Advertencia: Todos los personajes de esta historia son propiedad de J.K. Rowling. Esto fue escrito solo por diversión y no fue hecho con fines de lucro.
Tonks decide que va a convencer a su marido de sus intenciones para convertirse en una buena mortífago. Él aun duda de los objetivos de la chica. Mientras tanto a Tonks y a Snape les asignaron una misión.
Mis disculpas de antemano para las personas que conozcan Nazca y Perú en general… ya entenderán de qué hablo…
Gracias por leer la historia y disculpen lo del cambio de día en la actualización, pero es que la U me pone en aprietos. Por cierto, Nocrala, me sorprendes por tus conocimientos en botánica… al final las respuestas a los reviews. A las personas que no dejan mensaje también les agradezco por seguir a esta pareja…
Capítulo VII: La misión
Ella no podía comprender lo que había sucedido, pero la verdad era que no se atrevía a hablar en los pasillos del castillo. Se sentiría mejor si esperaba a llegar a sus habitaciones… lo cual sucedería pronto puesto que casi corrían en vez de caminar.
Cuando Tonks pensó que doblarían para dirigirse a sus habitaciones, Snape la hizo doblar hacia el otro extremo del castillo. Cuando pudo darse cuenta salían rápidamente por la puerta principal y dejaban atrás a lord Voldemort y a los mortífagos.
- ¿Qué sucede? – se atrevió a preguntar la chica.
- Tenemos una misión. – respondió Snape. – Creí que habías puesto más atención…
- ¡Por supuesto que puse atención! Eso no quiere decir que entendiera – dijo la joven defendiéndose… – ¡Detente! ¡quiero saber que está pasando y hacia adonde no dirigimos!
El profesor de pociones se detuvo, se volvió hacia ella y la miró a los ojos.
- ¿Qué demonios? ¡Cómo pudiste! ¿Estás loca? – Snape no dejaba de mirar los ojos de la auror y no podía creer lo que veía…
- ¿De qué diablos estás hablando? – Tonks no comprendía qué era lo que molestaba tanto a su marido - ¿qué pasa?
- ¡Cambia el color de tus ojos! ¿Cómo fuiste capaz de presentarte ante Voldemort con esos ojos? Pudiste habernos matado… – en ese preciso momento ella recordó que llevaba los ojos verde esmeralda, tal y como los ojos de Harry Potter.
La chica se quedó mirándolo fijamente y él pudo observar cómo sus ojos pasaban a ser lila.
- ¡Disculpa! Creo que no se me ocurrió que eso fuera importante…
- ¡Pues vas a tener que pensar más a menudo! Si su humor no hubiera sido tan bueno el día de hoy probablemente nos habrían sacado en un caja de fósforos…
- Dirás que me habría sacado. No creo que fueras uno de los afectados por mis ojos – dijo ásperamente la chica.
- Pues te equivocas, por si no lo recuerdas te asignaron a mi y todo lo que hagas me afecta. – él sabía que por algo así el señor Tenebroso no lo mataría, pero ella podría haber sido el entretenimiento de la tarde. – ¿lo miraste a los ojos?
- No, no dije nada en la reunión y evité mirar a los demás a los ojos. Cualquier pregunta que se me ocurrió la guardé para hacértela al regresar a las habitaciones, pero, por si lo notaste, ¡no regresamos! – lo voz de la joven había aumentado de volumen con cada palabra y en ese momento se encontraba completamente exaltada y sus ojos lilas emitían chispas al verlo a él directamente.
Durante esta explosión de carácter de la chica, Snape se dedicó a pensar en la razón por la que se le había pasado ese detalle. Recordaba la escena, la joven entrando al salón, la forma en que se movía su túnica, el andar majestuoso de la chica antes tan torpe y lo que había sentido al verla… eso era, ¡se había obligado a no mirarla a los ojos para contrarrestar sus sentimientos encontrados! Esa niña estaba ocupando su mente cada vez más. Su tiempo para concentrarse antes de ver a su señor había sido interrumpido por ella, los problemas que ella planteaba en su vida y en su trabajo eran cada vez más apremiantes…
- ¿Qué querías preguntar? – dijo el profesor cambiando el tema de la discusión.
Ella estuvo tentada a no preguntar nada y terminar la pelea, pero recordando sus planes de venganza, la misión que desconocía y el hechizo nuevo que había escuchado, prefirió dejar el tema por la paz y aprovechar para hacer sus preguntas.
- ¿Qué misión nos asignaron?, ¿qué tengo que hacer?, ¿cuáles son las instrucciones? – la joven hacía preguntas de una en una de forma atropellada aunque en su cabeza miles de ellas se peleaban por salir…
- Espera, solo una pregunta a la vez – la interrumpió el profesor. – Tenemos que buscar un ingrediente para una poción prohibida, tienes que acompañarme y ayudarme a encontrarla y debemos hacerlo en el menor tiempo posible. ¿Alguna otra pregunta?
- Sí, ¿qué demonios era el hechizo que envió?
Snape no pudo evitarlo, ella lo veía con una expresión muy seria, tenía las manos en la cintura con una posición muy parecida a la de la señora Weasley cuando regaña a los gemelos y su ceño estaba completamente fruncido; fue entonces cuando él comenzó a reír a todo pulmón. Reía con muchísimas ganas, como no lo había hecho en años. Tonks obviamente se molestó por la reacción del profesor, creía que se burlaba de ella… y la verdad era que tenía razón.
- ¿De qué te estás riendo? ¡No dije nada gracioso! – la chica se veía realmente enojada y su puños se cerraban apretadamente como alistándose para golpearlo – ¡Contéstame! – Ante la furia de Tonks, Snape hizo un gran esfuerzo para controlarse…
- Definitivamente, jajaja, Herbología no era tu fuerte durante sus años escolares, jajaja, ¿verdad?, jajaja – dijo Snape cuando por fin pudo hablar (aunque aun mantenía una sonrisa muy sexy en su rostro).
- ¿A qué te refieres? – la chica estaba intrigada por la afirmación de su esposo, pero no dejaba de estar un poco molesta con él por reírse de ella…
- Islaya copiapoides,¿no sabes lo que significa? – eso era obvio, pero la verdad era que ella le estaba dando muchos problemas y él iba a disfrutar esa oportunidad de molestarla – ¡Por Merlín!, ¡pero si se supone que ya aprobaste el colegio! – y nuevamente comenzó a reír, pero ahora un poco menos efusivamente. – jajaja
- ¿Cómo voy a saberlo si no me lo explicas? Existen muchos maleficios que no conozco, ¿sabes? Eso de "copiapoides", suena a que dejó información en tu cabeza para que solo tú la conocieras… – en ese momento un nuevo acceso de efusividad atacó a Snape y ya se doblaba de la risa. – ¡Contéstame!
- jajaja!!!! Está bien, esta bien… jajaja, Islaya copiapoides es el nombre de un tipo extraño de cactus, jaja, crece en lugares en los que nunca llueve, jaja, pero hay neblina que le proporciona la humedad necesaria para que viva. – por fin había conseguido controlar su risa y le hablaba a su esposa como lo hubiera hecho si le explicara a una niña de cinco años porqué al pinchar un globo este se desinflaba. Luego, su voz y expresión pasó a ser la de un maestro que instruye a un estudiante que hace una pregunta tonta – después de que esta planta pasa el período de floración, brinda un fruto casi único en forma de farolillo y de color rosado y malva en el que se encuentran algunas decenas de semillas…
Conforme el profesor explicaba todo lo referente a esa planta, la cara de la auror iba adquiriendo un tono cada vez más rojo. No podía creer que había confundido el nombre científico de una mata con un hechizo… su padre era un muggle, ¡ella debería saberlo! Lo peor de todo, era que se había puesto en evidencia delante de su esposo y él se había burlado de ella.
- ¡Oh! – exclamó la chica – no cre
- No todo lo que se dice en latín es un maleficio… – dijo Snape ya más tranquilo – pudo ser una expresión usual, un nombre, ¡cualquier cosa!
- ¡Oye! En el lugar en el que estábamos ¡eso no era probable! – Tonks había comenzado a molestarse nuevamente, pero al enojo inicial se sumaba ahora la humillación de la ignorancia.
Severus Snape había girado nuevamente sobre sus talones y había comenzado a avanzar nuevamente. Tonks reaccionó y con una pequeña carrera se colocó a su lado y le mantuvo el paso.
- ¿Hacia a dónde nos dirigimos? ¿a Londres?
- ¿No escuchaste lo que te dije? – preguntó el profesor deteniendo su marcha y mirándola fijamente a los ojos, – esa planta no crece en lugares donde llueve y creo que Londres no clasifica para ser su hábitat, allí llueve demasiado y aunque hay neblina, es necesario que se cumplan las dos condiciones.
- ¿A dónde vamos entonces? – preguntó ella mirándolo fijamente.
- A Nazca, en Sur América… allí podremos conseguir esa planta y sus dichosas semillas… – su joven esposa lo miraba de manera muy extraña. Podría jurar que estaba valorándolo nuevamente. Casi podía escuchar los engranajes de su cerebro, ¿será un traidor?, ¿entregará las semillas?, ¿avisará a la Orden? Bueno, dejaría que sacara sus propias conclusiones. Estaba decidido, él no se esforzaría aun por convencerla de su inocencia; si deseaba pensar mal ¡que lo hiciera! Ahora tenía otros problemas, el viaje, la planta, la chica… Ya tenía suficientes problemas para además tener que estar cuidando palabras y acciones para no lastimar susceptibilidades.
"Va a buscar una planta para lord Voldemort, ¿para qué servirá? Debería preguntarle, pero ya he hecho bastante el ridículo por hoy… ¡pero tengo que saber! Pueden ser usadas para algo peligroso… Podría hacerlas desaparecer para que no lleguen hasta él, pero ¿cómo lo hago sin que Snape se entere?… También podría echar a perder aquello que quiera hacer con ellas… pero en el castillo hay mucha gente" Los pensamientos de Tonks se enredaban cada vez más. "Si hago algo ahora y Snape me descubre seguramente me entregará, ¡tengo que recordar que él es un mortífago y solo mantiene esta farsa para que yo no lo descubra! ¿Qué hacer?"
- ¿Cómo nos trasladaremos? – preguntó la chica dejando sus pensamientos para otro momento.
- Iremos por medio de un traslador. No creo que en Nazca existan chimeneas conectadas a nuestra red flu y volar nos llevaría demasiado tiempo. Quisiera regresar lo más pronto posible… – el profesor sacó su varita en ese preciso instante e hizo aparecer ropa muggle para ambos. Era lógico que al ir a un lugar desconocido para ellos fueran vestidos de esa manera, pues así evitaban llamar la atención.
- Como tú decidas… – contestó la chica. En ese momento sacó su varita, hizo un movimiento con ella y pronunció un encantamiento inaudible. Al instante su vestimenta había cambiado por el vestido que el profesor de pociones había aparecido para ella, que por cierto, era muy hermoso y hacía juego con sus ojos y su cabello.
Unos cuantos minutos después, el matrimonio se encontraba en Sur América. Las figuras de Nazca no eran observables desde tierra, pero la magia del lugar, era suficiente para hacer que sintieran la magnificencia de esa región. Snape guió a su esposa hasta una planicie a bastante altitud y allí le describió el cactus que buscaban. La planta no era muy grande y sus espinas iban a dificultar que la recogieran. El profesor le indicó que debían llevar el cactus completo, incluida la raíz y que al encontrarla se alejara unos cinco metros de ella para enviar una señal.
Luego de unas cuatro horas de búsqueda, Tonks encontró un cactus similar a la descripción dada por Snape; se alejó de él, levantó su varita y lanzó unas chispas verdes que indicaban su posición. Casi inmediatamente su marido aparecía a su lado y observaba atentamente la planta.
- Esa es, es preciso sacarla con cuidado para que no se lastime – dijo Snape a la vez que sacaba una navaja y una bolsa plástica. – no puede hacerse este trabajo con magia, pues se dañaría y no sería utilizable para lo que se la quiere. – explicó el profesor a la joven. Al ver el rostro desconcertado de la joven preguntó – Supongo que no sabrás para qué se utilizan esas malditas semillas, ¿verdad?
Tonks negó con la cabeza, para ella era solo un hermoso cactus como los que su madre tenía en el recibidor de su casa cuando era niña.
- Es uno de los ingredientes más difíciles de conseguir para una poción especial y obviamente, prohibida.
- A mi me parece una planta que tenía mi madre cuando yo era pequeña. Ella amaba los cactus ¿sabes? – "¿qué demonios le estoy contando? Eso es algo privado, no tengo que hablarle de mi vida. ¡Tonta!"
- A mi madre también le gustaban los cactus – respondió el brevemente y volviendo a darle la espalda. Inmediatamente pensó "¿de dónde salió eso?" Realmente no tenía porqué dejar escapar ese tipo de expresiones, pero no pudo evitarlo, esa mirada y la alusión a la madre de ella lo impulsó a decir aquello. Lo mejor sería no hacer más referencias al tema…
El silencio se hizo en la pareja por algunos minutos. En ese tiempo el profesor terminó de sacar la planta de la tierra y la guardó con sumo cuidado en la bolsa que llevaba para ese efecto.
- Eso es todo – dijo él para romper el incómodo silencio entre ellos. Al volverse vio los ojos llorosos de su esposa. Eso era más de lo que podía soportar, la verdad es que no solo se sorprendió; en su corazón podía distinguir claramente una gran dosis de preocupación.
Ella no separaba los ojos de las plantas que los rodeaban y en su rostro se distinguía que su mente estaba muy lejos de ahí… En ese momento, las lágrimas comenzaron un viaje precipitado por la cara de la chica. Snape no tenía idea de qué hacer, pero un impulso imparable lo acercó a ella y sin notarlo siquiera la abrazó. Ella respondió instintivamente a la muestra de apoyo y lloró libremente por unos minutos.
- Perdóname… no era mi intención incomodarte – dijo Tonks con el último sollozo. – los cactus eran las plantas favoritas de mi madre. Ella habría amado este lugar…
- Podrías llevar algunos cactus para colocar en su tumba… – dijo Snape para llenar el terrible silencio que se hizo entre ellos. En ese momento sintió como ella se tensaba y comenzaba a separarse de él. "Eres un idiota Snape, ¿cómo pudiste decir eso?" – No quise… era solo una idea.
- No te preocupes Snape, yo sé que no quisiste ser tierno conmigo, debe haber sido algo del momento… – dijo la chica con un dejo de tristeza en su voz.
Él no supo que hacer mientras ella se agachaba a ver más de cerca las plantas. Luego de unos minutos, se le acercó lentamente y alargó la mano para tomar la de ella a la vez que decía:
- Debemos irnos, son cerca de las siete de la tarde y si queremos tener dónde dormir debemos ir al poblado más cercano… – tomó la mano de la joven y ella lo miró sin comprender el significado de sus palabras.
- ¿Un lugar para dormir? ¿Porqué no podemos regresar ahora a Inglaterra? – ella hizo la pregunta realmente sorprendida.
Debido a la fragilidad que vio en la chica, Snape no se permitió ser sarcástico en ese momento. Así que contestó:
- Esta planta se dañará si se utiliza magia cerca de ella, ¡creí que te lo había dicho! Debemos irnos, el camino es largo…
Juntos comenzaron a caminar hacia el pueblo más cercano. Tonks caminaba en silencio. Su mente estaba hecha un lío. Ese lugar le había recordado mucho su vida antes del regreso de lord Voldemort, sus padres, su trabajo, sus amigos… Todo eso había quedado en el pasado, ahora ella debía hacer algo y ahí se encontraba en el medio de la nada con la persona que los había traicionado. Algo la molestaba, él la había consolado… ¿porqué?
Snape no estaba muy seguro de lo que sucedía en la mente de la chica y ¡tenía que averiguarlo! Sabía que su madre era un recuerdo duro para la chica, él sabía que Andrómeda Black había muerto casi al retirarse la chica de la Orden, pero no conocía los detalles. Bueno, esa noche lejos del castillo tal vez le ayudara a hablar con ella sin discutir.
Luego de dos horas de caminar, llegaron a un pueblito muy pequeño. Era solo una calle principal y unas cuantas casas cerca de una iglesia. Caminaron hasta el parque y ahí vieron un bar esquinero. Lentamente se encaminaron al local para averiguar si alquilaban habitaciones.
- Buenas noches, señor – dijo Snape, en un perfecto español, al hombre que atendía la barra. – ¿Alquilan habitaciones?
El hombre los observaba atentamente.
- Buenas noches pareja. Ustedes no son de aquí ¿verdad? – preguntó el hombre. – sus caras no me son familiares…
- No somos turistas – dijo Snape. Tonks se mantenía en silencio pues no manejaba completamente el idioma, aunque lo comprendía bastante bien. – buscamos donde pasar la noche y no parece haber muchos lugares en este pueblo.
- Pues es que no hay donde. En este pueblo no hay hotel, pues es que nunca hay turistas. – se disculpó el hombre. – Mi nombre es Raúl, soy el dueño del bar y del almacén. No puedo ofrecerles un lugar aquí pero mi vecina Rosita alquila una habitación, pero solo tiene una, si ustedes quieren… – ofreció Raúl con un poco de duda.
- A mi esposa y a mi nos encantará, ¿sabe? Esta es nuestra luna de miel – dijo el profesor tomando la mano de Tonks. Esta afirmación hizo aparecer una sonrisa en los labios del hombre.
- ¡Ah! ¡es su esposa! Entonces Rosita no pondrá inconvenientes… – aseguró – vengan conmigo…
El matrimonio acompañó al hombre hasta una casa pequeña ubicada al final de la calle. Una mujer muy mayor, bajita, de lentes y con una mirada terriblemente impertinente les abrió la puerta.
- Raúl, ¡estas no son horas de llamar a la puerta de una señorita! – dijo la mujer. En ese momento se percató de la presencia de la pareja – ¿ustedes quienes son?
- Mi nombre es Severus Snape y ella es mi esposa Nymphadora, Raúl nos dijo que tal vez usted nos podría alquilar una habitación por esta noche…
- ¿Su esposa? ¿No es muy joven para usted? ¿No será usted un pervertido? – la mujer lo examinaba de arriba abajo con su impertinente mirada. – Raúl ¿qué clase de gente me traes a la casa?
- Son gente decente doña Rosita, son marido y mujer, de verdad, están de luna de miel. No ves como se quieren… - en ese momento Snape abrazaba la cintura de Tonks para hacer más creíble lo que decía Raúl.
Snape esperaba que su esposa no pudiera comprender lo dicho por la señora. La verdad es que ella había aceptado casarse con él no por su juventud, sino por la condición impuesta…
- Será solo por esta noche – dijo Snape – le aseguro que mañana nos iremos.
- Bueno, la habitación es pequeña y la cama es individual, espero que se puedan acomodar.
Dejaron la planta en el jardín de la casa, entraron a ella y fueron directo a la habitación.
- Así que estamos de luna de miel… – dijo Tonks.
- ¡Creí que no comprendías el idioma! – dijo el divertido – bueno, se lo creyó que era lo que importaba y además, es verdad.
- Bueno… – dijo la chica mientras se sentaba en la cama. Esa noche estaba extremadamente cansada – creo que deberemos acomodarnos lo mejor posible…
- Bueno, puedes tomar la cama – dijo él – yo dormiré en el piso.
- ¿No estás cansado? – preguntó ella y pensó inmediatamente "¿qué me importa si está cansado o no? No debería preocuparme por eso, pero no puedo evitarlo… Tonks ¡acuérdate de tu plan!"
El profesor de pociones levantó una ceja y la miró intrigado, ¿realmente le importaría como se encontraba?
- Por supuesto que estoy cansado, pero has tenido muchas emociones este día, es mejor que descanses bien, mañana nos espera otro día duro.
- No creo que pueda dormir si sé que estás en el piso. Creo que deberíamos compartir la cama, así los dos descansaríamos mejor. – sugirió la chica.
"¿Qué estás planeando ahora? Tanta gentileza no es propia de ti en estos días." Decidió que debía averiguar qué sucedía y ese era el mejor momento.
- Si crees que aguantarás toda la noche a mi lado… – dijo él.
- ¡Oh vamos! Me casé contigo, en algún momento debemos comenzar a dormir juntos – apuntó la joven.
- No creí que fueras tan liberal como para acostarte conmigo…
- Bueno, por ahora solo vamos a dormir, ¿o no?
- Sí, así es. Pero creo que primero deberíamos dejar algunas cosas en claro…
Hasta aquí llegó el capítulo. Para el siguiente, la primera noche durmiendo juntos (ambos conscientes) y el viaje de regreso con algunos incidentes…
Respuestas a los mensajes recibidos (por cierto creo que se me borró uno antes de leerlo, así que a la persona que no le contesté que me disculpe, pero cuando fui a la papelera de reciclaje del correo ya lo había borrado… (…amsp14 llora con grandes lagrimones…)):
Alexms: Hola, pues te cuento que a mi me encantan las conversaciones entre ellos, sobre todo cuando discuten, aunque no sé que te habrán parecido las de este capítulo, a mi me gusta sobre todo la primera… la del cactus… bueno, es que los cactus me encantan. A mi también me encanta la relación entre ellos, creo que es tan explosiva como podía ser, al menos hasta que acepten lo que sienten…
Tienes razón ella es muy descuidada, mira que permitir que Voldemort entrara en su cabeza. Pero bueno, ahora que están solos no va a tener ese problema, aunque si va a tener que enfrentarse a su marido…
Nocrala: Hola, por favor no me mates, ¡mira que si lo haces no sabrás como termina la historia! (cualquier excusa es buena ¿no?) pues me gusta que hiciste la tarea y averiguaste que significaba Islaya copiapoides, como viste si es un cactus, pero la verdad es que no estoy segura que crezca en el lugar que dije… Bueno, ya le pedí disculpas a los esos lares…
Como te gustan más cuando están de la greña, supongo que disfrutaste de las primeras conversaciones del capítulo; bueno, espero que te haya gustado completo, espero tu mensaje y gracias por seguir leyendo la historia.
Climenestra: hola wapa! Tienes razón la tensión sexual se siente en el ambiente… y va a seguir así todavía unos capítulos… Me alegra que te agradara la sesión con Voldemort, es una de mis partes favoritas, aunque creo que faltan algunas cosas bastante interesantes por ocurrir, la conversación de la siguiente es buena (al menos eso creo). Bueno, gracias por seguir leyendo la historia.
Elanor Black: Hola chica, ¡que bueno que sigues por acá! Como viste la misión no tiene que ver con la consumación del matrimonio, pero bueno, "una cosa es lo que piensa el burro y otra el que lo va arriando" (o sea YO) así que aunque ellos no lo estén pensando todavía, van a tener que atenerse a lo que se me ocurra, pero no te preocupes, creo que lo van a disfrutar… Espero que te haya gustado y que siga siendo de tu agrado…
Perla Mery: Gracias, gracias, gracias… eres maravillosa. Mira que entrar a leer mi historia para levantarme el ánimo… Eres un ángel. Mira que tener tantas ocupaciones y aun así leer los capítulos, lo dicho ¡eres un sol! Bueno, gracias por leerla y me alegra que consideres que es buena… (tú si que escribes bien!!!) Espero que te siga gustando…
Jara-A4: ¡¡¡Vaya!!! una lectora nueva. Me alegra que te decidieras a dejar un mensaje, la verdad es que me fascina saber lo que opinan para saber si voy bien o mal encaminada con la historia. Me satisface que te gustara lo que llevo de la historia, si tienes sugerencias me encantará leerlas, de vez en cuando hay cambios que surgen de los mensajes que recibo y bueno, la verdad es que las ideas no siempre se me ocurren como quisiera… Gracias por leer la historia.
Mikos Snape: hola, espero que lo de la misión haya sido de tu agrado, a mi me encantó poner a Tonks en el apuro de no saber de qué trataba el trabajo asignado, creo que fue bueno para bajar la tensión del momento. Espero que este capítulo te gustara y que la misión y su desarrollo te gusten. Espero que sigas leyendo la historia y me des tus opiniones.
Aliance: hola chica, no te preocupes por lo del mensaje la vez anterior, a mi también me ha pasado varias veces. No te puedo negar que me encanta abrir el correo y ver que tengo mensajes… es muy gratificante. Pero me conformo con que cuando puedas me digas como crees que voy y qué te parece la historia. Me alegra saber que te gusta como se ha planteado todo, espero que te siga gustando.
Con respecto a Malfoy le tengo una reservada que espero que te agrade (es que me cae como patada en la espinilla…). Bueno y ya verás lo que les reservo a esos dos… en todos los sentidos.
Clau de Snape: Hola wapetona, que dicha que llegó tu mensaje. Por favor evita matarme, ¡si no te perderás el final! (es la única razón que se me ocurre…). ¿Te gustó este capítulo? Espero que sí… estuve pensando en mandar a Snape a Chile, a ver si le podías echar una miradita, pero me quedaba muy largo, en fin que Nazca me parecía más apropiado. Espero que se te aclarara lo de la misión… como comprenderás, la poción debe hacerla Severus, así que esto no terminará tan pronto. Espero que te guste lo que les tengo preparado…
Me esperaba que te gustara la escena de la toalla, la verdad es que por un momento pensé en no ponerlo, pero luego pensé que era bueno que viera bien a su esposa para que, poco a poco, tenga más ganas de tenerla cerca… al fin que ella dice estar dispuesta a todo. Ya me dirás que opinas de cómo van las cosas… Yo personalmente prefiero lo que va a pasar después, pero ¡no te voy a contar! ¡te voy a dejar con la duda hasta el siguiente capítulo!
Bueno, deseo que las discusiones de este capítulo te gustaran y que también las partes tiernitas te hicieran gracia…
Espero que antes de que publique yo el siguiente, sigas tu con el tuyo, es que está buenísimo…
Bueno, espero que sigan leyendo y que les agrade… espero publicar el que sigue la próxima semana (es que estoy en exámenes…)
