CAP17: Naraku Derrotado, Adiós.

-Inuyashaaaaa!...-grito realmente preocupada y matando al demonio de un solo golpe y se dirigió a toda velocidad donde se encontraba un herido hanyou.

Kagome llego hasta el lugar en donde se encontraba nuestro hanyou ensangrentado, Kagome se arrodillo para poder observarlo mejor, Inuyasha solo tenía una herida no muy profunda en su estomago, el se levanto con dificultad ante esto Kagome le ayudo a ponerse de pie, Kagome aventó a Inuyasha al lado contrario al suyo, puesto que Naraku les había lanzado un ataque.

-Inuyasha……estas bien?...-le pregunto Kagome, mientras inmediatamente se ponía de pie y tomaba a Inuyasha y esquivaban los ataques.

-Kag…..Kagome, estoy bien……tu como estas?...-pregunto en un débil susurro Inuyasha.

-estoy bien…….pero tu…..-Kagome guardó silencio mientras miraba la herida, no era muy profunda pero aun así le preocupaba.

-esto no es…….nada para mi….-se puso de pie, mientras tomaba a colmillo de acero entre sus manos.

-será mejor darnos prisa….-la vista de Kagome se dirigió al lugar donde se encontraba cierto chico atrapado y cuya vida peligraba.

-ve……..con el……el te necesita….-le dijo Inuyasha sin atreverse siquiera a mirarla, le dolía en el fondo decir esas palabras, decirle a ella, q corriera al lado de Kurama.

-te ayudare a vencer a Naraku….-le respondió decidida…-Inuyasha…..-lo llamo suavemente.

-que?...-respondió mientras se giraba para poder verla.

-combinemos nuestros poderes……para poder vencer al maldito….-apretó fuertemente sus puños.

-Kagome…..-respondió sorprendido el chico…-si….-y ambos se dirigieron a enfrentar a Naraku.

Inuyasha y Kagome iban corriendo a toda velocidad, para contraatacar al demonio, ante esto Naraku sonrió y esto molesto a nuestros dos héroes, Kagome se le adelanto a Inuyasha desenvainando su espada para atacar a Naraku, un estruendoso choque de espadas se escucho por todo el lugar; la batalla había comenzado nuevamente, Inuyasha intento atacar a Naraku por la espalda, pero el muy maldito lo esquivo con gran facilidad, Inuyasha abrió grandemente sus ojos al ver para quien se dirigía su ataque, de no ser que Kagome tenía habilidades, el mismismo Inuyasha la hubiera matado, Naraku lanzo varios de sus tentáculos, con la intención de herir nuevamente a nuestro hanyou, haciendo la herida más grande, Inuyasha se había quedado paralizado, debido a la herida anterior el demonio había suministrado un paralizador no muy fuerte en el cuerpo de el, Kagome tomo nuevamente la arma de Maraya, su furia era tanta que logro transmitir energía en el objeto sin percatarse de ello, lanzo el arma en dirección de Naraku acabando con los tentáculos de este y no dando oportunidad de que se reconstruyera, el arma de Kagome le dio el en brazo derecho de Naraku, cortándoselo esto sorprendido de sobre manera al enemigo.

-¿pero como?...-la expresión de Naraku era de sorpresa y de miedo, si miedo, esa chica se había vuelto más peligrosa de lo que había imaginado.

-Naraku……-grito completamente furiosa…-ha llegado tu hora maldito...-Kagome corrió a toda velocidad enfrentándose nuevamente cuerpo a cuerpo con el ser, Inuyasha había caído arrodillado, el paralizante estaba haciendo efecto rápidamente, si esto seguía así el moriría asfixiado.

-jajajajaja….-se carcajeo descaradamente frente a Kagome…-ya es demasiado tarde….-bufo.

-que demonios quieres decir con eso….-Kagome le miro fríamente, esa mirada le hizo sentir terribles escalofríos a Naraku, nunca antes había visto completamente furiosa a esa mujer.

-que tendrás que tomar una decisión…….mi estimada Kagome….-ante esto Naraku comenzó a tragar saliva dificultosamente, ya que Kagome había colocado su espada en el asqueroso cuello de este infame ser.

-de que demonios estas hablando….bastardo….-Kagome apretó un poco más su espada al cuello de Naraku, dejando ver la intención de cortarle el cuello.

-no podrás….rescatar a ambos a la ves…..Inuyasha….esta muriendo poco a poco….asfixiado…y…..Kurama……tu…….Kurama…….esta en el infierno….-sonrió descaradamente.

-………….-Kagome guardó silencio, era verdad ahora tenía dos situaciones, tenía que elegir a quien salvar……y rápido o si no ambos morirían por su culpa.

-veo…….que ya estas perdiendo la valentía que hace unos momentos tenías….-Naraku comenzó a reír victorioso, puesto que jamás se había imaginado tener a la joven sacerdotisa en sus manos. Naraku ensancho sus ojos mientras un pequeño grito de dolor se ahogaba en su garganta, ambos habían estado demasiado cercas del cuerpo de cada uno, del estomago de Naraku se veía una blanquecina mano, delgada y frágil, que en esos momentos se encontraba manchada de sangre del demonio.

-creíste, que te dejaría la perla de Shikon….-ahora quien reía era Kagome, su mirada estaba oculta en su flequillo, alzo suavemente la mano dejándola a la altura de el; Naraku con temor vio que la sacerdotisa tenía en sus manos tan valiosa joya, por la cual había matado y había causado tantas desgracias. Inuyasha no estaba dispuesto a darse por vencido, con las fuerzas que contenía aun en su ser, tomo a colmillo y lo agito varias veces preparando su mayor ataque, Kagome se aparto rápidamente del cuerpo semi-vivo y se alejo a una distancia prudente, al lado de Inuyasha.

-BAKURYUHA!...-grito Inuyasha al mismo momento en que realizo el ataque, este llevaba gran potencia, todo lo que se cruzaba a su paso era destruido, Naraku creyó detenerlo con su campo de energía, pero el ataque de Inuyasha lo atravesó como si nada, destruyendo por completo al cuerpo semi-inerte de Naraku, el lugar había sido cubierto por una gran luz de color amarilla y una fuerte explosión. Cuando todo termino, y solo caían pequeños escombros, Kagome se puso de pie e Intento ayudar a Inuyasha, al parecer Inuyasha ya no sufría del palarizador, puesto que comenzó a respirar agitadamente, Sango y Miroku despertaron debido a la fuerte explosión y al levantarse se encontraron con un Inuyasha y una Kagome agitados por la batalla; inmediatamente corrieron en su ayuda, estaban apenados, no pudieron serles mucha de ayuda, Kagome suspiro aliviada al ver que todos se encontraban en buen estado, una pequeña luz le llamo la atención, dejándole ver que no todos se encontraban tan bien como ella creía. Rápidamente corrió al lugar en donde el chico aun hacía atrapado entre las puertas del mundo y las puertas del infierno.

-Kurama…-Kagome corrió y trato de pasar el campo pero le era imposible.

-Kurama….por favor….aguanta….-suplicaba desesperada nuestra sacerdotisa.

-Kagome…no hay manera de ayudarle es mejor que desistamos…-le había aconsejado el monje, debido a las heridas que ella llevaba en esos momentos consigo.

-no….Kurama…..me necesita….-Kagome se alejo a una distancia prudente del lugar donde estaba la energía maligna, comenzó a correr lo más rápido que sus piernas les permitían y comenzó a embestirse ella misma contra la energía maligna, cuando Kagome chocaba recibía una fuerte descarga por parte del núcleo, los demás veían apenados la situación y el que su amiga se negara a aceptar la realidad, era aun más doloroso para ellos. Inuyasha veía atentamente la situación, su mirada era triste y melancólica, ver a su Kagome haciendo lo imposible por ayudar a ese chico…-al chico q le robo su corazón…-pensó dolorosamente, varios sentimientos comenzaron a surgir dentro del ser de Inuyasha, dolor, resentimientos, celos, incluso odio asía la persona que en esos momentos era más importante para su sacerdotisa, alguien y ese alguien no era el.

Las lágrimas comenzaron a correr por las mejillas de Kagome, no estaba dispuesta a darse por vencida, ni iba a permitir que le arrebataran por tercera ocasión la oportunidad de vivir el amor. Decidida se alejo solo unos cuantos pasos del núcleo, tomo su espada que se encontraba transformada en esos momentos en Okami No Hi, la giro un poco sobre su mano derecha y la clavo en el suelo, quedando ella de rodillas.

-te rescatare….-y dicho esto coloco sus manos en posición de conjuro y comenzó a recitar ciertas palabras inteligibles, el cabello de Kagome comenzaba a levitar suavemente, la tierra comenzó a temblar alertando a todos, quienes miraban espectadores a la chica que en esos momentos era cubierta por una gran aura de color rosa, llegando al lila, en el núcleo se llevaba a cabo una ranura por donde se podría entrar, Kagome aun estaba concentrada en su tarea, tenía que traer el espíritu de su querido Kurama, al mundo de los vivos para que este volviera a su cuerpo que aun se encontraba, débil, si débil pero aun con vida una pequeña esperanza que se encontraba aun ardiente en el corazón de Kagome.

-que es lo que esta haciendo, Kagome?...-pregunto preocupada Sango.

-parece ser…-Miroku guardo silencio pues aun no estaba seguro de sus palabras.

-parecer ser…que cosa?...termina de hablar ya….Miroku…-ordenó Inuyasha dejándose ver, molesto por la situación.

-la Srta. Kagome, esta realizando en estos momentos el conjuro más poderoso, de entre nosotros….los monjes y sacerdotes…..-Miroku fijaba su vista en Kagome, cada movimiento de sus labios, cada cambio en el aura de ella.

-y que conjuro es ese?...-pregunto completamente curiosa y a la ves preocupada nuestra exterminadora.

-el conjuro….-guardo silencio…-no recuerdo como se llama….-en su cabeza apareció una pequeña gota.

-como que no lo recuerda?...-pregunto realmente sorprendida Sango, que clase de monje era el?

-no importa el nombre…..en que consiste….Miroku…-pregunto Inuyasha sin dejar de ver a la chica de cabello azabache.

-esta técnica, sirve para atraer a este mundo las almas que se encuentran encerradas en el infierno….-guardo silencio mientras se sentaba y se sobaba un poco el cuello…-no cualquier alma se puede atraer…-aclaro…-solo las almas que han sido llevadas injustamente….o por equivocación…-cerro sus ojos.
-entonces……el alma de Kurama….-sango guardo silencio.

-exacto…-declaro el monje…-el alma del joven Kurama, fue llevada al infierno sin motivo alguno……solo por ser una gran fuente de poder…..es por eso que la Srta. Kagome, no descansara hasta traerlo de nuevo, y que su alma regrese a su actual cuerpo…-declaro algo preocupado.

-me imagino que aun debemos saber algo…..no es así monje?...-lo miro recelosamente de reojo.

-………………..-hubo un rato de silencio…-esta técnica requiere de demasiada energía espiritual……..es capas de llevar a uno mismo al lo que se conocería como extremo cansancio……o……incluso podría llegar a la muerte…-Miroku semi abrió sus ojos.

-quieres decir…..que si Kagome….-comenzó a articular temerosa la Tai-ji.

-usa todo su poder espiritual…….ella moriría….-completo la frase, temeroso por la respuesta del monje.

-así…….es…..-Miroku desvió su mirada al suelo, eso era algo que ni el al igual que los demás deseaban que sucediera.

-no…..eso….no…..no puede…..ser verdad……Miroku….nos estas mintiendo….-Inuyasha se levanto precipitadamente de su lugar, completamente preocupado por Kagome, el no podía permitir que ella muriera, eso nunca, ya había perdido a Kikio por su ineptitud….y ahora Kagome……no…..el no lo permitiría, Kagome era quien menos merecía morir, ella siempre se había sacrificado por todos……sin importarle que clase de personas fuesen……ella siempre las ayudaba y los ayudaba……el que Kagome…muriera…sería el mayor…..error que Kamisama, podría cometer en toda la tierra.

Sango también se puso de pie, e inmediatamente se dirigió al lugar en donde Kagome se encontraba, la detendría a como diera lugar, no podía permitir, que le arrebataran la vida…..Kagome no solo era su mejor amiga, si no también su hermana, a quien debía cuidar y proteger aun en contra de su propia vida, el no saber nada de su hermano Kohaku, le atormentaba desde lo más profundo de su alma, quien le ayudaría a cargar con este dolor, estaba segura de que su querido Miroku, nunca la dejaría sola, incluso ella podría contar con el para que entre ambos curaran esta herida, pero y quien le aconsejaría cuando tuviera problemas, ella no era muy experta en relaciones de pareja, Kagome siempre le aconsejaba para poder resolver la situación con madures y sabiduría, su sonrisa, su alegría, como podrían llenar ese espacio que ella dejaría en sus corazones, quien los animaría a seguir la vida sin importar que tan difícil parezca ser esta; quien les daría ese amor y ese cariño incondicional que solo ella sabía como dar, si esto ocurría ella ya no estaría para platicarle de lo maravilloso que es esta época y su época, lo tan enamorada que estaba con este mundo…..nadie.

-Kagomeee!...-grito la Tai-ji, mientras pesadas lágrimas corrían por sus mejillas.

El grito de Sango, logro perturbar la concentración de Kagome, pero ella no se resignaba a verla a los ojos, no aun no era tiempo, faltaba poco para atraer el alma de su Kurama, no entendía el por que de la reacción de Sango…..pero ahora lo comprendía….Miroku, Miroku les contó sobre la técnica, es por eso el grito desesperado de Sango…..la gran tristeza, angustia y pena que tiene su aura en esos momentos.

Inuyasha corrió, dejando a Sango y a Miroku atrás, ambos miraban a Inuyasha, al momento de correr de su rostro se había desprendido un objeto cristalino, Sango entendió…..Inuyasha estaba llorando, la angustia de saber que Kagome moriría si no la detenía, lo atemorizaba……tanto que se había dejado llevar por sus instintos. Inuyasha llego hasta donde Kagome se encontraba, ella aun estaba tan sumida en sus pensamientos y la sola idea de atraer de regreso a su Kurama, Inuyasha la abrazo fuertemente, acercando su cuerpo al de ella.

-Kagome…-susurro Inuyasha…-Kagome….detente….-suplicaba con la voz entre cortada.

-Inuyasha….-pensó para sus adentros Kagome…-no….no puedo….-respondía con un intento de que Inuyasha la escuchara.

-Kagome….-el la abrazo fuertemente, aferrándose a ella…-puedes morir…..si sigues adelante….-las lágrimas comenzaban a correr nuevamente por las mejillas de Inuyasha.

-Inuyasha…..esta….llorando…-esto sorprendió a la sacerdotisa…-no, no llores por favor…..Inuyasha…..-Kagome sintió las lagrimas de Inuyasha caer sobre su hombro, sus lagrimas eran muy calidas y reconfortantes.

En el lugar donde en estos momentos se encontraba Kagome, era un lugar oscuro necesitaba encontrarse fuera del alcancé de todo, una luz color rojizo comenzó a alumbrar el lugar por completo, Kagome abrió lentamente sus ojos sin perder la concentración, pero no abriendo sus ojos en donde esos instantes se encontraba Inuyasha con ella, la luz comenzó a ir tomando forma de un ser, un ser calido y tremenda paz, Kagome se coloco de pie y camino hasta encontrarse frente a la imagen del ser. La luz término de tomar forma, lo que Kagome vio la sorprendió demasiado, no podía dar crédito a lo que veía; el ser se acerco a Kagome quedando cerca de su rostro, se fue acercando cada vez más; hasta que ambos rozaron sus labios. En esos momentos Kagome se encontraba consternada, no entendía que era lo que estaba pasando, como si el ser que estaba frente a ella leyera su mente, sonrió dulcemente.

-Kagome….-la llamo sutilmente…-ya no es necesario que sigas haciendo esto….-respondió tranquilo.

-debo hacerlo…….necesito traerlo…..-respondió Kagome con cierta dificultad.

-es que no lo entiendes….-el ser se alejo solo a unos cuantos pasos de Kagome.

-entender que cosa?...-cuestiono la chica.

-que el ya no puede regresar….-hubo un largo silencio, por parte de ambos.

-no….eso no es verdad…..el aun puede regresar….-en el rostro de Kagome, las lagrimas amenazaban con escapar y correr la suave y tersa piel.

-no….el ya no puede…..-el se giró para verla, se acerco a ella y la abrazo fuertemente.

-por que?...por que no puede regresar?...-las gruesas lagrimas, comenzaron a hacer su aparición, nuevamente el dolor había regresado.

-por que…….por que…..yo no pertenezco…..más a ese lugar….-le comenzó a acariciar suavemente su cabello.

-eso no es verdad…..Kurama……tu perteneces a este mundo…..-Kagome se aferro fuertemente a el, escondiendo su rostro en el pecho de el.

-no…..mi amor….recuerda que yo…hace mucho que deje de existir…-el le levanto cariñosamente el rostro para verle a los ojos, esos ojos que tanto lo cautivaban y que tanto lo enamoraban…-fue el día…….en que formalizamos nuestro noviazgo….el día en que nos comprometimos….-le susurro dulcemente, eso no quería decir que no le doliera en el alma, pero necesitaba ser fuerte, como lo había sido la ultima vez.

-pero….a ti ya te habían dado un cuerpo….un cuerpo de hueso y carne….reviviste mi amor……por eso perteneces aquí….-Kagome seguía llorando, no era justo que por tercera vez, le arrebataran el amor de su vida, simplemente no era justo.

-no……mi amor……yo seguiría con vida…..hasta que Naraku….me necesitara…al llegar el momento en que el, no me necesitara más……yo desaparecería nuevamente…..dejando por segunda vez……este mundo….-Kurama comenzó a acariciar suavemente la mejilla de Kagome.

-quieres decir……que….tu…..noooo……me niego a aceptarlo….no quiero….Kurama…-Kagome se aferro nuevamente a el, ocultando su rostro nuevamente.

-Kagome…-le hablo con firmeza…-entiende……yo no pertenezco a este mundo…y aunque me duela….debo de aceptarlo….se me dio la oportunidad de regresar…..para despedirme de ti….necesitamos resignarnos….mi amor….-esto ultimo se lo dijo con gran cariño y afecto.

-Kurama……siempre te llevare conmigo…..en mi corazón…..y en mi ser…..siempre te recordare mi amor….-Kagome se fue acercando suavemente, al igual que Kurama, un ultimo beso de hace ya tiempo lo habían hecho, que ironías de la vida por un momento te da el amor y te lo arrebata sin compasión, para después traerte a ese ser por segunda ocasión y por segunda ocasión se lo lleva. Ambos seguían besándose dulce y amorosamente, en este beso se reflejaba lo que nunca antes había dejado de sentir, ni el estando muerto, ni ella estando vivía, era un sentimiento que ambos compartirían por la eternidad y que nadie podría borrar. Kurama comenzó a desaparecer poco a poco, desapareciendo principalmente por sus pies, luego sus piernas, su cadera y torso, su pecho y brazos, por ultimo desapareciendo de su mentón suavemente sin dejar de besar a la mujer que amo y que siempre amara, y que quizás algún día cuando ambos re-encarnen, se vuelvan a encontrar pero esta vez nada les impediría ser felices.

Kagome abrió lentamente sus ojos al ya no sentir los labios de el sobre los suyos, con un gran dolor en su pecho, abrió sus ojos para ver a Inuyasha que la abrazaba cariñosamente, aun podía escuchar a Inuyasha sollozar y las palabras que el decía para ella, susurrando suavemente en su oído, Kagome no quiso darle señal a nuestro hanyou que ya había despertado, sus ojos se enfocaron en el lugar donde se encontraba o más bien se había encontrado el núcleo, no había sido parte de su imaginación, había sido cruelmente la realidad.

-Inuyasha…..-susurro suavemente Kagome, mientras correspondía el abrazo dado por su querido hanyou. A pesar de todo nunca lo había podido olvidar, siempre estaba presente en sus pensamientos, en su corazón y en su ser, así como también lo estaba su querido Kurama.

-Kagome…-Inuyasha alejo un poco a Kagome de su cuerpo, para poder apreciar su rostro, una gran sonrisa se surco en el rostro de Inuyasha al ver esos preciosos ojos chocolate que siempre le habían gustado ver, abrazo nuevamente a Kagome estrechándola a su cuerpo. Kagome sonrió dulcemente, nunca cambiaria el siempre se preocuparía por ella, lamentaba lo mucho que lo había hecho sufrir, ahora lo entendía el también era una parte muy fundamental para su vida, ya lo había comprendido desde ya hace algún tiempo, solo que lo había olvidado al sentirse tan herida y sentirse como una segunda opción de consuelo para el, pero ahora estaba equivocada.

-lo logró…-sonrió Sango.

-así es mi querida Sango, nuestro terco Inuyasha, por fin se ha dado cuenta de lo importante que es nuestra Kagome para el…-Miroku llego hasta Sango y la abrazo suavemente por la cintura, era hora de cambiar y el se esforzaría por cambiar y hacer muy feliz a su bella Sango.

Inuyasha ayudo a Kagome a ponerse de pie, tomados de la mano se dirigieron a donde se encontraban Sango y Miroku, quienes se habían adelantado un poco, para dejarles a ellos a solas y aprovechar para que ellos también estuviesen a solas, Kagome se detuvo por un momento su andar con Inuyasha, para darle una ultima vista al lugar donde había partido su amor.

-siempre estaremos juntos mi amor….es una promesa eterna que cumpliré….pero por ahora…..me dedicare a ser feliz a las personas que me rodean……si algo aprendí de ti mi amor……es a ser fuerte y seguir la vida con una gran sonrisa…

Inuyasha y Kagome siguieron su andar, mientras una suave brisa les daba la bienvenida y con ella llevaba una rosa roja, al lugar en donde se había llevado acabo la batalla y la despedida.

Sango y Miroku se casarón, su boda fue muy hermosa Sango con ese precioso vestido blanco que llevaba puesto, claro que yo se lo había regalado, un día ella vio una revista en mi mochila, sobre que era la revista, era sobre vestidos de novia, ella comenzó a verla y me dijo que vestido le había gustado para usar algún día de su boda, pues he aquí el vestido que a ella le había gustado, el monje Miroku se veía muy atractivo, el cambio que el tuvo fue verdaderamente sorprendente ya no era un monje libidinoso, como lo habíamos conocido, fue una boda hermosa, la aldea estaba adornada a los gustos de ambos, se preparo una gran comida para todos los aldeanos, que fueron invitados a la boda, ese día fue el día más feliz para mi y para mi hermana Sango, por que ella en cierto modo lo es.

-mama!...-llego una pequeña niña, de cabello color negro azulado, con unos preciosos ojos color miel, llevaba puesto un vestido color amarillo pastel.

-dime….Kurami…-le respondí dulcemente.

-papa…….dice…que ya es hora de irnos….-se acerco la pequeña hasta a mi.

-dile a tu papa….que ya voy…-la cargue y le di un dulce beso en la frentecita.

-siiiiiiiii…-cuando baje a la pequeña, ella su fue corriendo de alegría, era una niña muy afectuosa, su padre siempre dice "eres idéntica a tu madre, nunca cambies mi bebita". Bien en que me había quedado…..ah si…

Fue una hermosa boda, y es así como terminaron las aventuras de el chico hanyou y sus compañeros, ahora son recordados como una grandes leyendas, todo aquel que conoce su historia se queda verdaderamente, impresionado, no es el fin de las aventuras, solo es un breve descanso antes de que nuestros legendarios aventureros regresen, por segunda ocasión.

-Kagome…….se nos hace tarde…-grito el esposo de Kagome desde abajo.

-si ya voy…-le respondió.

Se han de preguntar quien es mi esposo verdad, pues bueno se que ustedes ya lo saben, es un hombre maravilloso, dulce, cariñoso, muy bien parecido, apuesto a que no saben de quien estoy hablando. Si así es, mi esposo es nada más y nada menos que mi amado….que dijeron ya les dije verdad….jajajaja….bueno como les decía, mi amado esposo y padre de mi dos preciosos hijos…..es verdad….aun no le he dado la noticia a mi marido, de que va a ser padre, seguro se pondrá loco de felicidad, así se puso cuando se entero de que estaba embarazada de Kurami, bueno si ya lo se, he tirado puro rollo, como dicen, mi esposo y el padre de mis hijos es nada más y nada menos, que mi amado INUYASHA.