Capitulo 8. Un feliz regreso, una triste despedida.

Esa tarde, en un hall del hospital del geofrente, la Mayor Katsuragui llevaba ya mas de tres horas esperando que saliera de dicho centro asistencial la doctora Akagi. La situación de Shinji era demasiado importante y como no se le permitió ingresar a la Mayor, tuvo que quedarse allí afuera esperando.

Impaciente miraba el reloj. Ya eran casi las seis de la tarde y estaba muriéndose de hambre. Se levanto y se dirigió hacia una maquina expendedora de bocadillos, mientras miraba la oferta, se escucha unas puertas que se abren y luego una voz familiar que le habla.

-¿Mayor?. ¿Usted todavía aquí esperando?.

-Hasta que al fin salio doctora-. Dijo luego de emitir un suspiro de resignación.

-Esto es un ajetreo de nunca acabar, si no es una cosa, seguro que es la otra.

-¿Como esta Shinji?.

-Hasta donde sabemos, el se encuentra bien. Pero eso solo lo sabremos con certeza cuando se encuentre plenamente consciente.

-¿Cómo es eso?. ¿Acaso se encuentra mal o…?.

-No es eso. El ha pasado por demasiados problemas, necesitamos estabilizarlo primero.

-Al menos logramos salvar a Shinji. Eso es para estar conformes…

-En realidad lo que hicimos era muy arriesgado, casi un milagro podríamos decir. Realmente lo sucedido estaba mas allá de nuestras capacidades.

-¿Ah?.

-Francamente no creo que haya vuelto gracias a nosotros. Quizás volvió gracias a que pudo recordar algo importante, tal vez gracias a ti.

-¿Gracias a mi?.

-Aja. Creo que al fin logro descubrir un motivo verdaderamente valedero para estar aquí. Parece que al fin entendió que este es su hogar.

-Hablas como si yo lo hubiera forzado o concientizado para que hubiera regresado.

-Quien sabe-. Respondió en tono sospechoso.

Mientras ambas se retiraban del establecimiento medico, proseguía la conversación.

-¿Tienes que hacer o ir a algún lado Ritsuko?.

-Si Misato. Todavía deberé quedarme a lo menos un par de días mas aquí en el cuartel. Necesitamos terminar las reparaciones de la unidad primera tan pronto como sea posible.

-Es tan extraño todo esto, finalmente, los humanos logramos manejar el poder de Dios hasta reducirlo a una simple herramienta.

Ritsuko no contesto.

-¿Y que va a pasar con el Eva 01?.

-Aun no lo sabemos. El Comandante ordeno su congelamiento temporal, y el comité también está discutiendo planes para congelar en forma definitiva la unidad primera…

-¿O sea que nos quedaremos solo con tres Evas?.

-Así es.

-El Evangelion… ¿No crees que estamos jugando con fuego?.

-Tal vez. La verdad es que estamos jugando con algo que aun no conocemos del todo.

-¿El poder de Dios?.

-Me refería al poder del hombre. Quizás, en el fondo, no estemos hablando realmente de cosas muy distintas…

Para distender un poco el tenso ambiente que se estaba formando, Ritsuko cambia el tema y le formula una invitación a su amiga.

-¿Qué tal si antes de volver a nuestras labores nos tomamos algo?. No lo hemos hecho hace mucho tiempo…

-Lo siento. Bueno, hoy ... tú sabes…. La verdad es que después de todo lo ocurrido hoy…

-Ya veo.

-Bueno doctora… Nos veremos mañana.

Mientras la doctora veía como su amiga se marchaba en su vehículo se puso a pensar. "Ahora que Shinji está ya seguro y a salvo, tendrá un encuentro clandestino con un hombre. No debo decirle, supongo".

Luego de esta reflexión, ella reanudo sin ninguna prisa su caminar hacia el cuartel central, pensando en que Misato ni siquiera se podía imaginar todo lo que en verdad acontecía en NERV. Mas aun, ni siquiera debía de sospechar todo lo que debería acontecer de ahora en adelante, ahora que la suerte parecía estar definitivamente echada.

Ya de noche, en un cuarto ajeno, un hombre y una mujer estaban recostados desnudos sobre una cama, algo cansados luego de lo que habían hecho. Mientras ambos parecen fijar su vista en una lámpara que colgaba del techo.

-Estoy segura que Ritsuko debe menospreciarme, debe considerarme ahora como una mujer indecente-. Piensa Misato en voz alta.

Ríe un poco Kaji mientras escucha el comentario. Luego su semblante se vuelve algo mas serio y le responde.

-Aquellos que están aferrados a los deseos sexuales son más reales como humanos. Tal vez podemos engañarlos un poco.

-¿A quien?. ¿A inteligencia?. ¿Al Comandante Ikari, o a Ritsuko?. ¿O a mi?

-No, a mi.

-¿Estoy en lo cierto?. No estás realmente interesado en los demás pero en el fondo te sientes solo. En verdad eres como mi padre.

Mientras termina de decir esto, va a un velador, donde saca una cigarro de una cajetilla que había allí encima.

-¿Todavía fumas Misato, creí que ya lo habías dejado?.

-Sólo después de cosas como esta. Así que, sólo tú lo sabes-. Le responde ella mientras lo prende.

-Me siento honrado de saberlo.

Misato se ríe con ese cumplido.

-A propósito…

-¿Ah?...

-¿Viniste a verme porque quieres saberlo?

-Sí, es una de las razones. Al menos soy honesta¿cierto?.

Kaji no responde y solo sonríe.

-Ahora mismo, es importante dejar que conozcas mis deseos. ¿Cuál es la meta verdadera de NERV y el Comandante Ikari?

-Creeme. Yo mismo quisiera saberlo.

-¡Espera, espera…!. No evadas mis preguntas haciendo eso-. Reclama Misato al ver que por un momento como el se pone sobre ella. Pero contra lo que ella espera no habrá otra relación, "por ahora", sino que lo hace para acercarse mas al velador, donde abre un cajón y saca una cajita. La cual entrega a Misato.

-¿Pero qué estás haciendo?-. Pregunta Misato extrañada.

-Aquí hay un regalo, por primera vez, después de ocho años.

-¿Qué?.

-Puede ser el último.

-¿Qué quieres decir con eso?.

El aludido sin embargo no le respondió, y solo la beso. Y pronto el movimiento de cuerpos deseosos de estar juntos y los gemidos reemplazaron a las palabras, mientras la lámpara era mudo y único testigo de ese encuentro.

Al día siguiente las novedades que se escuchaban en la oficina de Misato no eran muy buenas, mas bien, eran bastante malas.

-¡Pero que cosa esta diciendo!.

Misato no podía dar crédito a lo que estaba escuchando de los agentes de seguridad. Cuando se creían que ya todos los problemas habían sido superados se enteraba que el Vicecomandante estaba desaparecido desde la operación de rescate de Shinji, acaecida el día anterior.

-¿Pero como pudo ocurrir algo como eso!.

-No lo sabemos, probablemente fue por obra de algún infiltrado.

-Y hay mas-. Le dijo otro agente. –Sospechamos de Kaji, quien tampoco ha podido ser ubicado…-.

-¿Es por eso que vinieron a verme?.

-Bueno, como usted es pareja de…

-Si, si-. Dijo algo molesta por ese comentario. -Por desgracia no se donde pueden ustedes ubicarlo-.

-Bien. Sin embargo y por razones de seguridad y de certeza en la investigación, sería conveniente que usted nos acompañara y nos entregara sus armas.

Misato comprendió muy bien de que se trataba todo ese asunto y a donde querían llevarla. Por ello decidió entregar su revolver y acompañarles.

-Lamentamos el tener que dudar de usted, pero es parte de nuestro trabajo.

-Lo entiendo. Yo también haría lo mismo.

Uno de los guardias pretendió sacar sus esposas para arrestar a la Mayor. Advirtiendo ello, fue que le dijo. –No será necesario que hagan eso, yo los acompañare-.

Mientras tanto, en un cuarto de hospital, Asuka observaba a través de unos cristales como el tercer elegido estaba inconsciente producto de los sedantes que se le habían suministrado. Le habían dicho que se recuperaría pronto y que volvería en si dentro de un día o dos a lo sumo.

Pero mientras miraba dormir a Shinji, la pelirroja no podía dejar de pensar en lo que le había dicho Kaji el día anterior. Y sonreía mientras pensaba en lo siguiente.

"Kaji es lindo, pero como todos los hombres necesitan que le expliquen con lujo de detalles hasta lo que es evidente. El cree que ando tras Shinji. ¡Já!. Yo no podría estar jamás con alguien como él, de hecho el pobre de Shinji no podría estar con ninguna chica, nadie podría soportar su patética forma de ser. Quizás, de puro desesperado termine con la niña modelo. Aunque si yo fuera hombre, tendría que estar muy desesperado para andar con ella…. ¿Pero que es lo que pueden verle a esa chica?".

-Creo que es hora que le diga a Kaji quien de verdad me importa. Es mas, sin falta se lo diré la próxima vez que lo vea-. Se dijo a si misma en voz baja.

Esta última frase, sin embargo, le quedo dando vueltas en su cabeza por un rato. Decía que no le importaba la suerte del tercer niño, pero en realidad ella estaba allí, esperando que volviera en si.

Asuka dejo de pensar en esas divagaciones mientras hacía abandono de la sección de cuidados intensivos, mientras cierra la puerta con cuidado. Pero al cerrar la puerta y luego dirigir su vista hacia el frente ve sentada a la "niña modelo", esperando su turno para ingresar.

Al verla allí esperando, ella sintió una rabia hacia la persona de la primera niña, una rabia en contra de esa chica perfecta como una muñeca, pálida como la nieve y probablemente tan fría como esta.

Pero ella no se inmuto frente a los pensamientos de la pelirroja, en su lugar se levanto y avanzo hasta quedar frente a ella.

-¿Puedo pasar?-. Pregunto ella con su típico tono neutral.

Asuka, parada de espaldas a la puerta, se hizo a un lado y se marcho. Mientras enfilaba hacia la salida de ese pasillo sentía crecer su rabia contra Rei.

"Esa tonta no me va a ganar, no me va a ganar…"

Al salir del pasillo, Asuka se detuvo. -¿Por qué ella me habría de ganar?-. Se pregunto a si misma. Nunca había ganado siquiera una batalla, siempre tenía los índices de sincronización mas bajos, en las misiones siempre le asignaban a cumplir tareas auxiliares de apoyo a los otros pilotos… Rei no podía bajo ninguna circunstancia ser competencia para ella.

Pero por alguna razón que no podía entender Asuka le temía, sentía que ella podía llegar a ser una amenaza. Y le temía en la misma razón que la odiaba.

Al día siguiente Shinji lentamente despierta y abre sus ojos, el escenario que puede ver no es muy alentador, pero al menos le es familiar para el.

La visión de un techo de sobra conocido, el blanco techo de un hospital.

Se sentía en extremo débil y pesado, el solo hecho de incorporarse en la cama le fue toda una tarea dificultosa.

Pero si su cuerpo se sentía raro, su mente se sentía aun peor. Era como si hubiera estado soñando un prolongado delirio ininterrumpido por largo tiempo, como si viniera despertando dificultosamente de una locura que hubiera querido olvidar, pero que a pesar de todo se negaba a abandonar su mente.

De toda esa locura sin embargo, apareció un recuerdo que Shinji tenia sepultado en lo mas profundo de su ser, y que esas visiones lograron resurgir.

La memoria de su madre.

Usualmente tendía a no pensar en ella, el hacerlo solo lo hacía ponerse aun mas triste y decaído que de costumbre. Además… ¿Acaso era Shinji el único que la recordaba?. Así a lo menos parecía ser, de hecho el ultimo encuentro que Shinji y su padre tuvieron como padre e hijo, "si se pudiera llamar así", fue hace varios meses, en un cementerio en el último aniversario de la muerte de mama. Y en aquella ocasión Gendo había sido bastante frió, parco e indiferente, como si lo que hubiera ocurrido con ella hubiera sido un acontecimiento muy lejano que ya no le importara nada.

Pero últimamente, muchas cosas se habían vinculado con ella:

Antes de la última batalla hubo un incidente con uno de los pilotos, y este había mencionado a su madre.

Durante la batalla lo ultimo que puede recordar con claridad fue el haber llamado desesperado a su madre, cual niño pequeño desesperado. Y por un instante el la vio, aunque no pudo distinguirla bien, de hecho solo vio una figura brillante pero que el logró identificar como su madre.

Y luego, en lo último que recordaba de esas "delirantes visiones", recordó que vio su silueta a lo lejos, preguntándole si quería vivir.

-Mama-. Se dijo tímidamente.

Trataba de recordarla, pero le costaba mucho, ya que ella había muerto antes de que Shinji cumpliera los cuatro años. El no podía recordarla muy bien como era ella físicamente de cara o de cuerpo, aunque le parecía que era algo delgada, o su color de pelo. Otras cosas de ella como su voz, su aroma, su cariño, y algunos momentos con ella eran vagamente recordados por Shinji.

Sin embargo había una cosa que si recordaba bien de ella y que no había podido olvidar, a pesar del tiempo y de la fragilidad de la memoria.

Unos alegres ojos verdosos, que reflejaban dulzura y paz y que invitaban a ella.

Los ojos de mama.

Una mirada dispuesta a acoger y a aceptar, a confortar y a perdonar.

La mirada de mama.

Cerca de una hora después fue a verle Ritsuko. Esta se alegro de verle despierto.

-Hasta que por fin despertaste, bello durmiente.

-¿Bello durmiente?.

La doctora se rió un poco, lo que hizo que el chico también riera un poco. Luego ella se sentó en una silla que había al lado de la cama y volviendo a un semblante mas serio le pregunto.

-¿Recuerdas algo de tus últimos sueños?.

-No muchas cosas, solo recuerdo algunas imágenes vagas y difusas que se me aparecían. Los recuerdos de las cosas que han pasado desde que vine aquí sin saber lo que me esperaría. Las imágenes de todas las personas que he conocido…

Y a mama.

Ritsuko levanto la cabeza y le miro con mucha atención, dejando de escribir en su reporte.

Sorprendido por esto, Shinji le pregunto. -¿Pasa algo malo doctora?-.

La doctora demoro en reaccionar, cuando reacciono sin embargo negó rápidamente con la cabeza mientras le decía que no le pasaba nada, que solo se había distraído un poco.

Shinji la miro, sin mucho convencimiento, pero prefirió aceptar su respuesta. Ritsuko sin embargo se dio cuenta de este hecho y opto por desviar un poco el tema.

-Shinji. ¿Recuerdas a tu madre?.

Shinji callo y dudo unos segundos antes de responderle que solo podía recordar mas que algunos sucesos y algunas vagas reminiscencias de ella. Pero que no podía recordarla bien.

-Bien. ¿Hay algo mas que quieras decirme?.

Shinji callo y se le noto algo incomodo con la pregunta.

-No es necesario que me respondas ahora, si no quieres hacerlo…

-No, no es eso-. Dijo el tristemente, negando además con la cabeza. –Solamente es que no recuerdo nada mas-.

-Muy bien.

-¿Por qué las preguntas doctora?.

-Bueno. Te fusionaste con el Eva y estuviste atrapado allí adentro por 31 días. Eso sumado al hecho que has estado casi dos días en estado de inconciencia. Eso explica que tengamos interés en saber como te sentías.

-¿31 días!. Pero como fue que me…. O sea… No, no entiendo.

Sonreía la doctora mientras veía a un confundido Shinji tratando de entender la situación. –Bueno, en realidad lo que te paso es algo un poco complejo de explicar, y no creo que puedas entenderlo ahora. Creeme, todavía yo no logro entiendo bien del todo. Solo déjame decirte que pasaras esta noche en observaciones y si estas bien, mañana te darán el alta-.

Cuando la doctora se levantaba y estaba por marcharse, Shinji la detuvo con una pregunta.

-Doctora… ¿Cómo están todos?.

-Todos están bien. Te extrañamos mucho.

Y luego se volteo para terminar de decirle. –Pase lo que pase Shinji, nunca te arrepientas de haber decidido regresar. No solo porque hiciste lo correcto, sino porque todo lo que tu aprecias y valoras esta acá, con nosotros.

Si todo sale bien, nos veremos mañana-.

Y la doctora se retiró del cuarto cerrando la puerta.

Al día siguiente, muy temprano de mañana, un portón metálico se abría pesadamente. Misato se despertó por la luz que dejo pasar esa puerta, alcanzando a ver la silueta de un hombre quien le hablaba de forma marcial, evidenciando que era un agente de la división de inteligencia.

-Muchas gracias por su cooperación Mayor. El caso ha sido aclarado y ya hemos encontrado al Vicecomandante. Lamentamos las molestias.

-¿Cómo está él?.

-El vicecomandante se encuentra bien, fue encontrado ileso cerca del lago del geofrente.

-¿Y como esta Kaji?.

-No tenemos idea. Aun sigue desaparecido.

En otro lugar, la doctora fue a ver a Shinji. Para su sorpresa le vio ya despierto, al parecer desde hacía ya un buen rato.

-Buenos días Shinji. ¿Dormiste bien?.

-Buenos días doctora. La verdad es que no dormí mucho, creo que dormí demasiado en estos últimos días.

La doctora se rió "después de todo no dejaba de tener cierta razón el tercer elegido", y ambos rieron un poco.

-¿Ya desayunaste?.

-Aun no.

-Bien, veré si pueden traerte ya un desayuno y luego te llevaremos a tu casa.

-No lo se, la verdad no tengo mucha hambre…

-No es conveniente que vayas con el estomago vació. Además… ¿Preferirías desayunar en el departamento de Misato?.

Rápidamente pensó en como se desayunaba por allá y en como debía de estar ese departamento luego de un mes afuera. Esa breve visión le espanto, así es que decidió desayunar en el hospital. No era la gran cosa, pero al menos sería mejor que desayunar allá.

Minutos después, Shinji escoltado por la doctora hacían abandono de las instalaciones hospitalarias, al salir sin embargo una voz los detuvo.

-¡Shinji!-. Gritaba una voz que se acercaba corriendo hacia donde estaban ellos.

-¡Misato!.

Aun cansada y jadeante y a pesar de haber pasado un par de días en las mazmorras de NERV, ella se veía relativamente bien y feliz. Después de todo, uno de sus niños estaba bien y otra vez con ellos. Y por ahora eso era lo que importaba.

-Vaya Misato, me alegro que te hayan soltado.

-¡Uf!. Ya estaba bueno de tanto jaleo. Creo que es hora que nos vayamos a descansar un poco…

-¿Vayamos, dice usted Mayor?... eso me suena a plural. En realidad yo aun tengo un último asunto que atender antes de pensar en un descanso. De hecho, había planeado llevar a Shinji a su casa, pero como se han dado las cosas preferiría encargárselo.

Resignada, Misato suspiro, y acepto llevárselo. -Esta bien, llevare a Shinji a casa, pero con una condición-.

Extrañada, la doctora pregunto. -¿Cuál condición?-.

-¿Podrías guiarme al estacionamiento del cuartel?. La verdad es que todavía me pierdo en tratar de ubicarlos-.

Y mientras Misato se reía al decir esto. Ritsuko negaba con la cabeza y Shinji miraba avergonzado la situación.

Cerca de una hora después Shinji y su tutora llegaron a un desordenado departamento, al parecer la ausencia del único que hacía regularmente el aseo se notaba demasiado. Pero prefirieron dejar eso para después.

Misato entro en su habitación, necesitaba descansar un poco luego de todo el ajetreo vivido, pero antes se le ocurrió ver si había algún mensaje en la contestadora telefónica. En efecto encontró dos mensajes. El primero era una promoción de descuentos en llamadas de la compañía de teléfonos, el cual fue rápidamente borrado por ser intrascendente, pero el segundo mensaje sería el que llamaría su atención:

"Hola Katsuragi. Soy yo, Kaji.

Me hubiera gustado haber hablado personalmente contigo, pero no estabas… así es que tuve que dejar este mensaje. Estoy seguro de que estás escuchando este mensaje después de que te he causado muchos problemas. Lo siento.

Por favor dile que "Lo siento mucho" a Rit-chan. Y también a Asuka y a Shinji.

Katsuragi, la verdad está contigo, tienes todo lo necesario para llegar a ella, solo tienes que seguir las pistas. No dudes. ¡Sigue adelante!

Si pudiera verte otra vez, te diré las palabras que no pude decirte hace 8 años atrás. Pero por ahora deberás escuchar cosas que no querrás oír, saber cosas que terminaras deseando no haberlas sabido jamás, cuestionar todas tus creencias, y aprender a recelar de mucha gente. Ya que descubrirás que en realidad nada es lo que parece…

Adiós".

A Misato no le gusto el tono demasiado triste que acompañaba a la seriedad de las palabras grabadas de Kaji, casi como si fuera una despedida. Rápidamente salio de la casa, sin responderle a Shinji cuando le preguntaba hacia donde iba.

Mientras corría por su automóvil a toda velocidad por las calles de la ciudad, un mal presentimiento rondaba por su cabeza y se acrecentaba a cada paso que se acercaba a las instalaciones de NERV. Y rogaba porque lo que estaba pensando solo fuera una locura y no una realidad.

Pero al llegar, descubrió que algo no estaba bien. Habían mas controles de seguridad que de costumbre y era demasiado obvia y evidente la mayor presencia de miembros de inteligencia.

-¿Qué es lo que ocurre aquí!-. Pregunto ella a un agente encargado.

-Hubo un crimen en NERV. Un asesinato…

-¿Un asesinato!.

-Ryoji Kaji. Fue encontrado muerto, cerca de los sistemas generadores principales, hace aproximadamente una hora.

Pena, ira, rabia, dolor… muchos sentimientos se sucedieron rápidamente en la mente y en el corazón de Misato, quien estaba choqueada por la noticia de haber perdido a aquel hombre que a pesar de todo lo que había dicho, nunca logro odiar ni olvidar.

-Quiero que investiguen el hecho… Quiero que resuelvan el caso…

El agente asintió ante esta orden dictada por un superior.

Misato trato de mantenerse firme, pero sentía como por dentro se estaba deshaciendo por causa del dolor. Acelero su paso y sin darse cuenta corrió hacia donde estaba su oficina. Necesitaba llorar, necesitaba desahogar su dolor y su pena.

No muy lejos de su destino, Misato vio a la doctora Akagi caminar tristemente hacia su propia oficina. Ritsuko miro a su amiga y esta le devolvió la mirada, ambas mujeres vieron en el rostro de la otra profundo dolor y tristeza, el mismo dolor y tristeza que había en sus propios rostros.

-Veo que ya te has enterado-. Dijo Ritsuko con honda tristeza en sus palabras.

-Entonces… ¿Es verdad?...

-Así es Misato… Vengo de la morgue, donde fui a reconocer el cuerpo.

Incrédula, Misato trataba de digerir y asimilar la noticia. Pero ella solo pudo bajar la mirada y llorar mientras su voz ahogada trataba de gritarle a su amiga e increparla por cosas de las cuales ella no tenia culpa alguna.

-¿Por qué él tenía que morir!. ¿Por qué!...

Ritsuko no podía contestar a esas preguntas, solo pudo acercarse a la mayor y abrazarla a fin de intentar confortarla un poco, mientras esta en medio de una voz ahogada por el llanto trataba de increpar a Kaji.

-Idiota… Fuiste tan idiota… ¡Por qué tuviste que ser tan idiota!...

Tristes lagrimas se asomaron por los ojos de Ritsuko. No podía soportar ver llorar a su amiga, sobre todo si tenía que llorar por un amigo que ya no estaría mas.

"¿Solo un amigo?". Se preguntaba mentalmente Ritsuko. Y puede que quizás para ella Kaji era un muy buen amigo. Pero al ver a Misato llorar amargamente por el, comprendió a la perfección de que para ella, Kaji nunca fue solamente un buen amigo, y que aún a pesar del tiempo y la distancia siempre fue algo mas. Mucho mas de lo que ambos habían admitido o reconocido.