Luego de lo que pareció tanto tiempo, decidí actualizar y terminar este fic (vaya! tarde en decidirme un año Oo) esta es la historia donde puse más sentimiento y otras cosas extrañas n.n espero que aprecien esta reliquia… (Me refiero que tarde tanto en subir el 2 capitulo ¡imagínense si quiero hacerlo de 20! XD) ojala les guste!


Snow's Angel

Lo guiaba lentamente hacia su asiento… tomó su lugar. Había decidido olvidar el sufrimiento y abandonar Hokkaido para empezar una nueva vida en Tokio. Al comienzo del trayecto no se intercambiaron palabras; a pesar de que esa era la naturaleza de Ren, él sentía fastidio, un cosquilleo en la garganta… incomodes al no mencionar algo y es que realmente deseaba charlar con su compañero pero no sabía exactamente que decir y como empezar la conversación.

"¿soy una molestia para ti?"

Abrió con lentitud los ojos dirigiendo la mirada hacia él, lo que acababa de decir era muy sencillo de comprender y a pesar de eso no le encontraba lógica a sus palabras, no tenían sentido y despertaron varios sentimientos confusos: entre ellos diversión y enojo.

"no te responderé, es algo muy obvio"

"no quiero ser un estorbo"

"¿estás arrepentido?"

"no, yo decidí venir contigo pero no quiero ser una molestia"

"no lo eres"

Horokeu tenía bien abiertos los ojos como queriendo descifrar algún significado oculto a lo recién dicho creyendo que podría leer su mente y descubrirlo con solo intentar verlo con una mirada totalmente vacía. Su mirada. Nublada y nostálgica. Le causaba desesperación, lo torturaba internamente; deseaba ayudarlo… ¡pero que mentira! estaba dispuesto a hacerlo y no era un simple anhelo sino un hecho, ya estaba escrito por que por alguna razón se habían subido a aquel avión con destino a Tokio. Destino… ¿eso era el destino?

Tu mirada, tu mirada, tu mirada, tu mirada, tu mirada, tu mirada…

Se perdía en su subconsciente con las palabras que repetían incansablemente sus labios, sin embargo aun podía percibir la tensión… la preocupación que aquejaba a su acompañante.

"Ren… ¿cómo eres?"

"¿Cómo?"

"me refiero al físico"

"¿eso te preocupa?"

"quiero saberlo, quiero saber de que color son tus ojos"

"no te preocupes Horokeu… pronto lo sabrás"

Sin previo aviso el peliazul levantó su mano y la dirigió a tientas al rostro de Ren, este la sostuvo y besó su palma con ternura. La escena era inexplicable y a la vez la cosa más sencilla de entender.

"ten cuidado"

Era un poco complicado llegar al departamento del tercer piso…

Luego de acomodar las pertenencias en su respectivo sitio, optaron por tomar un baño. Ren sabía de antemano que Horokeu tendría problemas para familiarizarse; se encontraba en un lugar desconocido y le llevaría algún tiempo acostumbrarse a localizar las cosas.

"siéntate, estás en la parte izquierda del baño"

"está bien"

"toma el shampoo y el jabón, enfrente de ti guardó todos los accesorios de baño"

"gracias"

"la tina está preparada, está a la derecha"

"el agua…"

"…abajo, a la izquierda"

"¿te vas?"

"voy a preparar la cena, no tardo"

"no quiero estar solo…"

Sin saber como, Horokeu dirigió su frágil mirada directo hacia los ojos de Ren, impactándolo… no quería volver a sentirlo, sentir la desolación que le provocaba su dolor.

"me quedaré contigo"

"te lo agradezco mucho"

Ambos se sumergieron en la tina. El ainu tuvo una sensación extraña… se sintió incomodó, tal vez por que se encontraba en un lugar ajeno, totalmente distinto a su hogar pero sabría amar y apreciar el sitio que lo acogió incondicionalmente. De sorpresa Ren tomó las manos de Horokeu y las condujo a su rostro, dejaría que hiciera lo que él quisiera, su voluntad, éste último le proporcionó pequeñas caricias en la mejilla y poco a poco comenzó a bajar hacia los hombros dándole un suave masaje en el torso definido; besó delicadamente su pecho escuchando los acelerados latidos del corazón.

"¿estás nervioso?"

"un poco"

Prosiguió… introdujo la lengua en el ombligo, continuó rozando sus labios contra la piel pálida, aspirando. Ren comenzó a desesperarse y con apresuro lo guió hacia abajo para sostener su miembro… Horo lo tenía entre sus manos, quedó estático dando a entender que ya no haría más.

"Horokeu…"

No pudo evitarlo; se le escaparon las lágrimas. Como pudo salió de la bañera pero no avanzó y se dejó caer al suelo, pareciera que nadie podría darle consuelo a su sufrimiento.

"¿Qué te sucede?"

"realmente… realmente quisiera poder verte"

Esa misma noche Ren consiguió cita con el doctor, remediaría ese problema.

"no sabemos exactamente cuales son las posibilidades de que recupere la vista"

"…"

"en este momento le están sacando estudios"

"confío en que podrá ver"

Después de un prolongado lapso -lo que duró la operación- el peliazul se mantuvo algunos días bajo observación; los dos creían firmemente en el resultado que tanto esperaban… se pidió que fuera dado de alta.

"dentro de algunos días podrá quitarse las vendas"

"como diga doctor, muchas gracias"

"confiamos en que la operación fue todo un éxito"

"nosotros también creemos eso…"

Pasó el tiempo debido y llegó el día esperado. Ren invitó a salir a Horo; había presentido la oportunidad pero la esperaría prudentemente. Luego de una pacífica cena, fueron a las cercanías de un río… las estrellas lucían hermosas. Esperaba el momento ideal.

"¿te gustan las estrellas?"

"si, siempre me ha gustado verlas, cuando no puedo dormir salgo a caminar para poder apreciarlas mejor"

"ya tiene mucho que no las veo…"

"¿Qué haces?"

"me quito el vendaje… quiero ver las estrellas"

"pero aun no creo…"

Dejó caer lentamente el vendaje… con naturalidad abrió los ojos y giró hacia arriba.

"son preciosas, parecen diamantes…"

Estaba perplejo, no lo podía creer… el ainu se volvió hacia él y lo miró fijamente con la mirada más profunda que le pudo haber dedicado. Lo observo de pies a cabeza pero su mirada se perdió temporalmente dentro los ojos dorados de Ren.

"Ren… tus ojos son mas hermosos que las estrellas, no hay nada más valioso para mí que esa mirada que me estás regalando"

"Horokeu… yo…"

"tus ojos… están llenos de lágrimas, así brillan más"

Se abrazaron fuertemente como tratando de que nadie los alejase nunca.

"Ren, tus ojos son muy bellos…"

"Horo, tu mirada…puedes ver.."

"me has hecho la persona más feliz"

Han pasado algunos años… quisieron tomar unas vacaciones en el lugar donde se habían conocido y había comenzado aquella historia: Hokkaido.

"Horo… ¿Dónde estas?"

"acá estoy"

"¿Por qué te escondes?"

"mira Ren, te lo obsequio"

"un ángel… un ángel de nieve…"

"exacto"

"el ángel… eres tú"

"no por que.."

"Horokeu… ese ángel nació aquí y ese, eres tú…"

FIN


¡Que cursi me salió! pero ya ni mo2 XD y perdónenme! iba actualizar el día que cumplía un año pero entre a clases! aun así espero que les guste y envíen su comentario (omitiendo lo diabético que estuvo xk lo sé u.u) muchas personas me había comentado que lo continuara y otros que lo dejara en one-shot pero lo continué por que la verdad no tenía ninguna conclusión así que para los que querían el final ¡aquí está! Cuídense y sigan leyendo mis ff n.n bye!