Advertencia: Todos los personajes de esta historia son propiedad de J.K. Rowling. Esto fue escrito solo por diversión y no fue hecho con fines de lucro.

Hola, ¿cómo les va? Espero que no hayan olvidado esta historia. La universidad y el trabajo me han requerido mucho tiempo últimamente y eso ha provocado que no pudiera escribir, pero al fin tuve algo de tiempo, así que aquí les dejo el siguiente capítulo de esta historia.

Como se habrán dado cuenta, esto se a alargado un poco y gracias a Dios la cantidad de mensajes a sido bastante, así que ya pasamos los 300 reviews. Debido a esto publiqué un fic corto llamado "Si tú me miras" (pueden llegar a él por mi perfil). Es una historia colateral a esta, de hecho es de Snape y Mary Ann y la forma en que lograron casarse. Hace varias semanas una de las lectoras (Sakura) me había solicitado que hiciera el fic de celebración de Sirius Black, pero ya había prometido que sería de Snape, debido a estas dos cosas el fic tiene un personaje invitado: Sirius Black; así que wapa, espero que sea de tu agrado. Espero que les guste...

Capítulo XXII: Conversaciones pendientes

En el último capítulo quedaron conversaciones pendientes...

- Es muy interresante, voy a averriguarr acerrca de eso, señorr.

- Bien, será mejor que te vayas porque ella está por llegar – dijo el anciano al chico – no quiero que te vea aquí todavía, primero tengo que saber qué es lo que esconde.

El joven se retiró dejando a Albus Dumbledore solo en su despacho. El director sabía que ese chico sería de gran ayuda para la causa, pero parecía muy impulsivo... no era el tipo de espía reposado que era Snape, le faltaba la frialdad para analizar las cosas, tendría que aprender pronto si no quería que lo descubrieran. Por otro lado, su carácter huraño lo hacía ideal para el puesto, pues no era dado a amistades banales que entorpecieran su labor... ya verían como resultaban las cosas.

Estaba sumido en sus pensamientos cuando alguien dio la contraseña para entrar a su despacho. Tenía que ser ella. Él tenía que averiguar cuál era la misión que Voldemort le había asignado y sobre todo porqué le había mentido a su marido.

- ¿Puedo pasar? – preguntó la chica asomando su cabeza por la puerta y sonriendo.

- ¡Claro! Adelante... – invitó el anciano – te estaba esperando.

La señora Snape iba cargada con una serie de papeles acerca de las clases que impartiría a partir de la siguiente semana y luego de volcar una pequeña mesa y tirar una lámpara de pie, consiguió acomodarse, tanto ella como sus cosas. La verdad es que estaba bastante nerviosa, sabía que la reunión no se referiría solo a su labor como docente, Dumbledore querría saber la misión que le habían asignado y ella iba a tener que mentirle también a él...

- Te encuentro un poco nerviosa – dijo el director – ¿hay algo que te preocupe?

- ¡Sí! ¡Digo no! ya no sé lo que digo... – se regañó a si misma. Respiró profundamente y continuó – estoy nerviosa, no sé qué tal seré como profesora...

Estaba visto que no sería sencillo sacarle nada a la chica en esa reunión. Parecía muy dispuesta mantener la conversación en el ámbito educativo. Aun así, él lo intentaría.

- Creo que serás una excelente profesora. De hecho de eso quiero hablarte. Como sabrás, Remus está fuera del país en una misión de la Orden. Él iba a ser el profesor de Defensa contra las Artes Oscuras este año, pero debido a su viaje eso no va a ser posible. Por otro lado, tú has preparado toda una serie de materiales para instruir a los futuros aurores y bueno... me preguntaba si querrías adaptar tu material para impartir clases a todos los niveles...

- ¿Cómo? ¿Ser la profesora de Defensa contra las Artes Oscuras? No creo que esté preparada para eso... ¡usted habló de un curso extra para los de sétimo año, nunca me ha planteado la posibilidad de trabajar con todo el colegio! – hasta el momento no estaba realmente asustada por su nuevo trabajo, pero ahora... ahora sí que se comenzaba a preocupar.

- Eres una gran auror y eso te capacita para el puesto. Además, se que Severus aceptará gustoso ayudarte en lo que requieras...

- ¿Habló usted con él al respecto? – preguntó un poco mosqueada. Él le había dicho que no sabía lo que sucedería en esa reunión...

- No, pero sé que hará cualquier cosa por ti... – aseguró el director – además, es el más capacitado del personal para darte una mano.

- Y, ¿por qué no imparte él esa clase? – preguntó la chica a su vez – creo que le gustaría...

- Pero, ¿quién impartiría pociones? Sabes que no hay nadie más capacitado que él para ese puesto. Es el mejor hacedor de pociones que conozco... además, no me gusta ponerlo más en contacto con las Artes Oscuras de lo que ya está...

- ¿Teme que vuelva a ellas? – preguntó la chica en un susurro.

- No voy a negarte que en algunos momentos en el pasado pensé que podría hacerlo. Pero sé que cuando regresó a nuestro bando lo hizo porque estaba convencido de que era lo mejor... él nunca regresaría con ellos. Además, ahora estás tú.

La chica meditó lo que el director le había dicho. Sabía que Severus había acariciado la idea de impartir esa materia por muchos años, ¿se molestaría si ella la impartía? Esperaba que no lo hiciera...

- Lo haré. Impartiré esa materia, pero lo haré solo si Severus acepta asesorarme en caso necesario.

- Le preguntaremos en este mismo instante – dijo el anciano.

Con paso ágil, Dumbledore se acercó a la chimenea, echó en ella un puñado de polvos flu y se comunicó con la chimenea de las habitaciones de los Snape.

- Severus, ¿podrías venir un momento? – preguntó el director. Luego de recibir una respuesta afirmativa del profesor, regresó a su asiento frente a la chica.

- No creo que exista inconveniente – aseguró – ¿quieres una taza de té?

Mientras hacía aparecer un servicio completo de té, el profesor de pociones ingresó al despacho del director. Su vista se detuvo en la pareja que se preparaba para tomar el té, ¿habría Dumbledore averiguado qué misión le habían asignado a su esposa?

- ¿Deseaba verme? – preguntó para hacer notar su presencia.

- Sí, Severus siéntate. Tu esposa y yo comentábamos acerca de los problemas en los que nos ha metido la partida de Lupin a Bulgaria... – el director expuso a Snape la problemática que minutos antes le expusiera a su esposa y le decía lo que había decidido esta al respecto.

Snape miraba muy atentamente a ambos. Algo más estaba sucediendo en esa habitación, estaba seguro de ello y el artífice era Albus Dumbledore, estaba convencido de que así era.

- No habrá problema – aseguró el profesor y volviéndose a su esposa le dijo – sabes que solo tienes que preguntarme...

Snape se puso de pie y se dirigió a la salida.

- Si no me requieren para nada más... – y se retiró.

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- Te digo que los pasteles de calabaza de mamá son los mejores del mundo – aseguraba Ron a Harry en ese momento.

- Los que probé el año anterior en el callejón Diagon eran muy buenos – dijo el chico de anteojos – pero estoy seguro de que los de tu mamá deben ser mejores. Creo que no hay nada que haga mal...

Los chicos ingresaban en ese momento a la cocina de la Madriguera. En esta habitación se encontraban las dos chicas que les quitaban el sueño y la señora Weasley.

- Gracias Harry – dijo la señora Weasley – es reconfortante saber que alguien admira tanto mi comida.

- Es usted una excelente cocinera señora Weasley – aseguró el ojiverde.

- Harry dice que no ha probado tus maravillosos pasteles de calabaza – dijo Ron.

En ese preciso momento Ginny le hizo una seña a Hermione para que se retiraran, pero Ron lo impidió.

- Es una lástima, ¿no crees Ginny? – dijo el chico cortando la huida de las chicas – y ¿tú ya los probaste? – le preguntó a Hermione.

- No, aun no he tenido el gusto... – dijo la castaña amablemente.

Ginny le hacía señas de que no dijera nada más, pero Hermione no la vio...

- Pero me agradaría hacerlo – aseguró Hermione.

Ginny literalmente se desinfló. Sabía lo que eso significaba. Su mamá las mantendría en la cocina el resto de la tarde preparando calabazas para elaborar pasteles. Eso era una tragedia. Les quedaban solo unos días para regresar al colegio, y ese ya estaba perdido... harían pasteles toooooooda la tarde...

- ¡En serio! – dijo la señora Weasley, la emoción se veía en sus ojos – está decidido, haremos pasteles de calabaza esta tarde. Será muy divertido... ustedes dos serán mis ayudantes...

En ese momento Hermione vio a Ginny y comprendió... No tenían escapatoria, lo que quedaba de la tarde y parte de la noche estarían encadenadas a la cocina... y lo peor es que había sido gracias a su afirmación...

Mientras tanto la señora Weasley seguía haciendo planes en voz alta y disponiendo todo para el trabajo que les esperaba. Ron le sonrió a Harry con ojos traviesos y este comprendió que Ron había cumplido su palabra... había buscado la manera de alejar a las chicas para tener una larga conversación con él. Esa tarde Harry debería contarle a su amigo la parte más negra de su historia.

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Aliance durmió mejor que nunca. El insomnio no tuvo oportunidad, estaba demasiado feliz para permitirle la entrada. ¡Iba a trabajar con Remus! Tenía que aceptarlo, después de tantos años seguía enamorada del Merodeador. Durante toda la mañana no lo había visto, pero en la tarde...

- Buenas tardes – la saludó una voz a sus espaldas – ¿dormiste bien?

- Buenos tardes Remus – respondió ella – sí, dormí como nunca, ¿y tú?

- Bien, aunque estoy un poco nervioso por nuestro trabajo de hoy... ¿de qué se trata? – inquirió el hombre lobo – lamento no haber hablado contigo en la mañana, pero aun estoy con la misión que me asignó Dumbledore...

- No te preocupes, sé que tienes un trabajo que realizar. Yo solo voy a necesitar que dones un poco de sangre en bien de la ciencia y que pruebes un par de pociones... – aseguró la chica.

- ¿Hoy? – preguntó intrigado – no estamos en luna llena...

- Ya lo sé. La primera de las pociones provocará la transformación, la segunda deberá funcionar como antídoto, al menos parcial, a ella – ella lo miró bastante divertida.

- ¿Por qué hiciste una poción que provoque la transformación? Eso puede ser peligroso su cae en las manos equivocadas – dijo Lupin seriamente.

- Lo sé, pero mis estudios avanzarían muy despacio si tuviera que esperar a la luna llena para realizar las pruebas que requiero hacer – lo miró seriamente – no creas que no he pensado que es peligrosa, pero es una poción muy especial, solo puede usarse recién elaborada y aparte de mi solo dos personas más conocen como elaborarla. No te preocupes, son personas de confianza...

Remus le sonrió, cada vez lo sorprendía más esa chica. Ella le devolvió la sonrisa, no podía negarlo, era una sonrisa muy hermosa...

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- Bueno, ya zanjado el problema de la materia que impartirás, tengo que hablar contigo de otros asuntos... – dijo el director.

Ella no pudo evitarlo y un escalofrío recorrió su espina dorsal. Era el momento que más temía... Dumbledore querría que le hablara de su encuentro con Voldemort y ella iba a tener que mentirle. El director percibió su temor y se dio cuenta que algo no estaba bien. Snape nuevamente había acertado al decir que ella ocultaba algo.

- ¿Qué tal se te da la vida de casada? – preguntó el anciano con una sonrisa.

- ¿Perdón? – respondió ella – lo siento, Severus dice que tengo la mala manía de responder siempre con una pregunta... No puedo negar que ha sido todo un cambio para mi, pero me gusta...

- Bueno, dentro de cinco días el colegio estará lleno de estudiantes que los mirarán curiosamente. Snape es el profesor más temido de la institución, así que podrás suponer todas las ideas preconcebidas que traerán este año. Snape casado, ¿cómo será su esposa? ¿habrá cambiado su forma de ser? ¿será ella igual de cascarrabias que él? Tienes que prepararte para eso y más...

Ella lo miraba con los ojos muy abiertos, no se había acordado de ese pequeño problema desde que le asignaran la misión.

- Espero no tener problemas al respecto. Algunos de los estudiantes ya me conocen y otros me vieron en el callejón Diagon cuando fuimos de compras – le comunicó la joven al director – en realidad lo que más me preocupa es la recepción que me darán los Slytherin, estoy segura de que los padres de algunos de ellos ya les comunicaron que soy "una de ellos".

- Tendrás que lidiar con eso... sé que vas a hacerlo bien – le dijo sonriente – solo debes tener cuidado.

La chica ya se había calmado un poco... pero se mantenía alerta. En cualquier momento podría hacerle la temida pregunta y ella debía estar lista para no decir la verdad... tal vez lo mejor era...

- Tengo que enseñarle algo – le dijo la chica-

Ella se puso de pie y dio la vuelta al escritorio del director. Lentamente se subió la manga izquierda de su túnica y dejó al descubierto la marca tenebrosa...

- Ahora estoy marcada – dijo seriamente – puede llamarme en cualquier momento. Estoy bastante preocupada por esto... lo peor es que Severus insiste en culparse y yo no sé que hacer...

- No creo que te llame... – aseguró el director – no hasta que cumplas la misión que te asignó...

Ella lo miró en silencio, ¿sabría él algo? Eso sería su salvación, alguien con quién hablar al respecto... pero no podía preguntárselo...

- Vigilar a Harry no es fácil – dijo el director sacándola de sus pensamientos y derribando sus débiles esperanzas – el chico no es muy obediente y es capaz de atraer los más grandes problemas que te puedas imaginar... pero sé idearás algo para cumplir con tu misión y no dejar al chico al descubierto...

- Por supuesto, si tiene alguna sugerencia le estaría muy agradecida – dijo ella en un susurro.

Era cierto, ella no estaba diciendo la verdad.

- No te preocupes, sé que saldrás bien de esta: tanto la misión como tu trabajo aquí, ya sabes, cualquier duda acude a Severus – dijo dando por concluida la reunión.

Cuando ella se retiraba del despacho, Dumbledore se decidió a jugarse una carta más...

- Podrías empezar las clases de los sétimos con los hechizos derivados de las maldiciones imperdonables, ya sabes, como el Secretus Avada... – dijo el anciano.

La señora Snape lo miró atentamente y asintió.

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Harry y Ron habían decidido salir de la Madriguera para conversar sin interrupciones y sin posibles escuchas. Ron había tenido que sufrir un poco para salir de casa y sabía que su dulce hermanita se cobraría esta... pero valía la pena, su amigo necesitaba de él y no iba a fallarle.

- Sé que Ginny va a cobrársela – aseguró Ron – espero que Hermione no se una a ella para la venganza...

- No estaría muy seguro de eso – dijo Harry – estoy seguro de que Ginny va a ponerla en autos... no tendrás escapatoria.

- Pero valió la pena... no solo podremos hablar sino que comeremos pasteles de calabaza, son realmente deliciosos, pero llevan muuucho trabajo – dijo riéndose a la vez que Harry se le unía.

Luego de reír por un buen rato, los chicos se calmaron y cayeron en la seriedad de la conversación que tenían pendiente.

- Voy a matarlo, Ron – dijo Harry seriamente – o me matará él a mi.

Ron lo miraba perplejo. Abrió la boca para decirle algo, pero nada salió por sus labios.

- Es la profecía – aclaró el ojiverde – el verano pasado cuando fuimos al Ministerio de Magia, la profecía que los mortífagos buscaban eso era lo que decía...

- Pero la profecía se rompió nadie pudo escucharla, dijiste que no oíste nada – dijo el pelirrojo bastante rápido.

- Y no la escuche... había mucho ruido en ese salón; pero Dumbledore la conocía de memoria, ya sabes tiene un pensadero y puso en él los recuerdos de cuando se pronunció la profecía... Soy el elegido para derrotar a Voldemort, si yo no lo hago él me matará a mi y regirá el mundo mágico. La profecía no dice nada de cuando va a suceder o qué pasara antes o después de ese enfrentamiento, pero sucederá.

- Harry, no vamos a dejarte solo en esto, lo sabes – aseguró el menor varón de los Weasley.

- No Ron, esto es algo que debo hacer solo. La profecía habla de un enfrentamiento entre nosotros dos... cuando hablé con Dumbledore me quedó claro que debía morir o matar, no hay otra salida.

- Pero no dice que debas enfrentarlo solo... – dijo su amigo.

- Pero no voy a exponerlos a que les suceda algo, ¿no entiendes? Por eso es que no puedo hacerme ilusiones con tu hermana. No solo no sé si voy a estar aquí para ella, sino que puedo hacer que corra un gran peligro...

- Harry, vas a vencer, estoy seguro de ello y cuando eso suceda, nosotros vamos a estar contigo.

- Por eso no quería contarte nada. ¡No quiero que corran peligro por mi causa! ¿no comprendes que va a vencer? Es un gran mago y yo solo soy un chico, ni siquiera soy un mago graduado...

- Ya lo has enfrentado antes y nunca ha podido matarte...

- ¡Pero ha sido pura suerte! Siempre ha sucedido algo que ha jugado a mi favor. En primero me ayudaron ustedes, en segundo Fawkes, en cuarto los que había asesinado y en quinto la Orden y... bueno... tú sabes... – dijo el niño que vivió con los ojos llenos de lágrimas.

- No es suerte Harry. Tú eres un gran mago, eres muy poderoso, de no ser así no habrías sobrevivido en el cementerio la noche que el regresó. Además, él no pudo poseerte en el Ministerio de Magia... – agregó Ron – ¿por qué no pudo poseerte? – preguntó.

- Dumbledore dice que hay algo en mi que lo repele y que por eso no pudo hacerlo...

- ¡Pues eso es lo que te ayudará a vencerlo!

- Ron, ni siquiera sé lo que es...

- Pero está en ti...

Ambos se quedaron en silencio unos minutos. Ron meditaba en lo que su amigo le había contado y Harry rememoraba todo lo dicho por Dumbledore la noche en que murió Sirius...

- ¿Voldemort tiene amigos? – preguntó de pronto el pelirrojo.

- No, tiene sirvientes – aseguró Harry – no creo que sea capaz de tener amigos, ¿por qué lo preguntas?

- Porque cuando ustedes se enfrenten, si él va ganando en algún momento, sus seguidores estarán ahí y tus amigos no vamos a abandonarte, te estaremos apoyando y luchando contra ellos. Pero cuando él esté perdiendo, tú vas a tener a tus amigos apoyándote, pero él va a haber perdido a sus seguidores... por eso vas a ganarle...

Ron había hablado con más seriedad de la que Harry le creía posible... en el fondo de su corazón, Harry le había creído...

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La tarde había pasado apaciblemente para Aliance y Remus, ella había extraído una cantidad considerable de sangre del cuerpo del licántropo y debido a esto había decidido que no tomara las pociones hasta unos días después. Por el momento, trabajaría con análisis de la sangre y con algunas pociones que estaba mejorando...

Le había insistido al hombre lobo para que se retirara a descansar, pero él se había rehusado y en un arranque de caballerosidad se había ofrecido a ayudarle en el laboratorio. Ella estaba en las nubes con la perspectiva de tenerlo como ayudante...

Toda la tarde habían conversado de trivialidades, hasta que cambiaron de tema...

- Y, ¿qué hay de tu vida? ¿eres casado? – preguntó ella con un tono completamente casual, pero esperando ansiosamente la respuesta que podía recibir.

- No. Nunca he estado casado. Debes saber que para los hombres lobo las relaciones amorosas no son muy sencillas.

- Para nadie lo son y si la chica que quieres conoce de tu condición, no veo cual problema extra puede haber... ¡estoy segura de que eres un rompecorazones y no quieres contármelo! – aseguró Aliance.

- ¡No! ¿cómo crees? La verdad es que solo una vez me he enamorado, pero ella se enamoró de otro y ahora está felizmente casada...

Ella lo miró dulcemente... no comprendía como una mujer podía resistirse a ese hombre. Él era todo lo que ella soñaba en un hombre, ¿es que se podía ser tan ciego?

- No puedo entender cómo pudo rechazarte... – dijo sinceramente. Al momento se sonrojó debido a su impetuosidad, pero lo dicho, dicho estaba y no se iba a contradecir.

- Gracias, pero la verdad es que nunca le dije lo que sentía por ella; así que en realidad no me rechazó, simplemente nunca supo que yo la amaba... – la mirada de Remus se perdió en la distancia a través de la ventana del laboratorio de Aliance Krum.

Ella no quiso decir nada, parecía que aun sufría por ese amor perdido. ¿Habría sido hace mucho tiempo? ¿Aun la amaría? Esas dudas las tenía en la punta de la lengua, pero no iba a preguntar. Podía ver que el dolor provocado por ese amor aun lo lastimaba... era mejor dejarlo estar para cuando él quisiera contarle.

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Nymphadora Snape llegó a sus habitaciones con una especie de tranquilidad invadiendo su cuerpo. Dumbledore había dado en el clavo, ¿o no? Sabía que hechizo le habían lanzado, o al menos eso era lo que ella había deducido de su último comentario. No había podido decirle su misión, pero al menos tenía la esperanza de que él la apoyara en lo que ella ideara para rescatar a su marido de ese problema en que ella misma le había metido.

Al ingresar a sus habitaciones, vio con terror que la caja de cristal que contenía a Pascual había desaparecido... eso le olía a problemas. Si el pequeño conejo hacía de las suyas en las pertenencias de su esposo seguramente este se encargaría de que el animalito saliera de Hogwarts antes de que terminara el día.

Dejó sus cosas en el escritorio que estaba libre y se dedicó a buscar bajo todos los muebles. Su esposo no se encontraba en las habitaciones y por lo que podía ver el pequeño Pascual tampoco...

Se encontraba ella haciendo miles de conjeturas sobre el paradero de su mascota cuando se abrió la puerta principal y pudo ver a su marido entrar con el pequeño conejo en los brazos. Él la miró atentamente y dijo:

- Debe salir al menos una vez al día, le hace falta el sol y la hierba, creí que tardarías mucho en salir de tu reunión, así que lo llevé por ti. – dijo velozmente – Pero no creas que lo haré todos los días...

- Gracias – dijo ella mientras lo abrazaba apretadamente – ¿qué sucedió con la caja de cristal?

- Me pareció un poco cruel tenerlo dentro de una caja tan pequeña, así que cree un campo de energía cerca de la chimenea. Solo lo afectará a él y tendrá espacio para moverse...

- Eres maravilloso – dijo ella y se acercó para besarlo.

Cuando sus labios estaban a punto de juntarse, él se separó de ella. Estaba sucediendo otra vez... él la estaba apartando.

- ¿Qué sucede? – le preguntó directamente.

- Nada, creo que es mejor que me retire al laboratorio, tengo algunas pociones que preparar para el nuevo curso.

- ¡Pero ya es casi de noche! – dijo la chica – no vas a trabajar a estas horas...

- Por supuesto que si, es la hora en que mejor me concentro... – dijo él y agregó bruscamente – creo haberte dicho que padezco de insomnio...

- Pues no he visto que lo sufras estas últimas noches... – dijo ella un poco alterada por el tono que utilizaba su marido.

- Pero esta noche sí – afirmó mirándola a los ojos, pudo ver en ellos un destello de tristeza y agregó – no te preocupes, cuando tenga sueño regresaré...

Pero no regresó en toda la noche...

Bueno esto ha sido todo por ahora. Lamento haberme tardado tanto, pero es que cada vez se me hace más difícil conseguir tiempo para escribir... lo siento. Intentaré seguir publicando al menos cada dos semanas.
En el siguiente capítulo tendremos el inicio de clases y algo más...

Respuestas a los reviews:

Anna: hola chica, lamento el atraso, pero la verdad es que no pude hacerlo antes. La conversación entre Dumbledore y Nymphadora no llegó al tema de la misión, creo que él sabe que no va a poder sacarle nada, así que opta por sondearla y ver que resultados obtiene... espero que te agradara el capítulo.

Chica-Felton-Malfoy: hola chica, que bien que sigas leyendo, espero que este capítulo también te agrade. Respecto a Remus, él no recuerda a la chica, pero ya se acordará de ella no te preocupes. Cuando Dumbledore lo envía allá el tiene cierto recuerdo de ella, pero es que aun no la ha relacionado con la de Hogwarts. Draco saldrá probablemente en el siguiente capítulo, espero que te guste lo que le preparé.

Elanor Blackriver: hola chica, GRACIAS. La verdad es que no esperaba tener una lectora nueva a esta altura del fic, me sorprendió que te leyeras 21 capítulos de una sentada. GRACIAS. Me alegra que te guste la historia; por cierto, ¿quién te los recomendó? (es que soy curiosa...). Espero que te gustara como se está poniendo la situación en estos momentos. Verás que el matrimonio ya está teniendo algunos problemitas... bueno, la verdad es que no todo puede ser color de rosa ¿o no? Espero que te siga gustando y espero también leer pronto lo que escribes.

Ichan: hola wapa, me alegra que te siga gustando la historia, sino te envío una barra de chocolate para subirte el ánimo... Las cosas, como dices, están color de hormiga. Ya las cosas comienzan a oler a desenlace y es cierto, ya todo está en el punto en que no se puede poner peor, así que todo se irá acomodando poco a poco.

Iraty Rowling: hola wapa, que bueno que sigues por acá... No te preocupes, me llegó a tiempo el mensaje y por supuesto que me encantó recibirlo. Espero que sigas por acá. Aun falta un poco para que esto acabe, pero no creo que dure demasiado, en mi mente ya está terminado, lo que pasa es que al ponerlo por escrito se va haciendo un poco más largo.

laurana-malfoy-rin: hola amiga, vi que publicaste y pusiste al día un montón de fics, espero leerlos mañana (espero tener tiempo...). Gracias por mantenerte fiel a esta historia, espero que te gustara lo que sucedió en este capítulo. Como vez Dumbledore sabe más de lo que dice y todo se complica un poco. No se me había ocurrido lo del epílogo, pero la idea que me das es muy buena.

Marissastack: hola chica, gracias por enviarme mensaje. Leí tu historia y supe que te llegó el mensaje. Me gusta la forma en que has tratado tu fic. Gracias por los halagos, ya se me está pasando, pero la verdad es que me hinchaste y no pasaba por la puerta...

Miss-Andreina-Snape: hola amiga, que bueno tenerte por aquí. Me alegra que te siga agradando la historia. Gracias por subir la historia a la página, ya pude entrar, aunque no me dejó ver mis fics, porque como que mi máquina de la oficina hay que configurarle algo para que se vean ciertos textos, pero en fin, vi los otros dos y los leí... Me alegra que te gusten las otras parejas que puse y sobre todo que te agrade la de Remus, porque esa me ha costado muchísimo.

Meilin 2: hola chica, que bien que continuaste con tu historia, aunque sigo intrigada por esa chica. Lo de que alguno de los dos no esté se explicará mejor más adelante, pero básicamente es que Snape sospecha que Voldemort querrá eliminar a alguno de los dos. Gracias por enviarme tus preguntas, porque eso me indica lo que tengo que aclarar mejor... Espero que si algo no lo entendiste no dudes en enviarme la pregunta.

Nariko: hola wapa que bueno que te esté gustando la historia. Respecto a Draco, saldrá cuando inicien las clases, probablemente en el siguiente capítulo. Me alegra que te gusten las parejas complementarias de la historia. Espero haber respondido tu pregunta respecto a los sentimientos de Aliance hacia Remus.

Nocrala: wapa, ¡lo siento! Después de que publiqué la vez anterior me encontré tu mensaje, por eso no te respondí, pero te lo agradezco de igual manera. Vi que actualizaste, espero leerlo pronto... Como pudiste ver ya comenzaron los problemas entre ellos y te cuento que va a continuar... bueno espero que te guste.

Noctis Black Snape: hola amiga, ¿cómo estás? Espero que de maravilla. No entendí lo que publicaste de Remus, ¿es que tienes una historia compartida? Publiqué lo de los 300 reviews con una historia de Snape, la verdad es que no se me da mucho escribir de otras parejas. Si vez mi perfil verás que solo hay una que no es de Snape y la verdad es que es la que menos me gusta. Intentaré hacer algo de Draco para luego, pero no te prometo nada... la verdad es que yo soy de las que cree que Ron quedará con Hermione en la serie de J.K. Rowling.
Como viste lo del conejo está casi bajo control... espero que te agrade que lo sacara de la caja, es que dice Sara Fénix Black que se va a ahogar... Espero que te guste como va esto...

Sakura-Diana- Black: hola chica, que bueno que sigues leyendo la historia. no sé si leíste el fic de celebración. Me habías pedido que fuera de Sirius, así que es el invitado especial en ese fic, espero que te guste. Dime que te parece, Sara dice que está bien, pero no sé si logré coger la esencia de ese personaje que tanto les gusta. Gracias por el mensaje.

Sara Fenix Black: HOLA, HOLA, HOLA, ¿qué tal? Ya rescaté a Pascual, ¿te parece? Espero que ahora no se queje... No te he dejado review, espero hacerlo mañana ¿41 capítulos? Increíble..., pero buenísima.