Hola amigos, soy Yuzu Araki

Con motivo de las fiestas navideñas me había propuesto subir tres one shot para las primeras horas del 24 pero debido a que Hypnos, dios griego del Sueño me atacó por sorpresa en estos últimos no pude cumplir el cometido a lo que que decidí conformarme como siempre, a subir dos one shots cada noche.

En este caso decidí hacer un one shot basándome en una de las relaciones menos tenidas en cuenta pero a la vez muy recientes como queridas dentro del fandom de las Aquors, me refiero al Rubyleah el cual en esos dos capítulos donde se trató el problema de Saint Snow en Hakodate hizo un boom en su momento pues uno pensaba que la Kurosawa menor se terminaría tirando a Hanamaru o en su defecto a su hermana mayor pero jamás se pensó que con la menor de las Kazuno ni mucho menos que ésta fuera igual que la Wooby.

El lado mejor de esto es que al menos la Ganbaruby se montó un harén con las bellezas que son Leah y Hanamaru (De hecho ví sus imágenes ecchi y ambas son un encanto :3)

Bueno, ya explicado esto, comencemos a festejar esta nochebuena

Espero que lo disfruten

Yuzu y fuera

.

.

.

Leah Kazuno, segunda miembro de Saint Snow como la menor de dos hermanas estaba aprovechando para acudir a uno de los tantos cuartos de la posada Tochiman, obviamente, el negocio de la familia Takami. La pelimorada de coletas estaba mirando a ambos lados ya que eran casi altas horas de la noche y que mejor momento que tratar algunas cosas que tenían en mente.

Resultaba y pasaba que seis famosos grupos de school idol de gran renombre en el país (Muse, A-Rise, Aquors, Saint Snow, Nijigasaki y Llellas) estaban pasando las vacaciones de verano en la posada Tochiman y claro entre sus todas sus integrantes nacieron vínculos y amistades y en ocasiones romances.

En el caso de las Aquors, una de sus integrantes menores, Ruby Kurosawa hizo gran amistad con dos sempais de segundo año, Kotori Minami del grupo Muse y Ayumu Uehara, líder del grupo Nijigasaki. Ambas jóvenes en menos tiempo comenzaron una muy extraña pero fuerte amistad pero que a la vez llevó un gran cambio en la Kurosawa menor quizás para bien pero generalmente para mal, básicamente, una muy mala influencia.

Ruby Kurosawa, de 15 años y de primer año, anteriormente era muy tímida, y tenía problemas para socializar debido a eso. Ni siquiera no podía socializar con hombres, le tenía miedo a los perros y las alturas aparte de que lloraba con facilidad pero con el paso del tiempo se convirtió en una chica alegre y enérgica dispuesta a hacer todo por sus amigas, las cuales le ayudaron a superarse y cambiarse como persona.

Y ahora, Ruby Kurosawa, de 15 años y de primer año, actualmente… Era una hembra alfa en el mal sentido de la palabra, una samurái como se decía ella y aparte de eso promulgaba cosas horribles de su hermana mayor quien en un tiempo le tenía respeto y ahora solamente se la pasaba jodiendole la vida las 24 horas del día.

Definitivamente ese par de desgraciadas la orientaron para mal, demasiado mal. La joven que alguna vez era medio llorona, algo tímida y algo ruidosa como tarada que conoció en aquella epoca de invierno en Hakodate tecincamente no existía, solo estaba una pelirroja de coletas rebelde que junto con una ramera cabeza de pájaro y una yandere aparte de que era una grandísima puta que le encantaba reestregarle eso en la cara de su novia (Pobre Yuu) se la pasaban haciendo cosas dignas de un samurái borracho y pasado de lanza con su machismo.

En ocasiones cantabana canciones de contenido soez (Generalmente rolas de Molotov), en ocasiones se robaba jarrones de sake para compartir con sus nuevas amigas hasta se cree que llevaba una katana en todo momento, se burlaba e insultaba de su hermana Día por el solo hecho de que la pelinegra era la pasiva en su relación por lo que la tildaba de ser una vergüenza y una deshonra para su familia, se burlaba de la desgracia que atravesaba Yuu cuando se trataba de Ayumu e incluso comenzaba a fastidiar por diversión a otras personas.

Nico Yazawa, una de las más experimentadas como veteranas school idols entre los seis grupos, era de sus grandes victimas llegando a un gran punto en que no se la soportaba más. En un pasado la misma Ruby le tenía un alta estima y mucho respeto hasta la admiraba junto con Rin y Hanayo pero ahora solo se encargaba de burlarse de ella hasta hacerle bromas muy pesadas, motivo por el cual la pequeña idol de las musas con algo de tristeza llegó a expresar muchas veces su inconformidad con la menor Kurosawa.

Hasta había rumores de que hasta la propia Nico fue victima de una violación a manos de la Kurosawa menor pero no creía que Ruby fuera capaz de abusar de una senpai pero… Ayumu y Kotori eran el verdadero problema, ese par era capaz de todo.

En cuanto a su relación, a pesar de que marchaba bien en ocasiones Ruby sacaba al aire su lado oscuro cuando se trataba de los contactos o relaciones amistosas con Leah. Revisaba constantemente su celular, investigaba los contactos que tenía en Hakodate (Obviamente sus amigas de la escuela, cosa que no agradaba para nada a la pelirroja), mandaba a un grupo de ninjas para que la vigilara, activaba su ubicación y otras cosas por lo que indicaba que definitivamente era suya y completamente suya pero si se negaba se abstendría a las consecuencias de "Abandonarla".

Ahora en estos momentos necesitaba la ayuda de alguien normal, Kotori como Ayumu demostraron ser una mala guía como un mal ejemplo de personas, le costaba creer cómo diantres ellas a pesar de sus horribles actitudes eran apreciadas y queridas por sus nakamas en todas partes pero eso no importaba.

Debía buscar a alguien normal, una senpai de mayor experiencia en eso de las relaciones sentimentales, intentó con Nozomi pero desafortunadamente no sabía donde estaba el cuarto a lo que no tuvo más que otra que acudir a la mejor amiga de su cuñada, Mari Ohara, hija de la millonaria familia Ohara y directora encargada de Uranohoshi.

Luego de caminar con sigilo hacia el aposento donde estaba la italoamericana golpeó despacio la pequeña puerta corrediza a lo que una especie de luz pequeña de lámpara se prendió junto a una pequeña sombra hasta que la entrada se corrió a la derecha, Leah no necesitó palabra para poder entrar posteriormente y cerrar el lugar.

.

.

.

Ya dentro del cuarto, la Kazuno menor se sentó de rodillas mientras al frente suyo estaba sentada del mismo modo su senpai Mari la cual dejó alistado unas dos tazas de café caliente y unas galletitas sobre la pequeña mesita redonda que estaba entre ambas jóvenes.

La menor agradeció el gesto de la mayor y tomó un pequeño sorbo de su café mientras que la shinny estaba tranquila como si estuviese esperando el tema a conversar por parte de su homóloga.

-Mari-san…- Miró hacia ambos lados pues en estos días supuestamente Ayumu le enseñó a Ruby una especie de habilidad en la que podía detectar la presencia de su hembra sea con el olfato o con un oído agudo- ¿Puedes ayudarme con algo?

-Por supuesto que lo haré, Darling

Leah sonrió complacida ante la respuesta de su senpai

-¿Cuál será el favor que me pedirás?- La rubia comenzó a dibujarse una especie de sonrisita pervertida- ¿Acaso… ¿Necesitas consejos sexuales?

-¡¿Qué?!- Quedó con cara de WTF cuando eso, bueno, eso quizás pudiese ser una buena idea ya que al menos pudiese tener la dorada oportunidad de tener el control pero con la persona que era hoy en día Ruby aquello era imposible, de hecho, ella tendría la misma "Humillación" que su hermana mayor

-¿Y…?

-¡¿Qué cosas dices?!- Reclamó eso en un murmullo porque no quería ser detectada por eso del super oído de su pareja o de alguna de sus despreciables amigas- Nada de eso, ¿Quieres que Ruby sea capaz de matarnos solo por el hecho de terminar siendo la pasiva de la relación?

-Bueno…

-Mira, Mari-san, no quiero eso. No quiero que Ruby termine haciendo un alboroto solo por eso

-Lo sé. ¿Entonces qué necesitas Leah-chan?-

La shinny tampoco no soportaba a las nuevas amistades de su kouhai sobretodo Ayumu ya que en una ocasión ella como Eli fueron obligadas a quedarse crucificadas frente a las aguas de la playa y para empeorarlo todo, Kanan y Nozomi consintieron el castigo propuesto por esa hija de perra y todo porque simplemente le arruinaron el momento en que la pelirroja le quería meter mano a su novia antes de mostrar otra faceta de la horrible persona que era.

La menor de las Kazuno suspiró nasalmente.

-Necesito ayuda para conseguirle un regalo y sé que eres buena en cosas románticas y cosas así

-¿Solo eso?

-Exacto- Respondió la pelimorada- Quiero conseguir algo romántico para Ruby-chan, ya sabes quiero demostrarle que soy muy fiel a ella y que la amo a pesar de todo, pero no sé qué le gustaría a ella, sé que le gusta la costura pero como Minami-san y Uehara-san le lavaron el cerebro pues ya no sé que es lo que le gusta

-Hmmmm… Amas mucho a Ruby-chan a pesar de lo que pasó en estos momentos, ¿verdad?

-Sí, tengo la certeza confianza en que a pesar de todo en estas vacaciones, ella sigue siendo esa chica de la que me enamoré, esa linda y adorable niñita tonta que ví en Hakodate cuando Onee-chan y yo perdimos las rondas estatales

-Oh, que bueno pero si quieres puedes tratar eso con Hanamaru

-¿Con Hanamaru-san?

-Yes- Asintió la italoamericana usando su acento- Aunque no lo creas, ella conoce mucho a Ruby más de lo que crees, de hecho se hicieron muy buenas y….

-Lo sé, a ella le gustaba Ruby

-Entonces, si quieres le mando un mensaje mañana a Hanamaru para que puedan hablar a solas, ¿Te parece bien?

La pelimorada no evitó sonreír bastante emocionada ante aquello, si en verdad Hanamaru pasaba más tiempo con Ruby entonces ella la conocía mucho mejor por lo tanto no sería una mala idea que la pequeña castañita de las Aquors le daría una buena ayuda para su regalo.

-Muy bien, esperaré con ansias mañana- Miró hacia ambos lados temiendo ser vigilada- Bueno, será que me iré a dormir con mi onee-chan

-¿Qué no estabas durmiendo con Ruby-chan?

-Sabes que en estos momentos está hablando con sus amiguitas aparte de estar robándole algunas cosas de las demás chicas, ¿Puedes creer que le robó a Nishikino-san varias tarjetas de crédito? Y eso que no es lo único que hace aparte de joder la vida a cualquiera

-Oh shit…- Se hizo una facepalm mental- Bueno, good evening honey

-B-buenas noches Mari-san

La pelimorada decidió levantarse de su asiento agradeciendo en silencio el té y las galletas para luego abrir lentamente la entrada y cerrarla de ese mismo modo. La rubia suspiró en menor medida mientras que su rostro ya estaba decaído como si lo que hubiera formulado para su rival y camarada idol no fuera lo correcto.

De hecho, cuando se trataba de alguien como Aymu se podían poner dos o tres pasos hacia adelante.

.

.

.

Ruby estaba durmiendo en uno de los cuartos de la posada, de hecho, dormía a solas en un simple cuarto tatami con vista a la urbe y a la gran distancia el mar de la Bahía de Suruga. Las brisas marinas lejanas golpeaban levemente la cortina mientras que los sonidos de las gaviotas se escuchaban a través de los cielos.

La pelirroja como hija menor de los Kurosawa dormía tranquilamente en su futón ignorando que aparte de los sonidos ambientales estaban haciéndose sonar varios sonidos provenientes del pasillo cercano donde ella reposaba luego de una buena noche de juerga junto con sus nuevas amigas.

Mientras tanto en los pasillos cercanos unos pasos descalzos pero apresurados se estaban retumbando como si hubiera un tumulto de personas transitando por ahí, la Kurosawa menor tenía un tic en su vista derecha aunque eso era minimo ante el gran sueño que le impuso el dios Hypnos.

No pasó ni un minuto cuando la puerta corrediza se abrió de golpe haciendo que la pelirroja se despertara algo sobresaltada para dar con una katana guardada a la derecha del futón colocada en su expositor a lo que no dudó en sacar el elemento y tratar de desenvainar el arma blanca temiendo lo peor pero lo único que encontró fue solamente una especie de barril rojo con cintas blancas y verdes amarradas y una gran listón dorado en todo el centro.

La pelirroja guardó lentamente el arma blanca y decidió encintarse la katana sobre el costado derecho de su bata o kimono para dormir. Dio unos pasos lentamente para librarse de dudas mientras se limpiaba los ojos con una de las mangas de su vestuario. El extraño barril seguía ahí por lo que supuso que ese extraño ruido que sintió en lo más nimio fuera eso, alguien cargando ese barril.

.

.

.

Rina se despertó sobresaltada al amanecer cuando notó un ruido proveniente del pasillo anexo al cuarto donde dormía, convenientemente cerca del aposento donde dormía Ruby. La joven de cabello chicle se levantó de su cama no sin antes alistarse y encintarse una katana por sí había alguien merodeando en busca de su territorio y luego se colocó su Board en donde se mostraba sus expresiones faciales en la pantalla.

La joven salió con cara de actitud muy seria pero decidió caminar con sigilo con tal de no causar un alboroto en caso de una pelea con quien sabe quien como en tampoco no molestar a las demás que estaban durmiendo. Mientras caminó por el pasillo, los sonidos se hicieron más fuertes a medida que se acercaba a lo que por una extraña suposición aquello provenia desde el aposento de su nakama idol. La niña monótona notó que estos sonidos parecían ser llantos agudos, que era algo que ella atribuía a una persona en particular.

"Con que esas tenemos, ¿eh?", una sonrisa algo maliciosa se dibujó en su Board.

La joven sin más preámbulos decidió caminar con tranquilidad hacia el cuarto de su amiga.

.

.

.

.

Finalmente Rina entró al cuarto de Ruby viendo el barril rojo mientras que en su mano derecha leía lo que parecía ser uno de esos sobres grandes de navidad con el tonito de villancico. La más pequeña como la pelirroja dieron su vistazo al barril pintado de rojo punzó a lo que usaron su habilidad del oído agudo.

-Sin duda alguna… Son ellas- Murmuró la Kurosawa a lo que la pelichice tenía una sonrisa en grande

-¡UWWWEH S-ALGUIEN ME AYUDE!

-¡CIERRA LA BOCA-ZURA!

Ya con las voces escuchaban no necesitaron indagar quienes estaban adentro sobretodo Ruby que había hablado con Ayumu algo al respecto y obviamente la yandere como hitokiri por excelencia de entre todas las idols residentes decidió poner sus cartas sobre la mesa aunque en eso recibió una ayuda por parte de Hanamaru.

En eso la pelirroja desató el enorme listón dorado y hasta que dio con esa tipo de dos puertas, de esas que se usan para las alacenas pero eran grandes debido al gran tamaño del barril. Las dos jóvenes abrieron de una cada puerta grande hasta que finalmente dieron con lo que había en su interior, de hecho el Board de Rina dibujó unos ojos saltones y boca casi saliéndose de la mandibula.

Eran efectivamente Leah como Hanamaru las cuales estaban con cintas doradas amarradas alrededor de su cuerpo como si se hubieran ofrecido ser los regalos para alguien especial. Las indumentarias de ambas eran nimias, la castañita usaba uno de esos trajes pero en su caso eran dos grandes y redondas orejas de tanuki, una especie de cuello de camisa con un moño negro, un body dorado de lujo que resaltaba su gran pecho y medias veladas anexas en toda la pierna.

Mientras que la Kazuno menor estaba usando lo que parecía ser una tiara blanca de esas que usan las maids sobre su cabeza, un simple brassier negro que remarcaba su busto el cual comparado con el de Hanamaru era bastante inferior, una mini falda, unas medias veladas hasta el muslo y claro unos hilos resaltando en su cadera, dando a entender que estaba usando tangas o tankini.

Hanamaru estaba sonriendo como si le diera los calurosos muy buenos días a las dos pequeñas chicas quienes las presenciaban de primera mano mientras que con Leah, la pobre pelimorada estaba lloriqueando estilo anime mientras intentaba zafarse de las limitaciones en las que una de las complices de Ayumu le hizo para luego capturarla y meterla dentro del barril.

A medida que Ruby como Rina veían a las dos chicas sobretodo la Kurosawa que ponía su fija vista sobre la Kazuno, podía ver que su amada estaba cubierta por un lío de cintas y papel de regalo... y parecía estar vestida apropiadamente. Debía agradecer tanto a Kotori como a Ayumu por las indumentarias y los detalles hechos a su medida sin ningún atisbo de error en ellos.

Rina alzó una ceja algo extrañada al ver a las dos chicas en esos atuendos, era obvio lo de Leah pues su senpai yandere como maestra en lo de ser una hembra alfa había hablado acerca de un lindo detalle para Ruby pero no contaba ni siquiera le pasó en su mente sobre el porqué de Hanamaru pues la castañita estaba saliendo con Yoshiko, la loca del grupo de Uranohoshi.

-Leah-chan, Hanamaru-chan, ¿Qué están haciendo dentro de ese barril?- Preguntó la chica con una curiosidad en su Board

La castañita trataba de responder pero miró de reojo a la pelimorada la cual hizo una mala de gana como estuviesen teniendo una discusión acalorada de manera telepática hasta que cedió.

-B-bueno, es que…- Desviaba un poco la mirada teniendo en cuenta que estaba en ropa interior frente a la persona que amaba y una de sus muy malas amistades- Es que…- Una vez más miró de mala gana a la castañita- Tú dile todo ese rollo pues con esa sonrisita tonta que tienes se me hace que lo sabes, ¿No?

-Bueno, pero no es para que me mires de esa manera-zura- Le contestó con un ligero frunce de ceño y luego se volteó hacia las dos pequeñas dominantes- Bueno, Leah y yo…

-Solo tú, gorda idiota

La más pequeña de la novena de Uranohoshi juró haber sentido algo que brotaba en su frente

-Como sea, quise hablar con Ayumu-chan acerca de lo que debo darte de regalo para esta Navidad, al principio no me gustaba la idea pero lo pensé muy bien y decidí hacerlo aunque en eso de los trajes me ayudó Kotori-chan pero después se nos unió Leah-chan y bueno, dicen que dos son mejor que uno

-Qué extraño porque cuando me iba a levantarme para irme al baño alguien se le ocurrió la brillante idea de echarme cloroformo para terminar secuestrándome y meterme dentro de esa cosa y con esa gorda inútil

-¡No me digas gorda-zura!- Le recriminó la castaña

Ruby suspiró pesadamente y echó una pequeña mirada hacia la otra hermana menor como si mentalmente le estuviese regañando su conducta hacia su amiga idol.

-¿Entonces eres su crush?- Preguntó la más pequeña de Nijigasaki

-Claro-zura- Asintió la pequeña castaña para luego echar una mirada por el entrecejo hacia la otra que estaba a su lado

La Kazuno menor una vez más suspiró con derrota y bajó la mirada llena de vergüenza pues comparada con Hanamaru en el físico más el atuendo a último minuto era bastante inferior

-Lo siento Ruby, yo también quería hacer algo por ti pero… Todo esto, el barril y el vestido… Y más ahora que no puedo envolverme en esa tonta cinta… Lo siento, Ruby…- La pobre amenazaba con llorar ante la vergüenza que le causaba no ser del agrado de su novia en el uso de la lencería improvisada pero en eso la pelirroja se inclinó para limpiarle las lagrimas mientras que la castañita ponía su mano al hombro con tal de darle su apoyo a pesar de su poco trato entre ellas.

Luego de ese acto noble hacia toda dama, Ruby dio un abrazo fuerte hacia su pareja hasta que ésta se calmó para terminar abrigando a su amada con su bata, para su fortuna, la Kurosawa menor estaba vistiendo una prayera negra con la estampa de un grupo de heavy metal y una pantaloneta deportiva de color rojo con un 9 estampado en la pierna izquierda.

-Leah-chan, eso no importa- Le sonrió enternecidamente- Estoy feliz de que al menos tú y Hanamaru-chan me están haciendo la persona más feliz del planeta con tener a estas dos bellezas entre mis brazos

-¿En serio?

-Exacto- En eso la Kurosawa menor señaló una mirada hacia Rina la cual con una sonrisa asintió la orden y luego se quitó su Board dejándola sobre la pequeña mesa de noche del cuarto.

Ambas pequeñas chicas se acostaron juntas en el futón mirando bocarribas como si fueran los invitados a una muy bonita suite.

-Ruby-chan, esto…

-Eres mi amiga, no sería justo que tú te quedes de lado

Aunque su mirada era del todo inexpresiva, los ojos dorados de la pelichicle se iluminaron al escuchar tal proposición de su nueva amiga como nakama en imponer el territorio.

-Te lo agradezco mucho. No me gusta que Ai-chan se junte con otras personas pero tampoco no me gusta hacerle lo mismo pero, tú, Leah-san y Hanamaru-san las estimo mucho asi que si es algo con ustedes pues por mí está bien- Miró de reojo a las otras dos en poca ropa- Creo que ahora entiendo ese dicho de "Una al año no hace daño"

-Que bueno que te guste- La pelirroja se sentó sobre el ancho futón mientras miraba tanto a su novia como a su crush- Muy bien señoritas, como ustedes nos despertaron, tendrán que ayudarnos a dormirnos de nuevo, ¿No es así, Rina-chan?

-Por supuesto, mi querida nakama

La primera en darse al frente fue Leah quien en un pequeño arrebato de arrongncia caminó con gracia como si tratase de provocar a Hanamaru, se bajó la falda mostrando sus tangas e inclinó su culo para darse una nalgada y posteriormente terminar gateando como si fuera un lindo gatito por las sábanas hasta quedarse acostada sobre el cuerpo de Ruby.

La pelirroja con una pequeña lascivia no dudó en aproximar su mano hacia uno de los glúteos de la pelimorada que aunque lidiaba con su rubor disfrutaba estando en los brazos de esa chica que distaba de la que conoció en aquel invierno en su natal Hakodate.

-No prometo nada pero…- Un dedo comenzó a juguetear sobre el pecho de la Kurosawa mientras le dedicaba una mirada de una niña buena esperando la respuesta de su madre al darle un regalo- Feliz Navidad, Ruby-chan aunque lamento que todo esto fuera algo horrible

-No importa, te tengo en mis brazos y eso vale mucho para mí- Acercó su rostro acortando su distancia del de su amante que no dudó en suspirar contenta al contemplar esos hermosos ojos de cristal verde

-¿Y tú Hanamaru-chan?- Rina estando acostada echó su vistazo a la castaña la cual no dudó en caminar hacia la cama hasta estar cerca de ella pero la más pequeña de Nijigasaki le concedió el derecho de acostarse bocarriba

La niña monótona decidió ponerse sobre la castañita la cual no dudó en sonrojarse enternecidamente mientras que la más pequeña mantenía un brillo seductor a través de sus ojos dorados, la más pequeña de Uranohoshi no dudó en extender una mano hacia una de las mejillas libres de la chica inexpresiva.

-Lamento mucho que no estés disfrutando con Ai-san

-Yo también lo lamento pero ustedes son mis amigas y las valoro mucho en especial a Ruby por lo que estoy dispuesta a disfrutar mucho con ustedes- Unió su mano con el tacto que mantenía la castaña entrelazando y manteniendo ese contacto mientras que un hermoso rubor se teñía en sus mejillas- No prometo nada pero trataré de hacer lo posible para hacerte sentir mi mujer solo por esta vez, ¿Está bien?

-Cuando gustes-zura

Y de esa manera se dio una faena entre las cuatro en ese cuarto…

Una cosa es segura y es que Ruby como Rina son buenas dominantes y a pesar de ser pequeñas como de las menores entre sus nakamas idol han sabido llevarse bien las riendas de sus respectivas relaciones. Al menos no terminaron siendo violables por toda la eternidad como Nico, ni siendo cobardes como inseguras como Umi, ni masoquistas lamentables y fracasadas en vida como Yuu.

Solo eran ellas mismas sabiendo hacer sentir mejor a sus respectivas hembras tal como Ayumu se los enseñó… No seria una mala idea llamar a sus dos senpais para el otro año, pues entre más grande la cantidad más mejor el evento.