco, por lo que se sentó en el suave borde del colchón, logrando hacer un aterrizaje suave. Los dos amantes abrieron los ojos al mismo tiempo, sonrieron cuando sus miradas se encontraron y unieron sus labios en un beso menos intenso.

Cuando se separaron, el joven sacó su miembro, dándoles un último escalofrío, antes de descansar su cabeza en el pecho de Anko, frotando su nariz contra sus imponentes montículos, mientras ella ponía una mano en su hombro, la otra venía a acariciar su dura hombría.

-No está mal, semental- exhaló Anko, sonriendo. -Esa fue una de las mejores sesiones que hemos tenido.

-Podriamos repetir esto en elncirti plazo - sugirio Nageru .

-Me encantaría - admito Anko- Sin embargo, todavía necesito descansar un rato. Con lo que pasó en los exámenes, Estoy agotada así que, voy a dormir un poco.

El joven le beso la frente y la arropó.

Supo que encontraron varios cuerpos con extraños signos de agresión y los altos mandos tenían miedo de que Orochimaru estuviera tras el Uchiha.

Así que enviaron a Anko a investigar. Ella lo encontró por su puesto y peleo contra él antes de que Orochimaru huyese cómo cobarde.

Si había alguien que merecía sacarse el estrés, era ella.

"Lo que hago por amor" sonrió divertido Nageru mientras también se quedaba dormido.

Y al final, por muy poco es que Karui había ganado.

Le ayudó más que nada, ser físicamente más fuerte que Tenten, quien maldecia por lo bajo el no seguir un régimen de acondicionamiento físico más riguroso.

Tras su victoria Karui miró altiva el pasillo donde los demás genin estaban y se achico algo al ver la fría mirada del equipo diez, en especial la de Asuma y Chouji que la veía como basura.

Y eso, por alguna razón, le dió muy mala espina.

Inorim vs Sakura.

Sakura tragó duro al ver a Inorim bajar con cierto aire confiando hacia la arena, confianza que ella no tenía.

Es verdad, Shino y Sasuke eran grandes compañeros que le ayudaron a fortalecerse luego de la noticia de que ocurrió con Ino, pero ella sabía que no tenía oportunidad alguna de vencer al primo de su desaparecida ex mejor amiga.

Por Kami, se oía aún peor para ella decirle a Ino de esa manera, ya que su amistad era algo que no podría recuperar. Ella había perdido esa esperanza hace tiempo. Y la pelirrosada sabía que el encuentro lo había perdido en el momento en el que se anunció que iba a enfrentar a Inorim.

-¡Comienzen!

-¡Jutsu de destrucción mental!- atacó el Yamanaka con algo que pocos creían que un genin de su clan sabría o más aun, que se atrevería a usar contra un camarada.

Sakura se quedó en blanco por un momento, pero súbitamente se echó a correr contra la pared contraria y al llegar ahí, usando su chakra para mejorar su fuerza, empezó a darle cabezazos a la pared al punto que se abrió con el segundo golpe la frente y con el tercer ya se había astillado el cráneo.

Un enjambre de insectos rodeó a Sakura y le drenó el chakra y después, Sasuke posaba suavemente a su camarada en el suelo, para momentos después, fulminar a Inorim con la mirada.

-Asuma, lo que ese mocoso hizo fue muy exagerado - le fulmino también Kakashi a su camarada.

-Lo dice el Jounin que promovió a estos exámenes a una patética excusa de Kunoichi - le replicó a su vez el Sarutobi de manera fría - agradece que fue mi alumno y no alguien de otra aldea quien la enfrentó, si no, bueno…. Mebuki y Hizashi iban a recibir la mala noticia.

-¡Desgraciado!- se comenzó a acercar Kakashi pero fue detenido por Aya.

-No es la manera, pero tiene razón - le freno ella - tu Equipo está seriamente desbalanceado y eres el único culpable de ello. Tan culpable Inorim cómo tú del estado de tu genin.

Kakashi apretó los dientes, sin saber si debían o por Asuma o ella.

Y aunque Sasuke no dijo nada, al igual que Shino, ambos ya planeaban hacer pagar al Yamanaka por lo que había pasado.

Pero, tenían que estar de acuerdo con la sensei del equipo siete, Kakashi también era culpable, ya que debió hacer algo más por el entrenamiento de su compañera de equipo.

Y corte.

Ya saben, dejenme su review, así no solo me animan a escribir, habrá retroalimentación entre nosotros.