Después de 7 años… No puedo olvidarte

Capítulo 40- Regreso a aquel cementerio…


-Fui yo Potter- dijo de pronto una voz que arrastraba las palabras.

Todos se quedaron en silencio, habían reconocido esa voz, pero… ¿Podría ser posible?, y si así lo era… ¿Cómo?... y con asombro, corroboraron sus sospechas, cuando de pronto, del asiento con respaldo alto (con lo cual, no se habían percatado de la presencia de alguien más) que estaba enfrente del escritorio, se levantó la distinguida silueta de un chico con cabellera platinada, y del cual se pudieron distinguir unos ojos grises sin brillo alguno cuando este se dio media vuelta; Harry se quedó petrificado, confundido, incrédulo… ¿Qué demonios estaba haciendo ahí Draco Malfoy?

-¿Qué haces tú aquí?- preguntó con recelo Harry, mirando de una manera muy penetrante a Draco

-Créeme, Potter, que no me causa nada de placer el estar en el mismo lugar que tú- le respondió el rubio, mirándolo de una manera despectiva

-Tranquilícense los dos- inquirió Dumbledore antes de que Harry tuviera oportunidad alguna de contestarle a Draco como era debido –Este no es momento de discusiones, estamos aquí para tratar impedir los planes de Voldemort, y no lo lograremos si no nos comportamos

Harry y Draco no dijeron nada más, solo se limitaron a lanzarse una mirada desafiante, antes de ubicarse en diferentes lugares del despacho, ambos, procurando estar lo más lejos posible del otro; los demás presentes, aún en un silencio algo incómodo debido a la tensión que se había formado por lo de momentos antes, se alejaron de la puerta y también se ubicaron en diferentes partes del despacho, la mayoría, mirando con interés a Draco… ¿El que tenía que estar haciendo en ese lugar?

-¿Cómo fue que te enteraste Dumbledore?- preguntó Kingsley, rompiendo el incómodo silencio

-El señor Draco Malfoy me contó todo- contestó Albus, con su tono sereno –El me ha dicho a donde se han llevado a la señorita Weasley y a Diane

-¿Qué está tratando de decir profesor?- preguntó Ron, frunciendo el entrecejo -¿Cómo pudo haberle dicho y enterado él de eso?

-Lo mejor es que yo te lo explique Weasley- se adelantó a decir Draco, fijando su gris mirada en el pelirrojo –Yo le pude dar toda esa información por que… por que yo soy, o era… un mortífago

-¿Qué?

-Y hasta hoy- continuó Draco, sin siquiera hacer caso a la expresión que habían puesto casi todos los presentes –Había ayudado al Señor Tenebroso a preparar todo para su regreso… y también ayudé en gran parte para secuestrar a tu hermana e hija…

-¡ERES UN DESGRACIADO!- Exclamó con gran furia Harry, dando enormes zancadas hacia él

-¡Harry, por favor!- inquirió Dumbledore, interponiéndose en el camino de Harry -¡Ya he dicho que este no es momento para este tipo de cosas!

-¡Pero profesor!- espetó Harry, indignado, con la respiración agitada y los puños apretados -¡Acaso no escuchó lo que… ese dijo¡El las secuestró!

-Lo escuché perfectamente Harry- le dijo Dumbledore, observándolo de manera dura con su azul mirada –Pero te pido que primero escuches lo que tiene que decir antes de juzgarlo

-¡¿Cómo puede decir eso?!- explotó Ron, al cual, Hermione lo estaba sujetando fuertemente del brazo, tratando de esta manera, de evitar que el también intentara ir hacia donde Draco -¡El mismo lo acaba de decir¡Es un aliado de Voldemort, y por su culpa, estamos sufriendo por mi hija y Ginny!

-¡Les pido por favor que se calmen y lo escuchen primero!- dijo tajante Albus, alzando la voz de tal manera que todos los presentes contuvieron la respiración, a excepción de Harry y Ron, que seguían respirando entrecortadamente

Harry, con un movimiento brusco y la cara roja de rabia, se dio media vuelta y fue a situarse en el lugar que momentos antes había estado; Albus también regresó a su asiento, y pasados unos segundos, fijó su penetrante mirada en Draco, que después de un suspiro, comenzó a relatar todo lo que le había confesado a Dumbledore, desde su reencuentro con Voldemort hasta ese día, hasta el momento en el que había estado con Ginny y había tomado esa decisión… decisión, la cual, no le importaba en lo más mínimo las consecuencias ni las reacciones que ellos llegaran a tener al confesar todo…

-Y es por esa razón que decidí ayudarlos… por que la amo como nunca lo había hecho en la vida- finalizó Draco, bajando la mirad, después de un tiempo considerable de haber estado relatando la historia

-¡ERES UN MALDITO, TE VOY A MATAR!- estalló con enorme furia Harry, recorriendo a enormes zancadas el espacio que lo separaba de Draco; Harry, mientras Draco había estado relatando lo sucedido, se había estado conteniendo enormemente, a pesar de que sentía como a cada palabra que el rubio decía, la sangre le hervía cada vez más, sentía como cada célula de su cuerpo explotaba a causa del inmenso ocio que se acumulaba con una rapidez extraordinaria en el… ¿Cómo no había podido darse cuenta antes de eso¿Cómo no se le hizo sospechoso el que Draco saliera con Ginny de la noche a la mañana, cuando en sus años de colegio, el también aparentaba detestarla como a todos ellos?... todas estas cosas se le amontonaban y lo hacían sentir cada vez peor, pero lo que realmente le había hecho perder por completo los estribos, habían sido las últimas palabras dichas por él… ¿Cómo se atrevía a decir eso¿Cómo osaba decirlo después de relatar todo lo que había hecho¿Cómo?

Harry ya había llegado hasta donde Draco estaba, y con el puño cerrado, fuertemente cerrado a causa de el gran enojo, furia y odio que venía carcomiendo todo su ser, le dio un gran golpe en el estómago, sacándole todo el aire y provocando que este se agachara de dolor, tratando inútilmente de recuperar el aire que le fue quitado; en eso, Ron, que también se había contenido demasiado mientras el rubio había hablado, se dirigió con paso veloz hacia ellos, y tomando a Draco por el cuello de la túnica, lo levantó, pegándolo contra la pared, dejándolo suspendido unos centímetros del suelo

-¡¿Cómo pudiste desgraciado?!- le espetó Ron, rojo de ira y con los ojos irradiando gran furia -¡Mi hermana confío en ti!

-¡Eres un maldito Malfoy!- exclamó Hermione, con lágrimas en el rostro, mientras veía como Ron lo soltaba y le daba un puñetazo en su pálido rostro, partiéndole, de esta manera, su labio, del cual, ya salía una cantidad considerable de roja y tibia sangre

-¡Harry, Ron, aléjense de él!- espetó Dumbledore con autoridad, sin embargo, ninguno de los dos le hizo caso, ya que Harry, siguiendo el ejemplo de Ron, también le dio otro fuerte puñetazo en el rostro

-¡Ya basta!- exclamó Kingsley, sacando su varita -¡Inmobilus!

Harry y Ron, fueron lanzados a poca distancia, completamente inmóviles, mientras Draco, se dejaba caer en el piso, recargado sobre la pared, jadeando y limpiándose con el dorso de la túnica la sangre que le brotaba, pero sin dejar de ver con gran odio tanto a Harry como a Ron; Kingsley y Remus se apresuraron a llegar hasta ellos mientras duraba el hechizo, Remus tomando a Harry y llevándolo hasta un extremo de la habitación, exactamente lo mismo que hacía Kingsley con Ron.

-¡No puedo creer este comportamiento!- exclamó con gran furia Dumbledore, una vez que el hechizo inmovilizador se hubo desvanecido de los jóvenes -¡Se comportan como unos niños rebeldes! Se que lo que hizo el señor Malfoy no es nada digno de admirar, pero se que ahora el esta arrepentido y que nos va a ayudar…

-¿! Y cómo sabe que es verdad?!- espetó Harry enfurecido, sin mirar a Dumbledore, ya que su profunda mirada verde, la tenía clavada en Draco -¡¿Cómo puede asegurar que esto no es más que un simple plan de Voldemort para engañarnos?!

-Te equivocas Potter- inquirió Draco con los puños apretados; el chico ya se había limpiado la sangre que le había corrido y ahora solo le quedaban las marcas de los golpes recibidos –Además, tu opinión es la que menos me importa… con, o sin tu autorización, los voy a ayudar para rescatarlas

-Pero…

-Pero nada Ronald- le cortó Dumbledore, sin dejar de lado su tono severo –Yo confío en Draco y doy la cara por el… Y les voy a pedir que mientras trabajen juntos, traten de sobrellevarse, no quiero que peleen… Esto no es un juego en el que decidimos quien queremos que este en nuestro equipo o no… Esto es una situación real y muy difícil en la que la vida de dos personas inocentes están en juego, y por lo cual, no vamos a arriesgarlas solo por tontas excusas ni peleas… Así que, les pido, a los tres, que se den la mano y acepten colaborar juntos

-No quiero darle la mano a ese- inquirió Harry, con tono frío, apartando su mirada de Draco para posarle sobre Dumbledore

-Pues aunque no quieras Harry, lo harás; ya les he dicho que esto no es un juego… Así, que por favor, toma en cuenta que el tiempo que estamos perdiendo aquí, puede ser decisivo

Harry, Ron y Draco, parecieron darse cuenta de eso repentinamente… Era verdad, mientras ellos estaban en su tonta pelea, Ginny y la bebé ya podían estar en peligro, tenían que actuar rápido y sin embargo, ahí estaban parados, tomándose su tiempo para decidir si querían hacer las pases por un rato o no… Draco, decidido, tomó la iniciativa y caminó hacia Ron, que era el que estaba algo más próximo a el, y le extendió la mano; Ron, muy a su pesar, también le extendió la mano y se la estrechó levemente, quitándola casi enseguida; hecho esto, Draco, sin dejar su porte distinguido, se encaminó hacia Harry, y ya al estar enfrente de el, le extendió la mano

-Que quede claro que esto lo hago solo por el amor que le tengo a Ginny- le dijo Draco al ojiverde, en un susurro que solo el pudo escuchar

-Y que quede claro que yo no voy a dejar que te salgas con la tuya- le respondió Harry, estrechando la mano del rubio, pero, a diferencia de Ron, el lo hizo de una forma muy fuerte, como si quisiera, de esa manera, expresar toda la rabia y el odio que lo consumía por dentro, todo lo que sentía hacia el…

-Bien- dijo Dumbledore, cuando Harry y Draco hubieron deshecho el "apretón" de manos –Creo que debemos empezar por decidir como es que vamos a entrar en la antigua mansión de los Riddle…

OoOoOoOoOoOoOoOo

El sol se ocultaba lentamente entre las montañas, dejando tras de sí, un hermoso color rojo rubí, que daba la impresión de que la inmensidad del cielo se encontraba cubierta por sangre… las pocas nubes que quedaban se teñían casi del mismo color, y la brisa, la suave y ligera brisa movía sutilmente las hojas de los árboles y el húmedo pasto… Era un espectáculo realmente relajante, capaz de tranquilizar hasta a el más desesperado, sin embargo, de esto no podía disfrutar una chica con el cabello de un rojo encendido, dado que ella se encontraba encerrada en uno de los cuartos más aislados de la mansión Riddle, caminando lentamente de un lado a otro, cargando un pequeño bulto entre sus brazos.

-"¿Por qué tardarán tanto?"- pensaba Ginny con angustia, mirando con ternura como la bebé se entretenía jugando con sus pequeñas manos –"¿Habrán visto lo que dejé grabado?"… "¿En donde podrá estar Draco?"…

Todas estas preguntas y muchas más, se formulaba Ginny; era demasiado desesperante estar ahí, encerrada, sin poder hacer nada para escapar de aquel tétrico lugar… suponía que deberían de tenerla muy bien vigilada, y aparte, debían de haber puesto un hechizo alrededor del cuarto o algo así para que no lograra salir… Y aún si intentara escapar, era bastante arriesgado, tenía a la bebé y aparte no tenía su varita consigo… "Bien Ginevra, muy bien… Esto te pasa por no querer intentar a aprender a usar magia sin varita"… La chica trató de ya no pensar más acerca de esto, solo la ponía más nerviosa, aparte, Draco le había prometido que todo iba a salir bien, y así iba a ser, o al menos eso esperaba, pero, solo quedaba una pregunta… ¿A qué precio?

-Hola Weasley- escuchó de pronto

Ginny se volteó hacia donde había provenido la voz; había estado tan sumida en sus pensamientos que no se había percatado de que, al cuarto, habían entrado dos encapuchados con máscaras cubriéndoles el rostro, uno de los que sin duda, era una mujer, chica la cual, Ginny sabía perfectamente de quien se trataba.

-No se por que te sigues escondiendo detrás de esa asquerosa máscara de mortífago- decía Ginny, desafiante, mirando a la mujer con repulsión –Eres una tonta si pensaste que no iba a descubrir que eres tú, Carol Anne Miller

-Veo que no eres tan boba como pensé- contestó Carol Anne, quitándose la capucha junto con la máscara, dejando ver en su fino rostro, una mueca de superioridad

-Y yo veo que me equivoqué al juzgarte- le respondió Ginny, poniendo exactamente la misma expresión de superioridad que la otra –Eres mucho más hipócrita y cobarde de lo que pensé… digna aliada de Voldemort

-¡Cállate!- gritó Carol Anne, con un gran enojo reflejado en sus fríos ojos verdes

-¿Qué¿Acaso te duele que te diga la verdad?, Bien, entonces, en ese caso, supongo que no te molestará que te diga unas cuantas cosas más –Una vez que Ginny hubo comenzado, sintió que ya no podía parar, de alguna manera, era la única forma en la que podía desahogar todo la impotencia que la llenaba por completo sin sentirse culpable por hacerlo se esa forma y con esa persona, dado que esa persona, era la misma que había ayudado en el secuestro y la misma que no dejaba de molestar e insinuársele a Harry, a su Harry –Como por ejemplo, que se que haces y colaboras en todo esto para poder quedarte con Harry¿O acaso me equivoco? Piensas que es la única manera de hacer que Harry sea solo tuyo por que tus otros métodos no dieron resultado… ¿Y sabes por qué? Sencillo… por que el no tiene ojos más que para MI, el me ama, y por lo tanto, no va a estar fijándose en tipejas como tú…

-¡ERES UNA IDIOTA!- exclamó Carol Anne, roja de furia, sacando su varita y apuntándola directamente a Ginny, la cual, ni siquiera se inmutó ante aquella reacción, y que hacía hasta lo imposible por mostrar su enorme expresión de satisfacción al ver el efecto que sus palabras habían producido en la chica –Pero me las vas a pagar… ¡Cru…

-¡Miller, por favor!- exclamó el otro encapuchado, Rick, colocándose en frente de la varita de su compañera

-Apártate Bryce

-Ya tendrás tiempo para ajustar cuentas con ella… Estamos aquí por una cosa y no nos vamos a demorar por tu culpa

-Es verdad- dijo Carol Anne, bajando su varita, pero aún manteniendo su profunda mirada sobre Ginny –Ya tendré mi oportunidad de arreglármelas con esta… Bien, Weasley… Ahora entréganos a la niña

-Así, claro, toma- le contestó sarcástica Ginny -¡Por favor¿Acaso piensas que te la voy a entregar así como así?- seguía diciendo la chica, tratando de aparentar una expresión graciosa, ya que al oír estas últimas palabras, su corazón había dado un fuerte respingo, y estaba segura de que su rostro se había puesto mucho más pálido… lo único que pudo hacer ella, fue aferrar con más fuerza a la niña

-Si no quieres sufrir mayores daños, si- contestó Rick, acercándose poco a poco a Ginny

-No me importa lo que me pase a mi- espetó desafiante Ginny, apretando un poco más a la niña contra si –Pero no voy a dejar que se la lleven

-Jajaja, si que eres tonta- Carol Anne ahora tenía dibujada una mueca de malicia en el rostro, le era en verdad placentero ver a su rival en esas condiciones -¿Crees que vas a poder contra nosotros? No tienes tu varita, y aunque la tuvieras, no tendrías ni la más mínima oportunidad de derrotarnos… Ahora, entréganosla y ahórrate del sufrimiento… por ahora

-No- contestó tajante Ginny, mirándola con más odio que antes

-De acuerdo, como quieras… Bryce, quítasela

Rick asintió con la cabeza y acortó la distancia que lo separaba de Ginny… en los ojos del chico podía verse una expresión de enorme júbilo, satisfacción y unas ganas enormes de arrebatarle de los brazos a la criatura de esas dos personas que eran las causantes de que el se uniera al lado oscuro, a las causantes de que el se hubiera sentido miserable durante mucho tiempo, de que pensara que no valía nada, no era nada… Si, iba a disfrutar enormemente el momento en el que viera como sacrificaban a la bebé de Ron y Hermione…

Ginny había comenzado a desesperarse, sentía como sus manos empezaban a sudar… ¡Debía hacer algo para impedir que se llevaran a la niña! Sabía perfectamente que estaba en mucha desventaja, pero no iba a perder nada con intentarlo… la desesperación se adueñó mucho más de ella cuando vio al mortífago a unos siete pasos de ella… cinco… tenía que pensar en algo¡ya!... tres… podía ver con más claridad esos fríos ojos verdes…

Rick ya había comenzado a levantar sus manos para poder arrebatarle a la bebé, cuando Ginny de pronto hizo lo único que podía hacer en ese momento… reunió toda la fuerza que pudo, y con su rodilla, logró darle al chico un fuerte y realmente doloroso golpe en la entrepierna; Rick profirió un agudo alarido y se tiró al suelo, tratando de esta manera, calmar el dolor… Ginny no esperó a que se levantará, y pasando sobre el, comenzó a correr, sin embargo, Carol Anne aún estaba ahí

-No te quieras pasar de lista- dijo Carol Anne, posándose en frente de la pelirroja -¡Petrificus totalus!

Ginny logró reaccionar a tiempo y pudo esquivar el hechizo, sin embargo, no logró tener la misma suerte con otro rayo de color rojo, que le rozó el brazo, provocándole una nueva cortada y un fuerte chillido de dolor, con lo que, si poder evitarlo, sus piernas se doblaron, quedando de rodillas sobre el suelo

-¡No exageres y ven a ayudarme Bryce!- espetó la ojiverde, volteando a ver al chico que aún seguía tendido en el piso –Está herida, ya no puede hacer mucho

-No me digas que no puedes hacerlo sola- le espetó Rick, con voz débil y entrecortada, sin siquiera hacer un esfuerzo para levantarse

-No te estoy pidiendo tu opinión, te estoy ordenando que vengas y me ayudes

-¡Tú no eres nadie para ordenarme!

-¡El hecho de tener más cerebro que tú, me da la satisfacción de poder mandarte!

Ginny, aunque tenía el brazo sumamente adolorido, hizo un esfuerzo, y sujetando bien a Diane, se levantó lentamente, y aprovechando la situación en la que los dos mortífagos se encontraban, comenzó a salir por la puerta que estaba abierta con mucho sigilo, casi conteniendo la respiración… aún podía escuchar como peleaban los otros, y una vez que estuvo afuera del cuarto, comenzó a caminar más rápido, tratando de hacer el menor ruido posible… "Que sigan discutiendo, por favor" pensaba desesperada Ginny, haciendo muecas de dolor.

-¡Bien, quédate ahí, bueno para nada, al fin y al cabo, a la que va a recompensar el Señor Tenebroso es a mi!

Dicho esto, Carol Anne se volteó de nuevo al lugar donde había dejado a Ginny, solo para encontrarse con la sorpresa de que ya no estaba… la chica sintió como una enorme ira le subía rápidamente por todo el cuerpo hasta llegar a la cabeza… ¡Se había escapado! No podía dejarla ir, no podía permitir que esa tipa se saliera con la suya…

-¡Idiota¿ves lo que provocas¡Se ha escapado!- bramó Carol Anne, saliendo rápidamente por la puerta, detrás de la pelirroja –"No puede estar muy lejos"…

Y en efecto, el pensamiento de la ojiverde era verdadero; apenas había recorrido unos cuantos metros cuando logró divisar la silueta de Ginny a poca distancia de ella, que iba casi corriendo, pero sin mucho éxito, tanto por estar cargando a Diane como por tener el brazo nuevamente lesionado; Carol Anne sonrió maliciosamente, y empuñando su varita, dijo:

-¡Impedimenta!

Ginny, desafortunadamente, no se había percatado a tiempo de que ya se habían dado cuenta de que no estaba y que por lo tanto, ya la venían siguiendo… Ella solo tenía en su mente la idea de escapar de ahí, huir junto con la niña para poder salvarla de algo terrible, tan fuerte era el pensamiento que apenas si pudo oír un grito, que fue acompañado por un haz de luz roja que iba directamente hacia ella, y que ya se encontraba a poca distancia…

OoOoOoOoOoOoOoOo

Un grupo de ocho personas apareció de repente, en el pequeño, tétrico y descuidado cementerio de una pequeña iglesia… El tenue color rojo rubí que despedía el cielo, era sutilmente reflejado en las derruidas lápidas de aquel lugar; el pasto estaba seco en algunas partes y ya algo crecido; el sonido que reinaba ahí, era sepulcral e incluso hasta algo sospechoso… Y ahí, algo alejada de aquel cementerio, se podía dejar ver una colina, colina en la que se apreciaba una mansión… De todo esto se dieron cuenta las personas recién llegadas, sin embargo, a una de ellas, el hecho de estar ahí, producía que su mente se llenara de recuerdos, pero no recuerdos cualquiera, si no de recuerdos dolorosos, terribles… tanto así, que hasta podía decirse que podían tratarse de horrorosas pesadillas, con la sutil diferencia de que aquello en verdad había ocurrido…

Harry Potter se dejó caer de rodillas sobre el seco pasto, con las manos aferradas fuertemente a su cabeza… como si se tratara de una enorme pantalla, veía claramente todo, absolutamente todo lo sucedido en ese cementerio… Podía verse así mismo con 14 años, contemplando algo horrible… el cuerpo de un chico de 16 años, cuerpo que yacía tirado sobre el pasto, completamente inmóvil… podía ver con mucha nitidez el cuerpo de Cedric Diggory, muerto… La imagen cambió a otra mucho peor, dado que esta, era la de un "hombre" saliendo con lentitud de un caldero, acercándose poco a poco a el… estaba viendo el regreso de lord Voldemort, en el que cuyo rostro, se apreciaban dos ojos tan tojos como las mismas llamas del infierno… El duelo que llevó a cabo con el… Los espectros de Cedric, sus padres, saliendo de la varita de Voldemort…

-¡Harry!- escuchó de pronto el chico

Harry alzó la vista y vio que Luna estaba enfrente de el, también arrodillada; casi todos los demás lo observaban con un semblante preocupado, a excepción, claro, de Draco, que tenía su mirada posada en la mansión que estaba erigida sobre la colina

-¿Qué pasa?- volvió a decir Luna, tomándolo suavemente del rostro

-Yo… es que…- Harry no sabía como explicarlo; aquellas terribles imágenes aún estaban en su cabeza, aunque algo más lejanas… No podía soportar estar ahí, simplemente no podía… No quería seguir recordando, viviendo aquel fatídico día, exactamente en el mismo lugar en el que eso había pasado…

-Ahí es donde las tienen- dijo de pronto Draco

-Vamos- dijo repentinamente Harry, levantándose

-Harry¿Seguro que estás bien?- inquirió Hermione, acercándose hacia él

-Si, es solo que… solo fueron recuerdos, estoy bien- le contestó Harry, tratando de restarle importancia al asunto, lo que no dio muy buen resultado con los demás, pero aún así, ya no dijeron nada

-Deprisa- dijo nuevamente Draco, aún ignorando el estado en el que se había encontrado Harry –Espero que aún no sea tarde…

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Avances del próximo capítulo

Capítulo 41- Sacrificios por amor

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Después de unos minutos, finalmente llegó hasta la puerta de la habitación donde tenían a la chica, la abrió con cuidado, y al hacerlo, sintió como si el aire le fuese negado, al mismo tiempo de que también sentía como un terrible hueco en el estómago aparecía, al ver ahí, en el suelo, el cuerpo completamente inerte de Ginny.

-Ginny…- susurró Draco, corriendo hasta la chica e inclinándose, para poder tomarla entre sus brazos –Ginny, despierta, por favor…

Draco sentía como un enorme sentimiento de desesperación crecía rápidamente dentro de el… Ginny tenía un tono muy pálido en su rostro, y a la altura de la sien, un fino hilo de sangre se deslizaba de manera lenta, haciendo así, un gran contraste con la palidez de su cara…

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-"Lo mejor es seguirlo"- pensó la chica, sacando también su varita –"No me gusta para nada la forma en la que está actuando"

Draco, al llegar a la entrada principal de la mansión, se detuvo por un momento, quedándose completamente quieto, como si estuviera agudizando el oído para poder escuchar algo fuera de lo normal, después de esto, volteó a ver hacia atrás de él, y al no vislumbrar a nadie, atravesó la puerta; Carol Anne, que al ver como Draco se había detenido abruptamente frente a la puerta, se había escondido detrás de la pared, esperó por unos segundos para así, también salir de la mansión, dispuesta a descubrir a toda costa lo que el chico tramaba.

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-¡Expelliarmus!- gritó Draco con voz agitada, apuntando directamente a Carol Anne; el hechizo le dio de lleno en el pecho, provocando que esta fuera a dar violentamente contra la pared, al tiempo de que la máscara blanca se le desprendía del rostro y las maliciosas carcajadas desaparecían del recinto

-Ginny…

Harry corrió hacia donde Ginny, la cual, jadeaba ligeramente a causa de la maldición, pero que, a pesar del dolor que sentía en todo su cuerpo, se había reincorporado al percatarse de la llegada de Harry.

-Ginny…- Harry se arrodilló junto a su lado, y la abrazó con fuerza, enredando sus dedos en la cabellera roja de la mujer que amaba, al tiempo de que le besaba la frente, agradeciendo profundamente el que aún estuviera viva, ya que el, se había imaginado lo peor

-Harry…- Ginny también le correspondía su abrazo de igual o con mayor fuerza, le causaba un alivio enorme el saber que ya no estaba sola, y que ahora, Harry estaba con ella...

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N/A: Hola!!! Espero que estén muy bien!!!! Y bueno, ahora si puedo decir que acabamos de entrar a la recta final… La batalla "final" (XD) será muy pronto… En fin, son muchas cosas!!! (con decirles que incluso aún me sigo emocionando con recordar lo que escribí, XD)… Y bueno, pues, pasando a otras cosas… Me retrasé un poquito con la actualización por los motivos que ya les había dicho el capítulo anterior (los exámenes y eso), sin embargo, hubo otro más… que la musa llegó de repente para con mi nuevo fic!!!!!!!!!!! XD!!! Estoy muy feliz… El primer capítulo ya lo escribí y lo envié a mi revisionista, jeje… solo es cuestión de que adelante unos capítulos más para publicarlo (y no lo se, igual y lo publico antes de acabar de subir los capítulos de esta historia)… Y pues, lo que les puedo adelantar, es que esa historia, será muy oscura… es una continuación del sexto libro, pero… mmm… diferente, jeje… Bueno, ya verán!!!! (bueno, los que quieran, claro, jeje)…

Bueno, yo los dejo por que si no los aburriré con mis cosas, XD

Los quiero!!!

Un beso!!!

Mary

Futura de Radcliffe…

Y ya con las iniciales de mi nuevo fic: D.L.O. (XD… mi suspenso, jejeje)