Camino a Géminis.

Kanon:

Hace algunos minutos que caminamos hacia el Santuario de Atena. Aioros y Sorrento caminan juntos mientras que Saga y yo les seguimos por atrás, muy por atrás. Por el momento ninguno de los cuatro ha dicho ni una sola palabra, pero supongo tengo que hablar con Saga y arreglar las cosas cuanto antes.

-Bueno y a todo esto ¿para qué querías verme?-Mi pregunta repentina parece haber sacado de sus pensamientos a mi hermano. Yo trató de parecer lo más tranquilo que se pueda y no demostrar lo nervioso que realmente estoy.

-Pues... -¿Por qué Saga pone esa cara? En ese momento detuvo su caminata y agacho la cabeza- bueno yo... solo quería verte- Mi hermano parecía algo avergonzado por su respuesta, pero yo realmente estaba en shock. No podía asimilar lo que me acababa de decir. Me imagine mil respuestas, pero nunca una como la que acababa de recibir.

Me detuve y miré a Saga con una expresión llena de asombro. -¿Qué?- No pude formular otra palabra, mi mente estaba totalmente trabada.

-Pues lo que dije, tenía ganas de verte... duramos trece años para vernos para mí es más que razonable - Lo dijo con toda tranquilidad y simpleza, pero para mí era de lo más complicado.

-¿Quién eres y qué hiciste con Saga?- Sé que es una pregunta de lo más estúpida e irónica pero no sé me ocurrió otra cosa. Entiendan para mí escuchar a Saga decir que me extraña es un trauma psicológico.

Saga puso cara de ofendido y me dijo-¿Qué insinúas¿Crees que yo nunca me preocupo por ti?-Parecía ofendido. En ese momento me di cuenta de que Aioros y Sorrento ya se habían adelantado mucho, pero por ahora eso no parecía importarle a Saga y a mí tampoco.

-Pues por tu actitud eso pensaba-Mi respuesta era sincera, Saga nunca me dio a entender que me apreciaba o que me extrañaba, su actitud siempre era muy distante e indiferente.

Saga abrió la boca para contestar aquella ofensa, pero antes de decir algo la cerro y lo meditó un minuto. Después me miro fijamente y contesto lo más serio que pudo. –Creo que tienes razón, casi nunca te presto atención-. En ese momento me sentí tan mal por haberle reclamado y decidí disculparme.

-No es tu culpa, yo casi nunca te hago caso de todas formas- La verdad Saga podía darme un sermón de tres horas y yo no le hubiera prestado ni la mitad de mi atención.

-Gracias, es bueno saber que cuando tienes un hermano puedes confiar en él y platicarle tus problemas ya que te pone mucha atención- Su voz adquirió un tono sarcástico y algo molesto.

Comencé a mover las manos de un lado a otro y tratar de explicarle. -No quise decir eso, a lo que yo me refería es que cuando me regañas casi no te hago caso porque me aburres.- Creo que volví a decir algo que no debía. Ahora Saga me va a matar.

-¿Así? Pues veremos quien puede más- Imagínense la cara de terror que puse al escuchar eso. Entonces Saga me tomó del cuello con una de sus manos y con la otra comenzó a despeinarme el cabello mientras me reprendía (en realidad antes que reproche parecía un juego). –Si te regaño es porque me preocupas jajajaja.-Yo no podía defenderme y la verdad no quería hacerlo. A pesar de que me lastimaba y casi me ahogaba, yo estaba divirtiéndome mucho, pero eso no quería decir que no renegara un poco. Solo por molestar a Saga.

-Oye ya suéltame, me lastimas- me quejé como si realmente me molestará lo que me estaba haciendo y porque si no lo hacía iba a terminar ahogándome.

-Lo siento otooto-chan pero me la debes- Esto me lo dijo con una enorme sonrisa en los labios parecía feliz y yo me sentía igual.

-Solo soy menor que tu por cinco minutos Saga-

-¿Y qué tiene? Cinco minutos son cinco minutos y por lo tanto eres el menor de nosotros dos- Por fin mi hermano se apiado de mí y me soltó. Creo que lo hizo más que nada por que a mí realmente me estaba faltando el oxigeno y comencé a ponerme de un tono azul.

-Eres un tonto casi me ahogas- Yo respiraba con dificultad y me sentía algo mareado.

Saga:

Como extrañaba molestar a Kanon, hasta ahora no me había dado cuenta de lo mucho que realmente lo quiero.

-Lamento eso- Ayude a Kanon a recuperarse, el tono azul de su cara no era precisamente normal. Aunque hay que aceptar que es algo gracioso.

Cuando veo a Kanon no es como verme en un espejo porque no somos iguales. Realmente me gustaría ser como mi otooto-chan, es tan agradable que no es difícil entender porque tiene tantos amigos y gente que le quiere. Yo soy tan frío que rara vez demuestro lo que siento.

Al parecer Kanon notó mi distracción y se lanzo sobre mí, yo estaba tan ensimismado que no pude mantener el equilibrio. Mi hermano y yo terminamos en el suelo con algunos raspones en la cara. Fue cuando comenzamos una pequeña batalla, claro yo iba perdiendo porque Kanon estaba encima de mí y llevaba la ventaja.

-¿Quieren darse prisa? –Ambos volteamos a mirar sorprendidos al dueño de la voz, se trataba de Sorrento parecía algo extrañado por nuestro comportamiento. Bueno es que estábamos en una situación un poco comprometedora.-¿Qué están haciendo ustedes dos?

-Es que... bueno nosotros... estábamos - Kanon parecía avergonzado por la interrupción de Siren, pero más que nada por la situación en la que ambos quedamos atrapados.

-¿Todo bien?- Como si la situación no se pudiera poner peor Aioros acababa de llegar... Su cara adoptó una expresión muy extraña cuando nos vio a mí y a Kanon, este último encima de mí.

-No es lo que parece lo juro-Kanon y yo estábamos de los más avergonzados y sonrojados. Fue cuando Kanon reaccionó y se quitó de encima mientras yo me levantaba antes de que otra cosa sucediera. No fuera a ser que Aioros malinterpretara la situación.

Cuando reanudamos el camino Aioros me acompañaba a mí (Lo más seguro es que no quería dejarme solo después de semejante teatro) y Kanon era acompañado por Sorrento, nosotros veníamos atrás de estos dos.

-Ahora ¿puedes explicarme que hacían tu y Kanon?- La voz de Sagitario parecía molesta.

-En realidad estábamos jugando, no tienes que ponerte así- Ahora yo también estaba algo molesto, pues ¿quién se creía Sagitario para controlarme?-Aparte, es mi hermano ¿qué creías que hacíamos?-

-Es que yo... pensé que tu y él... bueno tu sabes- Aioros parecía muy avergonzado por haberme acusado sin razón. Entonces los dos nos detuvimos y él me miró a los ojos.- Saga es que yo te quiero tanto y no quiero perderte.- Estaba siendo muy sincero conmigo o por lo menos yo lo sentía así.

Me acerqué a Aioros y lo bese suavemente, luego lo miré fijamente- Tú y Kanon son lo que más quiero en este mundo. Claro a él lo quiero como lo que es, solo mi hermano. Mientras que mi cariño hacia a ti es muy diferente al de él. No tienes por que sentirte celoso.-

Aioros me tomó de la cintura mientras yo lo tomaba del cuello. Me besó suavemente como si con ese beso me pidiera disculpas por haber sido tan tonto. Duramos unos minutos hasta que por fin nos separamos.

-Me da gustó hayan arreglado sus diferencias tu y Kanon- Fue entonces que mi sonrisa desapareció. Lo que yo quería era disculparme con Kanon por lo que le había hecho y todavía ni siquiera habíamos tocado el tema.

-En realidad no hablamos de eso- Bajé la mirada algo deprimido. Cierto que mi hermano y yo todavía nos llevábamos bien, pero aún faltaba mucho por arreglar.

-No te preocupes ya veras que todo saldrá bien- Me sonrío dulcemente, yo asentí con la cabeza. Entonces ambos reanudamos nuestro camino antes de que Kanon y Sorrento se dieran cuenta de nuestro retraso.

Sorrento:

¿Pero que se cree Sea Dragón? Ya si fuera cualquier persona, pero es su hermano! Es un degenerado. Yo estaba muy molesto este tipo que se hacía llamar mi comandante era un enfermo mental. No me llamaba la atención porque terminó provocando dos guerras, la de Asgard y la del Santuario Submarino.

-¿Sorrento?- La voz de Sea Dragón me sacó de mis pensamientos parecía pensativo.

-¿Sí?-

-¿Cómo me describirías?- No pude ocultar mi cara de sorpresa ante semejante interrogación.

-Pues... no lo sé- Mi respuesta fue monótona, pero yo esperaba que Sea Dragón se conformará con eso. Aparte en ese momento yo estaba bastante molesto.

Me tomo del brazo para detenerme y me miró fijamente a los ojos. –Te creo lo suficientemente inteligente como para que me des una respuesta mejor que esa- Mi comandante tenía razón yo era capaz de dar una buena crítica, pero no pensaba dársela. Solo atine a quedarme callado.

Sea Dragón suspiro hondamente mientras me soltaba. Bajó la mirada y continuo su camino sin decir más.

Saga:

Llegamos a la entrada del Santuario y los dos guardias que vigilaban la puerta perecían asombrados y lo que pasa es que pocos en el Santuario sabían de la existencia de mi gemelo.

Mientras caminábamos en dirección a las doce casas todas las miradas se posaron en nosotros. En lo personal yo me sentía muy incómodo, pero a Kanon y a Sorrento no parecía molestarles en lo más mínimo. Tal vez ya se lo esperaban.

Por fin llegamos a las doce casas. Ahora empezaba una de las cosas más difíciles: explicarles a todos los dorados sobre la llegada de Kanon.

Mu:

Últimamente he tenido tantas cosas que hacer que no había tenido oportunidad de ponerme a descansar un rato. El entrenamiento de Kiki absorbe casi todo mi tiempo, pero hoy opté por que ambos tuviéramos el día libre. Bien merecido lo teníamos ya que entrenar dos meses desde las seis de la mañana resulta de lo más agotador.

Por ahora estoy sentado en las escaleras de mi templo con los ojos cerrados, cuando Kiki no esta en el templo me resulta más fácil meditar y descansar. Aunque mi aprendiz es de lo más obediente cuenta con demasiada energía y es muy difícil mantenerlo quieto. Entonces unos cosmos llaman mi atención.

Ambos cosmos me son familiares, pero lo que realmente llama mi atención son los dueños de semejantes cosmos. Abrí mis ojos, entonces fue cuando los vi, se trataban de Sorrento de Siren y Kanon de Sea Dragón, ambos venían acompañados por Aioros de Sagitario y Saga de Géminis.

Eso si que era inesperado ¿Qué estarían haciendo esos dos aquí?. A pesar de la ayuda que Kanon nos ofreció durante la batalla de Hades prefiero estar alerta. Me levanté mientras esperaba a que subieran. No tardaron mucho en estar casi a mí altura cuando se pararon.

-Buenos días Mu-Aioros se portaba igual de amable que siempre, pero Saga se veía algo extraño.

-Buenos días- Conteste el saludo de una manera cortés y con una leve sonrisa, pero aún así todos podíamos notar lo tensa que estaba la situación.

-¿Nos permites pasar?- Aioros me miraba fijamente como queriéndome decir algo, entonces me quedó claro: Kanon venía a arreglar los problemas con Saga.

-Adelante- Me quité del camino, con un ademán y una sonrisa les indiqué que podían pasar. Aioros entró primero seguido por Saga, después por Kanon y por último de Sorrento. Al momento de pasar este último me llamó la atención su mirada. Él parece haberse dado cuenta de que lo miraba porque volteó a verme con una mirada casi suplicante. Luego siguió su camino sin voltear atrás.

Me quedé ahí parado como si mis pies estuvieran pegados al suelo y es que la mirada de Sorrento era muy extraña ¿Qué le ocurría a Siren?.

Sorrento:

Al parecer Aries se dio cuenta. No es que este deprimido sino que me siento algo mal... tonterías debe ser la altura ya que siempre estoy debajo del agua. Se me pasará más tarde.

Ya hemos subido bastantes escaleras, también hemos pasado por el templo de Tauro que estaba vacío. No falta mucho para llegar al templo de Géminis, pero cada escalón que subo me hace sentir peor. Mi visión es muy borrosa y mis pasos algo torpes, al parecer nadie se ha dado cuenta de mi estado y yo ya no aguanto más.

-Ka... non... -Fue lo último que dije en un hilo de voz antes de que mis pies ya no me respondieran y todo se volviera oscuro.

Kanon:

Hacía bastante rato que voy cuidando de Sorrento, al parecer no se siente muy bien ya que su caminar es muy torpe, pero no quiero ofrecerle mi ayuda porque conociendo lo orgulloso que es se negará. Por ahora solo estoy atento a cada uno de sus movimientos si se tropieza rodará hasta el templo de Tauro y realmente dudo que sobreviva a semejante caída.

-Ka... non... -Al escuchar aquello me giré lo más rápido posible y vi como Sorrento se desmayaba. Por suerte logre tomarlo de la cintura antes de que se cayera. Aioros y Saga se voltearon al escuchar el repentino movimiento.

Ambos se acercaron preocupados.-¿Qué le ocurrió?- Fue la pregunta de Saga.

-No lo sé, solo se desmayo.- Siren tenía las mejillas muy rojas, coloqué mi mano sobre su frente para comprobar mis sospechas: Sorrento ardía en fiebre.- Tiene mucha fiebre- Yo realmente estaba preocupado por él.

-Supongo que es lógico- Fue la simple contestación de Aioros. Saga y yo volteamos a verle extrañados, entonces suspiro y se dispuso a explicarnos.- Lo que ocurre es que le afecto el cambió tan brusco de clima, entiendan, aquí hace mucho calor-.

-Te recuerdo Sagitario que debajo del mar también hace mucho calor- Dije algo molesto mientras cargaba con mis brazos al desfallecido Sorrento.

-Ya lo sé, pero debajo del mar hay un calor húmedo mientras que aquí hay un calor seco y aunque tu no lo creas Sorrento esta tan acostumbrado al clima del Santuario Submarino que estar aquí en el Santuario de Atena le afecta a su salud.-Aioros tenía razón en lo que me decía, por mucho que me doliera.

Saga tomó mis cosas y las de Sorrento y me dijo-Entonces será mejor llevarlo al templo de Géminis, por lo menos ahí estará más fresco.-

Asentí con la cabeza y continuamos nuestro camino. Mientras caminaba observaba a mi compañero, Siren se ve tan frágil en este momento ¿quién llegaría a pensar que es uno de los Generales Marinos más poderosos?. Es una lástima que su actitud y su físico no tengan nada en común. Su actitud es fría e indiferente nada parecido a su físico que era tan frágil y delicado.

Sino fuera porque mi corazón es de piedra, juraría que esta sirena esta logrando hacerlo latir más de lo debido.


Aquí esta mi sexto capitulo, la verdad tarde demasiado en hacerlo. Pero después de todo lo terminé y me siento aliviada por eso.

Aclaraciones:

1° otooto significa hermano menor (solo para quienes desconozcan su significado). Tal vez haya un poco de confusión con saber quien es el menor de los gemelos, pero en la Saga de Hades cuando Saga y compañía pasan por el templo de Géminis el se refiere a Kanon como su hermano menor.

2° Bueno al parecer Kanon ya comenzó a sentir algo especial por Sorrento, pero aún falta mucho para estos dos ¿qué mala soy verdad?

a-grench: Me alegra que te haya gustado y como soy lo suficientemente mala seguiré molestando al pobre de Sorrento como en este capi.

steff308: Tienes razón la relación aún no cobra fuerza, pero espero eso cambié próximamente y si es posible en el próximo capitulo. Bueno sobre el cabello de Sorrento como no estoy muy segura por el momento lo dejaré así.

Nebyura: Me alegra te haya gustado mi fic y gracias hasta eso ya se resolvieron por lo menos una gran parte de mis problemas. Espero este capitulo también te guste.

aLe-DoNo: Acosando al fic? Hay pobrecito de mi fic. No te creas es broma . Pues si, a la mesera casi le ha de haber dado un infarto jijiji.

Alexie-sama? Gracias, pero aún me falta mucho por aprender así que por el momento soy Alexie-chan. Bueno y sobre el fanfic de Milo y Camus ya lo escribí, se trata de un songfic su nombre es Réquiem la categoría es Angst, búscalo haber si te interesa.

Yui3000: Gracias por la comprensión, ya estoy mejor y con nuevos ánimos para seguir escribiendo este fic. Tomé en cuenta el consejo para escribir este capitulo haber si todo sale bien.

La Dama Arual: Nevando? Pero que divertido¿qué? Yo solo una vez en mi vida he visto nevar en México y solo fue un día. Bueno esos leves ataques de celos por parte de Sorrento se darán más seguido (Soy un monstruo, pero me fascina serlo).

Gracias a todas por sus comentarios realmente son un amor. Espero susreviews de este capitulo.