Un momento íntimo.
Ya saben, lo de la disgrafia, disculpas por los teclazos y horrores del auto corrector.
Y recuerden, Naruto y sus personajes son propiedad de Kishimoto sensei
Review
El dragón negro.
Gracias por el pitazo.
Samuel Santillan.
Gracias, al menos eres respetuoso con tú comentario.
Irina Akashira.
Gracias por el regaño. Cosas del coraje
Saigo linnear.
Esa me la sugirieron, para que me adornó con algo que me sugirió alguien más.
Invitado
Por principio de cuentas: si no te gusta ¿Para que lo lees? En segunda.
Pudrete, El Teorías, casualmente llega a los dos minutos de que YouTube me avisa que borró el canal. Para que se te quite lo ratero.
Daniel.
Seep, ya va a ir uno de esos.
Aunque también puedes sugerir un fanfic.
Regina alba Blossom.
Que bueno que te gustó.
Fe de erratas o ratas con mucha fé.
Cómo una lectora me señaló, por el coraje de ese asqueroso ladrón, olvidé poner la ficha del fic anterior.
Naruto and the Last Vampiress de Crossoverparinglove.
El otro, es un fanfic mio. De ahí que no lo ponga, además, se supone que ya saben cuál es.
La imagen mostró el bar de costumbre para la mayoría de los ahí presentes y mostró una escena que era normal para Shizune ver, no tanto para los demás. En especial los genin y Hanabi.
Para vergüenza de Tsunade y Jiraiya.
Tsunade abandonó la botella vacía de sake sobre la mesa y sonrió bobaliconamente, mientras llamaba a la mesera para que traiga otra ronda. Su boca hedía a alcohol y la transpiración bajaba por su sien en estado líquido.
-¿Tenía que ser tan mordaz con esa descripción?- Preguntó ofendida la Senju.
-Mmmm, seeep.
-Eso temía- suspiró derrotada la Senju.
Frente a ella, sentado en el mismo kotatsu, Jiraiya, estaba en su mismo estado o tal vez un poco menos ebrio, reía a carcajadas al ver el estado de su buena amiga, buena amiga.
-Tipico- rodaron los ojos los conocidos de ambos, incluyendo a Naruto.
—Ji-rai-ya—dijo la rubia entre risas, se enderezó y apoyó sus codos sobre la mesa, mientras cruzaba sus piernas en forma de indio-¿Qué es lo mejor de mí?
-Tenía ganas de darle una paliza- asintió Kushina como si descubriera algo impresionante.
El peliblanco dirigió su mirada hacia los atributos de esta mujer voluptuosa, y Tsunade, con las mejillas sonrojadas por el efecto del alcohol o la vergüenza, levantó por reflejo su mano derecha con intención de estamparla fuertemente contra la mejilla del hombre, pero la mirada de este volviendo a sus ojos, la interrumpió…
-Y aquí vamos otra vez- rodaron la mayoría los ojos, ya sabiendo que iba a pasar….
—Antes de que me golpees, Tsunade, te diré que es lo mejor de ti—dijo tomando posición seria— Creo que...no...no...lo mejor de ti es, definitivamente, tu gran sensatez, no dudas en decir las cosas—se sinceró ante aquella mujer, su gran amiga del alma y algo más — Y espero que siga siendo así-le palmeó la mano que estaba apoyada sobre la mesa ante la mirada atónita de Tsunade, que aun, en ese estado, entendió perfectamente la declaración que acababa de presenciar.
-¿Y los putazos?- dijeron extrañadas Anko y Kushina.
Para crédito de esa versión de Jiraiya, Tsunade estaba sonrojada por el halago.
La imagen se apagó, pero casi al mismo tiempo, mostró una imagen nueva sin necesidad de que alguien lo manipule.
Esta vez mostraba la oficina kage, y a una Sanin que se veía fatal, dándole a sus allegados, un muy mal presentimiento.
El sufrimiento de perder a un ser realmente querido es fatal. Vivir por eso una vez, dolía mucho. Dos veces, la carga se iba haciendo cada vez más pesada. Pero tres veces, tres seres realmente amados por ella, era completamente insufrible.
-¡Oh, mierda!- ahogó un grito Tsunade, quería decir que Naruto, Jiraiya, Shizune o Sakura (en el supuesto de que su doble se encariño con ella….)
Lo mismo pensaron sus conocidos, junto al vago, el emo sensible y Shino.
Las palabras fueron muy claras y tuvo que escucharlas dos veces para poder entender el mensaje por completo.
"Jiraiya–sama ha muerto en batalla".
-¡Eso no es cierto!- nego Naruto vehemente- ¡Erosennin, no puede morir en batalla!
-Ah, pero hay algo importante- nego Shin- ustedes son mortales y pueden morir, Jiraiya es quizás un hombre extraordinario, pero hombre al fin, puede morir envenenado por ejemplo.
-E...esa…¿es una constante?- Preguntó Tsunade. El dios asintió, para horror de ella y Naruto, por lo que agregó- ¿Quién?
-Nagato- respondió simplemente el dios.
Jiraiya trago duro. Era difícil creer que Nagato y Konan seguian vivos y que él lo asesinaría, pero… infinitas posibilidades…. Y era una constante… eso dolía mucho más.
Y después de haberlo escuchado dos veces ella tuvo que repetírselo a Sai y Kakashi cuando les mandó a llamar como parte del nuevo equipo siete, compañeros del rubio al que tendría que enfrentar un poco después. Tal vez si Sakura no hubiera estado ahí la primera vez que el sapo le informó la triste noticia ella hubiese soltado el llanto, pero estando ahí la pelirrosa tenía que demostrar autoridad y liderazgo apropiadamente. Lamentablemente por eso ahora aguantaba el llanto que luchaba por no dejar escapar frente a sus subordinados.
-Por eso es que tengo tanta fe en ti, mi hime- sonrió amargamente el Sanin- porque pocas personas tienen una voluntad del fuego como la tuya.
-Eso no es verdad- nego ella.
-Eso…- desdeñó el Sanin- quedó reducida a una ascua, pero el Gaki se encargó de volver a avivarla. Si es una constante… al menos te pido que vivas para ti misma.
Ella solo puede asentir, pero por dentro ya está maquinado maneras de evitar que su amigo más cercano muera en batalla.
¡Al diablo con todo! ¡Él era su compañero de vida! Él la sostuvo en brazos ante la noticia de Nawaki, estuvo ahí con ella cuando perdió a Dan. ¿Quién la abrazaría ahora que él no estaba? ¿Quién sería capaz de ocupar su lugar?
-Bueno, ella también es humano- murmuró la ojiperla que tomó de la mano a Naruto- no quiero ni puedo imaginar algo tan devastador.
¡Nadie en la maldita Tierra lo haría! Él era único.
Ella pensó en todo eso mientras caminaba a su habitación desde el despacho por ese largo pasillo. Había dejado a Sakura con Shikamaru después de informarles lo que tenían que hacer, eso era lo último que le faltaba preparar ese día respecto a la investigación que comenzarían con esmero en la villa con los cuerpos de Pein. Ahora podría descansar y tomarse unos minutos, unas horas a solas para llorar y dejar ir todas las penas que la abrumaban.
-Pein- murmuró él Sanin, eso le iba dando más sentido. "Así que tú eres el líder de Akatsuki, mis dos alumnos se van a enfrentar en el futuro, y yo no estare para guiarlos cuando eso suceda" pensó con dolor. Creer que habían muerto en esa emboscada sería un error que aparentemente le iba a costar la vida.
Aunque teóricamente podía hacer algo para evitarlo, sentía que se lo merecía, un castigo por todos sus errores.
El licor no estaba en sus planes pues recordó lo que una vez le dijo él, el hombre por quién lloraría sin que nadie lo supiera, Jiraiya le dijo que la bebida está para celebrar y le hizo jurar que si él moría ella no se emborracharía como lo había hecho con Nawaki y Dan, cuando su vicio comenzó. Él odiaba verla borracha por dolor, no tanto así cuando estaban en una fiesta, y sólo por eso no mancharía su memoria embriagándose por él, porque sabía que él no lo querría así.
Tsunade y Jiraiya se congelan al oír ello….No puede ser posible…¿o si?
La rubia tetona mira furtivamente al dios, que asiente sutilmente, lo que hace que su corazón se estruje más. Shin lo había dicho, el Ether está más allá del tiempo, así que eso era lógico y probable. O una línea de tiempo /dimensión casi idéntica a la suya. Pero ese asentimiento….
Tonto… Pensaba cada vez más fuerte.
¿Le dijo o no que era muy peligroso? Ella iba a ir con él, pero él no lo permitió. Tal vez, y sólo tal vez si ella hubiera estado ahí para apoyarlo su destino habría sido diferente, habría perdido la apuesta. ¿Por qué no lo siguió?
-Jiraiya la intento tranquilizar, sugiriendo que apueste a que caerá en batalla- dió el contexto Shin- ¿Adivinan que pasó?
Él era más importante que todos los aldeanos, eso lo seguiría pensando hasta que acabaran sus días. Pero era algo que no podía decir en voz alta, uno de los muchos secretos que tendría que guardar por ser Hokage y tener la obligación de pensar primero en su pueblo que en sus propios sentimientos.
-No sabía que era tan difícil ser Hokage- expreso Kiba.
-Si lo fuera, cualquier persona podría serlo- le contestó secamente Shino.
Ahora él formaba parte de su 'gran pecho lleno de penas'. Así lo había bautizado él. ¿Por qué cada cosa en la que pensaba le recordaba a él? Porque estás de luto, le recordó una vocecita en su interior. Cuando tuvieron su última tarde de bebidas él se lo dijo a ella, que guardaba todo su doloroso pasado tras ese gigantesco pecho. Ella ni siquiera le recriminó eso, estaba pensando en cómo obligarle a quedarse en la aldea. Daría lo que fuera por que él estuviera junto a ella diciéndole todos los apodos que le tuvo desde que se conocieron, comenzando por pecho plano Tsunade y terminando por vieja cincuentona. Daría más que su vida, daría su alma de ser necesario para no tener que soportar de nuevo el vacío que causaba la soledad.
-Apodo irónico- fue todo lo que Anko pudo decir.
-Algo así- respondió Shin.
Sus pasos se hacían cada vez más inestables conforme caminaba por el piso de madera.
No soportó el dolor que nacía en su estómago y subía veloz hasta quemarle la garganta obligándola a liberarse, a llorar. Primero soltó una lágrima que cayó rápidamente, después otras dos hasta que su rostro quedó empapado. Quería hipar, quería gritar, quería caer de rodillas y maldecir a toda la tierra mientras repitiera su nombre cuantas veces su voz se lo permitiera. Jiraiya. Pero confiscada a las ataduras invisibles que tenía por ser la Quinta Hokage de Konoha no podía permitirse caer tan bajo y mostrar tanta debilidad. No era cuestión de orgullo o de dignidad, quemaría su orgullo y dejaría su dignidad ser aplastada por cualquiera de ser ese el caso, lo que se lo impedía era el hecho de tener que mostrar fortaleza por el bien de su nación. No podía permitir que Konoha tuviera a una líder tan frágil sentimentalmente. El Hokage era el más fuerte de la aldea en todos los sentidos.
-Y aspiras a eso- le recordó Shin al joven Uzumaki- que al menos te lleves esa lección a casa.
Naruto seguía triste al saber que su padrino podría morir pronto, pero aún fue capaz de asentir como respuesta al dios.
Lo único que pudo dejar salir de sus labios antes de golpearse lateralmente un par de veces contra la pared fue:
—Tonto. —Su boca luchó por gritar, su cerebro lo impidió.
Recordó cuando lo conoció por primera vez. Recordó que fue la primera vez que lo golpeó por su atrevimiento. ¿Ella, escribirle cartas de amor? Estaba soñando.
-Todavia me acuerdo lo que me pasó la primera vez que lo sugerí- sonrió divertido el peliblanco
…Pero si eso lo pudiera traer de vuelta, escribiría novelas dedicadas sólo a él.
Tsunade asiente de acuerdo, incluso iría tan lejos como para plasmar en papel, lo que en la realidad no fue o sería, si con eso evitaba ese cruel destino.
¿Cuántos años juntos? ¿Cuarenta?
Ella lo vio crecer, de ser un niño pervertido a un anciano aún peor. Lo tuvo a su lado en su juventud, luchó junto a él en sus mejores años. Fue conocida como Sannin con él y la víbora de Orochimaru. ¿Quién la acompañaría ahora en el dolor que ella misma provocó?
Culpable, así se sentía por haberle dejado ir.
Jiraiya le toma la mano y niega, lo que casi hace que ella también rompa en llanto. En este lugar y momento no importa, ya saben que ella también puede ser frágil. No tiene que guardar las apariencias.
¿Ese era el destino que él buscó por tantos años? ¿Morir y dejarla sola, agonizando por su adiós?
Él debió ser el Hokage, él debió estar en la aldea mientras ella salía a pelear, no al revés, no partiéndole el corazón por tercera vez.
Sólo tres personas habían sido verdaderamente importantes para ella. Nawaki, Dan y él. Y a los tres los perdió por culpa de las batallas, de las luchas que sólo dejan dolor y sangre.
-Cuatro en realidad- se corrigió a sí misma viendo en dirección del rubio ruidoso que lo está tomando tan mal como ella.
Su hermano, sangre de su sangre. Su novio, a quien consideró el amor de su vida. Ella nunca volvió a estar con nadie más desde que él murió, ni siquiera un beso por efectos del licor.
Shizune se tapa la boca, ya sabe lo que Jiraiya y su maestra entendieron por ese momento tan íntimo.
Y su mejor amigo, su compañero eterno, quién dio su vida por proteger a la aldea, a ella. ¿Por qué no le dejó ningún mensaje? ¡Ella se lo dijo! Si estás en peligro manda a un sapo tuyo, no dudaré en partir lo más pronto posible ¿No fue suficientemente clara? ¿Por qué no lo entendió? Pero él sí le había entendido, la pregunta correcta era: ¿Por qué se empeñó en no hacerle caso?
-¿Porque?- Preguntó ella
-No sé- respondió él- pero debo haber tenido un buen motivo para hacerlo.
Tonto…
Naruto tiene razón. ¿De haber sido tú el Hokage me hubieses dejado partir sola? Por supuesto que no. Y yo no debí hacerlo.
-Se lo tomo mal, por lo que veo- musito la pelirrosa.
-Tomandinen cuenta que es lo más cercano a un familiar que tiene, es natural- le defiende sorprendentemente el Uchiha. Era algo con lo que él podía entenderlo, pero, sabiendo como era el "Dobe"... El seguramente no buscaría venganza.
Se sentía cada vez más culpable con sus pensamientos mientras seguía reprimiendo las ganas de desgarrar su garganta gritando todo lo que sentía.
Su amor por Jiraiya fue incluso más grande que él que recordaba haber sentido por Dan porque era un amor diferente. Para ella Dan era la figura de un novio, un esposo, alguien con quien vivir y pasar el resto de su vida. Jiraiya era completamente opuesto a eso, no imaginaba a ese hombre siéndole fiel todos los días de su vida y no soportaría pasar todos los días junto a él sin tener la necesidad de golpearlo. Para ella Jiraiya simplemente era su complemento, quién en el mundo la podía entender mejor. Quién la hizo ser lo que era.
-Eso me suena a un alma gemela- le comento Kurenai a Asuma.
Este solo asiente y sigue oyendo con ella
-Después de todo, también es Humana- musito Tenten al ver a la mujer que admira tanto actuar como cualquier otra persona.
Él la buscó para ascenderla a Hokage, él siempre estuvo ahí, apoyándola.
Aunque lo último había sido porque él mismo no quería el puesto.
-Y me consta- intento tener sentido del humor el peliplata.
Si Dan tuvo una parte de su corazón, Jiraiya tuvo todo el resto. Estaba destrozada, no quería hablar, quería renunciar al puesto de Hokage y seguirlo, ir a buscar su cuerpo, abrazarlo una última vez. Llorar en su pecho, eso era mejor que llorar a oscuras en una habitación que era lo que terminaría haciendo porque no podía dejar a su aldea abandonada en un momento así. Cómo él se lo dijo antes de partir, la guerra se aproximaba y no podían hacer nada para evitarlo, que ella renunciara y nombraran a otro sólo daría inestabilidad en el momento menos indicado. Ella debía ser firme y dejar el egoísmo de lado para proteger a aquellos que tenían el corazón puesto con confianza en sus decisiones, su pueblo.
-Por ejemplo, nombrarian a Danzō- comentó casualmente Shin.
Y eso levantó escozor en la mayoría, menos en Hanabi….y eso, porque no lo conoce.
Una imagen de él apareció en su cabeza, sus ojos negros y profundos perforándola, mirando a través de su alma mientras le sonreía. Una sonrisa grande, completa. La sonrisa traviesa e infantil que le dio cuando la conoció. La misma sonrisa que le dio cuando la despidió en aquella banca del parque.
Si alguna vez lo encontraba en la otra vida lo haría pagar, lo haría pagar muy caro el haberla dejado en ese estado.
-Si es/ la creo capaz- murmuraron los conocidos de ambos.
Ella sabía que él no iba a volver. Cómo se odiaba en ese momento por haber ganado la apuesta. ¿Por qué tenía que tentar a su suerte? Tal vez, si él hubiera regresado con vida, ella hubiera accedido a tener una cita con él.
Él se lo perdió. No esperó el sí de ella.
-Literalmente me tengo que morir para que quiera una cita conmigo, eso no se vale- dijo deprimido el Sanin sapo. Eso también le calo, aunque no tanto como lo demás.
Tonto…
Se limpió el rostro no sin antes recordar como la abrazó cuando Dan y Nawaki la dejaron, extrañó esos abrazos y deseó con todas sus fuerzas que llegara y la abrazara como en ese entonces. Pero eso no pasaría.
A él le dolía ver como guardaba en su gran pecho todos los recuerdos de la gente que fue especial para ella. Pero él sólo hizo su pecho más grande y más lleno de recuerdos al morir.
-Sensei- musito triste Shizune.
Espero estés feliz, Jiraiya. El número de seres queridos fallecidos sí siguió aumentando, como tú dijiste. —Todavía en sus pensamientos y sin pronunciar palabra pensó— ¡Morir no te hizo un viejo genial! No ante mis ojos… Hubieses sido un viejo más genial quedándote a mi lado unos cuantos años más.
Tonto…
-Sensei- también murmuraron Hanamei y Kushina. Nunca la vieron tan vulnerable en su vida. Esto les recordó nuevamente que la Senju también era humana.
Se compuso y siguió caminando a paso firme hacia su habitación donde no había peligro de que alguien interrumpiera su pesar. Dónde tenía una copia del primer libro de Jiraiya, ese que tenía como personaje principal a un muchacho llamado Naruto, del cual después el Yondaime escogió el nombre para el hiperactivo rubio.
En ese libro él redactó varias de sus aventuras, de sus peleas. Había un personaje, Shao, y ella estaba segura, aún pecando de egocentrismo, que ese personaje se había inspirado en ella. La redactó como la mujer más hermosa que jamás vieron sus ojos y de un amor no correspondido. Ese libro no se vendió y pocos supieron de su existencia, pero ella lo compró y lo guardó sin que él se enterara nunca. Jamás le pidió que se lo firmara, tal vez debió habérselo pedido… Pero cuando llegó a la librería y vio que no había nadie sólo pudo reír y salir de ahí. Pobre Jiraiya. Tal vez ella debió ir a pedirle que le firmara una copia, aunque no lo hizo porque supuso que él lo hubiera tomado como una cruel burla de su parte.
-Hime- sonrió triunfal el Sanin al ver a Tsunade sonrojada por haber sido exhibida así
Ella no era tan mala para hacer eso. Bueno, tal vez sí. Pero en serio quiso que le firmara ese libro, lástima que él tiempo nunca se lo permitió.
-Llegando- murmuró ella- al regreso me lo firmas.
Ella no necesito ver a Jiraiya para saber qué había asentido afirmativamente.
Y a paso firme terminó de recorrer los pasillos y llegó hasta su habitación personal. Se quitó el abrigo, se soltó el cabello y se tiró en la cama a llorar las penas que el alcohol no podía borrar, las penas que ella tenía que superar a conciencia. Las penas que se formaron por la partida de él.
Liberar el dolor que su muerte le dejó, el gran dolor.
Ahora estaba sola. Completamente sola. No tenía a nadie a quien acudir. Shizune y Sakura eran simplemente dos de sus estudiantes, pronto se irían y formarían su propio camino. A su edad ya no había nadie que la comprendiera de la noche a la mañana, nadie que tuviera sus recuerdos preciados de infancia.
No había nadie como Jiraiya. Como lo extrañaba.
-Yo también la quiero- dijo algo ofendida la Kato. Nuevamente la Sanin se sonroja, ya que el dolor la hizo olvidar a varios de sus seres queridos que aún le quedaban. Cómo Shizune y Naruto.
Cómo una vez le dijo: "No me puedo envolver en la tristeza, mi deber es ser ejemplo para las próximas generaciones y ayudarlos".
-De que se lo propone, es un gran hombre- sonrió Asuma algo amargo- por eso mi viejo le tenía tanta fe y aprecio.
—Yo sé que no me debo envolver en la tristeza pero solo serán unas horas de llanto, después de eso te prometo que seré un buen líder para la aldea. —Hipó— Déjame desahogarme solo un poco, solo unas horas, con tu recuerdo. —Susurró con su cara contra la almohada y las sábanas.
Tonto… Te extraño ahora más que nunca. Me he quedado sola, te he perdido para siempre... y no puedo hacer nada más que seguir el estúpido protocolo.
Tonta de mí.
La imagen del orbe se apagó dejando un silencio sepulcral…..
Y corte.
Sip, atiendo a sus comentarios y por MP y otros medios me han dicho que quieren ver historias que no sean de Naruto, iré metiendo eso, pero también ayuden, que igualmente, la mayoría de los que se quejan, olvidan que los fic que me sugieren…. En su mayoria son NH y también…. Son de Naruto…
Dabble
"¿Que es lo mejor de mi?" De Lal Mirch 96
One shoot
"Tonto" de Isi-san
Ya saben, dejenme su review, así no solo me animan a escribir, habrá retroalimentación entre nosotros.
