Capítulo 12
Entraron al Gran Comedor. Como Hermione lo suponía todos comenzaron a cuchichear cuando la vieron entrar. Los Slytherin la veían burlones y le mandaban besitos. Zabini la veía con rabia, creyó que le había hecho algo el día anterior. Todos sus compañeros se burlaban del Slytherin, sobre todo Malfoy.
-Mira Zabini –dijo burlón- Tu sangre sucia ya llegó, no piensas ir a saludarla? O es que hay mucha gente como para sus muestras de afecto, jajaja
Zabini lo miró con odio y salió corriendo. Camila, que estaba comiendo, no levantaba la mirada de su plato porque tenía una sonrisa enorme adornando su rostro y se aguantaba las ganas de echarse a reír.
-Maté dos pájaros de un tiro –pensó Camila- Fastidié a la sangre sucia ratón de biblioteca y fastidié al desgraciado de Blaise, ¿puede pasarme algo mejor?
Un ruido interrumpió las risas y comentarios de todos, eran las lechuzas mensajeras, que entraban para entregar sus envíos. Como siempre, Malfoy recibía correspondencia, cartas y paquetes de dulces.
Camila vio cuando Millicent recibía una carta de su padre. De pronto, una lechuza dejó un pequeño paquete frente a ella.
-Para mi? –preguntó Camila extrañada
Miró el paquete, tenía una envoltura azul. Lo abrió, era una cajita de terciopelo también de color azul. La abrió y se quedó con la boca abierta.
-No puede ser –murmuró sorprendida
Millicent se acercó a ver el regalo y puso una expresión similar.
-La medalla –susurró Millicent- Alguien te la envió
Camila buscó una nota, pero no llevaba ninguna. No sabía quién se la había enviado.
-Es preciosa! –dijo en voz alta, sin darse cuenta
Todos los de su mesa voltearon a verla.
-Qué –les dijo agresiva- Se les perdió algo?
Malfoy veía a su amiga tratando de adivinar el motivo de su sorpresa, cuando se topó con la cajita azul en las manos de Camila. La muchacha sacó con sumo cuidado la medalla y la puso en su palma izquierda.
-Quién te la habrá enviado? –preguntó Millicent
-No sé –contestó Camila confundida
De pronto levantó la vista y se topó con la de Draco. Volvió a mirar la medalla, se puso de pié y se acercó a Malfoy. Lo agarró del brazo y lo sacó del Comedor. El muchacho no puso ningún tipo de resistencia. Caminaron un poco, hacia un lugar vacío, donde Camila se detuvo.
-Tú me la mandaste? –le preguntó mostrándole la medalla
-No –dijo Draco seguro- Cómo la tienes?
-No fuiste tú? –se extrañó Camila- En serio no fuiste tú?
-Ya te dije que no –contestó él- No tuve tiempo de pedirle a mi madre que te la compre
Camila sonrió satisfecha, agarró la medalla con el puño cerrado y volvió al Gran Comedor, seguida por la mirada extrañada de Draco.
-No fue Draco –le comentó a Millicent
-Entonces?
-Estamos peor que al principio, no tengo ni idea de quién me la regaló –ella y Millicent volvieron a ponerse de pié para marcharse
Cuando iba saliendo Lila la detuvo. Camila la miró seriamente.
-Necesito hablar contigo –le pidió Lila- Por favor
Camila le pidió a Millicent que se adelantara, ella así lo hizo aunque no del todo convencida.
-Qué quieres –dijo molesta Camila
-Sé que estás enojada por lo del otro día –repuso Lila- No quise tratarse así, no sé qué me pasó, estuve algo hormonal
La cara seria de Camila desapareció y se echó a reír.
-Jajaja, hormonal? –se burló- Ni que estuvieras menopaúsica, jaja
-No te burles –se ofendió Lila- El caso es que no quise tratarte así de mal
Camila dejó de reír y miró a su amiga.
-Espero que no dejes que los demás te influencien en cuanto a tu opinión sobre mi
-Claro que no –contestó sonriente Lila- Amigas de nuevo?
-De nuevo? –preguntó Camila- Pase lo que pase tú y yo no dejaremos de ser amigas
Camila sonrió y Lila la abrazó de alegría.
-Eh...Lila -dijo apenada Camila- Bonita demostración de afecto, pero no es necesaria
Lila la soltó.
-Olvidé que no te gustan las demostraciones de afecto
-Me alegra que lo recuerdes –sonrió nuevamente- Sabes que soy así
-Al menos dame un apretón de manos –le dijo, extendiendo su mano derecha
Camila estrechó su mano y le dio un apretón.
Con las cosas en mejora, aunque Camila aun no hablaba con Draco pero sí con Lila, pero no mucho por las diferencias de Slytherin con Gryffindor, habían pasado dos semanas. Camila había estado entrenando con la ayuda de Oliver, por pedido de Lila. Había llegado la fecha de las pruebas de ingreso al equipo de Slytherin.
-Bien! –gritó petulante Flint- Los llamaré uno a uno para que realicen la prueba. Recuerden que sólo queda un puesto de guardián y que sólo tomaremos al mejor!
El nombrado debía ponerse frente a los 3 aros, mientras los integrantes del equipo lanzaban un montón de quaffles que el guardián debía contener. Draco sólo miraba, volando un poco más arriba.
-Grissi, Camila? –llamó Flint sorprendido
Todos voltearon extrañados a ver a la muchacha, ¿cómo una mujer se había atrevido a inscribirse?. Al verla, Marcus comenzó a refunfuñar.
-Qué demonios crees que hiciste! –le gritó a Camila- Eres una mujer, no se aceptan mujeres en el equipo! Qué parte de NO MUJERES no entendiste?
-El profesor Snape me dio la autorización –dijo Camila sin inmutarse- Por eso puedo hacer la prueba
Draco veía a su amiga desde donde estaba, creyó que no iba a presentarse, porque según él, después de dejar de hablarle ya no había entrenado. Aun así, miraba divertido la osadía que tenía ella para discutir con el malhumorado Flint.
-Snape? –preguntó Marcus incrédulo- Tienes autorización de Snape?
-Sí, mira –dijo Camila mostrándole un pergamino, donde figuraba claramente la letra de Snape
"Yo, Severus Snape, autorizo a Camila Grissi a presentarse a las pruebas de ingreso al equipo de quidditch de Slytherin y que la evalúen como al resto de los aspirantes"
-Es imposible –dijo Flint- Yo soy el entrenador aquí, no puedo permitir que entres
-Flint! –le gritó Draco- Tú eres el entrenador, pero yo soy el capitán. Si Snape dio la autorización no podemos contradecirlo. ¡Oigan todos, el turno es de ella
Draco volvió a elevarse, lo mismo que el resto de sus compañeros, aunque Flint lo miraba con rabia.
-El desprestigio del equipo recaerá sobre ti Malfoy –susurró rabiando
En las graderías, Lila y Oliver esperaban a que Camila haga su ingreso triunfal.
-Me temo que Flint no la quiere admitir –dijo con pesar Wood
-No es justo! –se quejó Lila- No pueden discriminarla sólo por ser mujer
Cuando vieron que Draco bajaba a dar indicaciones y que luego todos tomaban nuevamente a sus puestos, mientras Camila se levantaba en vuelo, Lila respiró tranquila.
-Suerte –murmuró- Tú puedes amiga
Draco se acercó y se puso en frente de Camila, que lo miraba sin darle importancia.
-Como habrás visto, la prueba consiste en atajar la mayor cantidad de tiros que puedas, lanzados no sólo por nuestros cazadores, sino también por nuestros golpeadores –le dijo el muchacho- Estás lista?
-Sí -respondió ella, dirigiéndose a los aros.
Cuando se hubo colocado, Draco hizo una seña y los tiros comenzaron a dirigirse hacia Camila, que los despejaba de muy buena manera.
De pronto, Flint se acercó y los detuvo.
-Bien –les dijo, alcanzándole a sus golpeadores sus bates- Ahora tiren con los bates
-Pero... –refutó Bole- nunca lo hicimos así
-Ahora sí lo harán, obedezcan! –aulló Flint, provocando que los dos muchachos lo obedecieran.
Los cazadores se apartaron, Draco ni se inmutó.
-No es justo! –gritó Lila- Abusivos!
-No puede ser –se preocupó Oliver- Se nota que Flint hará hasta lo imposible por dejar a Camila fuera
Camila no dejó su aspecto sereno. Cuando comenzaron a lanzar los tiros, le costó más trabajo, pero aun así no dejó que le anotaran.
Flint se apretaba los puños con rabia, debía encontrar una excusa para dejarla fuera del equipo.
-Suficiente! –dijo Draco- Ella pasó la prueba
Se acercó y se puso frente a ella.
-Grissi –le dijo- De 50 lanzamientos detuviste 50, te felicito
-Gracias –dijo, esbozando una media sonrisa, muy complacida
-Grissi –se acercó Flint- No admitiré que entres al equipo porque eres una traidora
Camila lo miró extrañada.
-Qué? –le preguntó
-Ni creas que no me enteré que Wood te estuvo entrenando –respondió satisfecho de su maldad- No admitimos traidores. Si quieres ser guardiana, vé y pídele a Wood que te meta en su equipo
Draco miró extrañado a su amiga, él no sabía nada de eso.
-No puedes hacerme eso –reclamó Camila- No importa quién me haya ayudado a entrenar, el caso es que pasé la prueba
-Pensaste que te dejaría entrar para que le regales el partido a tu novio Potter? -dijo burlón
-Mira imbécil –se enojó Camila- Primero, el cabeza rajada no es nada mío. Segundo, mi vida privada no es asunto tuyo y tercero, ten los suficientes pantalones como para admitir que lo que no te parece es que una mujer haya resultado mejor que ésa bola de inútiles
-Piensa lo que quieras –dijo Marcus resuelto- No entras
Camila lo miró con rabia.
-Ella tiene razón –se escuchó- Ganó la prueba, no importa quién la haya entrenado. Además no creo que sea capaz de traicionarnos sabiendo que Snape confía en ella
Todos voltearon a ver a Draco, que los miraba decidido.
-Muy aparte de su vida privada, Camila demostró lealtad a la Casa, así que está en el equipo
-No seas torpe –le regañó Flint- No puedes permitir que entre! Será una vergüenza para todos! Una sangre sucia, novia de Potter! Absurdo!
Draco se colmó y lo agarró de la túnica.
-Respétala –le advirtió- Ella es mi amiga
Flint tragó saliva. Camila sonreía agradecida.
-Bienvenida –dijo Draco soltando a Marcus- Los entrenamientos son todos los días de 13 a 15.
Sin decir más, se fue. Camila se acercó a él.
-Draco –le llamó
El muchacho se detuvo, aunque no volteó, desde hace mucho que su amiga no lo nombraba ni le hablaba.
-Gracias –dijo Camila
Draco volteó y le sonrió, para luego marcharse.
-Camila! –se escuchó un grito de algarabía, era Lila- Felicidades!
Lila se acercó a felicitar a su amiga, saltó sobre ella y la abrazó, Camila sonreía divertida. Oliver la felicitó y Camila le agradeció a él por la ayuda.
-Los de Gryffindor van a matarme –bromeó Oliver- Sólo espero que no me hagas arrepentir de haberte ayudado
-Eso deseo –respondió Camila- Sólo así sabré que lo estoy haciendo bien
-Matarme o arrepentirme? –preguntó sonriente el muchacho
-Mmmm –pensó Camila, luego sonrió- Lo segundo obviamente, lo primero se lo dejo a Potter, jaja
Oliver y Lila la miraron sorprendidos, no sabían cómo reaccionar.
-Era broma –les dijo Camila como regañándolos- No me miren con esa cara!
Era un día sábado, Camila estaba muy nerviosa sentada en el sillón de siempre en la Sala Común de Slytherin. Nagi estaba durmiendo en su regazo.
-Lista? –se acercó a preguntarle Draco
-Si lista siempre he sido –respondió sonriente
-Muy graciosa -dijo devolviéndole una sonrisa- Lista para jugar tu primer partido?
-Supongo que sí –dijo acariciando el lomo de Nagi
-Ya vámonos
-Está bien –contestó resignada
Levantó a Nagi y lo puso sobre el sillón. Tomó su escoba y salió con Draco.
-Nunca me dijiste quién te dio esa escoba –le cuestionó el muchacho
-Ya te digo que ni yo misma lo sé –respondió ella- Un tipo muy extraño me la regaló de parte de alguien más
-Sólo falta que haya sido Weasley disfrazado y que te haya buscado por pedido de Potter –se burló Draco
-Deja ya de molestarme con Potter –se molestó Camila- A menos que quieras que empiece a fastidiarte con Pansy
Draco se paró en seco y la miró duramente.
-Eso ni en broma
-No que no? –se burló Camila mientras continuaban con su marcha
-No sé por qué te molestas, si luego te llegó otro regalo que no sabes quién te hizo
-Eso no significa que el cabeza rajada me mande regalos
Dejando el tema, llegaron a la cancha de Quidditch, donde el resto del equipo los esperaba.
-Menos mal que llegaste –dijo Montague- Marcus avisó que no venía
-Qué haremos sin entrenador –se preocupó Bole
-Slytherin no necesita a Flint –contestó Draco- Para eso estoy yo y para eso están ustedes, para jugar y para ganar
-Bravo! –se burló Camila mientras aplaudía y fingía limpiarse unas lágrimas- Ésas fueron las solemnes palabras de nuestro querido capitán...
El resto de sus compañeros la miraban extrañados por la forma en la que se burlaba de Draco. Éste no se inmutó y disimuló la risa.
-Camila –dijo en fingido tono de reproche- Vas a escucharme o no?
-Claro! –dijo Camila- Pero no ahora porque tenemos que cambiarnos
-Tienes razón –la apoyó Draco- Apúrense
-Oye, Draco –dijo Camila- Dónde se supone que me voy a cambiar yo? Supongo que no aquí con ustedes
-Puedes disfrutar el espectáculo –se burló de buena fe Derrick- Supe que los muggles pagan en ocasiones por ver a la gente desnuda
Camila no supo qué contestar, en lugar de su respuesta su rostro tomó el color del cabello de Ron, provocando la risa de sus compañeros.
-Muy gracioso Derrick –contestó Camila después de reaccionar- Será mejor que utilice mis propios medios
-Qué harás? –preguntó Draco
-Cambiarme aquí –contestó pícaramente Camila- O quieres que me cambie en el vestidor de Ravenclaw?
-Qué! Estás loca! –vociferó Malfoy- Estás entre varones!
-Y eso qué –dijo serenamente la muchacha- Ya verás
Draco no supo qué decir. Camila se sacó la túnica, sacó su varita y empuñándola dijo Vestire cambiare y al instante apareció su uniforme de Quidditch.
-Viste? No es nada del otro mundo –comentó Camila- Bueno, los dejo para que se cambien, mis inocentes y puros ojos no pueden tener el tipo de visiones que van a dar. Adiós...
Camila salió y se encontró con el profesor Snape.
-Señorita Grissi –dijo Snape- Espero que esté lista para el partido
-Más que lista, señor –contestó Camila- Ansié este momento desde hace mucho
-Usted quedará en la memoria de Slytherin –comentó el profesor diplomáticamente
-Como Tom Riddle? –añadió la muchacha, provocando una mirada de sorpresa en su interlocutor- Eh...perdón, no sé por qué lo dije
-Por qué mencionó ese nombre? –preguntó ansioso Snape
-Porque leí que en su tiempo Riddle logró muchas medallas para Slytherin, aunque no precisamente en Quidditch, pero bien vale la comparación –explicó Camila- Supongo que él es un símbolo de la Casa que muy pocos conocen
-Sabe de quién está hablando? –preguntó algo asustado Snape
-Ah, sí! –dijo con naturalidad la muchacha- Ahora que recuerdo, después de Hogwarts, él prefirió cambiar de nombre y no es recordado de grata manera
-Entonces si sabe quién es, por qué cree que es un ejemplo?
-Porque demostró que para ser poderoso no se necesita ser sangre limpia, como irónicamente deseaba Salazar Slytherin para sus herederos –contestó fríamente- Aunque claro, muchos lo juzgan por haber elegido un lado contrario al suyo
-Riddle no puede ser tomado como buen ejemplo –dijo Snape
-Tal vez no como Voldemort –contestó Camila- Pero sí como Riddle, un estudiante sobresaliente de Hogwarts
-Camila –le llamó Draco- Es hora de irnos
Camila inclinó un poco su cabeza en señal de despedida y siguió a su amigo. Snape se había quedado sorprendido ante las respuestas de la muchacha.
Los equipos entraron. Como siempre, todos en contra de Slytherin menos su propia casa. Aunque la novedad era que en Gryffindor, Lila y Oliver alentaban a Camila. Mientras Ron la abucheaba más que a todos aunque menos que a Malfoy.
Lee Jordan hacía los comentarios.
-Y allí está señores –gritaba el moreno- Camila Grissi, la nueva guardiana de Slytherin y la primera mujer que forma parte del equipo!
-Bravo! –aplaudía emocionada Lila- Ésa es mi amiga! La que aparecerá en la historia aunque no sea un saurio! Aunque no haya descubierto nada de nada!
Oliver sólo reía por las ocurrencias de Lila. Harry los veía a ambos con sospecha, ignorando el partido.
-Y completan el equipo –siguió Jordan- Malfoy como buscador y capitán; Warrington, Montague y Adrian Pucey como cazadores, mientras que los golpeadores son Derrick y Bole!
Se escucharon vítores y aplausos de los Slytherin, mientras los demás abucheaban.
-Babosos –pensaba Camila- Ahora van a saber lo que es bueno
-Ya lo saben –les dijo Malfoy mientras formaban un círculo- Antes de yo encontrar la snitch, deben anotar muchos puntos para ridiculizar a éstos idiotas, y tú Camila no debes dejar que te anoten
-Ok –respondió Camila, como si fuera la cosa más fácil del mundo- Así lo haré
-Ahora ingresa el equipo de Ravenclaw –anunció Lee Jordan, provocando gritos de júbilo de más de la mitad de los espectadores- A la cabeza de su capitán Davies, están Diamond, Mason, Callahan, Harper, Seaman y finalmente su buscador, Di Carlo!
La señora Hooch se acercó volando en su escoba con la quaffle en uno de sus brazos.
-Malfoy, Davies, dense la mano –ordenó Hooch, ambos capitanes así lo hicieron- No lo olviden, quiero juego limpio!
Y diciendo esto, lanzó la quaffle dando inicio al partido. Camila estaba muy nerviosa, esperando a que de un momento a otro aparezcan los cazadores de Ravenclaw.
-Bonito deporte al que me meto –pensaba algo arrepentida- Pudiendo quedarme con mi afición al fútbol
Bufó disconforme con su nueva elección.
-Y todavía se me ocurre meterme de guardiana, equivalente a arquero –pensaba molesta consigo misma- Claro, con tanto arquero que me gusta, la manía tenía que brotar de mi algún día...
Sus pensamientos fueron interrumpidos por la pronta aparición de Callahan, una de las cazadoras de Ravenclaw, quien iba a tirar, cuando una bludger la desvió de su ruta: la había mandado Derrick.
-Gracias Derrick –pensó Camila- Después de todo, la única basura en el equipo era Marcus Flint, los demás son muy buenos conmigo
El muchacho le sonrió y le hizo una seña con el dedo pulgar, Camila le sonrió.
-Camila! –escuchó un grito cercano- Deja de distraerte coqueteando y atiende!
Era Malfoy que no se veía muy contento.
-Coqueteando, bah –gruñó Camila- Quién cree que soy, Ginny Weasley? Fuchi!
Slytherin ganaba 40 a 0, mucho los cazadores de Ravenclaw no se habían acercado. Camila había esquivado unas dos veces las bludgers.
-Y ahí va Harper, que le pasa la quaffle a Seaman! –comentaba Jordan- Se acerca, nadie lo detiene, una bludger pasó cerca, pero sigue con camino a los aros de Slytherin
Camila se concentró, y lo hizo tan bien que sólo veía a Seaman y la quaffle.
-Seaman tira! –gritó emocionado Jordan- Ése es un punto seguro! Pero...no! Grissi la acaba de agarrar!
-Sí! –se emocionaba en las graderías Lila- Goooooool, digo...bien hecho!
El partido continuó, con nuevas oportunidades para anotar de Ravenclaw que Camila rechazaba.
-Después de todo, fijarme en tantos arqueros me tenía que ser útil algún día –pensaba divertida mientras desviaba un nuevo tiro de Harper
Slytherin ganaba por 140 a 0, una muy humillante derrota para Ravenclaw.
-Eh, Draco! –gritó Camila- Cuándo piensas agarrar la snitch?
-Mujeres –pensó Draco poniendo los ojos en blanco- Creen que el mundo se hizo en un segundo...
Draco buscó cuidadosamente la snitch hasta que la vio algo por encima y detrás de la cabeza de Camila que miraba el encuentro. Draco salió a toda velocidad. Camila ni notó que su amigo venía con mucha rapidez en esa dirección, cuando lo vio llegar, lo último que recordó fue algo verde que chocaba contra ella.
-Y Slytherin gana! –gritó Jordan- con una increíble atrapada de Malfoy, que aunque se fue contra su propia guardiana, agarró la snitch!
-Eso debió doler –dijo Lila, mientras miraba boquiabierta el enredo humano que formaban en el suelo Malfoy y Camila
-Estás bien? –le preguntó preocupado Draco a Camila mientras se levantaba de encima de ella
-Anotaron la placa del infeliz que me atropelló? –alcanzó a decir Camila, antes de desmayarse
Cuando despertó, Camila vio a su alrededor: todo era de un inmaculado color blanco.
-No otra vez –pensó decepcionada- no puedo estar en la enfermería
Pero la voz de la señora Pomfrey le confirmó su "leve sospecha".
-Qué bueno que despertaste –dijo cariñosamente- Me tenías preocupada
-Qué pasó? –preguntó confundida la muchacha- Y el partido?
-Ganaron, no te preocupes
-Y por qué estoy aquí?
-Tuviste una caída fuerte –contestó la enfermera- Además de golpearte contra el suelo desde unos 15 metros de altura, soportaste el peso de uno de tus compañeros
-Quién? –preguntó asustada al escuchar el origen de su internación
-Malfoy
-Menos mal –suspiró Camila- No vivía para contarla si eran Crabbe o Goyle
La señora Pomfrey evitó reír, aunque no pudo evitar sonreír ante el comentario.
-Tus amigos vinieron a verte –le comentó- Dijeron que hoy después de la cena volverían
-Claro –pensó ella refunfuñando- Primero son ellos y sus estómagos
-Fuiste muy fuerte muchacha –dijo la señora Pomfrey- No cualquiera soporta el peso de dos cuerpos de tremenda caída
-Ni me lo recuerde que me vuelve a doler-contestó Camila- Lo último que recuerdo es algo verde acercándose a toda velocidad, supongo que era Draco...
La señora Pomfrey se quedó pensativa, Camila lo notó.
-Qué ocurre?
-Es extraño, normalmente con una caída así hubieras quedado muy mal –comentó la enfermera- Pero...
La señora Pomfrey veía minuciosamente a Camila.
-Tal vez tengo siete vidas como los gatos –se burló ella- No se puede negar que en verdad fue un milagro
-Sí, en verdad fue un milagro –dijo con semblante preocupado la enfermera- Cuando te trajeron estabas muy mal, fui por unas medicinas y cuando volví te noté mucho mejor
-Quizá alguien quiere quitarle el puesto y se le adelantó, jajaja –se siguió burlando Camila, cosa que no inmutaba a la señora Pomfrey
Mientras la muchacha seguía burlándose, la señora Pomfrey se había retirado a su oficina.
-Camila –se escuchó una voz femenina susurrante muy cerca de ella, por lo que dejó de reír
-Eh? –se extrañó ella- Quién es?
-Te encuentras mejor?
-Pues sí –respondió mientras observa por todos lados- Quién es? No será una broma de Lila con la capa de Potter
-No, no es una broma y nada tengo que ver con Potter
-Por qué no deja de bromear y sale para que la vea?
-Cuídate mucho –contestó la voz- Ya nos veremos
Camila trató de seguir escuchando, pero nada se oía.
-Ya me estoy volviendo loca –se dijo tomándose de la cabeza- Tal vez fue por el golpe
De pronto algo la sobresaltó, era Nagi que había llegado hasta la enfermería y había saltado a su regazo.
-Nagi! –se asustó Camila- Me asustaste
Camila se quedó pensativa acariciando el pelaje de su gato.
-Hola –era la voz de Millicent que la saludaba
-Millicent, qué bueno que viniste –sonrió Camila- Y Draco y los demás?
-Pues...Draco está afuera discutiendo con Lila
-Qué? –preguntó Camila frunciendo el ceño- Y por qué?
-Porque el uno no quiere que la otra entre y viceversa –contestó calmadamente su amiga- Lila casi salta a golpear a Draco, si no era por Potter que la agarraba la que se hubiera armado...
-Potter? –dijo con cierto asco- Qué demonios hace ése aquí!
-Acompañó a Lila –dijo con cierta sorpresa, al notar el rencor con el que se refería al muchacho, como nunca antes lo había hecho
-Nagi –le dijo Camila al gato como si éste la entendiera, lo que provocó una mirada extrañada de Millicent- Vé por Draco
De pronto Nagi saltó de los brazos de Camila y salió. Afuera, evidentemente, Harry agarraba a Lila para que no golpee a Draco y éste se controlaba por no agredirla. El gato veía la escena, hasta que decidió saltar a los brazos de Draco.
-Nagi –dijo calmándose el muchacho y acariciándole la cabeza- Qué haces aquí?
-Qué esperabas cerebrito –dijo burlona Lila- Si Camila está aquí, es obvio que Nagi esté aquí
Lila iba a extender el brazo para acariciar al gato, cuando éste erizó su pelo y sacó sus garras, mientras mostraba los dientes como si se sintiera amenazado. Draco sonrió divertido.
-Parece que no le simpatizas –comentó burlón mientras Lila veía asustada al gato, que nunca antes se había comportado así
-Tal vez Camila lo envió –dijo Goyle, provocando que las miradas se fijen en él- Qué, qué dije
-No puedo creer que hayas dicho algo inteligente –dijo irónico Draco- Puede que tengas razón
-Óyeme –se interpuso en su camino Lila- Tú no vas a ningún lado
-Ah no? –dijo Draco haciéndola a un lado con un brazo- No me hagas reír
Lila iba a golpearlo, cuando Harry la volvió a agarrar por atrás, mientras Malfoy entraba junto a sus amigos.
-Ay! Maldito Malfoy –decía furiosa Lila- Mira qué cínico es! Él le provoca eso a Camila y de paso viene a hacerse el preocupado
-Mejor vámonos –contestó Harry- La vendrás a ver más tarde
Lila iba a darle la razón, cuando se dio cuenta que el muchacho la seguía abrazando, se puso colorada.
-Eh...Harry –le dijo apenada- Suéltame, ya no es necesario que me abraces
Harry cayó en cuenta de la escena en la que estaban, se puso colorado y la soltó rápidamente.
-Lo...lo siento –se disculpó el muchacho
-No te preocupes –dijo Lila, sin atreverse a mirarlo a los ojos- Ya vámonos
Esa noche tres sombras se deslizaban por los pasillos silenciosos de Hogwarts. Salieron hacia los jardines, uno de ellos llevaba una escoba. Llegaron hasta cierto punto del castillo, donde dos se pusieron como si vigilaran, mientras el otro subía en su escoba y se elevaba.
-Aquí es –pensó
Entonces sacó de dentro de su capa un pequeño paquete, que lo arrojó contra una de las ventanas del castillo, rompiéndola. Rápidamente bajó, y él y sus acompañantes volvieron aprisa al castillo. Iban a entrar cuando notaron que Filch se acercaba, entonces sacó algo de su bolsillo, ordenó a sus compañeros que lo tomen por los hombros y en un instante, desaparecieron.
