Después de 7 años… No puedo olvidarte
Capítulo 34- Preparando la venganza…
… Harry, aún contra su voluntad, fue quien rompió el beso cuando sintió que el aire ya le era necesario, sin embargo, Ginny, con la respiración agitada, lo rodeó con sus brazos, se acercó nuevamente a su rostro y volvió a fundirse en otro beso con el, un beso aún más apasionado que el anterior…
-Ginny…
-Shh… no digas nada Harry- le interrumpió Ginny en un suave susurro, manteniendo los ojos cerrados y dejándose llevar por el momento
Harry, después de haberle dado un rápido, pero tierno beso en la boca, comenzó a bajar los labios del rostro de la chica, hasta el cuello, llenándolo así de una sensación muy placentera a causa de las caricias que los suaves labios del chico le propiciaban… Ginny pasaba ambas manos por la rebelde cabellera de Harry, alborotándola aún más, disfrutando intensamente de las caricias que le propiciaba el, pasando lentamente las manos por su espalda…
Ambos, sin dejar de poder sentirse presas del deseo y la pasión que ya se había adueñado casi por completo de ellos, se dejaron recostar suavemente en el húmedo pasto, y Ginny, sintiendo con desesperación el cuerpo de Harry encima suyo, deslizó una de sus manos hacia la camisa del chico para desabotonarla, mientras que el, comenzaba a acariciar con sutileza la pierna de Ginny, sin embargo, Harry se detuvo, abrió los ojos y se separó un poco de ella, arrodillándose.
-¿Qué pasa Harry?- le preguntó extrañada la pelirroja con su voz levemente jadeante
-Ginny… no creo que este sea el momento indicado… no es que no quiera, créeme que he soñado con este momento desde hace mucho… -Añadió el chico con la respiración entrecortada, al ver que la pelirroja abría la boca -pero pienso que te mereces algo mejor que esto… es la primera vez que estamos así desde hace años, y como te dije, en verdad quiero hacer de esto algo más especial
Ginny, al escuchar estas palabras salir de la boca de Harry, no pudo dejar de sentir una mezcla de sentimientos como ternura y emoción… Esas palabras realmente habían provocado que Ginny se diera una idea de hasta cuanto la respetaba y la quería Harry… Así, que formó una hermosa y tierna sonrisa, dándole a entender que le agradecía ese gesto, y asintió con la cabeza.
-Tienes razón Harry
Harry también le sonrió y la ayudó a reincorporarse, y una vez que se hubieron puesto los dos de pie, se dieron cuenta de que la temperatura había bajado considerablemente, ocasionando que a la chica le diera en leve escalofrío, por lo que Harry se quitó su saco y se lo puso a la pelirroja.
-¿Mejor?
-Si, gracias
-Bien, entonces¿Regresamos?
Ginny sintió con la cabeza, y con Harry pasándole una mano por su cintura, se encaminaron de regreso a la fiesta; Ginny, aún pensando en lo que momentos antes había estado a punto de suceder, pero que no ocurrió por el gran amor que le tenía el; y Harry, pensando en que, como le había dicho a la chica, tenía que hacer de ese momento uno sumamente especial, y que no fuera solo por el momento… Los dos jóvenes iban pensando en cosas un tanto diferentes, pero ambos, con un sentimiento exactamente igual: felicidad… la felicidad de estar finalmente con la persona que amaban y que habían añorado por mucho tiempo; felicidad de saber que ahora, nada ni nadie los iba a poder separar pasase lo que pasase… o al menos, eso era lo que creían…
Una vez que hubieron llegado nuevamente hacia el lugar de la fiesta, vieron que el grupo musical había dejado de tocar y que los invitados se habían congregado alrededor de la tarima que había sido destinada para el grupo, pero antes de que alguno de los dos pudiera decir algo, escucharon a alguien que los llamaba
-¡Ginny, Harry!- Era Hermione que se dirigía muy aprisa hacia ellos -¿En donde se habían metido?
Pero antes de que alguno tuviera oportunidad de contestar, la vista de Hermione bajó de sus rostros, que estaban levemente sonrojados, hasta la mano que Harry tenía posada en la cintura de Ginny, debajo del saco que el le había prestado, y Hermione, con estas evidencias y el sumarle que no se los había visto por un tiempo considerable, ato cabos rápidamente por la ágil perspicacia que la caracterizaba y puso una mano enfrente de ella, como queriendo dar a entender que ya no necesitaba respuesta alguna.
-Ya… no necesitan decirme, puedo imaginarlo- dijo la castaña levantando una ceja y dirigiéndoles una sonrisa de complicidad, lo que obviamente produjo que tanto Harry como Ginny se pusieran más rojos –Bueno, Harry, Ron te estaba buscando, creo que ya va a ser el brindis
-Es verdad, lo olvidé
-Si quieres adelántate- le sugirió Hermione –Ginny y yo te seguiremos
Harry asintió, y después de dirigirle una última sonrisa dulce a Ginny, que esta correspondió de igual manera, se adelantó hacia donde se encontraba Ron.
-Bien Ginevra Weasley, ahora quiero toda la historia y sin ningún detalle omitido- dijo con rapidez Hermione al tiempo de que empezaban a caminar las dos
-¡Hermione!- exclamó Ginny volviendo a sonrojarse
-¿Qué? Soy amiga de ambos y tengo derecho a saber- le contestó la castaña con una expresión de inocencia
-De acuerdo, pero más al rato; la historia es un poco larga
Cuando las chicas llegaron al lugar donde se encontraban todos reunidos, Hermione se situó al lado de Ron, para así, dar comienzo al brindis.
-Atención, todos, por favor- comenzó a decir Harry, tomando una copa entre sus manos y colocándose enfrente de los novios –Bien, quiero hacer un brindis en honor a mis grandes amigos: Ron y Hermione, que hoy, como todos sabemos, emprenden un nuevo camino, comienzan una vida juntos, en la que sin duda, habrá algunos pequeños roces –Tanto Ron como Hermione sonrieron ante esto –Pero estoy muy seguir de que ninguno será lo suficientemente fuerte como para poder vencer el gran amor que se tienen… Ron, Hermione… les deseo de corazón que obtengan toda la felicidad que se merecen… nunca olviden que siempre podrán contar conmigo en todo momento… ¡Por Ron y Hermione!
-¡Por Ron y Hermione!- se escuchó decir a todos los presentes en una sola voz al tiempo de que levantaban sus copas
Después de que Arthur también dirigió unas palabras a los novios, Fred y George comenzaron a lanzar unos fuegos artificiales realmente soberbios y sorprendentes: cohetes medianos que hasta llegar a una altura determinada, explotaban, dando así, varios reflejos luminosos de variados colores, los cuales, al estar cayendo, se iban transformando en diminutas bolitas blancas, muy parecidas a los copos de nieve, pero con la diferencia de que al tocar con la superficie, desaparecían. Dejando un temporal y suave destello rojo rubí en el lugar que habían caído; también había fuegos pirotécnicos con forma de ave, que cada vez que uno se encendía, volaba por todo el lugar, dejando detrás de si, un rastro luminoso de color verde esmeralda, que desaparecía al cabo de cinco minutos…
Hermione, aprovechando que todos ya habían vuelto a lo suyo, ya fuera bailando o mirando los fuegos artificiales, y que Ron estaba platicando muy entretenido con Harry, fue en busca de cierta pelirroja que le debía unas cuantas explicaciones.
-Bien Ginny- comenzó diciendo Hermione una vez que la hubo encontrado -¿Ahora me vas a contar o tendré que recurrir a un poco de veritaserum para que me cuentes todo?
-Esta bien- le contestó Ginny sonriendo, pensando que todo era mejor por las buenas
La pelirroja le contó todo lo que había pasado, desde su pelea con Draco (que aún la hacía sentir un poco mal) hasta su reconciliación con Harry, recordando omitir "ciertos detalles" de su peculiar reconciliación; Hermione, por su parte, al principio tenía una expresión de sumo enfado a causa de lo de Draco, pero su expresión cambió totalmente cuando Ginny le contó lo de Harry
-En serio, me alegro por ustedes Ginny, ya era hora- decía Hermione con una sonrisa –Ahora solo me queda una pregunta… ¿Cuándo es la boda?
-¡Hermione! Es… es muy pronto para pensar en eso
-Si tu lo dices…
Pasadas unas horas, la fiesta dio por concluida; Ron y Hermione despidieron a casi todos los invitados, quedándose solo con Harry, Ginny y los Weasley, a los cuales, les dijeron los planes que tenían para su luna de miel, y también para poder despedirse mejor de ellos.
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El mes de diciembre llegó, trayendo consigo unas corrientes de aire muy frío y pequeños copos de nieve, muy característicos de esta temporada.
Y un pequeño pueblo desolado, no podía ser la excepción a este clima; la noche ya había caído, la capa de nieve que cubría tanto el suelo como los tejados de las abandonadas casas, era ligeramente grueso, que aumentaba poco a poco debido a que seguía nevando.
Pero, mientras la madre naturaleza hacía lo suyo, una indefinida figura negra, por la oscuridad que embargaba todo en ese momento, apareció de la nada a poca distancia de la casa más apartada, grande y escalofriante del pueblo; la figura comenzó a encaminarse con algo de dificultad hasta la entrada de la casa, ya que al parecer, llevaba cargando algo que le impedía caminar aprisa, eso sin contar la capa de nieve que cubría la tierra; una vez que hubo atravesado la cerca y recorrido el jardín, se posó enfrente de la entrada principal y dio unos cuantos golpes en esta. Desde afuera, la persona pudo escuchar unos pasos desde el interior de la casa que se acercaban con rapidez.
-Tardaste demasiado- le dijo un chico que arrastraba las palabras mientras abría la puerta
-Es una auror, se resistió mucho- le contestó el recién llegado entrando a la casa –Aparte, me gustaría que lo intentaras con el riesgo de saber que estás en el ministerio con mucha gente que te puede descubrir
-Pero por algo te ofreciste a hacerlo¿No?- le espetó que le había abierto, mientras comenzaban a subir la escalera –Bien podría haberlo hecho yo, ella me conoce y habría sido más fácil traerla hasta aquí…
-Ya cállate, lo importante es que conseguí traerla- lo interrumpió el otro chico con la voz un poco jadeante, ya que aún llegaba cargando algo o a alguien en su hombro –Mejor ayúdame a llevarla
-No puedo creer que con ese cerebro hayas llegado a ser inefable- le dijo con fastidio el chico que arrastraba las palabras y que era dueño de una cabellera platinada –Tan fácil que es hacer esto
El chico rubio se paró en mitad de la escalera, sacó su varita, golpeó con esta suavemente al bulto que el otro chico llevaba, y comenzó levitar y a avanzar, conducido por la varita.
El otro chico que también era dueño de una cabellera rubia aunque con la tonalidad ligeramente más fuerte, y dueño de unos fríos ojos verdes, miró al otro chico con recelo mientras volvía a emprender su camino por los escalones.
Se detuvieron ante la puerta de una habitación, a lo que el chico de ojos verdes se adelantó para abrirla. Cuando estuvieron dentro, el chico condujo lo que había estado levitando a un sofá viejo y mohoso, y con cuidado, lo colocó encima de este; la luz proveniente del fuego de la chimenea, dejó ver que la figura ahora colocada en un sillón, se trataba de una mujer de mas o menos unos 25 años, con el pelo castaño y leves rizos y tez blanca.
-Ya está mi señor, tal como lo ordenó- dijo el chico de ojos verdes al tiempo de que se arrodillaba ante una figura que estaba entre las sombras
-Muy bien Bryce- le contestó una voz capaz de helar la sangre –Ahora, Malfoy, si me haces el honor
Draco, aún con la varita en la mano, se acercó más a la joven, le apuntó con la varita, y dijo:
-¡Enervate!
La joven abrió sus ojos, que eran de un color verde claro; miró confundida a su alrededor y cuando posó su mirada en el chico que la había "secuestrado", que se trataba de Rick Bryce, soltó un grito de terror y se reincorporó rápidamente en el viejo sofá, formando una expresión que se tornó asustada al comprender por el lugar en donde se encontraba, que la habían "raptado"
-¿En donde estoy?- preguntó con un hilo de voz la chica mientras se apresuraba a palpar su vestuario en busca de su varita
-Relájate, no te va a pasar nada- le dijo con un tono aburrido Draco
-¿Malfoy?- dijo ahora desconcertada la chica, percatándose por primera vez de su presencia -¿Tú estás involucrado¿Qué significa todo esto?
-Mira, lo que pasó…
-¡Tú cállate Bryce!- cortó bruscamente la chica a Rick, volteando a verlo con furia contenida –Nunca pensé que serías capaz de atacarme y secuestrarme
-¡Al principio te lo pedí por las buenas y no quisiste!
-¿Qué querías que hiciera? No me iba a ir muy confiada con un chico que apenas conozco… y veo que hice bien en resistirme, sabía que no podía confiar en ti… ¡Me atacaste!
-¡No me quedó otro remedio para poder traerte aquí!
-¡Basta los dos!- dijo de pronto la voz proveniente de las sombras
La chica se inmovilizó completamente, y con la mirada, comenzó a buscar frenéticamente al dueño de la voz tan fría que escuchó.
-¿Quién está ahí?- dijo temerosa la chica, empuñando con más fuerza la varita -¡¿Y ustedes por qué no hacen nada¡¿No ven que hay alguien más aquí?!- añadió al ver que tanto Draco como Rick estaban muy tranquilos, como si solo estuvieran esperando a que su ataque de histérica finalizara
-Malfoy ya te dijo que te tranquilices- volvió a hablar la voz, aunque ahora con un tono más bajo –Mientras aceptes cooperar, nada te va a pasar
-¿Quién eres tú?- volvió a preguntar la chica alejándose lo más posible de aquel lugar
-Yo soy Lord Voldemort- dijo finalmente la voz al tiempo de que avanzaba de entre las sombras y se dejaba ver
La chica profirió un grito aún más aterrorizante que el primero y corrió hacia una esquina del cuarto, apuntando con una mano muy temblorosa su varita a la figura de Voldemort
-No, no es verdad… tú… tú desapareciste…
-Como puedes ver, mi querida Carol Anne, no desaparecí… Lord Voldemort nunca lo hará
-¿Qué… qué quieres de mí?- le preguntó aún con más temor Carol Anne
-Malfoy…- fue lo único que dijo Voldemort
-Te necesitamos para hacer… mmm, como decirlo… una venganza
-¿Contra quién?- le preguntó con un tono de desafío Carol Anne, ahora que ya no se estaba dirigiendo a Voldemort
-Contra Ronald Weasley y Hermione Granger- esta vez el que contestó fue Rick, apretando con furia sus puños, y Carol Anne pudo percibir que en su mirada había un odio intenso, uno que jamás había visto
-¿Y eso en qué me beneficiará a mí?
-Mi querida Carol Anne, te conviene… y mucho- le dijo Voldemort con un tono sutil, penetrándola con la mirada, haciendo que ella volviera a sentir el mismo miedo que la había invadido desde un principio –Tengo entendido que vienes de Canadá y que estás enamorada de Harry Potter, pero que tienes un resentimiento enorme hacia el por que el prefirió quedarse con Ginevra Weasley¿O acaso me equivoco?
-No, pero esto no viene al caso ahora-Carol Anne ahora había adoptado un tono muy frío, consecuencia del odio que se había formado repentinamente dentro de ella al escuchar aquellos nombres
-Por supuesto que si- siguió diciendo Voldemort, formando una desagradable mueca, que al parecer intentaba ser una sonrisa maliciosa al ver con satisfacción la reacción de la chica –Por que esta venganza, también incluye a Harry Potter y a Ginevra Weasley
En el fino rostro de Carol Anne, apareció una sonrisa realmente maliciosa, y después de unos segundos, se encaminó con paso decidido hacia Voldemort, para así, quedar a tan solo unos pocos palmos de distancia, y con una voz que denotaba satisfacción y firmeza, dijo:
-Estoy a tus órdenes mi Lord… ¿Qué es lo que tengo que hacer?
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Dos jóvenes se encontraban cómodamente frente al calor de la chimenea, con la mirada perdida en el fuego que ardía estrepitosamente, y que cuyo sonido arrullador era lo único que se escuchaba.
-¡Aaayyy!- exclamó de pronto uno de los jóvenes, Harry, que se agarró con fuerza la frente, más específicamente, en la cicatriz con forma de rayo que tenía en esta
-¡Harry¿Te encuentras bien?- inquirió muy angustiada Ginny, acercándose más a el
-Si… si, ya… ya pasó- le contestó Harry, apartándose las manos de la frente –Es solo que… ya tenía mucho tiempo que no me pasaba esto
-Harry… ¿Eso quiere decir que… que Voldemort… regresó?
Harry miró fijamente a Ginny, tratando de convencerse a si mismo de que la suposición de Ginny, podría tratarse solo de eso: una suposición… Sin embargo, el sabía perfectamente que Voldemort no había muerto, y que Dumbledore le dijo, cuando había estado en Hogwarts unos meses atrás, que el temía que Voldemort regresara pronto… pero trató de quitarse esas cosas de su cabeza, ya que la expresión que Ginny tenía se tornaba cada vez más preocupada
-Tranquila Gin, ya pasó… es solo que me mareé y…
-Harry, no me mientas…
Pero en ese momento, se dejaron escuchar unos golpes en la puerta, y Ginny, que aún seguí mirando a Harry con preocupación, aunque este parecía ya estar bien, fue a abrir la puerta.
-¡Hermione, Ron!- exclamó Ginny al darse cuenta quienes eran los que tocaban, olvidándose por un momento del dolor de Harry -¡Pensé que llegaban dentro de una semana!
-A mi también me da gusto verte Gin- le dijo Ron entrando a la casa después de Hermione
Ron y Hermione tenían las mejillas sonrosadas a causa de la nieve y el frío, ambos llevaban abrigos muy gruesos, los cuales se quitaron una vez que estuvieron en el reconfortante interior; pero a pesar de esto, los dos tenían una gran sonrisa y un brillo especial en los ojos, pero a la que más se le notaba esto, era a Hermione
-Pasen, vamos- dijo Ginny abrazando a su hermano una vez que hubo hecho lo mismo con Hermione
-¡Chicos, no los esperábamos hoy!- exclamó Harry levantándose del sofá para saludarlos
-¿Cómo les fue en su luna de miel?- preguntó Ginny mientras con su varita, hacía aparecer cuatro tazas de chocolate caliente
-De maravilla- exclamó emocionada Hermione –París, Roma, Italia, Venecia… no sabes lo estupendo que fue todo eso
-¿Y por qué no nos avisaron que iban a llegar hoy? Hubiéramos pasado por ustedes
-Si, pero queríamos que fuera una sorpresa- contestó Ron, dirigiéndole una rápida mirada a Hermione al tiempo de que la tomaba de la mano
-Y si que fue una sorpresa- decía la pelirroja, percatándose de las actitudes de su hermano y esposa –Pero, aún no nos han dicho por que regresaron antes de lo esperado
-Bueno, lo que pasó es que… Hermione no se sentía muy bien
-¿Estás enferma Hermione?- saltó de pronto Harry
-No, nada de eso, me siento muy bien- le contestó la castaña, volteando una vez más hacia Ron, dándole un suave apretón e incrementando más su sonrisa y el brillo de sus ojos
-¿Entonces?- le preguntó aún más confundido Harry, sin embargo, Ginny pareció caer en la cuenta y abrió más los ojos, y con emoción contenida, se dirigió a ellos
-Hermione… tú, estás…
-Si Ginny- confirmó Hermione, mientras una lágrima rebelde salía de sus ojos castaños –Estoy embarazada
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AVANCES DEL PRÓXIMO CAPÍTULO
Capítulo 35- El primogénito Weasley-Granger
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Ron abrió la boca, quedándose de pronto sin habla, mirando hacia todos lados, aún sin poder creer lo que el sanador le había dicho; en cambio, todos los demás presentes, soltaron pequeños grititos de de emoción.
-¿Y cómo están?- inquirió Harry, aún abrazando a una feliz Ginny
-Las dos se encuentran en perfecto estado… Señor Weasley, si quiere puede…
Pero Ron no esperó siquiera a que el sanador terminara de decir la frase como era debido, por que ya se había salido casi corriendo de la sala de espera hacia el cuarto en donde tenían a Hermione; el pelirrojo se detuvo en la puerta de la habitación, y con una enorme emoción contenida que ni el mismo podía explicar, entro al cuarto dando un profundo suspiro…
El chico entró en una amplia habitación blanca, y una enorme sonrisa se formó en su rostro cuando divisó a Hermione acostada en su cama… la chica se encontraba con los ojos cerrados y su respiración era lenta y tranquila… Ron se acercó con cuidado hacia ella, se sentó en el borde de la cama, le tomó una de sus manos y se inclinó para darle un tierno beso en los labios
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-Después de tantos meses de estar buscando, por fin encontré la información que me pidió –respondió Rick, inclinándose ante la figura de Voldemort –Y en efecto, como usted dijo, para el rito que lo alzará nuevamente hacia la cima, necesitamos a un bebé de sangre pura…
-Ve al grano- le ordenó Voldemort
-Si-si señor- se apresuró a contestar Rick, ligeramente nervioso –Estuve investigando y me temo que no todo son buenas noticias… en estos tiempos, no hay ni un solo matrimonio que tenga toda una descendencia pura, la mayoría son sangre mestiza… nuestra única posibilidad que teníamos eran Malfoy y Weasley, pero ya no contamos con eso…
-Ni me lo recuerdes- le cortó Voldemort, provocando que Rick se estremeciera un poco más
-Pe-pero… aún tenemos una posibilidad…
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N/A: Hola!!!! Espero en verdad que sigan disfrutando de mi intento de fic, jeje… Y bueno… ¿Cúal será la posibilidad que tiene en mente Rick?... muajajajaja… En fin… Lo sabrán hasta el próximo capítulo, jeje… Y bueno, me tardé un poquito en agregársete por que estaba llena de tareas y pues, no había contado con tiempo decente para poder contestar a sus Reviews, pero bueno, ahora, aprovechando que ya casi salgo de vacaciones (si!!!! Por fin!!!) y las tareas las puedo dejar olvidadas por un ratito (solo por poco… mis vacaciones solo serán de dos semanas) puedo darme el lujo de leer historias, y por supuesto, actualizar!!! En fin, los dejo… Una vez más, les agradezco a todos por dejarme sus maravillosos Reviews y seguir leyendo esto… Besitos!!!ºººººº
Mary
Futura de Radcliffe
Con planes para un post-HBP
Y nominada en HA en la categoría "Mejor FF proceso de escritora de 15 a 19 años"… Estoy super feliz por eso!!!!! Jeje, lo siento… no me pude controlar… pero es que es genial!!!
Un abrazo!!!!!!!
