-así que esa mujer siente algo especial por el……interesante…..-un ser maligno miraba por medio de un espejo lo sucedido….-esto esta saliendo mucho mejor de lo que me imagine….-apareció una gran sonrisa en su rostro.
Había regresado a la aldea, para mi suerte los chicos habían salido a realizar tareas fuera de la cabaña, así decidí descansar, por esta noche tuve demasiadas emociones como para seguir pensando en lo que va a ocurrir mañana, suspire profundamente es que el simple hecho de haber tenido un pequeño contacto con el, aunque solo fue una mirada, fue suficiente para que mi corazón volviera a latir por el como si fuera el primer día, mi cabeza me comenzaba a doler lo que indicaba que el pensar mucho traía sus consecuencias, me acomode en mi almohada de mi futon, me cubrí con las sabanas y mis ojos se fueron cerrando poco a poco, no quería y mucho menos no tenía humor como para aguantar a las preguntas de mis amigos, que estoy segura que me harían sobre el chico misterioso. Por fin el sueño me venció que no me percate de la presencia de mis compañeros hasta el día siguiente.
Sentí los rayos del sol en mi rostro, comencé a abrir lentamente mis ojos, hasta que pude divisar bien el lugar, me puse cuidadosamente de pie puesto que Sango y los demás seguían durmiendo y no quería despertarles, salí un rato de la cabaña de la anciana Kaede al llegar al marco de la puerta, me estire dando un profundo suspiro, cuantas veces eh estado suspirando y desde cuando? Que no me eh percatado de eso hasta ahora, en fin, salgo un momento, en mi recorrido veo como los aldeanos a primera hora de la mañana comienzan a trabajar sus cosechas, veo a los niños correr y jugar felices, las mujeres de la aldea haciendo tareas, como preparando la comida, lavando la ropa y cosas por el estilo, rezando y agradeciendo de alguna manera por estar otro día con vida. Bueno y no es para menos ya que viviendo en una época como esta, quien no daría gracias por seguir con vida, mis ojos se desvían un poco para así fijarse en la silueta de una mujer, con ropas de sacerdotisa, veo como los niños corren al verle llegar, la veo acompañada de Inuyasha.
-pasaron toda la noche juntos….- susurro tristemente al viento. Inuyasha se percata de mi mirada, y el solo baja la mirada evitando mirarme.
-va y a mi eso que me importa….-los miro y me doy la media vuelta, mi cabello es movido suavemente por el aire mañanero, continuo con mi camino admirando cada situación y a cada persona que pasa a mi lado, ellos no pueden evitar mirarme cuando me ven pasar, tal vez sea por mi forma de vestir o por que aun me sigo pareciendo a Kikio, de solo pensar en ese nombre me llena de rabia, pero que cosas pienso, se supone que yo ya me había resignado por completo en cuanto a la decisión que tomo el, no se por que demonios me molesto pensando cosas ya del pasado. Me detengo cercas del árbol sagrado, mi mirada se fija en el lugar en que el estuvo sellado por hace 50 años, 50 años en donde el conoció a la mujer que hasta ahora no ah dejado de amar, un extraño brillo llama mi atención y me acerco al objeto brillante, como si fuera una niña que se deja llevar por las cosas brillantes, al llegar al lugar me agacho quedando en cunclillas y tomo el objeto en mis manos.
-esta…..es una rosa…..una rosa de el….-la tomo de una forma tan cariñosamente, como si pensara que con un movimiento brusco esta preciosa rosa se deshiciera, por no haber tenido la sutileza debida.
-Kurama….-me pongo de pie suavemente, con la rosa aun entre mis manos y me la coloco entre mi cabello.
-quien es ese tal Kurama?...-escuche una ronca voz varonil tras de mi.
-eso no es algo de tu incumbencia….Inuyasha….-me atreví a encararlo.
-no has respondido a mi pregunta…-el se acercaba a mi.
-no tengo por que responderla, ya que no tengo por que decirte que hago o que dejo de hacer……eso ya te lo había dicho y dejado en claro….-mi mirada ahora se enfoca en el lugar por donde el la noche anterior se había ido.
-Kagome…….que es lo que pasa entre nosotros?...-me pregunto tristemente el.
-que?...pero si no ah habido nada entre nosotros…..Inuyasha….-mi mirada se comienza a tornar tierna y calida.
-Kagome…..antes nos llevábamos bien, nos contábamos todo lo que nos hacia bien y lo que nos hacia mal pero……pero ahora estamos tan distanciados…..te molestas cuando te pregunto….por algo….-el se comenzaba a acercar cada vez más.
-no tengo por que hablar o siquiera responderte a eso no lo crees?...-comienzo a caminar en dirección contraria a Inuyasha.
-Kagome…..-el guardo silencio por un tiempo…-por que?...-me pregunto algo exasperado.
-por que, que?...-deje de observar el lugar, para mirarle a el.
-por que has cambiado tanto?.
-por que hay cosas que necesitan un cambio y no creo ser yo la excepción….-retome el camino a la aldea.
-…….-Inuyasha se quedo inmóvil y serio, ante lo que le dije.
-Kagome….-susurre por lo bajo mientras mis ojos seguían la silueta femenina que se alejaba del lugar, algo me llamo la atención por que Kagome miraba tanto en esa dirección…..ahora que lo recuerdo es por ahí por donde se fue ese sujeto….pero que relación tienen el y Kagome…..ya que pude apreciar claramente que en los ojos de Kagome, aparecía un brillo, ese brillo que desde que ella llegó no lo había vuelto a ver, ni siquiera cuando nuestras miradas se encontraron, es verdad yo tampoco mostré ese brillo, el brillo que solo aparece cuando miro a Kikio o cuando la miro a ella, pero cuando el brillo es por ella y para ella lo puedo controlar, cosa que no hago con Kikio, con Kagome me cuesta trabajo mostrar mis sentimientos, sin embargo con Kikio fluyen libremente, no entiendo que es lo que me esta pasando, podría decir que Kikio me hace actuar instintivamente pero no es así la que me hace actuar de esa manera es Kagome, pero entonces por que no le puedo decir mis sentimientos, que es lo que me detiene y evita que se los diga….que demonios es lo que me pasa?...
-Sango, has visto a Inuyasha?...-interrogo el monje.
-no, tampoco eh visto a Kagome por aquí…lo más seguro es que estén hablando del suceso de ayer…no lo cree su excelencia?...-la exterminadora estaba concentrada acariciando a su fiel compañera Kirara.
-tienes razón……desde que la Srta. Kagome regreso, la relación de ellos se ah deteriorado y demasiado…-comento sabiamente el.
-tal vez sea por culpa del Inuyasha Baka….-comento furioso y algo estresado Shippo.
-Shippo….Inuyasha no tiene toda la culpa….-le defendido Sango.
-tiene razón Sango, además nosotros de antemano sabíamos lo que iba a ocurrir y la decisión de Inuyasha también.
-si, se que tienen razón…..pero por culpa de ese Inuyasha, Kagome ya no viajara con nosotros como en los viejos tiempos….-refunfuño mientras comía una manzana.
-si Kagome, ya no viajara con nosotros, es por que ella tiene más responsabilidades que le impiden que viaje como antes no lo crees?...-le acaricio gentilmente la mejilla.
-es verdad, Kagome tiene muchas responsabilidades…creo que no debería de ser tan severo….gracias Sango…-el pequeño se lanzo a los brazos de la Tai-ji.
Miroku lo veía enternecido, a pesar de ser un niño tenía suficiente madures como para entender y comprender las cosas, si tan solo Inuyasha se pareciera un poco a el…-pensó desanimado el monje.
-hentai…..-se escuchó gritar por todo el bosque, escena una Sango roja de la furia y un monje estampado en el suelo, un Shippo divertido y los dos pequeños mononokes observando la situación.
-pero Sanguito….no te molestes conmigo….-mientras se ponía de pie.
-es que usted nunca dejara de ser un monje pervertido?...-comento furiosa la exterminadora.
-es que es parte de mi…-confeso en tono culpable el monje…-yo no tengo la culpa sanguito….me perdonas?...-le miro con ojitos de borrego a medio morir.
-como que no es su culpa…tiene suerte de que no lo mande inconsciente a la cabaña….-rigió Sango completamente furiosa.
-serías capas de eso, mi bella Sango?...-le pregunto con una mirada un tanto coqueta y el tono de voz ronco.
-quiere probar?...-Sango le mostró el puño, para afirmar que lo que decía iba más que en serio.
-no….no Sanguito….-una gran gota de agua aparecía tras la cabeza del monje Miroku….-se ve tan hermosa así…-pensó para si mismo el monje mientras miraba fijamente a Sango.
-se le perdió algo?...-la mirada que le dio fue fulminante.
-no…..nada Sanguito….-se encogió de hombros, desviando la mirada…-solo que…me tienes muy enamorado…solo eso mi Sango….-pensó tristemente el monje.
-es que nunca va a cambiar?...en verdad que no se si va en serio conmigo o solo soy una de las otras tantas, a las que el corteja….-pensaba completamente furiosa la Tai-ji….(y quien no, no estar segura de si va en serio o en juego es frustrante uu)
Kagome se encontraba aun caminando por el e espeso bosque y es que el encuentro que tuvo con Inuyasha, no la había dejado de muy buen humor, sus pasos eran furiosos y no dejaba de maldecir a cierto hanyou que llego solo a perturbar su tranquilidad.
-Kurama…..-es que nunca podría dejar de pensar en el, es verdad no le molestaba para nada pero…..en la forma que el estaba nuevamente en sus pensamientos, es de la misma forma cuando lo vi por primera vez. Se quito la rosa de su cabello y la comenzó a acariciar suavemente, como si fuera el a quien estuviera acariciando, acerco lentamente sus labios a la rosa y les dio un gentil y dulce beso, como deseaba darle ese beso a el y para el.
Suspiro profundamente, aspirando lo más profundo el aroma de la rosa, estaba impregnada del aroma de el, comenzó a pasar la rosa suavemente por su rostro.
-como quisiera estar así contigo…poder acariciarte, besarte, tocarte….hay Kurama me haces mucha falta…después de tanto tiempo, ahora estas tan cercas y a la vez tan lejos…..-susurre tiernamente mientras mi vista toma un rumbo diferente, mirando al cielo.
-por que?...por que no me recuerdas?...Kurama no ves que me quemo por dentro cuando te veo y no puedo correr a abrazarte y decirte lo mucho que te sigo amando….por que el cruel destino se empeña a ponerme más pruebas….primero fue al perder a Inuyasha por completo…….y ahora eres tu…tu mi amor….no importa quien sea el que este detrás de todo esto, pero no permitiré que te siga utilizando como su marioneta…..marioneta?...-me puse de inmediatamente de pie….-claro Naraku es quien esta detrás de todo esto….-apreté la rosa a mi pecho, pero sin hacerle daño.
Mientras el atardecer caía tratando de darle fin al día y comenzar uno nuevo, no muy lejos de donde Kagome se encontraba, se veía a una niña corriendo lo más rápido que sus piernas le permitían, y es que un demonio enorme la perseguía, seguro ella sería su cena.
-no intentes, escapar humana...eso será inútil…-el demonio al dar su ataque lanzo a la niña lejos de el, la niña se puso de pie lo más rápido que dudo y comenzó a correr, a los lejos pudo divisar la silueta de una mujer, por la forma del cabello y en la forma que ella se encontraba de pie, la pequeña creyó que era la sacerdotisa del cual había escuchado tanto hablar. Ella corrió a la misma dirección en donde se encontraba la sacerdotisa y se abalanzo sobre ella, atrapando su cintura con fuerza, esto sorprendió a Kagome de una sobre manera, pues era la primera vez que ella se encontraba distraída, incluso en cuanto a sus reflejos e instintos.
-Srta. Kikio…-murmuro la pequeña asustada.
-eh?...-se gira para ver a la pequeña aferrada a su cintura.
-Srta. Kikio….tengo miedo….-se aferro la pequeña, más a ella.
-descuida pequeña ahora estas a salvo…-le acaricio maternalmente la cabecita.
-es que un……..demonio anda tras de mi…-susurro la pequeña con miedo.
-y ese demonio que es lo que quiere de ti?...-no termino de preguntar a la pequeña debido a que el demonio había llegado hasta ellas.
-aléjate de mi presa…..-ordeno con su horrible y fría voz.
-que tu presa?...-le mire repúgnate.
-así que tu eres la sacerdotisa de nombre Kikio…-se atrevió a preguntar.
-no…….yo no soy la sacerdotisa Kikio…..soy Kagome….-tome a la pequeña entre mis brazos y comencé a correr lo más rápido posible, se han de preguntar el por que, bueno por que olvide mi Katana en la cabaña, que valiente guerrera no lo creen?...el demonio nos seguía muy de cercas a pesar de lo veloz que yo era no podía ya que llevaba a una niña en brazos, a lo lejos pude divisar la figura de Kikio, le dejaría a la pequeña y enfrentaría libremente al demonio.
-Kikio…-ella se volteo en dirección a mi, algo sorprendida…-cuídala por mi y escóndete…-le ordene, Kikio solo escondió a la pequeña, más sin embargo ella no se escondió….-que crees que haces….te dije que te escondieras….-le grite mientras me volteaba y detenía mi andar.
-no dejaré que tu seas la heroína en este lugar….-me dijo mientras preparaba su arco y lanzo una flecha purificadora en la dirección en que el demonio venía, pero este la esquivo con gran facilidad
-maldición…...-murmuro Kikio entre dientes.
-Kikio quitate de ahí….-le grite.
-no intervengas esta es mi pelea….-me grito con cierto rencor en su voz.
-Kikio no seas tonta…-ella me miro de una manera flamante…-el monstruo no esta en esa dirección…-mi vista se enfoco al cielo…-Kikio quitate de ahí...-Kikio no me obedeció, ya para cuando Kikio volteo su mirada al lugar, se sorprendió al ver al demonio enfrente de ella, el demonio la lanzo por los aires, mi mirada miro con cierto terror la escena, por unos momentos pensé en dejar que el demonio acabara con ella, pero no sería justo para Inuyasha. Calcule más o menos en donde caeiria Kikio, corrí para atraparla recibiendo el impacto de su cuerpo contra el mío, ambas fuimos a dar al suelo, cubrí a Kikio recibiendo así la mayor parte del impacto en mi cuerpo, Kikio quedo inconsciente la recosté suavemente a mi lado, me puse de píe, pero lamentablemente mi tobillo había vuelto a quedar lastimado.
-maldición…-masculle entre dientes...-a buena hora me lastime….-me agarre el tobillo.
-acabare contigo, por haber interferido entre mi presa y yo…..-mi mirada no se apartaba del demonio, no mostraba miedo alguno, el alzo su mano para atacar, pero su ataque nunca llego, ya que alguien había llegado y me había tomado en brazos y me salvo de ese ataque.
-ese aroma…..acaso……acaso es el….-mis ojos levantaron la vista, algo temerosa y mi corazón latía tan fuerte, que pense que se me saldría del pecho, mis ojos distinguieron los ojos de el…si….era el…me alegre en ese momento, el había acudido a mi ayuda.
-eres un maldito….al intentar atacarla estando herida….-murmuro con cierto desprecio en el tono de su voz.
-vaya, así que tu eres el nuevo….-comenzó a rodearnos el demonio.
-no se de que demonios hablas….-contesto el con esa tranquilidad que le caracteriza.
-tu eres el nuevo aliado de Naraku…-comento igual de serio que Kurama.
El no respondió, me coloco en el suave pasto, mientras a pasos lentos y seguros avanzaba al demonio, saco su Rosa y en un abrir y cerrar de ojos, el ya había exterminado al ser tan imprudente de decir semejante bajeza….-yo un aliado de Naraku….ja…pero que tontería….- dirigió su mirada en la frágil chica que le miraba con esos intensos ojos chocolate, sintió un cosquilleo en todo su cuerpo, esa mirada lo ponía nervioso…-muy nervioso para mi gusto…-pensó mirando a la joven con la misma intensidad, se acerco a ella y noto como ella tenía su mano en su tobillo, el la tomo suavemente quitando la mano del daño realizado, la herida en el tobillo estaba sangrando, el levanto su mirada topándose de nuevo con la de ella, le sonrío y corto un pedazo de su manga de la vestimenta que llevaba, le coloco una hierbas, no era novedad que el siempre tuviera hierbas medicinales cerca de el, siempre lo había hecho, le amarro con un cuidado demasiado sutil para no dañar y mucho menos dañar a la chica, terminando su labor le extendió la mano para que se colocara de pie, Kagome se puso de pie pero al mismo tiempo comenzó a tambalearse y cayo chocando con el fuerte pecho de el, Kagome levanto de inmediato la vista hacia el, se sorprendió al ver que el chico también le miraba y que no hacia ningún esfuerzo por alejarla de el, al contrario el tenerla tan cerca impulsivamente la abrazo con cariño y a la vez con algo de fuerza, estrechándola más contra su pecho.
-cuanto……cuanto había soñado con esto…y ahora esta…el aquí…-pensaba alegremente y sin dudarlo ni un segundo más, le correspondí el abrazo, instintivamente me abrase a el con más fuerza y es que en verdad había extrañado demasiado el calor de su cuerpo.
-por que?...por que esta mujer….logra perturbarme y lo que es aun peor…si a esto le puedo decir peor….siento una gran necesidad de abrazarla y estar a su lado….-el chico cerro sus ojos aspirando suavemente el aroma que desprendía la chica que ahora tenía en brazos. Intento por un momento romper ese abrazo pero Kagome no se lo permitió al contrario al sentir que el estaba apunto de romper con aquel lazo que por el momento tenían se aferro más a el, esto lo tomo por sorpresa ya que nunca había sucedido algo como esto, al menos no para el, entendió que seria en vano, tratar de separarla, su mirada se dirigió al cielo, al parecer hoy la luna estaba en su contra al igual que las estrellas, era tan hermosa la noche, tan especial y comenzó a ver un brillo alrededor de ellos, su mirada se dirigió inmediatamente a la luz que les rodeaba, el panorama simplemente se había puesto en contra de el en definitiva, luciérnagas estaban alrededor de ellos, dándole un toque más especial a la dulce noche, Kagome comenzó a moverse un poco llamando la atención del chico y separa un poco el rostro del pecho de el para mirarle directamente a los ojos, cuantas veces se habían cruzado sus miradas, no lo sabía y eso no le importaba mucho, mientras pudiera ver esos preciosos ojos verdes esmeralda, lo demás no importaba.
-por que?...por que me protegiste?...-le pregunte en un susurro.
-………-Esto le sorprendió enormemente ya que sus ojos se agrandaron al escuchar esa pregunta.
-dime….eres un aliado de Naraku?...-sabía que me estaba metiendo demasiado en su vida, pero necesitaba saber que no era verdad lo que el demonio había mencionado, el simple hecho de que así fuera no sabría que hacer.
-no…-tartamudeo…-no, podía permitir que ese demonio, se aprovechara de tu herida como una debilidad, para exterminarte….-el me volvió a mirar.
-ya veo……es que aun no recuerdas nada….-pensé, pero me di cuenta inmediatamente de que lo que pensé lo había hecho en voz alta, ya que el me miraba de una manera tanto sorprendida como interrogante.
-como que aun no recuerdo?...a que te refieres con eso?...-la mirada de el comenzó a tener un brillo un tanto especial, en ellos se reflejaba esperanza y ansiedad…ansiedad pero por que?.
-no has contestado a mi pregunta….-desvié la mirada por unos minutos…-eres o no aliado de Naraku?...-el tono de mi voz era nervioso.
-no…..no soy aliado de ese tal Naraku….solo que estoy en deuda con el….y ahora tu responderás a mi pregunta?...-aplico un poco más de fuerza en el abrazo en el cual aun me encontraba presa.
-yo solo puedo decirte….-le acaricie la mejilla…-que se de ti, más de lo que tu piensas y de lo que te puedes imaginar….-me acercaba lentamente a su rostro…-ya que tu y yo…..nos conocimos hace mucho tiempo….-pose suavemente mis labios sobre los suyos, el tardo en entrar en razón ya que lo había dejado en estado de shock, el comenzó a corresponder el tierno beso cerrando sus ojos y yo los míos nos dejamos llevar, por el precioso paisaje de la noche y por que también me lo había dictado el corazón, que probara esos labios que tanto había deseado probar desde que lo vi. Un ruido nos hizo regresar a la realidad después de ese momento mágico, mi vista y la de el comenzó a buscar el lugar de donde provenía el ruido, pero de entre los arbustos salió el pequeño mononoke, mi mononoke, quien comenzó a gruñir al que se encontraba a mi lado.
-eh?...Shadow…que haces aquí pequeñito?...-lo tomé cariñosamente entre mis brazos, y en cuanto me di la vuelta, el ya no estaba, suspire con algo de tristeza el ya se había ido y sin despedirse, acaricie suavemente la cabeza de mi mononoke.
-Shadow…llevadnos a la aldea si, es que Kikio esta herida….-el pequeño mononoke asintió y se bajo de mis brazos convirtiéndose en una gran bestia legendaria, subí con cuidado ya que llevaba en mis brazos a una inconsciente Kikio y a la pequeña que rescatamos de las garras del demonio, dije rescatamos?...si es verdad ella también me había ayudado, tanto como el me ayudo protegiéndome, nos alejamos del lugar, no sin antes de echarle un ultimo vistazo, esta noche siempre la recordare.
Entre los árboles no muy lejos del lugar, se encontraba un joven de cabellos plateados que había visto con lujo de detalle y escuchado todo lo que se había hablado entre la conversación del chico pelirrojo y la chica morena.
-así que se conocen desde hace mucho tiempo….-apretó sus puños con fuerza…-tendrás que responderme algunas preguntas…..Kagome…-susurro algo furioso y celoso ya que la escena del beso no le había agradado en lo más mínimo.
