Un día con Géminis.
Saga:
Hace unos minutos que Kanon se retiró para ver a Atena y al Patriarca, desde entonces Sorrento y yo no hemos cruzado palabra alguna. No es que Siren sea mala persona lo que ocurre es que nunca hemos tenido una conversación que dure más de unos pocos minutos, pero hoy estaremos solos toda la mañana y tal vez parte de la tarde, así que debo intentar por lo menos mantener una conversación más o menos decente con él, pero eso lo haré un poco más tarde.
Cuando terminé mi desayuno dejé el plato en el fregador, me retiré un momento para recoger mi cama y regresar a lavar los platos. Hasta ahora no le he hecho ningún comentario a Sorrento y es que no quise molestarlo mientras desayunaba.
Ya en mi habitación comencé a recoger mi cama y ropa sucia para lavarla más tarde. Una vez terminados mis trabajos me dirigí a la cocina para comenzar a lavar los platos. El único problema era que al parecer Sorrento ya se me había adelantado. Cuando entre a la cocina todos los platos y vasos estaban lavados, secados y guardados, pero no había ni rastro del general marino.
Salí de la cocina y camine por mi templo. -¿Sorrento?- pero por más que llamé al general nunca hubo respuesta.
Lo busqué por todas partes hasta que se me ocurrió ir a buscarlo a la entrada del templo y efectivamente ahí estaba, sentado en el primer escalón de la entrada.-Menos mal que aquí estas-Dije relajado, no quería que el general fuera a enfadarse. El general no contesto a mi comentario fue entonces cuando noté que Sorrento parecía muy distraído y opté por sentarme a su lado en el escalón. –Es una bonita mañana ¿verdad?-.
Siren no volteó a mirarme, pero sí contesto a mi pregunta.-Sí, el mármol del Santuario parece brillar más con la luz del Sol. Nunca había visto algo tan hermoso- Era muy notorio que el general estaba maravillado con el espectáculo que brindaba el Santuario por las mañanas.
Sorrento:
-¿Te puedo preguntar algo Sorrento?- Giré mi cabeza hacia el gemelo de Sea Dragón. No cabía la menor duda de que eran gemelos idénticos, la única diferencia era su mirada. Saga poseía una mirada relajada y fría, mientras que Kanon tenía una mirada más cálida y casi juguetona.
-Puedes preguntarme lo que quieras.- En mi opinión este gemelo tenía la habilidad de sacarle a las personas lo que quería y lo más seguro era que yo tampoco lograra librarme de su habilidad especial.
-¿Por qué acompañaste a Kanon? Que yo sepa él no es de tu agrado.-En ese momento use toda mi habilidad como actor para no demostrar lo mucho que me había sorprendido aquella pregunta. Lo pensé detenidamente, en un principio había acompañado a Sea Dragón con el objetivo de saber si era cierto lo de su hermano, pero... bueno mi misión estaba cumplida entonces ¿qué hacia yo aquí en el Santuario?.
Mi confusión era total. Fue en aquel momento en el que recordé lo ocurrido el día anterior: cuando le arrojé el café a Aioros y a Saga pensando que era Sea Dragón y anoche cuando me sonroje por el beso que este último había depositado en mi frente... no puede ser! Yo no puedo estar enamorado de una persona tan extraña como Sea Dragón... o ¿sí?.
Saga me miraba con desconcierto esperando una respuesta lógica.-Bueno... la verdad yo... no tengo la menor idea- Mi voz era débil y casi inaudible. Lo que ocurría era que yo también desconocía la respuesta de la pregunta hecha por Saga.
-Ya veo- Dejo de mirarme y dirigió su vista al horizonte. Su voz era tranquila y cálida, casi hechizante como la de su gemelo.
Agache la mirada mientras reflexionaba la pregunta de Saga y buscaba una respuesta con todas mis neuronas. Hubo un silencio de unos minutos cuando se me ocurrió preguntarle algo que he querido saber desde que llegué aquí, entonces me volteé para ver su perfil igual de perfecto que el de su hermano.- Te incómoda mi presencia ¿verdad?-.
La pregunta era simple, pero aún así pude ver como afecto a Géminis tanto que volteó a verme a los ojos totalmente sorprendido. Después de que lo meditó un poco, relajo su rostro.–Eso quiere decir que ya lo sabías desde un principio ¿no?.-
-En realidad no lo sabía, pero al ver tu rostro di por entendido que así era- Por alguna extraña razón nuestra conversación se había hecho más fluida y el ambiente menos tenso de lo que estaba en un principio
-Debes entender, es muy difícil aceptar que tu hermano gemelo prefiere estar con alguien más antes que estar contigo.- Su voz había adquirido una tristeza muy grande y sin quererlo me sentí muy mal por él. Según lo poco que yo sabía de Géminis era una persona con muchos problemas. Por fuera parecía de hierro, pero por dentro era una persona totalmente distinta.
-Dudó mucho que Kanon, prefiera a alguien más antes que a ti- Traté de reconfortarlo con mis palabras lo mejor que pude.
-Si eso fuera cierto no terminaría huyendo de mí siempre que tiene la oportunidad.-Enserio que estos dos gemelos para mí siempre serán un total misterio. Ante las personas son muy hostiles, pero cuando los conoces más a fondo te das cuenta de que son personas realmente asombrosas.
-Saga... si Kanon quisiera huir de ti siempre no estaríamos aquí.-
Saga:
Creo que juzgue muy mal a Sorrento, constantemente pensaba que era un ser de lo más inhumano y hostil, pero ahora que hablaba con él me estoy dando cuenta de que es una persona de lo más amable y compasiva.
-Creo que tienes razón... es solo que... bueno a veces quisiera pasar más tiempo con él, pero él te prefiere a ti y a tus compañeros por eso se fue.-
-Estas totalmente equivocado Géminis- Sorrento meneaba la cabeza con desaprobación.
Sorrento:
Kanon y Saga podrán ser gemelos, pero definitivamente aún les falta mucho por conocerse mutuamente. –Lo que le ocurre a Sea Dragón es que se siente muy mal por intentar traicionarte y le avergüenza mirarte porque para él es un constante recordatorio de sus errores y faltas, pero eso no quiere decir que realmente no te quiera.- No sé de donde demonios salió semejante explicación, pero era nada más que la pura verdad.
Saga agacho la mirada, supongo que entendió lo que yo quería decir.-Creo que tienes razón Sorrento.- Dio un pequeño suspiro antes de continuar con su explicación.- Antes me pasaba algo muy similar con Aioros.-
-Lo ves, ahora ¿comprendes un poco más a tu hermano?-
-Sí y te lo agradezco mucho- ¿Qué esta diciendo Géminis?- Nunca me había puesto a pensar las cosas así.-
No pude evitar sonrojarme un poquito ante semejante halago.- No tienes porque darme las gracias solo hice lo que me pareció correcto.-
Al parecer el hielo entre ambos se ha roto por accidente y me da gusto de que haya sido así. Estarnos peleando como perros y gatos todo el día no me suena muy agradable.
-Sorrento- La voz de Saga me sacó de mis pensamientos.
-¿Sí?-
-¿Cómo se conocieron tú y Kanon?-Jamás me hubiera imaginado tal pregunta, ya que ni yo mismo recordaba muy bien como, pero igual iba a contestarla.
-Todo comenzó cuando yo tenía más o menos cinco años...
FlashbackYo nací en Viena, Austria; por lo tanto soy austriaco. Vivía en una casa muy bonita que tenía un gran jardín en la parte trasera. Fui hijo único de una pareja acomodada que tenía bastantes criados a su servicio y como era el más pequeño de la casa prácticamente me convertí en el consentido de toda la servidumbre.
Jamás fui a la escuela como todos los demás niños, siempre tenía instructores que me daban clases en mi propia casa. Yo tomaba varias clases, pero sin duda la de Música era mi clase favorita. Tenía un maestro que tenía los ojos color azul muy claro que combinaba perfectamente con su tez blanca como la nieve, su cabello era totalmente negro, lo usaba bastante largo y siempre amarrado con una cinta color tinto como su traje. Con él fue con quien aprendí a tocar la flauta y que hasta hoy sigue siendo mi instrumento favorito.
Mi maestro siempre halago mi manera de tocar la flauta, decía que tenía el poder de hipnotizar a la gente con ella. En ese entonces no sabía cuanta razón tenía mi profesor de Música.
El día de mi cumpleaños mis padres optaron por hacer un viaje a Grecia para festejarlo. Yo estaba fascinado debido a que me encantaban las leyendas griegas y simplemente salir de Austria me parecía una idea excelente.
El viaje era algo largo, pero aún así no pude quedarme dormido en el avión, me moría de ganas por llegar a Atenas. Llegamos cuando ya había obscurecido y todas las luces de la ciudad brillaban hermosamente. Nos hospedamos en un hotel muy bonito que tenía una alberca grandísima y una vista hacia el Mar Mediterráneo.
En cuanto mis padres me acostaron en la cama me quedé totalmente dormido, el viaje había sido muy cansado y yo no había dormido ni un minuto. Claro antes de quedarme coloque a mi inseparable flauta en la mesita que estaba a un lado de mi cama. Esa noche tuve un sueño muy extraño en el que aparecía un Dragón Marino y una Sirena; el primero tenía unas escamas naranjas muy brillantes y la Sirena, no era la típica Sirena con cuerpo de mujer y cola de pez, era más bien un ave con rostro de una mujer, tenía un par de alas con plumas de un color anaranjado y unas enormes garras.
Cuando el sueño termino no pude evitar despertarme algo extrañado. Me levanté de la cama y me vestí, pues ya había amanecido. Mis padres todavía no despertaban así que salí del cuarto del hotel y me dirigí a la alberca. Era inmensa, me quité los zapatos y me senté en la orilla para poder meter mis pies y salpicar con ellos. El agua estaba algo fría pues aun era muy temprano, pero en un rato más se me olvido este detalle y continué mi juego tranquilamente.
Sin darme cuenta comenzó a hacerse tarde y tuve que regresar con mis padres. Llegue y gracias al cielo todavía no se habían dado cuenta de que yo no estaba en mi habitación, pero al entrar por la puerta principal se dieron cuenta de mi pequeña travesura y mi padre me regaño suavemente.
Pasamos toda la mañana visitando tiendas y comprando cosas. Por la tarde mi madre quería visitar las Islas Cicladas entonces nos subimos a un crucero y nos dirigios hacia Kéa.
-Sorrento no deberías agacharte tanto podrías caer por la borda.-Mi padre era un hombre de carácter fuerte y muy disciplinado, por lo tanto constantemente me reprendía. Tenía el cabello del mismo que color que el mío solo que mucho más corto, sus ojos eran también de un color azul, pero más oscuro que el de mi profesor de Música.
-Será mejor que escuches a tu padre.- Esa era mi madre, ella tenía el cabello castaño y largo, casi nunca lo sujetaba prefería usarlo suelto y con algunos prendedores; sus ojos eran color amatista como los míos y su complexión era delgada, todo lo contrario a la de mi padre que era robusta. Ambos poseían la piel blanca.
-Sí mamá- En realidad yo solo fingía poner atención a lo que me decían ya que estaba más entretenido mirando el mar.
-Sorrento tú madre y yo iremos a comer algo en el restaurante, si ocupas algo solo ve a buscarnos.- Yo asentí con la cabeza mientras mis padres se retiraban.-Ah y una cosa más ten cuidado, no vayas a caer-.
-Sí papá, tendré mucho cuidado- Duré mucho tiempo observando el agua hasta que pude ver un ser muy extraño. Parecía una mujer, pero tenía la piel azulada y los dedos de sus manos estaban palmeados. Sus ojos eran negros, sus cabellos eran de un color entre verde y azul y en lugar de orejas tenía algo similar a unas aletas. Estaba tan sorprendido que comencé a agacharme más hasta que caí por la borda llevando mi flauta en la mano izquierda.
Cuando me impacté con el agua fue un golpe muy duró debido a la altura de la que caí. Para mi desgracia yo no sabía nadar y comencé a luchar desesperadamente por mantenerme a flote e intente gritar como loco para que alguien me escuchara, pero por más que grité nadie escuchó mi suplica. Mis pies y manos estaban cansados de tanto luchar y yo ya había tragado mucho agua de mar, poco a poco mis fuerzas comenzaron a abandonarme. Lo último que recuerdo es haber sentido las suaves escamas de algún pez o mejor dicho de una criatura.
Cuando desperté me encontraba en una habitación oscura y lo único que se podía ver era la luz entrando por la puerta levemente abierta. Me levanté de la cama y pude darme cuenta que ya no traía mi ropa puesta sino una bata color blanco. Cuidadosamente me dirigí a la puerta para tratar de descubrir en donde me encontraba. Ah, pero antes de salir tome mi flauta que descansaba en una mesita cerca de la cama.
Era un lugar hecho puramente de mármol blanco, era un círculo y en su circunferencia había otras siete puertas aparte de la que se encontraba atrás de mí. Siete de las puertas contaba con una imagen distinta que representaba a alguna criatura marina. Abrí todas las puertas y me di cuenta de que todas parecían deshabitadas a excepción de una. Mientras revisaba la habitación que parecía habitada sentí una mano en mi hombro e inmediatamente brinque del susto.
-Ah!-
-Oye tranquilo parece que hubieras visto a un monstruo- Ya más tranquilo me digné a ver al dueño de esa voz. Era un muchacho que tenía entre dieciséis y dieciocho años. Tenía el cabello de un color azul obscuro que le llegaba a la cintura; su piel tenía un color broceado, seguramente provocado por estar constantemente bajo el sol; pero sin duda lo más sorprendente eran sus ojos color esmeralda. -¿Por qué me miras así¿Qué nunca habías visto a un humano?- Su acento era puramente griego sin duda un habitante de Atenas.
-No es eso... es solo que pensé que estaba solo- Sé que mi excusa era tonta y es que yo realmente pensé que estaba solo en aquel lugar.
-Tienes un acento extraño de ¿dónde eres?-
-Soy de Viena, Austria.-En ese momento agradecí a mi padre por las clases de Griego que me hizo tomar hace algunos años, sino ¿cómo hubiera podido comunicarme?.
-Y ¿qué hace un niño austriaco en el Mediterráneo?- Su tono de voz era algo burlesco, tal vez pensó que le estaba mintiendo o que había huido de mi país natal. Entonces me dispuse a explicarle todo. –Ya veo, pues creo que lo mejor será llevarte con tus padres en donde quiera que estén.-
-Sí, solo una pregunta... ¿cómo llegué aquí después de que me caí?- Yo necesitaba una respuesta, solo para comprobar si efectivamente yo había visto a aquel ser tan extraño.
-Una ondina te encontró y quiso ayudarte, pero no sabe mucho de humanos y te trajo conmigo-
-¿Una ondina?- ¿Así se llamaba la criatura a la que vi desde el barco?
-Sí, tu sabes una chica con escamas azules, cabello verde y ojos negros- Esto es definitivo yo no había imaginado a la criatura, pero al parecer a este chico no parecía impresionarle mucho su existencia. Una de dos: este era un sueño muy peculiar o este sujeto y yo estábamos totalmente locos.
-Si la recuerdo, solo que no puedo creer que existan seres así-
-¿Por qué no, en este mundo todo es posible- Ahora si estaba seguro de algo, este tipo esta totalmente loco.
-Eso ya lo sé, pero que yo sepa las ondinas no existen.-
-Entonces sígueme y te mostraré lo contrario- Camino hacia la puerta que no tenía imagen alguna y salió por ahí, yo lo seguí rápidamente no fuera a ser que me perdiera.
-Auch!- Creó que olvidé un pequeño detalle, no traigo zapatos y el piso en este lugar esta hecho de piedra. El chico se acerco a mí y se agacho mientras me daba la espalda.
-Sube a mi espalda y te cargo hasta el lugar.- Yo no me hice esperar ni un minuto, subí a su espalda. Pasaron algunos minutos y no cruzamos palabra alguna hasta que casi llegábamos al lugar donde yo podría ver a las ondinas.-Oye, aún no me has dicho tu nombre-
-A es cierto, me llamó Sorrento ¿y tú?-
-Mi nombre es Kanon.-Extraño nombre para un extraño sujeto pensé.- Bueno ya llegamos, aquí es. Ahora presta mucha atención para que puedas verlas.- Hasta que llegamos ahí pude darme cuenta de que estábamos debajo del mar! Y no solo eso, estábamos enfrente a algo parecido a una pared de agua. Me sentía dentro de una burbuja de aire dentro del mar, ya que podía ver a los peces nadando enfrente de mí.
Antes de pensar que las cosas no podían ser más extrañas aparecieron tres ondinas nadando en frente de nosotros. Kanon me puso en el piso y las saludo como a cualquier otra persona. Y sin darme cuenta las tres ondinas se acercaron a mí y me abrazaron, en ese momento recordé a mis tías en las reuniones familiares cuando me abrazaban y besaban.
Kanon les hizo unas señas y todas las ondinas se fueron mientras reían, yo me sentía frustrado por los numerosos acontecimientos del día.-¿Ves, las ondinas si existen y ahora será mejor que te llevé con tus padres deben estar buscándote-
-¡Jamás!-
-¿Qué?-
-¿Tú crees que yo pienso irme? Este lugar es muy extraño, pero es genial y quiero quedarme.- A pesar de todo a mí me gustó el lugar, no es que no fuera a extrañar a mis padres, pero este lugar era fantástico y yo no iba a perder la oportunidad de quedarme.
-¿Y tu crees que yo te voy a preguntar si quieres irte?... Claro que no, te llevaré con tus padres y punto.-
-Si me llevas con ellos les diré de este lugar y no creó que tu quieras que eso ocurra.- Tal vez la amenaza de resultado.
-Nadie te creerá, primero pensaran que estas loco.-
-Como se nota que no conoces a mis padres, ellos harían cualquier cosa por complacerme incluyendo un viaje por submarino en esta zona- En ese momento Kanon se puso pálido, seguramente no se esperaba mi respuesta.
-Hagamos un trató, yo dejó que te quedes, pero tú a cambio tienes que entrenar conmigo todas las mañanas y créeme soy un maestro muy exigente ¿aceptas?-
-De acuerdo, acepto el trató- Ambos nos dimos la mano para sellar el trató. A partir de ahí mi vida nunca fue igual.
Fin del FlashbackSaga:
Vaya historia, nunca imaginé que Kanon fuera tan tonto como para dejarse sobornar por un niño de cinco años, aunque tal vez era parte de su plan para conseguir a los generales que vestirían las escamas.
-Eso quiere decir que desde entonces no has vuelto a ver a tus padres ¿verdad?-
-No, pero cuando Sea Dragón y yo regresemos tengo pensado pedir permiso al señor Julián para que me dejé ir a buscarlos.-
-Espero tengas mucha suerte-
-Gracias Géminis-
-No hay porque darlas, solo una cosa-
-¿Qué?-
-Puedes decirme Saga-.
Lo prometido es deuda, aquí esta el capitulo más largo que he escrito por el momento. Bueno pues antes que nada quiero decirles que espero ansiosa sus reviews porque este capi me costó toda mi imaginación (el cerebro casi se me seca ) bueno pues ni tanto, parte de las cosas que dice Sorrento a Saga yo las dije una vez dirigiéndome a cierta persona muy molesta a la que veo casi a diario.
Aclaraciones:
1° El ser que describe Sorrento antes de caer se trata de una ondina o ninfa, se supone que vivían en aguas dulces, pero se me ocurrió ponerla como un habitante del mar. Son seres traviesos, su actitud es neutral. Pueden ayudar o matar a los humanos dependiendo de la ondina.
2° En realidad no pensaba agregar el Flashback, pero la historia se dio sola y lo vi necesario. Después de todo Saga y Sorrento no terminaran matándose.
3° Kéa es el nombre de la que a mi parecer es la Isla más cercana a Atenas.
aLe-DoNo: Jajajajaja es cierto Kanon esta actuando muuuyyy extraño tal vez pase algo próximamente. En fin yo acabo de pasar los exámenes y por eso mi actualización tardo tanto. Solo espero que en tu casa ya no haya tantos problemas porque según veo algo no anda bien. En fin espero te guste mi capi, cuídate.
a-grench: Claro que no voy a permitir que los dorados maltraten mucho a Kanon, aunque talvez Kanon se deje lastimar un poquito para que Sorrento lo cuide jijiji. Espero sigas leyendo y a ver como se te hace este capi. Nos vemos.
Yui-3000: ¿Realmente crees que mejoro? Pues gracias es alentador saber que mejoro aunque sea poquito. Gracias por seguir dándome tu critica eso también me ayuda mucho, cuídate nos vemos, espero te guste este capi.
Nebyura: Gracias por el dato cultural es bueno tener un poco más de conocimiento sobre otras palabras. Claro que Hot cakes hechos por Kanon serían de lo más deliciosos y ¿por qué no querrían cocinar para ti? Aparte si no quieren siempre se puede sobornar a la gente. Nos vemos en el otro capi espero tu review próximamente.
Steff308: Gracias, pero harás que me sonroje jajaja es broma. Bueno me alegró que después de todo la pareja te haya agradado. Cuídate y nos vemos en el siguiente capi.
La Dama Arual: Muy raro que te gusten mis capis jajaja okis pues me alegra ambos fics te hayan gustado y como recompensa por el capi pasado (porque la verdad estuvo súper cortito) este es mucho más largo de lo que yo misma me imaginé. Claro que me gustaría un poco de nieve solo un problema: creo que llegará hecha agua aquí a menos que me la mandes en un refrigerador. Ah una cosa más, me alegra te hayas animado a subir una historia ten por seguro que la leeré.
zodiacal-diosa: No hay de que, en realidad yo fui nueva hace un par de semanas (creo que hace casi un mes). Es bueno que te haya parecido interesante y espero tu opinión de este capi.
