Después de 7 años… No puedo olvidarte

Capítulo 35- El primogénito Weasley Granger


Enero, mes: segundo… y es solo el comienzo…

En una amplia y cómoda habitación, en la que solo se colaban los resplandores de color rojo rubí que producía el sol cuando se ocultaba, en un fenómeno llamado atardecer, se encontraba un joven pero feliz matrimonio, disfrutando de una manera muy peculiar y cariñosa del tiempo que ahora compartían juntos, hasta que…

-¡Hermione¿De nuevo?- exclamó Ron por quinta vez en lo que iba del transcurso del día, mientras contemplaba con algo de frustración, como su esposa se levantaba rápidamente de la cama y se iba directo al baño

-Ya quisiera que pasaras un poco de lo que yo…- le respondió con voz débil Hermione saliendo del baño y recargándose en el marco de la puerta, una vez que se hubo recuperado un poco y enjuagado la boca para quitarse el amargo sabor

-Sabes que lo digo en broma- le dijo con suavidad el pelirrojo mientras se acercaba a ella y la tomaba sutilmente por la cintura, atrayéndola más hacia sí

-Eres un tonto- le susurró Hermione mientras se dejaba llevar y volvía a acercar su rostro al de Ron, preparándose para un beso, pero…

Hermione se soltó con una velocidad increíble del pelirrojo para adentrarse de nuevo al baño, dejando al pobre de Ron con los ojos cerrados, dándole el beso al aire…

Marzo, mes: cuarto… ¿Cuarto? A Ron ya le pareció una eternidad…

3:45 a.m.

-Ron…

-Mmmm…

-¡Ron!

-Estoy dormido…

-¡RON!

-¡¿Qué pasa?!- despertó con un gran sobresalto el pelirrojo, reincorporándose en la cama y volteando hacia su lado derecho, que era en donde se encontraba Hermione

-Ron… quiero unas ranas de chocolate y una cerveza de mantequilla- le dijo con rapidez Hermione, mirándolo con una expresión de inocencia, aún acostada en la cama y tapada por completo con las cobijas

-¡¿Qué¡Hermione¡Son las 3:45 de la mañana¿En donde piensas que voy a conseguir esto a estas horas?

-Ron… tu bebé tiene hambre…

-¿Mi bebé o tú?

-¡Ron, por favor!

-Esta bien- accedió un somnoliento Ron, levantándose de la cama y colocándose su capa que había colocado cerca de ahí (ya que al parecer, no era la primera vez que Hermione lo despertaba a esas horas pidiéndole unos antojos) se puso los zapatos mientras se preparaba para la interminable búsqueda de un local abierto para conseguir los antojos de su esposa.

-¿Sabías que eres un amor?- le dijo con una sonrisa Hermione, a lo que el pelirrojo contestó con un "ajá" flojo y adormilado –Por cierto Ron, que no se te olvide traerme mi tarta de carne con riñones, una buena dotación de diablillos de pimienta, torta de calabaza… ¡Ah! Y mi chocolate con mousse de fresa…

-"Y pensar que aún faltan cinco largos meses…"- pensaba Ron mientras cerraba la puerta de la habitación, tratando de recordar todo lo que su esposa le había pedido

Junio, mes: séptimo… ya falta poco…

-Ya Hermione, tranquila, deja de llorar- consolaba Ron a su esposa, que en esos instantes, estaba hecha todo un mar de lágrimas

-Pero… pero… ¡Mataron a la mamá de Bambi!

-¡Herm, mi vida!- seguía tratando Ron, haciendo todo lo posible por mantener la calma y controlar a Hermione –Es solo una película animada…

-¡No tienes corazón Ronald Weasley!- le espetó Hermione, derramando más lágrimas mientras veía en un aparato muggle llamado "televisión" una escena, en la cual, el pequeño Bambi buscaba desesperadamente a su mamá en medio de la nieve…

-Herm, por favor… ya ni cuando Jack se murió en esa otra película te pusiste así- le dijo Ron, refiriéndose a otra película muggle llamada "Titanic"; sin embargo, segundos después, comprendió que lo que había dicho, había sido un grave error, dado que su esposa, comenzó a llorar con más fuerza que antes (claro, si es que eso era posible…)

-Esta bien, esta bien, ya se que es lo que te puede animar- volvía a decirle el pelirrojo al tiempo de que sacaba su varita e invocaba desde su lugar una caja de regalo, que llegó hasta el en unos cuantos segundos

-¿Qué… qué es eso?- le preguntó con la voz entrecortada Hermione, limpiándose los ojos con un pañuelo

-Toma, ábrelo

Hermione tomó el regalo, lo abrió con sumo cuidado, y del interior, sacó un hermoso conjunto de bebé de color blanco, junto con un par de pequeños zapatitos del mismo color y un tierno mini osito de peluche color café

-Ron… es hermoso

-¿Verdad que si? Ginny me ayudó a escogerlo- le dijo Ron, alegrándose finalmente de que Hermione había dejado de llorar, sin embargo y muy a su pesar, la alegría le duró poco…

-¡Su primer conjuntito blanco!- exclamó Hermione, abrazando la ropita y volviendo a llorar a lágrima viva, provocando que Ron volteara a ver hacia el techo con una expresión de frustración, como si estuviera pidiendo desesperadamente ayuda divina del cielo…

Agosto, mes: noveno… ¡El día finalmente llegó!

Una atmósfera de enorme desesperación, incertidumbre y sobre todo, nervios, era lo que reinaba en la sala de espera del hospital San Mungo, creado principalmente por un chico pelirrojo que no dejaba de pasear por toda la sala ni de ver cada 10 segundos tanto su reloj de pulsera, como el que había colgado en la pared.

-Ron, créeme que con seguir paseándote de esa manera no vas a lograr que terminen rápido- le dijo Molly Weasley a su hijo, aunque, al decir verdad, ella ya había acompañado a Ron en varios de sus múltiples recorridos por la sala

-¡No puedo mamá, no puedo!

-No me imagino como debe sentirse Ron- le dijo en voz baja Harry a Ginny, el cual, estaba también muy nervioso, aunque obviamente, no tanto como lo estaba su amigo

-Ni yo como debe estar Hermione- le contestaba Ginny, recargándose en el hombro del ojiverde –Traer un hijo al mundo no es cosa fácil

-Si… pero ya llevan más de 8 horas

-Lo se Harry, pero debemos de tener paciencia… recuerdo que mamá me contó una vez que cuando se alivió de Charlie, tardó más de 13 horas en hacerlo…

-¡¿QUÉ?!- este último comentario de Ginny había sido escuchado a la perfección por Ron, que se quedó de piedra y con una expresión muy asustada, casi como si hubiera visto de frente al mismísimo lord Voldemort

-Fue broma Ron- se apresuró a decir Ginny, pero de nada sirvió, ya que Ron se había recargado en la pared y su color se le había esfumado por completo

-¿Señor Ronald Weasley?- preguntó de pronto un sanador

-Si, soy yo- respondió el pelirrojo levantándose de un salto

-Felicidades… es usted padre de una hermosa niña

Ron abrió la boca, quedándose de pronto sin habla, mirando hacia todos lados, aún sin poder creer lo que el sanador le había dicho; en cambio, todos los demás presentes, soltaron pequeños grititos de de emoción.

-¿Y cómo están?- inquirió Harry, aún abrazando a una feliz Ginny

-Las dos se encuentran en perfecto estado… Señor Weasley, si quiere puede…

Pero Ron no esperó siquiera a que el sanador terminara de decir la frase como era debido, por que ya se había salido casi corriendo de la sala de espera hacia el cuarto en donde tenían a Hermione; el pelirrojo se detuvo en la puerta de la habitación, y con una enorme emoción contenida que ni el mismo podía explicar, entro al cuarto dando un profundo suspiro…

El chico entró en una amplia habitación blanca, y una enorme sonrisa se formó en su rostro cuando divisó a Hermione acostada en su cama… la chica se encontraba con los ojos cerrados y su respiración era lenta y tranquila… Ron se acercó con cuidado hacia ella, se sentó en el borde de la cama, le tomó una de sus manos y se inclinó para darle un tierno beso en los labios

-Ron…

-Herm, lo siento¿Te desperté?

-No, no te preocupes, solo estaba esperando a que vinieras

Hermione había abierto con lentitud sus ojos, y aunque su voz sonaba débil y su expresión se tornaba muy fatigada, Ron no pudo dejar de notar la inmensa alegría que tenía la chica reflejada en sus ojos

-¿Cómo te sientes?- le preguntó Ron al tiempo de que con su otra mano, acariciaba con cuidado el rostro de su esposa

-Estoy bien, solo un poco cansada… pero el esfuerzo ha valido la pena…

Ambos se dedicaron una sonrisa y en ese mismo instante, una puerta, que estaba a pocos metros de la cama de Hermione, se abrió, dando paso a una de las sanadoras que llevaba un pequeño bulto entre sus brazos, envuelto entre cobijas de color rosa claro

-Felicidades, es una bebé muy hermosa- les dijo la sanadora, mientras depositaba a la recién nacida en los brazos de su madre

Tanto Ron como Hermione se quedaron sin habla alguna al tener tan cerca a ese pequeño ser humano, a esa pequeña bebé producto de su amor… a su hija

-Es… preciosa- fue lo único que se le ocurrió decir a Ron, aún conmocionado, acercando una mano temblorosa al delicado rostro de la bebé, de su hija…

-Es verdad… todavía no puedo creer que sea nuestra, Ron… nuestra…- decía Hermione mientras unas lágrimas silenciosas resbalaban por sus mejillas

-Ni yo…- le contestó Ron, secándole con cariño las lágrimas

-¿Por qué no la cargas?

-¿Qué? Pero… yo no se como…

-Es muy fácil señor Weasley- inquirió de pronto la sanadora, que hasta ese momento había estado presenciando con ternura a ambos padres; la chica se dirigió hasta Ron, le enseñó la forma correcta en que deben estar los brazos para después, darle a la bebé

-Es… es… grandioso- Ron, al tener a su hija entre los brazos, sintió algo sumamente indescriptible… ahora entendía a la perfección las lágrimas de Hermione… en el primer instante que tuvo a la bebé junto a el, sintiendo el poco peso de su diminuto cuerpecito y el suave calor que este desprendía, admirando como sus pequeñas manitas jugueteaban en el aire y sus pequeños pies pataleaban suavemente… desde ese instante, supo que esa pequeña criatura dependía firmemente de el, de el y de Hermione… supo que tenía que cuidarla y protegerla a toda costa, brindarle todo su amor, cariño, apoyo, comprensión, guiarla por el difícil camino de la vida, tratar de ser el mejor padre, el padre que ella merecía…

-Tiene tu cabello Herm- le dijo el pelirrojo, pasados unos segundos

-Ron, pero si apenas se le nota…

-Si, pero el que tiene es como el tuyo

Hermione formó una tierna sonrisa al ver como Ron, que seguía sentando a su lado cargando a la bebé, no despegaba sus ojos de la pequeña niña, esos ojos que, como los de ella, mostraban una felicidad enorme, una felicidad que nada ni nadie les iba a poder arrancar… al menos por el momento

-¡Herm! Mira… está abriendo los ojos

Ron y Hermione se inclinaron un poco más, y en efecto, la bebé estaba abriendo poco a poco sus ojitos, aunque a los pocos segundos de haberlos abierto, los cerró de nuevo, ya que al parecer, la luz del cuarto, le lastimaba un poco

-Ron… ¿Fue imaginación mía o la niña tiene tus ojos?

-Creo que no fue solo imaginación, Herm- le contestó suavemente Ron… el también se había dado cuenta de ese pequeño detalle, los ojos de la niña eran de color azul… esto, sin saber por qué, emocionó más al pelirrojo

Unos cinco minutos más pasaron en los que Ron y Hermione seguían contemplando con ternura a su hija, hasta que esta, empezó a llorar, seña de que ya era hora de su alimento; Ron aún se quería quedar otro rato, pero por indicaciones de la sanadora, tenía que salir, ya que tanto la niña como Hermione necesitaban descansar, por lo que a regañadientes, el pelirrojo salió de la habitación, no sin antes darle un beso a cada una.

OoOoOoOoOoOo

Dentro de un cuarto oscuro y sucio, se encontraba una persona (si es que a eso se le podía llamar persona) que estaba cómodamente sentada en un viejo sillón, viendo con su roja mirada el suave crepitar de las llamas, y junto a el, se encontraba su fiel mascota, una serpiente de enorme tamaño que en ese momento estaba mirando, al igual que su amo, el como las llamas consumían poco a poco la madera

-Con su permiso señor- inquirió de pronto un chico que había entrado a la habitación

-¿Qué es lo que me tienes Bryce?- preguntó con voz fría Voldemort

-Después de tantos meses de estar buscando, por fin encontré la información que me pidió –respondió Rick, inclinándose ante la figura de Voldemort –Y en efecto, como usted dijo, para el rito que lo alzará nuevamente hacia la cima, necesitamos a un bebé de sangre pura…

-Ve al grano- le ordenó Voldemort

-Si-si señor- se apresuró a contestar Rick, ligeramente nervioso –Estuve investigando y me temo que no todo son buenas noticias… en estos tiempos, no hay ni un solo matrimonio que tenga toda una descendencia pura, la mayoría son sangre mestiza… nuestra única posibilidad que teníamos eran Malfoy y Weasley, pero ya no contamos con eso…

-Ni me lo recuerdes- le cortó Voldemort, provocando que Rick se estremeciera un poco más

-Pe-pero… aún tenemos una posibilidad… encontré que, mientras uno de los padres de determinado bebé tenga toda una completa descendencia mágica, podremos llevar a cabo el rito, aunque no le niego que será un poco más complicado, pero los resultados son igual de satisfactorios… pero eso si, el bebé tiene que ser forzosamente un primogénito menor de un año…

-Estupendo… sabía que aún debía de haber otra posibilidad… y dime¿Ya has pensado en alguna opción?

-Si mi señor- le contestó Rick, y en su tono de voz, se podía percibir un dejo de malicia y triunfo -¿No le había comentado que Granger estaba embarazada?

OoOoOoOoOoOoOo

AVANCES DEL PRÓXIMO CAPÍTULO

Capítulo 36- El Secuestro

.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

Harry, que había estado viendo todo esto con una sonrisa, pensando cuando iba a ser el día en el que el y Ginny se unieran de esa manera, sintió de repente algo extraño… un presentimiento… un mal presentimiento… pero al mismo tiempo de sentir esto, una fuerte punzada le invadió en la cicatriz, lo que hizo que se llevara automáticamente una mano a esta, pero tanto el dolor como el presentimiento se esfumaron rápidamente.

-¿Estás bien, Harry?- le preguntó Ginny en un susurro, que fue la única que se había percatado de eso

-Si, estoy bien… solo, solo me mareé un poco- le contestó Harry también con la voz baja, tratando de sonar convincente

-Ya vámonos Harry- dijo Ron, evitando de esta manera el que Ginny siguiera cuestionando a su amigo

-Si… nos vemos más tarde Gin- le dijo, dándole un amoroso beso en los labios, sin embargo, al separarse de ella, volvió a tener un mal presentimiento, aunque este, exactamente como el anterior, se había ido tan rápido como había llegado

-o-o-o-o-o-o-o-o-o-

-Lo siento mucho mi señor- se disculpó Rick, inclinándose exageradamente ante la silueta de Voldemort –Pero tengo algo muy importante que debo decirle

-¿Y qué esperas¡Dilo ya!- le respondió Voldemort con impaciencia

-Ginevra Weasley y Hermione Granger… están las dos solas con la bebé en un parque, sin ningún tipo de protección…- Rick dijo todo esto lentamente, como si estuviera saboreando con un placer inmenso el efecto que esas palabras tenían, tanto para el como para su señor, el cual, había formado una horripilante expresión, lo que al parecer, intentaba ser una mueca de satisfacción…

.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

N/A: Hola!!!!!!! Espero que estén super bien y que ya se encuentren disfrutando de unas muy merecidas vacaciones!!!!!! Yo ya estoy en ellas y pienso disfrutarlas al máximo!!! (bueno, en mi caso, son solo dos semanas, pero algo es algo, jeje) y bueno… Qué tal sigue la historia???!!! En verdad espero que siga siendo de su agrado… Y bueno, ahora si, ya se podría decir que estamos empezando la recta final!!!!!! Sniff… pero bueno… yo los dejo… y de una vez, por si no los alcanzo a "leer", jeje, les deseo por anticipado una super FELIZ NAVIDAD!!!!!!!!!! De todo corazón, espero que se la pasen super bien en compañía de todos los que quieren… y recuerden esto: "Nada con medida… TODO con exceso!!!!" y mas en estas fechas… Jajaja, no me hagan caso…

Muchas gracias por todos sus Reviews!!!!!! No tengo manera de pagarles esto… gracias de corazón!!!!

De nuevo, les deseo una muy feliz navidad!!!!! Y vacaciones también!!!!!!

Besitos!!!!

Mary

Futura de Radcliffe