Capítulo 18
-Bien, continuemos –prosiguió la profesora, después que Draco se sentó muy molesto e indignado- Pansy tú serás la mamá de Julieta; Blaise, tú serás el padre de Julieta, el señor Capuleto; Gregory, tú serás el padre de Romeo, el señor Montesco, Millicent tú serás su esposa
Ante el comentario ambos se pusieron colorados.
-No se adelante maestra –dijo burlona Camila- Déjeles la decisión a ellos
-Millicent, tú serás la señora Montesco –dijo la profesora, evitando la risa- Hermione tú serás el ama de Julieta
-Con gusto –respondió la muchacha viendo sonriente a su amiga
-Dean tú serás Fray Lorenzo; Parvati tú serás Escalo
-Pero si ése es un varón
-No importa, todo está adaptado. Serás princesa, no príncipe
-Genial –contestó alegre la muchacha- Aunque hubiera querido ser Rosalía... –añadió suspirando
Harry notó que Parvati lo miraba coquetamente y trató de ignorarla.
-Ron, tú serás Baltasar, un sirviente de Romeo
-Ja, hasta en las obras tienes que hacerla de sirviente de Potter –dijo sarcásticamente Draco
Ron, avergonzado y enojado, se puso rojo y trató de no contestarle.
-Derrick, tú serás el boticario. Y finalmente, pero no menos importante, Camila tú serás Teobaldo, el gran enemigo de Romeo, aunque en este caso, enemiga
Los Gryffindor abrieron los ojos de par en par, mientras los Slytherin sonreían con maldad.
-Muy bien profesora –dijo tranquilamente Camila
-Al menos a ti te tocará hacer algo divertido –le comentó Draco- Tratar de matar a Potter...lo hubiera querido hacer yo
-Cosa de suerte mi amigo –contestó Camila, dándole unas palmaditas en la espalda- Cosa de suerte... Además ni tan divertido, mira que él me asesinará
-Quisiera poder cambiar la trama de la historia
-Yo también, pero ya ves...
-Bien –les dijo la profesora Lockhart después de repartir sus guiones- Le añadiremos a la obra partes originadas en nuestra imaginación, además, los que no participen como actores podrán ser parte del coro
-Cuánto tiempo tendremos para aprender nuestros papeles? –preguntó Lila
-Quiero que la próxima semana ya sepan por lo menos la mitad de su guión
-¿Sólo una semana? –se indignó Pansy
-Tiene razón -corroboró Draco- Si Pansy aprende todo eso sólo en una semana, puede que se le sobrecaliente el cerebro, jaja
Ante tal comentario, Camila le dio un codazo a Draco que lo hizo callar.
-Lo siento, pero no tenemos mucho tiempo –contestó Lockhart- Ahora quiero quedar con cada uno los detalles de su personaje
Después de aquella clase todos retornaron a sus salas comunes. Algunos fueron a preguntar por Neville, que se encontraba mejor pero le habían dado una poción sedante para que durmiese en la enfermería. Emocionados, todo ese curso de Gryffindor conversaban acerca de la obra, mientras los Slytherin no le prestaban mucha importancia, salvo Draco que seguía protestando por el papel que le había tocado.
-Es increíble! Yo actuando de amigo de Potter –dijo con cierto asco
-No sé por qué te quejas tanto –contestó Millicent
-Mira –dijo amenazador Draco, señalando con un dedo a la muchacha- no me fastidies, porque si lo haces...
-Draco –le dijo tímidamente Goyle- No la amenaces
Malfoy giró su cabeza para ver a Goyle con cara de pocos amigos.
-¿Qué dijiste? –respondió, frunciendo el entrecejo
-Que no la trates mal, Millicent tiene razón, deja de quejarte –contestó más firmemente Goyle
-Vaya –hizo cara de sorprendido Draco- Se nota que a ustedes el estar juntos les hace mal
-Oye Draco –habló con la boca llena de dulces Crabbe, que acababa de entrar- ¿No viste a Camila? Me prometió darme unos dulces con tal de aceptar mi papel en la obra
-Sabe cómo convencerte –comentó divertido Goyle
-Camila no está –respondió Millicent- Salió con Zabini
-Qué? –preguntó frunciendo nuevamente el ceño, Draco- Y a dónde fueron
-No sé, pero salieron hace un momento
Sentados en su sala común, los Gryffindor ensayaban sus papeles.
-No sé por qué tuvo que tocarte a ti ser la hija de Pansy –se quejaba Hermione con Lila
-La verdad no me preocupa –contestó tranquilamente Lila- Pansy, a pesar de todo, no me cae tan mal
-Lo gracioso será verlos a ti y a Harry actuando como una pareja –dijo con una sonrisa pícara la muchacha de cabello alborotado
-No te burles –contestó avergonzada Lila
-Fue mucha casualidad que a tu amiga Camila le toque el papel ése del enemigo de Romeo –comentó Ron, bajando el guión que tenía cerca de su cara
-Ron, deja de insistir con eso –le pidió Lila- Camila no odia a Harry
-Sí claro –respondió no del toco convencido el muchacho, volviendo a cubrir su rostro con el guión
-Por cierto –dijo Hermione- ¿Dónde está Harry?
En un pasillo del castillo, iluminado levemente con algunas antorchas, 2 siluetas caminaban silenciosamente.
-No sé qué más esperas que haga –rompió el silencio uno de ellos, logrando que la otra persona se detuviera
-Si tuvieras un poco más de imaginación, y sobre todo de voluntad, sabrías qué más hacer
-Mira Camila –dijo desafiante Zabini- Ya me estoy cansando de jugar a ser tu sirviente
-Mira Blaise –respondió como remedando el tono del muchacho- Ya me estoy cansando de que seas tan inútil
Cansado de tantas ofensas el muchacho empujó a Camila contra la pared y la agarró del cuello con una mano.
-No vuelvas a insultarme
-O si no qué? –respondió burlona- Recuerda que estás en mis manos, no te gustaría sufrir una muerte dolorosa, o peor aún unos cuantos crucios del Señor Tenebroso
Al escuchar el nombre, Zabini la soltó.
-Quisiera que no tuvieras nada que ver con él
-Lástima, pero sí tengo que ver con él y mucho. Así que ten miedo, mucho miedo... –lo amenazó Camila
Unos ruidos interrumpieron su conversación.
-Cállate –le dijo Camila a Zabini al reconocer unas voces, luego lo empujó detrás de una estatua que estaba cerca de ellos
Unas sombras se acercaban.
-¡Harry! –decía Parvati, mientras caminaba tras del muchacho- Deténte
-Ya basta Parvati, no sé qué quieres lograr pero no me parece divertido –contestó algo molesto Harry
-¿Crees que esto es una broma? –dijo algo ofendida la muchacha- En serio me gustas
-Mira, ya te dije que te lo agradezco pero no siento lo mismo por ti
-No importa –dijo convencida la muchacha- Sé que con el tiempo te gustaré y luego me querrás mucho
-Tú no decides mi vida –contestó seriamente Harry- Además, hay alguien que me gusta
-No soy celosa –dijo coqueteándole Parvati
-No quiero ser grosero –le dijo Harry- Pero ya deja de molestarme
-Eso sí que no
Y fue entonces que Parvati se abalanzó contra Harry, el pobre perdió el equilibrio y cayó al suelo, con Parvati sobre él que intentaba besarlo mientras él se hacía el quite. Camila, mientras tanto, miraba divertida aquella escena.
-Vaya, vaya, vaya –dijo Camila, fingiendo que acabada de pasar por ahí- Miren qué lindo espectáculo están haciendo estos Gryffindor
Al verla, ambos se detuvieron y se pusieron de pié.
-Camila, no es lo que parece...- trataba de excusarse Harry- Yo...
-Mira...Harry –contestó tranquilamente ella- No son asunto mío tus enredos con quien sea, lo que sí me preocupa es que pretendas que alguien a quien aprecio mucho te interesa
-Pero...
-Los Gryffindor sí saben cómo divertirse –acotó Zabini burlón - Te felicito Potter
-Zabini –dijo aun más avergonzado el muchacho de la cicatriz
-No se metan! –se enojó Parvati- Además ustedes también estaban solos por aquí, no?
-Sí, pero no nos estábamos revolcando, literalmente hablando –respondió irónica Camila
-Ah –dijo en tono burlón Parvati- pero no sabemos de dónde vienen
-Eso a ti no te importa –contestó Zabini- pero si lo quieres saber, íbamos al comedor para cenar
-Yo no dije a dónde van, sino de dónde vienen
-Te importa mucho? –le preguntó la Slytherin- Porque si nos ponemos a pensar a dónde iban o a qué iban ustedes dos, podríamos decir que a un pequeño problema de 9 meses
Harry se puso más colorado de lo que estaba al entender las indirectas de Camila.
-En fin, no es nuestro problema. Vámonos Blaise –continuó Camila mientras se marchaba- Que disfruten su tiempo juntos...
Camila y Blaise se fueron con rumbo hacia el Gran Comedor, dejando a Harry muy avergonzado y triste, y a Parvati muy enojada por la interrupción.
Una vez en el Gran Comedor ambos se sentaron en la mesa de su casa. Lila entró y vio a su amiga. Al verla Camila la llamó con un gesto de la mano. Lila, intrigada y sin importarle que era la mesa de Slytherin, se dirigió a ella.
-Hola –saludó contenta Lila
-Hola –contestó algo seria Camila- Siéntate, necesito hablar contigo
-De qué –respondió Lila algo preocupada, sentándose junto a su amiga
-De Harry –dijo Camila- Mira, hace unos momentos lo vi en un espectáculo bastante comprometedor con una de las Patil
-A Harry? –respondió incrédula Lila
-Sí, a él –siguió Camila- Sé que no es mi problema, pero deberías decirle que tenga más respeto por él y su novia. Si Filch los hubiera visto ahora estarían con Dumbledore, explicando por qué las ansias de hacer hijitos
-Hacer hijitos? –preguntó confundida Lila
-Sí, ya sabes. Estaban "muy" cariñosos en uno de los pasillos
-No puede ser...
-No me lo invento, si quieres pregúntaselo. El caso es que es tu amigo y no sería bueno que lo expulsen por cosas como ésa. Mejor recomiéndaselo
-Bien, gracias –dijo algo triste Lila- Se lo diré
-No creas que lo hago con mala intención, pero si no se detiene ahora tal vez más tarde lamente lo hecho
-Tienes razón –contestó Lila- mejor voy a mi mesa, seguramente él vendrá pronto
Y como por "arte de magia" precisamente en ese momento Harry entraba cabizbajo en el comedor, con los cabellos aun más desordenados de lo habitual y la ropa fuera de su lugar. Sin darse cuenta de su "pinta" se sentó junto a sus amigos.
Draco y sus amigos entraron tras él y vieron a Camila hablando con Zabini. Draco se sentó junto a ella. Goyle y Crabbe frente a ellos, este último en cuanto se sentó se sirvió mucha comida y se veía concentrado en ella. Amablemente el muchacho regordete les sirvió jugo a todos sus amigos, incluso a Zabini, que no era de su completo agrado.
-Dónde estabas –preguntó molesto Draco
-Por ahí –contestó Camila restándole importancia
-Eso fue muy divertido –dijo Zabini, tratando de disimular la risa- ¿viste la cara de Potter?
-No seas cruel, al parecer al pobre corderito lo asustó esa loba, jaja
-Cuál loba? –preguntó curioso Draco
-Una, que es loba y tiene piel de leona –contestó burlona Camila
-¿Qué hiciste? –volvió a preguntar Draco
-Yo nada, soy inocente de todos los cargos. Si quieres saber lo que pasó pronto te enterarás, porque Patil no es nada discreta con sus cosas
-No te entiendo
-No importa. Cambiando de tema, ¿hablaste con Pansy?
-Dice que no lo hará
-Qué! –dijo molesta la muchacha poniéndose seria- Cómo se atreve a negarse
-No es tan estúpida, no le conviene hacer semejante cosa
-Voy a hablar con ella –dijo Camila poniéndose de pié y yendo hacia donde estaba Pansy- Quiero hablar contigo
-De qué? –respondió con desplante la muchacha
-De una oferta irrechazable –dijo Camila, sentándose a su lado- Si haces lo que te pidió Draco, te conseguiré el mayor de tus objetivos
-Qué me ofreces?
-A Draco –contestó muy segura Camila- Si haces lo que te digo, pronto tendrás a Draco como tu lindo noviecito
-Hablas en serio? –preguntó interesada Pansy- Y cómo lo convencerás?
-Tengo mis modos: palabras, hechizos...déjamelo a mi –dijo Camila- Aceptas?
-Si prometes cumplir con lo pactado, está bien
-Muy bien, entonces así quedamos
Camila, conforme, regresó a su sitio.
-La convenciste? –preguntó Draco
-Así es
-Y cómo lo hiciste?
-Le ofrecí algo a cambio
-Qué cosa
-A ti –contestó tranquilamente la muchacha, dejando a Draco boquiabierto, sin poder creerlo
La misma cara pusieron Goyle y Millicent, mientras Zabini escupió el jugo de calabaza que estaba tomando por reír.
-Qué! –gritó Draco indignado, provocando que todos lo miraran
-Qué miran –preguntó molesta Camila, mientras todos retornaban a lo que hacían
-Cómo que me ofreciste a mi –murmuró enfurecido
-Eres lo único que ella quiere y no puede tener. Qué querías que hiciera?
-No puedes hacerme eso
-Cálmate Draco –lo tranquilizó Camila- Yo le dije que lo haría, pero de ahí a que lo cumpla...
-Ja –se calmó Draco- Estúpida Parkinson...
-Deja que sueñe, soñar no cuesta nada
-Por qué no se lo cedes de verdad? –preguntó burlón Zabini- O es que lo quieres para ti Camila?
Algo roja, Camila lo vio fijamente.
-Qué dices? –preguntó ella desafiante
-Por qué no dejas que Pansy esté con Draco. Al final tú no le das ningún uso porque supongo que el "jefe" te dio derechos sobre él
-Cállate! –le ordenaron Draco y Camila bastante enrojecidos
Goyle y Millicent se miraron y evitaron reírse. De todos modos, al notar sus intenciones, Camila y Draco los callaron con la mirada.
-No seas estúpido –lo regañó Camila- Draco es mi amigo, y si no permito que de verdad tenga algo que ver con Pansy es porque ella es una pobre babosa que no se lo merece
-Relájate –dijo burlón Zabini- Pareces celosa
-Idiota –contestó Camila, poniéndose de pié y saliendo
Harry estaba cabizbajo sin dirigirle la palabra a nadie, ni siquiera a Hermione que estaba sentada a su lado, sólo jugaba con su comida.
-No piensas comer? –dijo algo triste Lila
-No, no tengo hambre –respondió en voz baja el muchacho
Lila no sabía cómo abordar el tema, ni si creerlo del todo, pero cuando vio a Parvati mirar insistentemente a Harry, comprendió que era cierto. Estaban en un incómodo silencio, cuando Hermione se atoró. Sus amigos trataban de ayudarla, sobre todo Ron, pero la muchacha estaba casi azul, y para mal de males los profesores aun no estaban ahí porque tenían reunión de maestros.
Al ver el alboroto muchos se acercaron a tratar de ayudar. Zabini, notando que Hermione se había atorado, corrió rápidamente con su vaso de jugo de calabaza a ayudarla. Se abrió paso y después de ayudarla a escupir el trozo de carne culpable de aquello le dio a beber el jugo. Hermione, ya más tranquila, levantó la mirada y se quedó contemplando a Blaise.
-Gra...gracias –dijo Hermione
-Por nada –contestó amablemente el Slytherin
-Qué le diste? –lo increpó Ron
-No te alteres –le dijo Zabini- Es sólo jugo de calabaza, mira
Ron miró el contenido del vaso, efectivamente sólo era eso, jugo de calabaza.
-Ron, no lo molestes –lo defendió Hermione- Si no hubiera sido por él yo estaría ahogándome aun
Ron la miró con ojos de rabia, luego a Zabini que lo veía tranquilamente. Muy molesto, Ron salió del lugar como alma que lleva el diablo.
-Por qué lo hiciste? –preguntó curioso Dean
-Vamos, no por la rivalidad de nuestras casas vamos a permitir que muera uno de nosotros, es absurdo...
Se escucharon unos aplausos.
-Felicidades señor Zabini –lo felicitó Dumbledore- me alegra saber que usted conoce los límites de la competencia entre ambas casas
-Gracias señor –contestó Zabini
-10 puntos para Slytherin por su buena acción
Los Slytherin se miraban confundidos, ¿por qué Zabini no dejó que la sangre sucia muriese ahí mismo? ¿qué demonios tenía que importarle ella? Aunque gracias a eso su casa había obtenido 10 puntos, esto no les agradaba del todo.
-Vámonos –ordenó Draco a sus amigos- Esto apesta
Antes de irse Goyle se levantó tan bruscamente de la mesa que hizo que los vasos de jugo de calabaza que les había servido Crabbe hace momentos se derramaran. Sin importarle lo que había hecho, siguió con su camino.
-Es muy extraño –comentó Seamus- Los Slytherin se ven cambiados, al menos algunos de ellos
-Tienes razón –lo apoyó Dean
-Tal vez estén evolucionando ya –se burló Seamus- O quieran terminar el año sin provocar la pérdida de tantos puntos por sus groserías
-Puede ser –dijo Dean- Todo puede ser...
Preocupada por su amiga Lila acompañó a Hermione a la enfermería. Una vez allí, después de examinarla, la señora Pomfrey le dijo que tuviera más cuidado y que mastique bien sus alimentos. Las muchachas regresaban a su sala común conversando acerca del hecho.
-Me asusté mucho cuando te vi azul –dijo preocupada Lila
-Yo también me asusté mucho –confesó Hermione- Estaba muy desesperada, no podía respirar
-Por suerte llegó Zabini
-Es cierto –dijo con un tono de añoranza Hermione- Es tan atento
-Zabini? –se preguntó Lila- Puede ser, pero lo estoy notando recién
-Yo lo noté desde hace mucho
-Hermione, ¿te puedo preguntar algo?
-Dime
-¿Zabini te gusta?
Ante tal pregunta, Hermione enrojeció y bajó la mirada.
-Sí, un poco –contestó suspirando- Esos ojos verdes claro, su cabello castaño, su linda y amable voz...
-Por tus reacciones parecería que te gusta mucho –dijo pícaramente Lila
-No te burles –le contestó Hermione, restándole importancia mientras Lila se reía para sus adentros
Iban caminando cuando una sensación de frío hizo temblar a Lila.
-Qué pasa –le preguntó Hermione al notar que se detenía
-No sé, de pronto me llegó como una brisa fría
-No lo sentí, seguro es porque no te abrigaste
-Tal vez –contestó Lila
Siguieron caminando, cuando Lila vio cómo una sombra se deslizaba por el suelo.
-Ahh! –gritó Lila
-Qué pasa –se sobresaltó Hermione
-¿Viste eso? –contestó señalando hacia donde había visto la sombra
-Ver qué
-Una sombra larga atravesó el pasillo
-Deja de asustarte –la regañó Hermione- Tú sola te sugestionas porque le temes a la oscuridad
-Pero esto no está tan oscuro como para que me lo invente –se defendió Lila
-Mejor sigamos caminando –y restándole importancia Hermione continuó con su camino, con Lila pegada a su brazo, muy asustada
Durante una semana todos los Slytherin y Gryffindor pertenecientes a la obra habían estado aprendiendo sus papeles. La señora Lockhart ya tenía todo planeado acerca del desarrollo y la escenografía de su obra. Lila ya había olvidado aquél incidente con la sombra misteriosa. Harry ya no hablaba con sus amigos como antes, parecía avergonzado y triste. Hermione enrojecía cada vez que se topaba con la mirada de Zabini o con Zabini mismo, al fin que estaban juntos en la obra. Ron estaba todo el tiempo molesto con Hermione. Draco y sus amigos estaban como siempre, molestando a los demás. Camila trataba mejor a los Gryffindor, incluso a Harry.
Ese día la señora Lockhart les había pedido a los muchachos que fueran a uno de los jardines a practicar parte de la obra que ya habían memorizado la mayoría de ellos.
-Entonces... –comenzó con sus indicaciones Lockhart- Para la escena de la fiesta en la casa Capuleto, deberán hacer un baile
-Qué tipo de baile? –preguntó Zabini
-No pienso bailar, eso sería de lo más ridículo –se molestó Pansy
-No te preocupes Pansy –contestó la maestra tratando de guardar la compostura- Quien bailará con Zabini será Camila
-Sólo nosotros? –dijo algo avergonzada la aludida- Pero yo no sé bailar
-Eso no importa –la animó Lockhart- Ustedes deben hacer un baile juntos, son la familia anfitriona, luego todos deberán bailar un vals, y para ese momento sobre todo Lila y Harry deben practicar
-Y ahora por qué nosotros –comentó no muy animado Harry
-Vamos, anímense. Bien, Blaise y Camila, ¡aprenderán a bailar tango!
-¡QUÉ! –dijeron al unísono los dos, dejando incluso boquiabiertos a otros de sus compañeros (Ej. Hermione)
-Pero...yo...no... –tartamudeó Zabini
-Mire profesora, soy inútil para el baile, que lo haga otra –advirtió Camila
-No, lo harás tú, yo les enseñaré –dijo muy emocionada su profesora- En un viaje que hice a Argentina, unos magos de allí me enseñaron
Mientras algunos practicaban sus partes reunidos en pequeños grupos, Lockhart enseñaba a Zabini y Camila a bailar tango, mientras también aprendía a bailar vals Harry, que nunca antes lo había hecho.
-...sin razón ninguna, contra quien el vino saca, la sacan –terminó su frase Seamus
Los que allí estaban esperaban el diálogo de Draco, que no se escuchó porque miraba hacia donde estaban Zabini y los demás.
-Draco, es tu turno –dijo tranquilamente Seamus
-Qué? –contestó enojado el muchacho
-Que es tu turno –repitió Seamus algo asustado
-Ya me cansé, sigan ustedes –y diciendo esto se fue a sentar más allá
Sus compañeros se encogieron de hombros y siguieron con lo suyo. En otra esquina del lugar un cuadro similar se llevaba a cabo.
-¿En el cielo maldad tan grande cabe? –dijo Lila, esperando la respuesta de Hermione para continuar con el ensayo, pero no obtuvo respuesta
Hermione estaba mirando hacia donde Camila y Zabini intentaban bailar. A pesar de no ser grandes amigos, ambos se burlaban por los errores que cometían al tratar de aprender el tango.
-Hermione? –trató de llamar su atención Lila- Qué estás mirando?
Lila miró hacia la misma dirección que su amiga, topándose con la escena del "tango".
-Aun no lo hacen bien, pero se nota que se divierten –comentó Lila
-Eso parece –contestó algo molesta Hermione
Después de enseñarles lo básico del tango, y que los muchachos no lo hicieran tan mal, la profesora Lockhart dio inicio con los ensayos de la obra.
-Bien, algunos de ustedes, como ya expliqué, iniciarán una pelea. Sacarán sus varitas y entonces entrará Draco, luego Camila para detenerlos y retarse. Comiencen...
Agarrando aun sus guiones, algunos muchachos no elegidos para roles principales comenzaron con la obra, entonces Draco entró, aunque de muy mala gana.
-Cesad, necios. Guardad esas espadas. Luchaís, y ni sabeís por qué motivo
-Qué! ¿Desnuda la magia entre villanos? A contemplar tu muerte ven, Benvolio –dijo Camila, sacando su varita
Entonces Draco tomó la suya y gritó Expelliarmus, mandando a Camila metros más allá, cayendo adolorida.
-Pero Draco! –se alarmó Lockhart- Qué hiciste!
Lila corrió a ayudar a su amiga, que miraba entre confundida y enojada a Draco.
-Qué se supone que haces! –le gritó Camila a su amigo
-No que teníamos que batirnos!
-No leíste bien el guión o qué! Dí tus líneas, no actúes según tu parecer! –siguió Camila
-Bueno, basta –los calmó su maestra- Draco, debes seguir el guión tal y como está
-Pero así es muy aburrido
-Aun así debes hacerlo. Además el día de la obra no usarán varitas de verdad
-¿Por qué no? –preguntó fastidiado Draco- A cualquiera le gustaría verme batir en contra de mi "amiga" Camila ¿o no?
-Bueno, sí –respondió sinceramente Ron- Yo le apostaría a Draco...
Ante la respuesta, Lila le dio un pisotón a Ron.
-Qué! –dijo indignado y adolorido el pelirrojo
-Mejor pasemos a otra escena –pidió resignada Lockhart
Al salir de aquella clase Camila trató de hablar con Draco.
-Por qué estás molesto?
-No te importa
-Draco, qué diablos te pasa
-Nada! Ahora déjame en paz –respondió Draco, marchándose a paso veloz
-Miren a Parvati la pegajosa –se burló Seamus indicando con el dedo a la muchacha, que estaba prendida del brazo de un aburrido Harry que no hacía nada por evitarla- Creí que le gustaba Justin
-Pues parece que ya no –contestó algo triste Lila, apresurando el paso y marchándose
Harry notó que lo veían, levantó la mirada y se topó con la de sus amigos, pero sobre todo una de esas miradas llamó su atención, precisamente aquella que en unos instantes lo evitó y desapareció: la mirada de Lila. Harry no sabía qué decir o hacer, sus amigos lo miraban pícaramente, cuando notó lo que llevaba en el brazo...a Parvati.
-Parvati, suéltame –y con un ademán se libró de su compañera y se fue tras de Lila, hacia su sala común
-¿No te parece que todo está de cabeza? –le preguntó Dean a Seamus mientras veía a Harry pasar por su lado y a Hermione caminando sonriente al lado de Zabini, que no parecía serle indiferente
-¿Me parece? TODO está de cabeza: Malfoy y Grissi pelean, Zabini y Hermione, Harry y Parvati, ¿qué más? ¿Snape y McGonagall? ¿tú y yo?
Dean lo miró extrañado.
-No seas tan extremista...
Lila iba casi corriendo por los pasillos del colegio hacia la torre de Gryffindor, muy triste y enojada cuando chocó contra alguien, que después la ayudó a levantarse.
-Lo siento –se disculpó cabizbaja Lila
-No te preocupes –le respondió una optimista voz conocida- ¿Estás bien?
Lila levantó la mirada y se quedó boquiabierta, luego su rostro tomó un color rosado.
-Oliver, ¿cómo estás?
-Bien, pero ¿tú cómo estás?
-Igual, supongo –contestó ella, encogiéndose de hombros
-Pareces triste –dijo preocupado el ex jugador de Quidditch de Gryffindor
-Sólo estoy cansada –respondió Lila, tratando de sonreír
-Supe que están haciendo una obra –le comentó tratando de animarla- ¿Cómo va todo?
-Bien. Aunque nos falta mucho por practicar –dijo más animada la muchacha- ¿Irás a vernos el día del estreno?
-Claro!
-Hola Oliver –saludó algo frío Harry
-Harry, cómo estás
-Bien, gracias
-¿Ya iban a cenar? –les preguntó Oliver
-No, íbamos a nuestra sala común –respondió secamente Harry
-Yo no, ¿tú sí ibas al Comedor? –le preguntó Lila- Si quieres podemos ir juntos
-Bueno –dijo sonriente Oliver- Nos vemos después Harry
Oliver y Lila se fueron, mientras Harry los seguía con la mirada fija en ellos.
