Cap seis x3 el siguiente cap es el final de la temporada más un adicional ;) pero no se preocupen, nuestros jóvenes ninjas seguirán con sus aventuras

Aviso, un personaje que aparece hoy, que se llama Sasuke, no me pertenece, le pertenece a fabuloustrash05, una amiga de Wattpad

Advertencia: escenas gráficas de contenido +18 en la primera escena, les diré hasta donde adelantar en caso de querer evitarse la imagen mental


Mientras ocurrían los sucesos del capítulo anterior

Kim, Raven, Curtis, Feng y Andy llegaron a la fábrica de galletas de la fortuna en unas motos que le habían robado a un grupo de motociclistas, estando Kim y Raven en una, Andy y Feng en otra y Curtis en otra, que era demasiado grande como para compartir. Hun estaba esperando en la parte de arriba, mientras que con sus demás Dragones contaban el dinero que habían robado de bancos con ayuda de Stockman. Ahora, en lugar de bailar y/o jugar en la fábrica, el lugar se había convertido en una sede donde guardaban todas las cosas valiosas que robaban, como dinero, pinturas, electrodomésticos o motos, como las que nuestros Dragones favoritos tenían.

Kim se sacó el casco y lo colgó del manubrio de la moto, levantándose. Tragó duro por los nervios de tener que encarar a Hun dándole las malas noticias.

-¿Quién va a ser el que le diga que no los encontramos? -preguntó Curtis, abrazando un peluche de unicornio rosa que tenía para calmarse.

-Yo me encargo. -dijo Kim con decisión. Sus amigos lo miraron preocupado, pero no dijeron nada.

Dos minutos después

¡PAF!

Kim se hizo para atrás cuando recibió esa bofetada en la cara de parte un Hun muy furioso, quien claramente estaba dispuesto a descargar toda su furia en el joven coreano. Todos los jóvenes Dragones, humanos y mutantes, vieron lo que hizo Hun y detuvieron lo que hacían (contar dinero, desmantelar piezas de electrodomésticos, pesar joyas, etc) para ver lo que ocurría. Hun tomó a Kim del cuello y empezó a arrastrarlo por las escaleras, mientras su séquito de seguidores (Fong, Sid, Tsoi, Keshawn y Myron) miraban desde el piso superior algo preocupados.

Una vez abajo, Hun tiró a Kim al suelo, quien trataba de recuperar el aire. Hun, sin vergüenza, empezó a desabrochar su cinturón.

(Esta es la parte en la que tienen que adelantar, si es que quieren)

-¡Quiero que todos presten atención, montón de mocosos mantenidos! -gritó Hun, frotando su entrepierna para estimularse- ¡Esto es lo que pasa cuando no me traen los resultados que deseo! -Kim empezó a levantarse con sus brazos, pero Hun le dio una patada en la cara para desorientarlo y Kim cayó aturdido nuevamente, dándole al adulto la libertad para bajarle los pantalones al chico- Escuchen bien, quiero que presten atención. -se encimó detrás de Kim y, sin siquiera prepararlo, lo penetró. Kim ahogó un grito de dolor y Hun le cubrió la boca con brusquedad, mientras los Dragones miraban esto horrorizados- ¡Esto... es lo que pasa... cuando hacen las cosas mal!

Raven salió de entre la multitud para detener a Hun, pero desde arriba se escuchó un "¡BANG!" y Raven cayó al suelo. Aún con la boca tapada, Kim trató de gritar mientras le caían lágrimas de dolor, al ver a la chica sangrando del pecho en el suelo. Los Dragones gritaron del miedo al ver a Raven sangrando en el suelo y Curtis quiso correr a socorrerla, pero Fong, con una pistola que le robó a un policía, le disparó cerca de los pies como advertencia de no dar otro paso.

Kim recobró sus fuerzas lo suficiente como para darle a Hun un cabezazo en la nariz y quitárselo de encima, sorprendiendo a todos los Dragones espectadores, quienes no se atrevían a mover un músculo. Con Hun aturdido, Kim se arrastró hacia Raven, quien estaba escupiendo sangre y llorando del dolor. Una vez lo suficientemente cerca, Kim se quitó su gorro azul y lo usó para presionar la herida y ganarle algo de tiempo a Raven.

-Tranquila, Raven, tranquila, aquí estoy.

-Kim... y-yo... te a...

-¿Sí?

-Yo te am-

¡BANG!

Con una pistola en mano, Hun le dio el remate en la cabeza a Raven, justo frente a los ojos de Kim, quien gritó de susto y dolor al ver a Raven en su estado. Viendo cómo la luz de sus ojos se apagó en un segundo y él no fue capaz de reaccionar. Feng, Curtis y Andy lloraban al ver el destino de Raven, y porque no pudieron hacer nada para ayudarla.

Hun agarró a Kim del cabello y volvió a posicionarse tras de él, quien estaba tan shockeado que no sentía las embestidas de Hun en su retaguardia.

Una vez terminado su trabajo, Hun se puso de pie y se subió los pantalones, mirando a los demás Dragones que lloraban ante el "espectáculo".

-Y que les quede claro... que la próxima vez que no hagan las cosas como les digo, terminarán como ese idiota de Kim... o la zorra de Raven... ¿entendido? -no esperó respuesta y les hizo señas a sus secuaces para que bajaran. Tomó a Kim de un brazo y a una muerta Raven del otro y los empezó a arrastrar, mientras que Tsoi, Sid y Fong tomaron a Curtis, Andy y Feng se se los llevaron, siguiendo a Hun.

Hun abrió la puerta del sótano y tiró el cuerpo de Raven y a Kim aún con los pantalones en los tobillos por las escaleras. Feng, Andy y Curtis se liberaron de sus agarres y bajaron corriendo a socorrer a Kim. Inmediatamente después de que bajaron, Hun cerró la puerta y puso el cerrojo. Curtis, quien era el más alto, alcanzó la lámpara de techo y tiró de la cadenita, encendiendo la luz. Kim, sin importarle que tenía su hombría al aire, se acercó a rastras al cadáver de Raven llorando y la abrazó.

Andy tuvo miedo de preguntar lo siguiente, pero de todas formas lo hizo:

-¿Qué te dijo?

Kim, con las lágrimas cayendo de sus ojos como cataratas, miró arriba con tristeza.

-Dijo... "yo te... yo te a..." -no pudo decirlo, la tristeza lo consumía. Sus amigos entendieron y se pusieron aún más tristes.


En la actualidad, en la casa de Raph y Casey

En el hogar un trabajador social o agente estaba ahí haciendo controles.

-¡NO PUEDEN HACER ESTO! -exclamó Jones furioso y alterado- ¡¿Quienes se creen que son para privar de sus derechos a cientos de personas?!

-Las nuevas reformas ya fueron establecidas, los mutantes ya no gozarán de derechos de ninguna índole, así mismo ya no se les atribuye la identidad de ciudadanos o personas. -explicó el agente, tomando notas- Y por ende su matrimonio queda anulado, señor Jones.

Aya y Bry permanecían sentados en la sala, en silencio y consternados. Mientras contenían a Tyler, quien lloraba desconsoladamente, como cualquier niño de 10 años en esta situación.

Tyler se sorbió la nariz mientras lloraba, extrañando a su padre.

-... Papi...

-¡NO PUEDEN HACERNOS ESTO, NO VOY A TOLERAR QUE DAÑEN A MI FAMILIA! -gritó Casey nuevamente. El agente lo miró con severidad.

-Respecto a eso, le recuerdo, señor Jones, que los menores que se encuentran bajo su custodia son adoptados.

Ayana estaba reteniendo la ira e indignación que sentía en esos momentos.

-Mediante un trámite que se oficializó bajo su tutela y la del mutante, y recalco: dos de esos menores son extranjeros. Debido a la extradición de uno de los participantes de ese proceso, su custodia se encuentra en amenaza. Si usted llega a infligir alguna de las normas establecidas se anulara la adopción, el menor será retirado de su custodia y llevado a un orfanato y los dos extranjeros regresados a sus países natales.

Decir que todos en el hogar (a excepción del agente) sintieron un profundo miedo y angustia ante tal advertencia (por no decir que amenaza) es poco. Porque, no solo habían alejado a Raph de Casey, si no que amenazaban con quitarle a sus tres pequeños, mandando a Bryton a República Dominicana, a Ayana a Belice y a Tyler a un orfanato, después de todo lo que el niño tuvo que soportar hasta que al fin lo pudieron adoptar.

Casey se vio obligado a bajar la cabeza y asentir, mientras que dos oficiales de la FPT se llevaban a Raph esposado. Éste forcejeaba, mientras que trataba de hacer que Tyler lo mirara.

-¡Tyler! ¡Sólo me iré un tiempo, no te preocupes! ¡Papá volverá pronto y les pateará el trasero a estos tipos! -antes de que pudiera decir otro improperio, se lo llevaron al piso de abajo hacia un camión blindado, donde en la parte trasera habían varios mutantes ya esposados. Tyler vio eso desde abajo de la ventana y corrió al cuarto que compartía con Bryton a llorar.

-¡Tyler! -Bryton corrió a socorrerlo seguido de su hermana, y Casey se quedó en la sala con la impotencia consumiéndolo.

-Que tenga un buen día, señor Jones. -dijo el agente, retirándose.


En la guarida

Las tortugas, como acto caritativo, habían ido a las casas de varias personas durante la noche a buscar a todos los mutantes que pudieron para refugiarlos en su hogar y evitar que Alfil se los llevara a quién sabe dónde. Entre ellos también estaban sus hijos, que la mayoría eran híbridos entre mutantes y humanos como nuestros protagonistas.

En eso llegaron también los Poderosos Mutanimales, Slash, Rockwell, Mondo Gecko, Y'Gythba y Alopex incluida, acompañada de otro joven zorro mutante adolescente, con cara de pocos amigos. Si se preguntan dónde está Cabeza de Piel, pues al pasar tantos años en la Dimensión X, considerando que ahí el tiempo pasa mas lento, lo hizo envejecer apresuradamente y ahora Cabeza de Piel descansaba junto a Splinter.

-Raphael, es bueno verte, hermano, considerando las circunstancias. -dijo Slash, chocando puños con Raph. Ahora Slash tenía algunos picos rotos, cicatrices de batalla y una alianza de matrimonio compartida con Alopex. Sí, señores, Slash con Alopex.

(Esta idea de ship es de fabuloustrash05, no mía, créditos a ella por la idea)

El joven zorro que acompañaba a Alopex era 100% zorro, no se confundan. Slash era solo el padrastro del joven zorro.

-Ya recordarás a Sasuke. -hizo un gesto al joven zorro, quien no se inmutó. Él tenía un traje de ninja antiguo como el de su madre, pero en lugar de kamas, tenía sables cuerno de alce- Como recordarás, no habla mucho.

-Sólo pasen, son bienvenidos aquí todos. -dijo Raph, palmeando el brazo de su amigo.

Desde dentro de la cocina, Mikey y sus niños estaban cocinando diferentes comidas para los mutantes refugiados, lo cual tenían que hacer en cantidades industriales, considerando que un octavo de la ciudad eran mutantes e híbridos. Ryan hacía sopa (porque lo salado no era su especialidad), Mikey hacía estofado de vegetales (pues él y su familia eran vegetarianos) y Alice y Maya llevaban los tazones de comida a las familias de mutantes desolados. Beverly y su padre, Saul, también habían venido a la alcantarilla, principalmente porque la niña quería acompañar a su novia en ese momento tan duro.

Tori estaba en la máquina de boxeo, de nuevo, descargando su furia.

-¡Esto es una mierda! -gritó ella, y sus primos la miraron sorprendidos, pues para que ella usara tal lenguaje, la situación debía estar muy fea- ¡Nos arrebataron todo en una noche!

-No puedo evitar sentir que esto es nuestra culpa... -dijo Ryan, saliendo de la cocina para tomar un descanso de tanto cocinar.

-No, incluso si no hubiéramos interferido, Alfil hubiera hecho esto de cualquier forma.

-Kathy tiene razón, lamentarnos no sirve de nada. -dijo Jay, dándole a una mujer mutante y sus dos hijos unas mantas para cubrirse, pues las alcantarillas eran frías.

-¿Qué nos queda ahora? -preguntó Cody, dándole a Max, su hermanito, un tazón de estofado.

-¿Como que "qué nos queda"? -preguntó Red de mala gana, después de darle a Ray un poco de comida también- ¡Alfil nos lo quitó todo!

Los chicos miraron abajo decaídos.


Dentro del sótano, los jóvenes Dragones estaban todavía llorando en silencio ante la muerte de su compañera de bate de béisbol. Kim se había subido los pantalones cuando se calmó un poco, pero las lágrimas seguían cayendo de la impotencia. Repentinamente, Kim tomó la palabra.

-¿A alguno... les contó ella su historia?

-¿Cómo? -preguntó Curtis, sin dejar de abrazar su unicornio rosa de peluche.

-Si Raven... les dijo alguna vez la razón de por qué estaba aquí...

-A mí...

Feng dijo esto casi en un susurro, pero por lo silencioso que estaba el ambiente, alcanzaron a escucharla. Sus amigos la miraron con expectativa, y ella entendió que debía contarla.

-Pues, por lo que ella dijo... sus padres apestaban... vivía en una casa rodante con su madre y su novio alcohólico. Cuando tenía 14 escapó y Hun la encontró en las calles. Entonces ella se volvió una Dragona...

Kim miró abajo pensativo y miró a sus amigos.

-Nunca me dijeron por qué estaban ustedes aquí... y ahora que lo pienso, yo tampoco les dije...

-Habíamos decidido no decir nada para no recordar nuestros pasados de porquería... -dijo Andy, limpiando su nariz de los mocos que le chorreaban del llanto- pero ahora creo que ya no importa...

-¿Quién quiere empezar entonces? -preguntó Kim, algo curioso pero aún triste.

Curtis alzó la mano sin soltar su peluche y se aclaró la garganta cuando sus amigos lo miraron.

-Yo venía de una familia rica, ¿saben? Mi padre era un funcionario muy importante en Chicago. Yo era solo su hijo problemático, que se metía en problemas cada que los encontraba. A él y a mi mamá no les gustaba eso, así que me corrieron cuando tenía quince años, no sin que antes mi hermanita me regalara esto. -mostró su peluche de unicornio rosa algo tímido- Me dijo que si algún día la extrañaba, abrazara el peluche...

-Pero, Curtis, lo abrazas todo el tiempo que puedes... -Feng dijo eso algo descaradamente, y Curtis miró abajo tristemente, a lo cual Feng lo entendió- Oh...

-Esperaba encontrar trabajo en Nueva York, pues mi padre me dio algo de dinero para subsistir, pero no lo suficiente como para encontrar un departamento o vivir por mi cuenta... ahí fue cuando unos tipos intentaron asaltarme, pero les di una paliza. Hun estaba cerca, me vio y... supongo que vio potencial en mí. Porque luego me ofreció asilo para vivir a cambio de mis servicios como peso pesado. Si Hun decía que golpeara, lo hacía, y así por dos años junto a Kim... -Curtis se limpió la nariz y miró a Andy- ¿Por qué no sigues tú, Andy?

Andy alzó la cabeza del suelo y luego miró abajo de nuevo con algo de timidez.

-Bueno, mi familia y yo somos inmigrantes de Venezuela. -explicó tímidamente- Es el país con la peor inflación del mundo, y somos demasiados para una sola familia, tengo cuatro hermanos menores, y todos varones. Mis padres fueron asesinados por unos tipos xenófobos y me quedé a cuidado de mi abuela junto a mis cuatro hermanitos. Decidí irme a buscar trabajo para conseguir dinero... y cuidar a mi familia, pero sin entender lo que hacía... me metí en la pandilla de los Dragones Púrpura. Soy de tamaño pequeño y también soy ágil, sabía robar sin que me detecten, por eso Hun me reclutó. Cuando le dije que renunciaba una vez tenía el dinero suficiente, me quitó todo lo que ahorré y amenazó con matar a mi familia si renunciaba. Tenía miedo, así que mi abuela... cree que solo hui por cobarde.

-No eres cobarde, Andy. -dijo Curtis, mostrando apoyo- Sólo eres sobreviviente y cuidas a tu familia de una manera rara.

-Y tengo una duda, ¿por qué no nos dices tu género? -preguntó Feng algo descaradamente, otra vez.

Andy demostró incomodidad por la pregunta.

-No me identifico con nada, es todo. No me gusta hablar de eso. -explicó con nervios.

Curtis le dio a Feng un empujón, como diciéndole "¡Eso no se pregunta!".

-Feng, haznos un favor, y piensa antes de abrir la boca. -ordenó Kim, algo incómodo por cómo Hun lo había lastimado.

Feng sonrió bobamente y se estiró.

-Si tanto insistes en que te cuente mi historia, me veré obligada a hacerlo...

-Feng, no me inte-

-Érase una vez... -Kim suspiró en lo que Feng contaba su historia- una yo pequeña que vivía con sus padres estrictos que cada vez que la niña se divertía, la golpeaban para que se comportara como un adulto. Esto causó que se le zafaran algunos tornillos. -sus amigos la vieron sorprendidos, pues creían que Feng actuaba como lo hacía sin consciencia- Sí, sé que estoy loca, todos lo saben, pero no me importa. La vida es más divertida cuando la vez desde el ángulo de la locura.

-Raven probablemente diría que eres tan básica como Harley Quinn. -dijo Curtis toscamente. Feng le enseñó la lengua.

-Siguiendo con lo mío... -Feng se sentó erecta- mis padres me mandaron a una escuela de modales, pero cuando unas niñas me hicieron enojar... hice que dejaran de hablar cortándoles la lengua. -la chica rio y sus compañeros le tuvieron miedo por un momento- Eso causó mi expulsión y mis padres me enviaron sin remordimiento a un instituto mental. Logré escapar y al poco tiempo conocí a Hun. Fin.

-Recuérdame no hacerte enojar... -murmuró Andy.

-Bueno, Kimy, es tu turno. -dijo Feng, poniéndose cómoda en el suelo.

Kim se vio incómodo por la atención y se acomodó en el suelo.

-Debo decir que Hun no es el primero que abusó de mí... -empezó Kim en voz baja, sorprendiendo a sus amigos. Tomó algo de aire y continuó- Mi papá era un enfermo que abusaba tanto de mí como de mi mamá. Ella se suicidó cuando yo tenía trece años y mi papá fue acusado de asesinato por su historial de violencia. Mi mamá era de Corea y ya tenía historial de depresión, supongo que mi papá fue la gota que colmó el vaso. Su familia nunca supo que vino a Nueva York y no tenían forma de contactarlos, por otro lado la familia de mi papá tampoco era una opción. Así que me dejaron en un orfanato del cual me escapaba todo el tiempo, poco después conocí a Hun cuando le robé un reloj. Supongo que le pasó lo mismo que con Curtis y vio potencial en mí. Yo literalmente fui el primer Dragón de los jóvenes. -el joven miró su brazo tatuado y soltó un suspiro- Cuando cumplí los catorce, me obligaron a hacerme este tatuaje, pero ahora lo aborrezco. Es como una marca que le ponen al ganado, marcándome como propiedad.

Un silencio se formó en el sótano y Curtis tomó la palabra esta vez.

-¿Soy el único que... ya no quiere ser un Dragón Púrpura?

Sus amigos quedaron en silencio, pero eventualmente asintieron con la cabeza. Kim miró arriba con decisión y se puso su gorro azul aún manchado de la sangre de Raven, poniéndose de pie algo tembloroso.

-Tenemos que salir de aquí.


En la guarida

Las tortugas, sus alumnos, parejas y los Poderosos Mutanimales estaban en el viejo taller de Donatello, que ahora era de Kathy y KJ, discutiendo el plan de ataque.

-Escuchen, tenemos los planos del TCRI, podemos idear un plan de infiltración para adentrarnos al edificio y abrir el portal a la Dimensión X y rescatar al Consejo Utrom, donde está también el Donatello del pasado. -explicó Leo- ¿Alguna idea?

-Los conductos de ventilación son una buena opción para alguien pequeño, pero el problema es que casi todos son enormes. -comentó Ryan- Salvo por Sasuke, Mondo o Alopex.

Los dos zorros gruñeron y Mondo cruzó los brazos encaprichado, a lo que Slash le puso una mano en el hombro a su esposa e hijastro para calmarlos.

-Tranquilos, recuerden que Ryan tiene la cabeza con los pies.

-Tal vez la idea de los conductos es una buena opción. -Donnie sacó otros planos y los estiró en la mesa, usando algunos frascos o latas para mantenerlos extendidos. Los planos eran de los propios conductos- Los chicos lograron infiltrarse a través de ellos, tal vez nosotros también podamos...

-Podemos utilizar eso para escabullirnos, recordando nuestras anteriores aventuras, saltar a lo idiota no funcionaba. -comentó Rockwell, levitando.

-Hay cámaras por todos lados, tendremos que hacer que alguien se infiltre al sistema se seguridad de alguna forma. -dijo Mona, en su forma humana, con sus manos en sus caderas.

-Tal vez alguien puede fingir ser un cartero y entregar un paquete y meter a alguien ahí dentro como el elemento sorpresa. -dijo Y'Gythba, con la mano en la barbilla.

-Y los que se metan por las ventilaciones pueden encargarse de la seguridad para que cuando nos infiltremos a las cámaras tengamos acceso libre. -sugirió Casey (el que está casado con Venus).

-No pueden ser los adultos, conocen sus caras, tal vez lo mejor sería que alguno de nuestro equipo se meta. -dijo Jay. Leo lo miró pensando.

-Tiene razón, los del TCRI nos conocen a todos, tiene que ser alguien a quien no esperen.

-¿Por qué no alguien del equipo? -sugirió ahora Hana. Leo miró a sus hermanos con duda y ellos se encogieron de hombros. Suspiró.

-... Creo que será mejor que ellos no participen de esta misión.

Los chicos jadearon de la sorpresa.

-Esta es una misión riesgosa que no podemos darnos el lujo de fallar. Ustedes cuidarán y buscarán a más refugiados y los traerán a salvo aquí, ¿entendido?

-¡Pero, papá-!

-¿Entendido?

Jay bajó la cabeza y asintió.

-Déjennos hablar ahora.

Jay entendió las palabras de su padre y salió con su equipo del taller. Al salir, vieron a Bryton y Ayana entrando, notoriamente decaídos. El equipo se acercó a sus amigos.

-Aya, Bry, ¿qué pasó?

-Se llevaron a papá Raph. -dijo Ayana, apretando los puños de la cólera- Y amenazaron a nuestro papá Casey con arrebatarnos de nuestra custodia si llega a infligir alguna de las nuevas leyes de Alfil.

-Vamos a ayudarlos en el plan de derrocar a Alfil, ¿cuál es? -preguntó Bryton, chocando su puño contra su palma.

-Sí, sobre eso... nos excluyeron de la misión. -dijo Ryan, sobando su brazo. A los hermanos morenos casi se le saltaban los ojos de sus cuencas.

-¡¿Cómo?!

-Su excusa es que tienen miedo de que metamos la pata como en la misión anterior. -Kathy dijo esto cruzando sus brazos.

-Sí, yo tampoco salí muy impune de la pelea con Taylor y Alex. -dijo Bryton.

-Jay, ¿qué sugieres? -preguntó Tori a su líder. El pelinegro no estaba con sus compañeros, si no que salió de su cuarto con su traje y disfraz puestos. Tenía su Odachi en su espalda.

-Necesito salir un rato, chicos. -dijo el joven líder, pasando de largo a sus compañeros- Ustedes busquen al resto de refugiados que falten, yo... necesito despejar mi mente. -dicho esto, salió saltando los torniquetes del subterráneo y se fue corriendo.

-Rayos, nunca había visto así a Jay. -comentó Alice, dándole sopa a un hombre mutante con su hijo.

-¿Cómo estará? -preguntó KJ, quien había ido al igual que Beverly como ayuda comunitaria junto a sus padres.

-El tío Leo perdió su confianza en él, está destrozado. -dijo Shadow, poniendo sus manos en el bolsillo de su sudadero.

-Supongo que necesitará despejarse un poco. -mencionó Ryan, pensativo.

-Vamos, a trabajar. -dijo Bryton- Nos dividiremos en equipos para buscar refugiados, Aya, Red y Tori conmigo, KJ, Kathy y Ryan en otro equipo. Gemelos, Maya, Alice y Beverly, se quedarán a ayudar a quienes lo necesiten. ¿Entendido?

-Sí.

-Andando.


(Recomiendo que pongan Surface Pressure de No Resolve para esta escena)

En los tejados, Jay estaba corriendo con mucha presión acumulada en su mente. ¿Por qué sus planes salían mal últimamente? ¿Por qué su padre no le daba la oportunidad de arreglar las cosas? ¿Acaso merecía ser el líder de su equipo?

Tal vez... ¿Zack tenía razón en lo que dijo de que no hacía bien las cosas?

Se detuvo un momento y contempló su alrededor en un tejado, respirando agitado. Jay se paró frente a una antena y la pateó con furia, para luego sacar su espada y empezar a atacar una torre de agua cercana. Logró hacerle algunas grietas y el agua le salpicó en la cara y la cabeza. Miró abajo y empezó a gritar, atacando el soporte de la torre, pero antes de que esta lo aplastara al colapsar, se apartó y guardó su arma, tirando golpes y patadas certeras al aire con rabia.

Saltó de edificio a unas sogas para colgar la ropa y se pasó en ellas como si hiciera equilibrio en una cuerda floja. Saltó al siguiente edificio y volvió a atacar el aire con su Odachi con furia. En un momento no lo soportó y se arrodilló, golpeando el suelo con sus puños, sacando toda su furia acumulada. Miró arriba y apretó los dientes, volviendo a correr, con su Odachi en su funda.

Bajó de un salto a un callejón, para luego golpear la pared, haciendo sangrar sus nudillos. En eso notó a unos tipos en el callejón, que lo miraban con intenciones de atacarlo. El chico no sacó su espada, necesitaba de verdad golpear algo, por lo cual se puso en posición de pelea e hizo señas con su mano de que se acercaran. Los tipos tronaron sus nudillos y corrieron a atacarlo (eran tres).

Jay usó la maniobra de "pongo cera, quito cera" de Karate Kid, bloqueando el golpe de uno de los tipos. Sostuvo su muñeca y se la torció, dándole un puñetazo certero en la nariz, haciéndolo sangrar. El tipo cayó desorientado al piso y el segundo lo atacó con una navaja, la cual Jay bloqueó y dándole un golpe en el ante brazo, lo hizo soltar el arma blanca, para luego tomarlo de los hombros y darle un cabezazo en la frente, para también hacerlo caer desorientado. Por su retaguardia llegó el tercer tipo, con un tubo, e intentó golpearlo, lográndolo y dándole en la cabeza. Jay prácticamente vio estrellas y el tipo lo empezó a patear estando él en el suelo.

Por su parte, el joven se sentía en las nubes por alguna razón. Quería quedarse ahí, donde todo fuera pacífico. Donde no tuviera responsabilidades como ser el líder de un equipo, donde no hubiera guerras ni nada. Pero no... el mundo real era un lugar cruel y oscuro. Y quería hacerlo brillar. Tenía que hacerlo brillar. Tenía que demostrar que podía.

Abrió los ojos y trató de recuperar sus fuerzas. Repentinamente se enderezó aún sentado y tomó el tubo, reteniéndolo. Usando la fuerza del tipo en su contra, lo golpeó tres veces en la cara con su propia tubería oxidada y lo empujó. Se puso de pie, como si hubiera obtenido fuerzas del Espíritu Santo, se tapó una fosa nasal y sopló, sacándose algo de sangre, y puso sus puños al aire (como Vi de Arcane en la segunda pelea contra Sevika). El tipo corrió hacia él y Jay empezó a esquivar sus golpes, como si fluyera con el viento. Por detrás del tipo, le dio un golpe en la nuca, y lo noqueó, justo cuando los otros dos se ponían de pie. Sonrió y se tronó el cuello.

Hizo una seña con las manos de que los tipos se acercaran y ellos corrieron a atacarlo. Ambos trataron de golpearlo y Jay usó sus dos puños en su contra, a uno en el estómago y al otro en el ojo. Dio una patada de barrida, haciéndolos arrodillarse, y quedaron en la posición perfecta para que Jay les diera un golpe en la quijada.

Jayson respiró agitado y se limpió el sudor de la frente. Había descargado su furia, sin embargo no se sentía lo bastante satisfecho. Estaba a punto de salir del callejón, cuando a lo lejos vio a la Dragona Púrpura a la que le coqueteó. Chica con la cual había estado manteniendo contacto por mensaje, porque sí, no le dio el número de un compañero, si no que le dio su número personal. Recordó que estaba cerca del Barrio Chino y sacó su celular personal, que por suerte lo tenía a mano, y marcó a la chica, oculto tras la pared.

La chica se detuvo al sentir su teléfono sonar y vio que se trataba de Jay, aunque lo había agendado como H (por Hamato, porque no le dijo su nombre).

-Hamato, hola. -dijo ella con un tono coqueto, acomodando sus lentes. Jay tragó en seco y habló.

-Hola, Sarah, mira... necesito hablar contigo de algo importante.

Sarah se vio contrariada por eso, por lo cual vio unas escaleras de incendio y subió al primer balcón para poder hablar.

-Dime, ¿qué ocurre?

-Estoy... con problemas. Y quisiera un consejo.

-Y me lo pides a mí...

-Créeme, ni yo me lo creo. Pero... te veo como más que una Dragona Púrpura cualquiera. Hemos mantenido contacto estos días y se siente bien poder hablar más allá de la rivalidad de los clanes. ¿No crees?

Sarah se puso algo nerviosa y se acomodó los lentes.

-Supongo que sí.

-Bueno, esta es la situación... mi equipo se metió en problemas y... nuestros senseis ya no confían en nosotros... ¿cómo arreglarías eso? -La jovencita recordó lo que pasó la noche anterior con Kim, Raven y los demás y se quedó callada- ¿Sarah?

-Lo siento... algo similar pasó en nuestro cuartel. -la chica se frotó los ojos bajo sus lentes- Hun se enojó ayer y... se desquitó con Kim y sus amigos. Raven... -ahogó un llanto- está muerta.

Del otro lado de la línea hubo silencio en lo que Jay buscaba las palabras correctas para decirle a Sarah.

-Lo lamento... ¿qué pasó?

-Hun explotó porque Kim y su equipo fallaron en una misión y... prácticamente abusó de Kim frente a todos. -lágrimas cayeron de sus ojos- Raven quiso interferir, y Fong le disparó. Pero Hun le dio el remate. Fue horrible, Hamato. Cada vez que cierro los ojos, la escena se repite en mi cabeza.

-¿Y dónde están Kim, Curtis, Feng y Andy ahora?

-Hun los encerró en el sótano con el cadáver de Raven. Supongo que espera a que se pudra y ellos se asfixien. Hun es capaz de eso. -se limpió la nariz.

-¿Quieres rescatarlos? -Sarah se sorprendió y se dio la vuelta, viendo a Jay disfrazado tras ella, quien cortó la llamada.

-¿Estarías dispuesto a arriesgar la vida por ellos?

-Algo me dice que no disfrutan del todo ser parte de una pandilla donde abusan de ellos así...

Sarah miró abajo considerando la situación. Luego miró al chico de peluca y asintió.

-Sólo tengo una condición. -la chica se puso de pie- Quiero ver tu rostro real. Esto funcionará si hay confianza entre nosotros, y confío en ti para que veas mi verdadero rostro. Ahora... ¿confías tú en mí?

Jayson miró a la chica a los ojos y suspiró, dándole la razón. Sin confianza, el plan no funcionaría.

Recordándose darse un golpe en la cara si algo salía mal, se quitó la peluca y máscara, revelando su rostro. Sarah jadeó de la sorpresa, viendo el rostro de Jay... y se sonrojó.

-¿Jayson Hasu? ¿Tú eres uno de los ninjas de trajes negros?

-Kim, Raven y Curtis lo descubrieron cuando la escuela fue destruida. A menos que le hayan dicho a Hun, son los únicos que lo saben. -volvió a ponerse la máscara y peluca- Te suplico no le digas a nadie después de esto, mi familia y yo ya estamos sufriendo demasiado.

-No le diré a nadie, descuida. -aseguró ella- Entonces, ¿vamos a salvar a los chicos?

Jay sonrió decidido.


En el Barrio Chino

Jay y Sarah estaban sobre el tejado de un edificio frente a la fábrica de galletas de la fortuna abandonada. Jay tenía un catalejo en lo que vigilaba.

-Hay más seguridad de lo normal, se ve que reforzaron todo desde que caímos ahí... literalmente.

-Sé cómo entrar. -dijo ella- Tengo una idea, ¿te la digo?

-Siempre y cuando no involucre pelear con Hun, no soy suicida.

-Por detrás está menos vigilado, vamos por ahí.

-Yo te sigo.

Por la parte de atrás del edificio, en la puerta trasera, habían dos guardias de unos quince años vigilando la puerta. Por detrás de cada uno, Jay y Sarah le hicieron un ataque sincronizado y los asfixiaron hasta dejarlos inconscientes. Sarah tomó las llaves de los bolsillos de uno de los guardias y abrió la puerta trasera. Miró dentro y no había nadie, pues esa era la bodega del edificio. Abrió y dejó pasar a Jay, quien se quedaba contra la pared para poder ocultarse rápidamente si alguien venía. Unos chicos pasaron cerca y Jay se ocultó en el techo, usando las púas shukko para aferrarse a éste. Una vez se fueron, bajó y Sarah lo guió a la puerta del sótano.

Frente a ésta, Jay sacó su ganzúa e intentó abrir la puerta con dificultad, mientras Sarah vigilaba que no viniera nadie. Eventualmente logró abrirla, pero justo alguien venía, por lo cual Sarah lo empujó dentro y ambos se metieron al sótano, ocultándose. Desde abajo estaban Kim, Feng y Curtis frente a una ventilación. Se sorprendieron a ver a Jayson y Sarah en las escaleras.

-¿Sarah? ¿Qué haces aquí? Pero, ¿qué haces con él? -preguntó Kim con hostilidad.

-Créeme, esto es nuevo para mí, pero vinimos a rescatarlos.

Los tres adolescentes quedaron contrariados ante la corta explicación de Jay.

-No hace falta, nos estamos rescatando solos. -dijo Feng encaprichada, cruzando sus brazos. Por una de las ventilas sacó Andy su cabeza. Bufó.

-Rayos, estas ventilas son laberintos.

-Ajá... -Sarah se cruzó de brazos- Kim, él nos está ofreciendo la oportunidad de escapar de Hun y su reinado del terror. Podrían ser libres al fin, nadie volvería a abusar de ti ni de tus amigos.

Kim miró abajo y apretó los puños. El solo pensar lo que Hun le hizo a Raven le hacía hervir la sangre. Y no quería que a sus amigos les pasara lo mismo. Kim subió las escaleras y le ofreció a Jay la mano derecha como si fueran a jugar a las vencidas. Jay, con seriedad, tomó su mano de la misma forma.

-Te ayudaremos en lo que podamos para deshacernos de Hun, y si es posible, ayudarlos con el asunto de los mutantes sin derechos.

Jay probablemente se arrepentiría de lo siguiente, pero lo dijo de todas formas.

-En nuestra guarida tenemos asilo para mutantes. Si hay mutantes aquí, o niños que quieran escapar de Hun, pueden venir con nosotros.

-¿Hay garantía de que Hun nos encuentre?

-Es en las alcantarillas, es el último lugar donde buscará.

Kim miró a sus amigos y ellos se encogieron de hombros. Miró de nuevo a Jay y asintió.

-¿Cómo salimos de aquí?

-Yo me encargo de eso. -dijo Sarah, texteando.

-¿Qué hay de Raven? No la podemos dejar ahí. -dijo Feng triste.

-Cuando esto acabe, le daremos un entierro digno.


Una vez los chicos salieron por la parte de atrás, estaban varios Dragones, humanos y mutantes, esperando a Sarah. Lo que no esperaban era que Jay, aún disfrazado, saliera con ellos. Algunos sacaron sus armas como cadenas, tubos o bates de béisbol, pero Sarah alzó las manos para calmarlos.

-¡Tranquilos, tranquilos, parley! -exclamó ella. Los chicos estaban confundidos, pero bajaron sus armas- Él es el líder de los ninjas de trajes negros y quiere negociar.

-Sé que después de lo de anoche le tienen miedo a Hun. Y que muchos de ustedes mutantes tienen miedo de salir a las calles y que la FPT los atrape. Pero estoy dispuesto a alzar bandera blanca y ayudarlos. En nuestra guarida hay lugar para ustedes, pueden quedarse con nosotros y ayudarnos a derrocar a Alfil y recuperar sus derechos. No tendrían que volver a robar y lastimar a nadie, pero sobretodo, no tendrían que vivir con miedo de Hun. -dijo Jay- ¿Qué dicen?

Los jóvenes Dragones se miraron entre sí y no supieron si confiar o no. Kim tomó la palabra.

-Háganlo por Raven. Si alguno de ustedes les importó, háganlo por ella.

Como veinte de los cuarenta dragones soltaron sus armas y fueron con Jay y los demás. Sarah los miró a los restantes.

-Entiendo que tienen miedo, pero él y su familia pueden protegerlos.

Uno de los chicos, de unos quince años, mitad humano mitad mutante con cuernos, orejas y ojos de cabra, tomó la palabra.

-Suerte con derrocar a Alfil. Nosotros nos quedaremos para que Hun no sospeche.

Sarah se acercó al chico que dijo eso y le ofreció la mano para vencidas como hizo Kim con Jay, y el chico la tomó, al parecer este era su saludo emblemático.

-Cuídense.

Y Jay lideró a todos lejos de la fábrica, no sin que antes Kim le dijera al chico:

-Por favor... cuiden de Raven.

El chico asintió y Kim siguió a su nuevo equipo.


Jay y sus nuevos refugiados llegaron a la guarida, pero estaban contrariados al encontrar todo el lugar vacío. Es más, habían señales de lucha, pues había sangre en el suelo y las paredes.

-¡No, no, no, no, no, no, no! ¡Había un montón de gente aquí, mutantes refugiados, ¿dónde fueron todos?!

Desde abajo de la máquina de boxeo tirada, yacía Sasuke inconsciente. Jay corrió a socorrerlo y Sarah lo siguió. El chico de la peluca intentó levantar la máquina junto a la chica de piel morena, pero no lograron nada. Sarah miró a sus compañeros y ellos entendieron que debían ayudar. Todos entendieron el mensaje y corrieron a ayudar a los dos adolescentes a levantar la máquina. Con la fuerza de los veintitantos adolescentes, lograron levantar la máquina y liberar a Sasuke. Éste recobró el aire y se sentó, mientras que Jay se arrodilló a su altura.

-Sasuke, ¿qué pasó?

-Recuerdo que... unos soldados de la FPT vinieron... estaba peleando con uno, pero me empujó contra la máquina y quedé inconsciente. No recuerdo el resto.

Justo detrás llegó el equipo de Kathy, Ryan y KJ, todos con sus disfraces, con algunos mutantes e híbridos más. Para nada fue grata su sorpresa al ver que todo el lugar estaba en ruinas.

-¿Qué pasó acá? -preguntó KJ, sorprendido.

-¡AH! ¡Dragones Púrpura! -Ryan gritó como niña y sacó su Kusari-Fundo, pero Jay intervino.

-¡Ryan, vienen reclamando parley! ¡Cálmate! -intervino Jay. Ryan estaba confundido.

-¿No vienen a atacarnos? -preguntó Kathy confundida.

-Estamos hartos de Hun y su sobreexplotación. -dijo Kim, cruzando sus brazos.

-Ajá, ese tatuaje en tu brazo dice otra cosa. -Ryan dijo eso algo descaradamente y KJ le dio un codazo para que cerrara la boca.

Kathy dio unos pasos al frente y se acercó a Kim, ofreciendo su mano para que la tomara. Él, algo confundido, la tomó. Ella cerró los ojos y, usando sus habilidades de sentir cosas con la mente, miró dentro de la consciencia del coreano. No encontró rastros de traición.

-Podemos confiar en ellos, sí vienen en son de paz.

-¿Oye, qué hiciste? -preguntó Feng confundida.

-Soy una híbrida entre humana, Utrom y tortuga. Larga historia. -dijo ella con una sonrisa nerviosa.

-Ahora, la pregunta, ¿dónde están Red, Bry, Tori y Aya? -preguntó Jay a su equipo.

-Ellos se habían ido por su lado. -explicó KJ.

Justo en ese momento llegaron los mencionados pasando por los torniquetes, cubiertos de moretones y algo de sangre.

-¡¿Qué no hay una vez donde ustedes no vuelvan cubiertos de sangre y moretones?! -preguntó Ryan histérico.

-¿Quieres que te llene de moretones y sangre a ti? -preguntó Tori de mala gana, ayudando a Red a caminar.

-¿Qué les pasó?

Los cuatro se miraron entre sí.

Flashback

Los chicos caminaban por los tejados con sus trajes ninjas y formas humanas, en caso de Red y Tori, buscando a ver si había mutantes ocultos por algún lado. En eso llegaron a un edificio algo alto y muy moderno y lujoso. En la terraza había una piscina y unas reposeras.

-Wow, casa de ricos. -dijo Red sorprendido.

-Red, no estamos para tomar un baño en el jacuzzi.

Justo en ese momento, por la puerta de un quincho, salieron las trillizas Phillips, Nora, Rachel y Mandy, en traje de baño y con toallas. Era raro que salieran a la noche para nadar en la piscina, pero como eran ricas, creían tener derecho a todo.

Claro, no esperaban ver a cuatro jóvenes disfrazados de ninjas en su tejado.

-¡Aaahhh! ¡¿Quienes son ustedes, vagabundos?!

-¡¿A quién le dices "vagabundo"?! -exclamó Red ofendido.

-¡Cierra el pico! -Tori lo golpeó en el estómago para callarlo, pero esa actitud tan jovial y ruda a las trillizas se les hizo bastante familiar.

-Esperen... ¿ojos verde raro, eres tú? -preguntó Nora sorprendida. Tori gruñó, pues Nora siempre la llamaba así por su color de ojos tan vibrante.

-No, soy el Pájaro Loco, rubia oxigenada. -respondió ella con sarcasmo. Las trillizas poco después reconocieron a cada uno.

-¡Son los retro-mutantes y los hijos de maricas! -exclamó Rachel sorprendida. Ayana bufó.

-Ayana, Bryton, Victoria y Red, no es tan difícil. -esto lo dijo señalando a cada uno.

-No nos interesan sus nombres ni por qué están aquí, fenómenos, una llamada y los llevarán a la cárcel donde pertenecen. -amenazó Nora, sacando su celular. Tori y Aya quisieron atacarlas, pero sus hermanos las detuvieron.

-Vámonos de aquí. -dijo Bryton, calmando a Ayana como podía.

-¡Eso es! ¡Huyan, mutantes e inmigrantes asquerosos, y saquen su mugre de nuestra casa! -gritó Nora.

-¡Sólo es cuestión de tiempo para que los lleven a la cárcel donde pertenecen! -siguió Mandy.

-¡Después de todo ahí merecen ir maricas como ustedes! -terminó Rachel.

Esa fue la gota que colmó el vaso. Tori y Ayana se soltaron del agarre de sus hermanos y corrieron hacia las trillizas, Tori atacando a Nora y Ayana a Rachel. Tori aterrizó con las piernas abiertas sobre el pecho de Nora y empezó a golpearla en el rostro con ambos puños, sacándole sangre, mientras que Aya tomó a Rachel del cuello y empezó a golpearla en el rostro también.

Mandy, en todo su miedo, usó su celular para llamar a los guardaespaldas de su casa, que al ver cómo atacaban a las niñas que estaban a su cuidado, corrieron a defenderlas. Dos tipos de traje tomaron a Ayana y Tori y las retuvieron como pudieron, pero ellas estaban en modo agresivo y estaban a dispuestas a arrancarles los ojos a esas niñas presumidas. Como último recurso, los guardias golpearon a las chicas en el estómago y cayeron ambas al suelo sin aire. Red y Bryton decidieron que no podían estar más tiempo al margen, por lo cual corrieron a ayudar a sus hermanas.

Ambos se agarraron a los golpes cada uno con un guardia, sacándose sangre y moretones, pero en un momento Red le hizo un punto de presión en el cuello del guardia, noqueándolo. Bryton lo imitó y Ambos, bastante golpeados, ayudaron a sus hermanas a huir de ahí, mientras que los guardias trataban de mantener a Nora y Rachel con vida, pues por esos golpes era muy probable que tuvieran una contusión.

-¡Si no quieren que volvamos a terminar lo que empezamos, mejor que mantengan sus bocas cerradas! -gritó Tori a modo de amenaza.

Fin del flashback

-¡¿Atacaron a las trillizas Phillips y revelaron sus identidades?! ¡¿Están locos?!

-¡Puedes ahorrarte el sermón, Jay, ¿qué pasó aquí?! -gritó Tori.

Kathy, que estuvo arrodillada con sus manos en el piso y los ojos cerrados todo el tiempo, los abrió y habló.

-Alfil invadió la guarida. Se llevó a nuestros padres al TCRI donde... planea... llevarlos a un laboratorio a experimentar con ellos. Nuestros padres, los Mutanimales y todos los mutantes civiles.