Ya vamos por el cap 2 ;)


Corrieron tanto como sus pies se lo permitían con las bolsas de dinero en sus manos o colgando de sus hombros. Eran pesadas y voluminosas. Pero ellos eran jóvenes y fuertes, podían cargar con unas míseras bolsas de dinero.

Los nuevos y jóvenes Dragones Púrpura llegaron al Barrio Chino hasta la fábrica de galletas de la fortuna abandonada, la vieja sede de los Dragones cuando las tortugas eran jóvenes. Ahora habían cosas como sillones viejos, algunos colchones en el piso, luces navideñas iluminaban el lugar y había muchos grafitis con pintura de neón en las paredes, principalmente dragones de color púrpura devorando a tortugas de color azul, rojo, morado, naranja, celeste y amarillo. Probablemente los pintaron en antaño.

Sumado a eso, habían varios jóvenes, chicos, chicas y gente de género indefinido, bailando, bebiendo, jugando juegos de arcade o cartas y fumando, mientras sonaba música metalera de fondo bastante fuerte. Todos usaban al menos un prenda púrpura.

Desde el piso superior, dos jóvenes de menos de 20 años, miraban a los chicos pasar entre la multitud. Uno tenía el pelo rapado al ras de la cabeza y era bastante robusto en cuanto a musculatura, y el otro tenía rizos teñidos de rubio, un gorro negro y piercings, ambos tenían tatuajes y eran afrodescendientes.

El de rizos rubios dejó su lata de bebida a un lado y le dio unos ligeros golpes en el brazo a su compañero para que pusiera atención.

-Mira eso, Keshawn, regresaron los enanos. -dijo con tono burlesco el flacucho- Yyyy parece que pudieron con la tarea.

-Mjm... así parece, Myron. -respondió Keshawn con poco interés. Se levantó del pasamanos- Ven, el jefe nos querrá cerca cuando vengan.

Los cinco jóvenes subieron las escaleras al piso superior, encontrando a seis hombres adultos: Hun y sus secuaces.

Hun ahora estaba algo canoso, pero seguía luciendo en bastante buena forma para tener 50 y tantos años. Fong se había dejado una barba más tupida, Sid tenía una cola de caballo baja, Tsoi se afeitó el bigote, y ahí estaban también Keshawn y Myron.

-Veo que trajeron un botín. -habló Hun con su voz gruesa, sonriendo complacido- ¿Hubo alguna complicación?

-Amm...

-Nada de lo que preocuparse, Hun. -aseguró Kim, el coreano, interrumpiendo a Andy, el latino de género indefinido. Mostró dos bolsas de dinero orgullosamente y las dejó en el suelo- Prácticamente vaciamos el banco.

-Escuché sirenas desde aquí, ¿hay algo que no nos estén contando?

-Bueno, Myron -habló Raven, la chica de las rastas, hacia el joven de rizos rubios, cruzando sus brazos-, ahora que preguntas, Feng fue la que activó la alarma.

-¡¿Ahora resulta que es mi culpa?!

-¡Silencio! -bramó el líder de los Dragones. Se puso de pie, pues estaba sentado en una especie de trono, y se acercó a los chicos- Ábranlas.

Fong se acercó con una navaja y cortó el nudo de las bolsas que trajeron los jóvenes, pero en lugar de caer varios fajos de billetes, lo que cayó fueron pañales sucios, cáscaras de banana, latas vacías, basura para resumir.

Los chicos se aterraron al ver que no habían traído el dinero que tanto les costó robar, pero por sobre todo la mirada de Hun era lo que los ponía nerviosos junto a las carcajadas poco disimuladas de Keshawn y Myron.

Hun se acercó a Kim y puso una mano en su hombro, apretándolo.

-Quiero la verdad, ¿qué pasó? -demandó.

-Unos chicos de trajes y máscaras negras vinieron a emboscarnos. -explicó Curtis, el rubio, nervioso.

Hun se mostró contrariado por la descripción. ¿Trajes y máscaras negras?

-Sé más específico. -ordenó Fong.

-Uno dijo ser hijo de una las Tortugas Guerreras. -explicó Andy con nervios. Hun le miró fulminantemente y Andy se ocultó tras Feng por mero reflejo.

-Justo cuando creímos habernos deshecho de ellas... -se quejó Sid con su voz tosca. Feng, la japonesa, no tuvo miedo de preguntar lo siguiente descaradamente:

-¿Han peleado antes con ellas?

Kim a veces deseaba no ser tan caballeroso, al menos lo suficiente como para no golpear a una chica, porque habían veces donde Feng realmente se lo merecía.

-Sí. -respondió el líder de los Dragones con calma, la más calma que pudo tener, considerando cómo había perdido un montón de dinero por culpa de, no las tortugas, si no de sus hijos entrometidos- Ellos se metieron con nosotros muchas veces, mientras trabajábamos con el Clan del Pie antiguo. El que no lideraba esa mocosa insensata de Karai. -apretó los puños. Tomó un respiro y miró a los chicos- Ésta vez les dejaré pasar el que hayan perdido mi dinero, con una condición: -se tomó unos segundos para crear algo de suspenso en lo que alzaba un dedo- quiero que investiguen sobre ellos, quiero su información. Saber todo lo que hagan, si se sacan una espinilla, si están comiendo, incluso si a uno le pica la cabeza, quiero que me lo informen.

-¿Cómo se supone que nos acerquemos a ellos? -preguntó Raven.

-Tengo una duda, ¿una de ellos era una chica afro con trenzas? -preguntó Keshawn.

-Sí.

-La conocemos. Es hija de un mutante asqueroso y aparte sus padres son maricones. -dijo él con asco en su voz- Ella va a la preparatoria Roosevelt. Los demás también han de ir ahí.

-Y convenientemente para nosotros, ustedes también. -dijo Hun, cruzando sus brazos.

-Ehh, nosotros no vamos a la escuela siquiera. -dijo Kim.

-Eso cambia a partir de mañana. -declaró el líder de los Dragones, fulminándolo con la mirada. Tomó a Kim del rostro bruscamente y lo hizo mirarlo a los ojos- No quiero excusas, ¿ryōkai shita?

Kim tragó en seco y asintió, y los demás hicieron lo mismo. Hun soltó al joven coreano y miró a Andy.

-Tú, a mi cuarto, ahora. -le apuntó. A Andy le entraron los nervios y se congeló, pero antes de que pudiera decir algo, Kim intervino.

-No te hagas problema... yo iré. -dijo cabizbajo. Hun no rechistó y se llevó al joven rodeando sus hombros con su brazo. Andy abrazó a Feng con preocupación y ella correspondió. Fong, Tsoi y Sid se fueron, riéndose del destino de Kim, mientras que Myron y Keshawn se quedaron con los demás jóvenes preocupados.

-Descuiden... estará bien. -dijo Keshawn, tratando de convencer a los demás, y a sí mismo, de sus palabras.

-Eso lo hará más fuerte. -siguió Myron, también poco convencido.

-Lo dicen los que también sufrieron lo mismo y ahora uno está mal de la cabeza y otro es un maldito agresivo. -replicó Raven.

Ambos miraron mal a la joven, mas no replicaron más.


-Y eso fue todo lo que pasó.

Los padres (las tortugas, Karai, Casey, Abril, Mona, Kevin, Melina, Hana y Shinigami), escucharon la historia que sus hijos le dijeron con preocupación. Para recapitular: Stockman había vuelto y buscaba venganza, y los Dragones Púrpura se estaban expandiendo reclutando a menores. Esto daba para mal.

-Esto no es bueno. -dijo Leo preocupado.

-No todos podremos encargarnos de esto. -habló Raph con el mismo tono- Para empezar, nosotros tenemos trabajos importantes, y por muy urgente que sea el asunto de Stockman y los Dragones, no podremos ocuparnos de tanto a la vez.

-¿Por qué no dejan que nosotros nos encarguemos? -sugirió Ryan. Sus primos lo miraron tan shockeados que casi se les salen los ojos de sus cuencas.

-Am, ¿nos repites la pregunta? -preguntó Mikey, creyendo haber oído mal.

-Que nosotros nos encarguemos. -repitió Ryan, con su máscara levantada sobre su frente, sonriendo inocente. Los siete hermanos se miraron entre sí, considerándolo.

-No lo sé, son muy jóvenes. -comentó Donnie mientras cruzaba sus brazos- Aunque... nosotros empezamos nuestras aventuras de ninjas desde más jóvenes, teníamos 15 apenas.

-¡Yo llevo un día de 15 años! Y los demás ya son bastante más grandes que yo, estamos listos. -aseguró Ryan, pero de repente Tori le cubrió la boca.

-No sabe de lo que habla, papá, tiene mucho peperoni en el cerebro. -habló la castaña, mirando mal a su primo en lo que le cubría la boca.

-Dennos un momento para hablarlo. -declaró Venus. Los adultos salieron del dojo de la sede Hamato para hablar, mientras que los demás miraron mal a Ryan.

-Ryan, ¿perdiste un tornillo? -preguntó Zack en voz baja, pero lo suficientemente alto como para que él escuchara- No nos darán el permiso y aparte no tenemos experiencia lidiando con alguien como Stockman o los Dragones.

-Ellos tampoco la tenían, ¿qué nos detiene a nosotros?

-Nunca creí decir esto, pero concuerdo con Ryan. -habló Jay, haciendo que la mayoría se sorprendieran- Lo sé, normalmente apelo a la sensatez, pero esta vez voy por el realismo: Stockman y los Dragones no van a desaparecer solos y nuestros padres tienen otras obligaciones. Podríamos ponernos en sus zapatos de cuando eran adolescentes y tomar cartas en el asunto.

-Cuando lo pones así, no suena tan descabellado... -murmuró Tori, considerando la realidad.

-No están en serio considerando esto. -los retó Zack.

-Yo de hecho también creo que deberíamos encargarnos nosotros. -dijo Bryton.

-También yo. -siguió su hermana.

-Yo igual. -habló KJ.

Uno a uno, los demás fueron aceptando la realidad... bueno, todos menos Zack, quien seguía de necio con no aceptar. Eventualmente entraron de nuevo los adultos con su respuesta.

-Bueno, ya tenemos una respuesta. -anunció Leo. Zack esperaba que dijera que no- Lo hablamos, votamos y... la mayoría creemos que es bueno para ustedes que ya tengan misiones reales.

Todos menos Zack festejaron en sus lugares, pero al ver que sus padres les dieron una mirada rara, volvieron a mantener la compostura.

-Les daremos las instrucciones necesarias para lidiar con Stockman y los Dragones, pero es primordial que tomen esto en serio, ¿entendieron?

-Hai, sensei Leo. -dijeron todos, incluyendo a Zack, haciendo reverencia.

Las tortugas sonrieron, sobre todo Leo, pues se sentía como si ahora hubiesen tomado el lugar de Splinter cuando ellos eran jóvenes.


Al día siguiente, en la preparatoria, los chicos fueron cada uno a sus aulas. Tori y Red, para evitar que de nuevo los volvieran a molestar, cambiaron a su forma humana, lo cual les era algo incómodo, pues aunque hayan sido humanos otras veces, se les hacía raro hacerlo tan seguido. Aya y Bry notaron eso.

-Ya sé lo que van a decir, y les diré que sólo hacemos esto para evitar que sabandijas como Alex y Taylor nos molesten. -dijo Tori, gruñendo.

-No dijimos nada. -se excusó Bryton con burla, causando que su hermana le diera un golpe.

Red se fue a su salón, KJ y Jay al suyo, mientras que Tori, Kathy, Bryton, Ryan, quien empezaba ese mismo día la preparatoria, y Ayana fueron a su salón. Cada quién se sentó en su lugar, pero cuando el maestro entró, vieron a dos chicos que no esperaban encontrar:

A Kim y a Raven, aunque por ahora no sabían sus nombres.

-Atención, estudiantes, tenemos dos nuevos compañeros. -dijo el profesor con hartazgo; al parecer le faltó su café de la mañana- Son Kim Parsons y Raven Simmons. Quiero que los traten con respeto, ¿entendido? -cuestionó el profesor. Los demás dijeron un "sí" muy vago, pues también se hartaron de la escuela, y eso que era el segundo día apenas. Kim ahora tenía una chaqueta ocultando su brazo tatuado, lo cual por ahora ocultaba el hecho que fueran Dragones Púrpura.

Ayana miró a Victoria, ya que ambas estaban sentadas juntas, con preocupación, pues reconocieron a ambos integrantes de la pandilla al momento. Solo esperaban que los demás no estuvieran con otros miembros.


¿Recuerdan que dije que las chicas esperaban que no hubieran más Dragones en su escuela? Pues sus plegarias no fueron suficientes, pues ahora Curtis estaba en la misma clase que KJ y Jay. Se había presentado como Curtis Mueller.

-Esto es malo. -murmuró KJ a su amigo. Jay asintió y tomó su T-Phone, mandando un mensaje al chat grupal de sus primos, el cual decía "Dragón Púrpura en nuestro salón, es el mastodonte"

Poco después Tori respondió con un "X2, el líder y la afro".

No mucho después también habló Cody por el grupo.

"Hay dos chicos nuevos en mi clase y lucen igual a cómo los describieron anoche, son la japonesa y el... o la... latinx, no lo sé :P creo que también son dragones"

Jay volvió a teclear "Nos vemos en el receso para charlar, hasta entonces no los pierdan de vista".


Las clases pasaron más lento que tortuga obesa en la luna, pero eventualmente la campana sonó y todos salieron de sus salones. Vía mensaje, Jay les dijo de reunirse en la reja que dividía a la preparatoria de la secundaria, así Beverly, Cody y Shadow escucharían lo que debían saber. Beverly tendría 15 en diciembre, por lo cual debía estar al corriente de lo que ocurría en las misiones del equipo. Los gemelos aún debían esperar un año para unirse al equipo, pues en septiembre tendrían 14 apenas.

De a poco todos llegaron al punto de encuentro, siendo Jay el que tomó la palabra.

-Escuchen, anoche peleamos con unos nuevos integrantes de los Dragones Púrpura y ahora están en la escuela, es obvio que nos están buscando. -dijo en un susurro- Mejor que no hagamos nada sospechoso, lo cual incluye no hablar de que somos del Clan Hamato. Por el momento usen los apellidos de sus madres y pasen desapercibido lo mejor que puedan, ¿okay?

-Pero nosotros seguimos siendo Jones, ¿verdad? -preguntó Cody. Shadow se palmeó el rostro y Jay suspiró.

-Sí, siguen siendo Jones. Solo omitan el apellido Hamato, ¿sí?

-Entendido. -dijeron los gemelos al unísono. Tori estaba viendo a Bev a través de la reja y tenían los dedos entrelazados.

-Cuídate, ¿sí?

-Lo haré, muñeca. -Beverly se acercó a Victoria y a través de los barrotes la besó.

-Aww, qué adorable. -dijo Ryan con ternura y Tori volteó, mirándolo con rabia. Ryan se escondió detrás de Kathy por reflejo.

-Tenemos los nombres de los supuestos Dragones, son Andy de la Cruz y Sekai Imahara. -informó Shadow.

-Aunque dijo que prefiere que le digan Feng. -dijo Cody.

-Son ellos, Kim llamó a Curtis, Feng y Raven, tienen que ser ellos. -declaró Ayana. Jay puso el altavoz en su celular, pues había llamado a Zack, quién recordemos es educado en casa.

-Escuchen bien: no vamos a enfrentarlos hasta que de verdad sea completamente necesario. Somos más, pero no sabemos sus fortalezas o debilidades, así que vamos a hacer esto con calma, ¿lo captan?

-¿Eso significa que tengo que rechazar la invitación a una cita que Feng me hizo? -preguntó Beverly.

-¡¿Cómo?! -gritó Tori.

-Ah, sí, como que me vio y le salieron corazones de los ojos como a una caricatura.

Tori apretó los dientes con furia, deseando arrancarle las coletas a esa chica.

-Puedes despellejarla luego, Tori, por ahora enfócate. -aconsejó Kathy. Tori tomó un suspiro para calmarse.

-Okay, okay.

-Retomando la palabra, no hagan tonterías, ¿capisce?

-Yo capisco, créeme. -aseguró Ryan. Se escuchó a Zack suspirar y palmearse la frente.

-Okay, a trabajar.


Feng y Andy caminaban por los pasillos conversando mientras que no muy lejos, Shadow, Cody y Beverly los seguían. Y Shadow debía reconocer que escuchar a Feng carcajear a cada rato por cada tontería a lo Harley Quinn la estaba irritando.

-No sé cómo Andy la tolera, es insoportable, en especial su risa. -murmuró Bev.

-Concuerdo contigo. -dijo Shadow.

-¿Creen que noten que los estamos siguiendo?

-¿Quieres gritarlo para que toda la escuela se entere, Cody?

-Yo solo preguntaba.

-Cállense y síganlos. -ordenó la chica de cabello rapado.

Los tres chicos siguieron a Feng y Andy al baño de mujeres. Shadow sacó de un frasco pequeño que tenía en el bolsillo una de las cucarachas espía con las que su tío los proveía, y usando el control de su T-Phone, la mandó dentro del baño.

-Veamos lo que Tokoyami tiene para mostrarnos.

-¿Tokoyami? -preguntaron Cody y Bev.

-Oh, es por el personaje de My Hero Academia.

-Miras demasiado anime, hermana.

-Silencio.

Miraron la pantalla de la cucaracha y ésta se ocultó debajo del lavamanos lo suficiente como para que Feng y Andy no la vieran. Dentro del baño, Feng tomó su celular e hizo una videollamada.

-¿Tuvieron suerte? Porque nosotros no.

-Sospechamos de algunos de nuestra clase, vimos a dos chicas y un chico muy parecidos a los que nos enfrentamos anoche.

Cody, Shadow y Beverly escucharon eso y sus sospechas fueron confirmadas: ellos eran Dragones Púrpura.

-Mejor que sigamos investigando, no sabemos si sean ellos de verdad. Las máscaras que tenían no ayudan. -se quejó Raven por el teléfono.

-Sigan buscando a alguien, tal vez tengamos más suerte la próxima. -sugirió Curtis.

-Hoy encontré a una chica linda y la invité a salir, pero me dijo que tenía novia, así que le dije " puedes tener dos", y ella me dijo-

-Feng, a nadie le importa tu vida amorosa.

-Y ciertamente mucho menos a mí. -dijo Beverly para sí misma.

Andy tomó la palabra.

-¿Qué le decimos a Hun cuando volvamos a casa?

-Le diremos lo que tenga que saber. -declaró Kim y cortó la llamada. Feng y Andy decidieron salir del baño, por lo cual Shadow, Cody y Beverly se alejaron de la puerta para no lucir sospechosos. Ambos salieron del baño sin preocupaciones mientras que la cucaracha de Shadow volvió a su frasco.

-Tenemos que enseñarles esto a los demás.


Una vez terminada la escuela, el grupo de jóvenes Dragones caminó lejos de su nueva institución hasta la fábrica abandonada de galletas de la fortuna y fueron directamente a hablar con Hun.

-¿Tienen alguna noticia?

-Fue algo difícil considerando que quienes nos emboscaron anoche usaban máscaras, pero tenemos algunas sospechas de quienes pueden ser los hijos de las Tortugas. -informó Kim.

-Habla. -ordenó Hun, jugando con una navaja.

-Tenemos unos nombres, pero solo algunos. -Raven se acercó a la mesa de la oficina de Hun y dejó un papel con los nombres escritos. Sentado en la silla, se inclinó hacia adelante y tomó el papel. Leyó en voz alta.

-Ayana Jones, Katherine O'Neil y Ryan Tilley... ¿No les faltan más? Dudo que solo tres mocosos les hayan causado tantos problemas como para que perdieran mí dinero. -dijo esto último con algo de veneno en su voz.

-La chica mutante no se presentó a la escuela hoy, no la pudimos identificar. -se excusó Kim- Y si habían más de ellos no los vimos.

Hun meditó la respuesta unos segundos y suspiró con hastío.

-Bien, supongo que esto servirá. -dijo de mala gana el líder de los Dragones- Quiero que intenten un nuevo altercado esta noche.

-¿Qué?

-Lo que harán será causar caos para atraerlos. Si se parecen en algo a sus padres, seguramente el crimen los atraerá como moscas a la flama. Si es necesario, enfréntenlos, así podrán aprender sus movimientos, debilidades y fortalezas, para usarlas en su contra. ¿Les quedo claro? -espero a que asintieran, lo cual hicieron, y sonrió- Todos menos Raven, salgan. La quiero ahora.

Antes de que Raven dijera que sí o que no, Kim volvió a interferir como hizo con Andy.

-Yo me quedo, no te preocupes.

-Es noble de tu parte, Kim, pero por cómo sangraste anoche, dudo que quieras pasar por lo mismo ahora. -Hun dijo eso último con una sonrisa engreída. Kim bajó la cabeza y Raven tomó su hombro.

-No te preocupes... aguantaré. Solo salgan.

Los demás decidieron no rechistar y salieron. Hun sonrió con sorna y clavó su navaja en la mesa.

-Tu pantalón, fuera.


Shadow terminó de mostrarles el vídeo a los mayores y estos se miraron con preocupación en sus ojos.

-Esto es malo.

-¿Deberíamos llamar al tío Casey y decirle que Dragones Púrpura van a nuestra escuela? -sugirió Kathy.

-¿Y arriesgar a que la escuela sea puesta en riesgo por eso? Aparte, no tenemos evidencias que respalden que son Dragones.

-Además que presentamos nuestro testimonio anoche a la policía, ellos ya tienen notificación de buscarlos.

-Tori y Jay tienen razón, el tío Casey es demasiado impulsivo, si le decimos querrá saltar a la acción de una. -dijo Zack, tomando su mentón pensativamente.

-Intentemos buscarlos esta noche. Conociendo a los Dragones, tratarán de llamar nuestra atención para averiguar nuestra información. -sugirió KJ.

-¿Quieres ponerte unos lentes y frenos y de paso decir que eres un nerd? Es un plan muy obvio. -le reclamó Red, golpeándolo con su dedo en la frente.

-No, esperen, tal vez funcione. -dijo Zack.

-Ehh, explícate. -habló Bryton.

-Nos dividiremos en equipos pequeños para abarcar más terreno y seguiremos el rastro de desastre que seguramente dejarán los Dragones. Les haremos creer que nos superan en número, pero al final podemos tenderles una trampa y atraparlos.

-Oigan, no es mala idea. -dijo Kathy.


Kim, Curtis, Feng, Raven y Andy estaban en medio de una calle desértica sin saber qué hacer. ¿Cómo se suponía que llamarían la atención de los chicos de trajes y máscaras negras sin que la policía los viera también?

-¿Tienen alguna idea? -preguntó Kim consternado.

-¿Qué tal pintar grafitis? -sugirió Feng- Quiero hacer a esa chica de cabello rapado y rosa que conocí hoy. -terminó esa afirmación con una sonrisa enamorada.

-Uno, no sabes dibujar, dos, no tenemos pintura en spray, y tres, necesitas terapia, porque si esa chica te dice que ya tiene novia, por algo será que te lo dijo. -le recriminó Raven.

-Aww...

-Oh, oh, ¿y si asaltamos otro banco? -propuso Curtis.

-¿Y arriesgarnos a que vuelva la policía? No gracias...

-No están siendo muy cooperativos con nosotros, ¿saben? Al menos nosotros sugerimos ideas. -Feng se cruzó de brazos al decir eso.

-¿Por qué no simplemente asaltamos a algunas personas? -sugirió ésta vez Andy- Lo acorralamos en un callejón y no podrá hacer más que gritar, entonces tal vez consigamos atraer a los chicos de trajes negros.

-Al fin una idea con la que podemos trabajar. -habló Kim con algo de alivio- Tienen un arma, ¿verdad?

Feng sacó su cuchillo y lo mostró orgullosa, Raven tenía en sus manos un bate de béisbol, Curtis solo mostró los puños y Andy tomó de un basurero una tubería oxidada. Kim sonrió y sacó de su bolsillo un cutter.

-Ahora solo queda esperar.


Zack dividió al equipo en tres grupos de tres integrantes, pues eran nueve. Él con Ryan y Jay, para asegurarse de que el primero no se les escapara, Tori, Bryton y Ayana en el segundo, y Red, KJ y Kathy en el tercero. Era una chance muy efímera, pero debían intentar tomarla.

El equipo uno, el de Zack, Jay y Ryan, estaba cerca de la zona del Barrio Chino, vigilando que los Dragones no pasaran por ahí e intentaran escaparseles. Sin embargo vieron a otro montón de jóvenes con ropa púrpura entrando y saliendo por la Puerta del Dragón del Barrio Chino. Los tres estaban sobre un tejado y Jay tenía un catalejo.

-Cuento como a quince Dragones. -informó el joven de azul.

-¿Como se supone que lidiemos con toda una legión de Dragones Púrpura? Nuestros padres solo tenían a cuatro contando a Hun.

-Nos las arreglaremos. -aseguró Zack- Ellos son más, pero nosotros sabemos pelear y probablemente somos más listos que esos ladrones cabezas huecas.

-Ese es un "probablemente" muy grande. -dijo Jay aún usando el catalejo. Zack notó la sorna en ese comentario.

-¿Hay algo que quieras compartir con la clase, Jayson?

Jay se hizo el desentendido y ni siquiera lo miró.

-No tengo nada que decir. -Zack no se lo creyó y apretó los puños.

-No, anda, dinos qué es lo que tanto te molesta.

Jay se vio a sí mismo entre la espada y la pared, por lo cual guardó el catalejo y volteó a ver a su líder.

-Yo opino que el plan no va a funcionar.

Zack apretó aún más sus puños hasta que sus nudillos se pusieron blancos y miró a Jay con hostilidad.

-Dime la razón de tu inseguridad.

-Para empezar, deberíamos poner un perímetro alrededor de las zonas de más ataques causados por pandilleros, dividirnos en equipos de tres es arriesgado si los Dragones traen a más miembros y además que Ryan se distrae fácilmente, lo mejor hubiera sido que se quedara con Kathy que es casi igual de inexperta que él, así aprenden juntos.

-Okay, ya entiendo tu punto. -el joven de ojos dorados se cruzó de brazos- Crees que hago mal las cosas.

-Solo estaba dándote consejos, no trato de cuestionar tu autoridad.

-Eso suena como si cuestionaras mis métodos.

-Amm, ¿chicos? -llamó Ryan, pero no le hicieron caso.

-Te digo que no cuestiono nada.

-En serio, chicos.

-Si tanto te molesta, puedes ser tú el líder.

-¿Qué?

-Ya, ¡chicos!

-¡¿Qué?! -gritaron ambos.

-Escucho a una chica gritar. -el rubio apuntó a la norte.

-KJ y su equipo están por allá, ellos se encargarán. -desechó Zack la interrupción de Ryan. El rubio se preocupó por la tensión que había entre ellos dos.


La jovencita corría a lo que más podía con su mini bolso colgando de su hombro. Tenía el cabello rubio largo con mechas rosas y sus ojos eran marrones. Corría lo más que podía, pues era perseguida por Kim y Feng, quienes con sus armas blancas en mano estaban listos para lastimarla con tal de obtener la atención de los jóvenes de trajes y máscaras negras.

KJ, Red y Kathy estaban conversando en el tejado de un edificio, cuando escucharon a la chica gritando. KJ miró alrededor y vio a la jovencita corriendo de Kim y Feng. Miró a su equipo.

-Ponganse las máscaras, esa chica es Demi Roberts, de la escuela. -dijo subiendo su bandana negra a sus ojos.

-¿Cómo sabes que es ella? -preguntó Red, bajando su bandana de vuelta a sus ojos también.

-Reconocería ese cabello rubio con mechas rosas dónde fuera. -bajó de un salto y con su gancho de ataque se columpió.

"Demi" fue acorralada hasta un callejón, dónde al final encontró a Curtis, Andy y Raven esperándola. Se detuvo en seco y trató de recobrar el aire, y al voltear vio a Kim y Feng acercándose. Tragó saliva y sintió su corazón latir del miedo.

-No es nada personal, linda. -aseguró Kim, arrebatandole el mini bolso que tenía la joven- Pero estamos buscando a alguien y tú eres la carnada.

-Piensa dos veces, Kim. -dijo una voz tras él. Volteó, solo para recibir un puñetazo en el rostro que le sacó sangre de la nariz.

Kim cayó aturdido al suelo y los demás miraron al responsable, KJ enmascarado, con furia.

Feng, quién estaba más cerca, empezó a carcajear mientras que agitaba su cuchillo en contra de KJ. Aunque esquivaba hábilmente sus ataques, logró hacerle un tajo en la mejilla, pero nada muy grave. Eventualmente, con una maniobra rápida, le quitó a Feng el cuchillo y lo tiró lejos. Ella sonrió nerviosa, pero no evitó que KJ la empujara al suelo para alejarla, pues él no golpeaba mujeres, por muy chifladas que estuvieran.

Raven, Curtis y Andy iban a atacarlo, pero alguien, por detrás de Andy y Curtis, noquearon a ambos de un golpe, quedando solo Raven con su bate. Ella divisó a Kathy y a Red, aunque al segundo no lo reconocía, y se puso en posición de defensa.

Raven empezó a balancear con fuerza su bate, queriendo golpear a Kathy, quién usaba su bastón bō para bloquearla. Red corrió hacía Demi, quién del shock cayó al suelo congelada, y la tomó como a una princesa junto con su bolso que seguía en manos de Kim, y con su gancho de ataque, se columpió hacía los tejados.

-¡Se lleva a la chica! -exclamó Raven, forcejeando con Kathy.

-Dejala, tenemos a dos. -aseguró Kim, poniéndose de pie con la nariz chorreando sangre. Alzó sus puños aún algo tembloroso y sangrando, y se preparó para pelear con KJ, quién al verlo algo indefenso, apretó un botón que retrajo el mango como el bastón de Kathy, quedando la naginata como su fuera un cuchillo, guardó su arma en su funda en la espalda baja, y se puso en posición de pelea.

Kim corrió hacia él y empezó a lanzar puños, que KJ bloqueaba, sin embargo también él lanzaba sus puños hacía la cara de Kim, quién esquivaba como podía. Kim logró tomar a KJ de los hombros y le dió un rodillazo en el estómago. KJ resistió como pudo y agarró a Kim de la cintura, estrellándolo contra un basurero. Algo aturdido, Kim se volvió a poner de pie y se le tiró a KJ.

Desde arriba de un tejado, Red revisaba a Demi.

-¿Estás bien? ¿Te hirieron?

Algo confundida, Demi negó con la cabeza y revisó su mini bolso, que por suerte todas sus cosas seguían dentro de él.

-Okay, ahora vuelvo, quédate aquí. -Red tomó su T-Phone y mandó una señal de localización a los demás. Sacó su mazo y bajó del edificio de un salto.

Demi reaccionó y tomó su celular, para luego empezar a sacar fotos a la pelea que se libraba entre Kim y KJ, que terminaron en medio de la calle desierta peleando a puño limpio. Bueno, considerando lo mucho que ambos sangraban del rostro, tal vez era a puño no tan limpio. KJ, aparte del corte que le hizo Feng en la mejilla, tenía un ojo morado debajo de la máscara, un diente se le aflojó y la boca le sangraba, mientras que Kim tenía la nariz aún sangrando a chorros, un moretón feo en la mejilla izquierda y algunos raspones en el rostro.

Antes de que KJ pudiera darle otro golpe a Kim, Curtis apareció por detrás y lo abrazó como un oso panda, reteniendo sus brazos para que no pudiera seguir atacando a Kim. KJ, por reflejo, le dio con la parte de atrás de su cabeza un golpe en la nariz a Curtis, desorientándolo, para luego liberarse de un empujón, pero se vio rodeado por Andy armado/a con su tubería y Feng, quién recuperó su cuchillo. KJ miró alrededor y vio a Kathy peleando con Raven, por lo cual sacó su naginata y la desplegó, pero antes de poder hacer cualquier cosa, unas boleadoras atraparon a Andy y Feng juntos.

KJ miró arriba, viendo al resto del equipo corriendo y lanzando sus boleadoras con redes de tecnología Utrom, que era súper difícil de liberarse de éstas. Tori lanzó otras boleadoras, atrapando a Kim, Jay atrapó a Curtis lanzando otras y por último Bryton atrapó a Raven por atrás, lanzandole otro par de boleadoras Utrom.

Todos bajaron y revisaron el perímetro, asegurándose de que nadie estuviera mirándolos, y reunieron al grupo de Dragones y los dejaron a todos amontonados en un grupito. Kathy se acercó a KJ y le dio un pañuelo para limpiarse la sangre de su boca.

-¿Estás bien, KJ? -preguntó Kathy preocupada.

-Eso fue pan comido. -dijo KJ, limpiando la sangre que escurría de su boca.

-Es bueno verlos de nuevo, y ahora vemos que son más de solo cuatro. -dijo Kim algo cansado de su pelea con KJ.

-Cierra la boca. -lo retó Tori.

-¿Qué quieren con nosotros? -preguntó Ryan.

-Pues, nuestro jefe es un viejo enemigo de sus padres y los quiere a ellos y a ustedes fuera de nuestro camino. -explicó brevemente Curtis, a lo que Raven le dio un empujón- ¿Qué? Él preguntó.

-No significa que tengas que responder, cabeza hueca. -reclamo ella.

-Sabemos los nombres de Ayana, Ryan y Katherine, pero la chica mutante no la identificamos. -dijo Feng, sonriendo bobamente, mirando a Tori- Y el chico mutante, ¿es tu hermano?

-Eso no es asunto tuyo, Harley Quinn 2.0. -bramó Red.

-Cállate, Red. -susurró Tori.

-Ay, me halagas, Red. -rió Feng- Por cierto, les recomiendo que se agachen.

-¿Qué? -preguntó Jay, pero fue tacleado por Tori para que se agachara, pues justo les lanzaron cuchillos. Jay sacó su Odachi y bloqueó los cuchillos que les lanzaron otros miembros de los Dragones, que al parecer escucharon todo el bullicio y vinieron a ver lo que pasaba, encontrando a los jóvenes Hamatos peleando contra sus camaradas.

-Rayos. -dijo Zack y todos se pusieron en guardia- No hagan movimientos bruscos.

Ryan estaba cerca de Feng y ella, gracias a su cuchillo que usó para cortar los circuitos de las boleadoras Utrom, lo intentó atacar por la espalda, pero Tori notó eso y tacleó a Feng. Los demás Dragones vieron eso y corrieron con tuberías, cadenas, bates y cuchillos en mano a atacar a los Hamato.

Por mero reflejo, Jay sacó una bomba de humo y la lanzó al suelo, justo cuando estaban a punto de atacarlos. Al disiparse éste, los Hamato ya no estaban.

-¡Demonios! -gritó Kim, aún atado.


El equipo veía cómo los Dragones se escapaban algo a lo lejos y Zack no decía nada. Después de todo, ¿quién lo culparía? Todo el plan fracasó y fue porque nadie le hizo caso.

El joven príncipe del Clan del Pie tuvo que hacer un esfuerzo de no sacar sus extremidades de serpiente en contra de sus primos, sin embargo sí los miró con ojos de víbora. La gota había colmado el vaso.

-¡¿Es esto un chiste para ustedes?! ¡Ya casi teníamos a los Dragones, pero tuvieron que arruinarlo todo! -les gritó a Ryan y Tori.

-Oh, ¿quieres echarnos a nosotros la culpa de que tu plan fracasara?

-Sí, Victoria, quiero hacerlo. -el joven de la cola de caballo apretó los puños- Lo único que tenían que hacer era tenerlos amarrados, pero a Ryan se le ocurre entablar una conversación, descuidan el amarre ¡y se escapan con más información nuestra! ¡¿Saben lo que le dirán a Hun?!

-Tal vez si hubieras hecho un plan menos basura esto no habría pasado. -se quejó Tori rodando los ojos.

-¡Ay, ya me hartaste! -Zack transformó por reflejo una de sus manos en serpiente y ésta iba a morder a Tori, pero antes de que pasara lo peor, Jay intervino con su espada bloqueando los colmillos de la serpiente.

-¡Ya basta! Discutir no arregla nada.

-No intervengas, Jayson, esto no te incumbe. -lo retó Zacarías con la mirada.

Jay mantuvo su mirada firme en lo que apartaba a Zack de Tori.

-Soy parte de este equipo al igual que los demás, por ende nos incumbe a todos. Lo que pasó pasó, Zack, pero en lugar de tomar el asunto con calma como lo haría un líder de verdad, estás siendo caprichoso e infantil.

-Oh, ¿yo soy el infantil? ¿Y qué me dices de Tori? Ella también está siendo infantil al evadir su parte de la culpa.

-¡Hey, yo estaba protegiendo a Ryan de que esa sabandija de Feng lo lastimara!

-¡Pasar la culpa no sirve de nada!

-¡¿Sabes qué, Jay?! ¡Si crees que hago tan mal trabajo como líder, puedes encargarte tú! Porque renuncio.

Los demás resollaron de la impresión.

-Oye, espera, Zack...

-No, ya que taaanto les molesta mi liderazgo, trabajaré yo mismo junto a mis ninjas del Pie para encontrar a Stockman y a los Dragones. Y no necesito su apoyo, así que buen viaje a la mala basura. -Zack se alejó a pisotones de la calle. Los demás vieron a su antiguo líder alejarse con preocupación en sus ojos.

-¿Ahora qué hacemos? -preguntó Kathy preocupada a Jay.

-Supongo que arreglarnoslas... vamos a casa. Tenemos mucho que decirles a nuestros padres.


Todos los Dragones llegaron a la fábrica abandonada dónde Hun y sus cinco secuaces estaba junto a él. Él se acercó a Kim y esperó unos cuantos segundos para darle una cachetada tan fuerte que lo tiró al suelo. Todos se asustaron, pero no dijeron nada. Kim se limpió la sangre que nuevamente volvió a escurrir de su nariz.

-¿Qué demonios hicieron?

-Les tendimos a los chicos del Clan Hamato una trampa, muchas gracias. -respondió Raven, ayudando a Kim a ponerse de pie.

-Comprometieron su situación, ahora saben sus identidades.

-Tenemos los nombres de algunos más, son KJ y Red. Pero no sabemos si son sus nombres reales o si son apodos. -dijo Andy con algo de miedo.

-¡Eso no me sirve de nada!

-Yo creo poder ayudar en algo.

Todos voltearon a la entrada, viendo a Stockman, o sea el robot con cerebro enfrascado, y a su mascota experimento de Pie Grande cyborg, parados ahí. Stockman dio unos pasos hacia Hun y ofreció su mano.

-No sé si me recuerdes, Hun, pero soy Baxter Stockman, el científico que trabajaba para Destructor.

-Me temo que no. -respondió con algo de veneno el hombre asiático- Veo que el tiempo no te favoreció.

-Por el contrario, mi amigo. -Stockman mostró uno de sus brazos metálicos y lo transformó en un lanzallamas- No creo haberme sentido más vivo antes en mí vida.

-Vamos al grano, ¿qué es lo que quieres?

-Veo que tuvieron que lidiar con los discípulos de las tortugas, y yo estoy dispuesto a ayudarlos si ustedes me ayudan a mí.

Hun carcajeó ligeramente.

-¿Qué te hace pensar que necesitamos tu ayuda?

-Pues tus mocosos no lograron atrapar a los niños Hamato, me temo que sí me necesitas. -rió el cerebro enfrascado, borrando la sonrisa de Hun- Este es el trato, tus chicos seguirán robando bancos con ayuda de mí mascota, así lograremos financiar mis experimentos para crear armas anti-mutantes.

-¡¿Puedes hacer armas anti-mutantes?! -exclamó Feng sorprendida. Si hubiera tenido labios, Stockman hubiera sonreído.

-La mafia tenía las armas originales, si logro conseguir los planos de éstas, podré fabricarlas.

-La mafia de Don Vizioso fue disuelta hace 20 años, ¿qué te hace pensar que conseguiremos los planos? -cuestionó Hun.

-Vizioso está en prisión, alguien tiene que ir a la cárcel a pedirle los planos y pan comido. -explicó Stockman con soberbia.

Hun pensó el plan. Era bueno, si lograba que Stockman fabricara las armas anti-mutantes, podría usarlas contra los hijos de las tortugas, pues aunque sea un porcentaje pequeño serán débiles contra éstas armas. Obtendrían la ventaja necesaria para que su imperio prosperara.

-Veo que tenemos un trato, Stockman. -Hun ofreció su mano para estrechar y Stockman lo hizo.

Esto era solo el comienzo.