Un panorama amplio.
Ya saben, lo de la disgrafia, disculpas por los teclazos y horrores del auto corrector.
Y recuerden, Naruto y sus personajes son propiedad de Kishimoto sensei
En algún lugar del País de la Tierra.
Un pequeño batallón ANBU llegó a la pequeña posada donde Kurotsuki y sus dos acompañantes estaban tomando su desayuno.
Eran un joven y una muchacha, el joven tiene el pelo de color café muy descuidado y amarrado con una cinta roja alrededor de su cabeza. Sus ojos son del mismo color que su pelo, sus ropas son tan descuidadas como lo es él. No lleva camisa pero sí una especie de chaqueta de color blanca y algunos detalles en negro, a su espalda lleva escrito el kanji ¨malo¨ y en protector de sj aldea en el brazo derecho. Usa unos pantalones largos blancos y unas zapatillas negras. Se cubre sus puños con vendas.
La mujer es de estatura normal , tiene el pelo de color marrón, corto hasta la altura del cuello y despejado por delante dejando a la vista su frente, sus ojos son de color negro y parece que los lleva ligeramente pintados. Porta su bandana shinobi en el cuello.
-Sanosuke Sagara, Suzumebachi Kamizuru, Kurotsuki - se dió a conocer el líder de la unidad- Por órdenes de Onoki, Sandaime Tsuchikage y de el honorable consejo de la aldea de La Roca, todos quedan arrestados por deserción de las filas shinobi de la aldea.- dijo lo último con sumo desprecio, sobretodo hacia las mujeres, ya que ambas eran nietas de un kage.
La estrella del Alba y la estrella del sur, ambas habían nacido en la aldea de la Roca y se habían ido de la aldea junto a Kurotsuki el día que llegó con Hécate para anunciar la propuesta de la alianza del santuario de la Aldea.
Aunque el clan Kamizuru y el clan Sagara habían caído en desgracia hace tiempo, ambos eran Shinobi de su aldea. Y dada la terquedad nata de los habitantes del País, era un pecado capital el ir a ayudar a un conflicto dónde ellos no estaban participando.
-Dejenme ver si entendí- comentó Suzumebachi tras beber casi todo el contenido de su tarro de cerveza- un batallón ANBU quiere someter a dos de las estrellas que nuestra señor Osiris envío a este mundo. Estrellas que estamos a nivel de caballero dorado y a una general de Poseidón. Todo esto, cuando un demonio clase B arrasó al menos con tres batallones antes de que Kurotsuki acabará con él. ¿Ven la contradicción ahí?
Todos los ANBU tragaron duro al recordar ese pequeño detalle. Sabían perfectamente bien que sus posibilidades de salir adelante eran nulas. Pero el orgullo de su nación era más. Debían hacer el intento de traer a los prófugos o morir en el intento.
-¿Porque si la nueva Daimyo y tu abuelo están en constante fricción, no ha cambiado al Tsuchikage?- preguntó Sanosuke que seguía comiendo con tranquilidad, para enojo de los shinobi ahí presente.
-Porque ella sabe que la única persona que podría sustituir al viejo, es irónicamente la única a la que la aldea jamás seguiría. O que ella aceptaría de momento dirigir la aldea.
-¿En serio?- preguntó la castaña- ¿A quien tenía pensado ponerla a cargo?
-A mi- sorprendió a todos en la posada- pero mis deberes con Lady Hécate y el que no comparto los ideales de la aldea, no me hacen una "kage adecuada".
-Tu la Tsuchikage- se burló uno de los ANBU- jamás te seguiría, ni aunque mi vida dependiera de ello.
-Precisamente por eso no he aceptado el cargo, genio- aclaró la mujer- aunque dadas las circunstancias, yo me preocuparia más por la guerra que se avecina. Díganle al viejo que en vez de mandar a la muerte a sus shinobi, que al menos intenté fortificar la aldea. Está guerra no va a distinguir bandos o a admitir aliados con un interés en común. El enemigo solo busca una sola cosa. Nuestra aniquilación total. Más allá de ello, cualquier cosa que el viejo quisiera darles a cambio para que consideren una alianza con ellos, será en vano.
-Si es por las malas, entonces….
-Fragancia del Nilo- dijo la amiga de Kurotsuki mientras un aura dorada la envolvía.
Un olor a miel y a flores inundó la posada, y un vapor verde claro envolvió a los ANBU, adormeciendo a todos ellos.
Mientras, los jóvenes soldados se iban de ahí. Eran camaradas al final de cuentas y no eran unos asesinos despiadados. El maldito orgullo de su aldea los hizo tomar una mala decisión, pero no quería decir que ellos también tomarían una así. Si Oniki y su aldea se negaban a pelear, era su problema. Pero eso no significaba que ellos matarían a todos los que enviaran por ellos. No se rebajarían a algo así.
Ojalá que la aldea de la Nube cambiará de parecer. Porque por su lado, no veían como la Roca se uniría a la batalla.
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Aldea de la Nube.
Darui contemplaba la aldea desde la cima del edificio del Raikage, con muchas cosas en la cabeza. Le sorprendió la decisión más por el hecho de quién la tomo que por la decisión en sí. Aunque A había estado de acuerdo en que las cosas serían muy catastróficas si los Demonios declaraban la guerra, tanto A como el consejo de la Aldea se negaron por diferentes motivos a pelear en la alianza. A se negó hasta que al menos no estuvieran estacionadas en la Nube al menos seis soldados al cargo Horus de los cuales solo estaban cinco. Y esos cinco, eran personas que le dolían mucho al kage. A él y a su hermano Bee.
Samui, Karui y Omoi, el ex equipo Genin de Bee, eran la reencarnación de la estrella sangrienta, la estrella del atardecer y la estrella verde. Mientras que su anterior asistente, Mabui y el hermano de Samui, Atsui, eran las estrellas del este y del oeste respectivamente. Con Yugito en teoría se cumplía su demanda ,pero la antigua espectro de Hades estaba subordinada a Hécate, por lo que la demanda no era válida aún. El consejo sería más problemático para convencer, ya que exigían un gran tributo y una gran compensación. Y es que siendo La Nube la nueva Aldea shinobi dominante por excelencia, era claro que su orgullo era tan grande que los demás debían rogarles para que accedieran a prestar su ayuda. Ese era el problema. Las que ahora eran las dos mejores aldeas shinobi en términos generales se habían negado a prestar ayuda por su orgullo y por eso es que Horus estaba preocupado. Aunque había elegido bien a sus amigos como los las estrellas centrales del ejército, había encomendado a Kurotsuki traer a cuatro de su nación para tener a ocho de las nueve estrellas guardianas, ya que la última era nativa del País del té.
A diferencia de dioses como Hades o Poseidón, y en sintonía con Jehová, Osiris escogía a candidatos para portar a una de las estrellas protectoras del firmamento, en base a su poder, afinidad y voluntad. Sus amigos y conocidos habían probado ser buenos portadores por lo que al irse acercando discretamente con todos ellos, habían ido aceptando, Entiendendo la magnitud del lío en el que se metieron. Samui y Atsui accedieron por el hecho de poder ayudar a su hermana Yugito de mejor manera. Karui y Omoi para contribuir a la lucha y Mabui para proteger a él futuro de la aldea. El cual para ella, eran las generaciones futuras de está más que nada. Pero, si eso estaba pasando, si las deidades que usarían nuevamente los sellos para reforzar la cerradura de la prisión estaban al fin reuniéndose y alistando todo para pelear, todos los dioses ahí reunidos sabían muy bien que los demonios también estaban aumentando su número. Y posiblemente para ello , recurriendo enteramente a los recursos que este basto mundo tenía para ofrecer. Y con Yugi suelta… las cosas se pondrían feo rápidamente.
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País del Mar, costa.
En los restos de un laboratorio clandestino, que antaño había Sido limpiado por Anko y el Trío monstruoso, un hombre revisaba los progresos en su más reciente experimento.
Gin Ichimaru era el ex asistente de laboratorio de Aizen y tras huir de él, se había establecido en este pequeño país, con el firme propósito de amasar una fortuna en el mercado negro. Ya fuera creando una droga para que los duelos de los burdeles la usarán para controlar mejor a sus nuevas adquisiciones o su proyecto actual, recrear los experimentos de Orochimaru para crear hombres bestia. Pero en su caso, serían más bestia que hombre.
Por ello actualmente esperaba a que su asistente de laboratorio, el que irónicamente se llamaba Kabuto, regresará con las perlas cultivadas con esas almejas especiales que hacían el trabajo hasta veinte veces más rápido y daban siempre perlas grandes.
Todo sea por seguir financiando su investigación. Por ello es que, para matar el tiempo, decidió ver el tanque que contenía a uno de sus experimentos, un tiburón híbrido entre convocatoria y común.
En el tanque en cuestión, había un tiburón hembra de dos meses de edad y que sufría de dolores crónicos debido a un cruel experimento que trataba de probar que no se disiparia sin importar que tanto daño sufriera.
¿Cómo se lograba esto?
Sencillo, justo en este momento, la pequeña hembra estaba siendo violada por un enorme tiburón mako, lleno de hormonas reproductoras a tal punto que aún sin ser lo suficientemente madura la hembra, causo esa reacción del macho.
Justo estaba siendo embestida nuevamente cuando una voz suave y femenina le hablo a la mente, parecía que era tanto su sufrimiento que comenzó a tener alucinaciones auditivas.
"Puedo hacer que el dolor pare, puedo hacer que tu sufrimiento termine, solo debes hacerme un favor" oyó a la voz. Al ser mitad convocatoria, la pequeña claro que entendía el lenguaje humano, por lo que sabía a bien que le estaban ofreciendo. Total, estaba en su cabeza la voz ¿Qué daño haría decir que si?
De repente, tuvo una gran conmoción y sus ojos que estaban muy abiertos por el dolor, se abrieron aún más no solo por la la cantidad de esperma que estaba liberando el macho en ella, también lo hacían porque todo su cuerpo comenzó a doler por alguna razón.
"¿Qué ... qué me está pasando!" gimió en su cabeza cuando sintió que su cuerpo comenzó a transformarse.
Su piel comenzó a convertirse en escamas de cristal azul a medida que su cuerpo aumentaba de tamaño y masa, sus aletas fueron convirtiéndose en manos y pies con garras que se enredaron y arañaron al macho que aún seguía copulando con ella, aparecieron branquias a los lados de su cuello mientras su rostro se volvía más parecido al de una mujer humana, y finalmente una gran aleta dorsal brotó de su espalda cuando dos más pequeñas aparecieron en sus brazos mientras una cola brotaba de su cóccix.
-¡GGGGrrrrraaaaaa!- la escualo gritó, sacando la enorme polla de su nuevo coño, antes de partir en dos al pobre mako, mientras le salía un enorme busto tras lo cual comenzó a nadar hacia la orilla.
Kabuto mientras esperaba impacientemente a que el pescador al que engaño para sacar las perlas regresara. Mirando más hacia el mar, vio que algo venía hacia él rápidamente.
-¡¿PERO QUÉ DEMONIOS!?- Kabuto gritó aterrorizado cuando algo salió del mar a hacerlo pedazos, oyendose a lo lejos los crujidos de carne y hueso siendo triturados.
Después de que terminaron los sonidos de la muerte de Kabuto, la criatura colocó sus manos contra el acantilado, jadeando mientras la sangre goteaba de su boca, mientras comenzaba a mirar todo su cuerpo transformado.
El ser ahora era una mujer tiburón de dos metros de altura, cubierta con gruesas escamas de cristal azul con la parte superior de su pecho hacia abajo entre su pierna y debajo de su cola de color azul claro. Sus pechos de se hincharon hasta convertirse en copas K cuando sus músculos se volvieron voluminosos, solo que conservaron sus rasgos algo femeninos, con un abdomen de lavadero y una cola de tiburón balanceándose sobre su culo apretado y regordete. Su cuerpo también estaba cubierto con marcas tribales que brillan a la luz del sol, incluso sus dorsales y aletas traseras tienen marcas.
Pronto las escamas de cristal de volvieron una armadura y la criatura se llenó de inteligencia, si su mirada de complacencia era un indicativo.
-Lord Asmodeo tenía razón- dijo en voz alta la demonio- pude volver a este mundo al aceptar volverme un demonio. Ya verian esos caballeros dorados. Meterse con Guren fue el más grande error que hayan cometido.
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Frontera con el País del Cielo.
Yugi se movía en una suerte de palanquin que había convocado para moverse más por juego que por necesidad. El artefacto estaba siendo cargado por varios seres similares a perros, de un aspecto sumamente adorable, pero atento a los alrededores, en busca de cualquier señal de peligro.
No es como si deberían hacerlo, un poco más apartados del palanquin, los tres seres que la niña había convocado primero, se hallaban ocultos por un manto de invisibilidad, siendo los verdaderos guardianes de su ama.
Tras vaciar el lugar, la princesa demonio había decidido dirigirse a Konoha, por lo que convocó el enorme palanquin con tal de moverse más cómoda a lo largo del País del cielo. Eso había Sido hace dos días, por lo tanto, siendo un país relativamente pequeño, salir de él no había significado alguna novedad. Pero…. Ya que ahora pasaría de las fronteras de ese pequeño país, a uno un poco más serio como el País de los Ríos para de ahí pasar al País del Fuego, ninguno de los guardianes quiso arriesgarse.
Así que, mientras sentían a su ama dormirse, los tres seres se acercaron para discutir cuál sería el mejor curso de acción. Los Demonios que habían enviado por Yugi, los habían contactado, le transmitieron el mensaje de qué deseaban protegerla, pero ella los había rechazado tajantemente.
Al jamás haber Sido tratada con amabilidad por los adultos y en general por cualquier persona que lucía mayor que ella, la desconfianza de la niña era natural. Y en opinión de Antiramon, peligrosa.
Por la información que recolectaron, los llamados caballeros dorados eran oponentes formidables, unos a los que no debían de subestimar. La mejor apuesta que tenían para garantizar la seguridad de su creadora era ir con los demonios en vez de dirigirse a Konoha. No solo porque estaban yendo ahí debido a un capricho de su ama (lo que fue algo que dejó Bakuramon muy en claro al puntualizar que sentir que algo la llama no valía la pena el esfuerzo de ir a la última ubicación conocida de los llamados caballeros dorados), estaban literalmente yendo a meterse a la boca del lobo. Era verdad, aunque nadie ahí era más sabio al respecto del tema, que Yugi le competía en poder a un Pecado capital, el problema era que Yugi carecía de la experiencia necesaria para el combate. Al igual que ellos. Monzaemon había dejado eso muy en claro, su cualidad principal era que podían tomar mucho castigo sin que se les pudiera detener, pero eso no quería decir, dado el tipo de oponentes a los que habían matado, que siempre ganarán. Todos carecían de refinamiento para pelear, siendo más de la estrategia de abrumar con un avasallador poder. Pero en un terreno más parejo, con alguien que fuera tan fuerte como ellos o ligeramente más débil… la victoria, todos lo sabían, no estaba de su lado. Tenían días de nacidos después de todo y sus enemigos años de ventaja.
Con eso resuelto, hicieron un juramento. Convencer a su creadora de ir con los que le otorgan protección, más por la autoconservación de ellos que por interés de su ama.
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Konoha, Mansión Uzumaki.
-¿Dónde van a ir todos estos materiales?- preguntó un hombre a Dohko mientras esperaban indicaciones.
El hombre había Sido enviado a entregar en la antigua mansión Uzumaki, una gran cantidad de tablas y vigas de madera. Al principio en el aserradero todos habían creído que era una broma que esa cantidad de madera fuera entregada a ese lugar, sobre todo, dados los antecedentes, dado lo de la aldea en cuanto su situación económica, como la particular relación de Konoha con el dueño legítimo del lugar. Pero, quien quería que el material de construcción se entregará había pagado en efectivo con unos cuantos lingotes de plata y claramente había dicho que el Destino final de la madera era el complejo Uzumaki.
Ya que la alianza entre el santuario y la Aldea era una realidad, se había acordado antes, cuando Iroh aún era el Patriarca, que se estableceria una embajada en cada nación donde se tuviera una alianza, siendo las aldeas shinobi, el lugar elegido para las naciones que contarán con ella. Así que , la mansión Uzumaki, dada la relación que ese antiguo clan tenía con el Santuario, había Sido designado por común acuerdo, como la sede de esa embajada, una vez que está estuviera realmente establecida, se tenía pensado que uno de los Dioses guerreros de Asgard fuera el embajador del santuario en la Aldea.
-En ese rincón de ahí- señalo el antiguo caballero de Libra un pequeño claro creado ex profeso la tarde anterior para poder albergar todos los materiales.
-Parece que la construcción del agregado iniciará pronto- comentó Aiora al ver cómo varios Genin y chunnin de la aldea eran los encargados de ir bajando y acomodando la gran cantidad de tablas que Sigfrid había comprado con anterioridad.
-Sigfrid y su familia llegarán dentro de poco a la aldea- informó Dohko, él y los otros ya están yendo a sus nuevos hogares, Fenrir a la Niebla y Hagen a la Arena , es una lata que Onoki y el consejo de la Nube hayan negado la alianza. Eso nos obliga a acelerar demasiado varias cosas.
-Sobretodo si el enemigo ha comenzado a moverse- estuvo de acuerdo el caballero de Tigre.
-Si, ya me dijo Saga lo que viene para acá- asintió Dohko sabiendo a qué se refería Aiora- la Godaime, Saga y Nike han acordado no decirle aún a la población de la aldea eso, no quieren causar pánico.
-Tipica respuesta a estas cosas- se cruzó de brazos el castaño.
-Yugi tiene la habilidad de crear su propio ejército- enumero Dohko- pero eso y su gran poder es lo único que le hace peligrosa. Aquí la están esperando cinco futuros caballero dorado, varias virtudes, dos amazonas de plata y una potestad. No le será sencillo destruir esta aldea y por lo que se, de momento ha mantenido un perfil bajo.
-¿Bajo de no dejar testigos o sin incidentes?- preguntó curioso Aioria.
-Bajo ,de cero víctimas fatales- respondió el antiguo caballero dorado- de momento.
-Bueno, al menos no ha llegado a hacer algo realmente drástico- dijo con alivio el nuevo caballero de Tigre.
-Pero eso no se va a mantener asi- señaló lo obvio Dokho- solo quisiera saber exactamente qué la hace venir hacia acá. Uzu sería el blanco ideal para que ataque.
-Debe saber que somos cercanos a Konoha- intento ver la lógica ahí el anterior caballero de Leo- supongo que cree que dañando esta aldea, va a lograr hacernos daño.
-A algunos de ustedes más que a otros- dijo con una chispa humorística el caballero y añadio- eso me recuerda…. Hazle algo a Shizune y Aioros no podrá salvarte- amenazó el viejo maestro al caballero de Tigre.
-No te preocupes, la trataré como una reina- dijo con convicción Aioria.
Tres años y seguía igual de enamorado de Shizune, tango o más que el día que tuvo que dejarla atrás. Antes había creído que no amaría a otra mujer como Marín, pero claramente ella no devolvió ese afecto y por ello de haber sobrevivido ambos a la batalla con Hades, lo más seguro es que ambos habrían tomado caminos separados. Recordaba a Lifya con cariño pero su convivencia con ella fue mucho menor. El lazo con la peliazul no se cimento como lo hizo con la antigua amazona de Ofiuco. Lo menos que pensaba hacer ,ahora que estaba total y expresamente permitido tener una familia, era echar eso por la borda. Así que en un mundo nuevo, uno que aprendió a considerar su nuevo hogar, haría lo que fuera para protegerlo. No iba a fallar.
Y corte.
Capitulo corto, ya mero llegamos a esa época del año y está en veremos qué va a pasar. Lo que si les adelanto es que ya creo saber cómo calendarizar a bien las cosas por lo que solo será cosa de ver la siguiente actualización. Los veo pronto.
Ya saben, lo de la disgrafia, disculpas por los teclazos y horrores del auto corrector.
Y recuerden, Naruto y sus personajes son propiedad de Kishimoto sensei
Ya saben, dejenme su review, así no solo me animan a escribir, habrá retro alimentación entre nosotros.