-¡¡¡¡¡¡LO VOY A MATAR!
Era el grito a pleno pulmón que lanzó Ron en la soledad de la Sala Común de su casa. Harry acababa de venir de las clases con Dumbledore, le había contado todo lo que había visto en el pensadero sobre los padres de Voldemort (una historia bastante interesante) y como aún era pronto decidieron esperar a Hermione pensando en que estaría al llegar. No sabía Harry que Ron volvería a acordarse de lo del tren. Y viéndose encerrado, no tuvo otra opción que contárselo todo.
-¡¡¡¡¡YO LO MATO!-repetía Ron, que era sujetado por el cuello de su túnica por Harry para que no saliese por el cuadro de la Señora Gorda. A esas horas, si era pillado en los pasillos y dando esos berridos lo iban a castigar también. Era tarde y Hermione todavía no llegaba
-Venga Ron, cálmate, ya ha recibido su merecido castigo y al final no ha ocurrido ninguna desgracia ¿vale? Vayámonos a la cama, Snape ha debido de dejarla más tiempo de la cuenta
En cuanto comenzaron la poción de tentáculos de murtlap escabechados, la imaginación de Hermione comenzó a demostrar que era digna de la mejor escritora muggle que existiera. El vapor de la poción acabó provocando que se perdiera en los rincones más desconocidos de su mente y su corazón, aquellos en los que se guardaba los sueños y fantasías más descabellados e imposibles y que creía que olvidaba. No era la primera vez que fantaseaba con un encuentro pasional en plena clase de pociones, mientras él, excepcionalmente la ayudaba con la poción del día (algo que ya para empezar no era posible) y acababan liándose. Y aquél día, en que gran parte de esa fantasía se estaba realizando, Hermione no podía estar allí si no quería acabar cometiendo una gran locura. Miró esas grandes manos que cogían cada uno de los ingredientes que iba preparando para la poción y se imaginaba como recorrían con total libertad por su cuerpo desnudo; se perdía en aquellos ojos negros como la noche, que la miraban con deseo mientras que sus labios saciaban su sed...
-¿Señorita Granger?-el profesor Snape la observaba con frialdad-¿no me ha oído?
-Eh, no perdone-respondió Hermione volviendo a la realidad pero con el corazón a mil
-Agite esto durante tres minutos y después añada más tentáculos de murtlap
-Sí señor-"venga Hermione concéntrate, no puedes seguir así, tienes que poner toda tu atención en la poción". Siguió las instrucciones de Snape mientras este le daba la espalda buscando algo. Una espalda que no se podía apreciar del todo por la túnica pero que Hermione imaginaba que era imponente y ancha. Pasado los tres minutos Hermione pasó a echar los tentáculos, sin embargo, seguía en sus ensoñaciones, provocando que echara más tentáculos de la cuenta...
-¡¡¡CUIDADO!
Todo pasó muy rápido. En el momento en que Hermione echaba el último tentáculo, el profesor Snape se giraba para supervisar la poción cuando en un acto reflejo (como si ya temiese aquello) se lanzó hasta la chica para apartarla y protegerla de la fuerte explosión. Fue un ruido ensordecedor, tras el cual se oyó como salpicaba el contenido del caldero que los cubrió en gran medida a ambos, que estaban en el suelo. Snape se levantó para observar como había quedado todo tras el desastre mientras que la chica seguía en el suelo, en estado de shock, cubierta de algo viscoso y de color verdoso. Volvió completamente a la realidad y al ver la mirada gélida con la que la miraba el profesor se aterrorizó. La había hecho buena y sería castigada para el resto del curso. Cerró los ojos esperando la monumental bronca que se merecía por aquel estropicio y siendo Snape quién la acompañaba no se lo iba a pensar dos veces. Sin embargo, para su gran sorpresa, el hombre se agachó y le ayudó a levantarse, silencioso. Murmuró un hechizo que limpió absolutamente todo (incluido las túnicas) y después le dijo en voz baja
-Puede irse, ya es muy tarde-Hermione estaba paralizada pero reaccionó de inmediato. No quería que el profesor se arrepintiese por lo que salió del despacho y en cuanto supo que no la oía corrió como alma que lleva al diablo a su sala común
A la mañana siguiente, Harry y Ron fueron a buscarla a su habitación para que bajasen a desayunar juntos y les contara cómo le había ido. La chica se levantó desganada y somnolienta. Se pasó toda la noche recordando el desastre con los tentáculos de murtlap y no pudo dormir más de una hora o dos. Su corazón se aceleraba cada vez que recordaba el extraño comportamiento del profesor Snape, cuando se abalanzó para apartarla, exponiéndose él también al peligro...
-¿A qué hora volviste anoche?-le preguntó Harry mientras bajaban al comedor
-No tengo ni idea, el profesor Snape me estuvo hasta tarde y cuando subí a mi cuarto no miré la hora. Harry tienes que contarme lo que hiciste con Dumbledore
Harry le contó lo mismo que le contó a Ron sobre Voldemort y su familia. Estaban empezando a desayunar cuando les llegó a él y al pelirrojo sus ejemplares del libro de Pociones. Hermione intentó no torcer el gesto. Los dichosos libros no sólo le trajeron los recuerdos de la noche antes sino que además, uno de ellos, el que le habían dejado a Harry la estaba trayendo por la calle de la amargura. Hasta minutos antes de empezar la primera clase de pociones del año, era ella la más destacada de su curso. Llegó el dichoso libro del llamado "Príncipe Mestizo" y pasó a un segundo plano. Y lo único que tiene de especial el libro es que ese príncipe añade anotaciones propias a las complicadas instrucciones de las pociones, facilitado su elaboración y haciendo que Harry sea el favorito del profesor Slughorn. Y francamente a ella no le hacía ni pizca de gracia. Si lo consiguiera por sus propios medios, se alegraría muchísimo por su amigo...¡pero estaba haciendo trampas!
-¿Qué estás haciendo?-le preguntó alarmada al ver...¡qué estaba dando el cambiazo a los libros!
-No pienso perder esta reliquia. Me está resultando muy útil
-¿Cómo qué útil? ¡Haces trampa!-otra lechuza se dejó caer sobre su desayuno con un ejemplar del Profeta. Pagó y comenzó a leer la portada (N/ A: ¿se llama portada u otra cosa? oO estoy hoy torpe).
-¡Ahh!-exclamó
-¿Qué pasa Hermione?
-No os lo vais a creer-bajó mucho la voz para que sólo la oyesen ellos dos-¿os acordáis de Stanley? El del autobús noctámbulo
-Sí
-Pues los aurores lo han arrestado, porque aseguró que trabajaba para quién sabemos
-¡No puedo creerlo!-susurró excitado Ron-¡si no haría daño ni a una mosca!
-Las cosas están muy revueltas y para calmar los ánimos están haciendo arrestos que yo al menos veo injustos-opinó Hermione con toda sinceridad porque sospechaba que la detención de Stanley no tenía ningún sentido. Terminó de desayunar y acompañó a Harry y Ron a los entrenamientos de Quidditch
¿Qué le estaba pasando? ¿Por qué no podía quitárselo de la cabeza? Desde el accidente con la poción estaba muy raro. ¿Tal vez por su inusitada reacción? ¿por el extraño comportamiento de la mejor alumna del colegio? El castigo fue en general extraño. Hermione Granger estaba en la luna, él estaba pensando en sus problemas y al final la poción pues...todo al garete. Pero no era eso lo que le estaba poniendo nervioso. Se preguntaba por qué reaccionó de esa forma, tan repentina y lo peor de todo es que desde entonces no se podía quitar de la cabeza a la chica y la mirada perpleja y asustada que se le quedó cuando ocurrió todo en unas décimas de segundo. Una mirada que ahora lo tenía hipnotizado, era la primera vez que veía tan de cerca los ojos de aquella chica y sentir el calor de su cuerpo...que no sabía que podía llegar a ser tan gratificante
-Ah, vamos Severus ¿en qué demonios piensas ahora?-dijo en voz alta. Estaba en su despacho, supuestamente corrigiendo unos trabajos, y solo. Cualquiera que lo oyese pensaría que se estaba volviendo loco...aunque no faltaba mucho. Decidió acostarse y dormir un poco, a ver si descansaba de una vez...sin embargo aquella mirada castaña se le apareció de nuevo en sueños
-Confiesa Hermione, has sido tú ¿no?-le murmuró Harry de vuelta al Gran Comedor después de un intenso día.
-Y si lo soy ¿qué?-contestó ella malhumorada y a la vez algo avergonzada. Tenía tantas ganas de ver a su mejor amigo Ron como guardián del equipo de Gryffindor que se molestó en hechizar al creído de McLaggen para que fallase el último penalti
-No se lo digamos a Ron ¿vale?-Hermione estaba de acuerdo. Era la hora de la cena y la hora tan temida y tan deseada por ella, para ver a su amor imposible. Ni todo lo distraída que estuvo aquel día fue suficiente para hacerle olvidar todo lo sucedido con el accidente de la poción. Porque por unos instantes pudo sentir su calor y sentirse amada por unas décimas de segundos cuando el profesor la salvó de la explosión. Y a su pesar que aquellas escenas con el tiempo le desgarrarían más.
Se sentaron los tres juntos, como siempre. Apenas había gente en el comedor, era bastante temprano, aunque mientras cenaban iba llegando más gente. A Hermione le interesaba más el tránsito de gente detrás de la mesa de los profesores que el que llegaba de fuera. Sin embargo se fue a la Sala Común muy decepcionada pues el profesor no bajó a cenar (N/ A: claro seguirá durmiendo la mona xD). Al llegar a la Sala Común no se animó más al ver al muchacho, a Jonathan. Era tan grande su parecido con el profesor que sospechaba seriamente si tenían vínculos familiares o no...desgraciadamente, como siempre, Ron se hizo eco de sus pensamientos
-Cada vez que lo veo pienso lo mismo ¿tendrá algo que ver con Snape? ¿Será su hijo?-Hermione apretó los dientes para contenerse y no delatarse
-Si es su hijo, me encantaría saber quién es la madre. Quiero saber que mujer es capaz de soportar un hombre así-desde luego los dos estaban por colaborar a que ella se calmase. ¿Es que iban a sacar el tema cada vez que viesen al chico?
-Ya os dije la última vez que no puede ser, no tiene su apellido y además está en nuestra casa.
-Y qué Hermione, puede ser que su madre hubiera sido Gryffindor o un antepasado o a saber. Todo es posible-le discutió Ron, siguiendo en sus trece (N/ A: se está convirtiendo en una maruja con tantos chismes)
-Siento llevarte la contraria DON SABELOTODO, pero ese chico no es su hijo-Hermione recalcó con énfasis las palabras don sabelotodo. Ron le estaba dando donde más le dolía...porque es que no quería asumirlo, no podía ser que Snape estuviera casado y tuviera un hijo
-Chicos, tranquilos-dijo Harry apaciguador-Ron tiene razón, Hermione, todo es posible-la chica le dedicó una mirada asesina-y tomando así sus palabras creo que incluso pueda ser fruto de una amante, no tiene por qué ser su mujer-esta vez fue su amigo quién le miró con mala cara. Harry siempre conseguía que no llegasen a más porque ya tenía experiencias desagradables con las amistades de esos dos pendiendo de un hilo. Y aún así Hermione se marchó bastante malhumorada a su habitación, donde se deshizo en un mar de lágrimas...otra vez. Abajo, en la Sala Común, Ron perdió la sonrisa. Y el único que sabía por qué era Harry
Se desveló a la medianoche, empapado en sudor. El profesor de DCAO se incorporó jadeante, le iba el corazón a mil por hora.
-Maldita chica...-dijo entre dientes. Se le aparecía hasta en sueños pero lo peor de todo aquello no era el hecho de que soñara con una de sus alumnas sino que le hacía volver al pasado y recordar sensaciones olvidadas...
Miró el reloj y se dio cuenta que se había saltado la cena y tenía hambre. Se vistió con más prendas y decidió ir a las cocinas, a comer algo. No le hacía gracia pero por despejarse...
CONTINUARÁ...
Notas de autora (14-04-06): Nada nuevo, creo que está bien así. La verdad es que cunde la lectura de los capis pero bueno, así también refresco yo para la nueva historia ;-)
Notas de autora: Jo, jo, jo, jo en cuanto vi que tenía tres rewiers más y que os estaba gustando mucho este culebrón, seguí de inmediato. No la he puesto antes porque quería actualizar en la historia de Final Fantasy VIII. Ya veo que a todas os pica la curiosidad con el chico este, Jonathan, y os acercáis bastante a qué puede ser. Está claro que tiene que ver con Snape pero ¿qué relación tienen? Ahns no sé, no sé. Ron puede tener razón, o Harry o a saber. Y respecto a la parejita, ya se está empezando a cocer todo, es cuestión de tiempo que lleguen a algo más xD pero puede quedar mucho. He querido meter la discusión de Ron y Hermione respecto al tema para dar una razón cuando se pelean en el libro (¬¬ que lógicamente es porque los dos están enamorados) y además meter más malentendidos. El capítulo me ha salido algo más cortito pero muy pronto tendréis más, procuraré tardar lo menos posible. No si al final me engancharé yo también y todo...al más puro estilo Pasión de Gavilanes...
Lakota Snape: me parece que ya lo he dicho todo xD, sí esa tercera vida tiene que ver con Jonathan pero exactamente por qué lo irás descubriendo más adelante...
Tercy cloe (acorto tu Nick espero que no te disguste): jajajajajaja desde luego eres un peligro de mujer (es broma cualquiera lo es). Aquí tienes el resultado de tu idea, no subió tanto como quisieras la temperatura pero ahí tienes el origen del titulo del capítulo. Espero que este capitulo te resulte igual de emocionante pero tranquila esto acaba de empezar. ¿Cumplir castigo con Filch? Uf chica mira que hay gente en Hogwarts xD :P
El crío ese ya tienes más pistas en este capítulo pero no pienso desvelar tan rápidamente las cosas
Libe-patil: Muchas gracias por la ayuda, estoy segura que es así. Espero que te guste la historia!
