Después de 7 años… No puedo olvidarte
Capítulo 45- La última batalla. Parte II
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N/A: Hola!! Jeje, bueno, aquí me tienen otra vez con este nuevo capítulo… y ya uno de los últimos… no!! Sniff… jeje, bueno, ya… esto mejor lo dejo para el final, jeje… Bueno, pongo mi notita al principio de este capítulo, para avisarles, que hay un pequeñísimo spoiler del sexto libro… bueno, no es tanto así un spoiler, si no que son unas criaturas que obviamente también tenían que existir en el mundo mágico, es solo eso… Es que no me pude contener!! En cuanto los leí en el libro, supe que debían de estar presentes en esta batalla, jeje… Pero bueno, es solo eso… No voy a hablar de nada de la trama del sexto para quienes aún no hayan tenido oportunidad de leerlo y no se los quiero arruinar, es solo esto, que en verdad, tenía que poner… En fin, ya, los dejo leer… Que lo disfruten!! Nos vemos al final del capítulo!!
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Aprovechaba muy bien la oscuridad, que, por algún extraño motivo, se iba haciendo cada vez mas intensa y profunda, así mismo trayendo consigo, una muy fría corriente de aire y unos tenebrosos sonidos que no parecían provenir de algún punto en específico, si no de cada rincón, de cada tumba, de absolutamente todo el cementerio…
Caminaba lo más rápido que podía, ocultándose entre las lápidas, tratando de hacer el menor ruido posible, ya que, si hacía algo que pudiera delatar su posición, por más mínimo que fuera, estropearía todo, absolutamente todo, y de nada valdría lo que se le había ocurrido.
Tenía que darse prisa, tenía que hacerlo, pues aunque aún no veía a su enemigo, podía sentirlo por medio de su intuición y de aquella cicatriz… podía escuchar los susurros inconfundibles del andar de lord Voldemort y del suave "fru-frú" que hacía su túnica que eran traídos por el viento… pero lo peor de todo, era que podía sentir como su presencia, poco a poco, se hacía mas fuerte… Aún se encontraba algo lejos, pero si seguía huyendo de esa manera, aunque solo fuese para encontrar un lugar adecuado para lo que tenía planeado hacer, perdiendo el tiempo ocultándose entre las lápidas y deteniéndose de vez en cuando, ya fuese para despistarlo o para asegurarse de que aún no los había alcanzado, lo podía hacer en unos cuantos momentos más… Bien habría podido desaparecer con la bebé y ponerla a salvo, sin embargo, ya lo había intentado, y¿el resultado?... nada… Al parecer, Voldemort había puesto sobre todo el lugar, un hechizo para que nada ni nadie pudiese desaparecer, logrando su objetivo… acorralarlo y desesperarlo aún más…
Finalmente, encontró un lugar… no era perfecto, pero si decentemente apropiado (en comparación con los otros lugares). Puso su mano derecha en alto, que era donde tenía su varita, ya que en la otra, tenía fuertemente sujeta a Diane; susurró "Lumus", alumbrando de esta manera la pequeña y derruida capilla a la que estaba entrando. Sin perder ni un segundo más, Harry acomodó el pequeño cuerpo de la hija de sus mejores amigos sobre el único espacio que se veía "bien" a comparación del resto del interior de aquel lugar.
Harry, concentrándose todo lo que fue capaz, debido a que el dolor de la cicatriz se negaba rotundamente a remitir, aún después de haberlo atormentado por horas, invocó el encantamiento "Fidelio", el cual, consistía en el ocultamiento mágico de algo o alguien dentro de una mente, haciendo así, que nadie, absolutamente nadie, mas que el guardián secreto, supiera el lugar donde el objeto o la persona se encontraba escondido… Sin embargo, esto fue mas difícil, dado que Harry, a aparte de hacer el encantamiento, lo modificó un poco… no solo él podía saber el lugar en el que Diane se encontraba, si no también alguien de su sangre, en este caso, Ron o Hermione… tenía que hacerlo así… Por si no llegaba él a entregarles a la niña, por si todo no salía como se esperaba, por si no ganaba… Por si moría…
Después de un leve resplandor color púrpura que duró unos pocos segundos, Harry se dio por satisfecho, ya que eso quería decir que el encantamiento había dado excelentes resultados, así que, inclinándose un poco, le dio un pequeño beso en la frente a Diane, se levantó y, echándole un último vistazo, salió de la capilla, apresurándose a regresar por otro lado, alejándose todo lo posible de la capilla.
La temperatura bajaba cada vez más; el viento seguía trayendo consigo misteriosos y tenebrosos sonidos nocturnos, que, repentinamente, ya que Harry hubo avanzado una distancia considerable, cesaron, como si alguien, con un chasquido, lo hubiera ordenado…
Harry se paró en seco, conteniendo la respiración en medio de todo aquel sepulcral silencio… sentía como el ambiente se iba haciendo mas pesado, sentía que aquel repentino silencio no estaba bien, que no podía presagiar nada bueno… y no se equivocaba…
-Ya me cansé de estar jugando a las escondidas, Potter- dijo detrás de él, la voz fría y amenazadora de Voldemort
-Yo no estoy jugando- respondió Harry, volteando a verlo, tratando de formar un semblante despreocupado y arrogante -¿Acaso tu si?
-No estoy dispuesto a seguir aguantando tus insolencias- le espetó Voldemort, mirándolo de una manera muy penetrante –Ni tus desplantes de arrogancia…
-Pues que lástima, ya que las tendrás que seguir aguantando aunque no quieras Tom…
-¡Diffindo!
Dado que Voldemort había atacado de improvisto, Harry no pudo esquivar el hechizo, lo que provocó que un profundo corte apareciera en el pecho del joven, el cual, ya comenzaba a derramar una cantidad considerable de sangre, que se desplazaba por su túnica, manchándola, dejando ese rastro color escarlata, para desaparecer en el pasto; Harry, reteniendo con todas sus fuerzas un grito de dolor que pugnaba por salir, cayó de rodillas, llevándose una mano hacia su herida; sin embargo, cuando Harry apenas hubo levantado la vista, para ser ahora él el que atacara a su oponente, sin importarle la gravedad de su herida, un rayo color azul lo golpeó en su brazo izquierdo, empujándolo a una escasa distancia, haciendo que cayera de espaldas; Harry trató de reincorporarse rápidamente, sin embargo, descubrió con terror, al intentar mover el brazo que le había sido atacado, que este no le respondía… estaba simplemente inmóvil…
-¿En donde escondiste a la mocosa, Potter?- Preguntó Voldemort, mientras se acercaba con la varita en alto, apuntándole a Harry directamente al corazón –Dímelo, y puede que haga tu muerte menos dolorosa…
-Me lo preguntas como si en verdad te lo fuera a decir- le contestó Harry con un tono muy frío, tratando nuevamente de reincorporarse, apoyándose en un montón de tierra, el cual, tenía una lápida ya a punto de derruirse
Voldemort, que había visto con satisfacción los intentos de Harry para levantarse, desvió por una rápida fracción de segundo su mirada hacia el lugar en donde el joven se estaba apoyando, y, formando otra horrible mueca, como si algo fantástico se le acabara de ocurrir, volvió a dirigir su mirada hacia Harry.
-De acuerdo, si eso quieres…
Voldemort, comenzó a susurrar unas palabras que Harry no logró entender, pero que a pesar de esto, no dejó de provocarle un sentimiento de incertidumbre… Esto no podía significar nada bueno…
Después de que Voldemort terminó de susurrar, largos segundos transcurrieron, largos segundos en los que nada se podía escuchar mas que el susurró del viento al rozar con el pasto, largos segundos en los que Harry y Voldemort no despegaban la mirada del otro, desafiándose, mostrándose toda aquella rabia, todo aquel odio, todo aquel deseo de ver muerto al otro…
Repentinamente, todo el escalofriante e inquietante silencio, fue roto por un extraño sonido, que al parecer, provenía cerca de donde estaba Harry… muy cerca, demasiado… era como si algo, o alguien, estuviese emergiendo lentamente… emergiendo de aquella tierra… justo debajo de Harry… El chico volteó rápidamente hacia aquel lugar, y, con horror, vio como sus temores eran confirmados… De aquella parte, de aquel trozo de tierra, estaba surgiendo algo parecido a la forma de una mano humana…
Harry se apartó con rapidez de ahí, caminando para atrás sin poder despegar su vista de aquel espeluznante acontecimiento… lo sabía… Voldemort había convocado Inferius… sin embargo…
De pronto, mientras seguía retrocediendo, sintió como algo muy frío, helado, le agarraba con una fuerza sobrenatural el tobillo… Harry miró abajo y vio como otro Inferi ya se había deslizado hacia donde estaba él…
El olor que despedía aquel ser era realmente insoportable… aquella ropa ya desgarrada, sucia y apolillada… aquella congelante sensación del contacto de ese ser, aquella que te hacía sentir como si la respiración se te cortara… aquel cuerpo en estado de descomposición, aquella piel que ya se estaba desprendiendo, que ya colgaba de la que aún lograba mantenerse adherida… aquel color que solo se lograba divisar en algunas pocas partes, blanco, fantasmal, que se encontraba impregnando lo que quedaba de lo que alguna vez fue el rostro de aquel ser… pero, lo que mas pánico provocaba, era aquella expresión que no denotaba nada, absolutamente nada… era algo que lo hacía aún más terrible… El saberse atacado por un cuerpo ya sin vida alguna, era una de las peores cosas en el mundo
Harry, quedándose inmóvil, contemplando a aquel escalofriante ser, no se dio cuenta de lo que seguía pasando a su alrededor… y no fue, hasta que sintió otra mano, igual de fría que la anterior, aprisionarse de su brazo, cuando se percató de que Voldemort había convocado a la gran mayoría de los muertos en aquel cementerio, a los que aún podían mantenerse en pie, causar miedo, horror, pánico…
En pocos segundos, Harry se vio completamente rodeado de Inferius… a donde fuese que volteara, ahí los veía… con movimientos torpes, caminando lentamente… pero siempre hacia él… nunca hacia otra dirección…
Harry comenzó a desesperarse… podía sentir la mirada de satisfacción y burla que Voldemort tenía fijamente sobre él… Los inferius cada vez estaban mas cerca… Aquellas expresiones vacías, sin vida, lo iban rodeando… sin embargo, Harry, cayendo en la cuenta a tiempo de lo que tenía que hacer, aferró fuertemente su varita, hizo una complicada floritura con esta, y, con un fuerte grito, invocó fuego, el cual, salió disparado de su varita, formando un círculo alrededor de él, el cual, fue haciéndose cada vez mas grande.
Los Inferius, fueron retrocediendo poco a poco, aparentemente, aterrorizados por las imponentes llamaradas que emanaban de la varita de Harry, y, justo cuando él pensaba que estaba logrando vencerlos, la voz de lord Voldemort se escuchó
-¡Glacius!
El enorme círculo que estaba formando y protegiendo a Harry de los Inferius, se apagó repentinamente, dejando en su lugar, grandes bocanadas de humo, que comenzaban a llenar el frío aire que gobernaba el lugar
-¡Relaskio!
El hechizo que Voldemort le había enviado a Harry mientras este estaba distraído, contemplando como su enorme círculo de fuego se extinguía, lo empujo fuertemente contra, hasta ese momento, una ya casi derruida lápida, a la cual, el impacto de Harry terminó de derrumbar por completo; Harry exclamó un grito, al tiempo de que hacía una mueca que denotaba gran dolor, sin embargo, al percatarse de que Voldemort iba a atacar de nuevo, apuntó su varita a las piedras que habían caído de la lápida
-¡Oppugno!
Grandes cantidades de rocas se dirigieron hacia Voldemort, el cual, no se esperaba ese ataque, pero que aún así, logró bloquear con un simple movimiento de mano.
Harry, con un rápido, pero escrutador vistazo a su alrededor, vio como un enorme alivio, aunque, aún así, no dejó de preocuparse del todo, como los Inferius ya se habían alejado de él, a causa del poco, pero imponente fuego que había logrado convocar.
Sin embargo, mientras Harry se preparaba para volver a atacar, repentinamente, su vista comenzó a nublarse; sentía como todo le daba vueltas; sentía como el mareo comenzaba a hacerse presente, y justo cuando creyó que el desmayo iba a ser la próxima cosa a suceder, sintió como una especie de cuerdas lo sujetaban firmemente, unas en sus muñecas y otras en sus tobillos, estas últimas, provocando que el cayera con un fuerte golpe sobre la fría tierra
-Te tengo- susurró Voldemort, con un enorme júbilo en estas dos simples palabras, al tiempo de que se acercaba hacia donde yacía Harry, el cual, estaba tratando de reincorporarse con algo de dificultad, ya que ambas manos, las tenía juntas, fuertemente amarradas; sin embargo, no logró más que sentarse… todas aquellas profundas heridas ya comenzaban a anunciar a gritos su presencia
-Eres un repugnante tramposo- dijo entre dientes Harry, cuya visión comenzaba a recuperarse
-No olvides que en estos casos, todo se vale, Potter… Además, siento decirte que, dado que no quieres decirme en donde escondiste a la mocosa, tendré que utilizar unas cuantas técnicas un tanto dolorosas pero muy placenteras para mi, para descubrirlo…
-Hazme lo que quieras, sabes perfectamente que no te diré nada…
-Ya sabía que dirías eso… Ese estúpido sentimiento es tu más grande defecto y debilidad… Esta bien, siendo así, no me quedará otra opción mas que matarte… de esa manera, me ahorro trabajo… acabo por siempre con aquel que ha sido un gran impedimento en la realización de mis planes, y hago que el encantamiento "Fidelio", del que estoy seguro, realizaste, se desvanezca con tu muerte, y así yo, tomar a esa niña en mi poder y…
-Jajajaja- río Harry, con un dejo desafiante –Me temo que no podrás hacerlo si yo le hice unos pequeños cambios…
-¿Qué quieres decir?- espetó inmediatamente Voldemort, cambiando con una rapidez sobrenatural, la expresión de su rostro, transformándola de satisfacción a enorme rabia contenida… Todo lo que aquel maldito Potter pudiese haber hecho, no podía dejar que arruinara sus planes… no podía… no debía…
-Digamos que ni con mi muerte, el hechizo podrá desvanecerse
-¡Mientes! Para hacer cambios a ese encantamiento, necesitas tener mucha fuerza, mucho poder, energía… cosas de las que, desgraciadamente para ti, yo me he encargado de reducir
-Te equivocas- siguió diciendo Harry, manteniendo en Voldemort una mirada cargada de rabia –Podrás haberme reducido eso, sin embargo, aquel estúpido sentimiento, como tu lo llamas, me ayudó de sobremanera a darle esa protección extra a la niña… Si, Tom- siguió agregando, al ver como la expresión de su oponente cambiaba a una de negación mezclada con enojo –Aquel sentimiento que desprecias con toda tu alma, aquel sentimiento que nunca tuviste, pese a que se que deseaste tenerlo, y que es la causa de todo aquel odio en ti, aquel sentimiento me ayudó a incrementar mi poder en aquel momento que intentaba proteger a Diane, y por eso, nunca podrás encontrarla, aún así sea matándome…
Un rayo color azul provocó que Harry fuese lanzado por los aires, golpeándose fuertemente la cabeza contra un árbol, e, inmediatamente después, sintió como un corte grande y profundo, le era hecho en su pierna derecha… Sentía como el tibio y espeso líquido escarlata recorría su piel… sentía como las fuerzas le iban abandonando cada vez más… La pérdida de sangre ya era mucha, demasiada… Al parecer, ese era el fin… Sin embargo¿Era todo en verdad malo?... No… Por fin iba a dejar de sufrir, por fin iba a tener esa paz, esa tranquilidad que desde un principio le fue negada… pero, lo más importante de todo, era que por fin iba a encontrarse con Sirius, con James, y con Lily… Pero, todo esto¿A qué precio? Iba a desperdiciar completamente el sacrificio de sus padres, iba a sumir tanto al mundo mágico como al muggle en un completo infierno, o más que eso…
-"No puedo dejar que esto acabe aquí"- pensó Harry, entreabriendo los ojos, solo para ver como lord Voldemort, nuevamente, iba hacia él, con una expresión de júbilo y con la varita en alto –"Tengo que seguir…"
-¡Avada Kedavra!
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Ansiedad
Preocupación
Dolor
Temor…
Era todo lo que se respiraba en un blanco y mediano pasillo, con un pequeño grupo de personas esperando, todas con el mismo semblante de preocupación, de temor, pero ninguna, comparada con lo que sentía el chico que estaba sentado en el suelo, recargado en la fría y blanca pared que aquel pasillo, con su roja cabellera sujeta por sus manos y con los ojos fuertemente cerrados, tratando así, de retener las lágrimas que luchaban por salir, pero sin tener éxito alguno en su intento… aquellas diminutas y cristalinas gotas no paraban de brotar… Todo aquello a causa del dolor que sentía al haber recibido tan malas noticias
Todo aquel sepulcral silencio, fue roto por unos pasos, que, al parecer, se dirigían hacia aquel pequeño grupo de personas que esperaban la última noticia, que, por todo lo indicado, era… fatal
-Señor Weasley- dijo la persona que se había acercado hasta ellos, deteniéndose frente al chico que se encontraba sentado en el frío suelo –Siento mucho tener que decirle esto, pero… lo lamento, ya no podemos hacer nada
Silencio… Era todo lo que reinaba después de estas últimas palabras… de aquellas fatales palabras… de esa dura realidad
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Neblina… volteó para su derecha… aquella abrumadora neblina de nuevo… volteó hacia atrás… de nuevo la misma imagen… Todo el lugar era exactamente igual mirase por donde se mirase… ¿Acaso así era como terminaba todo¿Acaso se iba a ese lugar después de haber recibido el impacto de aquella maldición?... No lo sabía, pero por las circunstancias en las que estaba, así parecía ser
Después de haber dejado de voltear y de moverse desesperadamente por todos lados, se dejó caer, vencido, derrotado; sin embargo, no fue hasta ese entonces, cuando se dio cuenta de que un hermoso sonido, aunque lejano, muy lejano, se hacía presente… Estaba seguro de ya haber escuchado ese sonido antes, pero ahora no podía recordarlo… Nadie en aquellas circunstancias lo haría… Lo único que sabía, era que aquel sonido, aquel reconfortante canto, lo llenaba, lo hacía sentir bien, hacía que sintiese que nada estaba perdido aún, aunque todo pareciese indicar todo lo contrario
-"No te rindas, hijo"
Escuchó Harry, desviando desesperadamente su mirada hacia todos lados, tratando de encontrar a la dueña de esa voz… ya que sabía perfectamente de quien se trataba… mas, nada parecía indicar que en ese lugar cubierto de neblina, se encontrara alguien más a excepción de él, solo aquella voz que había salido de ninguna parte, contradecía lo que los profundos ojos verdes del chico recorrían
-¿En donde estás… mamá?- preguntó Harry, con un dejo de alegría en su voz… ¡Finalmente¡Finalmente iba a encontrarse con sus padres después de tanto tiempo!, pero, en eso, una duda lo asaltó… ¿En verdad estaba pasando eso? -¡No te puedo ver!
-Lo siento mucho, hijo mío… pero no me está permitido mostrarme ante ti… lo único que puedo hacer es esto… hablar y nada más…
-Pero¿Por qué?... Quiero decir… Debes tener permitido mostrarte, dado que yo ya estoy muerto…
-Te equivocas Harry… tu no estás muerto
-¿Cómo dices?, No es posible… Pero entonces, la maldición asesina, este lugar, tú…
-No tengo mucho tiempo para explicarte hijo, lo siento…
El tono de Lily Evans en verdad daba a demostrar lo que decía, en verdad se escuchaba triste por no poder darle a su hijo las respuestas que el ansiaba… Tanto que decir en tan limitado tiempo…
-No te preocupes mamá… ya habrá tiempo para eso- dijo inmediatamente Harry, percatándose también de eso
-Gracias por comprender, hijo… Bien, escucha bien esto, Harry... Como sabes, tu varita y la de Voldemort, tienen el mismo núcleo… nunca podrás vencerlo con la varita que tienes en tus manos, nunca mientras esa varita sea su gemela…
-No puede ser… entonces… ¿Qué haré?- preguntó Harry con desesperación, mirando con impotencia a la varita que tenía en sus manos… Ahora¿que iba a hacer?, Aquella varita a la que tanto afecto le tenía, no le iba a servir de nada en contra de aquel tenebroso ser, no le iba a ser útil…
-Mira hacia arriba, hijo
Harry levantó su mirada, y, con algo de desconcierto, vio como, envuelta en una sutil luz blanca que hacía un poco de contraste con aquel lugar lleno de gris neblina, una varita mágica venía bajando lentamente hasta posarse frente a sus manos, esperando a que él la tomara; Harry no dejaba de despegar su vista de esa varita… por alguna razón, le provocaba un sentimiento de seguridad
-Acaso, esta varita es…
-Si Harry- se adelantó a contestar Lily a una pregunta que Harry aún no había formulado del todo –Esa varita era mía, y, esa varita, va a ser la que te ayudará a derrotar a lord Voldemort
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La tenue luz de los rayos de la hermosa luna llena que se cernía en lo alto del cielo, se filtraba a través de la ventana abierta y se posaba sobre el pálido y demacrado rostro de una joven de cabellos castaños, que yacía acostada sobre una blanca cama; su respiración era breve y con algo de dificultad, cosa que si se le quitaba, parecería que ella solo se encontraba en un estado somnoliento y no en un gran peligro mortal, como en el que se encontraba en ese instante
-Tienes que luchar, Hermione- susurraba un joven pelirrojo a su lado, muy cerca de ella –Tienes que vivir… Piensa en tu hija, en Diane… Por favor Hermione, no te des por vencida, no me dejes…
Aquellas palabras que eran pronunciadas con un tono de sumo dolor y acompañadas a su vez por lágrimas que caían de los azules ojos de Ron, se habían estado repitiendo desde hacía minutos antes, cuando al joven le permitieron el acceso a aquella habitación para pasar los últimos momentos con ella… Según los sanadores, ya nada se podía hacer… Sin embargo, el sabía, el aún guardaba una pequeña esperanza de que no sucediera lo ya sabido, ya que, si esa escena terminase con un fatídico final, una parte de su ser, una gran parte, moriría con ella…
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-El tiempo se acaba, hijo mío- decía Lily, con un dejo de tristeza, pero a la vez de confianza y seguridad… confiaba plenamente en Harry, su hijo -Ya sabes lo que tienes que hacer… Sin embargo, quiero que siempre tengas presente, que tanto Sirius, tu papá y yo, estaremos por siempre contigo, aunque no sea físicamente, si dentro tuyo… No olvides tampoco que tienes que luchar por lo que amas hasta el final, que recuerdes que siempre va a haber personas a tu alrededor que te aman… más de lo que tu imaginas… No te des por vencido Harry… Ese sentimiento tan hermoso que te rodea y que llevas contigo, te salvará de todo mal… Recuerda que el amor es el arma más poderosa contra el mal
-Lo se mamá…- inquirió Harry, también con un dejo de tristeza en su voz –Nunca olvidaré todo lo que me has dicho… Gracias… Te prometo que venceré a Voldemort a cualquier precio y salvaré al mundo de ese mal… lo haré…
-Se que lo harás… Mucha suerte, Harry- decía Lily, y Harry pudo percibir como su voz, se iba distanciando poco a poco –Te amo, hijo mío
-Y yo a ti, mamá
Harry vió como la neblina se iba dispersando, y sintió como si comenzara a caer en medio de toda la oscuridad que había dominado el lugar…
Abrió los ojos de golpe, se sintió mareado y le costó un poco de tiempo asimilar lo que había ocurrido: Voldemort frente a él, el mismo ser lanzándole la maldición asesina, después, ese misterioso lugar, la voz de su madre, su varita, y, ahora, de nuevo… en aquel cementerio…
No fue si no hasta que Harry levantó la mirada y vio como, delante de el, se encontraba un hermoso pájaro, un fénix, el mismo que le pertenecía a Dumbledore: Fawkes se encontraba a escasa distancia de Harry, con sus majestuosas alas extendidas en todo su esplendor, formando una especie de escudo que protegía a Harry, y con su hermoso canto fluyendo suavemente, creando una reconfortante sensación de paz y seguridad dentro de Harry.
El chico volvió su vista hacia abajo y observó como las ataduras que momentos antes se le habían impuesto, ya habían desaparecido, aunque no era lo mismo con las sangrantes heridas, que aunque frescas, ya no sangraban tanto, así que, decidido, empuñó la varita de su madre, se levantó, y, aún detrás del escudo de protección que le ofrecía el fénix, buscó con la mirada a Voldemort, cosa que no tardó mucho en hacer.
-Maldito pajarraco… ¡Cállate!- decía Voldemort, el cual, hincado, se encontraba mirando con un odio inmenso al ave, levantando su varita y apuntándola directamente hacia Fawkes; al parecer, el canto que emitía el fénix lo molestaba de sobremanera, no lo aguantaba, no podía soportarlo…
-¡Flipendo!- exclamó Harry antes de que Voldemort pudiera atacar al fénix –No soportas escuchar el sonido de tu derrota¿Verdad?- decía Harry, mientras rodeaba a Fawkes y se encaminaba lentamente hacia donde Voldemort yacía medio inconsciente, junto a una lápida –No soportas escuchar un canto lleno de lo que tu mas odias, lleno del sentimiento cuyo poder te es inmensamente detestado…
-Deja de… decir… estupideces, Potter- Espetó con furia Voldemort, levantando rápidamente la mirada al tiempo de que volvía a levantar su varita y pronunciaba "Crucio"
-¡Protego!- Exclamó Harry, y la maldición que había lanzado su oponente, extraordinariamente, a pesar de ser una maldición imperdonable, rebotó contra el fuerte escudo que se había cernido alrededor del chico, haciendo que, de esta manera, fuese Voldemort el que se estuviera retorciendo de dolor ante su propia maldición
-Ya no permitiré que hagas más daño, Voldemort- decía Harry, mientras levantaba nuevamente la varita de su madre hacia Voldemort –Tú mataste a mi padre, a mi madre y muchas más personas inocentes que el único error que cometieron fue atravesarse en tu camino… Créeme, eso no lo volverás a hacer nunca más…
-Si me vas a matar, hazlo de una vez por todas, Potter- jadeaba Voldemort, clavando por última vez su roja mirada sobre la verde de su oponente, su enemigo –De cualquier forma, se que volveré… Soy invencible, recuérdalo…
-Eso es lo que crees tú…
Harry, aferrando con mas fuerza la varita que tenía en sus manos, comenzó a hacer lo que su madre le había indicado: concentrándose todo lo que pudo, tanto en derrotar a Voldemort, como en todo lo que había hecho y todo lo que el mundo sería después de su desaparición, toda la paz que reinaría, todas aquellas almas puras salvadas de aquel terrible mal, trazó un círculo de gran altura en el aire.
-Portus Infernus
Los ojos de Voldemort se abrieron de gran manera al ver y escuchar como Harry llevaba a cabo aquel encantamiento, y más aún, al ver como el círculo que había trazado Harry en el aire, se transformaba en una puerta de oro con la misma forma y extrañas palabras grabadas en latín alrededor de esta
-Hasta nunca, Voldemort… ¡Avada Kedavra!
La puerta circular, después de haber girado sobre si misma, se abrió inmediatamente después de que Harry hubo acabado de pronunciar esas palabras, y, de su interior, no se alcanzaba a ver nada más que una profunda oscuridad… Todo ahí era… nada… El peor lugar en el que se podía mandar a alguien…
El rayo color verde esmeralda le dio a Voldemort directamente en el pecho, sin embargo, eso no fue todo, si no que una especie de sombra negra que salió del interior de la puerta, comenzó a arrastrar el cuerpo inerte de Voldemort hacia adentro, llevándoselo consigo… A un lugar del que al parecer, ya nadie podía salir…
Harry, con suma fatiga, vio con satisfacción y alivio, como el cuerpo de Voldemort era introducido del todo y la puerta, volvía a cerrarse, causando un gran y tenebroso estruendo, para después, desintegrarse, dejando tras de sí, un silencio sepulcral
-Todo ha acabado- susurró Harry antes de caer sobre la húmeda tierra
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N/A: Hola de nuevo!!! XD… En fin, que tal el capítulo??.. Espero les haya gustado, jeje… Y bueno, unas pequeñas aclaraciones… Los Inferius… la verdad, aún no he leído el sexto libro en castellano (y se que debo hacerlo, pero bue…) y no se muy bien si la traducción al español sea la misma… Si no es así, una disculpa… (y créanme que si he querido comprarme el libro seis en español pero no he tenido oportunidad, aparte, ahora se me hace imposible leerlo, por eso) Y aparte, el capítulo lo escribí cuando el sexto en inglés tenía poco de haber salido y esas cosas… Que más… Ah si!!! Si mi inglés es correcto, XD, se que Voldemort puede hacer que los Inferius se "levanten" solo si él los mató… Y bueno, como verán, aquí en el capítulo, hice una pequeña modificación, XD… Y bueno, creo que ya… En fin, espero les siga gustando… Y l final ya se acerca!!!!! Estamos a tres capítulos!!! Nooo!!! (jajaj, que onda conmigo??!!)… Y bueno, pues, una vez más, miles de gracias por sus reviews!!! Y también un saludo muy especial a todos ustedes que me apoyaron en esto del plagio de mi fic (que por cierto, ya que la tipa que los plagió, no respondió, mis historias ya fueron eliminadas del foro)… En serio, se los agradezco de corazón!!!
Vale, los dejo… se cuidan!!!!
Gracias por sus reviews!!!!
El final ya está cerca!!!!
Mary
Futura de Radcliffe (XD)