CAPITULO X
Dios! no puedo creer que hayas vuelto la casa así yahiko! - gritaba misao al ver el desorden que había creado su hermano al tratar de cocinar algo para el
Deja de ser tan escandalosa si apenas fueron unos trastes rotos - dice mientras se tapa los oídos por los gritos de Misao - mejor dime si encontraste a kaoru, por que eso fue lo que fuiste hacer no? - mirándole seriamente
Eh?. Bueno ella esta, en el hospital - dice bajando el rostro a la vez que le decía estas palabras a su hermano
Como? oye pero.. que fue lo que paso, como así que esta en el hospital? – dice alterado por la noticia.
Parece que se encontraba en una misión y no salio bien librada - mirando a su hermano a los ojos - pero no te preocupes esta mejor, si quieres vamos ahora a visitarle
Creo que no es posible, ya ah pasado la hora de visitas - dice Megumi interviniendo por primera ves en la conversación.
Yahiko se quedo mirándola y se sonrojo, baya que las amigas de kaoru eran bonitas, pensaba cuando se coloreo su rostro de carmín, asiendo que megumi riera un poco
Eh.. ehm bueno si la señorita.. Dice que no es hora lo mejor será ir mañana, ya esta algo tarde - camina hacia su habitación - iré a terminar mis trabajos para la escuela
Misao le queda mirando como recordando algo - cual es cuela, tonto - le golpea en la cabeza - si ni siquiera estamos en época de clases, ni mucho menos has entrado a estudiar aun, ni escuela tienes, así que recoge el desorden de la cocina – sentencio
Kenshin se quedo mirando a Kaoru unos minutos antes de notar los fuertes pasos que hacían eco por el pasillo donde se encontraba la habitación.
Párese que viene alguien - murmura a Kaoru - lo mejor será visitarte luego, espero te recuperes - antes de salir como si nada frente a los médicos que entraban, le dio un beso cerca a su boca.
Es usted familiar de la señorita? - dice la enfermera acompañante del doctor.
M no, solo fue que me equivoque de habitación, disculpe - dice mientras realiza una venia y salía por la puerta antes de que aoshi enfocara sus ojos allí al ir llegando
Kaoru cerró los ojos, estaba cansada y no quería saber nada de nada, le dolía el cuerpo y solo quería sumirse en los pocos momentos agradables que había tenido con el pelirrojo.
Aoshi al ver a los médicos dentro de la habitación se afano, pensando que la situación de kaoru había empeorado, pero su mirada se desvió a kaoru, antes de que pudiese decir alguna palabra.
Ya, esta mejor doctor? - dice mientras se acerca a la cama y contempla los ojos entrecerrados de la joven oficial.
Si, no se preocupe oficial , su compañera estará bien en pocos días, con un buen descanso y una excelente atención, no se preocupe - dice el medico sin darse cuenta en el gesto de aoshi siempre cerio frío, cauteloso, pero en ese momento preocupado.
Los médicos salieron de la habitación dejando al joven y a pesar de que la hora de visitas había caducado ya, a él le permitieron estar allí, ya que se trataba de un oficial de policía.
Kaoru veía a Aoshi junto a ella, y al chocar sus ojos con los de este no pudo evitar el sonrojarse un poco, pero Aoshi le dio una mirada severa y fría, puesto que sospechaba sobre algunas cosas que le habían dicho y que empezaba a descifrar sin querer.
Kamiya, espero te recuperes pronto, hay muchas cosas que necesito que me expliques - dice tomando en sus manos los documentos que le había entregado la enfermera - a, apropósito, iré a tu casa a para que llenen esto.
Kaoru aun seguía pensando en que era eso que tenia que cuestionarle, y en su cabeza paso las imágenes de esa noche cuando ella había salido algo agitada del baño de damas en compañía de kenshin
"Será eso, lo que el me tiene que preguntar?" - pensó nerviosamente, mientras cerraba los ojos por el cansancio.
Aoshi se retiro de allí, no antes de arroparle y mirarla con muchas preguntas en la cabeza
Saito y Tokio habían terminado de reunir las pruebas y las cosas que tenían en el caso de la mansión atacada, así que, ya un poco tarde, a eso de las 7 saito decidió llevar a Tokio asta su departamento.
Muchas gracias saito, espero que descanses bien, parece que nos espera un largo trabajo - dice sonriéndole mientras abre la puerta del auto
Saito le queda mirando fijamente a sus ojos y le pregunta - podría pasara hacer una llamada desde tu casa? - sale del auto móvil y le habré la puerta galantemente
Eh... si claro no hay problema - se coloca de pie junto a el y empiezan a avanzar a la puerta de su apto, ya que quedaba en el primer piso.
Tokio entro y le dejo paso libre hacia el teléfono mientras ella iba a su habitación y se cambiaba el uniforme por algo mas cómodo, unos pantalones deportivos junto con una camiseta que se ceñía a su cuerpo.
Saito se concentro en hacer la llamada y luego de esto, busco a la joven entre las muros que rodeaban la sala de estar, para verla luego aparecer tras la puerta de su habitación, con esa ropa que le había ver tan deseable para el.
Mmmm desea algo de tomar saito? - dice sin darse cuenta de la mirada dorada, que empezaba a refulgir de deseo por ella, al ver su cintura enmarcada a trabes de la tela..
Tokio le regreso a llamar, ofreciéndole de nuevo algo de beber, apenas Saito escucho su voz y asintió, mientras la miraba caminar hacia la cocina y regresar con el líquido tibio. Tokio se sentó a su lado, y fue en ese momento que empezó a sentir el nerviosismo que siempre le recorra el cuerpo cuando se encontraban largo tiempo solos.
Esta haciendo bastante frió no crees? - dice Saito a Tokio mientras observa sus manos temblar un poco
Em, bueno solo un poco, pero a mi no me hace nada - mirándole a los ojos sonriéndole
Eso no pareciera - tomando por sorpresa las manos de Tokio - tienes las manos heladas Tokio
Durante unos segundos ella se quedo paralizada, al sentir ese contacto, y no pudiendo mas resistir agacho la cabeza y hablo - Saito tú... eh...
No pudo terminar la frase por que en menos de nada se encontró bajo el cuerpo de su superior, quien se aferraba a sus labios desesperadamente. Luego de unos instantes se separo de ella al darse cuenta lo que había hecho por sus sentimientos hacia la joven oficial.
Lo. Lo siento no… - se coloco de pie - me retiro, mañana le espero en la estación señorita.
Tokio se le quedo mirando mientras trataba de asimilar el beso fogoso que este le había acabado de proporcionar.
Por que no me has dejado hablar? - dice en un susurro para él - lo que le quería decir era que me gustas mucho, tanto que siento que estoy... enamorada de ti - dice mirando la espalda del hombre que aun se encontraba asimilando las palabras que acababa de escuchar.
Tokio avanzó hasta tocar su espalda y apoyar su cabeza en esta, mientras sus brazos se apegaban a las caderas masculinas en un abrazo que le hizo escalofríos por toda la piel.
Quédate esta noche Hajime - dice para luego sentir como el hombre le tomaba de las manos y girando hacia ella, le quedaba mirando sorprendido a un.
Repítelo de nuevo, por que creo que estoy escuchando… - interrumpido por ella.
Que te quedes esta noche con migo - dice para luego encerrar en sus pequeñas manos el rostro de este y besarle suavemente.
Saito no supo en que momento ella se empezó a entregar a él de tal manera. Solo en ese momento se concentraba en recibir los besos furtivos que ella le estaba regalando por el pecho. En menos de nada se encontraron en el cuarto de esta, desvistiéndose mutuamente, con el deseo rondándoles la cabeza, y todos aquellos sentimientos ocultos, saliendo a flote en ese mismo instante. Ya hace 4 años que se conocían y el se había enamorado tan solo verla, pero al ser la hija de uno de los mas altos oficiales, el no se había atrevido a entregarle una palabra o al menos una insinuación con respecto a lo que sentía hacia ella. Todo había estallado en él desde el momento en que ella accidentalmente rozó sus labios.
Ella, por su lado, se sentía excitada, no solo por las carisias que este le estaba empezando a proporcionar en ese momento, si no por los sentimientos que dejaba liberados en ese acto.
Te amo - susurro ella en medio de besos cortos que descendían por la garganta masculina. Mientras el se dedicaba a masajear los senos de la mujer que se encontraba presionado contra su cuerpo y la cama.
Saito no dijo nada, más no paso esto por desapercibido y en compensación ante las palabras dedicadas a él, beso sus labios mordiéndoles sensualmente, mientras su mano bajaba a despojarla de la última prenda que se interponía entre los dos amantes.
Tokio sintió el rose de la mano masculina, cuando se aventuro bajo sus interiores. Haciéndole sentir que moría por tal caricia, un gemido fue la prueba de lo agradable que le estaba resultando esto.
Tantas noches soñé contenerte así, sentir tu calor, tu sabor, toda tu - decía Saito a Tokio, mientras empezaba a embestirle suavemente, para luego al paso del tiempo aumentar la velocidad de las embestidas.
Tokio se sorprendía por como lo veía ahora, desarmado y plenamente a su merced, nadie si lo viera en ese momento creería que era el superior impávido y de mal genio que les recibía todas las mañanas con ordenes y miradas mordaces. Ahora frente a ella se despejaba una visión hermosa, la de un ser humano precioso que simplemente se dejaba manipular por ella y su cuerpo, pero en cierta manera, ella también se dejaba manipular por el.
Saito dejo sobre ella impregnado todo el deseo y todas las ganas que había tenido de poseerla durante tanto tiempo, la beso, la mimo asta el cansancio, y aun así, después de estar cansados por la actividad de la entrega, se quedo a su lado en la cama, regalándole pequeños besos por el hombro y la espalda, mientras acariciaba su vientre delicadamente y suspiraba, no creyendo estar mas que en uno de tantos sueños, como siempre. Pero la sonrisa de esta y los besos que le regalaba le decían que no era un sueño si no una hermosa realidad.
Saito se le quedo mirando, era justo que después de que ella le hubiese dicho barias veces que le amaba y le quería, él le ofreciera las mismas palabras que ahora, en ese instante desesperadamente deseaban salir.
Te amo - dijo para luego regalarle un pequeño beso en la comisura de los labios tomándola por sorpresa
Tokio sonrió ante esto y acomodándose mejor en su abrazo se acerco a el y le beso de nuevo, mientras su boca dejaba escapar un suspiro lleno de alegría, acompañados por la palabra anterior- , yo también te amo, Saito, y mucho sabes? Desde el primer momento en que te vi.
Si creo que esta un poco corto, discúlpenme, pero no se preocupen que ya estoy preparando el próximo capitulo comentarios y demás ya saben y muchas gracias chicas por su apoyo.
CiNtHiA: Muchas gracias por tu comentario, espero que te haya agradado este capitulo un beso ja ne.
Gabyhyatt: jajaj si, ken sufre mucho, y sufrirá mas, pero no te preocupes mas adelante se desquitara
NAOKO L-K
2006
