Capítulo XXIX: Preparativos para el regreso

(N/A: hola, como notarán en este capítulo, ya no estamos en la primera semana de clases, sino que el tiempo ha ido pasando. Ahora nos ubicamos a una semana de la noche de brujas.)

Remus estaba prácticamente listo. Había dedicado casi tres horas a preparar su equipaje. Sabía que lo llevaba todo, al menos todo lo que ocuparía para ayudar a Nymphadora Snape con su misión. Él y Severus Snape habían planificado todo con sumo cuidado. Le costaba creerlo, pero últimamente se habían llegado a comprender muy bien y sus planes tenían la pinta de que iban a dar buen resultado.

No tenía ganas de volver a Gran Bretaña, pero sabía que tenía que hacerlo, pues era la única manera de entregarle a su amiga el material que le ayudaría a poner en evidencia a su marido ante lord Voldemort. Además, ella le había avisado que el Innombrable los había citado para el día de brujas y el 31 de octubre era la semana siguiente, así que no le quedaba más remedio que irse. Por suerte la fecha le daba a excusa perfecta para su reaparición: pasar Halloween con Harry.

Aliance no estaba muy feliz por la partida de Remus. Desde la noche en que habían hablado acerca de sus sentimientos, la relación que mantenían se había vuelto bastante fuerte y aunque seguían teniendo algunos malos momentos, el balance entre ellos era positivo. Ella era feliz de tener a su lado al hombre que siempre había amado y le costaba dejarlo partir, pero comprendía que debía ayudar a su amiga aunque esto no fuera de su agrado.

Remus no podía dejar de admirar a Aliance Krum. La chica no solo era capaz de amar a un hombre lobo, sino que lo quería de tal manera que no había insistido en conocer el tipo de trabajo en el que él ayudaba a la señora Snape. Había visto lo que él hacía, parecía extrañada, pero no había hecho preguntas… aunque moría de ganas por hacerlas.

- No quiero irme – dijo el licántropo cuando sintió que ella ingresaba a su habitación con una taza de chocolate caliente.

- Yo tampoco quiero que te vayas, pero ambos sabemos que debes hacerlo – le contestó ella entregándole la taza.

- Lo sé, pero eso no hace que quiera regresar allá – aseguró Lupin.

- No te preocupes, todo va a salir bien – dijo ella intentando infundirle ánimos.

Remus la miró y vio en su rostro una gran preocupación.

- No te preocupes más de la cuenta. Iré a Hogwarts, veré a Harry, le entregaré el paquete a Nymphadora y pronto estaré de vuelta…

- No creo que regreses pronto – dijo ella y ante la mirada de incomprensión de Remus, agregó – tu misión aquí está terminada y estoy segura de que allá van a estar necesitando de ti. Esta guerra no te va a dejar volver pronto.

- Es cierto, es probable que tengan algo planeado para mi – aceptó el hombre lobo – pero eso no quiere decir que no regrese pronto. No te voy a dejar ahora que te he encontrado… ¿no has pensado en trasladar tu laboratorio a Inglaterra? Allá podríamos trabajar juntos. Estoy seguro que Dumbledore va a estar feliz de recibirte por allá. No me gusta que te quedes sola…

- No tengo miedo.

- Yo sí. Desde que me avisaron que Voldemort está interesado en tus trabajos, temo que se aparezca alguien que intente dañarte.

La chica se separó un poco del hombre lobo y se apoyó en la ventana mirando hacia afuera.

- Por favor, no vuelvas sobre el tema. Ya te dije que no voy a irme dejando todo solo porque sí. No es la primera vez que alguien está en mi contra y no voy a abandonar el trabajo de toda una vida por una amenaza.

- Pero no es cualquier amenaza, sabes que con Voldemort no se juega… si quiere algo de ti, no se detendrá hasta que lo consiga o acabe contigo.

- Sabes que Rómulo va a estar al pendiente de mi – dijo ella haciendo referencia al hombre lobo que vivía en el bosque cercano a la casa y al cual Remus conoció al tiempo de llegar a Bulgaria – él y sus amigos no van a permitir que me suceda algo.

- Quisiera estar tan seguro como tú. No me parece suficiente para detener a un grupo de mortífagos.

Remus abrazó a su novia y la estrechó fuertemente. Había organizado una especie de grupo de apoyo con algunos licántropos que vivían en el bosque cercano. Todos ellos habían sido ayudados en algún momento por la bella investigadora, así que estaban dispuestos a protegerla ante el inminente peligro. Ella no había aceptado que llegaran extraños a cuidarla, eso podría llamar demasiado la atención o alejar a los hombres lobos que llegaban buscando su ayuda. En fin, era mejor acceder a las peticiones de la chica y confiar en la destreza de los licántropos que se habían ofrecido a velar por ella.


En la sala común de Gryffindor, dos chicos esperaban ansiosos a que sus amigas bajaran para ir a desayunar. Dentro de una semana sería el día de Halloween y habría una cena con baile en el colegio. Ambos chicos estaban determinados a invitar a sus amigas a la actividad y, aunque esperaban una respuesta afirmativa, estaban un poco nerviosos.

Ginny había estado bastante atenta con Harry los últimos días y el chico estaba en las nubes. Desde hacía unas semanas él había sentido algunas molestias en su cicatriz, pero la chica parecía tener el bálsamo que curaba todos sus males. El niño que vivió sabía que lord Voldemort estaba tramando algo, podía sentirlo a través de su cicatriz… algo estaba por ocurrir y eso hacía que el Señor Tenebroso estuviera muy activo, podía sentir la adrenalina actuar sobre su enemigo, estaba ansioso y muy confiado en obtener una victoria.

Todos esos pensamientos y sensaciones no eran nuevas para Harry, ya en varias ocasiones había sentido lo que sucedía con Voldemort, pero ahora no caía desvanecido por los embates de la cicatriz. Al menos ahora era capaz de resistir y averiguar las razones que hacían feliz o enojaban al Señor Oscuro. Ignoraba la causa de esta nueva resistencia, pero lo adjudicaba a que se había llegado a habituar a la extraña conexión que los unía.

Luego de hablar con Ron, Hermione y Ginny, había llegado a la conclusión de que era preciso que le comunicara a la Orden lo que estaba percibiendo. Sabía que era Snape la persona indicada para dar información acerca de los mortífagos y Voldemort, pero no podía ocultar la información que había recibido sin querer.

Él estaba prácticamente seguro que algo ocurriría pronto. No sabía cuándo, ni dónde, ni cómo, pero estaba seguro de que iba a ocurrir. Había hablado con Dumbledore al respecto, pero para su sorpresa, el director estaba enterado ya de algunas cosas y le dijo que no se preocupara que la Orden tenía todo bajo control; pero él no estaba seguro de eso, sentía que algo más iba a pasar y debido a la ausencia de Remus, se decidió a comentar sus sospechas con la única miembro de la Orden a la que tenía acceso: Nymphadora Snape.

Eso era precisamente lo que los había tranquilizado a los cuatro; ella había sido todo oídos para ellos y les había indicado que ya existían planes muy bien trazados para malograr lo que el Señor Oscuro había planeado para esos días. La chica no había querido decirles la fecha en que todo ocurriría, ni lo que pensaban hacer, pues alegó que eso era cuestión de los miembros de la Orden del Fénix y que ellos eran muy jóvenes para mezclarse en esas cosas.

De nada valieron las razones dadas por los chicos para que les informaran de lo que estaba por suceder. Nymphadora resultó ser tan hermética como el resto de la Orden, pero al menos les había dado a entender que no estaban de brazos cruzados y que habían tomado nota de la información que Harry les había proporcionado.

Era por eso que podían darse el lujo de pensar en la cena y el baile del día de brujas. Era por eso que Harry se había decidido a hablar esa noche con la pelirroja que le hacía andar dando tumbos. Era por eso que ambos iban a mojarse y a invitarlas como sus parejas para ese día tan importante… (N/A: lo de mojarse es como un sinónimo de arriesgarse… ¡solo por si no se entiende!)

Las chicas estaban listas en la habitación de Hermione y se disponían a bajar, pero fue Ginny la que lo impidió.

- Necesito decirte algo muy importante – dijo la chica a su amiga.

- Los chicos están esperándonos para ir a desayunar¿puede esperar?

- Me temo que no, más bien he esperado mucho para decirlo…

¿A qué te refieres? – inquirió la castaña.

- A algo que vi cuando fuimos a hablar con Tonks. Sé que suceden muchas cosas que no nos dicen, pero¿recuerdas que hacía mucho calor ese día en sus habitaciones? Ella tenía la chimenea encendida, decía que el salón estaba húmedo y necesitaba eliminarla humedad¿sí?

- Sí – dijo la chica – lo recuerdo, su habitación era un verdadero horno…

- Bueno, creo que ella estaba comunicándose con alguien cuando llegamos…

- Sí me dio esa misma impresión… estaba un poco alterada cuando nos vio… no nos esperaba en ese momento – recordó la chica – Esa noche lo comenté con Ron y él está de acuerdo en que ella nos mintió, también creemos que estaba comunicándose con alguien.

Ginny miró un poco extrañada a Hermione. Ella ignoraba que su amiga pasaba muchas horas de la noche en compañía de Ron. Desde el inicio del ciclo lectivo, ellos habían tomado la costumbre de sentarse frente al fuego de la chimenea de la sala común y comentar algunas cosas que sucedían durante el día. La primera vez no habían hablado mucho, pero al día siguiente, cuando todos los estudiantes se habían ido a dormir, Hermione había bajado a la sala común y nuevamente había encontrado a su amigo sumido en sus pensamientos frente a la chimenea. Como la noche anterior ella se había sentado a su lado y habían hablado sobre cosas que dejaron pendientes en su conversación durante el día… y poco a poco eso se había hecho costumbre… hablaban de lo que les preocupaba, de lo que no entendían de la conducta de los demás y hasta hablaban de Harry y Ginny.

Ginny decidió dejar de lado el hecho de que su amiga y su hermano se reunían solos por las noches y siguió con su idea original.

- Bueno, Harry y yo también lo comentamos y llegamos a la misma conclusión – admitió la pelirroja – pero eso no es lo que quiero decirte. No se lo he dicho a Harry, ni a nadie, pero es que no puedo dejar de pensar en ello…

- Bueno lo mejor será que lo sueltes de una vez – dijo Hermione.

- Tonks tenía en su brazo la marca tenebrosa.


Severus Snape estaba trabajando en su laboratorio. Ahora que no pisaba sus habitaciones por ningún motivo, había conseguido un nuevo nivel de productividad. Todo su tiempo libre lo dedicaba a la elaboración de complicadas pociones, algunas incluso altamente peligrosas.

En las semanas que llevaba viviendo en su laboratorio había tenido gran cantidad de reuniones, en especial con Remus Lupin, juntos habían llevado a la práctica el plan que la señora Snape había sugerido para poner en evidencia a su esposo frente al señor Oscuro.

Sabía que para Lupin había sido difícil la tarea, pues sabía la misión de la chica, pero no podía dejar que ella se enterara de eso, pues podría hacer que hablara con demasiada libertad y lo enviara al otro mundo.

Según los recuerdos de Lupin, vistos por medio de un pensadero que el profesor de pociones le proporcionó en una oportunidad, en más de una ocasión la chica se había sentido tentada a no cumplir con lo que le habían mandado y aceptar pasivamente el castigo que el Innombrable quisiera imponerle; fue en ese momento que el hombre lobo tuvo que hacer gala de todo su poder de persuasión.

- Flashback -

¡No voy a hacerlo! – grito la señora Snape al borde de la desesperación – no sabes las terribles consecuencias que tendría que sufrir Severus si cumplo con mi misión.

- No lo sé, precisamente para que nadie lo sepa es que Voldemort te envió el Secretus Avada. Lo que sí sé, es que no importa lo que hagas él va a hacerlos sufrir a los dos, él no tiene misericordia por nada ni por nadie, así que no importa lo que hagas él va a lastimarlos… lo que tienes que hacer es buscar la manera de que sufran lo menos posible, ambos.

- Sé que tienes razón, pero si no cumplo la misión la única que sufriría las consecuencias soy yo y él estaría bien…

- Si tú no cumples con tu misión, te van a castigar y no servirá de nada, porque asignarán a alguien más para que la cumpla… no vale la pena ganarse una tortura por algo que no vas a poder evitar – razonó el hombre lobo.

La joven profesora se quedó mirándolo en silencio y una solitaria lágrima rodó por su mejilla izquierda. Sabía que él tenía razón y lo mejor era seguir adelante.

- Es cierto. Tengo que hacerlo de forma que pueda salir de esta – dijo más para sí misma que para Remus – necesitamos sacar alguna ventaja…

- Tal vez no debería decirte esto, pero tienes una ventaja… – estaba viéndola sufrir y no estaba dispuesto a soportarlo, lo mejor era contarle un poco del plan que tenía con Snape y luego ver cómo se las arreglaba con él – hay un nuevo espía nuestro en las filas de lord Voldemort, él va a ayudarnos.

- Fin del flashback -

Snape sabía que Remus no había tenido más opción que aliviar un poco la desesperación de su esposa, pero no por eso le agradaba. El hombre lobo no había revelado el nombre del nuevo espía, pero probablemente el tendría que hacerlo antes de su ida al castillo; ya lo pensaría después. El recuerdo del pensadero lo había visto hace casi un mes… después de eso le había pedido a Lupin que no lo mencionara, prefería que ella creyera que el nuevo espía se encargaba de todo. Mientras menos razones tuviera ella para acercarse a él era mejor… al menos por el momento.

Sabía que los hijos de mortífagos que estaban en Hogwarts les habrían comunicado ya a sus padres que él y su esposa no estaban en buenos términos. Esperaba que esa noticia llegara pronto a oídos del Innombrable, pues esa era la única forma de excusar la ausencia de un heredero en el vientre de su esposa. Ahora que estaba a una semana de su regreso al castillo oscuro, sabía que debía hablar con ella… tenía que hacerlo, aunque fuera solo por la posibilidad de que las cosas no salieran como lo había planeado, aunque fuera solo para tenerla cerca una vez más antes de morir…


Nymphadora Snape se sentía bastante desanimada; ¿y si las cosas salían mal¿y si el nuevo espía cometía algún error y era descubierto antes de la noche de brujas¿y si todo salía bien, pero Snape seguía alejado de ella?

Dumbledore la había asegurado que estar alejados era lo mejor y la manera más adecuada para que Snape consiguiera no cumplir su misión… ¿qué misión podía ser esa¿por qué necesitaba estar lejos de ella? Lo único que había podido discernir de todo esto es que ella era el objeto de su misión y que cumplirla implicaba un peligro para ella. Después de hablar con el director había llegado a la conclusión de que Snape estaba alejado de ella por su propio bien, pero no había conseguido llegar a alguna otra idea que la satisfaciera ciento por ciento.

Sabía que Remus partiría ese día hacia el Reino Unido, esperaba que llegara en uno o dos días a Hogwarts. Estaba impaciente por ver a su amigo, pero sabía que debía ser cuidadosa. Su esposo no apreciaba mucho al licántropo y no quería desencadenar una nueva discusión con él, si es que los veía saludarse muy efusivamente.

No podía creer que hubiera pasado ya casi dos meses desde el comienzo del período lectivo. Eso quería decir que eran casi dos meses de ver a su esposo a las horas de la comida y no cruzar más que un saludo cortés de vez en cuando. No podía decir que él la había abandonado, porque era conciente de que Pascual, el pequeño conejo, habría muerto de no ser por él.

Después de la invitación que había hecho a Harry, Ron, Hermione y Ginny a tomar el té, no había vuelto a pasar las tardes en sus habitaciones, y había acertado. Su esposo no faltó una sola tarde para ir a pasear al animal a los jardines de Hogwarts, pero debido a las palabras del director, ella había decidido hacerle más fácil la tarea que él mismo se había asignado, así que evitó el encuentro a esas horas. Así que ella había seguido tomando el té en la sala de profesores, lugar que su esposo nunca utilizó a esas horas.

Minerva McGonagall había notado que el matrimonio no compartía momentos libres y había estado a punto de decirle algo a la chica, pues notaba la ansiedad en sus ojos cuando se habría la puerta del salón y la decepción cuando entraba alguien a la habitación y notaba que no era Snape. Se contuvo con bastante esfuerzo de su parte, pero si le había dicho a la chica que estaba disponible si en algún momento necesitaba hablar con alguien.

Nymphadora había agradecido el gesto de su compañera, pero no necesitaba hablar con ella, solo requería hablar con su esposo y arreglar las cosas antes de regresar al castillo. Estaba decidida a hacerlo y por eso tomó una decisión, ese día no iría a tomar el té al salón de profesores, ese día esperaría a su esposo para hablar con él y tener la posibilidad de llegar a un acuerdo antes de ir al castillo oscuro.

La decisión tomada le levantó enormemente el ánimo. Ese día salió de su habitación con una llamativa túnica roja con verde, sus ojos competían con los de Ron en el celeste que presentaban y su cabello era rubio y completamente lleno de colochos. Su rostro estaba mucho menos triste que las semanas anteriores y, aunque siempre se notaba preocupada y un poco decaída se notaba un cambio de actitud en su persona.

Llegó muy decidida a desayunar, en el camino se había encontrado a su primo y este le había dicho que necesitaba hablar con ella sobre una petición de su padre. Se había detenido a conversar con él y estaba bastante contrariada. Lucius le había solicitado información sobre ella y su esposo. El chico, haciendo gala de inteligencia, le había enviado una respuesta bastante ambigua y le había pedido que fuera más específico en lo que deseaba saber, todo esto con el fin de tener oportunidad de poner sobre aviso a su prima y averiguar lo que ella deseaba que comunicara. La señora Snape, teniendo en cuenta las palabras del director, se limitó a indicarle que no mintiera y que respondiera abiertamente las preguntas de su padre.

La chica consideraba que era mejor no exponer a Draco, probablemente otros mortífagos habían solicitado información a sus hijos y si ella le pedía que mintiera, se notarían las discrepancias entre los informes de Draco y los de sus compañeros, era mejor que dijera la verdad. El chico no estaba muy de acuerdo, pero terminó accediendo ante la insistencia de su amiga. Eso era un nuevo problema, y tendría que comunicárselo a su esposo en su encuentro de la tarde.


Harry, Ron, Ginny y Hermione se encontraban en el comedor cuando vieron entrar a su amiga y dirigirse a la mesa de los profesores. Ese día se veía mucho mejor que los anteriores y eso les alegró bastante.

- Hoy se ve mucho mejor ¿no? – le dijo Ginny a Harry, que desde hacía varios días se las arreglaba para quedar siempre a su lado a la hora de las comidas.

- Sí – dijo el chico pensativo – espero que se deba a que las cosas le están yendo mejor.

Hermione y Ron que se encontraban frente a ellos escucharon lo que decían sus amigos y se volvieron a ver a la señora Snape. Hermione no pudo evitar recordar lo que Ginny le había dicho en la mañana¿estaría contenta porque las cosas le iban bien a la Orden o porque le iban bien a Voldemort? No quería desconfiar de ella, pero a nadie le aparecía la marca tenebrosa de la noche a la mañana… o eso era lo que ella creía.

- Creo que tengo que ir a investigar algo a la biblioteca – dijo apurando lo que quedaba de su desayuno.

¿A esta hora? – le preguntó Ron – ayer dijiste que ya tenías concluidos todos tus deberes – añadió un poco más bajo, pues hacía alusión a su conversación nocturna.

- Sí pero ha surgido algo… que tengo que averiguar – dijo levantándose.

- Te acompaño – dijeron Ginny y Ron a la vez.

- No es necesario, en serio – dijo cuando vio sus caras – puedo hacerlo sola.

Ron volvió a sentarse encogiéndose de hombros y Ginny la miró fijamente pero regresó a su asiento. Cuando la castaña había desaparecido por la puerta del gran comedor, el pelirrojo se levantó y se dispuso a salir.

- Es mejor que la acompañe – dijo despidiéndose de su hermana y su amigo – no quiero que vague sola por los pasillos cuando se dirija a clases.

Harry y Ginny lo miraron alejarse, ella un poco más preocupada que él, pues sabía que la chica iba a investigar algo referente a la información que ella le había dado esa mañana. Estuvo tentada a contarle todo a Harry, pero Hermione la había convencido de lo contrario. Decía que ellos siempre llegaban a conclusiones apresuradas y que cuando etiquetaban a alguien no eran objetivos; como ejemplo le puso al profesor Snape, que aunque siendo miembro del a Orden del Fénix y contando con la absoluta confianza de Dumbledore, insistían en tachar de traidor. Esto la contuvo, pero no aminoró su ansiedad.

Contrariamente a la chica que tenía al lado, Harry agradecía mentalmente la ocasión de quedarse a solas con la pelirroja. Estaba decidido a pedirle que fuera su pareja para la noche de brujas y la partida de sus amigos, le brindaba la oportunidad ideal de solicitárselo.

- Ginny – la llamó para que dejara de ver la puerta del comedor – ¿te sientes bien?

¿Cómo? Sí – dijo volviéndose a atender a su amigo – sí me siento bien, es solo que me parece extraño que Ron la acompañara a la biblioteca… definitivamente Hermione lo está cambiando mucho.

Harry sonrió ante el comentario de Ginny, él también había notado que Ron estaba cada vez más cambiado. Ahora leía un poco más y se aplicaba a hacer sus deberes un poco más a tiempo que antes. Otro detalle que le había extrañado al principio del curso lectivo era que luego de haberse ido todos a dormir, Ron se levantaba y salía de la habitación, la mayoría de las veces tardaba horas en volver. Una noche él se había levantado para ver si su amigo se encontraba en la sala común. Lo había verificado, pero lo que más le sorprendió fue ver que no estaba solo y que su amiga castaña conversaba animadamente con él.

- Ni que lo digas – aceptó el ojiverde.

¿Sabes algo que yo no sé? – inquirió un poco mosqueada la chica.

¿Qué podría saber yo? – dijo evadiendo la pregunta – solo me limito a admitir que se comporta diferente, es hasta más responsable…

La chica había sonreído como dando por concluido el tema de conversación y él no hizo ningún esfuerzo por volverlo al tintero, tenía algo muy importante que preguntarle a la pelirroja y era mejor que lo hiciera de una vez, antes de que alguien los interrumpiera.

- Sabes, me preguntaba si… bueno si¿tienes pareja para el día de brujas? Ya sabes, la cena y el baile. – dijo un poco entrecortadamente – Pensaba que si no tienes pareja tal vez te gustaría ir conmigo…

Ginny lo miraba en silencio¿le estaba pidiendo que fuera su pareja¡Sí¡Eso estaba haciendo! No podía creerlo, era realmente maravilloso. En ese momento se olvidó de Hermione, de su conversación de la mañana y de la marca que había visto en el brazo de Tonks.

- No… – dijo mirándolo fijamente. Pudo notar que el chico se entristecía de pronto, así que añadió prontamente – …no tengo pareja para ese día y me encantaría ir contigo…

Harry solo acató a sonreír, se sentía el chico más feliz de todo Hogwarts, de hecho era el chico más feliz de todo Hogwarts.


Lucius estaba bastante molesto por la respuesta que había recibido de su hijo. No le daba ninguna información de interés, aunque parecía dispuesto a buscar la que él le solicitara. Luego de leer la nota de Draco, se dispuso a escribirle con preguntas concretas. Había varias inquietudes que tenía ganas de satisfacer, sobre todo lo referente a la señora Snape.

Cuando tuvo lista la nota, se dispuso a releerla para verificar que solicitaba toda la información que necesitaba. Ahora estaba en una situación delicada, pues el señor Tenebroso lo había castigado hacía poco por un imprudente comentario que había hecho en el castillo.

Hacía unas semanas había estado conversando con Lestrange, Morris y McNair acerca de su nueva misión y eso llegó a oídos de alguien más, quien tuvo la gentileza de comunicárselo al señor Oscuro. Lord Voldemort se había molestado al saber que los planes que él disponía se comentaban en los pasillos y lo había castigado como una muestra para todos de que lo que se les asignaba era única y exclusivamente entre ellos y su señor.

Esa era la principal razón por la que estaba molesto. Todos los hijos de mortífagos habían enviado ya sus informes sobre la pareja de profesores, solo él no tenía nada concreto que presentar. Por eso había redactado todo una serie de preguntas para que su hijo buscara las respuestas, solo el tener más información que los demás podía disculparlo de tenerla después que el resto.

¿A qué se debe esa cara larga? – le preguntó Bellatrix secamente.

- Ahora no tengo tiempo de hablar contigo – respondió el aludido – debo enviar esta nota a mi hijo.

- Hazlo pronto, porque necesito hablar contigo – le respondió la mujer – Krum sigue siendo una molestia para mi.

Malfoy no dudaba que el chico la había despreciado. Solo en otra ocasión había actuado ella de esa manera: cuando Snape había pasado de ella. Él sabía que una mujer como Bellatrix podía dejar pasar algunas cosas, pero nunca ser dejada de lado. El joven búlgaro ignoraba el problema en que se encontraba. En un inicio ella había corrido el rumor de que era un espía de Dumbledore, pero extrañamente el Innombrable había sido el que había respaldado al chico y eso había terminado de raíz con las murmuraciones.

Una semana después ella había intentado hacerlo quedar mal desacreditando la efectividad de una de las pociones que el chico había elaborado, para su mala suerte ella había utilizado una de la reserva, por lo que su ineficiencia se había achacado a la antigüedad y mal mantenimiento de la poción; pero la mujer no estaba dispuesta a darse por vencida, ella iba a terminar con Krum en la primera oportunidad que tuviera.


Hermione Granger había entrado a la biblioteca con mucha prisa. Tenía clases en quince minutos y quería tomar un libro para ojearlo a penas tuviera oportunidad. No notó al chico pelirrojo que ingresó al recinto pisándole los talones, pero él la miró acercarse a los estantes y lentamente se aproximó a ella. notó que la chica se estiraba para alcanzar un volumen del estante superior y entonces decidió entrar en acción.

¿Necesitas que te lo alcance? – dijo estirándose y tomando el libro que ella intentaba coger.

¡Ron! – exclamó sorprendida – ¿qué haces aquí?

- Pensé que tal vez podría serte de ayuda… y parece que sí – dijo sonriendo.

La chica no estaba molesta de ver a Ron a su lado, pero no sabía que iba a responder cuando él preguntara por el libro que ella tenía ahora en sus manos.

¿Para qué necesitas ese libro? Dijiste ayer que habías terminado todos los trabajos pendientes…

- Sí lo sé, pero quiero investigar un poco… sobre… bueno… – esa era precisamente la pregunta que temía y, lo peor, esa era la respuesta que tenía.

- Supongo que no necesitas una razón para leer un libro ¿no? – dijo malinterpretando su reacción y sonriéndole abiertamente – ¿de qué trata?

- Es sobre marcas, símbolos y esas cosas, – dijo explicándole a grandes rasgos el contenido del libro, aunque sin perder su nerviosismo – es interesante.

Ron se quedó mirándola fijamente, había algo extraño en todo eso, pero no tenía la más mínima idea de lo que era…

- Supongo que me lo dirás cuando creas que es tiempo – concluyó el pelirrojo – no te preocupes, sé esperar…

Ella lo miró sorprendida, pero hizo un signo afirmativo con su cabeza para indicarle que lo haría y luego, dijo:

- Te prometo que lo haré cuando pueda o sepa qué es lo que sucede, pero por favor no me preguntes nada… – dijo colocando el libro en la mesa que tenía al lado.

- Lo intentaré. Por el momento solo voy a hacerte una pregunta¿quieres ir conmigo a la actividad del día de brujas? Me encantaría que fuéramos juntos a la cena y al baile. Sé que no soy muy buen bailarín, pero te prometo que haré hasta lo imposible porque te diviertas – el chico había hablado sin darle oportunidad de responder y ahora esperaba lo que ella iba a decirle.

Desde hacía varios días que intentaba pedírselo en las largas horas que compartían cada noche, pero siempre decidía dejarlo para la noche siguiente… fue hasta ahora que se decidió. Esperaba que nadie se lo hubiera pedido antes, o al menos que si se lo habían solicitado ella hubiera respondido negativamente; pero sobre todo tenía la esperanza de que a él le respondiera con un sí.

- Ron yo… – dijo Hermione un poco confundida – no sé que decirte. Mira yo…

- No te preocupes – le cortó el pelirrojo – comprendo que muchos deben habértelo pedido ya, y que yo debí hacerlo hace días…

¡No me interrumpas! – dijo la chica un poco alterada – yo estaría encantada de acompañarte, pero eso sería dejar solos a Harry y a Ginny¿no te molesta?

- No – dijo Ron mirándola divertido – me he convencido de que hacen una linda pareja, si los dejamos solos tal vez lleguen a algo.

¡Ah! Es por eso que quieres que vaya contigo – acotó Hermione un poco desilusionada.

- No. No es por eso. – aseguró el chico sinceramente. Pero ella solo lo miraba sin decir nada, así que se atrevió a agregar – ¡Solo quiero ir y pasar la velada contigo!

Hermione Granger sonrió a todo lo que le permitían los músculos de su cara, y un poco enrojecida solo asintió a su amigo. Ya casi era hora de la primera clase y tendrían que correr para llegar a tiempo, se volvió a buscar su mochila, la recogió y cuando fue por el libro que dejara momentos antes en la mesa, ya el pelirrojo lo llevaba junto con los demás. En silencio, salieron de la biblioteca y se dirigieron a la clase de Transformaciones, ambos reflejaban una gran felicidad.


Las clases de la mañana pasaron rápidamente para todos, tanto estudiantes como docentes. A la hora del almuerzo Nymphadora Snape había visto como su marido entraba al comedor y se ubicaba en su lugar habitual, ella se había colocado casi en un extremo, desde una posición que le permitía observar a su esposo fácilmente.

Ambos se habían dedicado a comer en silencio, ignorando a sus compañeros de al lado. Ella había levantado la vista un par de veces para ver a su esposo, pero él no había dado muestras de determinarla siquiera. Lo que ella ignoraba era que él había tenido que hacer acopio de toda su fuerza de voluntad para no mirarla al menos una vez.

La profesora de defensa contra las artes oscuras tenía libre tres tardes a la semana y esa era una de ellas. Habitualmente esos días se retiraba a su despacho a revisar trabajos o a atender consultas de sus estudiantes. Este día en particular, decidió que haría lo mismo de siempre, pero se transportaría por medio de la chimenea hasta sus habitaciones antes de la hora del té. Quería estar ahí cuando llegara su marido.

La tarde transcurrió apaciblemente. Un par de estudiantes habían llegado a hacerle preguntas y ella había hecho gala de toda su paciencia para aclararles sus dudas. Luego de esto, nadie más apareció por allí, así que cerró la entrada y se dispuso a revisar trabajos. Antes de la hora del té se puso de pie y se dirigió a la chimenea. Agregó polvos flu a las llamas y se trasladó a sus habitaciones.

El salón estaba silencioso. Pascual estaba cerca de la chimenea protegido por ese campo extraño que su esposo había creado para que pudiera moverse libremente donde no causara ningún daño. Ella sabía que iba a romper el acuerdo tácito entre los dos al estar allí cuando él llegara, suponía que él se iba a enojar y que tendrían una de sus amenas discusiones, pero no le importaba, tenía una semana antes de la cita con el señor Oscuro y no quería llegar a ese lugar sin el apoyo de su esposo.

Nymphadora Snape se encontraba sumergida en sus pensamientos cuando escuchó que la puerta se abría y alguien a sus espaldas le hablaba, una voz que esperaba oír, dirigida a ella, desde hacía días.

- Hola preciosa, – dijo con voz profunda el profesor Snape – no esperaba encontrarte aquí.

Las cosas se ponen un poco más negras antes de la reunión en el castillo oscuro. Ahora solo les queda confiar en que los planes trazados se realicen sin tropiezos.

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Hola a todos y a todas, gracias por seguir leyendo este fic y sobre todo por tener tanta paciencia. Espero que este capítulo les gustara, a mi por lo menos me encantó escribirlo. Gracias por los mensajes que recibí respecto al capítulo anterior, ahora les contesto:

Aliance: Amiga mía, que bien que me escribes, me encantan tus reviews y esa idea de Voldemort vestido de mariachi me parece genial. ¿Le tomarías una foto por mi? Gracias por la recomendación del libro, pero no he encontrado nada de esa autora por estos rumbos, supongo que aun no lo han traído¿ya cruzó el charco?
Tienes razón, Víktor se ha echado encima una mala adversaria, Bellatrix es malvada y creo que el pobre chico va a tener que sufrir un poco, pero así es la vida, le tocó bailar con la mas fea (dicho tico, espero que se entienda). Respecto a Snape y Tonks, como viste ya van a hablar, pero no creas que va a ser una pelea o una reconciliación ciento por ciento miel, la verdad es que va a ser algo de emergencia, ya verás…
Alicia te envía saludos.

Dany Black: hola niña, que bien que estés por aquí. Me alegra que te parezca que el fic está bueno, eso es lo que intento. Me gusta que envíes mensajes. Recuerda que si tienes alguna duda, solo tienes que preguntar. Espero no fallar con las actualizaciones cada quince días.

Edysev: hola niña, que bien que te gustó lo de Remus y Aliance, esa pareja me gusta como está quedando incluso cuando no son los principales. Como viste ya la pareja principal va a hablar (espero que eso te haga olvidar los vociferadores… al menos por un rato), no puedo asegurarte que van a tener una gran reconciliación, pues todo está en contra de ellos y tienen mucho en que pensar. Ya verás en el próximo capítulo lo que sucede, por el momento te dejo a la expectativa… gracias por el mensaje.

Elanor Blackriver: hola wapísima, que bueno que estés por acá. Me alegra que te gustara lo de Ron y Hermione, no puedo evitar que me encante el romanticismo a la antigua… soy una romántica incurable. Lo de la gripe ya va saliendo, ahora solo me queda afectada la garganta, lo que beneficia a todos en mi casa por que no tienen que oírme cantar el día completo… Bueno wapa, espero que te siga gustando el fic y luego nos comunicamos nuevamente.

Florence Rose: hola chica, gracias por el mensaje. Me alegra que te gustara la dedicatoria, pero era lo menos que podía hacer después de que leíste 27 capítulos de una sola sentada. He estado un poco atareada y no he podido seguir leyendo tu fic, pero está muy divertido, espero pronto leerlo completo, los reviews te los iré dejando poco a poco. Por cierto, concuerdo contigo en que Tonks es la ideal para Snape, pero tengo que aceptar que he leído varios Snape – Hermione y la pareja no me desagrada (tan es así que escribí un fic sobre ellos y tengo planeado otro...), pero definitivamente Tonks es la que más me gusta para él. Por cierto, en un fic que se llama "Drabbles en rojo y negro" hay un capítulo de ellos dos, es bonito… y la autora acepta retos.

Galilea: hola wapa, estoy alucinada con lo que escribes y me honra mucho que leas este fic, gracias. Intentaré acatar tu petición; regularmente intento actualizar cada quince días, pero a veces tengo algunos inconvenientes (ya sabes, estudiar y trabajar es un poco pesado, para además escribir regularmente.) Espero que esto te siga gustando, intentaré que no se me pase la fecha. Gracias por todo.

Iratí Rowling: hola chica, gracias por el mensaje. Lo de la poción se mencionó cuando Remus y Aliance hablaron sobre el trabajo de ella, pero un poco más adelante se aclarará para los que no lo recuerden, lo que pasa es que eso será en una conversación posterior. Como ves, ya la pareja va a hablar, aunque no entró en esta entrega. Espero que te gustara este capítulo.

Kymie: hola, gracias por el mensaje, fue el primero que recibí esta vez y me levantó mucho el ánimo, porque creía que las escenas eran demasiado melosas, pero dices que te gustaron y eso es reconfortante. Me parece que en este hay menos romanticismo, pero se avanza más en la historia de fondo, espero que también te guste.

La hija de la oscuridad: hola niña, que bueno que estás otra vez por acá. Me alegra saber que aun lees la historia aunque sé que en ocasiones las responsabilidades hacen que nos desentendamos un poco de esto… es una lástima, pero la vida es así. Ya me puse al día en tu fic, lamento haberlo dejado, pero creo que soy un poco despistada y a veces se me pasan las cosas. Como viste ya van a hablar Snape y Tonks, espero que te guste lo que les tengo preparado, aunque no todo son besos y abrazos. Bueno chica, nos vemos…

Laurana Malfoy Rin: hola wapa, ahora que escribo esto me encuentro leyendo tu último capítulo de "La misión", está muy bueno. Me encanta que te gustara el capítulo. Lamento mucho lo de tu ordenador, pero creo que debe estar mejor puesto que ya publicaste. Me contó mi hermana que había hablado con vos por el msm y que te pasaba lo mismo con los signos. Ella es toda una experta. Parece que la escena de la cafetera fue todo un éxito, no pude evitar poner otro artefacto de esos, como la primera vez fue el culpable de que no se besaran, pues me pareció adecuado. Bueno niña, espero que este capítulo te gustara, aunque ya viste que Remus regresa y Aliance se queda solita.

Meilin2: hola chica, me alegra saber de vos y también que vi que ya estás publicando (aunque de otra categoría…) pues eso es señal de que las cosas te van mejor, espero que pronto puedas actualizar las de Harry Potter, pero no te apures, que las cosas a la carrera no dejan tanta satisfacción como las que se hacen despacito. Me alegra que te gustara como quedaron las parejas la vez anterior, espero que esta vez no te decepcionara. Con respecto a tu deseo de ser el gato de Hermione, pues si quieres está bien, aunque creo que yo preferiría ser el conejito de Tonks.

Miss Andreina Snape: hola wapísima, que bien que te gustó el capítulo anterior. Como viste las cosas entre Remus y Aliance están más que claras, solo que él ha tenido que dejarla momentáneamente. Espero que te gustara que ya nuestro matrimonio favorito se está acercando. Sé que pasaron mucho tiempo sin acercarse, pero falta poco para que tengan que regresar al castillo y es necesario que hablen. Me alegra que te siga gustando el fic y no pienses que lo que escribes son tonterías, tus historias son buenas y espero que sigas haciéndolas.

Nariko: hola wapa, espero que te esté yendo muy bien en los exámenes y que todo te esté saliendo de maravilla. Extraño mucho tus fics, pero sé que lo primero es lo primero y tus exámenes deben tener prioridad. Me alegra que te gustara el capítulo y que no te pareciera demasiado meloso, yo tenía la impresión de que podía ser un poco empalagoso, sobre todo porque lo normal no es eso. Me quitas un peso de encima. En cuanto a tu petición de que no le pase NADA a ninguno en la reunión con Voldemort, me parece que ninguno saldrá ileso, pero eso no quiere decir que me los vaya a volar a todos. Bueno, mucha suerte y luego nos comunicamos.

Nise: hola niña, gracias por dejar un mensaje el capítulo anterior, me encanta saber que el fic está gustando. No olvides que cualquier pregunta o sugerencia (o llamada de atención) solo tienes que ponerlo en el review ¿de acuerdo? Ok. Espero que sigas por acá y que te gustara este capítulo.

Pupi-chan: hola chica, que bueno que sigues por acá. Como ves ya estoy actualizando, espero que te guste el capítulo y que sea lo suficientemente rápido para ti. Gracias por escribir y espero que te guste la historia completa, aun faltan algunos capítulos.

Vika Riddle: hola wapa, gracias por seguir por estos rumbos. Me alegra que te siga gustando el fic. Que bien se sigues escribiendo, espero que me avises pronto que ya lo tienes listo y que me indiques dónde lo puedo leer. Bueno niña, gracias por el mensaje.

Bueno, eso es todo por ahora, solo quiero recomendarles un one – shot que se llama "Sueños entre tazas de café", lo escribió Sara Fénix Black y es un James – Lily, me encanta porque es muy tierno y se basa en una balada muy linda llamada "Háblame". La pueden encontrar entre mis historias favoritas.