Advertencia: Todos los personajes de esta historia son propiedad de J.K. Rowling. Esto fue escrito solo por diversión y no fue hecho con fines de lucro. Las canciones que aparecen en esta historia son: "Luz" del maravilloso, genial y absolutamente sorprendente cantautor español Miguel Nández y "Todavía duele" que es interpretada por el gigante de la canción Nelson Ned.
AVISO: leve spolier de HP6, lo leen bajo su responsabilidad…
Hola a todos y a todas, quiero disculparme encarecidamente por haberme atrasado tantísimo con la publicación de este capítulo. Los trabajos y el estudio han consumido casi la totalidad de mi tiempo y eso me ha impedido escribir por mucho tiempo. Aun ahora, estoy sacando tiempo de la manga para poder terminar este capítulo y por eso lamento no contestar los mensajes que me enviaron desde la publicación del anterior, pero de hacerlo esto se atrasaría por lo menos dos semanas más… Quiero agradecer a: martita-felton, karura84,Ginger,MeilinSnape, Sybill, marcela9, Miss-Andreina-Snape, sarah-keyko, Sara Fénix Black, Abby Lockhart1, edysev, Antíope Black, Chica-Felton-Malfoy, safrie, Kymie, Sheamoonie, laurana-malfoy-rin, Elanor Blackriver, Iraty Rowling, Aiosami, Gabriela Ces, Florence Rose,Karla, Atenea217, por haber enviado un mensaje en el último capítulo que publiqué y darme ánimos para seguir adelante. Además, algunas personas me enviaron más de un mensaje solicitando que siguiera pronto¡discúlpenme! esto fue lo más rápido que pude actualizar…
También quiero disculparme con algunas personas cuyos fics leía, ahora no tengo mucha oportunidad de leer actualizaciones (aunque de a ratos consigo leer uno o dos capítulos…).
Supongo que muchas de las personas que seguían la historia incluso se habrán olvidado del tema que se trataba en ella, así que comenzamos con un pequeño resumen.
Resumen:
Severus y Nymphadora se encuentran en el castillo del señor Oscuro. Ambos debían presentar el resultado de sus misiones: Snape debía embarazar a su esposa y ella debía desenmascarar a su marido como traidor. Él no cumple su misión y ella sí, por lo que él es "asesinado" por su esposa al preguntarle sobre un supuesto divorcio (¿recordais el rito de sangre de su matrimonio?). Krum lo revive al darle el antídoto del filtro de los muertos en vida y él se dirige a rescatar a las mujeres, pues aparte de su esposa, Aliance Krum también ha sido llevada al castillo y deben sacarla antes de que sus facultades sean usadas por Voldemort.
En cuanto a los chicos, la cena de Halloween fue muy agradable para todos, pues dos nuevas parejas se formaron: Hermione y Ron, y Ginny y Harry. El único inconveniente es que Harry "siente" lo que sucedió en el castillo tenebroso, por lo que fue preciso que hablara con Dumbledore para avisarle que tanto Snape como su esposa habían sido descubiertos.
Cuando Snape y su esposa se reencuentran y Aliance se entera de todo el plan que ha urdido el matrimonio, reciben una visita inesperada: Lucius Malfoy. El mortífago, releva a Colagusano de su misión de llevar a la señora Snape a su próxima boda para recuperar la marca tenebrosa y le comunica a Nymphadora se casará con él a la vez que desea anticipar la noche de bodas (pues él sabe que la boda nunca se realizará, ya que ella morirá antes de que ésta se lleve a cabo). Es aquí donde el matrimonio Snape se entera que Lucius fue quién envenenó a Mary Ann, la primera esposa de Snape…
"…Escuchó la confesión de los mismos labios del asesino… Malfoy le había dicho a Nymphadora que él había matado a Mary Ann… La primer idea de Snape en ese momento fue la posibilidad de una venganza, podría matar al maldito que mató a su primera esposa… pero entonces reaccionó, si no intervenía en ese momento, Malfoy sería el asesino de sus dos esposas…" (final del capítulo XXVI)
Capítulo XXXVII: Una batalla personalLa impaciencia estaba matando al mortífago… sabía que Voldemort estaba esperando que regresara al salón, pero no se atrevía a hacerlo sin la señora Snape¿la llevaría el rubio hasta la reunión? Casi estaba seguro de que no lo haría, pero no había nada que él pudiera hacer al respecto…
Definitivamente sentía miedo del castigo que le daría su señor si llegaba solo, por eso se quedó en una habitación que le permitía ver la puerta tras la que se encontraban las dos mujeres. En cualquier momento, Lucius y Nymphadora saldrían de la habitación rumbo a su ceremonia nupcial y él regresaría silenciosamente tras ellos, así nadie se enteraría de que él no había dado la noticia a la chica… o al menos eso era lo que esperaba.
Fue entonces cuando lo sintió. Su marca comenzó a quemarle… él lo estaba llamando. ¿Qué hacer? Era tonto hacerse esa pregunta, pues de antemano conocía la respuesta… nunca podría negarse a su llamado…
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– ¡Debemos hacer algo! –gritaba el ojiverde al director del colegio– ¡no podemos dejar que la maten! –agregó.
– Si llegamos allá –dijo lentamente el anciano– estaremos condenándolos a muerte…
Harry lo miraba sin comprender… ¿se habría vuelto loco? No, su mirada era triste pero no extraviada, parecía querer transmitirle algo importante.
– Cuando ellos partieron a esta reunión sabían que estarían solos hasta su regreso. Su seguridad y la de otras personas involucradas depende de que nadie más intervenga… –dijo mirando a los ojos a los chicos– deben resolverlo a su manera… si es que pueden hacerlo –agregó tristemente.
Ginny se limitó a apretar la mano de Harry entre las suyas… no tenía nada que decirle. Ambos comprendieron lo que el director les dijo, pero ahora que el plan había fallado¿no tenía sentido que intervinieran? Harry estaba seguro de que cualquier ayuda sería bien recibida por el matrimonio, o al menos por su amiga…
– Ahora es mejor que se vayan a dormir –dijo el anciano– no hay nada que podamos hacer…
– No tengo sueño –aseguró el chico– además, puedo percibir algo que sea de ayuda… –agregó.
– Lo sé, pero no podemos intervenir. –sabía que eso no iba lograr que Harry y sus amigos se quedaran tranquilamente en sus habitaciones, por lo que agregó– tenemos que confiar en ellos y en las otras personas que tenemos dentro…
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Ron y Hermione se encontraban solos en la sala común de Gryffindor. Ninguno de los dos quería irse a dormir hasta que aparecieran Ginny y Harry…
– No comprendo por qué no están en sus habitaciones –dijo la castaña– ya es muy tarde…
– No me lo recuerdes –dijo el pelirrojo abrazándola tiernamente– ¡que es mi hermanita!
– ¿Admites que sí estas celoso de Harry? –dijo maquiavélicamente la prefecta– hasta ahora me ha dado la impresión de que te reprimes al respecto…
– No, confío en ella y sé que Harry la quiere de verdad, pero me preocupa que sienta lo mismo que siento yo cuando estoy contigo…
Hermione abrió mucho los ojos y se volvió a verlo a los ojos. No pudo evitar sonrojarse, pero el pelirrojo también lo hizo, por lo que se tranquilizó un poco… lo mejor era hablar claro…
– ¡Qué bien que están aquí! –dijo una voz desde el cuadro de la sala común– hay problemas –aseguró.
Tanto Hermione como Ron se volvieron prontamente hacia la voz y vieron a Ginny y a Harry entrar en la sala común. Ron notó inmediatamente que el ojiverde se apoyaba en su hermana para caminar y Hermione se percató de la extraña apariencia de la cicatriz de su amigo.
– ¿Qué sucedió? –preguntó la castaña ayudando a Harry a acomodarse en el sillón.
– Voldemort… –contestó el chico haciendo que las peores pesadillas de sus amigos volvieran a ellos.
– Era de esperarse¿no? –dijo el pelirrojo– tenía tiempo muy quietecito…
Todos se quedaron en silencio. La mirada de Harry reflejaba el cansancio que sentía… Lentamente comenzó a narrarles los acontecimientos que había percibido de la reunión de mortífagos. Poco a poco las miradas de todos se asemejaban más a la de Harry. Ginny seguía tomándolo de la mano para infundirle ánimos, pero no parecía surtir el efecto deseado.
Al terminar el relato, el silencio se hizo profundo entre el cuarteto. Poco a poco todos se adentraron en sus pensamientos y nadie notó que el tiempo pasaba…
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Lucius Malfoy tenía atrapada a Nymphadora Snape. Luego del forcejeo por la varita de la auror, el mortífago había conseguido inmovilizarla contra el frío suelo de la habitación.
La chica había sentido pánico por unos instantes… ¿sería ese su triste final? Podía sentir el peso del viudo de su tía sobre ella. El aliento del mortífago golpeaba su rostro en forma agitada.
– ¡Ahora eres mía! –había dicho al apresarla contra el piso. Realmente sonaba convencido de eso. Aliance Krum estaba aturdida en el otro extremo de la habitación, la auror estaba vencida y no había nadie que pudiera detenerlo, o al menos eso era lo que él pensaba…
Por esa razón, su corazón se detuvo unos instantes cuando escuchó una voz altamente conocida para él que le hablaba desde sus espaldas.
– ¡Eso está por verse! –había escuchado claramente. Esa voz le era conocida… ¡pero era imposible¿Sería su mente que le jugaba una mala pasada?
No pudo evitarlo, Malfoy se había quedado petrificado. Pero el rostro de la sobrina de su esposa le dio a entender que la voz era real… Severus Snape estaba a sus espaldas y podía jurar que no estaba dispuesto a conversar sobre ningún tema.
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– ¡Tenemos que hacer algo! –exclamó Ron– no podemos quedarnos de brazos cruzados.
– ¿Pero qué podemos hacer? –le había rebatido su hermana– ignoramos dónde se ubican los mortífagos. Aunque lo supiéramos, no tenemos medio de transporte que nos sirva en este momento.
– Pero Tonks está en peligro y debemos hacer algo… tal vez podríamos consultar con Remus… –sugirió el menor de los varones Weasley.
– Imposible –le contestó Hermione– estamos en luna llena…
Todos se sumieron nuevamente en sus pensamientos. Obviamente Remus no sería de ninguna ayuda esa noche, su condición de hombre lobo lo dejaba fuera de combate por un tiempo y no tenían a quién acudir.
– Ella también debe estar allí –dijo Harry luego de meditarlo un poco– la novia de Remus debe estar también en ese lugar.
– ¿Su novia? –preguntó Hermione– no sabía que…
Todos se quedaron viéndola atentamente.
– ¡Bueno! Siempre pensé que estaba enamorado de Tonks, no sabía que había una chica.
– Supongo que es la amiga que mencionaste que fue secuestrada… –dijo Ron dirigiéndose a Harry.
– Sí… –aclaró el ojiverde– le dije a Remus que debía estar en ese castillo… pero no sabemos dónde se encuentra… si él se la llevó, ella debe estar en esa reunión.
– Remus tomó la poción matalobos¿no? –preguntó Hermione cambiando de tema.
– Sí –le respondieron sus tres amigos a la vez.
– Entonces se convirtió en lobo, pero no perdió su personalidad y su mente de humano… –todos asintieron– debemos ir a verlo…
– ¡Es peligroso! –dijo Ginny– no sabemos cómo podría reaccionar…
– La poción es efectiva –dijo la castaña– tal vez podamos comunicarnos con él de alguna manera… si es así, tal vez podamos hacer algo.
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Nymphadora levantó suavemente a la científica. La mujer no estaba herida, simplemente un poco aturdida a causa del hechizo recibido de parte de Malfoy. Poco a poco, fue abriendo los ojos. Su mirada se posó primero en su nueva amiga… sus ojos se veían preocupados y si se quiere, un poco asustados.
De momento no recordaba lo sucedido, pero al ver a Tonks, recordó de repente lo sucedido segundos antes de caer inconsciente: la llegada del mortífago, el anuncio de que él sería su futuro esposo, el desvanecimiento de sus esperanzas de seguir el plan de escape… todo.
– ¿Qué sucedió? –preguntó asustada al recordar el impacto recibido– ¿está aquí?
– Tranquila, no va a dañarnos más… –le aseguró la metamorfomaga– ya no puede hacerle daño a nadie…
La joven señora Snape se corrió un poco y tras ella se podía ver el cadáver de Lucius Malfoy, uno de los mortífagos más temidos del mundo mágico.
––––––––––––––––––– Flashback –––––––––––––––––––
El alivio de Nymphadora Snape al escuchar la voz de su marido al entrar en la habitación se había confundido inmediatamente con la inquietud por lo que sucedería. Sabía que ahora Malfoy moriría, no podrían dejarlo con vida si sabía que Snape estaba vivo; era casi como condenarse a muerte, ya que él no dudaría en dar la voz de alarma al resto de los mortífagos.
Malfoy se había quedado estático… no podía creer lo que escuchaba¿era Snape el que había hablado a sus espaldas? Pero, eso… ¡era imposible! El mortífago aprisionaba a la joven contra el suelo y por lo tanto se encontraba completamente vulnerable para un atacante que apareciera por atrás.
Había sido un terrible error en su plan… nunca se planteó la posibilidad de que él pudiera impedirle conseguir su objetivo. No tuvo tiempo de pensar en nada más, una mano fuerte se había aferrado a su hombro y lo jalaba fuertemente hacia atrás. Debido a su precaria posición y a su sorpresa, trastabilló uno cuantos pasos hasta quedar frente a un furioso Severus Snape, que lo apuntaba directamente con su varita y le auguraba un trágico final. Ahora a su izquierda estaba la científica inconsciente y a su derecha la prima de su hijo…
Pero él era un Malfoy y estaba seguro de poder salir airoso de ese encuentro… o al menos no muy maltrecho… eso era lo que esperaba… ¿cómo conseguirlo?
– ¡Se… Severus! –tartamudeó mirándolo como si no le diera crédito a sus ojos– ¡Amigo, estás vivo!
– ¡Expeliarmus! –exclamó el profesor de pociones, lanzando al mortífago varios metros hacia atrás– ¡maldito bastardo! –murmuró acercándose al caído – ¡y te atreves a llamarme amigo!
La varita de Lucius había caído a unos tres metros de él y en ese momento se encontraba completamente indefenso ante el furioso espía.
– ¡Tú no comprendes! –dijo intentando ganar tiempo– ¡tuve que hacerlo! –su mente trabajaba horas extra intentado encontrar una salida para esa situación imprevista.
Ambos hombres se observaban y el silencio que mantenían podía cortarse de tenso que era. La varita de Snape apuntaba directamente al mortífago pero no salía ningún hechizo de ella… Ambos contrincantes parecían medir la situación con cuidado.
Snape no podía evitar pensar en todas las cosas que había pasado junto a Lucius… sus años de estudio, la época que vivió con su familia para no tener que regresar a donde había muerto su madre, el viaje por el este de Europa, su estancia en Francia… y nuevamente sus pensamientos lo llevaron a la revelación que había escuchado segundos antes… él era el asesino de Mary Ann.
Malfoy no estaba muy seguro de cuál debería ser su siguiente movimiento. Sabía que lo más probable era que su ex amigo se vengaría por la muerte de su primera esposa y por el ataque del que había sido objeto la nueva señora Snape. ¿Podría salvarse? Estaba prácticamente seguro de que no, pero de igual manera lo intentaría…
– ¡Tuve que hacerlo! –su única opción era distraerlo para poder alcanzar su varita– cualquier otro del grupo podía haber solicitado ser el nuevo esposo de Nymphadora, yo por lo menos soy de su familia… –dijo como si hablara del clima.
– ¡No intentes justificarte! –le espetó el jefe de las serpientes– ni siquiera te atrevas a pronunciar su nombre… eres indigno de decirlo –siseó Snape.
Poco a poco Severus se fue acercando al rubio, sus ojos no se apartaban del rostro de su enemigo… quería leer en su mente lo que había sucedido en los últimos minutos y también cuando murió Mary Ann… Para desgracia del rubio, Malfoy era malo en oclumencia, así que eso le daba ventaja al profesor de pociones para averiguar lo que quería.
Todos los presentes en la estancia se quedaron inmóviles por algunos minutos. Snape concentrado en la mente de su oponente, Malfoy intentando encontrar una salida a su dilema, Tonks a la espera de lo que sucedería entre los dos duelistas y Aliance… pues tan inconsciente como unos minutos antes.
El rostro de los dos Slytherin fue cambiando poco a poco… el de Malfoy se convertía poco a poco en el vivo reflejo del terror y el de Snape en el del odio… Era evidente que el profesor estaba consiguiendo leer claramente los pensamientos y recuerdos del mortífago… Lucius se percataba perfectamente de lo que hacía su ex amigo, pero era incapaz de impedirlo; poco a poco veía como su posible salvación se alejaba más y más… ahora estaba seguro de que moriría ese día… solo unos segundos después de que la conexión entre sus mentes se rompiera.
Nymphadora estaba asustada, nunca había visto esa mirada en su marido. Sabía que él había sido capaz, en el pasado, de muchas atrocidades y estaba segura de que si era necesario volvería a hacerlas, pero nunca creyó que ella tuviera que presenciar ese momento. Nunca, desde que estaban juntos, había visto tanto odio en sus ojos… su mano derecha, apretaba cada vez más la varita que sostenía y todos sus músculos se tensaban cada vez más… estaba segura de que, en cualquier momento, vería a su esposo matar.
Cuando el enlace entre las mentes de ambos se fue haciendo más débil, Malfoy cayó de rodillas ante su antiguo compañero. Al caer, el vínculo terminó de romperse y ambos sintieron el cansancio propio de esa experiencia… pero el profesor de pociones era el que más desgaste presentaba… la legerimencia consumía muchísima de su energía, incluso más que la oclumencia que tan acostumbrado estaba a practicar.
Malfoy aprovechó ese debilitamiento momentáneo… sin pensarlo mucho se lanzó sobre su oponente y lo tumbó de un solo golpe.
Tal vez si se hubiera decidido a pelear al estilo muggle habría tenido alguna oportunidad, debido al estado de su oponente; pero un sangre limpia nunca se rebajaría a eso, aunque se jugara la vida con ello… así que intentó tomar su propia varita, ya que el profesor tenía la suya tan fuertemente sujetada que era imposible arrebatársela.
– Avada Keda… –intentó pronunciar el mortífago.
– Expeliarmus –exclamó quedo pero más prontamente su oponente– no creas que te librarás de mi…
Esta vez, el aristócrata no cayó completamente, aunque sí trastabilló un poco. Su varita ahora se mantuvo en su mano e intentó castigar a su contrincante inmediatamente…
– Crucio… –gritó lanzando la maldición, pero Snape pudo esquivarla por muy poco margen, aunque para ello tuvo que agacharse hasta el suelo de la habitación.
– Sectumsempra –contraatacó el docente antes de llegar al piso.
Esta vez el hechizo si dio plenamente en el blanco, pero solo causó una herida profunda en el brazo izquierdo del prometido de su esposa. Un grito ahogado salió de la boca del mortífago, que desesperado intentaba contener la hemorragia con su mano derecha.
Poco a poco, el profesor de pociones se fue aproximando al herido.
– ¡Debería dejarte desangrar como un perro! –dijo con voz contenida por la furia; tan quedo era su tono, que solo Lucius podía escucharlo– no mereces que te mate rápidamente…
El otro, que ya había aceptado su destino, decidió al menos no humillarse… moriría como todo un Malfoy… así que le sostuvo la mirada de manera desafiante.
– ¿Qué te duele más? –dijo en el mismo volumen– ¿qué la matara o qué no fueras capaz de darte cuenta?
Nymphadora no escuchaba lo que decían, pero podía ver los rostros de ambos. Lucius tenía una expresión bastante cínica en su cara, pero la faz que más le impactó, era la de su marido… luego del profundo odio que había visto momentos antes, parecía increíble que estuviera completamente impasible. Sin escuchar sus palabras, pero adivinándolas, vio como apuntaba al mortífago con su varita y este caía pesadamente, sin vida.
––––––––––––––––– Fin del flashback –––––––––––––––––
Aliance, Nymphadora y Severus Snape salieron silenciosamente de la habitación en la que habían permanecido la última hora.
Siguieron caminando lentamente y bajaron por la escalera que comunicaba con el gran salón. Ocultos en la sombra que les proporcionaba la pared, se fueron acercando al sótano en el que Víktor Krum había dejado a Snape luego de darle la píldora que lo regresó a la vida.
Ninguna de las dos mujeres se atrevía a hablar. Aliance se mantuvo en silencio, pues no sabía exactamente lo que había sucedido, pero al ver al matrimonio tan serio, prefirió no hacer comentarios ni preguntas, no en vano había sido alumna de Severus Snape y sabía que en algunos momentos era mejor no tentar a su suerte.
Nymphadora por su parte, no terminaba de asimilar lo que había visto… su esposo había matado a Lucius Malfoy… no era que le doliera que esa alimaña hubiera desaparecido, pero sabía que para su marido tenía que ser difícil haberlo hecho… por otro lado, no podía evitar sentirse un poco celosa¿habría matado a Malfoy por defenderla o para vengar la muerte de Mary Ann? Esa duda la estaba matando…
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El trío y Ginny se habían acercado prontamente a la habitación de Remus, pero al llegar allí, ninguno se atrevía a abrir la puerta.
– Tenemos que entrar… –dijo el pelirrojo colocándose por delante de Hermione, Harry y Ginny y disponiéndose a abrir la puerta.
– ¡No abras! –le respondió su hermana– creo que todos debemos estar con las varitas listas… por si acaso…
– Sí –coincidió Hermione– no sabemos lo que pueda suceder. Lo mejor es que entremos con sumo silencio y estemos listos para lanzarle un desmaius…
– Ron y yo iremos adelante –dijo Harry tomando la perilla de la puerta. Las chicas estaban listas para reclamar indignadas, así que agregó prontamente– estamos en sus manos, si nos ataca ustedes dos deben detenerlo…
El ojiverde aproximó su oído a la puerta.
– No se oye nada –dijo volviéndose hacia Ron.
Harry guardó su varita y le indicó a Ron que hiciera lo mismo. Tanto la castaña como la pelirroja asintieron al verlos prepararse. Harry por fin abrió la puerta y junto con su mejor amigo, se dispusieron a entrar en la habitación.
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Snape no podía creerlo… había matado a Lucius Malfoy. Si bien ya no eran amigos, desde hacía muchos años, él no podía olvidar que ese rubio había sido el único que le había tendido la mano cuando ocurrió el drama de su sexto año. Cuando se vio a merced de su padre después de que este asesinara a su madre, había creído que estaba en un callejón sin salida, pero el Slytherin le había ayudado…
Severus siempre supo que Lucius era egoísta, que no era capaz de hacer algo para ayudar a alguien y que había querido siempre sacar provecho de los demás… pero nunca se imaginó que lo traicionara de esa manera.
Recordaba perfectamente que Malfoy había estado interesado en seducir a Mary Ann cuando había ido a Francia después de su graduación de Hogwarts, pero estaba seguro de que después de esa época, al enterarse de que él, su amigo Severus Snape, se había casado con ella, había borrado de su mente la idea de hacerla suya… que todo había sido un capricho de adolescencia… y ahora descubría que no era así, que había alimentado ese sueño por muchos meses y que había terminado por matarla.
Él sabía que no había conseguido su objetivo, Mary Ann se lo habría dicho de haber sido así… eso no se lo hubiera ocultado; es más estaba seguro de que ella ignoraba quién la había asesinado. Un veneno es difícil de rastrear y si su efecto no es inmediato incluso puede ser casi imposible determinar el momento en que se consumió. Pero ahora que lo pensaba bien, todo calzaba: ese era el método más adecuado de asesinato para Lucius Malfoy, él no eran capaz de matar cara a cara a no ser que asesinara a alguien con menor capacidad mágica.
…había vengado a Mary Ann, su Mary Ann, la mujer que le había enseñado a amar. Había vengado a su primera esposa… Pero eso no era lo que más le satisfacía. Si bien era el cierre a una vieja historia y la mejor manera de hacer cuentas claras, no era eso lo más tranquilizador… lo que más le agradaba era que le había quitado un peligro a Nymphadora. Ahora ella tenía un problema menos, un peligro menos y sobre todo, una oportunidad más de sobrevivir.
El hecho de que Lucius estuviera encaprichado con su esposa no lo extrañaba, ella era una mujer muy atractiva bajo cualquiera de las apariencias que tomara y él sabía que el rubio era dominado por sus más bajas pasiones… una mujer como ella no podía más que incitarlo a atacar. Por eso había salido de la habitación interior, por que sabía que el mortífago no se iba a detener cuando tenía la ventaja sobre ella, por que sabía que ante la perspectiva de la inminente muerte de la metamorfomaga unos minutos después, él no se iba a privar de la posibilidad de hacerla suya previamente; por eso se había convertido en asesino una vez más, por salvarla a ella…
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Bueno, esto ha sido todo por ahora, no les prometo que actualizaré pronto, pero sí que lo haré apenas pueda…
Lamento no poder contestar a los mensajes, pero quiero subir esto lo más pronto posible y eso será esta noche (si mi beta lo puede leer ahora…)
Como pueden ver, sí pudo... espero que les guste...