Advertencia: Todos los personajes de esta historia son propiedad de J.K. Rowling. Esto fue escrito solo por diversión y no fue hecho con fines de lucro.
¡Sorpresa! ¡Otro capítulo! (pero no se mal acostumbren…)
Tonks y Snape regresan de su misión, ahora deben resolver sus diferencias y encontrar la forma de salir vivos de ello…
Capítulo X: Regreso ¿a casa?
El avión aterrizó cerca de las siete de la noche. Por fin había terminado el largo viaje de regreso. Tonks y Snape, debían dirigirse inmediatamente al castillo de lord Voldemort, pues él quería que el profesor elaborara la poción de alargamiento de la vida lo más pronto posible. Él sabía que debía ir al cuartel de la Orden, pero debido a la urgencia del mandato del señor Oscuro, iba a ser necesario que dejara la visita para otra ocasión.
Snape sabía que antes de llegar a la guarida de los mortífagos, debía dejar en claro algunas cosas con Tonks. Era necesario que le dejara actuar con respecto a la poción, no quería que corriera peligro, pero sabía que no podía decírselo abiertamente; tendría que esperar la oportunidad adecuada y hacerle ver lo que deseaba sin que ella se enterara…
- Debemos ir al castillo inmediatamente. Lord Voldemort ya debe haber sentido nuestra llegada a Inglaterra y en cualquier momento sentiré su llamada. Es preferible que se dé cuenta de que nos dirigimos hacia él…
- Lo que tu digas – respondió ella con el mismo tono indiferente que uso él segundos antes – no quiero que lo hagamos esperar.
Ella comenzó a caminar hacia la salida de la terminal y él la miró alejarse. Bueno, tendría que intentar salvarla aun cuando ella no quisiera la ayuda de un "traidor"…
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- Deberás conseguir todo el equipo necesario para la elaboración de la poción. Todo deberá estar aquí para horas de la tarde. – ordenó lord Voldemort a Lucius Malfoy.
Malfoy no estaba muy feliz con el encargo. La elaboración de la poción anterior había fallado por su culpa y preferiría no haber tenido nada que ver con esta, solo para evitar contratiempos. Por otro lado, Snape le debía una por la noche que lo atacó; porque para Lucius él había sido el agredido esa noche; y prefería no tener que buscar cosas para él. Por último, esperaba que Snape fuera enviado a Hogwarts a elaborar la poción, pues eso habría dejado a Nymphadora sola en el castillo… a su disposición. Pero él, como todos los mortífagos, vivían para obedecer a su señor y si el quería que buscara los materiales… eso era precisamente lo que haría.
Debido a su condición de prófugo, Malfoy acudió a un vendedor de objetos robados: Mundungus Fletcher. Le habían indicado que este hombre no hacía preguntas y que además, sus artículos eran de calidad. No quería gastar mucho tiempo en esos menesteres… Compró todo lo necesario y lo llevó al castillo.
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- Lucius Malfoy fue a verme hoy – dijo Mundungus a Dumbledore – compró todo lo necesario para implementar un laboratorio clandestino. Deben estar tramando algo importante.
- Es interesante… Snape aun no ha traído informes, tengo entendido que no se encuentra cerca…
- ¿Y Tonks? – Mundungus apreciaba mucho a la chica, pues ella siempre lo trataba bien; en realidad le preocupaba que estuviera sola con los mortífagos.
- Espero que se encuentre con él, pero no puedo asegurártelo. Charlie está averiguando lo que sucede, hoy en la tarde nos lo comunicar
- ¿Debo seguir vendiéndole al Malfoy? – consultó Fletcher.
- Sí, de esa manera por lo menos sabremos qué materiales consiguen…
Al salir Mundungus de la cocina, ingresó Remus Lupin, las ojeras que tenía eran profundas como cráteres y su expresión completamente sombría, esto habría sorprendido a cualquiera que no fuera Dumbledore. La luna llena había sido dos semanas antes, así que la razón de su aspecto tenía un único nombre: Nymphadora Tonks… ¡o perdón! Nymphadora Snape.
- Hola – saludó el hombre lobo – ¿Snape se ha comunicado?
- Me temo que no… – el director levantó la mirada y observó como Lupin parecía hacerse más pequeño ante esta respuesta. "Definitivamente estás muy enamorado" – no te preocupes, ella estará bien. Snape la está protegiendo.
- Eso también me preocupa… ¿y si se molesta con ella y la deja como con las clases de Oclumancia que debía darle a Harry?
- Eso no va a suceder… sabes que ellos fueron buenos amigos, él aprecia a esa chica y se preocupa por ella. No debes preocuparte tanto.
- No puedo evitarlo… – la mirada de Remus se perdió en la pared – nunca le dije que la quería…
Dumbledore se quedó mirándolo con infinita dulzura, Lupin había sufrido mucho a lo largo de su vida y se había enamorado muy pocas veces… La mayoría de las veces sus relaciones terminaban cuando la interesada se enteraba de su condición de licántropo. En el caso de Tonks, ella conocía su "problema" y lo aceptaba de esa manera, aunque no tenían ninguna relación amorosa… De repente Lupin comenzó a hablar
- Ella es maravillosa, creo que me enamoré desde que la conocí. Se llevaba bien con todos, pero conmigo se llevaba mucho más que bien…
--------------------- Flashback ---------------------
Era una tarde apacible. La casa del Grimmauld Place tenía únicamente tres personas en ese momento. Sirius Black se había acercado a su amigo Remus Lupin y de había señalado la cocina.
- Voy a ir a ver a Buckbeak…
Remus hizo una indicación con la cabeza y puso a un lado el libro que leía. Se encontraba en la biblioteca de la casa y ella estaba en la cocina. Nymphadora Tonks, la mujer más hermosa que conocía, la chica que le roba el sueño… debía armarse de valor y hablar con ella.
Se puso de pie y avanzó hacia la cocina. Lentamente abrió la puerta y la vio. Ella estaba de espaldas trabajando con varios expedientes. Estaba tan concentrada que no escuchó al hombre lobo entrar en la habitación.
- ¿Qué haces? – pregunto Lupin – parece que es importante…
- Hola, no solo pongo al día los casos en los que trabajo; pero no me han asignado nada interesante en los últimos meses.
- Estoy seguro que tú haces que los casos sean interesantes solo con trabajar en ellos…
- Gracias… – la chica se quedó viéndolo fijamente, ¿qué se traería Remus entre manos?, casi nunca iba a hablar con ella, generalmente lo hacía si necesitaba ayuda con alguna tarea asignada, aunque sabía que la mayoría de las veces eran cosas que podría haber hecho solo.
- Quisiera hablar contigo… – dijo Lupin poniéndose completamente rojo – ¿tienes un momento?
La joven valoró lo que hacía, la verdad era que eso podía esperar. La única razón por la que trabajaba ahí en ese momento, era porque esperaba la llegada de Snape, hacía días que no lo veía y sabía que debía llegar a la casa en cualquier momento.
- Por supuesto… – dijo soltando la pluma – tú dirás… – en ese instante se volteó y quedó de frente al licántropo con la mirada fija en él.
- Mira, yo sé que tu trabajo es muy importante y que deseas colaborar al máximo con la Orden del Fénix… – el la miraba intensamente con esos hermosos ojos color miel – pero quiero pedirte que te cuides mucho, esto puede ser peligroso…
- Remus, no te preocupes por mi – interrumpió la joven – yo sé cuidarme sola…
- Sé que te puedes cuidar sola, lo que pasa es que no creo soportar que te pasara algo… – Lupin había tomado las manos de la chica en un impulso irrefrenable. Ella se había separado un poco de él completamente sorprendida de su actitud. Todo daba vueltas para ella, ¡Lupin estaba abordándola! Intentó decir algo pero la voz le falló y solo acató a mover los labios sin emitir sonido alguno… Eso no podía estar pasando, él era como un hermano mayor para ella… – mira, hace ya tiempo que quiero decirte… y… no sé… yo quisiera que supieras… que yo… – él la miraba fijamente y ella trataba de convencerse de que eso no estaba pasando.
En un movimiento fallido, la chica trató de liberar su mano. En ese preciso momento ingresaba a la cocina un hombre vestido completamente de negro. La vista que percibió no fue la que esperaba, estaba seguro de encontrar a Tonks enfrascada en su trabajo, pero en ese momento no parecía trabajar mucho… De un solo vistazo descubrió lo que sucedía, dio media vuelta y salió de la cocina.
Snape se dirigió a la biblioteca, Remus estaba intentando conquistar a Tonks, obviamente esto le molestaba, hasta el momento había considerado que ella solo tenía ojos para él, pero ¿porqué tendría que ser así? ¿ella nunca había dado señales de esa preferencia? Era cierto que en muchas ocasiones se había quedado en la casa más de lo necesario solo para conversar con él, pero eso no significaba nada…
Unos segundos después oyó como se cerraba la puerta de la calle y el hombre lobo entró a la biblioteca. Snape se encontraba sentado en un sillón y tenía un libro en la mano. Lo había tomado automáticamente y ni siquiera sabía de qué trataba, pero hizo ademán de leerlo cuando el licántropo entró en la habitación.
- No sabía que tenías reunión hoy… – dijo Remus – Dumbledore aun no ha llegado… – Lupin estaba un poco molesto, pues estaba seguro de que Tonks le habría correspondido de no haber llegado el profesor de pociones. De hecho, pensaba que la joven se había ido por Snape. Ella debía de temerle…
Snape pudo ver el abatimiento de su excompañero de colegio, pero no dijo nada. Él no tenía la facultad de consolar a la gente, así que era preferible no intentarlo. La verdad es que si había reunión, pero era bastante más tarde. Su presencia a esa hora se debía al deseo de ver a Nymphadora Tonks antes de la reunión y hablar un rato con ella, pero eso ya no tenía importancia, la chica se había ido. Lo cierto es que había huido, no quería herir a Remus… pero ella no estaba enamorada de él.
- Sí, pero aun falta un rato para la reunión… – dijo Snape. "tal vez no debí decir eso, da a entender que llegué antes a propósito". – esperaba hablar contigo primero – improvisó.
- ¿Conmigo? – preguntó extrañado Remus, "¿pero tenía que ser hoy?" – tú dirás…
No pensaba preguntarle a Remus sobre la chica, pero ahora tenía que buscar un tema…
- Hay una variedad nueva de la poción matalobos… nunca la he probado, pero se supone que puede evitar que la transformación sea total. – sabía de esa poción desde hacía meses, pero era mucho más difícil de hacer que la original y su tiempo disponible tal ves no diera para ella.
- ¡Oh! Bueno, si estás dispuesto a hacerla, yo la tomar
- Magnífico, estará lista dentro de dos meses… – miró los ojos del hombre lobo y descubrió una profunda tristeza, no supo porqué lo hizo, pero dijo – disculpa por interrumpirte con Mary Ann…
------------------- Fin del flashback -------------------
Dumbledore escuchó a Remus relatar varias historias acerca de su enamoramiento de Tonks, y no pudo evitar notar que en ninguna de ellas ella había correspondido a sus avances. Era obvio que ella no quería lastimarlo, si ella se sentía atraída por un miembro de la Orden, no era por el hombre lobo.
- ¿Tú crees que ella te corresponde? – preguntó Dumbledore directamente.
- No puedo asegurarlo, nunca tuve la oportunidad de preguntárselo, aunque lo intenté… creo que sí. Sirius pensaba que era probable y yo, espero que pueda amarme…
- Eso es algo que tendrá que resolver ella cuando regrese. Pero tienes que tener en cuenta que ahora es una mujer casada y casada con Snape…
- ¡Ese matrimonio es una farsa!
- No Remus, no lo es…
- ¡Sí lo es!, él ni siquiera consigue recordar correctamente su nombre, ¿quién es Mary Ann? – preguntó Remus.
- ¿En dónde escuchaste ese nombre? – hacía muchos años que no escuchaba a nadie mencionar a esa chica… – ¿quién la mencionó?
- Snape llamó así a Tonks en una ocasión… pero nunca comprendí la equivocación. Pero es lógico que no está seguro ni de su nombre, ese matrimonio es una farsa…
Dumbledore cerró los ojos y comprendió… ahora sabía lo que pasaba, Mary Ann, esa dulce chica… no se parecía a Tonks, solo tenían una cosa en común… en fin, a la larga si se parecían…
- Mary Ann, ¡cuantos años hace de eso! No me corresponde a mi contarte al respecto, no te preocupes… Tonks estará a salvo… pero ese matrimonio es legal. Tal vez sea de conveniencia, pero no sabemos la relación que llevan en estos momentos.
- Lo mataré si se atreve a tocarla…
- Estás hablando de su esposo – le recordó el director – además, no sabes si ella quiere que él la toque…
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Eso era precisamente lo que ella quería. Que la tocara, quería sentir su mano dándole confianza. Se acercaban rápidamente al castillo de Voldemort y de esa forma se acercaban también a la incertidumbre constante, a la poción que debía hacer Snape, a los mortífagos (en especial Bellatrix y Lucius), a la zozobra y… al temor. Sabía que al decirle de frente lo de sus sospechas había cortado el acercamiento que habían tenido, pero aun así deseaba que le infundiera ánimos.
- En media hora llegaremos al castillo. – dijo él – será mejor que respires profundo e intentes dejar tu mente en blanco.
Esta vez no fue necesario que definieran lo que dejarían ver a Voldemort, Snape sabía que ella no tenía alma de mortífago y lo que intentaba hacer, así que no lo perjudicaría con el señor Oscuro. Ella sabía que él la protegería aunque fuera en aras de su antigua amistad y tampoco estaba preocupada por eso… le preocupaba la poción… Entonces lo hizo, alargó su mano y la colocó sobre la de su marido. Él miró alternativamente la mano de ella y su rostro. Vio preocupación, ansiedad y miedo. Suavemente, él colocó su otra mano sobre la de ella y así continuaron el resto del viaje, sin decir ni media palabra.
Casi sin darse cuenta, se encontraron en el castillo de lord Voldemort. Entraron en ese lugar y unos minutos después se encontraban en presencia del señor Oscuro. Lord Voldemort entró en sus mentes. La chica tenía los pensamientos un poco desordenados. Veía escenas de plantas, viajes cansados, caminatas… hasta que encontró la imagen de un pueblo pequeño, vio a la joven con Snape buscando un lugar para dormir, la casa de doña Rosita y el momento de ir a dormir, luego, sintió el cosquilleo que recorrió el cuerpo de la joven cuando Snape la abrazó esa noche y la llamó "preciosa". Esto alegró a Voldemort, si bien el matrimonio no se había consumado aun, la pareja se acercaba y ella parecía sensible a esto. Entrar a la mente de Snape fue un poco más interesante… el profesor de pociones estaba un poco irritado con su esposa, había que explicarle demasiadas cosas, pero parecía guardar bien las apariencias y tener un poco más de paciencia de la habitual. Notaba que el profesor se ganaba la confianza de su esposa, que habían compartido un viaje relativamente agradable y que admiraba la belleza de la chica. Hablaría con él antes de que elaborara la poción.
- Ya está listo el laboratorio para la siguiente fase de esta misión… – susurró Voldemort – la señora Snape será tu ayudante…
Tonks se estremeció al oírse llamar de esa manera, pero hizo una reverencia y se inclinó aun más.
- Quédate – le dijo Voldemort a Snape.
En ese momento Bellatrix se acercó, tomó a la chica del brazo y la sacó del salón. Ambas caminaron en silencio hasta un improvisado laboratorio de pociones. Al entrar, Tonks pudo ver a Lucius, que se encontraba al lado de unos calderos… y apretó con fuerza su varita, ¡esta vez estaba preparada! Percibió como su tía miraba intensamente al mortífago y se retiraba sin decir palabra.
Lucius se acercó a la joven con pasos decididos. Ahora no estaba borracho, pero su mirada la desnudaba igual que en la noche de bodas.
- Hola muñeca… No sabía que debías trabajar con los materiales que traje, de saberlo habría buscado algunos mejores… – la miró fijamente y sus ojos se encendieron de deseo – No comprendo cómo te casaste con él, muñeca. El señor Tenebroso no debió hacerlo, él no va a darte el placer que puedo darte yo… – al decir esto ya se encontraba casi a su lado – debes decidirte, ven a mi habitación esta noche… él no lo notar
- Ni siquiera te atrevas a ponerme un dedo encima – dijo ella cuando la vio acercarse tanto. – y para ti soy la señora Snape, ¿está claro?
- ¡Vaya! resultaste tan altanera como tu "marido" – dijo con una sonrisa sarcástica, pero sus ojos echaban chispas, se acercó más y agarró con fuerza el brazo izquierdo de la joven, su voz se hizo profunda y amenazante – no importa lo que digas, vas a ser mía. Hoy, mañana o al día siguiente, pero ni ese idiota de tu marido va a impedirlo… Ni siquiera me importa que ya hayas estado con él… yo voy a saber apreciarte mejor. Solo el acostumbrado a los buenos platillos sabe reconocerlos…
Tonks estaba bastante asustada, pero soltó su brazo y se separó unos pasos de él.
- ¡Te dije que no me tocaras! – y apuntándole con su varita dijo – Petrificus totalus… – Lucius cayó con brazos y piernas pegados a su cuerpo. Con un movimiento de la varita y las palabras adecuadas, Malfoy fue dejado fuera del laboratorio. Luego, protegió la puerta de manera que nadie pudiera entrar a través de ella, a excepción claro, de su esposo y ella…
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- Es necesario que se consume este matrimonio – dijo Voldemort sin más preámbulo.
- Ella no es tan fácil de convencer mi señor… – apuntó Snape. – creo que va a ser difícil. Está más interesada en aprender todo lo necesario para servirle convenientemente.
- No me importa si quiere ser perfecta para el grupo, quiero que consumen el matrimonio. Tienes dos semanas. Crucio… – dijo suavemente, mientras el profesor se retorcía – …y no cuestiones mis órdenes.
El profesor de pociones se retiró del salón profundamente preocupado y adolorido. En esta ocasión solo había recibido una vez la maldición, así que las señales eran mínimas, pero el dolor recorría todo su cuerpo.
Avanzó hasta el laboratorio en el que debía elaborar la poción. Hasta ese día MacNair siempre había sido su ayudante, pero ahora prefería que Tonks se quedara con él. No era seguro que estuviera sola si podía evitarlo… (¿sería realmente esa la razón?), por suerte fue Voldemort quien lo dispuso y no fue necesario discutir al respecto. Por otro lado, su plan consistía en incriminar a MacNair del fallo de la poción y ahora se había quedado sin víctima para su plan.
El siguiente capítulo presenta la elaboración de la poción y… bueno, no les mato la historia.
Obviamente esta vez no hay respuestas a reviews, pero por favor no dejen de enviarlos, que ¡¡¡ya casi hay 100!!!
Espero que les gustara la sorpresa y hasta la próxima…
