El niño que vivió miraba a su antiguo profesor de pociones con la boca abierta. Sus ojos se abrían desmesuradamente, tanto que se podían ver la sorpresa, el estupor y el agradecimiento pugnando en su cerebro. Severus renegaba mentalmente de haber sido para él un mal profesor de oclumancia, aunque, no podría asumir toda la culpa de eso, no todos estaban dotados. Los ojos negros, que ya no eran del anodino señor Crow, viajaron hacia los grises de Draco que le observaba con media sonrisa en su rostro y una culpable superioridad, asintiéndole, asegurándole de forma tácita que eso había sido lo mejor. Hagrid también le miraba, aún furibundo y con los puños apretados.

_ No voy a pedirte que entiendas que me ocultara, Minerva, tenía que hacerlo, aunque supongo que no podríamos avanzar más en todo este asunto_ dijo, y su mirada se desvió ligeramente hacia el papel que contenía la profecía_sin mostrar quién era yo.

Minerva alzó su mano y se la posó sobre el brazo, acariciando la chaqueta de Severus con un cariño tan inusitado para él, que la sorpresa fue más que evidente en la cara del frío mago.

_Fuimos sumamente injustos contigo, Severus, espero que puedas perdonar todo lo que...hicimos o dijimos, o lo que no hicimos. Dumbledore nunca nos contó nada acerca de tu misión, de tus misiones para él espiando al Lord o del peligro que corrías. Comprendo que al sobrevivir, no quisieras tener nada que ver con nosotros... pero con Harry..._ entonces sus ojos miraron con igual cariño al joven auror_ Harry se ha atormentado mucho este tiempo por no poder agradecerte lo que hiciste por él.

_ Supongo que debió ser terrible para él preguntar por mi retrato cada vez que te veía...¿un par de veces al año?_respondió Snape con su habitual ironía lo que provocó un gruñido en la garganta del guardabosques.

_ Fueron más veces que esas, Severus, existe el correo aunque Harry ha venido a visitarme en muchas ocasiones, preguntando por tu retrato... Y visitando tu tumba, también._Esa afirmación hizo que Severus arrugara sus cejas, ¿cómo que su tumba?_Está vacía, claro, pero hicimos una tumba para ti, a la derecha de la de Dumbledore.

La risilla de Minerva, totalmente recuperada ya, también le sorprendió.

_Hay extrañas leyendas sobre tu persona, tu fantasma y tu tumba entre los estudiantes. Para ellos es un reto de valentía ir a tocarla a altas horas de la noche el día de Halloween y unos a otros se asustan diciendo que vas por los pasillos con tu negra capa flotando tras de ti, vigilando los pasillos del colegio dispuesto a quitar puntos a los alumnos que merodean fuera de sus camas, salvo a los Slytherins, "obviamente".

Snape resopló al reconocer una de las palabras que solía usar.

_Ahora me he convertido en... ¿la señora Norris...?

La risa de la directora fue ostensiblemente más abierta. Severus Snape con sentido del humor, increíble. Volvió a tocarle, tomándole la mano y apretándola con fuerza, a pesar de las circunstancias se veía una nota burlona en sus ojillos brillantes. Luego, su rostro se arrugó en una benevolente sonrisa, suspiró y continuó hablando con tono suave.

_Así que sobreviviste, ¡te casaste...!

Severus arrugó el entrecejo vislumbrando el inicio de un cuento de hadas en la cabeza de la directora, pero la interrumpió.

_Mi vida ha cambiado mucho, Minerva, y te la contaría rellenando esa copa de jerez. Te sorprenderías mucho, te lo aseguro. Y sí, tendremos esa conversación cunado todo esto se arregle, pero ahora necesito_ y McGonagall pudo ver esa necesidad en sus ojos_ que me des esa profecía, porque Paula corre peligro y no, Hagrid, no le he hecho nada: la secuestraron. Atacaron mi casa, a mi mujer, y se la llevaron o ella se fue con ellos no sé porqué... Necesito saber qué dice esa profecía, en qué manera nos afecta...Tengo que encontrarla.

Hagrid pareció apaciguarse, aunque sus ojillos se movían inquietos reflejando dudas se decidió a hablar.

_ Tenemos la costumbre de vernos en Londres, _comenzó titubeante_- cuando yo voy a por algunas compras, a principio de cada mes. La última vez que la vi estaba... enferma, preocupada. Tenía ojeras, me dijo que no dormía bien. Le pregunté por ti y parecía muy enfadada. Herida y... y débil. Le pregunté si todo iba bien, si había algún problema y entonces pareció triste, pero no quiso contarme nada, cambió de tema y hablamos de James durante horas.

_¿James?_interrumpió Minerva.

_Su hijo_apuntó Draco.

Minerva miró más sorprendida aún hacia Snape mientras el semigigante continuó.

_Prometió que lo traería para que me conociera la próxima vez y que lo traería siempre para que no se sintiera solo cuando ingresara en Hogwarts. Le había comprado un micropuff para llevárselo, como regalo, pensé que sería fácil de cuidar en una casa muggle. Es de color magenta, le he llamado Flippy..._Snape rodó los ojos, impaciente, sin embargo el gigante pareció no notarlo._Flippy es un buen nombre, yo creo que le gusta, aunque tengo que tener cuidado porque Fang podría hacerle daño. No es que lo pretenda, pero está muy viejo y cegato y podría pisarlo...

_ Hagrid, por favor, _ pidió Minerva_ ¿Es muy relevante lo del micropuff?

_ No, no, cierto... no es relevante.. _ Hagrid bajó los ojos primero avergonzado y luego volvió a subir la mirada hacia Snape_ Pero al mes siguiente ella no apareció. ¡Entonces pensé que le habías hecho algo! ¡No sabía dónde vivía, no pude ir a buscarla...!

_ No fui yo _ dijo Snape. Cierto que no estaban en su mejor momento, ¿pero cómo podía todos pensar que él era capaz de hacerle daño? Deborah, Potter, Hagrid... Todos le habían acusado sin dudarlo. En cierta manera, comenzó a apreciar más a Simons, el único que se había atrevido a decírselo como merecía: con un puñetazo._ Pero justo después de su desaparición Kingsley vino a mi casa para investigar algo acerca de una profecía, esa profecía que tienes en tus manos, Minerva. No sé qué dice ahí pero le llevó directamente hacia mi puerta y tan asustado que mandó a "su mejor hombre" para que investigara el caso, le mandó a mi casa aunque me negué a ello.

Harry Potter recuperó la capacidad de hablar.

_ Me dijo que la familia había denunciado el caso. No pude ver el contenido de la profecía, supongo que de alguna manera, los Inefables sabían a dónde mandarle a investigar.

_Minerva, por favor_ Snape imploraba de la única manera que sabía: tan autoritario que no parecía una petición_, déjame ver ese papel.

McGonagall apretó sus nudillos en torno al pergamino que mantenía en su mano que crujió levemente. Sus ojos se volvieron acuosos y asintió con el labio tembloroso mientras se lo tendía a su antiguo compañero. Snape suspiró al contacto de ese papel, la tenía, la profecía, por fin.

El Gran Ojo será testigo

ahí donde enraíza la magia

será tomado el cáliz.

Sangre y Sacrificio

exige la Parca

y el mal más antiguo

será inmortal.

Su voz profunda e hipnótica leyó en voz alta la profecía. Las palabras surgían de la garganta de Severus profundas y temblorosas creando una sensación onírica en los presentes. Su suspiro desgarrado hizo a Minerva llevar la mano hasta su pecho asombrada al ver comportarse así a su antiguo compañero. Incluso Hagrid bajó sus hombros cesando al instante su agresividad. Draco abandonó su posición apartada acercándose a su padrino poniendo la mano sobre su hombro. A Potter le pareció que era la primera vez que le veía así, como Snape o como Crow, totalmente derrotado. Pero Snape apretó los dientes, endureció la mirada y sus nudillos apretaron el papel, pareciendo a punto de arrugarlo y lanzarlo lejos.

_Esto no me sirve_dijo al fin.

_ El Gran Ojo_ intervino Harry_ es el London Eye, usted vive cerca de allí. Y en su jardín se pueden ver plantas mágicas...

_ "Donde enraíza la magia"..._continuó Minerva_Así los Aurores encontraron tu casa, Severus.

Snape usó una de sus sonrisas que no eran sonrisas: no era tonto, él había podido deducir eso también, pero el resto, el resto no le servía de nada. No decía nada acerca de dónde estaba ella o quién se la había llevado.

_¿Las profecías pueden referirse a eventos pasados?_preguntó Draco.

Sí, Snape también lo había pensado, sangre, sacrificio y Magia Antigua... eso ya había pasado.

_ Las profecías se refieren por definición a algo que aún no ha ocurrido, a un futuro, señor Malfoy_respondió Minerva.

Todos quedaron en silencio contemplando a Snape que taladraba con la mirada el pergamino, esperando encontrar algo más. Luego lo dobló y lo guardó en su bolsillo sin que nadie se opusiera a ello.