Después de 7 años… No puedo olvidarte
Capítulo 25- El regreso a la madriguera
Los rayos de sol comenzaban a traspasar los vidrios de la ventana, provocando que la habitación de Ginny Weasley se fuera iluminando poco a poco.
Ginny abrió lentamente sus ojos cuando los rayos del sol llegaron hasta su rostro, la chica se quedó acostada unos momentos más para después levantarse de la cama; se dirigió al baño para darse una ducha, y al terminar, se arregló y salió de su cuarto.
Al llegar a la cocina, divisó a una apurada y ajetreada Molly, yendo de un extremo de la cocina, en donde tenía dos recipientes, ambos con mezclas en su interior siendo batidas mágicamente por sus correspondientes cucharas, al otro, en donde tenía calentando otros dos recipientes y un sartén al mismo tiempo.
-Buenos días mamá- dijo Ginny acercándose hasta Molly
-Buen día querida- respondió la señora Weasley -¿Quieres hacerme el favor de llamar a tu hermano para desayunar?
-Claro- contestó Ginny dando media vuelta y encaminándose hacia las escaleras
Ya que Ginny hubo llegado al cuarto de su hermano, tocó la puerta, y al obtener como respuesta unos sonoros ronquidos, decidió abrirla. La chica divisó a Ron aún dormido enredado entre las sábanas y con la boca ligeramente abierta.
-Ron- decía Ginny moviéndolo ligeramente –Mamá dice que ya es hora de desayunar, levántate- Ron emitió un ronquido más fuerte y se volteó de lado, Ginny puso una mano en su cintura y volvió a llamarlo.
-No molestes- espetó con un gruñido Ron levantando una mano y haciendo un ademán flojo para indicarle a su hermana que se fuera
-Esta bien, como tú quieras- dijo Ginny con una sonrisa maliciosa en su rostro mientras sacaba su varita
La chica rodeó la cama para que Ron quedara frente a ella, apuntó con su varita hacia su hermano, murmuró algo, y de su varita salió un chorro de agua fría que fue a parar directamente a la cara de Ron, este se enderezó completamente sobresaltado y escupiendo el agua que le había entrado por la boca.
-¡Ginevra!- exclamó un furioso y empapado Ron cuando la chica dejó de apuntarle con la varita y comenzó a reírse a carcajadas agarrándose su estómago –Ya verás…
Ron, también con una sonrisa maliciosa, tomó discretamente su varita que se encontraba encima de su mesita de noche y la apuntó hacia su hermana, la cual, tenía los ojos cerrados a causa de la risa y no se había percatado de las intenciones de su hermano
-¡Tarantallegra!- exclamó Ron
Las piernas de Ginny comenzaron a moverse sin control, con lo cual, Ginny dejó de reír y lanzándole a su hermano una mirada fulminante, se recargó en la pared con un poco de dificultad y nuevamente levantó la varita.
-¡Levicurpus!
El hechizo logró que el tobillo de Ron se elevara por los aires, poniéndolo a él de cabeza y al mismo tiempo, en una situación por demás graciosa
-¡Bájame de aquí Ginny!- espetó Ron que aún se encontraba levitando
-¡Primero… quítame… el… hechizo… a mi!- dijo Ginny con dificultad, ya que en ese momento, sus piernas habían comenzado a moverse más que antes, provocando que soltara su varita
-No, bájame primero y después te quito el hechizo
-¡No seas tonto¿No ves que se me cayó la varita?- le espetó Ginny
-¿Qué pasa aquí?- dijo una voz antes de que Ron pudiera contestar
Ginny y Ron giraron las cabezas al mismo tiempo en dirección a la puerta de la habitación, y vieron ahí, de pie y observándolos, a Hermione, la cual, estaba realmente divertida con la escena que estaba presenciando.
-¿Quieres dejar de reír y bajarme de aquí?- le espetó Ron
-Esta bien… ¡Liberacorpus¡Finite Incantatem!- exclamó Hermione; las piernas de Ginny habían dejado de moverse y Ron cayó al piso dando un sonoro golpe
-Gracias- dijo Ginny jadeando y sentándose en el piso
-Podías haberlo hecho al menos con un poco de delicadeza- le recriminó Ron a Hermione mientras se levantaba y se sobaba su parte trasera
-Solo me dijiste que te bajara y eso fue lo que hice- le contestó Hermione sin poder esconder su sonrisa –Y bien¿Por qué se hechizaron mutuamente?
-Ginny fue la que empezó- se adelantó a decir Ron señalando con un dedo a la pelirroja, como si estuviera acusando a su hermana ante su mamá
-No es verdad- lo contradijo Ginny
-¿Quieren contarme lo que pasó como personas civilizadas?- intervino Hermione, a lo que Ginny le contó todo lo ocurrido, provocando que, al terminar, su amiga se riera nuevamente
-Bueno¿Y tú que haces tan temprano aquí?- dijo Ron tratando de cambiar de tema mientras se secaba el cabello y la cara
-Tengo un asunto pendiente que arreglar- contestó Hermione mientras le lanzaba una rápida mirada a Ginny -… Por cierto, Luna me dijo que iba a llegar un poco tarde por que hoy tenía que hacer una entrevista…
-¿Luna?- inquirió extrañada Ginny con el entrecejo fruncido -¿Por qué va a venir?
Hermione y Ron se lanzaron unas miradas de nerviosismo sin saber que decirle a Ginny, pero afortunadamente, la señora Weasley los llamó desde las escaleras para que bajaran, con lo que se libraron de darle una explicación a Ginny.
El desayuno transcurrió tranquilo y sin mayores percances, a menos que se considere como uno, la indiscreción que la señora Weasley estaba apunto de hacer sobre la llegada de Harry, pero afortunadamente Hermione se percató a tiempo e interrumpiéndola sutilmente con la excusa de un ataque de tos, logró que Molly se olvidara por un rato del tema. Después del desayuno, Hermione y Ginny ayudaron a la señora Weasley a recoger la mesa, mientras Ron subía nuevamente a su cuarto para arreglarse debidamente.
-Ginny¿Podemos hablar?- le dijo Hermione
-Claro, vamos afuera- respondió ella señalando la puerta con la mirada. Hermione y Ginny salieron hacia el jardín, y al encontrar lugar bajo la sombra de un gran árbol, se sentaron, una enfrente de la otra.
-Ginny…- comenzó a decir Hermione mirando fijamente a su amiga- Ron me dijo que después de que llegaste de estar con Draco, hace dos días, estabas muy mal, que ni siquiera habías salido de tu cuarto… ¿Qué fue lo que pasó con el para que estuvieras así?
Ginny, que ya había intuido algo del tema ante la mirada de Hermione, apartó la vista sin intención de contarle lo ocurrido, sin embargo, ante la insistencia de su amiga, pensó que era mejor desahogarse y expresarle todo lo que sentía, así que dando un hondo suspiro antes de empezar, comenzó a contarle todo: lo que había ocurrido en la casa de Draco, lo de el día en el que Draco había mostrado una faceta muy diferente diciéndole que la amaba y lo del día anterior, en el cual, al parecer, el había vuelto a ser el mismo chico frío e indiferente… Ginny sentía que un grandísimo peso se le quitaba de encima a cada palabra que decía, y, sin darse cuenta, al terminar de relatarle a Hermione todo lo ocurrido, ya tenía unas lágrimas bajando por sus mejillas
-Ginny…- comenzó a decir con un tono comprensivo Hermione, que no había interrumpido a su amiga mientras esta hablaba –No se que decirte…
-No tienes que decirme nada- dijo Ginny con un hilo de voz
-Dime… ¿Estás segura de tus sentimientos hacia Draco?
-Si… bueno, eso creo- Ginny dijo esto último en un susurro bajando nuevamente la mirada
-Ginny, no puedes estar enamorada de dos hombres al mismo tiempo- le dijo Hermione con un tono comprensivo –Simplemente es imposible… O amas a Harry o amas a Draco
-Pero por Draco estoy sintiendo algo muy especial…
-Pero no tiene que ser necesariamente amor lo que estás empezando a sentir por el –la interrumpió Hermione-… muchas veces confundimos los sentimientos de gratitud, admiración o amistad, con amor
-Entonces, lo que siento por Draco no es…
-No lo se Ginny, solo tu sabes la respuesta a eso, lo único que te pido es que reflexiones en lo que acabo de decirte, y que recuerdes que muchas veces confundimos los sentimientos- Ginny asintió con la cabeza, y después de secarse con la manga las lágrimas que tenía, miró a Hermione con un gesto de profundo agradecimiento en su rostro.
-Muchas gracias Hermione- decía Ginny mientras la abrazaba –No se que haría sin ti
-Nada- le respondió ella con una sonrisa
Ambas chicas siguieron platicando por un largo rato más, hasta que Hermione miró su reloj, y viendo que ya faltaba poco para la llegada de Harry, le dijo a Ginny que era mejor subir a su habitación, argumentado que comenzaba a hacer más calor, a lo que la pelirroja accedió.
20 minutos después de que Hermione y Ginny subieron a la habitación de esta última, tocaron la puerta, y Ron, que se encontraba husmeando en la comida que su mamá aún estaba preparando, fue a abrirla.
-¡Harry!- exclamó alegre Ron –Pensé que llegarías más tarde… que tal Dobby- terminó el pelirrojo agachando su cabeza para contemplar al elfo doméstico con una sonrisa
-Dobby saluda al gran amigo de Harry Potter, el señor Weasley- exclamó Dobby haciendo una profunda reverencia ante Ron
-¿Qué tal Ron?- lo saludó Harry mientras con ayuda de su amigo y Dobby, metía el equipaje dentro de la casa
-¡Harry querido!- Exclamó la señora Weasley muy emocionada abriéndose paso hasta el, para después abrazarlo fuertemente -¡Pero mírate!- dijo separándose de el y examinándolo con la mirada -¡Estás hecho todo un hombre! Y muy apuesto por cierto…
Harry no pudo evitar sonrojarse con la calurosa acogida de la señora Weasley (y menos aún con sus comentarios) pero aún así, no dejó de sentir un profundo cariño y agradecimiento hacia ella, la cual siempre lo había tratado como uno más de sus hijos, recibiendo así, el amor de una madre que le fue injustamente negado…
-Muchas gracias por recibirme en su casa- le dijo Harry a Molly tomando sus manos entre las suyas –No tengo como agradecerle
-No agradezcas nada Harry, sabes que esta siempre será tu casa y serás bienvenido cuando quieras- le dijo la señora Weasley con un gesto maternal -¡Pero vamos, pasa!- terminó con un tono caluroso
Harry le sonrió nuevamente, y entró después de ella, seguido de Ron y de Dobby. Harry, al entrar, se quedó muy sorprendido con el aspecto de la casa, tanto, que casi no la reconoció: no había ni rastro de lo que había sido en un pasado, los muebles destartalados, y demás cosas, habían desaparecido, para dar paso a un sin fin de lujosos muebles, la pintura de la casa también había cambiado, y ahora era de color blanco… en fin, todo estaba muy diferente, y era lógico, ya que debido al éxito que Ron tenía con los Chudley Cannons, y al trabajo como auror que Ginny ejercía, era obvio que ambos contribuyeran a la mejora de su casa.
-¿Te gusta?- le preguntó con una sonrisa Ron a Harry
-Si… es genial- respondió este devolviéndole la sonrisa a su amigo
-Vamos Harry querido, voy a enseñarte tu cuarto- dijo la señora Weasley conduciéndolos hacia las escaleras.
El cuarto en el que se iba a quedar, al igual que el resto de la casa, estaba muy bien arreglado y con varios muebles de muy buen aspecto; Molly, una vez que le hubo enseñado su cuarto, se bajó nuevamente a la cocina, dejando solos a Harry, Ron y Dobby, acomodando el equipaje.
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-¿No escuchaste mucho alboroto?- dijo de pronto Ginny a Hermione –A lo mejor Fred y George ya llegaron
-Si…- respondió algo nerviosa Hermione
-¡Vamos, tengo muchas ganas de verlos!- exclamó Ginny saliendo rápidamente de su cuarto
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-¿Bajamos?- le propuso Ron a Harry cuando terminaron de acomodar el equipaje
-Si- le respondió este, y saliendo del cuarto, comenzaron a bajar las escaleras.
Cuando ambos chicos se encontraban bajando las escaleras que se encontraban frente a la habitación de Ginny, la puerta de esta se abrió repentinamente y por ella salió una chica pelirroja, que sin fijarse por las prisas, chocó con un chico de cabello azabache, provocando que ambos se tambalearan, y Ginny, que estaba a punto de caerse, sintió como una mano la sujetaba delicadamente por el brazo, evitando que ella impactara contra el suelo; Ginny levantó la mirada y su corazón dio un gran respingo al tiempo de que sentía como la cara comenzaba a arderle, ya que, enfrente de ella, veía un par de impresionantes ojos verdes, acompañados por una dulce sonrisa…
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AVANCES DEL PRÓXIMO CAPÍTULO
Capítulo 26- Como en los viejos tiempos
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Entre tanto, Harry y Ginny no dejaban de mirarse fijamente, tanto así que ni siquiera se dieron cuenta de la desaparición de sus amigos. Ginny no podía apartar la vista de los ojos de Harry, no podía romper el contacto visual, ya que con tan solo verlos, sentía como su nerviosismo desaparecía poco a poco al igual que el intenso rubor en su rostro, sin embargo, lo único que sentía que se intensificaba cada vez más, era la agradable y cálida sensación que recorría su cuerpo.
-¿Qué, que haces aquí?- preguntó de pronto Ginny soltándose despacio de Harry al percatarse de que no había dejado de observarlo
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Pero justo cuando Ginny ya hubo salido al jardín, y se dirigía un poco nerviosa hacia donde estaba parado Harry sumido en sus pensamientos, una chica rubia apareció a pocos metros de donde estaba el, provocando que la pelirroja se parara en seco, mirando con recelo a la recién llegada que se dirigía hacia Harry y comprendiendo la razón, que Hermione y Ron no habían querido decirle, por la visita de la rubia a su casa.
-Hola Harry- dijo con una dulce sonrisa Luna
Harry, que ni siquiera se había percatado de que alguien se había aparecido cerca de el, dio un leve respingo al voltear su rostro y ver que enfrente de el estaba Luna, el sintió como su rostro se sonrojaba levemente y su estómago daba una ligera sacudida.
-Hola Luna- le dijo Harry llevándose involuntariamente una mano a la nuca
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N/A: Hola de nuevo!!! Bueno, ahora si… Qué tal estos dos capítulos??!! Espero que los hayan disfrutado… Y bueno, la otra razón por lo que también puse este capítulo al mismo tiempo que el anterior, fue por que a lo mejor ( digo, a lo mejor, eh!!jeje) No puedo actualizar la semana que viene… Ya me han dejado montones de tarea, un trabajo en equipo y creo que eso es lo que me va a quitar la mayor parte de mi tiempo libre (tomando en cuenta que solo estoy completamente libre como 1 hora y media al día… y eso si no se me junta la tarea…) Y bueno, de cualquier manera, si puedo, actualizaré la próxima semana… En fin, me voy… Y de nuevo, gracias mil por seguir leyendo, aguantándome y dejar sus comentarios…
Besitos
Los dejo… Se cuidan, y si se portan mal, me invitan!!! (Jajaja, que colada soy, Jajaja, es broma)
Mary
Futura de Radcliffe