De aliados y enemigos.

Recuerden, disculpas por mi disgrafia y Naruto y Saint Seiya son propiedad de sus autores.

Review

Se los debo

Comenzamos.

Fiel a su costumbre, Hanabi Hyuga fue la primera en llegar al campo de entrenamiento, por lo que se sentó a esperar a los demás ángeles y las máscaras.

Mientras lo hacía, lentamente los demás iban llegando uno a uno, sorprendidos por quienes llegaban a escena.

-Soy Hanabi, Virtud de la generosidad sonrió algo tímida la ojiperla.

-Shino de la paciencia- se presentó escuetamente el Aburame.

-Ino de Humildad- se presentó la Yamanaka.

-Tenten de la Caridad (1)- llegó la amante de las armas.

-Sai de la castidad- llegó el nuevo para todos.

-Problematico, Shikamaru de Diligencia.

-Neji de la templanza- se sorprendió Neji al ver a su prima ahí presente.

-Rock Lee de la tenacidad- se presentó con entusiasmo el cejudo al ver a sus compañeros de equipo.

-Tamaki , máscara de Jade- llegaron al último los ciervos de Mictlantecuhtli

-Kiba de Máscara de Obsidiana.

-Chouji viento del Norte- y los de Quetzalcóatl.

-Suigetsu, viento del Sur.

-Nodoka viento del Oeste.

-Kaminari, viento del Este.

Saludaron los recién llegados de La niebla, siendo Nodoka una adolescente de quince años, de cabello castaño claro y corto, de ojos azules y que usaba una armadura de águila.

Chouji tenía puesta una armadura de cenzontle, Suigetsu una de colibrí y el último integrante llevaba una armadura de garza, era un joven Pelirrojo de cabello rubio y ojos verde esmeralda.

-¿La humildad?- enarco una ceja el Nara.

-Pero si Achu, Diligencia- sonrió burlona Ino.

-Lo que me sorprende es que te nombrarán el líder de nosotros- mencionó Neji mientras volteaba a ver a la derecha donde estaba un joven con peinado de piña.

Las amazonas y Naruto llegaban a escena.

-Chicos- saludo el Uzumaki.

-Parece que el destino nos ha reunido hoy- dijo mitad en broma Neji- la mayoría de los quince de Konoha estamos una vez más reunidos aquí.

-Si el destino quisiera que las cosas fueran de cierto Modo, ellos estarían aquí- sonrió de forma amarga Ino recordado sobre todo a la castaña de trenza- ambos estarían aquí.

Todos agacharon la cabeza, sabiendo que era verdad, las elecciones de Ty Lee y de Sasuke y no el destino fueron las que desencadenaron que los dos no vivieran para ver este día, así como ellos que aceptaron voluntariamente ser los portadores, Kiba, Chouji y los enviados por las deidades mesoamericanas no tenían ese privilegio, pero los demás sí, incluso Naruto y las demás pudieron no estar aquí.

Fueron ellos los que al final, recorrieron el camino hasta aquí.

-Nos enviaron a pasar revista- inicio Sakura- la mayoría de los antiguos Aliados al menos tienen un enviado para ayudar a encerrar a los demás demonios en la prisión de cinco esquinas elementales.

-Pero el problema es que Gabriel no está capacitada para cubrir a Miguel porque al menos se necesitan a dos de los que originalmente usaron el sello- vio el problema el Nara.

-Si, francamente no sabemos donde esté él- admitió el Uzumaki- Hécate, la verdadera al menos, tampoco ha aparecido y sus marionetas no saben en quien reencarnó de forma clara, así que solo tenemos un sesenta por ciento del sello viable en la teoría.

-¿Porque?- preguntó Hanabi.

-No sabemos donde están las llaves para los sellos- mencionó Ukyo- en el Santuario tenemos una de las diez llaves, no así las demás.

-La que Hestia tenía en su poder- intervino Tamaki, a lo que asintieron los demás aprendices a caballero dorado.

-¿No deberían tener idea de que es y cómo luce cada llave?- quiso saber el Nara- se supone que en el Santuario, debería de estar esa información vital.

-En cierto modo está la información- admitió Ukyo- pero no es muy clara, solo sabemos que cada parte tiene un guardián y que cada una está dispersada de forma tal que incluso podría estar a la visita y no la veríamos fácilmente.

-Así que básicamente, no hay la mejor pista de que son o cómo lucen- pensó en voz alta el Aburame- lo que significa que posiblemente nuestros enemigos tampoco lo sepan.

Todos reflexionaron eso, pasado un breve momento, la Hyuga menor hizo una pregunta a sus superiores.

-¿No podrían estar en los restos de los cinco grandes templos, algunas pistas de que son o dónde podrían estar las llaves?.

Eso le cayó como balde de agua helada a los del santuario. Ciertamente eso era algo que nadie había pensado.

Hanabi hacía alusión a los cinco templos antiguos erigidos por civilizaciones antiguas, algunas de ellas fenecidas, en honor a cinco antiguas deidades, de las cuales, algunos cultos como el de Fit habían sobrevivido hasta nuestros días.

Dado lo que ahora sabían, era un hecho de que esos templos habían Sido erigidos en honor a alguna deidad directamente relacionada con el sellado del ángel caído o con alguien enviado ahí.

Por eso las caras de todos se iluminaron con satisfacción, mientras la ojiperla mayor le daba un emotivo abrazo a su hermanita.

-!Hanabi, eres un genio¡- exclamó encantada Hinata- estoy seguro que con esto, podremos tomar la delantera.

Con eso dicho, los nacidos en La niebla vieron que era una gran idea hablar eso con su señor, dejando a los de Konoha por su lado. Se habían ganado el derecho a pasar una velada nuevamente juntos, ahora con un par de caras nuevas.

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En algún lugar en el País del cielo.

El arqueólogo estaba revisando las antiguas ruinas donde supuestamente había Sido encerrado un demonio de gran poder, el hombre en cuestión era un anciano con el pelo largo gris que sale en la parte posterior, y una barba que se extiende desde los lados de la cara del mismo color. Sus cejas son gruesas y de un gris más oscuro, pero recortado con pulcritud. Él también tiene ojos de color amarillo con bolsas oscuras alrededor de ellos, y los pliegues bajo su ellos, dando una mirada un tanto a su popa. Lleva una camisa de color negro con un gi blanco con bordes marrones y azules sobre ella y, además, una chaqueta sin mangas roja con vías de oro en que, simple y pantalón azul.

- ¡Shinnou sensei!- oyó a alguien llamado mientras veía un glifo en la pared de la antigua catacumba- ! Shinnou Sensei¡- retumbó en el lugar la voz femenina.

Al ver en dirección a dónde la voz provenía, el anciano vio corriendo hacia él ,era una chica que tiene el pelo largo de color marrón rojizo, a pesar de que lo mantuvo envuelto en su pañuelo azul. El pañuelo era su manera de emular a su amado maestro, Shinnō, pero es diferente en color y es más largo en la longitud de la tela. Antes de conocer a su Sensei, Amaru llevaba una banda azul en la cabeza, que no cubría su largo cabello. Amaru tiene cejas espesas y ojos azules, y un lunar bajo el ojo izquierdo. Ella también llevaba una polera azul aguamarina, con un chaleco claro sobre ella que le cubre las divisiones, pantalones cortos de color azul y protectores negros en piernas y manos.

En general, debido a que su vestimenta oculta sus rasgos femeninos y su pelo largo, aunado a su actitud de marimacho, no faltaban personas que pensaran al principio que era un chico.

-Bueno, Amaru, ya te oi ,ya te oí- llegó a su encuentro sonriendo de forma jovial, en arqueólogo amateur antes de ver la hora usando la sombra del sol proyectada en un monolito- supongo que ya es hora del desayuno.

La joven asintió enfáticamente antes de presentarle una canasta con comida para que ambos pudieran almorzar.

Bajaron a una suerte de explanada y sin extender mantel alguno se sentaron a almorzar sin ceremonia alguna la comida traída por la jóven.

Casi al final de sus alimentos, la joven al fin se aventuró a preguntar por su misión.

-¿Cree que esté sea al fin el lugar correcto?- preguntó la castaña.

-Mmm espero que sí- sonrió divertido por la reacción de su aprendiz- y si no lo es, pues iremos a otra parte y seguiremos buscando.

-¿Cree poder controlar lo que sea que esté en las ruinas?- preguntó de vuelta Amaru, sintiéndose avergonzada por la repentina falta de fe en su mentor. A sus ojos el viejo Shinnou era la persona más grande del mundo, un gran médico y un increíble ser humano. Se sentía mal por dudar de él, pero había rumores de que dos de las grandes aldeas shinobi habían intentado hacer lo mismo que su sensei trataba de lograr. Fallar solo significaba una muerte cruel y dolorosa para ambos, ella podría lidiar con perder la vida, pero su amado mentor….

-No te preocupes Amaru- restó importancia a las preocupaciones de su pupila- a diferencia de La Nube o La Roca, estoy tomando este problema desde una perspectiva netamente religiosa. Cometieron el error de intentar controlar a esos demonios con un vulgar sello de sumisión, hecho a medida de los prisioneros de guerra. En cambio, nuestras investigaciones en el País de los Demonios, nos han provisto de un sello con el cual deberíamos ser capaces de someter a lo que sea que esa ruina contenga. De hecho, que un demonio poderoso este sellado en algún lugar de nuestra nación, significa que los simples mortales, somos capaces de lidiar con una amenaza como esa.

Amaru sonrió radiante, sintiéndose un tonta por haber dudado así del hombre al que quería como un padre. Y si lograba semejante hazaña, Shinnou finalmente recibiría el reconocimiento que ella sentía que merecía. Estaban desde hace dos años, investigando y tratando de localizar todos los templos antiguos en su nación en busca de Yugi, un demonio que según las antiguas leyendas había Sido sellado en una tumba, tras dejar una estela de destrucción a su paso.

La leyenda decía que Yugi arrasó incontables países y segó Miles de vidas antes de que una poderosa sacerdotisa logrará atraparla en una catacumba, sobre la que se construyó un templo para evitar que la criatura escape.

Hasta hace tres años esa había Sido una leyenda que a veces los abuelos le narraban a sus nietos, para ejemplificar tiempos en los que había varias naciones conviviendo en lo que hoy en día era el País del cielo. País que fue de los más devastados durante la tercer guerra shinobi.

De ahí que tras el ataque a Konoha, por parte de los Siete pecados capitales y las diez plagas de Egipto, así como los ataques de demonios, Shinnou comenzará a ver cómo real la antigua leyenda. Si el demonio era tan terrible como lo pintan las leyendas y si era posible controlarlo, el País del cielo Ganaría una gran defensa contra los ataques de demonios más débiles y finalmente, su nación tendría un arma de disuasión que haría ver a los Biju como reliquias obsoletas.

De ahí que desde hace dos años, luego de pasar un largo año, reuniendo toda la data acerca de los veinte templos antiguos en el país, ahora estuvieran exploradolos, uno a uno, con la esperanza de que el templo en el que actualmente estaban fuera el que contendría su premio.

Ambos terminaron de almorzar y nuevamente Shinnou, ahora en compañía de su asistente y aprendiz, regresó a los glifos que estaba estudiando atentamente antes de su necesaria interrupción. Fue cuando finalmente leyó una inscripción que llamó su atención.

-"Lo que no está muerto yace en la tumba, esperando pacientemente, incluso si el mundo llega a fenecer"- leyó el viejo la inscripción, centrando su atención a esa sección del templo, esperando hallar su recompensa.

Tras una larga inspección, la iluminación en su rostro, le dió a la joven la respuesta a la pregunta no formulada. La fin habían encontrado la tumba que habían estado buscando. Ojalá que la fase dos, la que involucraba someter a Yugi, saliera tan bien como lo estaba haciendo esta parte del plan.

-Vamos- palmeo con decisión su pierna derecha el médico de profesión- es hora de ponernos a trabajar, si queremos desentrañar los secretos de esta antigua construcción.

La joven sonriente, asintió enfática, sin estar consciente del peligro que estaba sobre su cabeza.

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Aldea de la Lluvia, al atardecer.

"Te lo dije" sería un término que no haría justicia a la dura mirada que Kakashi y Mai le estaban dando a Nagato. Zetsu había vuelto con la mala nueva de que el llamado Dúo zombie había fracasado miserablemente, parecía ser que para mal o para peor, dependían totalmente de Aizen y sus investigaciones, por lo unilateral de la pelea, no tenían posibilidad de ganar. Así lo decía la grabación de la pelea que vieron

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En las fronteras del país del Rayo y el país del fuego.

En su camino a La Nube, la pareja de criminales se había detenido en un antiguo templo que era el hogar de uno de los ex Doce guardianes Ninja, Chiruku.

El hombre había Sido asesinado por Baby 5 hace cinco años y su recompensa había Sido cobrada hace meses, pero los rumores de que había otro de los guardianes, era lo suficientemente bueno, como para dejarlo pasar. Al final aparentemente solo el loco Jashinista había sacado algo de provecho, asesinado a varios de los ahí, presentes, hasta que el guardián en cuestión había llegado.

Era Asuma Sarutobi que venía una vez más a visitar la tumba de su antiguo camarada, quien venía junto a Izumo, Kotetsu y Aoba ya que el templo les quedaba de pasada camino al país de los osos, donde pensaban ir a una de las minas de minerales conductores de chakra para pedir un muy buen embarque.

Al reconocer el premio, Kakuzu se había lanzado a luchar contra el Sarutobi, mientras que Hidan iba a convertir en nuevos sacrificios a sus acompañantes, eso hasta que de súbito, un muro de flamas azules había salido de la nada e impedido, el asalto.

Para desgracia o fortuna del equipo de Akatsuki, Yugito iba a Konoha y se paró a investigar las llamas en el lugar.

Llegando a tiempo, para agregar sal a la herida en el orgullo de ambos inmortales, usando un clon de fuego reforzado con cosmos, Yugito iba a enviar a sus dos perseguidores en una cajita de cerillas de vuelta a Akatsuki.

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Clon vs Hidan.

Hidan saltó al aire y bajó hacia Yugito con su guadaña, ella rodó rápidamente hacia su derecha, evitando la guadaña de Hidan. El Jashinista rápidamente balanceó su guadaña a su izquierda, hacia la rubia que saltó hacia atrás, esquivando la guadaña de triple hoja una vez más, rápidamente el agresor se volvió hacia adelante y cargó hacia ella nuevamente, y cuando se acercó lo suficiente, desató una lluvia de golpes con su guadaña.

-¡Toma esto! ¡Hya! ¡Ja! ¡Rgh!- gruñía intentando en vano asestarle un ataque contundente.

Ella esquivó las estocadas una por una, se movería hacia la izquierda, hacia la derecha, se agacharía, saltaría, cualquier cosa para evitar ser atrapada por una de esas cuchillas. Hidan se estaba frustrando con esto.

-¡Solo quédate quieta y muere!- grito claramente frustrado.

-¿Y tú nieve?- solo preguntó sarcástica la ex espectro.

Hidan trajo la guadaña sobre su cabeza y la golpeó extremadamente rápido, la rubia había rodado hacia un lado esperando evitar ser cortada con ella, y afortunadamente solo le cortó la tela del pantalón, no había golpeado su piel. Así qué, queriendo terminar la batalla antes de que la guadaña realmente la lesionara por andar faloreanso, rápidamente arrojó al Akatsuki de un lance de judo hacia adelante mientras hacía unos cuantos sellos manuales.

-Elemento fuego, jutsu de pelo de ratón- escupió una serie de llamas azules que alcanzaron su blanco antes de que este pudiera estabilizarse en el aire.

Hidan grito de dolor al sentir las llamas quemando su piel, sin duda que esto dejaría una marca. Era inmortal, en la teoría, hasta ahora una de las cosas a las que no había probado esa inmortalidad era a ser incinerado. No es que desconfíra de Jashin, ser quemado vivo sin lugar a dudas era una de las formas de morir más dolorosas que podría experimentar y francamente no le apetecía nada hacerlo.

El dolor pronto fue insoportable, dándole un shock, justo cuando hacía el Titánico esfuerzo de alcanzar su guadaña para tratar una vez más de pasar a la ofensiva, eso sin duda no iba a pasar. Pronto, la enorme pira en la que el cuerpo del más volátil del dúo zombie se desplomó al fallar el impulso de mantenerse de pie, mientras el cuerpo se convertía en carbón debido a la naturaleza de las llamas que lo consumían.

Y es que como antigua espectro de Hades, Yugito sabía que la llamada inmortalidad de Hidan dependía de que tanto daño recibiera su cuerpo. De la más absoluta destrucción de su cuerpo, como lo era la incineración, el llamado don de Jashin no era nada. No podías venir del valle de la muerte, si no había algo a lo que pudieras volver.

Así que el clon simplemente se deshizo, sabiendo que la original tendría una victoria igual de rápida contra su oponente.

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Yugito vs Kakuzu.

La Kunouchi original y Kakuzu cargaron uno hacia el otro, ambos dispararon sus puños derechos hacia adelante. Los dos puños se golpearon el uno contra el otro, pero a ella no le movió una pulgada. Así que simplemente lanzó rápidamente un gancho izquierdo, Kakuzu simplemente movió su cabeza, esquivando efectivamente. Los dos saltaron hacia atrás varios pies, Kakuzu pudo sentir lo fuerte que era el chakra de ella, al menos sintió lo fuerte que era la cantidad que soltó. Kakuzu sabiendo que esto no terminaría bien si fuera fácil, rápidamente se quitó el abrigo de Akatsuki.

Revelando su camisa morada y pantalones grises debajo.

-Terminaré esto rápidamente, así puedo apurarme y reclamar el premio.

Antes de que la rubia pudiera responder, Kakuzu saltó varios pies en el aire, se quitó la máscara de la cara, reveló su largo cabello negro y la boca cosida, y luego realizó un par de señales con las manos.

-Elemento rayo, falsa oscuridad.

La boca de Kakuzu se abrió, los puntos de sutura se desgarraron y un rayo salió disparado, se precipitó hacia Yugito a una velocidad increíble. Aún así, ella tuvo tiempo suficiente para esquivar,

Lo que sorprendió al nacido en la Cascada, ya que prácticamente había Sido un ataque a quemarropa. Las cosas iban a ser muy complicadas por lo que Kakuzu rápidamente formó un par de señales con las manos

-Elemento viento: ¡Daño por presión!.

La boca cosida de Kakuzu se abrió una vez más y disparó una bola de aire de su boca, pero aún no había terminado. Rápidamente formó varias señales más,

-Elemento fuego: ¡Migraña abrasadora!

Antes de que sus puntadas pudieran volver a adherirse, disparó una bola de fuego de su boca, sus puntadas luego cosieron su boca una vez más. La bola de fuego voló hacia Yugito a una velocidad increíble, hasta que se estrelló contra la bola de aire y se fusionó con ella. La bola de viento se hizo dos veces más grande, al igual que la bola de fuego en su interior, y se dirigía hacia la jinchuriki con una gran velocidad, pero aún así,ella se tomó el tiempo para defender su posición. Pronto una sensación de aplastante poder se dejó sentir y un aura morada recubrió a la joven que disipó la bola de fuego con un solo puñetazo.

Desafortunadamente para Kakuzu, fue atrapado con la guardia baja, debido a su estupefacción y Yugito lo golpeó con el puño cargado de cosmos.

Esto envió a Kakuzu a volar a seis metros de distancia, atravesó varios árboles y, cuando golpeó el suelo, examinó su cuerpo, ella con eso, ya había sacado dos de sus cinco corazones. Las heridas en el pecho de Kakuzu se reformaron rápidamente, los hilos de su cuerpo se entrelazaron. La joven que observó cómo sucedía esto, no pudo evitar pensar: "¿Qué demonios? ¿Su cuerpo está hecho de hilos?"

Kakuzu se puso de pie, miró a Yugito y dijo:

-Eres muy hábil, destruiste dos de mis cinco corazones con bastante rapidez. ¡Y ahora, como recompensa, tomaré tu corazón por el mío!

-Asi que los rumores sobre ti eran verdad- afirmó mientras se preparaba a luchar con mayor seriedad de la que lo estaba haciendo- no eres más que un cobarde que roba la vida y las habilidades de otros a través de un método tan vil e infame que sólo podría habérsele ocurrido a alguien como Orochimaru. No importa realmente, voy a destrozarte antes de que puedas intentar hacerte con mi corazón.

Así que rápidamente corrió hacia Kakuzu, sus puños listos para machacarlo. Yugito se acercó demasiado a Kakuzu demasiado rápido, él no pudo esquivarla. Ella lo golpeó con un gancho derecho, luego un jab izquierdo, luego golpeó su rodilla contra el estómago de Kakuzu que se encorvó por el dolor, la rubia bajó rápidamente su brazo derecho y lo levantó, golpeando con fuerza su puño en la mandíbula de Kakuzu, dándole un poderoso golpe superior. El Akatsuki fue lanzado varios metros sobre el piso , pero rápidamente se recompuso y aterrizó en el suelo. La rubia enseguida cargó hacia él una vez más, cuando ella se acercó, Kakuzu formó algunas señales con la mano.

-Elemento Tierra: ¡Piel de Hierro!

El nacido en la Cascada esperaba que su técnica fuera de gran utilidad, para tener un medio eficiente para defenderse de los terribles puñetazos de Yugito, ese no era el caso…. Porque sintió como su mandíbula se rompia, producto del tremendo jab que le dió la jinchuriki, el más violento hasta ahora.

No solo la mandíbula, el golpe lo mando a volar y a estrellarse contra un muro del destruido templo, para impacto del público de Konoha, sabían que una ex espectro debía ser muy fuerte, pero que ella pudiera dominar así al infame dúo zombie con cero chakra y solo un jutsu elemental era realmente aterrador. Ponía las cosas en perspectiva más de lo que las palabras lo harían. Pues una cosa era saber que los Demonios eran muy fuertes, otra ver la diferencia entre un ser que los derrotó de forma contundente y su indefensión ante algo muy superior.

"Fue un grave error" pensó verdaderamente aterrado Kakuzu, fue en ese momento que Hidan grito de dolor al ser bañado por las llamas de Yugito, lo que le indico que él, tampoco sobreviviría "Un muy grave error".

Los hilos de su mandíbula, intentaban a gran velocidad sanar sus heridas pues negociar con la jinchuriki era todo lo que le quedaba para salvar su vida. No es que pudiera hacer mucho, claramente se veía en esos ojos que de hoy no iba a pasar y él lo sabía. Sin usar uno de los devastadores ataques de cosmos, ya lo había debilitado demasiado, estaba claro que solo jugaba con él, como un gato lo haría con un ratón.

Yugito, de sello su bene y comenzó a tocar unos cuantos acordes, con los cuales, Kakuzu se vio rodeado por varios fijos hilos púrpuras, que provenían del instrumento musical. Su hora había llegado.

-Fin del juego corazón- sentenció Yugito sin un Ápice de piedad en su voz- Hora de enfrentar a Shinigami, que estoy segura, que está esperando ansiosamente tu llegada.

Unos pocos acordes más, y el cuerpo fue desgarrado hasta quedar convertido en una pulpa sanguinolenta que hizo que varios de los de Konoha vacíaran en el suelo su desayuno.

Yugito se acercó a la pila de carne de Kakuzu mientras su clon se acercaba con un trozo de metal del tamaño de un balin, que había recuperado del cuerpo de Hidan, haciendo lo propio, ella recupero el anillo de Kakuzu, el cual era muy necesario para la organización criminal.

-Espero que puedan regresar con bien a su aldea- deseo de buena fé la ex espectro- y que puedan dar el informe de que hay dos Akatsuki menos.

Los de Konoha asintieron y tras atender a Asuma , se marcharon a un ritmo moderado. Sintiéndose mal por el panorama en el horizonte. Una amenaza grado S, era nada ante el poder de los caballeros, eso quería decir que la guerra próxima a ocurrir, haría ver a las anteriores guerras Shinobi como simples escaramuzas. Y eso era lo verdaderamente aterrador.

Omake.

Aldea de la lluvia, unas pocas semanas atrás .

-Sasori, Deidara, Kakashi, Mai, deben recuperar el Ichibi la Aldea de la arena. Necesitamos impulsar nuestros planes antes de lo previsto- Los infames ojos del Sabio de los Seis Senderos atravesaron la oscuridad de la torre más alta de Amegakure. La lluvia se arrojaba sobre la enorme torre con imprudente abandono, cuando el grupo antes mencionado asintió antes de desaparecer.

La sala quedó en silencio después, cuando el Dios de La Lluvia comenzó a dirigirse hacia la ventana de la torre que daba a Ella. El títere de Yahiko inspeccionó la aldea con su Rinnegan mientras contemplaba cómo avanzar después de adquirir los Jinchuuriki. Se quedó en silencio antes de que Konan hiciera saber su presencia.

-¿Es prudente adelantar el cronograma?- preguntó preocupada, ya que había varias variables (entre ellas los demonios) como para ser imprudentes

Pein permaneció callado por unos momentos antes de hablar.

-Es necesario- sentenció con simpleza.

La mujer entrecerró los ojos antes de responder.

-No pregunté si era necesario, Nagato- hizo su punto una vez más- lo que quiero saber es si es prudente, quiero saber si ya tomaron en cuenta todas las variables.

La marioneta Tendo se encogió de hombros con indiferencia ante el tono áspero de la mujer.

-Importa poco lo que esté sucediendo en este momento. Nuestro plan para la paz finalmente se está haciendo realidad. No hay una sola persona o ser que pueda evitar que tengamos éxito- respondió con una arrogancia velada que Konan supo identificar bien. Desde la muerte de los caballeros dorados, su antiguo amigo no solo se había vuelto nuevamente arrogante, está arrogancia había crecido pues a sus ojos era la seña de que el mismo Kami estaba de su lado.

Solo habían Sido vistos en las naciones elementales los Demonios unas cuantas veces más y siempre fueron derrotados por personas como Shizune o Yugito, lo que era preocupante en sí mismo, y tal parecía ser que su amigo se creía capaz de derrotar a uno de esos seres. Algo que ella sabía mejor que él que era imposible, aún si , pese a su juramento de estar con él hasta el final, cualquiera que fuera, no pudo reprimir sus emociones en este momento.

El rostro de la mujer se contorsionó de molestia antes de hablar.

-¿Y la muerte de Lao G, Orihime y de Tashihi, no es suficiente para que tomes el asunto en tus propias manos? - cuestiono la mujer recordándole cierta promesa que habían hecho- Si no lo has olvidado, lo necesitabamos . No hay excusa al hecho de que no estén vivos, Nagato- Su tono áspero hizo que la marioneta finalmente la mirara. La máscara de indiferencia de Konan se rompió cuando una leve mirada apareció en su rostro.

-Madara aún vive. Es lo suficientemente fuerte como para cubrir sus lugares- replicó fríamente el pelinaranja.

La mujer exhaló un profundo suspiro de molestia ante su declaración.

-Ese hombre está muy lejos de ser el verdadero Madara y lo sabes . ¡No engaña a nadie! ¡¿Tu ego realmente te está cegando tanto que continúas ignorando lo que está sucediendo ?!- contraargumento la peliazul.

Pein inclinó la cabeza cuando el instinto asesino de la mujer comenzó a inundar la habitación. El hombre parpadeó varias veces antes de responder lentamente. -Eres inflexible sobre esto- Él entrecerró los ojos mientras miraba las pupilas ámbar únicas de la mujer- ¿Realmente crees que hay algo en este mundo capaz de detenernos en este momento?

Konan desvió la mirada cuando los ojos de su antiguo enamorado la vieron con esa expresión, una táctica que el marionetista sabía que la desarmaba siempre, como ahora, aún así pudo responder

-No deberías tomar la amenaza que los Demonios representan a la ligera ... podría ser la causa de nuestra caída, Nagato …- intento hacerlo razonar.

Nagato guardó silencio durante varios minutos mientras volvía su atención a la aldea, antes de girarse hacia la mujer.

-¿Dudas de nuestro mundo ideal de paz?

Konan miró al suelo en silencio. Ella sabía su respuesta. Ella había sabido su respuesta durante mucho tiempo, de hecho. Konan era muy consciente del hombre en el que Nagato se había convertido después de la muerte de Yahiko. Ella había intentado todo lo posible para aliviar el dolor que él poseía. Pero ella no era suficiente ... Nunca sería suficiente. Su mejor amigo se había convertido en una sombra de sí mismo. Sucumbiendo a las venenosas palabras del hombre que se hacía pasar por Madara Uchiha.

Ese hombre no era Madara. El verdadero Madara Uchiha no le pediría a otros que hagan sus planes. Los haría el mismo. Con o sin ayuda, Madara Uchiha era famoso por su fuerza y poder. Pero también era conocido por su orgullo. Y ningún Uchiha en las Naciones Elementales, jamás se rebajaría tanto como para pedir ayuda en algo que pudieran hacer ellos mismos fácilmente. Tobi fue incapaz de adquirir todos los Jinchuriki por sí mismo. Nagato era esencialmente el hombre más fuerte en las Naciones Elementales. Pero su estado mental roto era su debilidad. Tobi lo manipuló con este plan idiota de reunir a los Bijuu.

-Ya veo ... Tu silencio es toda la confirmación necesaria. Has perdido la fe en mí- hablo Pein con cierta decepción en su voz, tras un par de minutos de silencio.

Konan miró al suelo durante varios segundos antes de levantar la mirada hacia el hombre y asentir.

-Eres un caparazón de tu antiguo ser Nagato ... Traté e intenté ayudarte pero Cambiaste para mal ... ¡Asumiste esta personalidad de Dios! ¡Has matado a gente inocente, Nagato!- Las manos de la mujer se apretaron en puños cuando su cuerpo comenzó a temblar. -¡¿Qué pasó con la paz a través de la comprensión ?! ¡Creamos el Akatsuki como un signo de esperanza! ¡Míranos ahora, Nagato! ¡Somos criminales! ¡Estamos haciendo exactamente lo que Hanzo nos hizo!

Pein frunció el ceño ante la acusación. -Estamos haciendo un mundo mejor Konan. Estoy salvando a estas personas de sufrir más. Las muertes de los Jinchuuriki crearán una paz duradera..

-Esto no es lo que Yahiko quería para nosotros ... Akatsuki fue creado para ser un faro de esperanza para la Aldea. ¡Pero tú subyugas a la población con miedo! ¡Contratamos psicópatas y escoria, por el bien de Kami! ¡Abre tus malditos ojos!- Las lágrimas comenzaron a caer de la cara de Konan, mientras Pein observaba con el ceño fruncido. El hombre miró al suelo mientras contemplaba las palabras que decía su mejor amiga.

¿Realmente había cambiado tanto? ¿Realmente se había convertido en un tirano en su búsqueda de la paz? Nagato sintió que estaba justificado en su búsqueda. Este mundo necesitaba paz. Le habían otorgado los ojos del mortal más fuerte que jamás haya existido. Era su destino cambiar este mundo. ¿Konan nunca había creído realmente en lo que estaban haciendo? No importaba si los hechos eran inmorales. El fin justifica los medios. Lo único que importaba era asegurarse de que se cumpliera el sueño de paz de Yahiko.

-Tú eres quien está abandonando el sueño de Yahiko.

Los ojos de Konan se abrieron en estado de shock ante las palabras de Nagato. No podía creer que el hombre pensara que ella abandonaría al hombre que le había dado un propósito en la vida. El hombre que le dio la verdadera esperanza en este mundo roto. El chico que la había salvado de morir de hambre en una zanja en las afueras de Ame. ¿Cómo ... cómo se atrevió? El rostro de la mujer se contorsionó de ira.

-!Si eso crees, bien, esta es la última vez que hablamos de esto¡- juro en un arrebato de furia justicera la ojiambar- !Estaré a tu lado hasta el final, pero al menos sé que al morir, Yo si podré enfrentar a Yahiko sin vergüenza en mi corazón por haber corrompido su sueño¡.

Konan abandonó la habitación, sus pisadas resonaron a lo largo del corredor mientras una voz comenzaba a hablarle en su mente.

-Protestad de Amegakure, que la paz sea contigo…

1)))) Teologalmente, la Caridad es un estado de satisfacción hacia su situación, se diferencia del conformismo, por el hecho de que no se siente enviada mal sana de la situación de los demás, pero tampoco se siente una infelicidad por no estar en una mejor situación. Es un estado de paz interior, donde uno se siente en satisfacción con su entorno, sin ser capaz de sentir infelicidad.

Y corte.

!He vuelto y con bríos!, espero que esté capítulo les haya gustado pues es la introducción a una pequeña saga que tendrá su relevancia en la historia general.

Ya saben, dejenme su review, así no solo me animan a escribir, habrá retro alimentación entre nosotros.