CAPITULO DOS: EL PASADO ES LA LLAVE DEL FUTURO
Tras entrar en la tienda de túnicas, Hermione torció la boca en un gesto de asco. La señora Malkins le estaba probando a Draco Malfoy una túnica nueva. Escuchó como se comportaba de forma desagradable con ella
-¡Mira dónde pones el alfiler quieres! Mamá por favor soy ya mayor para hacer mis compras yo sólo, no necesito de tu compañía
-Tu madre tiene sus razones. En la época en la que estamos nadie va sólo por la calle. Y ahora sigamos con lo nuestro- le dijo la señora Malkins. Estaban frente a uno de los espejos, arreglándole a Malfoy su nueva túnica
-No comprendo para nada tu entusiasmo por ir solo...-le dijo su madre, pero en su rostro no estaba el gesto como de asco que ya le vieron en cierta ocasión sino que su gesto era de preocupación.
-Mamá tengo dieciséis años...¡oh vaya!-musitó cuando vio a los tres amigos entrar-si son El Elegido, la sangre sucia y el traidor Weasley
Harry y Ron sacaron sus varitas dispuestos a dejar a Malfoy como lo dejaron antiguos miembros del ED, el grupo que practicaba con ellos Defensa contra las Artes Oscuras, en el tren de vuelta a Londres: hecho una babosa
-¡Un momento no pueden pelear aquí!-exclamó la señora Malkins con el horror pintado en la cara
-Ron, Harry...no lo hagáis, no merece la pena-susurró Hermione angustiada. El primero hizo caso de inmediato y bajó la varita, pero no la guardó. Harry se aseguró de que Malfoy seguía a lo suyo antes de bajarla también.
-Ah...es Harry Potter...el Elegido-dijo la madre de Malfoy, con todo el desprecio que le podía salir de la boca
-Sí el Elegido-Harry dijo con gran hincapié la última palabra y mirando desafiante a Narcisa Malfoy
-No le hables así a mi madre Potter-le advirtió Malfoy metiendo la mano para sacar su varita.
-Déjalo Draco. Recuerda que es el preferido de Dumbledore...pero como sabrás Potter, Dumbledore no estará siempre para protegerte
Harry miró a su alrededor con el mismo desprecio que le miraban a él y comentó desafiante.
-Pues mire usted por donde que ahora mismo Dumbledore no está aquí y estoy dispuesto a seguir mandando más mortífagos a Azkaban. Puedo hacer que se reúna con su marido más pronto de lo que cree
-Yo espero que te reúnas con tu padrino antes de que yo me reúna con mi marido.
-¡Mide tus palabras Potter! ¡Deje mi manga, vieja!-Malfoy apartó con brusquedad su brazo izquierdo para extrañeza de Hermione y sus amigos y para enojo de la dueña
-¡Un poco de respeto, señorito! Si no se va a estar quieto no podré arreglarle la túnica
-Déjelo. Mamá prefiero irme de aquí, no soporto las malas presencias
La señora Malfoy resopló y a regañadientes se llevó a su hijo de allí, para no seguir montando un escándalo mayor. Antes de salir miró con los labios fruncidos de ira y odio a Harry y a sus amigos. La señora Malkins los atendió con el ceño fruncido y muy roja, sin dirigirles la palabra sólo lo justo para ajustarles la túnica, aquí y allá. Salieron de la tienda, cargados con sus túnicas y menos tensos por el encuentro con Malfoy y su madre. Afuera les esperaba Hagrid, que los acompañó para reunirse con los padres de Ron y Ginny, para después entrar en la tienda que ahora habían montado Fred y George.
Snape llegó a Hogsmeade tras aparecerse, cargado con su equipaje. El pueblo estaba bastante solitario, lo estaba desde que se supo del regreso del Señor Tenebroso. El pueblo y todo. Podría haberse aparecido en Hogwarts pero Dumbledore le había dicho que las medidas de seguridad en el castillo eran máximas. Todo volvía a ser como tiempo atrás, un tiempo que a él le dolía. "El pasado es la llave del futuro" había leído una vez, en un libro muggle, pero para él era una gran espina, por los grandes errores que él cometió. Y que para él, a la contra de lo que Dumbledore dice, no han sido esmerados. Por su poca lucidez en su juventud, por su celos enfermizos, por su envidia y lo poco que se valoraba.
Apretó los dientes con rabia y siguió caminando en dirección a la escuela. Tenía que concentrarse en cerrar su mente, en no mostrar debilidad ninguna, en no mostrar a nadie nada de su vida. Nada de sentimentalismos. Llegó a la verja custodiaba por los sendos pilares coronados por las esculturas de cerdos alados. Snape hizo una mueca al ver estos animales. Nunca habían sido de su gusto, conocía animales alados muchos más bellos que aquellos. Mandó un patronus para avisar de su llegada. Al cabo de unos minutos bajó su colega, la profesora McGonagall, para abrirle la puerta y deshacer temporalmente los hechizos que protegían la verja.
-Bienvenido de nuevo Severus
-Gracias-respondió con sequedad
Cruzó la puerta que se cerró mágicamente tras de si. Aquel año podía ser el más duro...claro que no sabía que iba haber más cambios de los esperados, poniendo en riesgo su propia vida.
Entre carcajadas llegaron a la Madriguera. Las chicas subieron a la habitación de Ginny, para hablar en privado, como solían hacer
-¿De verdad Hermione que no te has visto tentada en comprar una poción de amor?-comentó Ginny con una amplia sonrisa
-¿Yo? ¿y para qué?-preguntó Hermione entre risas-¿tan desesperada se me ve?
-¡Ja, ja, ja, ja! No es eso pero me encantaría ver al profesor Snape bajo el efecto de una de esas pociones-comentó Ginny en voz baja para que los chicos no las oyeran
-Oh venga...y tú con Dean ¿qué? Te va bien ¿no? La verdad es que no me cuentas mucho...-en la cara de Hermione se dibujaba una amplia sonrisa picarona-...con él no creo que te haga falta una poción.
-Sí, me va muy bien...
-Lo dices con muy pocas ganas Gin-la chica bajó la mirada y permaneció en silencio unos instantes, durante los cuales jugó con su pelo. Luego alzó de nuevo la vista, sus ojos eran algo llorosos
-Mione sabes bien a quien amo de verdad. Si salgo con Dean es porque me gusta, para adquirir algo de más experiencia en este terreno y para acercarme a Harry más, sin problemas, poder hablarle...tal y como me dijiste
-Sí pero no estar con un chico tras otro-observó la castaña en desacuerdo.
-¡Ehhh! ¡Qué lo que cuentan mis hermanos no es verdad! Sólo he salido con Michael Corner y ahora con Dean. Son sólo habladurías de Ron, que es un pesado-se defendió la pelirroja.
-Mmmm...-su amiga fingió no estar muy conforme
-¡Venga! ¿vas a creer antes a Ron que a mi? Por cierto...¿dónde os habéis metido mientras estábamos en la tienda de Fred y George y desaparecisteis de repente?
-Ah en el callejón Knockturn, siguiendo a Malfoy-explicó Hermione con el gesto torcido, el que se le ponía al recordar al rubio.
-¿Es raro ver a Malfoy por allí?-dijo con desdén la pelirroja
-Es raro verlo sin su madre. Fue a la tienda de Borkins, ha pedirle que le arreglara algo, algo muy importante que no quería que lo supiese ni su propia madre-explicó Hermione-Estábamos bajo la capa invisible, a cierta distancia de la entrada de la tienda, oyendo con las orejas extensibles. Después intenté averiguar algo pero no resultó.
-¿Qué crees que puede estar tramando?¡Qué tontería, nada bueno, de eso estamos seguras!
-No tengo ni idea, pero tienes razón, nada bueno. A Harry se le ocurrió de que pueda ser un mortífago y esté trabajando para quién tú sabes para vengarse por lo de su padre
-¡Ja, ja, ja, ja, ja! Ese Harry tiene cada cosa. ¿Malfoy un mortífago? ¡Pero si apenas tiene dieciséis años! ¡es absurdo!-rió a carcajadas Ginny
-Eso le dije, que es muy joven para que sea un mortífago. Tal vez no esté tramando nada raro-comentó Hermione pensativa
-No te comas el tarro, no merece la pena
-¿Cómo estás amigo mío?¿has pasado buen verano?
-Si no contamos con-lo-que-usted-sabe, bastante bien
Albus Dumbledore y Severus Snape se encontraban en el despacho del primero, poco después de la llegada del último. Snape pudo apreciar asqueado el estado deplorable en el que se hallaba la mano de su mentor. Podría haber ido peor si no llega a ser por su actuación a tiempo, cuando llegó a su casa destrozado, después de su cruzada, en el búsqueda del anillo que ahora portaba.
Dumbledore le ofreció el té que acababa de preparar, se sentó frente a él y siguió hablando:
-Entonces no tan bien como dices...aunque hay que ser optimista y pensar que podría haber sido peor de lo que al final ha sido-Snape se mordió el labio, pensando que la situación no era tan simple como la pintaba. La verdad era que Dumbledore estaba aparentemente tranquilo, a pesar de que todo eso tenía que ver con ellos dos, especialmente con él. Desde luego se notaba la diferencia de madurez entre ambos, en la forma de tomarse las cosas.
-Lo siento-Dumbledore lo miró unos instantes, sin extrañeza. Era con la única persona con la que se permitía ser un poquito más...Severus y decir palabras como aquellas.
-No tienes que disculparte, Severus. Eres un buen hombre y no te quedaba más salida que la de hacer la promesa. No te preocupes, ya he encontrado la mejor solución.
-¿De verás la tienes?
-Nunca olvides, que todo tiene solución menos la muerte
Dijo aquellas palabras en un tono de voz extraño, lo que hizo que Snape enarcara una ceja.
Y por fin llegó el ansiado día en que tenían que volver a Hogwarts en el expreso. Hermione despertó temprano aquella mañana, no por los ruidos que hacían abajo sino por los nervios. Volvería a verle, lo que ahondaría más todavía en sus heridas: volvería a verle, a oírle, a oler su esencia...y ser puesta en evidencia por él. Era lo que más detestaba de él, que le encantaba poner en evidencia a ella y a cualquier Griffindor. Pero no se quejaba, era su profesor y tenía que respetarlo. Sencillamente hacía lo mejor posible su trabajo para que pudiese tener las menos razones posibles para meterse con ella.
-¿Y Harry?-preguntó Hermione a Ron cuando entraban al tren y notar que su amigo no iba con ellos
-No tengo ni idea, pero ya vendrá, el tren está a punto de partir Hermione. Debemos reunirnos con los demás prefectos ¿recuerdas?
Hermione y Ron fueron al vagón y compartimento correspondiente. Allí le recordaron todo lo que tenían que hacer durante el curso y les dan a cada uno por separado la contraseña de su casa.
-¿Eh...te has dado cuenta, Hermione? ¡Malfoy ya no es prefecto!-comentó Ron a la salida, bastante excitado
-Sí, ya me di cuenta ¿por qué será?-dijo pero no comentaron más. Habían llegado a su habitual compartimento, el de siempre, donde estaban Harry, Neville y Luna. Hermione vio a Ginny con Dean, cogidos de la mano y hablando embelesados en un compartimento donde había otros tres Griffindor. "Me pregunto si Ginny pensará en Harry mientras está con Dean e imagina que es con él con quien hablar y no con Harry"se preguntó mientras se sentaba con el resto.
-¿Cómo os ha ido?-les preguntó Harry al cruzar Ron la puerta y cerrarla
-Bien, bien...¿sabes qué Malfoy ya no es prefecto?-comentó el pelirrojo como si los Chuddley Cannon hubieran ganado un partido
-¿No? ¡Qué extraño!
-Supongo que le gustaba más ser de la Patrulla Inquisidora y hacer todo lo que le venía en gana. Ahora lo de prefecto le parecerá una chorrada
Harry abrió la boca para discutir el tema pero una chica abrió la puerta del compartimento haciendo que todos guardasen silencio. Tendría unos doce o trece años, llevaba dos notas en la mano y estaba ligeramente sonrojada.
-Traigo una nota para Neville Longbottom y para Harry Potter-se puso más roja aún-de parte de Horace Slughorn
La chica se marchó mientras ambos chicos leían la nota. Neville ponía mala cara, como si se tratase de un castigo y Harry torcía la boca
-Es una invitación a su compartimento, para que vayamos a comer allí con él
-¿Vais a ir?
-Yo no quiero ir solo...-musitó Neville
Tras una breve discusión de si ir o no ir a esa reunión, finalmente Harry y Neville acuden a la reunión. Momentos después apareció la señora con el carrito de la comida. Ron compró una buena cantidad de comida, al igual que Luna, mientras que Hermione compró apenas unas empanadas y ranas de chocolate.
-¿Tan sólo eso?-le preguntó Ron preocupado, observando todo lo que había comprado su amiga-Hermione después no comeremos hasta la hora de la cena, dentro de algunas horas
-Ya lo sé Ron, pero es que no tengo hambre. Voy a comer todo esto por echarme algo al estómago
Ron asintió porque ahora estaba masticando una empanada y siguió concentrado en comer. Luna comía y a la vez seguía leyendo su revista de misterios, El Quisquilloso (N/ A: ¿era así?) así que Hermione mordisqueó una rana de chocolate, sumiéndose en sus pensamientos, observando además la niebla del exterior, que cubría lo que habitualmente eran verdes campos y praderas. A veces se disipaba y dejaba ver el sol, otras se oscurecía todo aún más.
¿Cómo iba a tener hambre si en pocas horas lo volvería a ver? Los nervios parecían habérsele concentrado en el estómago y no podía comer nada a menos que quisiese que le cayese mal. Se preguntaba si estaba bien, si había pasado buen verano... "claro que no, en teoría es un mortífago, no debe de haber llevado un buen verano". Ron observaba a su amiga sin que esta se diese cuenta. Estaba preocupado porque estaba un poco extraña desde que había vuelto a verla y su hermana Ginny no era de gran ayuda. Cada vez que le preguntaba si sabía algo al respecto le contestaba de malos modos que no era algo de su incumbencia.
Al caer el día el expreso llegó a Hogsmeade. Los alumnos empezaron a cambiarse y a ponerse las túnicas. Ya iban saliendo cuando se dieron cuenta de que no habían vuelto a ver a Harry desde que se fue al compartimento de Slughorn.
-¿Dónde se habrá metido?-preguntó Ron que ya tenía un pie fuera. Neville llegó corriendo por el pasillo y patinó al frenar ante ellos
-Chi...chicos creo que Harry está en el compartimento donde estaba Malfoy
-¿Qué te lo hace creer?
-Pues venía tras de mi y de ese Zabini, que entró en ese compartimento. Justo en ese momento Harry desapareció bajo la capa invisible, me parece.
Ron y Hermione se miraron con complicidad. No hicieron falta palabras para saber lo que su amigo estaba planeando.
-Voy a buscarle-dijo Ron, sin saber que ya alguien lo estaba ayudando...
Notas de autora: Ya que, como siempre me ocurre, me quedo sin internet y no volveré a poner hasta dentro de mucho tiempo, quería dejar listo este capitulo. Sigo el hilo de la historia de Rowling pero con gran variaciones, como las que van a haber a continuación, para que tampoco se haga demasiado monótono para quienes ya hayan leído el libro. Tengo intención de meter otra novedad, que ya había incluido en la otra versión de la historia, aunque ya me lo pensaré
Tercy –S-Scloe: espero que te guste mi historia y el sexto libro, lo recomiendo a quienes no hayan tenido la suerte de leerlo. Excepto algunas cosillas que no me han hecho gracia (como lo de Snape que espero que al final tenga una buena explicación) por lo demás es muy bueno, bastante mejor que el quinto. Supongo que en cuanto haya más gente que haya leído el libro, leerá este fic
Notas de autora (12-04-06): La verdad es que me está cundiendo xD. Se me ocurrió que a lo mejor podría rescribir este capítulo y el anterior por completo, para mejorarlo. Pero veo mejor dejarlo así y añadirle algunas cosillas. La única novedad es la conversación entre Dumbledore y Snape, sobre lo de la promesa, completamente inédita y que decidí hacer tras tener más claro todo. Realmente completa más la historia
