Aqui le straigo el 3 cap espero les guste, disfrutenlo y nos vemos a la salida .-

CAPITULO III

Era ya de noche, como siempre se encontraba vagando por las calles sin rumbo fijo, solo mirando ir y venir a las personas que no conocía y que no le conocían, ya que no se lo podía permitir. El ser un asesino, era algo tormentoso, pero no podría dedicarse a otra cosa, su vida desde siempre haba sido así. Pero si no hubiera sido el asesino que matara ya hace aproximadamente 6 meses atrás a un poderoso inversionista ingles, no hubiese topado su camino con el de ella.

Kenshin se encamino hacia una de las tabernas de esa calle y allí decidió beber algo, mientras rememoraba aquella película casi ficticia de cuando la conoció, cuando se empezó a encaprichar de su aroma y luego de toda ella.

FLASH BACK >>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>

El día había amanecido como siempre gris, siendo invierno era lógico que todo fuera copado por el tormentoso clima. El simplemente tomo el despertador que hace unos momentos le había empezado a llamar implacable. Miro el reloj de mesa y observo que ya era la hora de iniciar sus deberes matutinos.

Se coloco de pie y enseguida se metió bajo la ducha, donde se dejo acariciar por las gotas cristalinas del liquido vital, todo su cuerpo era explorado por ellas, en perfecto compás se deslizaban por su torso, pasando por su plano abdomen asta finalizar su recorrido en aquella parte masculina.

Luego se vistió, la mas fina tela se daba el gusto de acariciar aquel cuerpo , cualquier mujer daría lo que fuera por ser parte de aquel tejido y sentir su duro cuerpo acariciarla, él no era un burdo asesino, se encontraba bajo los mandatos de un poderoso hombre político, que para su protección le tenia y en algunas ocasiones le ayudaba a deshacerse de las piedras en el camino, que eran bastantes.

Afuera todo estaba recubierto por una gruesa capa de nieve, tan blanca como la piel de aquel joven pelirrojo. Cubierto por una chaqueta de gruesa tela ocultaba su cuerpo al igual que su cabeza con afelpado peluche que le abrigaba de cualquier frió.

Sabia bien que esa mañana tenia que llevar a cavo uno de aquellos encargos tan especiales de su señor. Así que recorrió todo el camino, no importando lo extenso de su marcha, ya que tenia todo el tiempo calculado para hacerlo, además siempre se daba su tiempo en aquella caminata para reflexionar y calcular cada uno de sus actos, actos que haria a continuación.

La jefatura se encontraba de camino hacia su objetivo, pasar todos los días prácticamente frente a esta era algo que le provocaba gracia, ninguno de ellos pensaría que el tan afamado asesino Battusai se daba el lujo de pasar en frente de sus narices de lo mas fresco y relajado. Que ironía verdad?

Pero en esta ocasión fijo su mirada en algo mas que los policías tontos que se encontraban charlando fuera de la jefatura tomando algo caliente para el frió, se fijo en una joven de ojos tan azules que aparentaban ser el mar u océano mas profundo que el pudiese conocer, o a ver escuchado mencionar. Detuvo su caminar por un momento fijándose en el casi imperceptible temblor de su cuerpo, ya que se encontraba sin nada que protegiera su frágil figura del desalmado frió. Algo le impulso de momento a tratar de avanzar hacia ella, pero un policía de peinado extraño (Sanosuke) se acerca a ella y le amparo con un abrigo que traía con el, mientras molestaba ala joven pellizcando sus mejillas. Esto parecía ser algo normal para ella, ya que no se molesto en demasía ante tal acción por parte de su compañero. Kenshin observo detenidamente, por última vez la estampa de mujer que tenia a pocos metros, y retirando su vista de ella siguió con su camino.

Aquel hombre Ingles había sido un buen contrincante, nunca se había imaginado, y mucho menos pensado que la dichosa víctima de su catana fuera un experto en las artes orientales. Esto hizo que uno de los incesantes ataques por defenderse de él, hubiese proporcionado un grave dolor a su costado, una cortada diagonal en su flanco izquierdo.

Una mujer de aspecto humilde se fijo en lo sucedido y empezó a gritar, Kenshin solo corrió a ocultarse ya que la jefatura que hace poco pasara se encontraba bastante cerca. La policía no se hizo esperar, copándolo todo y convirtiendo la pasible mañana en caos.

Una gran multitud se empezó a reunir en las cercanías dando al Hitokiri la oportunidad de salir inadvertido de su escondite. Al tratar de salir de toda aquella multitud y debilitado por que se encontraba perdiendo sangre, enredo uno de sus pies en el otro cayendo sin previo aviso.

Su caída se vio amortiguada por un femenino cuerpo, sin querer la chica le había atrapado, sin darse cuenta de su herida, trato de llamarle.

Señor, se encuentra usted bien? - dijo aturdida, al sentir el calor del cuerpo masculino.

Kenshin si apenas podía enfocar la mirada en la joven que se hallaba sosteniéndole, y se sintió, de cierta manera confortado, su rostro jiro hacia el de su salvadora, la sorpresa no se hizo esperar por su parte, esa mima mujer que había contemplado se encontraba abrazándolo, si se podía decir y extrañamente se sintió feliz al ver que era ella, de notar el aroma que aquella joven emanaba, aprisionándose en sus pulmones y mareándolo por tan delicioso placer. Kenshin noto su estado, así que se coloco de pie, como si nada, tratando de disimular el dolor aquel que la herida le proporcionaba.

No se preocupe señorita estoy bien, tan solo tropecé, disculpe - dijo con el rostro bajo, para que no le pudiera ver.

- Baya con cuidado señor, no sea que la próxima vez no cuente con tanta suerte - dijo Kaoru

Con una pequeña sonrisa, que él no vio, pero presintió por su tono de voz, tan dulce y gentil. El sonrío ocultando su rostro de nuevo, y siguió su camino.

Fin Flash Back>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>

La mujer que atendía el Bar le sirvió la tercera bebida, para ella no era extraño verlo allí, le conocía casi perfectamente. Un hombre solitario y hermoso, en su humilde opinión.

Kenshin la miro y le dio un gracias por la bebida humeante frente a él.

No es de nada, tu me pagas para que te sirva, así que tengo que hacerlo bien, no crees Ken - san?

Eres muy gentil Tomoe - san

Tomoe era una mujer ya madura, de unos 27 años en apariencia, ella era la dueña de aquel lugar que junto a su esposo Akira atendía. Ella había conocido a Kenshin, ya que en una ocasión, en una noche en la cual se estaba cerrando el local, unos malandrines habían tratado de asaltarle, sabiendo que su esposo no se encontraría esa noche con ella, Kenshin los había visto desde horas esperarla, él había sido el ultimo cliente en salir del local, ya que vivía prácticamente cerca. Y llegada la ocasión le defendió de ser asaltada y casi ultrajada.

Desde entonces visitaba todas las noches aquel lugar, que era una buena opción para pasar sus desoladas noches, al menos ahora tenía a alguien para charlar así fuera de preparar postres o por el estilo.

Oye amor no seas tan gentil con Ken - san o si no me pongo celoso - dijo un hombre de porte gentil tras de ellos.

Hay amor, que cosa mas tontas dices

Buenas noches Akira - san - saludo Kenshin al recién llegado.

Tenga buenas noches Kenshin .

Akira abrazo a su esposa, proporcionándole un fogoso beso. Beso que Kenshin observo detenidamente, recordando el cálido aliento de la mujer de ojos zafiro que tan solo la noche pasada había hecho suya. Al principio a la fuerza, pero luego, con la voluntad de ella. Y baya que si lo había disfrutado, tanto que lo deseaba repetir, es que el recordar el cuerpo femenino le hizo sonrojarse frente a la pareja, que al terminar su beso lo miraron y sonrieron un poco.

Pareces un adolescente Ken - san, - dijo Tomoe burlona al ver sus mejillas pálidas en un color casi poco común en él.

Eh? Por que lo dices Tomoe - san?

Que sujeto... por dios - dijo Akira llevando su mano a la cabeza en forma de preocupación

Que, por que me miran así? - dijo Kenshin

Akira y Tomoe se rieron, era muy cómico ver a ese hombre de permanente carácter frió, un poco confundido, y realizar gestos que provocaba ternura. ( si Ken tiene su lado Tierno).


Kaoru llegaba de nuevo a su hogar, cansada de todo, de su trabajo de su monotonía, asta de ella misma. Pero al abrir la puerta y encontrarse con el desorden de la mañana, le hizo dar cierto escalofrío. Recuerdos placenteros se insertaban en su memoria como si fuere un disco duro, al cual acabaran de implantar un programa en su cabeza.

Recogió la ropa que aun yacía en el piso, y algunas cosas que aun se encontraban en desorden. El teléfono sonó...

Mochi - mochi

Hola Kaoru , como estas

Misao? – dice algo sorprendida

Si, como estas hermanita

bien y tu, como esta Yahiko?

Pues Yahiko - chan esta con un poco de gripa, pero se encuentra bien

Que no me digas Chan ¬¬ - decía Tras Misao, un Yahiko arropado asta las orejas

jajaja, parece que esta bien – ríe Kaoru al escuchar el reclamo

si, lo pude notar - dice tapándose una de sus orejas.

Que pasa, Misao, en realidad es extraño que llames, y aun mas a estas horas de la noche

Pues veras, es que... surgió un pequeño problema.

Que paso? – pregunta preocupada

Sucede que se te olvido mandarnos el dinero para pagar el alquiler de la casa, así que nos echaron

Nani?. Pero si yo mande el dinero hace una semana...- bastante enojada

Pues por aquí no llego nada ne - san

y entonces? – colocando atención ala posible solución que diera su hermana

No se será irnos para halla, no seria mejor?

. Bueno a mi no me molesta, pero y sus estudios?

Hay, no-problema, yo ya estoy casi terminando y Yahiko- chan salió hace una semana

esta bien, yo los esperare, iré buscando colegio para Yahiko y tu luego te encargaras de tu universidad.

deberás? Hay gracias, en verdad tu nos haces mucha falta.

los estaré esperando, solo espero que mañana no tenga que trabajar y los pueda ir a recoger a la parada de autobús.

si, mañana estaremos muy puntuales.

Ja ne Misao - chan

Kaoru colgó el teléfono, se quedo pensativa recordó entonces lo que ocurre en esa ciudad, tanto peligro que había surgido de la nada, pero bueno ya no había vuelta de hoja y al día siguiente tendría a las personas que más amaba de nuevo a su lado.


Kenshin acababa de salir del lugar, un poco mareado por beber tanto coctelito, pero bueno... Llego a su departamento, tan frío y tan solo como el mismo, tan oscuro como su vida, daba ganas de no llegar, pero adonde más iba a acudir esa noche. Tomo un poco de té, que había dejado preparado desde la mañana y se metió a duchar, su cuerpo estaba cansado, el día no había sido uno muy placentero que digamos, entre estar ocultándose de la policía y enterarse que quedaba desempleado, no era nada agradable ni confortador, ahora que aria, no sabia hacer nada, mas que matar, ocultarse y en ocasiones huir.

Si, huir como esa mañana, huir de la persona que había pasado la noche con el, hubiese sido obligada o no. Él se había pasado esa mañana antes de salir de allí, observándola, detallándola, grabando cada uno de los detalles que conformaban su rostro, pero él de sobra creía ya conocer cada uno de sus secretos. Tal belleza nunca se le había presentado, tal ingenuidad y pureza, por que el mismo había confirmado que él era su primera vez.

Algo de remordimiento llego a su cabeza cuando se encontró bajo el agua de la ducha, un remordimiento por haberla profanado, pero, su cuerpo parecía no reaccionar a ese arrepentimiento, más bien al recordar todo el mar de sensaciones, su cuerpo se colocaba en disputa con su razón.

Cuando salió de bañarse, acomodo su cama y se coloco una pijama de color negro, tenia en muchas cosas en que pensar, en su viejo trabajo, en lo que se ocuparía ahora y en ella. Pero ella fue quien gano la partida a la angustia de buscar trabajo, ya que Kenshin rememoro como fue que la había encontrado por segunda vez, y como había sido que él empezara a obsesionarse con ella.

Flash Back >>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>

Era de noche, el frío del invierno había pasado y la primavera había comenzado como cada año. En esta ocasión su trabajo consistiría en ser el guardaespaldas de su señor, no tendría esta ocasión que sacar su catana, mas si fuera necesario lo aria.

Se encontraban en una reunión de políticos, a la cual la prensa asistiría, al igual que el jefe de policía de la ciudad Hajime Saito y unos cuantos de sus hombres.

Kenshin se encontraba camuflado entre los enormes cuerpos de sus compañeros, ya que no contaba con una estatura ventajosa, pero ello no le quitaba sus aptitudes. Oculto tras unas gafas color negro, para que sus extraños ojos no fueran reconocidos ni recordados y un traje elegante digno de un millonario, observaba atento a cada uno de los movimientos de los allí presentes.

En su inspección topó su mirada con la fémina figura, aquella chica, oficial de policía quien se mantenía a cierta y prudente distancia de su superior, junto con aquel sujeto de cabello parado y una joven de castaña cabellera. Ella, era ella, la que hace mes atrás aproximadamente le acunara por poco tiempo en su abrazo y le hiciera sentir protegido.

Ella estaba muy atenta a las palabras de su superior, y hablaba animosa con su compañera. Kenshin se embeleso con cada movimiento por parte de ella, y guardando cierta distancia la siguió sin que esta ni nadie sospecharan de su profunda inspección.

- Oe Battusai, que haces - dijo uno de sus compañeros que lo descubrió medio infraganti

- No me llames así, sabes que cuando estoy frente a tanta gente ese nombre debe quedar archivado.

Esta bien, no te molestes - dijo el hombre - pero... se puede saber que tanto vez?

Kenshin recordó entonces a la chica y observándola de soslayo resoplido a su camarada

solo estaba inspeccionando al tal Hajime Saito.

Ah ya, pensé que estabas aprovechando para recrear la vista - mira hacia el lugar - no crees que ese par de chicas están muy hermosas?

Di lo que quieras, a mi solo me parecen simples mujeres

Tu si que no sabes disfrutar a migo

Amigo? Por favor amigo el perro del hueso. Yo, no tengo amigos tenlo presente?

Kenshin salió de allí, respiro hondo cuando se encontró fuera del lugar en un pequeño balconcillo.

Pasaron un par de días mas y noto que aquella joven vivía bastante cerca a la estación, así que la siguió, noche y día, vigilando sus pasos, su cuerpo, su manera de caminar. Pudo notar que ella no era únicamente foco de sus ojos, si no también de otros.

Cada día fue creciendo esa ansiedad por ella, esas ganas de sentir su aroma, su calor como en aquella ocasión, había llegado hasta espiarla por su ventana, pudiendo apreciar su cuerpo envuelto en la toalla con la cual salía del baño, y ello le provocaba aun más.

Fin Flash Back>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>

Señorita Kaoru Kamiya...- pronuncio en forma de suspiro cuando se encontró bajo las mantas - por que no podré sacármela de la cabeza, pensé que, con el solo hecho de poseerla seria suficiente para calmar mi ansiedad por usted, pero parece que esto hizo todo lo contrario.


Bueno, espero que les agradara no seindo mas que agradeserles nos vemos asta la proxima ja ne .

Gaby: gracias por tu comentario, jejej mas adelante abra mas Sano - Meg. Gracias

Lazara: Hola, pues como vez aqui aparece nuestro pelirrojo, espero te haya gustado ja ne

lovelylady : ahi, muchas gracias por tu opinion, y bienvenida a esta historia espero te agrade y mil gracias por leer ja ne

GRACIAS POR TODO

NAOKO L- K

2006