Después de 7 años… No puedo olvidarte

Capítulo 30- Entre noticias y algo más…


-Ron…- fue la única palabra que Hermione pudo decir después de pasados unos largos e interminables segundos de que ella encontrara un espléndido anillo de oro con un hermoso diamante incrustado, y las palabras "Quisiera compartir el resto de mi vida conmigo… ¿Aceptas?" escritas en la tapa de la caja, con un hermoso destello verde en estas… No, no podía ser… ¿Ron en verdad le estaba proponiendo matrimonio? No, debía de ser una broma… no, una broma no era, tenía que ser un sueño¡Si!, eso era, solamente un hermoso sueño del cual ella no tardaría en despertar y darse cuenta de la realidad, que nada tenía que ver con esto, sin embargo… "No, esto es real" pensó Hermione para sus adentros mientras notaba claramente como el pulso, junto con los latidos del corazón, se le aceleraba rápidamente, al igual que su respiración que también comenzaba a entrecortarse, los nervios empezaban a hacerse presentes a una velocidad asombrosa, adueñándose de ella…

Ron, dejando sobre la mesa los vasos que aún llevaba en las manos, se encaminó hacia el lugar donde Hermione todavía se encontraba muy quieta debido a la repentina sorpresa; el chico se sentó a su lado y, con cuidado, tomó la cajita con el anillo que aún estaba sobre la pizza, y sosteniéndolo con una mano, lo colocó en el limitado espacio que lo separaba de la chica.

-Hermione- comenzó a decir Ron, mirándola profundamente a los ojos con un extraño brillo –Se que no soy perfecto, que tengo más defectos que virtudes –Hermione abrió la boca para decir algo, pero el chico, con la mano que tenía libre, le puso sutilmente un dedo sobre los labios, para que lo dejara continuar –Se que he hecho muchas tonterías, y una de las más grandes, fue el haber preferido mi trabajo que preferirte a ti, fui un completo tonto al no darme cuenta de ese garrafal error… no sabes cuanta falta me hiciste en todo este tiempo en el que estuvimos separados, no dejaba de sentirme incompleto y muy vacío, aunque¿Sabes? Eso me hizo darme cuenta de que nunca en mi vida me iba a encontrar a una mujer tan espectacular y sensacional como tú, eso me hizo comprender que no podía dejarte ir así como así… se que por lo que te he dicho, no soy digno de ti, se que a lo mejor no merezco a una maravillosa persona como lo eres tú, pero… Hermione, te amo, te amo como nunca pensé llegar a amar a alguien en mi vida, te amo con todas las fuerzas de mi corazón, sería capaz de dar todo con tal de que estés a mi lado, y te juro que nada me haría más feliz que aceptaras compartir conmigo el resto de nuestras vidas, que juntos formemos una familia y que nunca nos separemos… - Ron se arrodilló en frente de la chica- por eso, Hermione Jane Granger, te pregunto¿Aceptarías casarte conmigo?

Hermione se tapó la boca con una mano, y mirando a Ron, comenzó a derramar más lágrimas, provocando que su cuerpo comenzara a temblar un poco… No lo creía, no podía… ¡Ron en verdad le había propuesto matrimonio! No sabía como expresar lo que sentía en esos momentos, una gran felicidad emanaba dentro de su ser, una felicidad que hacía mucho no sentía… Hermione, sin poder contenerse más, se bajó del sofá y se abalanzó contra el pelirrojo, abrazándolo fuertemente, y, con la voz entrecortada a causa de la emoción y los sollozos, logró responderle

-Ron, nada en este mundo me haría más feliz que pasar el resto de mi vida contigo y compartir, junto contigo, la alegría de ser padres… Te amo Ron, te amo con todas mis fuerzas, y por lo tanto, Si Ronald, acepto casarme contigo

Hermione, sin poder evitar seguir derramando lágrimas y con el rostro bañado de estas, se separó un poco de Ron, dejando ver la expresión de suma felicidad que irradiaba en esos momentos, esa felicidad que el chico le brindaba; Ron, también con una expresión igual que la de Hermione, pasó suavemente su mano por el rostro de la chica, para limpiarle una de las muchas lágrimas que aún brotaban de sus ojos; el chico sacó el anillo de la cajita, y delicadamente, se lo puso a Hermione, sintiendo como esta temblaba ligeramente; ella contempló unos segundos el anillo que ya estaba en su mano, mirando después a Ron

-Gracias- le dijo Hermione con un hilo de voz

-¿Por qué?- le preguntó Ron mientras tomaba la mano de la chica

-Por esto, por hacerme la mujer más feliz del mundo

-En ese caso, el que debe agradecer soy yo, por haberme concedido el honor de ser mi esposa

Hermione le sonrió tiernamente y se acercó al pelirrojo, rodeándolo con sus delicados brazos para atraerlo aún más hacia si y poder darle un apasionado beso; Ron le correspondió de igual manera, con amor, con pasión, con deseo… el chico, impulsado fuertemente por estos dos últimos sentimientos, comenzó a recorrer con sus manos la esbelta figura de Hermione, y ella, sintiendo exactamente los mismos impulsos que Ron, pasión, deseo, le quietó el saco y comenzó a desabotonarle la camisa, recorriendo a su vez el fuerte y varonil pecho del chico… Ron bajó los labios hasta el cuello de ella, recorriéndolo con suaves pero excitantes besos, al tiempo de que ambos se dejaban recostar sobre la cómoda alfombra… Hermione sentía como el cuerpo de Ron estaba encima suyo, aprisionándola en un momento de profundo éxtasis para ambos, sentía y recibía con sumo placer las caricias que Ron le propiciaba, estremeciéndose cada vez más con cada una de estas, sentía como la varonil mano de Ron comenzaba a acariciar sutilmente una de sus suaves piernas… la agitada respiración que Hermione tenía, solo pudo ser detenida por un instante por otro profundo beso de Ron, lleno de deseo y pasión…

Ambos estaban muy consientes de lo que estaba a punto de ocurrir, pero a ninguno le importaban las consecuencias ni nada de eso, lo único que querían, era volver a demostrarse su amor, ese amor tan puro, el amor que los unía fuertemente a ambos, querían volver entregarse al otro con el mismo placer como el que demostraron la primera vez, hace ya unos cuantos años atrás, cuando aún se encontraban en el lugar que había sido su hogar por siete años, en Hogwarts, justo cuando aún cursaban su sexto y penúltimo año…

Ron, impulsado por el deseo que cada vez se hacía más grande, comenzó a quitar el negro vestido que portaba Hermione, mientras, que a medida que la prenda se deslizaba por el cuerpo de la chica, Ron besaba sus suaves y tersos hombros; Hermione, a su vez, con una mano comenzaba a desabrochar el cinturón del chico, mientras que con la otra, hacía que la cabellera del chico se enredara entre sus dedos, pero, de repente, en el silencio de la casa, que solo era roto por las agitadas respiraciones de los jóvenes y el crepitar de las llamas, se escuchó un fuerte "Plof" proveniente de la cocina, y seguido de este, la voz de una mujer

-¡Ron, ya llegué¿En donde estás?- decía la voz de Molly Weasley, cuyos pasos se escuchaban cada vez más cerca de medida de que salía de la cocina y se encaminaba hacia la sala, justo al lugar en donde los chicos se encontraban

Ron y Hermione se enderezaron repentinamente e intercambiaron una rápida mirada cargada de nerviosismo, y rápidamente comenzaron a arreglarse: Hermione a ponerse apropiadamente el vestido a acomodarse el cabello, y Ron, a ponerse rápidamente la camisa, abotonándola con tal rapidez, como si su vida dependiera de ello (y en realidad, así era)

-Aquí estás, pensé que habías salido- dijo la señora Weasley al entrar a la sala -¡Hermione¡Que gusto me da verte! No sabía que ibas a venir

-Buenas noches señora Weasley- la saludó Hermione entre un enorme abrazo muy caluroso

-¿Pero qué les pasa?- preguntó la señora Weasley colocándose enfrente de los chicos, mirándolos con el entrecejo fruncido -¿Y por qué traes así la camisa Ron?

Molly había hecho estas preguntas al darse cuenta del extraño aspecto que ambos jóvenes ofrecían: sus rostros estaban con una fuerte tonalidad roja, y en el caso de Ron, tenía mal abotonada la camisa (saltándose varios botones); Hermione y Ron se lanzaron unas fugaces miradas, como tratando de decir al otro que inventara una excusa, cualquiera…

-Este… ¿No quieres pizza, mamá?- inquirió Ron con naturalidad, diciendo lo primero que se le había ocurrido

-¿Pizza?- preguntó extrañada la señora Weasley, mirando con recelo el trozo de pizza que Ron le ofrecía

-Si, es una comida muggle, pero a pesar de eso, es muy sabrosa- le explicó Ron

-No, gracias- contestó tajante Molly –Mejor voy a preparar una cena decente

Dicho esto, la señora Weasley se dio media vuelta, y lanzándole una última mirada desconfiada a la pizza, se alejó, diciendo algo como "Estos muggles ya no saben ni que inventar…"

Ron y Hermione se miraron con una clara expresión de profundo alivio en el rostro, y dando un suspiro, se dejaron caer pesadamente en el sillón

-Por poco- susurró Ron, llevándose una mano a la frente y cerrando los ojos

-Al parecer vamos a tener que esperar hasta nuestra noche de bodas- le dijo Hermione inocentemente mientras se recargaba en el hombro del pelirrojo

-Ron abrió los ojos y se le quedó mirando como si lo que la chica dijo, fuera algo completamente inconcebible, inaceptable; Hermione, como si sintiera la mirada que Ron le estaba lanzando, levantó el rostro y le sonrió maliciosamente para después darle un corto beso

-¿Cuándo les vamos a decir?- preguntó la chica, volviendo a recargar su cabeza en el hombro de Ron

-Si quieres, aprovechamos esta noche, en la cena cuando los demás lleguen- le contestó Ron mientras pasaba su brazo por los hombros de la chica

-Te amo Ron

-Y yo a ti Herm, con todas mis fuerzas

Ron y Hermione se fundieron en otro apasionado beso, el cual, fue interrumpido por el grito de la señora Weasley…

-¡Ronald¡¿Qué le has hecho a mi cocina?!

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El ruido de los cubiertos, platos y vasos, se escuchaba claramente en el comedor de la madriguera, el cual, ya estaba ocupado por las tres personas que faltaban en llegar, y las tres que ya se encontraban en la casa.

-Tengo un anuncio que hacerles- dijo de pronto Ron cuando ya todos hubieron acabado de cenar, levantándose de su silla, después de haberle lanzado una mirada como de duda a Hermione, la cual, respondió con una sonrisa y un asentimiento de cabeza

-¿De qué se trata Ron?- preguntó con curiosidad el señor Weasley

-Bien, este, nosotros… -Ron no podía encontrar las palabras correctas, sin embargo, Hermione lo tomó de la mano, se la apretó levemente, y este, relajándose más gracias al gesto de la chica, siguió hablando –Nosotros hemos decidido… casarnos

Después de esta última palabra, el silencio se hizo presente, hasta que, pasados unos segundos, Ginny habló, sin poder contener su tono de profunda emoción

-¿En verdad?

-Si Ginny- fue Hermione la que le contestó –Ron y yo vamos a casarnos

Ginny inmediatamente se levantó de la mesa y fue corriendo feliz hacia donde se encontraban los futuros esposos para abrazarlos calurosamente.

-¡Muchas felicidades!- exclamó Ginny mientras abrazaba a Hermione -¡Sabía que ibas a terminar siendo mi cuñada!

Harry siguió el ejemplo de Ginny, y con una enorme sonrisa que no le cabía en el rostro, se acercó a sus amigos, y los felicito con una gran emoción.

-¡Enhorabuena! Le exclamó Harry al pelirrojo mientras lo abrazaba –Espero de corazón que sean muy felices

-Gracias- le respondió muy agradecido Ron

Por otra parte, tanto Arthur como Molly, se habían quedado inmóviles, en sus asientos, contemplando como Harry y Ginny felicitaban muy animadamente a Ron y a Hermione; el señor Weasley pareció salir de su trance repentinamente, y con paso lento, se colocó en frente de su hijo y de su novia, los cuales, se habían puesto nerviosos por la reacción que Arthur y Molly pudieran tener.

-¿Están seguros de esto?- preguntó finalmente el señor Weasley, con un tono serio, pero tranquilo

-Muy seguros papá- le respondió Ron al tiempo de que sujetaba con firmeza la mano de Hermione

-Esto es un gran paso…

-Lo sabemos señor Weasley- fue Hermione la que habló ahora –Pero nos amamos y estamos muy seguros de esto

Arthur miró alternadamente a los dos jóvenes, posando su mirada por largos segundos en cada uno, y a Harry, que había estado observando la escena muy atento, le pareció ver que el señor Weasley solo estaba confirmando en la mirada de los jóvenes, el gran amor que estos se tenían, formando así, una gran sonrisa al ver reflejado ese hermoso sentimiento en los ojos de ambos.

-Cuentan con mi bendición- dijo finalmente Arthur, ampliando aún más su sonrisa

Hermione, que hasta ese momento había estado más nerviosa que Ron, soltó un suspiro de alivio, y sin poder evitarlo, abrazó a Arthur, soltando unas cuantas lágrimas.

Molly, que no había dicho ni una sola palabra desde que Ron había dicho la agradable noticia, se levantó de su asiento, y al igual que su marido, se encaminó lentamente hacia los jóvenes, lo que ahora esperaban impacientes y nerviosos, la reacción de ella.

-Mi pequeño Ronnie- dijo de pronto con un hilo de voz Molly, antes de abalanzarse sobre el, mientras lloraba a lágrima viva –No… puedo… creer que… ya seas… todo un… hombre…

-Mamá…- le dijo Ron algo abochornado

-Mi niño pequeño…- Molly tenía el rostro de su hijo entre sus manos –Estoy muy orgullosa de ti…

Molly volvió a abrazarlo fuertemente, mientras el, se ponía con un tono cada vez más parecido al de su cabello; momentos después, Molly se separó de Ron, y mirándolo fijamente, le dijo:

-También cuentas con mi bendición, hijo

Ron le sonrió, y ahora el fue el que le dio un fuerte abrazo; después de esto, la señora Weasley, se volvió hacia Hermione, y como lo hizo con Ron, también le dio un abrazo afectuoso

-No podría haber mejor mujer para mi hijo- le dijo Molly a la chica –Cuídalo mucho Hermione, mi hijo vale oro

-Lo se señora Weasley- le contestó Hermione lanzándole una fugaz mirada a Ron –Y descuide, que voy a cuidar de Ron hasta con mi propia vida

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AVANCES DEL PRÓXIMO CAPÍTULO

Capítulo 31- A unos cuantos pasos de la boda…

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Una semana… una semana era el escaso tiempo que faltaba para el día 28 de octubre, día en el cual, dos jóvenes unirían sus vidas para siempre, siete días era lo único que restaba para que estas dos almas se juraran amor eterno hasta la muerte, en presencia de tanto la comunidad mágica como de la muggle… siete escasos días para que Hermione Granger y Ronald Weasley contrajeran matrimonio.

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Debajo de este cielo, un joven rubio de ojos verdes, iba caminando con la mirada perdida y sumido profundamente en sus pensamientos; el chico se encontraba en una gran pradera, en la cual, existía un pequeño y fantasmal pueblo; pero el, al parecer, no se había dado cuenta en el lugar que se encontraba ahora, ya que ya llevaba unas cuantas horas caminando, solo, dejando que sus pies lo condujeran sin un destino en particular, dejándose llevar por su instinto inconsciente, sin imaginarse si quiera, que al dejarse llevar por ese extraño instinto, estaría a punto de marcar su existencia, de arruinar su vida, y al mismo tiempo, la de otras…

-No debo dejar que esto se quede así- pensaba el chico, sintiendo como la rabia que lo llevaba carcomiendo desde unas semanas atrás, iba cada vez en aumento, mezclándose con un sentimiento mortal… el odio –Voy a hacer que ambos deseen jamás haberme conocido, voy a hacer que lloren lágrimas de sangre, lo voy a…

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N/A: Hola!!!!!!!!! Cuanto tiempo, no lo creen??!! (Jajaja, bueno, dos semanas.. pero aún así!!!jeje) Bueno, una disculpa por el nuevo retraso.. pero es que ya estaba en exámenes y ni siquiera había podido entrar a internet como era debido… pero bueno, el caso es que ya estamos aquí, jeje… Espero les haya gustado el capítulo, al igual que los avances, jeje… Vale, los dejo… Ya saben, los invito a leer mis otras locuras… Basta con hacer clic en mi Nick y ya está

Bueno, yo me despido… Un abrazo a todos!!!

PD- El 18 de Noviembre es el estreno de HP4 aquí en México, si!!!!! (Jajaja, lo siento.. pero en vdd estoy super emocionada!!! Jajaja)

Mary

Futura de Radcliffe

En planes de un fic post-HBP