ԐPunto y seguidoЗ

Al final, entre la culpa y la vergüenza, dormí en el piso de mi habitación, improvisando un colchón con varias cobijas, sábanas y colchas, de esa manera no sería tan incómodo. Por supuesto a Eren no le dio ni pizca de gracia porque según él, el chiste de quedarse en mi casa a dormir, era dormir juntos. Si bueno, no después de sus intentos fallidos y preguntas sin sentido alguno.

Desperté inusualmente temprano, guiado aún por los malos pensamientos, él aún está dormido, respira quedamente sobre mis almohadas, soy capaz de verlo desde donde estoy. Por lo visto tiene un sueño desordenado, se mueve bastante haciendo que las sábanas terminen enredadas en todo su cuerpo, parece un bollo de forma extraña. Tiene saliva en la comisura de los labios, emite un soplido bastante suave mientras respira, su piel está rosada en las mejillas, dándole un aspecto suave, las pestañas resplandecen con los pocos rayos de sol que entran por entre las cortinas. La culpa vuelve ¿Cómo si quiera pensé algo en ese tono sobre él? Qué es el pináculo de la inocencia, incapaz siquiera algo sobre cómo ser alguien "sexy". Tiene dieciséis, solo un crío, igual que yo.

¿De dónde habrán venido esos pensamientos tan de repente? No digo que sea imposible que los tenga, solo que con esa actitud que tiene de repente demasiado infantil, es algo para sorprenderse.

Cierro los ojos un momento, mamá de seguro ya se ha ido al trabajo y Mika no tardará en despertarse, supongo que también tendrá que salir a la cafetería. No tengo sueño, he tenido bastante tiempo para descansar, dormir y hacer el vago, así que cansado definitivamente no me siento.

Lo admito, he dormido pensando en eso. Juntándose con las advertencias claras de Zöe al respecto de ese tema. Ella tenía claro lo que debía evitarse, mantenerse al margen, tener cuidado. Tengo entendido que la vida sexual se inicia, normalmente, después de la mayoría de edad, por la madurez y esas cosas. Claro, es solo un estándar porque siempre hay gente que lo hace antes y otros mucho después. Jamás había pensado en el tema más allá de la información que se da en la escuela y la que mamá comparte con nosotros como parte de la educación sexual, no me había interesado por eso, bueno, ni siquiera ahora, si soy sincero. Pero, claro, entre más advertencias haya, más curiosidad genera el asunto y aún más, con los hechos recientes.

¿Eren pensara seriamente en eso? Conociéndolo es capaz de buscar información exhaustivamente para que nada lo tome por sorpresa. ¿Ya ha investigado y por eso ha hecho lo que ha hecho? Es algo que definitivamente haría.

¿Qué se supone que me correspondería hacer a mí en todo caso?

No he querido hacer nada, leer sobre el tema, entrar a internet, nada de eso, porque el solo imaginarnos a nosotros en una situación comprometedora como esa es un poco chocante. Me siento sucio, como si estuviera abusando de la inocencia de un niño. Ya sé que es absurdo porque técnicamente solo nos llevamos un año y además de que él ha demostrado tener más descaro que otras cosas en su lista.

Me pregunto si el del problema soy yo.

Ver a Eren de un modo "atractivo" o "sexy" en general es un poco incómodo. En lo que a mí respecta es más suave y tierno que eso, y ni siquiera sé si esas son las palabras adecuadas, me gusta, es cierto, pero nada más. Tiene un rostro bonito, una inteligencia increíble, una forma de ver el mundo única, arrebatos que te hacen cuestionarte muchas cosas. Me gusta de esa forma. Físicamente hablando, su rostro él lo primero que he visto de él. Ahora bien, de manera corporal, es hasta anoche que he notado esos otros detalles, el largo de sus piernas, la curva de su cintura, su vientre expuesto...

Ni siquiera debería pensarlo ahora.

Vaya, que me pusieron bastante nervioso, me pone bastante nervioso siquiera ponerlo en el debate.

He tenido demasiado drama en mi vida como para tener que agregar cosas de este tipo, vamos, es hasta hace poco que he salido del golpe emocional con respecto a mi relación. No necesito otro más para terminar de hundirme.

Siento como la sábana que me cubre se alza y a alguien colándose hasta donde estoy yo, meditando sobre todas las cosas inútiles que se me ocurren. Sus brazos me rodean de la mejor manera posible y esconde su rostro en mi espalda como si se acurrucara.

—Eren. ¿Qué haces? —digo sin abrir los ojos.

—Perdón, te desperté. —dice demasiado cerca de mi oído, haciendo que todos los vellos de la nuca se ericen.

¿Cuándo en toda la vida había tenido la voz de ese modo?

—No hagas eso. —me quejo.

—Perdón. —susurra, volviendo a ocultarse en mi espalda. —Yo de verdad quería dormir contigo.

¿Y hacer cosas de este estilo? No gracias, ya tengo suficiente con lo que pasa dentro de mi imaginación. No necesito más.

Siento como su respiración se acopla, se regula y empieza a bajar lentamente, como si de nuevo se estuviera quedando dormido.

¿Dónde ha quedado la rutina para después de despertar?

Pareciera que últimamente ha dejado de importarle seguir las reglas, sus horarios y rutinas. No sé qué tan bueno o malo sea eso. A mí me sacaría de quicio.

Sorprendentemente, soy capaz de volver a dormir. Sentir su respiración adecuándose a la mía resulta, por demás, bastante relajante. Quedó rendido en poco tiempo.

La siguiente vez que despierto, hace un poco más de calor, el sol lucha por entrar a la habitación. Me remuevo sintiendo el peso de Eren a mi lado, aún sigue dormido. Lo cual es aún más que una sorpresa, me muevo para no despertarlo sin lograrlo claro. Los párpados le pesan, así que tarda en reaccionar.

—¿Cariño? —murmura con la voz pastosa.

Su pijama es un desastre, la camiseta está chueca, dándole un aspecto bastante divertido, pero nada más, porque los shorts son terriblemente cortos, lo suficiente para moverse a todos lados en su cadera, vaya, soy perfectamente capaz de ver su ropa interior de ese modo... Y algo más.

—Levántate, hay que desayunar. —digo para distraerme.

No sé qué va a pasar conmigo, esto no me gusta para nada, porque aun cuando soy bastante racional, aún corre sangre roja por mis venas.

Gracias por leer.
Parlev.