Capitulo 9: Dos citas y una crisis
Las primeras gotas de lluvia caían en la estación cuando Tetsuya llego a ella. Llegaba con un poco de antelación, pues los nervios no le dejaban estar en casa. Al final, tuvo que admitir la verdad a sus compañeros de piso, que fueron sorprendentemente comprensivos. "Si llego a imaginarme que Sakuragi me prestaría dinero, se lo digo antes." El caso era que, para bien o para mal, estaba hecho un manojo de nervios. No se había puesto sus mejores galas, pero era un buen conjunto. Vestía con unos tejanos negros lo suficientemente anchos para que no le marcaran paquete, una camiseta blanca y una camisa azul oscuro. Por si acaso, cogio una de las chupas que usaba Hanamichi cuando iba con los del equipo en invierno, un paraguas, y unos guantes de cuero que le iban un par de tallas mas grandes, pues se los había prestado el antiguo capitán del Shohoku. Llegaba la hora señalada por Noriko y su cabeza iba a mil por hora. "La llevo al cine, que la película la elija ella. Luego la llevo al restaurante que me recomendó Nomiya, dos tazones de ramen y la llevo a casa. Si fuese todo tan fácil como eso."
Una voz le saco de sus pensamientos. Noriko acababa de aparecer, nublando la visión de Tetsuya. Iba con unos pantalones de pernera ancha de color azul, bambas marrones, camisa blanca ligeramente desabrochada y una chaquetilla negra, pues la finura de la camisa era visible. Iba cargada con una chaqueta más gruesa, de color marrón. Por fortuna, Noriko no llevaba sus anteojos de siempre, lo que sacaba a relucir mucho más sus ojos marrones.
- ¡Hola!- Saludo Noriko a un todavía impresionado Tetsuya.- Supongo que tu cara significa que voy guapa.-
- Vas más que eso.- Respondió el hispano japonés, con un pequeño hilo de voz.- Nunca había visto realmente esos ojazos que tienes.-
- ¡Para, que me pondrás colorada antes de lo que quiero!- Respondió la chica, ruborizándose al máximo que le permitía su rostro.- No suelo llevar lentillas a clase porque me molestan mucho.-
- Deberías usarlas mas a menudo.- Dijo sincero Tetsuya.- Bueno, si no nos vamos ya no podremos ir a la sesión de tarde. ¿Qué película quieres ir a ver?- Noriko empezó a dudar, como si no lo tuviera del todo claro. Entonces, saco de uno de los bolsillos de la chaqueta gruesa un recorte de diario con la cartelera. El chico ojeo por encima del hombro de ella. "Huele a jazmines". Pensaba mientras trataba de centrarse en el recorte.- Mira, podemos ir a ver esta. Me han comentado que es bastante chula.-
- No se. Es que las de guerra no acaban de impactarme.- empezó a explicar Noriko.- Pienso que vista una, vistas todas.-
- También es verdad.- Dijo Tetsuya, tras pensarlo un poco. Entonces se percato en una película ambientada en la Francia del siglo XVIII.- Mira, esta puede estar bien.-
- De acuerdo.- Respondió la chica a la proposición del hispano japonés. Mientras iban hacia el cine, ambos fueron dando un poco de su biografía. Por su lado, Tetsuya siempre había vivido con sus padres. Al ser su padre un oficial militar, estuvo viviendo en varios lugares durante espacios de no más de siete años: Santander, A Coruña, Barcelona, Palma de Mallorca y Madrid. Fue en Madrid cuando su madre le propuso la idea de ir a su país natal, para estudiar y conocer sus otras raíces. Como estaba acostumbrado a viajar, no hacia muchos amigos allí donde iba, pero tras pasar varios años comprendió que fuera donde fuera, tendría a alguien con quien hablar y compartir sus vivencias. Así que la idea de no tener amigos se fue de su cabeza.
En cuanto a Noriko, la cosa parecía tener tintes tristes a cada capitulo que pasaba. Casi al nacer perdió a sus abuelos maternos, lo que llevo a su madre a una depresión de la que salio mas herida que curada. Su infancia estuvo marcada por la fascinación que tenia por conocer mundo, así como por un sentimiento de envidia sana hacia su hermano, pues pensaba que sus padres solo se fijaban en él. A los quince años llego su gran oportunidad: Una beca de estudios en Alemania. Tras mucho discutir en su casa, cogio sus maletas e ilusiones, que se truncaron cuando supo de la muerte de su hermano.
- Básicamente, esa es la historia de mi vida.- Dijo la chica, ya sentada en uno de los amplios asientos de la sala de cine.- La beca todavía la tengo, pero no fui capaz de abandonar mi casa así como esta.-
- ¿Estabas aferrada a tu hermano?- Pregunto Tetsuya. Noriko hizo un gesto de no entender.- Es una pregunta típica, al menos de donde vengo.-
- Si te refieres a si le quería, creo que la pregunta sobra.- Respondió Noriko, todavía entre dudas.- Pero si lo que quieres saber era como de cómplices éramos mi hermano y yo, entonces si, estaba muy aferrada a él.- Noriko apretó los puños.- Solo tengo ganas de cruzarme con el que conducía el coche en el que iba mi hermano. ¿Te puedes creer que se presento con unos amigotes suyos a pedir excusas y a hablar con mis padres el otro día?-
- Lo encuentro hasta lógico.- Contesto el hispano japonés, aunque había algo que no le cuadraba de aquella historia. "A ver si resultara que…"- En un accidente que deja victimas mortales no solo sufre la familia.-
- Parece sacado del coloquio del otro día.- Dijo Noriko, como si protestara.
- A decir verdad, el rencor solo mata al que lo sufre.- Sentencio el chico, al tiempo que la película. Aquella frase parecía haber dejado a la chica con la incertidumbre en el rostro. No parecía entender el motivo por el cual Tetsuya veía tan lógica una reacción tan cobarde según su punto de vista. Esos pensamientos se esfumaron mientras veían la película. Hubo momentos en los que esbozaban pequeñas sonrisas, fruto de los comentarios algo sarcásticos del acompañante. Hubo un momento en el que la reacción fue un tanto distinta. La escena narraba como uno de los protagonistas dejaba una rosa a su amada, para más tarde morir por salvar a su hijo. Noriko empezó a llorar emocionada. El chico, percatándose de todo, tendió un pañuelo de tela bordado a la chica, que empezó a secarse la cara. Entonces, Tetsuya pasó su mano izquierda por el hombro de Noriko, haciendo que esta se estremeciese nerviosa.- Si te sirve de consuelo, yo no hubiese dejado una rosa: Hubiese dejado un ramo entero.-
Una vez acabada la película, fueron al restaurante que Nomiya le había recomendado a Tetsuya. Tenía razón su valedor cuando dijo que tenían uno de los mejores ramen de la ciudad. Estuvieron dicharacheros, hablando sobre sus anécdotas en Europa.
- ¿Qué has querido decir en el cine con eso del rencor?- Pregunto Noriko mientras iban hacia su casa. Tetsuya se presto a acompañarla, aun a pesar que llegaría a las tantas a casa.
- No quiero que te lo tomes a mal, pero pienso que cosas como el rencor y la venganza solo es dolor para la persona que la padece.- Contesto el chico, mirando a la chica directamente a los ojos.- Las guerras, al fin y al cabo, son empezadas por un rencor: A una etnia, a un potencial económico, a una forma de pensar o de ver la vida distinta y que puede ser un peligro. Hay muchas formas de rencor.-
- Yo no quiero empezar una guerra.- Replico Noriko, tratando de guardar su rabia en sus adentros.
- Lo se. Y puedo comprender que te sientas así.- Dijo el hispano japonés, midiendo al milímetro sus palabras. Se fijo que ya llegaban a casa de Noriko. Un crespón negro blandía en el buzón de correos. Tetsuya señalo el crespón.- Pero son ese tipo de cosas las que, por mínimas, hacen que la humanidad este dividida.-
- ¿Crees que mi familia y yo estamos marginándonos del mundo?- Pregunto Noriko algo molesta.
- Creo que el pasado, pasado es.- Contesto Tetsuya. Sus manos acariciaban las mejillas de Noriko, intentando de forma un poco inútil de mitigar el dolor que sentía la chica.- No mires atrás, pues solo veras dolor.- La chica cogio las manos del chico y lo beso en una mejilla. Tetsuya no pudo más que ruborizarse.
- Gracias por intentar que siga adelante.- Contesto Noriko a la cara absorta de Tetsuya. Dicho esto, dio media vuelta y fue hacia la puerta de su casa.- Llámame mañana y hablamos¿Vale?- Tetsuya solo se limito a levantar un pulgar. "Definitivamente, me estoy enamorando." Pensaba la chica para si.
Casi al mismo tiempo que Tetsuya estaba en el cine, Hanamichi no podía ocultar su nerviosismo puro. Iba de un lado al otro del pasillo, con la mirada histérica de los nervios. Apoyado en una puerta, Nomiya miraba con gesto sarcástico a su amigo. La actitud de Sakuragi estaba más que justificada. Algo no iba bien y los temores que más había presagiado iban a su mente con la misma velocidad que recorría el pasillo.
- Si sigues así, podremos sembrar algún que otro árbol.- Comento Tomomi, ante la mirada de ira de Sakuragi.- No hace falta que te pongas así. Solo es una charla.-
- ¡No me digas que no me ponga nervioso!- Grito Sakuragi a su amigo, intentando liberar algo de tensión acumulada.- ¡El Gori quiere hablar conmigo¿Sabes de lo que vamos a hablar?-
- ¿Del tiempo?- Pregunto con sorna Nomiya. Al ver que el pelirrojo iba a propinarle un cabezazo, cambio su gesto.- ¡De Haruko, de Haruko!-
- ¡Exactamente!- Dijo Sakuragi, alzando el tono de voz y dejando a su amigo.- Desde que el Gori volvió no ha hecho más que estar con todos sus sentidos pendientes de mí. ¡Ni que fuera una mala influencia para Haruko!-
- Mala influencia, lo que se dice mala influencia, no.- Dijo Nomiya, con cara dubitativa.- Pero no me negaras que para un hermano protector, el novio de su hermana es un enemigo a batir. Y más cuando los padres consienten.-
- ¡Pero si yo cambie por ella, Tomi!- Chillo Hanamichi a los cuatro vientos.- Por Haruko entre en el equipo de baloncesto, me hice un buen estudiante, trate de controlar mi temperamento. ¡Todo lo hice y lo quiero hacer por ella y para ella!-
- ¿Incluido el capitulo del otro día?- Pregunto Nomiya, ante la mirada dubitativa y asustada de Sakuragi.- Haruko me comento algo de "cierto escarceo" hace no mucho.- Hanamichi agarro a su amigo por la camiseta, alzándolo un par de centímetros por encima del suelo.- ¡Haz el favor de no matar a tu consejero espiritual y amoroso! Es eso lo que le preocupa a Akagi, so memo.-
Hanamichi soltó a Nomiya de repente, como si un rayo lo hubiese fulminado. Miraba a su amigo con gesto torcido, sin punto fijo donde mirar. "Supongo que este es el momento de trance que me comentaron los colegas." Nomiya tuvo que pasar su mano varias veces cerca de la cara del pelirrojo para que este volviese a reaccionar. Entonces, Hanamichi se metió las manos en los bolsillos, dirigiéndose al salón.
- Así que es eso lo que le molesta, que me acueste con ella.- Iba diciendo Sakuragi mientras caminaba.- ¿Qué pretende¿Qué me aguante hasta la noche de bodas?-
- Si por él fuera, ni eso.- Contesto Tomomi, haciendo que Sakuragi se enfadara aun mas.- Mira, no te lo tomes a mal, pero tienes un cuñado que es…-
- Un poco maduro.- Dijo la voz de Akagi a sus espaldas. Nomiya dio un salto de miedo, mientras que Sakuragi palideció a una velocidad vertiginosa.- Chicos, quiero hablar seriamente con los dos.-
- ¿C-c-c-con los dos?- Tartamudeo Nomiya.- Creía que yo no entraba en este culebron.-
- Insisto.- volvió a sugerir Takenori. Hanamichi sabia que las sugerencias del antiguo capitán del Shohoku eran ordenes disimuladas. Así que, cogiendo a Nomiya por un hombro, se sentó en el sofá. Akagi ocupo uno de los sillones del salón.- Creo que los tres somos lo suficientemente maduros para hablar de chicas.-
- Este sigue teniendo la inteligencia sexual de un chico de 14 años.- Dijo Nomiya sarcásticamente, señalando a Sakuragi, que no pudo hacer otra cosa que darle una colleja.- Aunque refiriéndose a la hembra en cuestión, creo que estará a la altura.-
- Estamos hablando de mi hermana, Tomomi.- Dijo Akagi molesto. Los términos de su compañero de piso no eran los adecuados según él.
- Ya¿Y que?- Pregunto Nomiya.- Los chicos hablan en estos términos, quieras o no quieras. No puedes evitar que una chica como tu hermana se sienta atraída por este pedazo de bombón.-
- ¿Me estas tirando los trastos?- Pregunto Sakuragi, al verse señalado por su amigo.
- ¡Te estoy guardando las espaldas, cateto!- Contesto Nomiya algo molesto.- Mira, ellos se gustan y ya son mayores de edad. Se por experiencia propia que un hermano puede resultar un coñazo, pero debes admitir, Akagi, que Sakuragi ha cambiado mucho. Y mucha culpa del cambio la tiene Haruko.-
- ¿De que experiencia hablas?- volvió a preguntar Hanamichi.- Pero si tú eres hijo único.-
- Pero tu hermana no.- Contesto Nomiya, haciendo que Sakuragi se levantara de su asiento muy enfadado. Nomiya no tuvo mas remedio que esconderse detrás de Akagi.- ¿Ves a lo que me refiero? Así se siente Sakuragi cuando te enfadas por su relación con Haruko.- El capitán no decía nada. Solo miraba a Sakuragi rojo de ira correr detrás de Nomiya, que se refugio en su habitación como pudo.
- Supongo que Nomiya tiene razón.- Sentencio Akagi cuando el pelirrojo volvió de perseguir a su amigo.- Pero quiero dejarte una cosa clara, Sakuragi. Quiero que cuides de ella tan bien como hasta ahora.-
- Eso haré, no hace falta que lo dudes.- Dijo Sakuragi. Mientras la discusión terminaba, el teléfono sonó. Era Kiyota, muy alterado.
El partido contra la universidad de Shinjuku fue demasiado fácil. Ni siquiera sudaron las camisetas. Pero la cabeza de los jugadores estaba en otro sitio. Había reporteros campando por todo el gimnasio buscando información referente a una bomba deportiva que estallo la noche anterior. Masashi Kawata había dado positivo en un control antidopaje efectuado durante la concentración de la selección en Kanagawa. Se rumoreaba que la sustancia era EPO, y que solo los jugadores que pertenecieron al Sannou la tomaban, a espaldas de los compañeros y del cuerpo técnico. Ya en el vestuario, las caras de preocupación se vislumbraban en todos los jugadores. La selección había conseguido un meritorio segundo puesto, solo superada por la todopoderosa China. Además, el subcampeonato daba acceso al Mundial que se celebraría el año siguiente en Barcelona. De todas las caras, la más ausente era sin lugar a dudas la de Mikio.
- He hablado con el doctor Negisaki, de la selección.- empezó a hablar Anzai, dispuesto a informar a sus jugadores.- Por lo que me ha dicho, el nivel de hematocrito era de setenta y cinco, veinticinco por encima de la media.-
- ¿Han descartado ya que el proceso sea natural?- Pregunto Fujima, mirando a Mikio con recelo. Si sus sospechas eran ciertas, muy probablemente Mikio también tuviera el hematocrito por las nubes.
- Si te preocupa algo, tranquilo.- Dijo Mikio, sintiéndose molesto.- Hasta la fecha, todos los controles que he realizado han dado negativo.-
- Ese no es el caso.- Replico Fujima.- Las noticias hablan del todopoderoso Sannou. A lo mejor ya os chutabais en la época del instituto.-
- ¿Te estas oyendo, Kenji?- Pregunto incrédulo Mitsui.- Estas acusando a un compañero de doparse. Solo porque su hermano haya dado positivo, no implica que él también lo haga.-
- Pero no es normal.- Sentencio Kenji, nuevamente mirando fijamente a Mikio.- Lo único que se es que todos los integrantes del Sannou están bajo sospecha. Y él era uno de ellos.-
- Por muy bajo sospecha que este, existe la presunción de inocencia.- volvió a replicar Mitsui, enfadándose más.- ¿Qué pasa, Kenji¿Buscas cualquier excusa para apartar a Mikio y que juegue Tooru?-
- No tiene nada que ver una cosa con la otra.- Dijo Hanagata, levantándose con cierto nerviosismo.- Hasta la fecha hemos repartido muchísimo los minutos. Nadie tiene quejas en ese tema. Lo que Kenji trata de decir es que ahora nos exponemos a una opinión pública que nos puede matar.-
- Creo que existe una solución viable.- Dijo Hisashi, meditando. Se volvió a Kiyota, que tenia la mirada clavada en su capitán, rabioso y muy enfadado. De todas las frases posibles, el que se acuse a alguien de doparse es algo muy barriobajero, mas si es de tu mismo equipo.- Nobunaga y Ayako estudian enfermería. Supongo que en el laboratorio tendrán lo necesario para una extracción de sangre. Sacamos dos muestras de Mikio. Una la enviamos a los laboratorios de la federación y la otra la analizamos por nuestra cuenta.-
- ¿Y que ganamos con eso?- Pregunto curioso Fukuda.
- Pues que si uno de los análisis sale positivo y el otro negativo, sabremos que algo va mal.- Contesto Kiyota. El resto del equipo empezó a murmurar. Ir en contra de la federación era un paso arriesgado, pero si se demostraba que había una mano negra, quizás ganarían algo. Sorprendentemente, una figura pelirroja no estaba en aquel momento en el vestuario. Sakuragi se encontraba en un teléfono público, con una mirada de enfado reflejado en su rostro. Llevaba más de quince minutos tratando de contactar con alguien.
- Habitación 411. Rukawa al habla.- Dijo Kaede desde el otro lado del auricular. Su voz delataba que estaba durmiendo cuando el teléfono sonó.
- ¡Zorro de los huevos!- Protesto Hanamichi.- ¡Llevo quince minutos colgado al teléfono esperando que te pusieras¿Qué estabas, duchándote?-
- No.- Contesto secamente Rukawa.- Supongo que lo que estuviera haciendo no te importa mucho. ¿Para que llamas?-
- ¿Y tu que crees?- Pregunto incrédulo Sakuragi.- Llamo por lo de Kawata, a ver si sabes algo.-
- Lo que pone la prensa.- Contesto el moreno, mientras se rascaba los ojos para desperezarse.- Los periodistas no han dejado de llamar a la residencia. Esto se convertirá en un hervidero de gente.-
- Y supongo que a ti eso no te va bien.- Supuso Hanamichi.- Haz lo que creas conveniente, pero trata de buscar información.-
- Por lo que se, Maki esta muy enfadado con los del Sannou.- Dijo Kaede.- La federación los ha llamado. Y no tardaran en llamar a otros miembros del Sannou. Creo que va a haber una caza de brujas si el contraanálisis sale positivo.-
- Y todos los que hayamos jugado en la selección estaremos en el punto de mira.- Sentencio Hanamichi, cambiando su rostro de enfadado a asustado.- ¿Sawakita lo sabe?-
- Supongo. Pero a él no le tocaran.- Dijo Kaede.- Se ha excusado con un análisis enviado a finales de mes, en el que daba negativo.-
- ¿Y como esta el hermano de Mikio?- Pregunto Sakuragi.- Que yo sepa, Mikio no ha podido hablar con él aun.-
- Y no creo que pueda.- Contesto Rukawa.- Se ha marchado a su casa, para evitar el revuelo de periodistas. Sinceramente, es lo mejor que puede hacer.-
- Vale, gracias por la información.- Dijo Sakuragi.- Si se algo, te llamare.-
- De acuerdo.- Dijo Kaede. Mientras se despedían, la mente de Rukawa iba a mil por hora. Sabia algo que no le había contado a Hanamichi.
- ¿Quién era, Kaede?- Dijo una voz femenina procedente de lo que parecía el cuarto de baño de la habitación.- parecía muy ansioso por hablar contigo.-
- Nada importante.- Contesto Rukawa. Miro a su alrededor, buscando algo que ponerse. Cerca de la cama, ropa de hombre y de mujer se mezclaban como si allí hubiese pasado un torbellino de pasiones.- ¿Dónde esta mi camiseta de Georgetown?-
- La he cogido para después de la ducha.- Contesto la voz femenina. Su tono se acaramelo- ¿Puedes ayudarme con la espalda?- Rukawa miro con desdén hacia donde procedía la voz. "Desde luego, esta chica es insaciable."
- No veo porque no.- Contesto Rukawa mientras iba, desnudo, hacia el cuarto de baño.
H23 Timeout!
Nass y Feliz Año! Me ha costado mas de la cuenta, pero aqui esta la continuacion. Primero, pedir disculpas por la tardanza, pero mi cabeza ha estado y sigue muy ocupada. Dichi esto, comment del cap anterior:
Khira: El Shintai tiene un equipazo, de eso no tengo dudas. Quizas Hana y los suyos no ganen, pero lo dicho; en mi cabeza hay muchas ideas.
Angel Nemesis: Supongo que esa dureza de la madre es ese sentimiento de "injusticia" que afloran en situaciones como estas. Ya te aviso que a partir del proximo cap, las cosas entre Noriko y Tetsuya iran bien hasta cierto punto.
Shadir: No, no bajo. Nomiya crecio culpa del chichon. Y eso que pobre Hana, esperate a que Akagi se ablande. De hecho ya ha empezado a ablandarse.
Abuelint: Supongo que es lo que imaginas. Y que Angel Nemesis te secunda en eso. Haruko no es que parezca algo que suene raro. Creo que podemos evaluarlo todo en "razones biologicas naturales". Sera el reloj biologico, supongo.
Celine: Lo dicho, ya vere si pongo lemon. Como intento me gusto como quedo. Pero necesito tiempo e info para profundizar en el tema (Suena todo mal, no?)
