Cartas al Corazón

(Capitulo 4)

.:Shiny Eliptic Omi-chan:.

Casi cuatro mil palabras, señoritas. No pueden negar que esto supera las expectativas. Ahora que estoy haciendo completamente dramática la historia la verdad es muy divertido pensar qué pensarán ustedes. Esta vez me incliné no al amor, ni a la desesperación, ni al despecho… mejor me incliné hacia el miedo. El título es "Las Doce Fobias" es quizás mucho menos interesante de lo que parece pero a mi me hizo llorar. See… el final! No quise marearlos con los nombres de las fobias así que lo mejor creo que fue omitirlos. Bueno, como sea la idea es que lean y que dejen rr por supuesto!

Capítulo 4: Las Doce Fobias

.-Linda, te molestaría dejar eso? Mu… mukuro! –me miró cómo si las últimas tres horas que habíamos estado hablando nunca hubieran existido. –Te molestaría…

.-Si, si me molestaría! –dijo agitando con salvajismo un cisne de cristal que le regalé a mi mamá en su último cumpleaños.

.-Es que…

.-Si se rompe te lo pago!

.-Pero… -suspiré- tiene valor sentimental para mí.

.-Ahmp… Y a mí qué?

Hice un puchero, esto iba a ser un problema, en tres horas Kuwabara, Hiei y Kurama estarían aquí para irnos de paseo y MUKURO ESTABA RECOSTADA EN MI CAMA MORDIENDO UN BOLÍGRAFO DE KEIKO!

.-Eres imposible.

Así como si nada soltó el bolígrafo y lo aventó contra la pared y… y… y se rompió!

.-Si, si. También te lo voy a pagar.

.-Con qué?

.-Con lo que sea. Te parecen seis orejas hilvanadas en un cordel de oro?

.-Seis orejas, dijiste?

.-Y cuatro cuernos! Tienen valor histórico eh!

.-Cuatro cuernos. Si, eh, dejaré que se te pase la estupidez y luego…

De pronto sonó algo parecido a un pajarraco a medio desplumar al que le acaban de semi-cortar el pescuezo y corre por el campo cacareando de dolor. Bueno, bueno. A Mamá le de flojera llamar a un técnico y me dice que lo arreglé yo, pero tengo mejores cosas que hacer.

Mukuro dio un salto en mi cama y profirió un grito ridículo para una mujer como ella tan agudo y nefasto como uno que Botan haría y apretó del miedo las manos, tanto así que el cisne que tenía sujetado en las manos que de poco tiempo acá estaban adornadas con unas lindas uñas con manicura, voló y dio justo en el piso… en esa parte donde yo a los cinco años le había arrancado la alfombra. Creo que aquel fue el gritó más largo que di en mi vida…

.-NOOOOO! –y cuando oí el "crash" sólo cerré los ojos y apreté mucho la mandíbula. La escuché decir mustia:

.-De qué lo quieres, de oro o de diamante?

.-Sólo cállate.

.-¿Qué fue ese ruido?

.-Mi timbre mujer. Mi timbre.

.-Qué es un timbre?

.-TE DIGO LUEGO!

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Recargué mi frente contra la puerta antes de abrirla. Sabía lo que venía a continuación porque nadie más podía ser. Abrí rápidamente esperando ver a mi peor pesadilla unas 7.8 pulgadas más abajo pero no. En cambio tuve que subir la mirada ahí de pie estaba Kuwabobo con una canasta de picnic.

.-Ah, eres tú. Ya estaba empezando a convulsionar.

.-Cómo que "ah, eres tú". Qué no estás feliz de verme?

.-No.

.-Si que eres un aguafiestas.

Desde un lugar que se oía un tanto lejano llegó un potente grito que decía: "Quién es, Yusuke?"

.-Ummm… Urameshi. Esa no es la voz de Keiko, verdad?

.-No. Espera, déjame te explico. No es lo que crees. De verdad, no es lo que crees.

.-Entonces qué demonios hace una mujer en tu cuarto que no es ni Keiko ni tu madre?

.-Oye, puritana. Yo a mis asuntos ¿no?

.-Urameshi, eres un cerdo.

"Yusuke Urameshi, te dije que me trajeras algo de tomar hace más de media hora!"

.-NO TENGO SANGRE EN LA NEVERA, ASI QUE NO MOLESTES!

"Tienes sangre en la venas, alimaña!"

.-No te la daré!

.-Urameshi. En serio. ¿Quién es?

.-No te lo diré. No me creerías.

.-Dime!

.-Es una mujer loca de más de 250 años, la mitad de su cuerpo es biónico, tiene apariencia de veinteañera, le gusta la carne ningen, la sangre árabe especialmente; su hobby es matar demonios débiles, jugar competencias de párpados con su general, batir las claras de los huevos, pintar, romper paredes y saltar en los charcos.

.-Y cuál es la parte "increíble"?

.-Su nombre es Mukuro.

.-AHHHH! La mujer que vive con Hiei? ESTÁ EN TU CUARTO URAMESHI, TU CABEZA PELIGRA!

.-ESPERO QUE NO INSINUES QUE NO LO SÉ!

.-Quieren por favor dejar de hablar de mí a gritos y a mis espaldas?

La mandíbula de Kuwabara fue víctima de pronto de la fuerza de gravedad. Yo, que estaba de espaldas a la entrada de mi cuarto no sabía porqué diantres… pero cuando miré atrás, entendí y comprendí su cara de sorpresa.

Mukuro estaba ahí parada en medio de el pasillo en bra y con un short mío que, si mal no recuerdo a mi me quedaba bastante grande. Pues sorpresa, este se amoldaba perfectamente a su figura. Cabe recordar que Mukuro mágicamente estaba completa, entonces comprenderán que la imagen es digna de verse.

.-Mukuro, ponte algo arriba!

.-Por qué?

.-Porque si Hiei llega…

.-AL DIABLO CON HIEI! –hubo una pausa momentánea. –Necesito algo que me quede ajustado. Tus playeras son demasiado grandes.

Volvió a sonar el timbre. Hice prometer a Mukuro que se escondería, mientras la escuchaba gritar estúpidamente de nuevo. Esta aceptó. Pero antes de que yo pudiera ir a abrir la puerta vi a un par de ojos gatunos asomándose por una ventana de mi cuarto. –HIEI?

Giré mi cara hacia atrás bruscamente y vi a Kuwabara metiéndose a empujones con Mukuro en una puerta a nuestra izquierda. Opa… el baño. Se escuchó un resbalón y un "ouch" que gracias al cielo sonó algo masculino, lo cual quería decir que Mukuro no tendría un moretón en el bello trasero.

.-Hiei. Hay algo que se llama puerta!

.-Para qué, si puedo entrar por aquí? No le has abierto a Rojo?

.-No. Estaba ocupado viéndote entrar a mi casa como un ladrón. Después de todo, la estatura debe ayudarte ¿no?

Escuché una risita femenina desde el baño que… Hiei también escuchó. –Quién está ahí?

.-Kuwabara.

.-Ay, ese animal.

.-Bueno, puedes abrirle a Kurama. Por favor. Necesito preparar algunas cosas sobre el picnic de hoy ¿si?

.-No.

.-Cada vez considero que eres más y más nefasto.

.-Si, también te quiero. –hubo silencio. Es que eso de "Si, también te quiero" no era normal saliendo de la boca del enano! – Está bien. Sólo porque es Rojo.

Hiei bajó las escaleras y corrí a abrir la puerta. Encontré a Kuwabara tirado en el piso mientras Mukuro, ahora con una remera del idiota, le revisaba un brazo que tenía una pequeña herida.

.-Por favor. Kuwabara sal. Mukuro quédate. Cuando salgamos de la casa gritaré y entonces podrás salir si? Ey, les estoy hablando!

.-A quienes? De pronto Kuwabara es mago y se puede partir a si mismo en ocho? O solamente estás dopado?

Se me congeló cada músculo del cuerpo. A penas me alcanzaron los "huevos" para voltear la cara atrás y descubrir a Hiei con el entrecejo fruncido y olisqueando el aire. –No, es sólo que…

.-Neh. Hn. Debo estár soñando. Si, eso es. –dió un par de pasos hacía mi y se paró en seco de nuevo. Se olió la ropa y esta vez de verdad empezó a dudar hasta de su nombre. –Huele a… A hombre. NO, mentira. A mujer… que acaba de… momento! Huele a Yomi. -Me miró con una de esas miradas asesinas. –Apártate.

.-No.

.-Quítate de ahí, Urameshi.

.-No. Mira Hiei…

.-Sólo quítate. El que nada debe…

.-Nada teme. –dijo una voz femenina, con un toque de rabia que de hecho hacía que se oyera incluso provocativa. –Buenos días, Hiei. Qué gusto verte por aquí.

.-Mukuro qué haces aquí. NO, NO. Momento. Qué haces aquí metida en un baño con Kuwabobo a medio vestir y... y qué le pasó a tu rostro?

.-A mi rostro?

.-No me obligues a decir "a tu cuerpo".

.-Ya lo hice, Neandertal. Soy una emperatriz, viví muchos, muchos años con un quiropráctico. Un hombre que además de feo era sabio y que supo formular una sustancia que en combinación con mi sangre muta mi ADN. Shiguré me hizo el favor de hacer 6 pócimas de esas y hoy usé una. Te presento a la mujer que debió haber sido Mukuro si no hubiera pasado por todo por lo que yo ya pasé.

.-Casi se puede decir que es bonita. –dije casi sin darme cuenta.

.-URAMESHI PORQUÉ NO TE CALLAS?

.-Si, Urameshi. Cómo que casi, si es muy bonita! –dijo Kuwabara jalándome una oreja. Les juro que todavía me duele.

.-Cierra el pico, zanahoria.

.-Mira, enano. Tu no le digas nada a Kazuma, quieres? Ni estás en derecho de ello ni te lo permito.

.-Perdón? Me lo permites? Y debo suponer que de pronto tengo que pedirte permiso para hablar!

.-Fui benévola contigo hasta ahora.

.-Uy. Me muero de miedo. No sabes. Y esos shorts qué?

.-Son de Urameshi. NO CAMBIES DE TEMA!

.-Mukuro. No te ofendas, pero creo que deberías estar un poco más afectada por lo que te acaba de pasar.

.-Cuando te pasa cada día de tu cumpleaños y otras veces créeme que cada vez es más fácil reponerse… -silencio de esos en los que se puede oír a Mukuro tragar saliva y a Hiei respirar. –HIEI, NO QUERIA RECORDAR ESO!

.-Es que… no te entiendo.

.-Ya sé que no me entiendes! Cómo entenderme? Te han violado? No! El hombre que amabas te usó como a un vil objeto? NO! Desperdiciaste tu vida haciéndote fuerte para después ser una alimaña inútil?

.-SI! Tu no entiendes la mitad de lo que significa ser yo! No entiendes lo que es ser un niño que nunca fue deseado…

.-No, eso si lo entiendo. De verdad crees que mi padre quería que yo naciera?

.-No trató de asesinarte cuando naciste!

.-A ti tampoco. Te recuerdo que tu madre lloró cuando te tiraron de la isla flotante.

.-Si, si. La idea es que no te negaron la vida incluso antes de nacer!

.-Me la pudrieron a los siete años. A lo mejor para los hombres no sea así… pero una mujer sueña toda su vida, hasta que lo consigue, con darle el primer beso al tipo que amas, con casarse de blanco con el verdadero amor, con perder la virginidad con tu pareja la que tú escogiste, con tener hijos con tu marido, cuidarlo y verlos crecer y algún día verlos irse lejos… pero cuando a los siete años te arrebatan TODO eso… ya nada queda más que morir o luchar por ser alguien nuevo y renacer en un mismo cuerpo. Pero cargando los mismos bloques de piedra en la espalda…

.-Todo?

.-SI! Por favor, no me hagas hablar más del asunto. Es bastante doloroso ya tenerlo en la mente como para revivirlo. No niego que he sido condescendiente… pero haber sido víctima de una especie de "atentado contra la vida" siendo un bebé es horrible, si. No lo voy a negar… pero por favor, hoy no nos pongamos a competir a ver quién ha sufrido más…

.-Mukuro yo…

.-Por favor

.-Yo…

.-Hiei. Te lo suplico. Ayer un imbécil que espero que ya esté muerto, hizo lo peor que me pudo haber sucedido… porque sabiendo lo que pasaba aquí –dijo y se palpó el corazón -Lo hizo. Tu lo sabes… tu me oiste, no es cierto? Te lo ruego. Yomi no merece ni siquiera que lo recuerde.

.-Yomi? –dijo Kurama con la voz quebrada desde un extremo de la habitación. –Lo mataste?

.-Y qué hacía, una fiesta? Uy si. Vengan todos a celebrar que Yomi acaba de violarme! QUERIAS QUE HICIERA ESO, ZORRO?

.-ESTÁS LOCA! CÓMO PUDISTE?

.-Rojo, puedes por favor entrar en razón? –dijo Hiei que hasta entonces había estado muy callado.

.-SI SEÑOR ZORRO. AHORA QUE SUGIERE? MANDO PUBLICIDAD AL MAKAI PARA QUE TODO EL MUNDO SE ENTERE DE QUE ES ALTAMENTE PROBLABLE QUE EN ESTE MOMENTO SE ME ESTÉ ANIDANDO UNA CRIATURA EN LA PANZA? TAMBIÉN PUEDO IR A HABLAR CON SHURA A DECIRLE "Sigue los pasos de tu padre, era un hombre, honrado y respetable… que VIOLABA MUEJRES Y QUE QUEDÓ CIEGO POR LADRÓN!" ESO QUIERES QUE HAGA?

.-NO TENÍAS QUE MATARLO!

.-No soy una psicópata, si lo hubiera pensado, quizás no lo habría hecho... No, SÍ LO HABRÍA HECHO!

.-Era… era mi amigo!

.-HA! Tu no escuchaste la conversación previa a… bueno, eso, lo que me pasó.

.-No me interesa la conversación previa!

.-Ah no? Y qué pasa si te digo que Yomi… no, no te lo diré porque… no! No soy una soplona de mierda!

.-Pues estaría bien que lo fueras! Vamos, dame una buena razón por la cual no deba odiarte de por vida.

.-Cómo si me importara si me odias de por vida. Si Hiei o Urameshi, me dijeran eso lo pensaría dos veces. Pero hablamos de ti! No sé nada de ti más que tu nombre es Kurama!

.-De hecho es Suiichi Minamino –dije en voz baja tratando de que Kuwabara me oyera pero no los demás.

.-Mi oído es bueno Urameshi. Es una máquina ¿recuerdas? Capta el más mínimo ruidito.

.-Lo siento.

.-No importa. –cerró el ojo despacito y luego lo volvió a abrir– Necesito salir de aquí. Huele a mujer.

.-No serás tú, de casualidad?

.-Zorro, Mukuro puede oler a todo, de verdad a TODO, menos a mujer. –dijo Hiei que empezaba a escucharse molesto.

.-Entonces también puede oler a monstruo psicópata?

Mukuro dio un respingo brusco y cerró los ojos muy fuerte. –Lo único que espero ahora, Kurama, es que no creas que eres superior a mí porque eres bello. En este momento lo bello que seas… no te hace más grande, te hace una mierda embarrada en mi zapato… -abrió los ojos violentamente- ¡Porque si creíste que con insultarme ganarías autoridad, estás muy equivocado! He vivido más de 250 años… y siempre ha habido un descerebrado que cree que mi imagen externa es mi punto débil. Pero… ¡Sopresa! Estoy tan acostumbrada a imbéciles como tú, que ya no me molesta. Así que si planeabas hacerme sentir mal, déjame te informo que lo único que te estás ganando olímpicamente, es esto –dijo y señalo con la cabeza a Hiei que ahora tenía el Jagan abierto y los puños fuertemente cerrados.

.-Vamos, Hiei. No estás de su lado, verdad?

.-Quieres que te diga que no, rojo? Porque si así es, eso puedo decirte. Sólo que no sé cuanto tiempo aguantaré sin darte una paliza.

.-Momento, momento. Hiei, cuántas veces? –dijo con las palmas bien extendidas como tratando de insinuar "diez".

.-Hn.

.-Cuántas veces te tengo que decir que no eres ni mi padre, ni me hermano, ni mi novio, ni mi guardaespaldas para que me cuides. ¡Puedo hacerlo sola¿O te parezco alguien débil? Sólo dilo! –dijo Mukuro moviendo los brazos berrinchuda.

.-Cuál es tu problema?

.-Oigan, muchachos. Vamos a calmarnos si? Si quieren matarse que no sea en mi casa.

Y de pronto volvió a sonar el timbre. Hiei y Mukuro saltaron de sus lugares con estúpidos gritos de niños asustados.

.-Compórtense todos, por favor. Son Yukina y Shizuru.

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Al parecer cuando las vio entrar a Mukuro le dio un ataque de pánico, asma y emoción. Uno, estaba mirando a la aclamada Yukina; dos, estaba respirando el mismo aire que una mujer; y tres, no era una ERAN DOS!

Mukuro casi cae al piso del "semi-infarto".

.-Qué le pasa? –preguntó Shizuru en cuanto vio que su hermano sostenía a una mujer casi desmayada en los brazos.

.-Tiene… ummm… no, no lo sé.

Después sucedieron un par de cosas muy rápidas. Hiei guardó su hiruiseki dentro de su ropa, le golpeó la cara fuerte a Kuwabara. Abrazó a Mukuro y le sostuvo el cuello cerca del suyo, -un auténtico abrazo de telenovela mexicana- y le susurró bajito "ya puedes respirar". Ella empezó a respirar poquito a poquito. Si, lo sé porque la vi mover las costillas!

.-Quieres salir?

Mukuro asintió y ambos salieron de la habitación.

.-Qué fue eso?

.-Esa cosa? Era Mukuro.

.-KURAMA! –exclamó enojado Kuwabara.

.-Oigan, oigan muchachos! Qué está pasando aquí? –dijo Shizuru mientras se paraba entre ambos muchachos que se miraban como el fuego mira a el agua.

.-Kurama perdió la cabeza!

.-Yo perdí la cabeza? Mukuro perdió la cabeza!

"No. En realidad fue tu querido amigo Yomi el que perdió la cabeza! Se la partí en dos con una lámpara!" –se escuchó gritar a Mukuro desde la cocina.

.-Cállate maldita asesina!

"NO ME ARREPIENTO DE HABER TORTUTADO A ESE CIEGO HASTA SU MUERTE ¿SABES?"

.-¡Tú torturarlo a él! HAHAHA! –Kurama empezó a reír como un desquiciado. Si lo aceptaré me asusté un poco.

.-Kurama, qué te pasa?-dije mientras los tomaba por los hombros y lo zarandeaba. –Esto no eres tú.

.-Mukuro mató a un amigo mío… quieres que esté contento?

Se escuchó un grito fuerte en la cocina y sonidos de cosas que se caían. Corrí a ver que sucedía mientras los demás me seguían y vi a Mukuro tirada en el piso medio convulsionando y a Hiei muy lejos de ella.

.-Qué le pasa?

.-El espejo!

.-El… qué?

.-El espejo, quita el espejo!

Corrí a quitar el espejo que estaba recargado en la pared donde mi madre se pasaba horas insultándose a si misma. Mukuro dejó de gritar y convulsionar pero seguía tirada en el piso… llorando. Me acerqué esperando poder hacer algo pero sentí una fuerte patada en el estómago.

.-Ay! Por qué me pateas, Hiei?

.-No la toques! Yo sé lo que te digo, sólo no la toques.

.-Por qué?

.-Salgamos de aquí. –nadie se movió- FUERA!

Me dolió, pero dejamos a Mukuro en el piso medio desmayada en un estado que de verdad daba lástima. Lo último que vi al cerrar la puerta era a la muchacha arañándose la cara bañada en lágrimas, hecha bolita en el piso con su lindo vestido azul desgarrado.

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.-Hiei...

.-Hn?

.-Por qué la dejamos sola?

.-Porque eso es lo que necesita: estar sola.

.-Pero, no se veía nada bien.

.-De hecho está bastante mal. Pero cualquier cosa que hagamos la pondrá peor, no hay nada que hacer, ha salido de estas antes.

.-"De estas"? O sea que no es la primera vez que le pasa. –dijo Kurama que estaba un poco alejado del resto de la concurrencia. Podía decir lo que quisiera pero ver así a Mukuro lo había puesto mal.

.-Ni es su único problema verdad...? Lo de los espejos –dijo Yukina con ingenuidad. Era la primera vez que hablaba y por lo tanto Hiei se ruborizó un poco.

.-No. –silencio- Saben qué me enferma? Que no hay modo de quitarle toda esa mierda!

.-Qué mierda? –dije, la verdad soné un poco estúpido…

.-No viste? –silencio- No vieron? Es que nadie se da cuenta de lo que pasa?

.-Tiene… -todo el mundo volteó a ver a Kurama que parecía que tenía una idea de lo que pasaba –Si, como lo sospeché. Mukuro tiene fobias… muchas ¿no?

.-Doce.

.- ¡DOCE?

.-Si. Doce. En realidad le teme a todo lo que tenga que ver… con una violación, o su físico.

.-En serio?

.-Si. Le tiene miedo a muchas cosas. Por ejemplo… a los hombres, a estar desnuda, a tocar a alguien, a sentir placer, a que la estrangulen, un embarazo mmm… a que la cortejen…

.-Que espanto –dijo Shizuru, quizás sin darse cuenta porque después se tapó la boca alarmada.

.-Le teme a todo eso. Pero los espejos, el sexo, las mujeres, las mujeres bonitas y una violación son cosas que le dan pavor.

.-Doce fobias… increíble. Cómo vive todavía esa mujer?

.-Hn. Yo tampoco lo sé. –Silencio- Y eso es lo que me enferma, conozco las fobias, sé como se llaman, sé exactamente qué hace Mukuro con cada una, por ejemplo, con los espejos se araña y llora… una vez se arrancó un buen pedazo de piel… fue horrible. Mi problema es que, sabiéndolo todo, no puedo hacer nada más que encerrarla y dejarla llorar! Es deprimente!

Hubo un silencio incómodo en el que Hiei miró a la nada perdido en las profundidades de su propia extraña y retorcida mente. Fue tanto el silencio que en la cocina se empezó a escuchar movimiento poco a poco.

"Hiei…"

.-Nadie le haga caso.

"¿Hiei?"

.-Por favor no hagan nada.

"¡Hiei!"

.-Por qué no vas con ella, te está llamando? –dijo Kuwabara un poco molesto.

"… Hiei… ven"

.-NO!

"Pero… yo…"

.-Dije que no!

"Yo te necesito!"

.-NO! NO ME NECESITAS! Mukuro, no necesitas de nadie!

"Si…"

.-NO! No me necesitas!

"Si…"

.-NO SEAS TONTA! NO ME NECESITAS!

Dejó de escucharse la voz de Mukuro a lo lejos.

.-Por qué la trataste así? –dijo Kuwabara molesto una vez más.

.-No puedo hacer anda por ella y si voy sólo la haré que se asuste más. Dormirá un par de horas, hasta entonces nadie ¡escúchenme bien! NADIE, especialmente ustedes dos, –dijo mirando severamente a Yukina y a Shizuru- entre ahí. En este instante Mukuro es capaz de matar a cualquiera que la asuste. No se arriesguen…

Hiei se fue caminando hacia la calle y se sentó en la acera.

Hubo un suspiro general. –Creen que debamos hacerle caso?

.-Si. Mukuro nos tiene miedo a todos nosotros –dijo Kurama –Esa mujer sólo confía en Hiei y si cualquiera de nosotros se asoma… no sé que podría pasar. Hiei no se acerca a ella porque a pesar de todo, es un hombre y Mukuro se asustaría cuando lo viera. Creo que por eso la trata mal.

.-Para que Mukuro no lo llame?

.-Exacto. Así no se vería tentado a ayudarla, porque en realidad sólo le haría daño…

.-Pobre Hiei –dijo Yukina con una lágrima en un ojo, que unos segundos después caería al piso y se transformaría en una perla, que rodaría por la escotilla de la puerta de la cocina y llegaría a manos de la mujer cuyo rostro, que había dejado de ser hermoso, ahora estaba maltratado y arañado de la rabia, la rabia al pasado y al destino.

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Comentarios! Bienvenidos! Espero que les haya gustado mucho! Me contestaron rr muy pocas! Así que estoy sentida y no escribiré en un buen rato! QUÉ PASA DANNY, ASI ES COMO ME PAGAS? Hasta que no me den por lo menos 5! Gracias a Rockergirl-sk, que bueno que fue de las pocas personas que reconocen la agresión y la violencia como un tema del que se puede hablar!ûu No era mi intención hacerlo gracioso, pero es lo normal, siempre sucede! Y gracias a Kakushi Miko me encanta que te guste como va la historia. Sé que fui fría y mala en el capítulo anterior… si también en este pero pues no importa ¿o si?

GRACIAS!

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